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Consejos para comprar muebles: guía básica para decorar tu espacio

Llega ese punto en la vida en el que es momento de decorar tu propio espacio: comprar una cama, el sofá, la mesita de noche, etc. Y como estas son decisiones ADULTAS (así en mayúsculas), porque implican no solo una inversión, sino entender cuál es tu estilo para decorar,reunimos algunos consejos para comprar muebles avalados por nuestros amix de GAIA Design, para que sepas cómo decorar nivel pro.

Foto. GAIA Design

Consejos para comprar muebles

Primero lo primero, ¿por dónde empiezo?

Si no tienes nada en tu espacio, el consejo es comenzar por lo indispensable y terminar con el capricho. O sea necesitas una cama para dormir antes que ese espejo de mimbre en forma de sol para tus selfies.

Haz una lista de los elementos esenciales que necesitarás en tu nuevo hogar, como cama, sofá, mesa de comedor, sillas, estanterías, etc. Luego, establece un presupuesto que te ayude a limitar tus opciones y evitar gastos excesivos.

«Siempre da prioridad a elegir un sillón, lámpara o librero, ya que son piezas que le dan vida a los espacios» aconseja Gess Sandoval, director creativo de Anfora Studio y fotógrafo de Apple, quien forma parte de la más reciente campaña de GAIA Design.

Puedes encontrar muebles de muy buena calidad a precios asequibles o con meses sin intereses. Nada más recuerda, por amor de las diosas, siempre pagar tu tarjeta de crédito a tiempo.

Ahora hablemos de estilo

Dentro de nuestros consejos para comprar muebles ya identificamos las necesidades y el presupuesto, así que ahora viene la parte divertida: definir tu estilo.

A la hora de elegir muebles es fundamental reflexionar sobre tus gustos personales, ya que estarás invirtiendo en productos que te acompañarán durante muchos años.

Sí, ya sabemos que ese sofá anaranjado es divino, ¿pero vas a terminar cansada del color a los 6 meses?

consejos para decorar muebles
Foto. GAIA Design

Si eres una persona que disfruta del cambio constante, mejor elige muebles en tonos neutros y agrega accesorios coloridos que puedas modificar periódicamente. Por otro lado, si te encanta destacarte y quieres que tu casa tenga un impacto visual “y la queso”, pues entonces ve por ese sofá naranja bb, estamos contigo.

Por otro lado, si todavía no tienes muy claro tu estilo o vas a compartir espacio con alguien que no tiene tu misma aaaaaeesterik, mejor opta por muebles versátiles que puedan adaptarse a diferentes espacios y estilos de decoración.

«Toma en cuenta el diseño y la paleta de colores, pero antes que nada, la comodidad y durabilidad», recomienda Gess.

Foto. GAIA Design

No olvides los detalles prácticos

Algo que parecería obvio, pero no siempre lo es (hemos visto tragedias) es que midas tu espacio antes de comprar los muebles. Esto es especialmente importante para elementos grandes como sofás y camas.

Si tu espacio de almacenamiento es limitado, maximízalo eligiendo muebles que ofrezcan opciones de almacenamiento integradas. Por ejemplo, camas con cajones debajo o mesas de centro con espacios para guardar cosas.

Por último, aunque no siempre sea posible probar los muebles antes de comprarlos, es importante tener en cuenta la comodidad. Lee las reseñas de otros compradores en línea y, siempre que puedas, visita las tiendas físicas para sentir la textura y firmeza de los muebles.

«Si eres indeciso al comprar online o no sabes cuál es tu estilo puedes ir a la tienda más cercana y recibir asesoría personalizada», aconseja Gess.

consejos para comprar muebles
Foto. GAIA Design

Aprovecha todos estos tips con la llegada de Hot Sale a GAIA Design y del 29 de mayo al 6 de junio, podrás encontrar ofertas desde 65% OFF, pagar hasta 12 meses sin intereses y tener envío gratis.

«Padre, me masturbé»: el placer sigue siendo pecado

Muy poco ha cambiado desde la última vez que vine a una iglesia a confesar el mismo pecado. Tiene el mismo olor a incienso; las vírgenes puras y castas en las paredes; a Cristo nadie lo ha bajado de la cruz. Incluso la banca en la que me siento sigue siendo la misma. Los pecados que aquí se dicen seguramente son muy parecidos al que yo venía a confesar hace años: «Padre, me masturbé”. Para la iglesia católica la masturbación sigue siendo un pecado.

Desde los 6 hasta los 15 años fui parte de grupos juveniles en la iglesia. Estos son muy comunes en El Salvador, país en el que nací, crecí y vivo. Los primeros años me enseñaron sobre un Jesús muy bueno, casi de caricatura. Alguien que tenía un amor infinito, multiplicaba pescados para todos y separaba el mar. En esa época, el concepto de pecado era sencillo y se representaba en cosas como no mentir o no hacerle caso a mi mamá. Pero a mis 12 años es palabra adquirió complejidad.

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Cuando inicié la catequesis, me dieron una lista de pecados. Ahí estaban los capitales, los de los mandamientos, los veniales, los mortales… Para mí todos tenían el mismo fin: el infierno.

Entre tantas reglas hubo una que se quedó en mi cabeza y me atormentaba día y noche: “no cometerás actos impuros”. Me lo enseñó una señora de 60 años que se basaba en catequismo de la iglesia católica, un documento que recopila la doctrina moral bajo la que se rige la iglesia. La masturbación se incluye entre las ofensas a la castidad como un “acto intrínseca y gravemente desordenado”.

Ella nos dio a entender, de una manera bastante pudorosa, cómo cualquier acto del abanico sexual, desde la masturbación hasta el sexo y toda la creatividad que lleva de por medio, era pecado. Yo a esa edad apenas había dado mi primer beso. Pero sí comenzaba a hacer otras cosas en la privacidad de mi cuarto.

Hablemos del clítoris y cómo estimularlo con tus manitas

En la siguiente clase, la catequista me metió en un gran problema al decirme que uno puede pecar de más formas: de pensamiento, palabra, obra y omisión. Ahora ya no era únicamente lo que hacía, sino ¡TAMBIÉN LO QUE PENSABA! Pero me dio también una salida: la confesión.

Si yo estaba lo suficientemente arrepentida podía irme a sentar sola en un cuartito de madera con un señor, casi siempre anciano, para decirle en mis años de pre y adolescencia que tenía deseos sexuales que culminaron en un acto que dicen que es pecado.

La señora que nos daba catequesis en unos salones de clase contiguos a la basílica fue muy clara: “cuando alguien muere y no se confiesa, va a ir al purgatorio” y para mí todo lo que no fuera el cielo era el infierno, entonces yo hacía todo lo posible para no morirme hasta el domingo. Esto suena sencillo, pero la que está escribiendo este texto vive en El Salvador, un país que por años se disputó ser el más violento del mundo, donde la muerte era un
tema cotidiano. Los días previos a mi confesión, con el anciano del cuartito, tenía un estrés grandísimo. Porque si me había masturbado un jueves, tenía que mantenerme viva por tres días.

La verdad es que sí estaba arrepentida. No por el acto, sino por la consecuencia: “el infierno”. A mí me dibujaron el infierno como un lugar caliente, rodeado de fuego infinito y azufre. En el que si no sos bueno ardés por siempre y te castigan haciendo cosas que no te gustan, como hacer planas de caligrafía para toda la eternidad.

Ese secreto fue la cruz que cargué durante todo el tiempo que fui parte de la iglesia. Me aterrorizaba. Desde los 12 hasta los 18 años, en mi pleno desarrollo, le confesé por años a un señor en una cabina cerrada con vergüenza y vulnerabilidad todas las cosas que hice y las que pensé.

El colegio en el que estudié era laico. Pero rezábamos todas las mañanas. Teníamos misa en las celebraciones especiales y opcionalmente nos daban clases de religión. Es normal si pensamos que El Salvador es un país en el que 38% de la población es católica y el otro 38% es evangélica. Acá la Asamblea Legislativa, que también es laica, tiene un rótulo en el pleno que reza “Puesta nuestra fe en Dios”, y a nadie le espanta.

Mis amigas del colegio y yo crecimos en un ambiente en el que se separan a las niñas bien del resto del mundo y JAMÁS debíamos estar relacionadas con cualquier comportamiento cercano a lo lascivo por no ser propio de señoritas. El sexo y la masturbación eran cosas que solo se le aceptaban a los hombres.

Más de alguna vez, en esas pláticas en las que las hormonas comienzan a brotar, uno que otro compañero nos preguntaba en secreto si nos masturbábamos. La respuesta siempre fue la misma: un “NO” ofendido y avergonzado. Yo, obviamente, mentía. Para este texto les escribí a mis amigas para preguntarles si ellas también lo hacían y la respuesta de todas fue una versión de esto: “Sí. Lo hacía y sentía mucha culpa. Jamás lo hubiera dicho en voz alta”.

Nos graduamos todas de blanco. Un par de amigas se casaron y se casarán también de blanco. Algunas mantienen la vergüenza y la incomodidad que les produce hablar de sexo en público. Otras, lo hemos asumido de una manera un tanto más liberal. Pero estoy segura que algunas aún siguen llegando a ese banquito a decir con vergüenza: padre, tuve sexo; padre, me masturbé. Me atrevería a decir que sus hijas llegarán a la misma banca y en la misma cabina dirán a un señor con la misma vergüenza y vulnerabilidad: Padre, me masturbé.


Voy de camino a la iglesia y, sorpresivamente, estoy nerviosa. Tengo cinco años de no ir a una iglesia por voluntad propia y voy pensando en qué decir. Enlistando mis pecados, mis pecados impuros. Pienso en lo que me va a decir el padre, ¿y si me regaña?, ¿si me echa de la iglesia?, ¿se puede echar a alguien de una iglesia por sus pecados?

Voy preparándome como una se prepara ante su verdugo. Ya que nos estamos confesando, debo de confesar que yo sí creo en Dios. No soy católica, pero sí creo que existe algo, no pienso mucho en qué porque no creo que valga la pena rodear tanto una pregunta para la que no tendré respuesta. Pero solo espero que si ese algo existe, tomé este texto con sentido humor y no con fuego eterno o planas de caligrafía.

Entró a la basílica y veo que muy poco ha cambiado desde la última vez que vine a este lugar. La iglesia tiene el mismo olor a incienso, las vírgenes puras, castas. Cristo sigue eternamente colgado, sufriendo. Me siento en la banca y con los mismos nervios que tuve en aquella inocente adolescencia. Le cuento: “Padre, me masturbé”.

Los productos que necesitabas para dormir mejor

A pesar de que el buen descanso es esencial para una vida saludable y feliz, muchas personas (la mayoría adultas) padecen de insomnio o problemas para dormir. Por eeeeeso, preparamos esta lista chulísima de productos para dormir mejor.

Aquí encontrarás de todo. Desde aceites esenciales hasta las tecnologías más innovadoras como la máscara con cancelación de ruido. Y también productos para darle un toque más fabuloso a tus noches, como las fundas de seda para tus almohadas.

Hablar del buen dormir es súper importante porque a veces la vida adulta va tan aprisa que preocuparnos por descansar lo necesario es complicado e incluso inviable para algunas personas.

En México casi la mitad de la población tiene problemas de sueño, dijo a la Revista UNAM Rafael Santana Miranda, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina.

Las causas del mal dormir son diversas pero una de ellas es que se desconoce lo que es la higiene del sueño.

¿Qué es la higiene del sueño?

La higiene del sueño son las medidas que podemos tomar para cuidar la calidad del sueño y evitar problemas de dormir. Estas son algunas de las prácticas que puedes incorporar a tu vida diaria para dormir mejor:

  • Acostarse siempre a la misma hora: esta medida sirve para regular el reloj biológico y crear una rutina a la que el cuerpo se acostumbre.
  • La cama solo para dormir (y el setsoooo): para que el cerebro asocie este sitio como lugar descanso (trata de no ver TikTok cuando ya estás recostade).
  • Relajación: poner en práctica una rutina de ejercicios de relajación favorece la conciliación del sueño. Puedes meditar, hacer estiramientos, respiraciones profundas. Hay que evitar realizar actividades estimulantes.
  • Ni alcohol ni cafeína: se desaconseja consumir sustancias excitantes antes de dormir. Además, el alcohol tiene un efecto diurético que aumenta la necesidad de ir al baño.
  • Cenar ligero: la sensación de pesadez perjudica el descanso. Aunque cada persona sabe qué alimento le sienta mejor es aconsejable no tomar alimentos pesados en agua o picantes a partir de las 8 pm.
  • Comodidad: se recomienda dormir sobre un colchón apropiado y con una almohada adaptada a la columna cervical.
  • Ambiente: lo ideal es una temperatura confortable, ni mucho frío ni mucho calor, una iluminación tenue y sin ruido.
  • Cuidado con la medicación: no se debe tomar medicamentos que no hayan sido previamente prescritos por un médico ya que podrían agravar el problema.
  • No obsesionarse: poner mucho esfuerzo en conciliar el sueño puede generar nerviosismo y producir un efecto contrario.
  • Cuidado con las siestas: si necesitas tomar una, trata de que no sean mayores a 30 minutos.

Productos para dormir mejor

Después de aplicar todo lo anterior, puedes usar algunos de estos productos para darle fabulosidad a tu momento de descanso.

Si te interesa adquirir alguno de estos productos, asegúrate de hacer clic en los enlaces de afiliados que proporcionamos. Eso nos ayuda a seguir creando contenido chulo para ti.

  • Luz nocturna: una luz nocturna es ideal porque es muy ligera y puede ayudarte a ir disminuyendo la estimulación del día. Incluso puede ser muy útil por si necesitas pararte al baño a mitad de las noche.
  • Almohada para dormir de lado: Si duermes de lado todas las noches, NECESITAS esta almohada. Tu espalda lo agradecerá. Está diseñadas para adapatarse a tu cuerpo y brindarte soporte en la cadera y piernas. Además la sentirás como un abracito toda la noche.

Aquí otra opción de almohada para dormir de lado

  • Máscara para dormir con cancelación de ruido: El futuro está aquí. Si eres de esas personas que se despiertan con facilidad o que cualquier detalle le roba el sueño, esta máscara para dormir con cancelación de ruido te va a ayudar a tener sueños profundos y sin distracciones.
  • Una buena pijama de algodón: Dormir también puede ser una actividad altamente sensorial, así que no está de más ponerte una pijama bonita y suavecita, que te brinde comodidad y frescura toda la noche.
  • Spray sueño profundo: Este spray de sueño profundo contiene aceites esenciales de lavanda, toronja, cedro y mandarina con propiedades relajantes. Se recomienda rociarlo en tus almohadas o sábanas antes de dormir.
  • Fundas de seda: Las fundas de seda son ideales para no dejar que ni una gota de tu skincare se desperdicie y se quede en tu rostro toda la noche, además ayudan mucho a que tu cabello no amanezca con frizz.

Otra opción de spray de sueño profundo

  • Aceite esencial para dormir: Este aceite esencial de lavanda con verbena tiene propiedades calmantes y relajantes, puede colocarlo en la sien, el cuello o la nunca poco antes de acostarte a dormir.
  • Difusor de aceites esenciales: Algunos aceites esenciales, como la lavanda, la manzanilla o el sándalo, tienen propiedades relajantes y pueden ayudarte a conciliar el sueño. Utiliza un difusor para dispersar su aroma en tu habitación antes de acostarte. También ayuda a mantener un nivel óptimo de humedad en el aire de tu habitación, lo que puede aliviar la congestión nasal y facilitar la respiración durante la noche.
  • Almohada ergonómica: Una almohada diseñada ergonomicamente puede brindar un mejor soporte para tu cabeza y cuello, lo que ayuda a mantener una postura adecuada durante el sueño.
  • Aceite esencial para difusor: Si prefieres los difusores, este aceite esencial con lavanda, bergamota y sándalo te ayudará a conseguir un descanso profundo.
  • Unas chanclitas muy cómodas: que si necesitas levantarte al baño o por agûita, estas chanclas ultrasuaves te encantarán, son cómodas y prácticas. Vienen en varios colores para combinarlas con tus pijamas.
  • Tapones para los oídos: Los tapones para los oídos son útiles si vives en un entorno ruidoso o si eres sensible a los sonidos durante la noche. Pueden ayudarte a bloquear el ruido no deseado y promover un ambiente tranquilo para dormir.
  • Altavoz con sonidos relajantes: Un altavoz con sonidos relajantes, como el ruido blanco, la lluvia suave o los sonidos de la naturaleza, puede crear un ambiente tranquilo y bloquear otros ruidos perturbadores.
  • Colchón de calidad: Un buen colchón es fundamental para un sueño reparador. Busca uno que se adapte a tu cuerpo y proporcione el nivel adecuado de firmeza y soporte.
  • Ropa de cama de calidad: Opta por sábanas suaves y transpirables que te brinden comodidad durante la noche. Elige materiales como el algodón o el lino, que permiten una buena circulación del aire.
  • Cortinas opacas o persianas: La oscuridad en tu habitación facilita conciliar el sueño. Instala cortinas opacas o persianas que bloqueen la luz exterior y te ayuden a mantener un ambiente tranquilo y oscuro.
  • Termostato o ventilador: Mantener una temperatura adecuada en tu habitación puede ser crucial para un buen descanso. Considera la posibilidad de utilizar un termostato programable o un ventilador para mantener un ambiente fresco y confortable.

Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es posible que algunos productos funcionen mejor para ti que para otros. Es importante encontrar el equilibrio y crear un entorno que se ajuste a tus preferencias personales para poder dormir mejor.

Mermaidcore: la tendencia del verano para ser sirena

Amistad, se acerca el verano y con él la oportunidad de echar a volar nuestras fantasías más sirenescas, pues una tendencia que ha ganado popularidad recientemente es el «mermaidcore» (o estilo sirena), una corriente inspirada en la belleza y la fantasía de las criaturas marinas que nos invita a sumergirnos en la magia del mar y aplicarla en nuestras vidas cotidianas.

¿Mermaidcore en tendencia?

No es la primera vez que estas criaturas mitológicas se convierten en referente cultural. Sin embargo, en los últimos meses pareciera que vemos sirenas por todas partes.

Ejemplos hay muchos, uno de ellos el reciente lanzamiento de la película live-action de «La Sirenita» de Disney, pero también las búsquedas de «estilo sirena» en el maquillaje, el arte y las pasarelas internacionales.

De acuerdo con el sitio Women Wear Daily (WWD), han aumentado «en un 736% las recientes búsquedas en Google de ‘estilo sirena’ y los datos de búsqueda en Pinterest han experimentado un aumento del 614% en las búsquedas de ‘mermaidcore'».

https://www.pinterest.com.mx/malvestida/mermaidcore/?invite_code=7b7364200e234278a66bfa13e8f4270c&sender=178455341392988986

La cuenta de análisis de tendencias The Algorythm también hace énfasis en el crecimiento de esta tendencia, a la que se refiere como Seascape, y explica que es una corriente visual que se ha posicionado desde 2020, pero ha tomado fuerza recientemente con modas como los «ojos de sirena» en el maquillaje o el «oil slick hair» (cabello estilo derrame de petróleo).

Los colores del Mermaidcore

El mermaidcore se caracteriza por su enfoque en colores brillantes. Como explica Women Wear Daily, «Los colores del mermaidcore van desde el verde espuma de mar hasta el ultravioleta, las longitudes de onda más cortas y claras del espectro de colores que penetran en las profundidades de la zona disfótica del océano. La iridiscencia y el brillo metálico también forman parte de la paleta de colores del mermaidcore, claramente inspirados en el revestimiento nacarado dentro de las conchas».

Esta tendencia puede aplicarse en diversos ámbitos de nuestras vidas, desde el diseño de interiores hasta la moda y el maquillaje.

¡Logra el efecto Mermaidcore!

Sombras en tonalidades moradas, verdes y azules dan la pauta para recrear un look ultramarino.

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¿Cómo usar el mermaidcore?

No se trata de ser súper literal y colgarte conchas, la estrella de mar o salir enfundada en cola de sirena (aunque si quieres sí), sino más bien adoptar detalles sutiles.

En cuanto a la moda, el mermaidcore puede inspirar conjuntos con colores y texturas relacionados con las criaturas marinas. Podemos optar por prendas con efectos tornasol o detalles como holanes, perlas o texturas brillosas.

Piel de sirena.

Las prendas de la marca mexicana Cueva son una opción increíble para sumarse a esta tendencia.

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En el maquillaje, todo lo que tenga glitter es muuuuuy mermaidcore, además de delineadores en tonos aqua o plateados; detalles extra como perlas o gemas y por supuesto todo lo que sea glossy.

mermaidcore

Labios glossy

Amamos este lipgloss de la marca mexicana Sundae by Momiji. Labios con efecto de cristal: check

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Además de su influencia en la estética, esta tendencia también nos invita a soñar y explorar nuestra creatividad. Podemos encontrar momentos de escape y fantasía al sumergirnos en la lectura de historias de criaturas marinas, crear arte inspirado en el mar o simplemente imaginar nuestro propio mundo submarino.

¿Cómo ves, amix? ¿Le entras al mermaidcore?

Menstruación consciente: ¿qué es y cómo comenzar a practicarla?

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Hola, soy Gina y hablo de menstruación con quien se deje. Hablar e investigar sobre este tema es mi pasión. ¿Acaso hay mayor razón para hacerlo que el hecho de que quienes menstruamos lo haremos por al menos 40 años? ¿Y que la menstruación atraviesa muchos factores, como físicos, emocionales e incluso sociales? Hablemos de qué es la menstruación consciente.

Aunque han habido graaandes avances en materia de gestión y educación menstrual en México y Latinoamérica, aún persisten la desinformación y los estigmas en torno a este proceso por el que aproximadamente mes con mes pasamos millones de mujeres, hombres trans y personas no binarias.

Para darnos una idea de lo urgente que sigue siendo hablar sin tabúes sobre la menstruación, van algunos datos que se encuentran en la primera Encuesta Nacional de Menstruación Digna en México:

Necesitamos hablar sobre menstruación y discapacidad

  • Únicamente el 5% de los padres habla sobre menstruación con sus hijes.
  • Solo el 16% de las niñas y adolescentes cuenta con conocimientos precisos sobre el periodo.
  • El 5% de los niños y adolescentes tiene conocimientos precisos sobre la menstruación.

Y es aquí donde entra la importancia de hablar no solo de la menstruación, sino de vivirla conscientemente. ¿Y eso qué significa? Atravesar nuestro ciclo menstrual desde un lugar receptivo donde la comunicación y sensaciones del útero, corazón y cerebro son sentidas, respetadas, analizadas y comprendidas.

Conocer el ciclo menstrual para menstruar conscientemente

Una parte esencial de la menstruación consciente es aprender a reconocer las señales físicas (también conocidas como biorreguladores) que el cuerpo manda a diario, como la temperatura basal, descargas vaginales (moco cérvicouterino y sangrado), niveles de energía, cambios hormonales y emocionales.

Para comenzar es súper importante conocer las cuatro fases del ciclo menstrual (folicular, ovulatoria, lútea y menstruación), familiarizarnos con la sangre (les soprendería saber cuántas personas no la han tocado ni una sola vez en su vida) y llevar un registro de nuestros biorreguladores.

Tener acceso a esta información y tomar decisiones a partir de ello es nuestro derecho para menstruar dignamente.

¿Te dió curiosidad? Cómo comenzar a practicar la menstruación consciente

Para mí, el primer paso para menstruar conscientemente fue tocar mi sangre. Comencé a usar métodos de recolección (copa, disco/aro, calzones absorventes, pads de tela) que me permitieron familiarizarme con su color, olor y textura. Por cierto, el color de la sangre menstrual esconde valiosos secretos sobre tu salud.

El segundo paso fue comenzar a registrar diariamente en una bitácora menstrual todos mis biorreguladores. Hasta ahora este hábito me permite vivir en mi presente corporal. Tener pequeños momentos de preguntarme «¿cómo me siento?» me ha dado la posibilidad de mejorar mi relación con mi dialogo interno.

La sangre menstrual: entre la celebración, la censura y el tabú

Y el tercer paso ha sido tomar decisiones sobre mi vida, como mi alimentación, movimiento, trabajo, relaciones, el amortsss, considerando como punto de partida mi bitácora menstrual.

Hacerlo me permite conectar con lo que está pasando en mi cuerpo. Por ejemplo, entender mi ciclo me enseñó cuándo soy más productiva y cuándo necesito descansar.

Beneficios de la menstruación consciente

El principal beneficio de la menstruación consciente es conocer nuestro cuerpo para poder tomar decisiones y determinar qué necesitamos porque la menstruación no es solo un tema personal, sino público.

La importancia de hablar sobre derechos menstruales en el trabajo

A pesar de que en el mundo casi la mitad de la población (49.5%) somos personas menstruantes, los costos por vivir este proceso que no elegimos son elevados, no solo por el pago de productos de gestión menstrual, sino que tener una menstruación digna requiere de agua potable, un baño adecuado, infraestructura, información…

Y considerar que las personas menstruantes vivimos en contextos sumamente diversos. No es lo mismo menstruar en situación de migración, en la cárcel, cuando se vive en la calle o en un contexto de escasa o nula infraestructura y acceso a servicios.

Entonces sigamos hablando de la menstruación, conociendo nuestros cuerpos y ejerciendo nuestra autonomía corporal con plena consciencia.

Cómo protegernos de las nudes falsas hechas con inteligencia artificial

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Las herramientas de inteligencia artificial están facilitado uno de los actos más comunes de violencia digital contra las mujeres: la publicación y creación sin consentimiento de nudes falsas. En este escenario, ¿qué podemos hacer para protegernos?, ¿qué papel tienen las empresas generadoras de herramientas con IA para prevenir que esto ocurra?, ¿cómo accionar?

Responder estas preguntas no es sencillo, pues las tecnologías de inteligencia artificial generativa son relativamente recientes y, por lo tanto, carecen de regulación. Actualmente son pocos los países que están elaborando leyes en este sentido, por ejemplo, en abril de 2021 la Unión Europea presentó una propuesta de Reglamento de Inteligencia Artificial con el objetivo de que esos sistemas garanticen los derechos humanos y sean seguros. Brasil, en Latinoamérica, es otro de los países que ya están discutiendo leyes similares.

Casos recientes, como el de la cantante Rosalía, han puesto sobre la mesa la popularización de la creación de fake porn (porno falso) de mujeres sin su consentimiento. De acuerdo con el reporte The State of Deepfakes: landscape, threats and impact (2019), de la compañía de ciberseguridad Deeptrace Labs, son exclusivamente las mujeres el objetivo de este tipo de prácticas en todo el mundo.

De hecho, el mismo informe encontró que las personas más afectadas por el fake porn son las actrices británicas y las cantantes surcoreanas. Sus videos falsos acumulan más de 10 millones de vistas en sitios pornográficos que albergan videos deepfake, es decir, que son una simulación.

“Cada vez estamos viendo al alza las agresiones que se realizan a través de la tecnología donde el cuerpo y la integridad, sobre todo de las mujeres, es violentado”, dijo en entrevista Ixchel García, investigadora de tecnología e internet en Luchadoras, una colectiva feminista enfocada en derechos y seguridad digital.

Fake porn: una nueva forma de abuso usando inteligencia artificial

Aunque en México no hay datos específicos sobre el tema de IA, sí los hay de violencia digital. En nuestro país, tres de cada 10 mujeres de entre 12 a 29 años han sido víctimas de este tipo de violencia, principalmente a través de la publicación de información personal, fotos o videos, de acuerdo con la encuesta Mociba 2021 del INEGI.

Pero entonces, ¿podemos hacer algo para prevenir?

¿Qué podemos hacer para protegernos?

Lo primero, de acuerdo con Ixchel, es familiarizarnos con nuestro “cuidado digital”, es decir, aquellas medidas que nos permiten proteger toda la información que tenemos en línea, por ejemplo:

  • No aceptar todas las cookies cuando navegamos.
  • Usar contraseñas seguras (no usar la misma contraseña para todo).
  • Aunque dé flojera, leer los términos y condiciones de las redes sociales o aplicaciones que usamos
  • Decidir si queremos tener un perfil público o privado en redes (actualizar la seguridad).

Si quieres leer más sobre el tema, Luchadoras tiene varias herramientas de cuidado digital.

En un mundo o en un momento en el cual las redes sociales y la hiperconectividad son tan presentes, decir que la respuesta es ‘no publicar’ pues no es. Las redes sociales y la tecnología tienen un potencial enorme para acercarnos, obtener información, conectar con otres.

Ixchel García

En cuanto a prevención, solo tú puedes decidir qué medidas necesitas. Sin embargo, si estás enfrentando una amenaza de publicación de fotos íntimas Meta tiene una herramienta de prevención (que por cierto usa inteligencia artificial) llamada Nunca sin mi consentimiento, la cual permite registrar tu rostro y así borrar las imágenes si alguien las intenta publicar en la plataforma.

Google también tiene un recurso de soporte para denunciar contenidos publicado sin consentimiento y que se restrinja su publicación en los productos de Google, como Blogger, Drive, Grupos, Fotos, Sites y Classroom.

Si bien es casi imposible que prácticas como el fake porn sigan ocurriendo si las propias herramientas y espacios que lo albergan no lo impiden, Ixchel dice que “el primer paso para poder enfrentar la violencia digital es nombrarla y, desde ahí, también exigir tanto a las plataformas y a las autoridades una respuesta (…) porque al final lo virtual es real y lo que nos está pasando en el espacio digital también se siente en nuestro cuerpo”.

¿Y si quiero denunciar?

Para Ixchel la respuesta depende de varios factores, “no hay receta única”. En primer lugar está la decisión de la persona de querer comenzar el proceso de denuncia. Si este es el caso es importante revisar cada legislación local para corroborar que se pueda atender como un delito.

Luchadoras tiene disponible un buscador que recaba cómo se legisla en cada estado del país la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento. Por ejemplo, en Ciudad de México “comete el delito contra la intimidad sexual quien videograbe, audiograbe, fotografíe, filme o elabore, imágenes, audios o videos reales o simulados de contenido sexual íntimo, de una persona sin su consentimiento o mediante engaño”.

Ixchel explica que si bien la ley no contempla específicamente el tema de inteligencia artificial, al considerar responsable a quien “elabore” o “simule” este tipo de contenido deja abierta una puerta para incorporar la elaboración de nudes falsas o fake porn.

En este caso es importante recabar toda la evidencia posible tomando capturas de pantalla, por ejemplo. También reportar directamente con cada plataforma. Y si así lo deseas, con las autidades.

Sin embargo, “sabemos que muchas veces las autoridades y las plataformas no nos dan la respuesta suficiente, entonces es importante saber que no estamos solas soles. Es muy cierto que las redes nos salvan y nuestras amistades nos cuidan”, agrega Ixchel.

Si tú o alguien cercano lo necesita, estas son algunas organizaciones que brindan acompañamiento e información:

Y, sobre todo, recuerda que tú nunca serás culpable si alguien publica fotos tuyas sin tu consentimiento.

Accesorios de tarot para potenciar tus lecturas

¿Buscas accesorios de Tarot para tus sesiones de lectura? Aquí reunimos una selección de los accesorios más útiles y chulos para enriquecer y mejorar tus prácticas de Tarot.

¡Adelante con las imágenes!

1. Baraja de Tarot

accesorios de tarot

No podrías leer las cartas sin ellas, así que asegúrate de tener una baraja de tarot con la que te identifiques. Puedes comenzar con el mazo Rider-Waite Smith tradicional o alguno inspirado en su simbología. Otra opción es aventurarte con el tarot de Marsella.

Hay muchísimos libros o videos en redes sociales que pueden instruirte en la lectura de las cartas.

Comprar tarot Rider-Waite Smith

Cartas de tarot bonitas: 11 mazos para conocerte mejor

2. Mantel de Tarot

¿Por qué usar cualquier mantel cuando puedes tener uno especialmente diseñado para leer tus cartas?

Hay muchos diseños disponibles con simbolismos inspirados en el tarot, la astrología y la magia, para que transformes cualquier mesa en un espacio digno de tus barajas.

Comprar mantel para tarot

3. Incienso

Leer el tarot puede ser una experiencia multi-sensorial. Crea un ambiente relajante y místico con tu elección de incienso.

Desde sándalo o copal hasta unas tablitas de palo santo, hay una gran variedad de aromas a elegir y seguro los encuentras en tu mercado de confianza.

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4. Velas

Las velas pueden ser utilizadas en numerosos rituales. Representan la luz y el calor del fuego, y a menudo se encienden como un acto simbólico para honrar a deidades, recordar a los seres queridos o establecer un espacio sagrado.

Comprar vela lavanda con vainilla

accesorios para leer el tarot

5. Cristales

Para muchas personas, los cristales y cuarzos contienen diversas propiedades y se utilizan ampliamente en prácticas espirituales, curativas y de bienestar.

Cristales como la amatista, conocida por sus propiedades calmantes y protectoras; cuarzo rosa, que se asocia con el amor y la armonía; o la selenita, que se utiliza para limpiar la energía negativa y promover la claridad mental.

Utiliza tus cristales favoritos para agregar una dimensión extra a tus lecturas.

Comprar cuarzos y cristales

6. Libros de Tarot

Siempre es útil tener a mano una variedad de libros de tarot para ampliar tus conocimientos y comprender mejor los significados de las cartas.

Si quieres aprender cómo convertir las barajas en una herramienta de autoconocimiento profundo compra Tarot para la conciencia, de la maravillosa María J. Borja.

Y si quieres conocer los orígenes del tarot, te recomendamos Tarot. La bibiolteca de esosterismo, un libro bellísimo que te lleva a través de la historia de algunos de los mazos de tarot más famosos.

Comprar libros de tarot

7. Cuaderno de Tarot

Lleva un registro de tus lecturas y aprendizajes con un cuaderno de tarot. También puedes usarlo para hacer anotaciones importantes durante las sesiones, quizá una frase que llegó a tu mente o una imagen que se te quedó grabada.

Puedes utilizar cualquier libreta que tengas a la mano o comprar alguna que te ayude a reforzar la esencia espiritual de tu lectura. Lo que se aconseja es que destines ese diario solo para tus lecturas.

Comprar cuaderno de tarot

8. Bolsa de Tarot

Lleva tus cartas contigo a todos lados.

Una bolsa de tarot es una forma fácil y segura de transportar y almacenar tu baraja de tarot.

Si quieres algo con mayor protección puedes optar por un estuche resistente a salpicaduras.

Comprar bolsa de Tarot

¡Y ahí lo tienes! ¿Necesitas tooooodo esto para poder leer el Tarot? No. ¿Le va a agregar más misticismo a la experiencia? Por supuestaaaaaa.

Si te interesa adquirir alguno de estos productos, asegúrate de hacer clic en los enlaces de afiliados que proporcionamos. Eso nos ayuda a seguir creando contenido chulo para ti.

¡Que tus lecturas sean claras y llenas de magia!

Fake porn: una nueva forma de abuso usando inteligencia artificial

A solo un par de días de que la periodista costarricense, Johanna Villalobos, denunciara que alteraron una foto suya con inteligencia artificial para quitarle la ropa y compartirla en WhatsApp, ahora Rosalía evidenció que también ella fue víctima de lo que se conoce como fake porn o porno falso.

La motomami mayor publicó en Twitter su reclamo al cantante JC Reyes, quien publicó fotos falsas suyas donde aparece con el torso desnudo.

El cuerpo de una mujer no es propiedad pública, no es una mercancía para tu estrategia de marketing. Esas fotos estaban editadas y creaste una falsa narrativa alrededor cuando ni te conozco. Existe algo llamado consentimiento.

Rosalía

Reyes, quien inicialmente sugirió que esa imagen se la había pasado la cantante de Saoko, después dijo que él mismo la editó… y ‘aprovechó’ para promocionar su próxima canción llamada Rosalía.

Tristemente, ni el de Johanna ni el de Rosalía son casos aislados, sino que replican una forma de abuso digital que ha tomado fuerza en últimos meses, pues cada vez más mujeres denuncian la aparición de fotos suyas falsas donde se ven desnudas y que, al parecer, fueron editadas con herramientas de inteligencia artificial.

El uso de algoritmos de aprendizaje automático para crear imágenes realistas ha llevado a la creación de sistemas de IA generativa capaces de generar rostros y cuerpos ficticios que se asemejan a personas reales. Desafortunadamente, algunas personas han comenzado a utilizar esta tecnología para crear imágenes pornográficas falsas de individuos sin su consentimiento. Estas imágenes pueden ser extremadamente convincentes y difíciles de distinguir de las fotografías reales, lo que aumenta el riesgo de su difusión no consensuada y el daño a la reputación y la privacidad de las personas afectadas.

Hace algunas semanas, entre lágrimas, la tiktoker @rache.lhz5 denunció en un video que un usuario le había compartido por Instagram fotos suyas en donde aparecía desnuda. Eran fotos que ella había publicado en Instagram, como le pasó a Johanna, y que alguien modificó para quitarles la ropa.

En otro caso también muy sonado, el blogger de Twitch, Brandon Ewing —conocido en Internet como «Atrioc»— , enfrentó duras críticas cuando en una transmisión en vivo se pudo ver un monitor de computadora en el que estaba abierta una página de fake porn. Él se disculpó y Twitch anunció que actualizó sus lineamientos para prohibir el porno falso.

La tendencia del fake porn

Hablamos de fotos que sexualizan a mujeres sin su consentimiento y que incluso, en algunos casos, se han puesto a la venta.

Si bien esto no es nuevo, pues desde hace años está disponible la tecnología deepfake —término que se comenzó a utilizar en 2017 para referirse a videos alterados digitalmente o imágenes creadas para colocar a alguien en un escenario falso—, lo que ha ocurrido recientemente es que el auge de herramientas de inteligencia artificial ha facilitado la creación de este contenido para fines pornográficos.

Qué es Fake porn

Según el informe The State of Deepfakes: landscape, threats and impact (2019), de la compañía de ciberseguridad Deeptrace Labs, el auge de esta tecnología está mostrando que “nuestra creencia histórica de que el video y el audio son registros confiables de la realidad ya no es sostenible”. Y compartió un dato que expone la gravedad del problema: el 96% del contenido deepfake disponible en internet era pornografía no autorizada, es decir, fake porn.

Desde una perspectiva legal, la creación y distribución de este tipo de contenido sin el consentimiento de las personas implicadas viola su privacidad y puede considerarse una forma de acoso, difamación o incluso pornografía infantil en casos que involucren a menores.

Desde el punto de vista ético, la creación y difusión de imágenes íntimas falsas sin consentimiento es una violación de la dignidad y la autonomía de las personas afectadas que pueden ser objeto de abuso y explotación sin su conocimiento o control.

Sin embargo, la naturaleza del internet y la dificultad de rastrear y responsabilizar a los culpables hacen que sea un desafío abordar este problema desde una perspectiva jurídica.

Cómo podemos evitar el auge de abusos a mujeres usando inteligencia artificial

Mientras este tipo de casos sigue en aumento surgen preguntas importantísimas:

¿Cómo podemos evitar que esto siga ocurriendo?, ¿qué papel tienen las empresas generadoras de herramientas con inteligencia artificial para prevenir que cualquier persona pueda hacer una imagen de fake porn?, ¿y los gobiernos?, ¿qué legislaciones se están aprobando para proteger a las personas de esto?, ¿qué hacer si te pasa algo así?

Ante todas estas dudas decidimos preguntarle a la herramienta de inteligencia artificial Chat GPT:

¿Cómo contrarrestar el fake porn usando la misma tecnología que la provoca?

Y esto nos respondió.

  • Tecnologías de detección automática
    Podemos desarrollar algoritmos de IA que sean capaces de detectar y distinguir imágenes generadas por IA de las imágenes reales. Estos sistemas pueden utilizar técnicas de aprendizaje automático para identificar patrones y características específicas que son típicas de las imágenes generadas por IA.
  • Herramientas de verificación de autenticidad
    La IA generativa también puede ayudar a desarrollar herramientas que verifiquen la autenticidad de las imágenes. Estas herramientas pueden analizar elementos como metadatos, huellas digitales o características ocultas en las imágenes para determinar si han sido manipuladas o generadas por IA.
  • Marcas de agua digitales
    Las marcas de agua digitales pueden ser utilizadas para identificar imágenes auténticas y rastrear su origen. La IA generativa puede ayudar a desarrollar algoritmos que generen marcas de agua únicas e irremovibles, lo que dificultaría la manipulación de imágenes sin dejar rastro.
  • Educación y concientización
    La inteligencia artificial generativa puede utilizarse para crear ejemplos y simulaciones que ayuden a educar y concienciar a las personas sobre la existencia de imágenes falsas generadas por IA. Esto puede incluir programas de formación que enseñen a las personas a identificar señales de manipulación o uso indebido de imágenes.

Es importante destacar que estas soluciones tecnológicas deben ir acompañadas de una legislación adecuada y una mayor responsabilidad por parte de los proveedores de plataformas y los usuarios. Además, es esencial encontrar un equilibrio entre el uso de la IA para contrarrestar este problema y preservar la privacidad y los derechos de las personas en el proceso. La colaboración entre gobiernos, instituciones académicas, empresas y organizaciones de la sociedad civil es fundamental para abordar esta problemática de manera efectiva.

Al parecer, la inteligencia artificial lo tiene muy claro. Los humanos que hacen mal uso de ella, no tanto.

Dónde correr en CDMX: una guía para expertas o primerizas

Si andas buscando nuevos lugares dónde correr en CDMX, amix, AQUÍ ESTAMOS PARA TI.

Le pedimos a nuestra comunidad más corredora que nos comparta sus espacios favoritos para correr en la CDMX y esto nos recomendaron.

Y mucha atención porque al final tenemos una sorpresita para todes los que quieren correr pero todavía no se atreven. Sí bb, te hablamos a ti.

Dónde correr en CDMX

Ciudad Universitaria

Si buscas una experiencia relajada en un espacio súper abierto, Ciudad Universitaria es tu spot ideal. Acá puedes entrenar para todo tipo de carreras ya sea distancias largas o cortas.

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Foto. cortesía adidas

Parque Bicentenario

El Parque Bicentenario es un lugar fresco para correr y disfrutar de vistas increíbles. Te recomendamos correr alrededor del lago. Corre a tu ritmo y disfruta del paisaje, mientras sientes la brisa en tu carita, bb.

Bosque de Tlalpan

Si quieres una experiencia tranquila, el Bosque de Tlalpan es tu lugar. Explora sus senderos y disfruta de un ambiente natural y relajado alejado del ruido. Si tienes un perrito, este es un excelente lugar para llevarlo a correr contigo.

Viveros Coyoacán

¿Correr mientras estás rodeada de flores y plantas? SÍ APROBAMOS. Viveros Coyoacán es el lugar perfecto para desconectarte un rato mientras disfrutas de la naturaleza.

Cuando termines de correr puedes pasar por una plantita nueva para tu casa.

Circuito Ámsterdam

Este circuito consta de aproximadamente 2 kilómetros y es perfecto si estás comenzando a correr y te gusta ir a un ritmo relajado mientras ves a la gente pasar.

Cómo empezar a correr: consejos infalibles para principiantes

«El sope» en el Bosque de Chapultepec

Amaaaamos el Bosque de Chapultepec. Este lugar es uno de los más consentidos de personas corredoras tanto expertas como novatas. Acá hay senderos muy variados, algunos con partes más planas y otras más empinadas, así que tú eliges el nivel en el que te sientas más cómodx.

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Foto. cortesía adidas

Si ya te entraron ganas de empezar a correr, prepárate, porque queremos invitarte a formar parte del MALVESTIDA RUNNING CLUB que organizamos junto a adidas. 🎉✨

Nos reuniremos el próximo 28 de mayo a las 10:00am en el Parque Arboledas en la Colonia del Valle en Ciudad de México. No necesitas haber corrido antes, solo muchas ganas de correr y hacer comunidad. Puedes registrarte en este enlace para apartar tu lugar.

¡Estamos emocionadxs de verte el domingo, amix!

Dior: ¿protesta o banalización del feminicidio?

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“Corre por tu vida”, se lee en uno de los vestidos de la colección de Dior Cruise 2024 inspirada y presentada en México el pasado 21 de mayo en un exclusivo evento en el Antiguo Colegio de San Ildefonso de Ciudad de México, donde fueron convocadas celebridades, clientas de la marca de lujo y personajes del sector empresarial.

Como tradición, los desfiles de moda cierran con las prendas más poderosas de la colección y, en México, Dior cerró con veinte vestidos blancos con bordados rojos que aludían la violencia contra las mujeres. Mientras de fondo Vivir Quintana cantaba Canción sin miedo, tema que se ha convertido en un ícono de la lucha de las mujeres.

Para la directora de Dior, Maria Grazia Chiuri, el objetivo era mandar un mensaje conmovedor, poético y fuerte alrededor de la cultura mexicana y denunciar los feminicidios. Y, para algunas personas, el objetivo se logró.

Sin embargo, surgen cuestionamientos graves –e inevitables– cuando una marca de lujo como Dior (valuada en 8 mil 919 millones de dólares) se apodera de discursos que son heridas abiertas en una sociedad.

Confianza, piezas artísticas para denunciar el feminicidio

Los vestidos presentados en el cierre (que al parecer no se comercializarán, sino que son considerados piezas artísticas) forman parte del proyecto Confianza de la artista mexicana Elina Chauvet, reconocida feminista creadora del proyecto Zapatos Rojos, que surgió en Ciudad Juárez en 2009 como una forma de protesta ante los feminicidios en esa entidad mexicana.

Perdida: la campaña publicitaria vs. la realidad de las desaparecidas

De acuerdo con una publicación en el Instagram de Maria Grazia, la inspiración para esta obra fue la artista de performance italiana Pippa Bacca, quien fue víctima de feminicidio en Turquía en 2008, luego de viajar vestida de novia por varios países considerados los más peligrosos, esto como un proyecto de paz.

Durante el performance, las modelos usaron zapatos rojos en alusión a la instalación del mismo nombre creada por Chauvet. Mientras que para el bordado de los vestidos, la artista colaboró con la colectiva “Bordando la Revolución”.

En un mensaje publicado en Instagram, la artista expresó que había sido “uno de los proyectos más hermosos de mi vida… Es una obra que parte de otra pero como una hija reclama su individualidad y es ella misma, esta obra no hubiera sido posible sin el cuerpo y el amor de 16 mujeres que con su talento dieron forma a mis ideas”.

Por su parte, en un post de Instagram (ahora eliminado) la colectiva Bordando la Revolución también externó su emoción por haber participado en el proyecto, pues para ellas “es importante colarnos entre los sistemas capitalistas que empiecen a reconocernos, a escucharnos, que desde donde estemos gritamos sin miedo, plasmando el dolor que sentimos a diario”.

Dior y la relación entre la moda y el feminicidio

¿La moda es expresión y creatividad? Sí. ¿Puede ser política? También. Pero no podemos ignorar que a la par es una industria que reproduce narrativas sexistas, clasistas, racistas y de apropiación cultural. Más allá de la propuesta artística de una prenda importa tener una mirada crítica al analizar la relación entre la moda y las dinámicas sociales.

En el caso del desfile de Dior, el problema no fue la Canción sin miedo en una plataforma masiva: Netflix también la utilizó en el documental Las tres muertes de Marisela Escobedo. Tampoco lo fue el simbolismo artístico de un bordado rojo en piezas que, como explica la periodista Daniela Rea, activistas y artistas mexicanas ya habían realizado previamente.

La diferencia está en el contexto. Pues mientras que en el documental y los bordados locales se mostraba el horror de la realidad, la pasarela de Dior intentó construir una estética de ensueño inspirada en un crimen.

Ahí falla esta colección: intenta reinterpretar los feminicidios con productos de lujo glamourosos, dejando a un lado el incómodo tema político alrededor de estos crímenes.

Al hacerlo, cae en la estrategia publicitaria conocida como purplewashing: dar mensajes de conciencia social sobre temas de género, ignorando las acciones para un cambio real.

Dior en el pasado ya enfrentó acusaciones por esto, como cuando lanzó una playera con el slogan “We should all be feminists” (“Todos deberíamos ser feministas”) con un precio de $920 dólares (aproximadamente $16,500 pesos mexicanos).

Como explica la escritora Mikaelah Drullard, “las marcas de lujo son máquinas de producción de subjetividad blanca. El lujo posibilita y construye posiciones y privilegios jerarquizando cuerpos aptos para usarlo. Dior y el feminismo blanco lo hicieron; capitalizaron la opresión y la violencia feminicida de la Colonia para crear lujo blanco».

“Feminicidio chic”

Dior no es la primera casa de moda que intenta glamourizar o reinterpretar los feminicidios.

En 2010, Rodarte y MAC lanzaron una campaña ‘inspirada’ en las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, donde los productos tenían nombres como pueblo fantasma o maquila. En esa ocasión, tras el reclamo social, la marca dijo que no habría ganancias, solo donaciones a colectivos. Sin embargo, el daño ya estaba hecho.

La violencia armada también es un problema de género, ¿por qué no estamos hablando más de ella?

En 2014, Marc Jacobs sacó una campaña con Miley Cyrus y una modelo que parece representar estar muerta a su lado. Y como este ejemplo podemos encontrar muchos más.

Desde entonces, colectivas feministas han señalado lo problemática que resulta la representación de asesinatos de mujeres como si se tratará de una tendencia más.

No importa si es para generar shock o intentar concientizar: el tema de los feminicidios jamás será estético. Es doloroso, cruel e indignante.

En el caso de Dior, las protagonistas de la protesta fueron modelos con una estética heteronormada enfundadas en vestidos preciosos, no las víctimas o sus familiares que exigen justicia.

Frente a esto, surgen dudas y cuestionamientos: ¿la marca realmente entiende la gravedad de los feminicidios en México? ¿Se consultó a madres de víctimas o especialistas en violencia de género? ¿De qué sirve que Dior lance este mensaje en un evento reservado para la élite?

¡A tu manera! Breve guía para reconectar con tu esencia

Amistad, la vida es demasiado corta como para no atreverte a experimentar cosas que verdaderamente te emocionen o, como diría la nueva campaña de cerveza Dos Equis, “vivir con un par de equis”. O sea, a tu manera, bajo tus reglas, GOZANDOOOOO.

Y sí, ya sabemos que entre las complejidades de la vida adulta y una sociedad que todo el tiempo dicta parámetros sobre lo que debemos hacer, a veces escuchar nuestra propia voz se vuelve complejo. Pero no te preocupes, que para esto estamos acá.

Cómo reconectar con tu esencia

Preparamos esta breve guía para darte una sacudida y que puedas reconectar con tu esencia, con tu lado más genuino, siempre que lo necesites.

1. Haz arte

¿Alguna vez has ido a un museo y pensaste “ay, yo pude haber hecho eso”? Pues llegó tu momento. 

Dedica tiempo a actividades creativas que te permitan explorar y expresar tus pensamientos, emociones y deseos. Puedes probar escribir en un diario, pintar, dibujar, bailar, cantar o cualquier otra forma de expresión artística que te inspire. Permítete fluir sin restricciones y observa qué surge desde lo más profundo de ti.

2. Practica la meditación y el mindfulness

Establece momentos de calma y conexión contigo a través de la meditación y el mindfulness. Dedica unos minutos cada día para sentarte en silencio, enfocarte en tu respiración y observar tus pensamientos y emociones sin juzgarlos. Esta práctica te ayudará a reconectar con tu esencia y a descubrir lo que realmente te importa.

3. Explora tus pasiones y curiosidades

Permítete explorar aquellas actividades que te apasionan y te generan curiosidad. ¿Hay algún hobby, deporte o campo de estudio que siempre hayas querido probar? Vivir con un par de equis es subirte a una patineta por primera vez o aprender a bordar, por ejemplo. 

Dedica tiempo y energía a explorar esas pasiones y descubre cómo te hacen sentir. A menudo, nuestra verdadera esencia se revela a través de las cosas que nos apasionan.

4. Conéctate con la naturaleza

Ajá, ya sabemos que suena a un cliché good vibes, pero la naturaleza tiene una manera especial de ayudarnos a conectar con nuestro ser más profundo y recordarnos las cosas más elementales. 

Pasa tiempo al aire libre, en parques, montañas, playas o cualquier entorno natural que te atraiga. Observa la belleza que te rodea, respira profundamente y siente cómo tu ser se sincroniza con el ritmo de la naturaleza. ¡Claaara que sí!

5. Escucha tu intuición

A menudo, nuestras verdades más auténticas están dentro de nosotros, en nuestra intuición. Practica escuchar esa voz interior y confiar en tus instintos.

Permítete tomar decisiones basadas en lo que realmente sientes en lo más profundo de tu ser, sin dejar que las opiniones externas te influyan demasiado. La intuición puede ser una guía poderosa para descubrir y reconectar con tu esencia.

Recuerda que este proceso de conexión y descubrimiento es personal y único para cada individuo. Permítete explorar, experimentar y tener paciencia contigo.

reconectar con tu esencia

Este contenido forma parte de la campaña “Con un par de equis”, de Cerveza Dos Equis, la cual busca inspirar a que más personas rompan con los estereotipos que las limitan y se atrevan a mostrar su versión más auténtica.

“Tener un par de equis significa tener el valor y la confianza en ti mismx para defender lo que eres. Seguiremos creando este sentimiento de valor en nuestros consumidores para que disfruten de la vida como realmente son”, señala Gisselle Villarreal, gerente senior de marca Dos Equis®.

Breve historia de las nudes: cómo pasamos de musas a creadoras

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Aunque ya sabemos que la historia de las nudes es tan antigua como la humanidad misma, es interesante analizar cómo ha cambiado el papel de las mujeres y su representación desnuda en pinturas, dibujos, esculturas, fotografías…

Hace décadas éramos “musas”: mujeres de corporalidades idealizadas y únicamente vistas y plasmadas desde –y para– la mirada masculina. Este término tiene su origen en la mitología griega. Las musas eran las nueve hijas del dios Zeus y la diosa Mnemósine. Cada una era considerada una divinidad inspiradora en áreas específicas del arte, la ciencia o la literatura.

Pero diversas transformaciones sociales (como la lucha feminista y de las mujeres); culturales (la aceptación de mujeres en las academias de Bellas Artes) e incluso tecnológicas (la invención de la cámara fotográfica), nos han permitido a las mujeres pasar de musas a creadoras y artistas de nuestras propias selfies, que además hoy pueden reivindicarse como políticas, una resistencia contra la normatividad.

Emily Ratajkowski o la batalla por ser dueñas de nosotras mismas

Vamos por partes, ¿de qué hablamos cuando decimos que las mujeres han sido representadas mayoritariamente por y para hombres? La respuesta está en la historia (prometemos que no será aburrido).

Si buscas en Google “los desnudos femeninos más famosos de la historia del arte”. El resultado son cientos de entradas que enumeran el trabajo de hombres que han pintado y retratado a mujeres desnudas. “De Botticelli a Juergen Teller”, dice un titular del diario El País. Mientras que ABC dice que los desnudos más “sublimes” fueron hechos por Tiziano, Velázquez, Botticelli, Rubens, Rembrandt, Goya. Y así otros más.

La historia de las nudes femeninas: ¿arte por y para los hombres?

“En la historia occidental el cuerpo desnudo siempre existió, la gran diferencia es quiénes tenían el permiso de hacerlo y representarlo. La gran mayor parte del tiempo estamos hablando básicamente de varones representando cuerpos de mujeres idealizadas, lo que conocemos como musas, para el consumo y el placer del público varón”, dice en entrevista la fotógrafa feminista Ana Harff, quien ha estudiado extensamente la censura y desnudez en el arte.

Sí, eran hombres quienes pintaban, consumían y compraban estas obras. El escritor, crítico de arte y pintor británico John Berger lo dijo de otra forma en su ensayo Modos de ver (1972): “en el arte occidental el principal protagonista nunca aparece en el cuadro. Ese protagonista es el espectador de la pintura, es un hombre y todo va dirigido a él. En función suya las figuras han asumido su desnudez”.

Pero en la historia hay excepciones. Cuando las mujeres aún tenían prohibido el acceso a las academias de Bellas Artes, la pintora italiana Artemisia Gentileschi (1593), quien vivió una violación, “reinterpretó algunas pinturas de historias bíblicas de violencia hacia la mujer, como es el caso de Susana y los ancianos”, cuenta Ana Harff.

La historia de Susana y los ancianos es la de una mujer que fue acosada por dos hombres mayores mientras se bañaba desnuda en un río; ellos la acusaron y difamaron de adulterio por no haber accedido a tener sexo con ellos. Al final se supo que las acusaciones habían sido falsas.

Varios pintores, como Tintoretto, Guercino, Sustris o Rubens retrataron esta historia. Pero fue hasta que Artemisia —quien tuvo la oportunidad de aprender a pintar debido a su posición privilegiada como parte de una familia de artistas— “lo pintó bajo su punto de vista es que por primera vez podemos ver en el cuadro de Susana y los ancianos el rechazo de la mujer hacia ese acoso de dos hombres”, explica Ana Harff.

Susana y los ancianos, Artemisia Gentileschi.

Durante cientos de años las mujeres no tuvieron la oportunidad de incorporar sus miradas en el arte, mucho menos en el que involucraba desnudos, los cuales -según Ana- retrataban en sus mayoría hechos de violencia de género (aunque obvio en ese entonces no se percibía así porque las discusiones públicas sobre violencia sexual son muy recientes).

Las mujeres comenzaron a entrar oficialmente como creadoras en la historia del arte hasta finales de 1800, principios de 1900 porque fue cuando fueron admitidas en las academias de bellas artes; las fechas varían según el país. De hecho, dice Ana, por eso es tan difícil incluso hacer una línea del tiempo de mujeres artistas.

La invención de la cámara fotográfica en la historia de las nudes

Pero entonces algo cambió, la invención de la fotografía abrió una puerta para que las mujeres se expresaran artísticamente, en parte porque tiempo atrás, hasta 1950, la fotografía no era realmente considerada algo serio.

“Entonces las mujeres teniendo esa libertad de trabajar con la fotografía comenzaron a tomar la cámara y explorar el mundo, el cuerpo, el arte”, agrega Ana Harff. Algunas fotógrafas, como Clementina Hawarden (1822-1865), Alice Austen (1866-1952), Émilie Charmy (1878-1974) exploraron la sensualidad en sus retratos y autorretratos.

Años después, los movimientos feministas no solo fueron un punto clave en la liberación de las mujeres para explorar su sexualidad y corporalidad, según Ana. Pero también “la influencia del psicoanálisis en el arte hizo que el trabajo fuera mucho más interno que externo, eso también fue lo que proporcionó la posibilidad de explorar no solo los sueños sino también nuestra sexualidad, nuestra psique, explorar cómo nos sentimos y las mujeres tenemos siglos y siglos de cosas por contar que nunca pudimos hacerlo”.

Para Ana otro cambio clave ocurrió en el contexto del #MeToo en Estados Unidos y el #NiUnaMenos en Latinoamérica. Justamente en 2016 fue que comenzó a hacer proyectos de desnudos grupales. Ese año “quedó claro que había una necesidad de hablar sobre la manera en que nuestro cuerpo ha estado representado, y lo que queremos cambiar”.

Un camino que parece largo aún de transitar.“Vergûenza” es una de las palabras que siempre aparecen en las sesiones fotográficas que hace Ana.

Me molesta mucho saber que toda mujer sabe y reconoce lo que es sentir vergüenza de su propio cuerpo, de existir. Yo quiero seguir trabajando porque creo que lo visual permite validar la existencia del cuerpo.

Ana Harff

Las nudes son políticas

En la actualidad, una nude puede ser incluso una imagen política. Activistas de justicia corporal se han valido de imágenes de cuerpos desnudos para visibilizar la diversidad de cuerpos que existen. Además de luchar contra la gordofobia y la violencia estética que históricamente ha impuesto estereotipos de belleza (que también han cambiado según el momento de la historia del que hablemos).

Y la democratización del acceso a las tecnologías no sólo ha puesto a nuestra disposición artefactos como las cámaras y los teléfonos celulares, sino también un montón de información sobre cómo protegernos y compartir nudes de forma más segura.

Ahora podemos explorar el erotismo de formas nuevas, protegidas e inclusivas. Esto gracias también a reflexiones y acercamientos críticos en torno a la diversidad de los cuerpos.

Es verdad que la ciencia, el arte y la historia han moldeado la manera en la que vemos nuestros propios cuerpos, pero a diferencia de etapas artísticas o históricas anteriores, la representación de los cuerpos femeninos se ha liberado de la mirada masculina y del deseo por alcanzar la perfección.

Por qué el comentario de Patricio Borghetti a Halle Bailey es racista

El racismo nunca descansa. Hace unos días nos quedamos im-pac-ta-das con lo que el conductor de televisión, Patricio Borghetti, le dijo a la actriz Halle Bailey durante una entrevista en el programa Venga la Alegría a propósito del estreno del live-action de La Sirenita, película que ella protagoniza:

“Nadie de los que estábamos en esa sala ayer estábamos viendo el color de tu piel, todos, incluida mi mujer y mis hijos, estábamos perdidos en tus ojos”. KHÉ?!?

Los memes y reclamos no se hicieron esperar, pues lo que Patricio Borghetti consideró “palabras de amor” y admiración hacia la actriz, según explicó en un tuit, fue claramente un comentario racista, incluso si él no puede verlo como tal.

Para evidenciarlo podemos partir de una pregunta sencilla: ¿Patricio le hubiera dicho lo mismo a Halle si fuera blanca? Seguramente no.

Decirle a una persona racializada que su color de piel no importa o que “no ves colores” es algo así como iniciar una frase con un “yo respeto, peeeeero”. Pues implica invisibilizar la discriminación sistemática que sufren las personas por su color de piel.

En un artículo para Forbes, la escritora Dana Brownlee explica que decir «No veo color» “se ha convertido en una frase común entre muchos profesionales blancos (y algunos no blancos) que consideran las discusiones sobre raza como anacrónicas, innecesarias y problemáticas, alentadas por detractores negativos que siembran divisiones”.

Además, a menudo, suele ser una forma en la que las personas buscan validarse como no-racistas, cuando la realidad es que hay muchísimos prejuicios que todavía toca cuestionar y deconstruir. (Holi Patricio Borghetti).

Quizás la forma más obvia de interpretar el comentario ‘No veo el color’ es la autocomplacencia. En efecto, quieren dar a conocer que no son una persona blanca «racista». Y que, de hecho, son una «buena» persona y, como «buena» persona blanca, son tan poco racistas que ni siquiera tienen la capacidad de darse cuenta de la raza

Dana Brownlee

Sin embargo, especifica que “más allá de sonar un poco narcisista, el comentario se siente como una invalidación».

Un live-action que ha sacado a relucir el racismo

Desde que se anunció que Halle Bailey sería la actriz que daría vida a la Sirenita en un live-action, internet explotó con comentarios sumamente racistas disfrazados de “¿¡puede alguien pensar en la historia originaaaaal!?”.

En un texto publicado en Malvestida, Valeria Angola puso sobre la mesa algunas preguntas: “¿Por qué una niña negra no puede ser sirenita?, ¿por qué esas ficciones no son permitidas para la gente negra?, ¿Por qué las mujeres negras no pueden ser lo que se les da la gana?”.

Mucha gente argumentó sus reclamos en el hecho de que la obra original, un cuento escrito por Hans Christian Andersen en 1837, describe a la sirenita como “la más bella (…) tenía la piel clara y delicada como un pétalo de rosa, y los ojos azules como el lago más profundo”.

Pero ese argumento no toma en cuenta que por años las personas negras y racializadas han estado al margen de espacios como la literatura, el arte y el entretenimiento. Su ausencia deja ver que una falta de representación de la diversidad que existe en el mundo.

La posibilidad que tienen las personas de verse reflejadas en personajes de ficción, en películas, libros e incluso en los próceres de la historia oficial de las naciones, es un privilegio. Las personas racializadas rara vez experimentan la sensación de ver en sí mismas heroínas, príncipes, princesas, reyes, reinas

Valeria Angola

El reflejo del racismo en México: frases “buena onda”, “sin ofender”

Como lo dicho por Patricio Borghetti hay otras cieeeeentos de frases racistas que están súper normalizadas y que es necesario comenzar a cuestionarnos.

¿Seguramente has escuchado frases discriminatorias como “es morena, pero está bonita” o “aunque es negrita, no es tosca”.

No por nada, en México poco más de la mitad de la población (53.8%) se ha sentido discriminada por su apariencia, es decir, por tono de piel, peso o estatura y forma de vestir o arreglo personal, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, realizada por el INEGI. Por cierto, muy pronto conoceremos los resultados de la encuesta más reciente, levantada en 2022.

Otras investigaciones, como el Dove CROWN Research Study For Girls (2021), encontró que desde los 5 años las niñas negras enfrentan discriminación por su pelo rizado. De hecho, este tipo de pelo ha sido prohibido en escuelas y espacios de trabajo por considerarlo “informal o sucio”.

Creer que el tono de piel ‘no importa’ niega lo que es un hecho comprobable. Por eso es importante señalar estas frases, incluso cuando se escudan en una buena intención.

No se trata de no ver el color de piel de las personas, sino de deconstruir las ideas racistas que atraviesan nuestra percepción de los tonos de piel o incluso de la apariencia misma de les otres. Y visibilizar la presencia histórica de las personas afrodescendientes en un contexto histórico, social y cultural racista (Mujeres afrodescendientes en América Latina y el Caribe. Deudas de igualdad, CEPAL).

Sería ingenuo negar que como sociedad no tenemos conceptos racistas, pues es un sistema que lo atraviesa todo.

Recursos de ayuda para mujeres en México

Sabemos lo complicado que puede llegar a ser el mundo y la vida adulta, si alguna vez te encuentras en busca de ayuda y no sabes a quién acudir, no dudes en consultar está lista con recursos que hicimos para ti.

Aquí encontrarás herramientas para tratamiento psicológico, acompañamiento legal, información sobre salud sexual y reproductiva o herramientas de seguridad digital.

Actualmente, en México existen muchas organizaciones y colectivas que brindan soporte, en persona o en línea, para todas las personas que lo necesiten. En esta lista podrás encontrarlas.

Recursos de ayuda para situaciones de violencia

LIBERAS: plataforma digital para prevenir, atender y eliminar la violencia basada en género

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), en México, el 70.1% de las mujeres de 15 años y más han vivido algún tipo de violencia al menos una vez en su vida, ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación.

La violencia tiene múltiples manifestaciones en la cotidianidad de la vida, esto dificulta su identificación y reconocimiento. Balance es una organización feminista que trabaja para que las mujeres y personas disidentes de género tengan la libertad de tomar decisiones sobre su bienestar.

Con el propósito de brindar herramientas a las personas que atraviesan escenarios de violencia generaron la plataforma Liberas, aquí podrás encontrar recursos digitales para identificar el tipo y la modalidad de violencia que puedas estar viviendo, tú o una persona cercana a ti, también podrás medir el riesgo de la situación.

Dentro de esta plataforma encontrarás un amplio directorio de servicios públicos de atención a la violencia y cuestionarios para que las personas usuarias los evalúen y ayuden a mejorar la calidad de atención con sus quejas y sugerencias.

Libera es una increíble plataforma que cuenta con un montón de información y materiales útiles, líneas de emergencia, refugios, servicios de acompañamiento y hasta un chismografo donde puedes incluir tus testimonios.

Acá te dejamos otros recursos de atención y apoyo en situaciones de violencia:

Red nacional de refugios

Esta red coordina y fortalece refugios para mujeres y promueve la prevención, atención y erradicación de la violencia.
Puedes obtener ayuda mediante su página web, correo electrónico ([email protected]) o número telefónicos, en el área metropolitana es 5552436432 y su línea nacional es 8008224460.

La Casa Mandarina

Esta organización comunica acerca de la violencia sexual, realiza actividades artísticas y también da acompañamiento psicológico, legal y médico a víctimas.
Página web: La casa mandarina
Teléfono: + 52 (55) 52 50 48 59
Instagram: lacasamandarina

Directorio de Elementa DDHH

Para más opciones consulta el Directorio de líneas de atención a violencias basadas en género creado por Elementa DDHH.

Asesoría legal

Círculo Feminista de Análisis Jurídico

Es una organización civil feminista que usa el derecho como motor de cambio. Sus integrantes hacen mesas redondas mensuales sobre temas jurídicos, ofrecen talleres de autodefensa y también dan asesoría legal a mujeres víctimas de violencia y te pueden canalizar con otras organizaciones o despachos.

Página web: circulofeminista.org
Correo electrónico: [email protected]
Instagram: @lacirculafeminista

Recursos contra la violencia digital

Ciberseguras

Esta colectiva de organizaciones de toda Latinoamérica ofrece muchísimos documentos y herramientas para aprender sobre seguridad digital, desde cómo mandar nudes más seguras hasta cómo proteger tus redes sociales y dispositivos.

Página web: ciberseguras.org
Twitter: @ciberseguras

La Clika

Otra página con muchísima información para estar segura en internet, que incluye herramientas para cada red social, además de manuales para ayudar a amigas que están en peligro por violencia digital.

Página web: libresenlinea.mx
Instagram: laclikalibresenlinea

#SeguridadDigital

Esta cuenta de Twitter comparte, prueba y enseña sobre el combate a la violencia en línea por razones de género. Puedes encontrar herramientas interactivas súper interesantes, como un quiz de sexting seguro e instrucciones para que tu celular esté súper protegido.

Violencia contra mujeres trans

Centro de Apoyo a las Identidades Trans

El CAIT apoya a personas trans en situaciones vulnerables en CDMX, como trabajadoras y trabajadores sexuales, portadores de VIH, migrantes o refugiadas. Cuentan con una biblioteca virtual, dan talleres de sensibilización y registran desapariciones.

Página web: cair.org.mx
Twitter: Centro Apoyo Trans
Instagram: centro.apoyo.identidades.trans
Teléfono: 55 2753 8095
Correo electrónico: [email protected]

Casa de las Muñecas Tiresias y Casa Hogar Paola Buenrostro

Casa Tiresias se dedica desde 2016 a apoyar a poblaciones trans, personas que se dedican al trabajo sexual, personas que viven con VIH, o individuos en situación de calle en CDMX.

Desde diciembre de 2019, también manejan la Casa Hogar Paola Buenrostro, para personas que no tienen lugar a dónde ir.

Página web: munecastiresias.org
Teléfono: 5522271436
Correo electrónico: [email protected]
Twitter: Casa de las Muñecas Tiresias A.C

Apoyo psicológico

Sorece

Si necesitas terapia psicológica, esta organización de terapeutas feministas provee de terapia presencial y en línea a un costo justo y acorde con tus posibilidades. Puedes reservar una cita aquí.

Página web: sorece-ac.org
Número telefónico: 55 5161 8600 – 55 3237 3218

Resistencia No Binarix

Este colectivo da acompañamiento e información exclusivamente a personas no binarias. Tienen un directorio de terapeutas con sensibilización y conocimiento del tema.

Página web: Resistencia No Binarix
Correo electrónico: [email protected]

Aborto legal y seguro

GIRE

El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) lucha desde 1992 por los derechos reproductivos de las mujeres. En su página puedes encontrar muchísima información sobre aborto seguro y la situación en cada estado de México.  

Página web: gire.org.mx
Correo electrónico: [email protected]
Teléfono: 01 (55) – 5658-6684
Instagram: @GIRE_MX

Fondo María

Este es un fondo que ayuda a mujeres de escasos recursos a acceder a su derecho al aborto. Puedes contactarlas si necesitas su apoyo.

Página web: fondomaria.org
Telefónos: 55 52 43 50 54 – 800 832 73 11
Instagram: @fondomariamx

La desobediencia de las mamás

Este texto explora cómo la desobediencia de las mamás, puede ser una herramienta para cuestionar y desafiar las normas patriarcales. La desobediencia de las mamás propone una maternidad radicalmente distinta a la que el patriarcado a definido historicamente.

¿Puede la desobediencia de las mamás corromper el mandato de la maternidad?

Las sufragistas de principios del Siglo XX se enfrentaron a un dilema en la forma en cómo operar su estrategia de desobediencia civil. Muchas vieron estratégico usar los colores de sus vestidos, específicamente el verde, el blanco y el violeta (los colores de las iniciales de su slogan Give Women Vote: green, white y violet) para armar un verdadero ejército ciudadano que identificara a las miles de mujeres que públicamente querían pelear por su derecho al voto.

Pero, ¿podría el vestido, un lugar históricamente utilizado para controlar, someter y vigilar el cuerpo de las mujeres, ser a su vez usado como un terreno de lucha en contra de ese mismo sistema que las oprimía? Acaso, ¿debían las sufragistas más bien, renunciar a sus vestidos y su estética femenina, para reivindicar el derecho al voto? El debate para entonces fue acalorado. Pero las fotos de los periódicos de la época que muestran hordas de mujeres uniformadas en las calles, sirven de evidencia de cómo vestir de blanco sí se hizo generalizado y trascendió como el color de la lucha.

A un dilema en esencia parecido se enfrentan muchas mujeres feministas de nuestro tiempo. Feministas que están pensando, esta vez no el vestido, sino algo más trascendente: la maternidad. Un lugar que ha sometido el cuerpo de las mujeres, que ha sido considerado sistemáticamente como único destino de lo femenino. Pero que se empieza a revelar como un lugar para operar un inédito llamado a nuevos derechos.

Pero ¿pueden las madres, y sus formas de maternar revertir y desobedecer el mandato mismo de la maternidad?. ¿Si desobedecer al patriarcado, no solo implicara decidir no tener hijos, sino robarse el relato de lo materno que siempre ha sido tan privado, controlado, vigilado?

5 libros sobre maternidad que nos invitan a repensarla

“Lo que ha pasado con las madres es que no solo han sido invisibles ante la sociedad, sino que han sido invisibles incluso ante los movimientos sociales que apelan a transformar esta sociedad”, sentencia Esther Vivas, escritora feministas catalana, autora del libro ‘Mamá desobediente’, quien ha decidido levantar su voz ante la urgencia de que las madres no sigan estando solas, de que las madres tengan derecho a no obedecer.

A: ¿Por qué hacer un llamado urgente a las madres a no obedecer?

EV: Creo que hay una necesidad de revelarnos contra un mandato de maternidad que se nos ha impuesto históricamente. Un mandato que ha significado que las mujeres no podamos decidir en relación a la experiencia de maternar, que tuviésemos que ser abnegadas, sacrificadas. Y más recientemente, una superwoman, de cuerpo perfecto, una madre que llega a todo, siempre disponible a las exigencias del sistema productivo. Hay que romper con este ideal materno que no representa la experiencia real y que genera unas expectativas que son imposibles de conseguir. Que, a su vez, detona mucha culpa y malestar con la experiencia de ser mamá.

¿Me pregunto si a diferencia de otros terrenos de lo femenino, la maternidad entonces ha sido un lugar de mucha obediencia y poca disputa?

Lo que ha sucedido a lo largo de la historia es que la maternidad ha sido una imposición del sistema patriarcal que ha reducido a la mujer a ser madre. Por eso, a las mujeres a lo largo de la historia no les quedó otra opción. El único destino, nuestra valía social era ser madres. Esto se empieza a cuestionar con la emergencia de la segunda ola del feminismo en los años 60 y 70, del Siglo XX. Tiempo en el que las feministas confrontan este mandato y reivindican la decisión de tener hijos o no, proclaman el acceso a anticonceptivos y el derecho a decidir sobre su sexualidad. Ahí hay una ruptura significativa sobre lo que había significado ser madre.

Pero la desobediencia que tú planteas, no solo está vinculada con la posibilidad de decidir si somos madre o no, que como dices, fue el gran legado de la segunda ola feminista, sino que, si decides ser madre, igual puedes desobedecer lo que se espera de esa madre.

El libro nace de mi experiencia como madre y como femnista. Tengo a mi criatura y me siento huérfana de referentes, no había emergido aún para entonces esta más reciente ola feminista que se cocina desde 2016 que ha permitido que la experiencia de las mujeres salgan de lo privado a lo público: la maternidad, la menstruación, el placer sexual femenino. Durante mucho tiempo, las feministas que hemos tenido hijos nos hemos sentido huérfanas. Porque la idea imperante fue que la maternidad parecía algo que chocaba y que era contrario al feminismo mismo, y creo que esta mirada tiene que cambiar, y en los últimos años ha ido cambiando.

En la medida en que el feminismo no incorpora en sus demandas y miradas la maternidad, deja a las madres en manos de un sistema patriarcal. Que concibe la maternidad no solo como un mandato, sino como un espacio en donde no tenemos capacidad de decisión. Y esto implica a menudo abuso, violencia y discriminación.

Yo creo que hay que disputarle el relato de la maternidad a los sectores más conservadores y reaccionarios. Porque estos sectores defienden una maternidad en donde yo como madre no puedo definir sobre mi cuerpo, sobre mi experiencia. No puedo definir si ser madre o no, porque se prohibe el aborto y se me impone una maternidad en donde se me reduce a madre, sin tener en cuenta otras esferas de mi vida. Precisamente, esa es la maternidad patriarcal que hay que desobedecer, pero esa desobediencia no implica rechazar la maternidad en sí misma. 

Por una maternidad feminista, colectiva y desobediente

Sí, tener el derecho a decidir si ser madres o no, pero si somos madres, preguntarle al sistema ¿cuál va ser la infraestructura de derechos y de cuidado que nos va proporcionar?

Ser madre desde una mirada feminista y como yo la concibo implica poder decidir sobre mi embarazo, mi parto, mi post parto, mi lactancia, significa que se me reconozcan como sujeto político y de derechos. Hoy, estos derechos son sistemáticamente vulnerados. Se me vulnera mi derecho a un parto respetado, porque el personal médico infantiliza a las mujeres y decide por ellas; a una licencia de maternidad compatible con lo que significa dar a luz, y a una lactancia materna satisfactoria, porque toda la sociedad está pensada para que no le des pecho a tu bebé.

Es urgente desde el feminismo mirar la maternidad como una experiencia que tenemos derecho a transitar, solo si así lo queremos, y que debe estar dotada de derechos. Si no, termina convirtiéndose en una experiencia de privilegios. ¿Qué mujer puede tener un hijo y gozarlo? ¿Qué mujer puede puede tener un parto respetado o una experiencia de lactancia satisfactoria? ¿Solo aquellas que tenemos el privilegio de costearlo? Hay que disputar este relato, para que en definitiva podamos tener una maternidad gozosa todas las que queremos ser madres.

Esto, además, necesita de una narrativa que romantice menos la experiencia de ser mamá, y que, más bien la revele tan compleja como es, al punto que deba estar abrazada por todo un marco de derechos.

Sí, esto se debe hacer sin idealizar la maternidad. Al final, no se trata de idealizar la experiencia de ser madre, sino de reivindicarla como derecho.

Igual de mujer es aquella que es madre a la que no lo es. Esta lucha no es una receta para ser una buena mamá y tampoco se trata de idealizar el carácter biológico de la maternidad, sino constatar que tienes derecho a parir como lo desees. Y no te hace ni mejor ni peor madre lo que decidas, sino que es el sistema el que tiene que garantizar tu decisión libre.

Pero…ese sistema tradicional, anquilosado, ¿si logrará abrirse a estas nuevas concepciones? ¿Hay alguna transformación en los sistemas de salud, por ejemplo, o en lo político que muestre avances en este marco de derechos? ¿Puede un sistema patriarcal, que por patriarcal nunca será madre, ser hackeado?

Yo soy optimista, creo que se han conquistado nuevos terrenos. Esta reciente ola feminista ha conseguido sacar a lo público terrenos tabú como la menstruación y los dolores menstruales, la infertilidad, el placer sexual, la lactancia, la maternidad misma. Esto ha hecho que lo que significa la maternidad real gane un espacio público. Muchas madres transitan la maternidad desde el dolor y la frustración de no llegar a todo, una vez se habla de esta maternidad real se sienten menos solas. Se consiguen avances en la medida en que, por ejemplo, se abre el debate sobre la violencia obstétrica y la presión y la preparación de las mujeres mismas, hace que el personal médico se vea obligado a capacitarse.

Tú planteas una maternidad desobediente y anticapitalista, ¿por qué la experiencia de ser madres también debería cuestionar el sistema de producción?

La maternidad no sólo está sometida al patriarcado, sino al capitalismo. No solo tenemos que ser las madres abnegadas y sacrificadas que fueron nuestras abuelas. Sino que ahora tenemos que ser la madre que triunfa en el mercado laboral y que siempre está disponible para el empleo. Este sistema valora y visibiliza aquello que tiene un valor económico y la maternidad en eso no encaja, entonces la supedita a lo productivo. La maternidad atraviesa nuestro cuerpo, pero se narra y se muestra públicamente como si no hubiera dejado cicatrices. No se valora la dependencia de la criatura a la madre, ni la vulnerabilidad. Pero la maternidad significa eso, unos ritmos antagónicos a un sistema de producción. Necesitamos una sociedad que ponga en el centro los cuidados. Es un sistema que le da la espalda a la gente mayor, a las dependientes, a las personas enfermas, a las necesidades del planeta, a las mujeres embarazadas.

¿No es una paradoja que se nos castigue y dificulte tanto la maternidad y, a la vez, nos sigan insistiendo en que tenemos que ser madres?

El sistema capitalista está creando un gran negocio con esta paradoja. Lo que vemos es una mercantilización de los procesos de fertilidad humana. Lo que estamos observando es que tenemos más dificultad para tener criaturas, fruto de la precariedad vital en la que vivimos. Trabajamos hasta los 40 años para poder darle una vida mínimamente digna a nuestros hijos, vivimos con la incertidumbre de una crisis económica y las amenazas de la emergencia climática ya se ven en nuestros propios sistemas reproductivos. Y la respuesta que nos da el sistema son ¡técnicas de reproducción asistida!

Se venden como una solución, pero en realidad son solo un parche. Porque la solución a los problemas de la infertilidad pasa por trabajar en las causas sistémicas y políticas que la generan, que tiene que ver con las condiciones de vida de las personas, las condiciones laborales, el acceso a la vivienda y tener un planeta más saludable.

Tú y yo hemos sido mujeres que han podido tomar la decisión de ser o no ser madres, pero no todas las mujeres pueden tomar esas decisiones. ¿Cómo hacemos para que estas ideas nos abran espacio verdaderamente a todas?

La maternidad no solo viene atravesada por desigualdades de género, sino de clase, de raza y de identidad sexual. Por eso es tan importante reivindicar un marco de derechos en la maternidad. El aborto es la premisa fundamental para poder tener una maternidad elegida y libre. El reto está en la mirada política, una mirada colectiva. Disputarle el relato de la maternidad a los sectores tradicionales significa politizar la maternidad como un campo de batalla a ganar para garantizar sus derechos, derechos para todas. Porque, en general, las madres no somos la madre que queremos ser, somos la madre que podemos ser en unas circunstancias que suelen ser adversas.

Maternidad y discapacidad: el derecho a maternar es (o debería ser) de todes

Además de esta mirada crítica con el sistema, tú también invocas una maternidad con menos juicio y mucha más sororidad.

Sí, apelo a una sororidad entre mujeres madres y no madres porque, en definitiva, ambas sufrimos las inclemencias y exigencias de ese sistema patriarcal que quiere decirnos qué tenemos que hacer con nuestra vida y nuestro cuerpo.

Apelo a una sororidad entre madres, porque se establece una falsa guerra entre nosotras, alentada por los medios. Y la verdad es que si eres madre, independientemente del modelo de crianza que elijas, o del tipo de parto que desees, el sistema siempre te va a cuestionar. Necesitamos más sororidad en la maternidad y menos crítica. Más respeto y empatía por las decisiones que cada mamá tome y más militancia porque todas podamos decidir libremente cómo ser mamás.

Pero también apelo a una mirada más colectiva frente a la maternidad. Porque se suele reducir la maternidad a la responsabilidad de la mujer madre y esto nos genera mucha culpa y malestar con la experiencia. Hay que cambiar esta mirada a una mirada más colectiva y comunitaria. La maternidad, que no es otra cosa que criar y cuidar a una persona dependiente, debería ser una responsabilidad no solo de la madre, sino del padre, si existe. Pero debería ser además una responsabilidad social, porque estamos hablando de cuidar de la salud mental y física de personas que van a ser los adultos del mañana.

El reto es que esta sociedad entienda que la infancia es una cuestión colectiva que nos implica a todos desde distintos lugares. Es necesaria otra mirada, en donde se vea a los niños como ciudadanos, es aquí en donde el feminismo debe reivindicar no solo los derechos de las madres, también el de las infancias.

“¿Quiero ser madre?” La decisión de maternar (o no) en un mundo convulso

Después de décadas de lucha y reflexiones colectivas, en los últimos años la maternidad y la paternidad se han reivindicado como algo que debe ser elegido e incluso cuestionado por heterocistémico y especista, pero esa revancha con la historia es un triunfo amargo porque, seamos sinceres, ¿es un reto elegir la maternidad en un mundo que convulsa? La decisión de maternar o no a veces parece clarísima, pero otras lleva una serie de reflexiones.

Nos hemos hecho la pregunta que Hamlet no alcanzó a completar: ¿Ser o no ser madre? He ahí la cuestión. Entrevistamos a mujeres en sus treintas que se preguntan constantemente: ¿Quiero maternar? ¿Cómo sé si es un deseo propio? ¿Cómo sé si es la decisión correcta? ¿Es egoísta o es valiente ser madre en el siglo XXI?

El mundo se está cayendo a pedazos pero… ¿no siempre ha sido así?

Razones para no traer al mundo a una persona siempre han habido, quizá la diferencia es que ahora se están tomando más en serio. Las mujeres entrevistadas no sólo cuestionan las crisis sociales sino a ellas mismas:

¿Cómo voy a hacerme cargo de un hije si me cuesta hacerme cargo de mi persona? ¿Puedo maternar sin estabilidad económica o estabilidad emocional? ¿Soy realmente consciente de cómo hacerlo? ¿Tengo el mínimo necesario?

En los últimos años la decisión de maternar ha estado acompañada de un término: la infertilidad social. La psicóloga Adriana Castro la define como “la incapacidad de una persona para tener un hijo a causa de sus circunstancias sociales”. Por ejemplo: la capacidad económica, la posibilidad de tener un trabajo que permita la crianza, tener garantizado el acceso a la salud e incluso la emergencia climática que estamos viviendo.

Maternidad y acompañamiento: este mundo no da tiempo ni para sanar después del parto

Aunque cada persona vive en contextos diferentes y las creencias del cómo maternar pueden variar, para Millaray Bermeo, de la organización Yo Cuido México, «estamos en ese debate de saber cuáles serían esas condiciones favorables para maternar, al mismo tiempo que lidiamos por tener esas condiciones».

Las guerras, las crisis económicas, las pandemias, la emergencia climático, la falta de una política transversal de cuidados, la crisis de vivienda de nuestra generación e incluso dimensiones más personales como el miedo de no cumplir con las expectativas de crianza han generado un estrés colectivo y la sensación de que apostarle al futuro es arriesgado.

«Antes la crianza que te daban los papás se enfocaba en lo económico. Tus papás eran buenos padres si te proveían, pero ahora también es importante el tiempo de calidad. Siento que hay un poco más de presión pero también está la ventaja de que no es un camino a seguir, es una opción. Y hay distintos tipos de crianza. Hay más libertad, pero la expectativa es mucho más alta», nos platica Enna Camargo, de 28 años, quien ha decidido que la maternidad no es algo que desee vivir.

Andrea Chuc, de 29 años, considera que la decisión de maternar o no es personal pero también política. «La persona que posiblemente más ame en este mundo merece vivir en un lugar en el cual su madre tenga confianza. No podría maternar transmitiendo tristeza y desesperanza a mi hije».

Para ella la crisis medioambiental es determinante porque las consecuencias se verán en las próximas décadas, y no quiere criar a una persona que vivirá en un mundo catastrófico. Al mismo tiempo, cree firmemente que las generaciones que están naciendo son el cambio.

La expectativa de la madre perfecta sigue vigente

«Hay un componente muy personal que implica el deseo: ¿de dónde viene ese deseo de maternar? ¿Por qué quieres tener un hijo o hija? ¿vivir este proceso qué significado tiene para ti, para tu proyecto de vida? Luego considerar todo eso con relación a la parte social», dice Millaray Bermeo.

Opina que pensar en una maternidad placentera es todavía un sueño en un entorno capitalista y patriarcal en el que existen muchos estereotipos sobre las madres. Maternar de una manera responsable, positiva, placentera y brindando condiciones de vida que promuevan el desarrollo de niñas y niños es lo ideal, pero sigue siendo una expectativa casi imposible de cumplir.

Ella es mamá de una adolescente con discapacidad y explica que la primera barrera fue el diagnóstico de su hija. Después, se enfrentó con lo que se esperaba que ella fuera: una mamá que abandona completamente su proyecto de vida para dedicarse al cuidado de su hija, y aún más en un entorno capacitista en donde las infancias (e incluso adultos) con considerados “angelitos”.

Por una maternidad feminista, colectiva y desobediente

Volvió a estudiar, terminó su carrera, retomó su proyecto de grado. Con todo, se refiere a sí misma como cuidadora 24/7 porque incluso cuando no está criando a su hija de manera física, la gestión emocional está presente, cuidando y al pendiente. Pero lejos de ser esa figura de madre sacrificada.

Nos hemos alimentado de la idea hostil que implica ser madre y renunciar a tu persona cuando no tiene que ser así. Cada vez hay más mujeres hablando de cuidados, maternidad, partos y embarazos de maneras más honestas y colectivas.

Andrea Chuc, que estudió Literatura, menciona que éste, como otros campos, no han dado el espacio necesario a las reflexiones sobre este tema, pero ahora, escritoras como Jazmina Barrera, Isabel Zapata, Esther Vivas, Daniela Rea y Tania Tagle están poniendo sobre la mesa la discusión de la crianza. Considera que es una revolución en la literatura y en la narrativa histórica sobre una experiencia que se ha romantizado demasiado.

La discusión no se ha quedado en los libros. Cuando Natasha Puente, una viajera mexicana de 36 años con más de un millón de seguidores en Tiktok, publicó un video titulado ‘¿Quiero tener bebés?’ Le llegaron miles de mensajes de mujeres preguntándose lo mismo o contándole sus experiencias.

«Sé que no soy la única que está pensando en estos temas. Acabo de conocer a una mujer aquí en Australia que a los 39 años tuvo un hijo y es la mujer más feliz del universo. Muy paranóica porque es su primer hijo. Es una mujer muy ansiosa que le mide la presión y el pulso, pero como ella dice: nadie nace sabiendo ser mamá o papá y eso me da un poco de paz mental. Ella decía que estudió cuatro carreras, se salió, viajó, hizo lo que quería y luego tuvo un bebé a los 39 años».

Adriana Chuc, psicóloga de 34 años y que constantemente trabaja con infancias y adolescentes, dice que aunque todavía no es mamá, ha decidido serlo, y ya tiene las preocupaciones de una. Piensa en el cansancio, las noches de insomnio, el reto de la adolescencia:

«Yo me preocupo y todavía no soy mamá. Imagínate, yo a mis 34 años no sé cómo dormían mis papás cada vez que salía. De adolescente no pensabas en las consecuencias y ahora dices: ¿cómo pude ponerme en situaciones de riesgo?».

Adriana Chuc

Por su parte, Enna se pregunta:

«Siempre he pensado si sería capaz de maternar. No soy una persona muy paciente, soy muy descuidada. Me pregunto si siendo mamá evolucionaría como persona, siempre me ha dado curiosidad cómo cambiarían los planes que tengo. No es que ser mamá te imposibilite pero ¿cómo reaccionaría yo a ese cambio de planes? ¿Habría un resentimiento? ¿Cómo cambiaría la gente conmigo dependiendo del tipo de mamá que fuera? Y si no tuviera una familia heterosexual, ¿cómo reaccionarían?»

¿Por qué solo nosotras nos estamos haciendo estas preguntas?

Quizá la misma frustración colectiva de mujeres adultas preguntándonos si debemos o no debemos maternar, si queremos o no maternar y si seremos o no capaces de hacerlo nos da una pista sobre el problema de fondo que no ha sido resuelto: El cuidado sigue siendo una carga mental para las mujeres. Las respuestas a estas preguntas no son solo nuestras, la clave está en cómo nos configuramos como parte de una sociedad que excluye a las madres.

No vemos a los compañeros hombres cishetero haciéndose la misma pregunta, jalándose los cabellos para tomar una decisión que para muchas de nosotras es trascendental. Ahora es una decisión, sí, pero sigue siendo algo fundamental en el curso de nuestras vidas como no lo es para los compañeros.

Plantea Adriana Chuc que «es más una cuestión de introspección, de evaluación que tienes que hacerte tú con la persona con quien planees hacerlo; evaluar todo: el lugar en el que vives, lo laboral, lo económico, lo emocional», ella considera que desde antes es vital preguntar(se) cómo la persona con la que decidas iniciar este proceso desempeñaría el papel de criador.

Es nuestro cuerpo, y por lo tanto nuestra decisión, pero no sería tan difícil si supiéramos que la carga sería redistribuida, que la responsabilidad de traer a una persona a este mundo no es enteramente nuestra.

Maternidarks, el lado más honesto y divertido sobre la maternidad

Tener hijes es una gestión impresionante, dice Millaray, que está presente en cada aspecto de la vida: «Si voy a una entrevista de trabajo ¿cómo voy a acomodarme? No puedo trabajar 10 horas de lunes a sábado porque la guardería no abre en sábado ¿quién va a cuidar en sábado? Si se enferma hay que ir al médico, comprar medicamentos, darle los medicamentos, cuidar de la fiebre. La verdad es una gestión impresionante y la mayoría de los compas no la visualizan. No tienen idea. Tendríamos que comenzar por ahí, para distribuir esa carga mental también. Es que si no hacemos eso los roles no van a cambiar».

Los cuidados también pueden revolucionar

La escritora argentina Leonor Silvestri dijo en una entrevista para Pikara Magazine, hablando de maternidad, que el deseo es cuestionable, objetable y manipulable, que es posible “producir contradeseos que atenten contra este mundo”. Y en ese sentido, muchas personas que han decidido ejercer la maternidad o la paternidad fuera de la norma heterocis y patriarcal, lo están haciendo.

Madres viajeras, madres viejas, madres que crían solas, madres que crían en colectividad, madres lesbianas, paternidades trans, redefinen los cuidados en sus propios términos al mismo tiempo que le devuelven la culpa de no ser perfectas a quien realmente la tiene: el Estado, el sistema capitalista, capacitista y heteropatriarcal.

Cuando la organización Yo Cuido inició, su principal preocupación era incidir en políticas públicas que reconocieran los cuidados como un derecho para que impactara en la vida y rutina diaria de las cuidadoras. Después se dieron cuenta de que el cuidado lo atraviesa todo: «Es inimaginable hablar de la vida y no hablar de cuidado».

Ahora la colectiva ha enfocado sus energías en impulsar el Sistema Nacional de Cuidados, un conjunto de iniciativas, programas y políticas públicas para garantizar el derecho de quienes cuidan y reciben cuidados, y replantearlo para que considere las realidades de la diversidad de cuidadoras en México y las violencias de raíz que precarizan los cuidados.

Se discuten políticas públicas que dan garantías a las mujeres pero los cuidados atraviesan a todas las personas. No consideran a los hombres, las tías, las abuelas, dice. Aunque en la cultura mexicana la crianza colectiva es algo que se practica, en el imaginario colectivo no es bien visto.

«No se considera el cuidado como algo interdependiente que por nuestras propias condiciones y en nuestra naturaleza tendría que ser lo normal. No hay persona que se haga a sí misma y sin embargo, tú lo ves en redes sociales: Las mamás que se van a trabajar y dejan a su hijo encargado son “luchonas” y hay un montón de estereotipos negativos alrededor. No le dan valor a los cuidados, a esta forma de vivir».

Explica que la precarización de los cuidados también es parte de un círculo de violencia. De acuerdo con Millaray, las acciones de la colectiva también implican reflexionar sobre el autoempleo para compañeras que trabajan en cooperativas de cuidado y cómo generar una dinámica donde las estructuras de poder no se repitan como sucede en este sistema patriarcal. Aunque no seamos madres, cuidar no es del todo una elección, es una práctica que atraviesa toda nuestra existencia.

Encontrar el momento o las condiciones ideales para ejercer los cuidados es prácticamente imposible. Como dice Adriana Chuc, nadie está emocionalmente estable, siempre vamos a tener cargas de todo tipo. Por eso mismo maternar no debería ser una labor individual.

«La situación económica y la salud emocional son cosas muy importantes. También lo es tener una red de apoyo fuerte, alguien que esté ahí te fortalece emocionalmente. A mi me gustaría tener la oportunidad de formar a alguien y aportar algo, dejar una huellita. Hay muchas maneras de maternar y cada quien lo hace desde sus propios medios».

Adriana Chuc

Para Andrea también es esperanzador ver que cada vez hay más ejemplos de maternidades amorosas y deseadas, con matices, pero al fin y al cabo elegidas. O mujeres que decidieron no ser madres y son felices, que sin hijes siguen tejiendo redes de amor y apoyo, que no creen que la maternidad sea algo horrible, porque también forman parte de crianzas colectivas que nutren sus vidas. Desde esa perspectiva, la decisión parece menos alarmante:

«En este punto estoy agradecida de no tener que decidir ahora mismo, pero sí tener mis opciones abiertas sin sentirme presionada».

Probablemente el mundo no sea un mejor lugar que antes para criar a una persona desde perspectivas como el cambio climático o la violencia, pero la crianza colectiva, las redes de cuidadoras, la deconstrucción de lo que significa una familia y la conciencia de que cuidar es hacer revolución hacen que la elección de maternar no sea descabellada después de todo.

Cómo comenzar a invertir: una guía con el ABC

La ansiedad que genera hablar o pensar sobre finanzas es real. Y hay un par de frases especialmente inquietantes: “hay que mover el dinero” o “hacer crecerlo”. Ajá, como si fuera tan fácil. Pues bien, nos dimos a la tarea de indagar cómo es eso de comenzar a invertir tu dinero para que como Rihanna puedas decir “it’s expensive!”.

Antes que todo, reconozcámoslo. Casi nadie recibe educación financiera para la adultez. Básicamente nos dan nuestra primera tarjeta de crédito sin que sepamos que es una trampa el monto mínimo a pagar, tampoco crecemos con una idea clara de cómo administrar nuestro salario o dividir los gastos compartidos… ya ni se diga saber invertir.

En México, por ejemplo, solo 32.7 millones de personas de 18 a 70 años (esto equivale al 39.1% de la población) tiene una cuenta para el retiro o Afore -este es ooooootro temazo que necesitamos hablar más-, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, elaborada por el Inegi.

Pero tener finanzas sanas (acá te damos unos consejitos para lograrlo) es esencial para vivir con plenitud, por lo menos hasta que caiga el capitalismo. E invertir puede ser una forma de lograrlo. Por eso, platicamos con Liliana Zamacona, mejor conocida como La China Financiera, apasionada de las finanzas y el dinero, y Liliana Olivares, fundadora de Adulting, una plataforma que brinda asesoría financiera a millennials y gen z. Ellas nos compartieron sus consejos infalibles para no fallar en el intento de invertir.

Cómo comenzar a invertir: ¿Sólo las personas millonarias pueden?

De acuerdo con GBM Academy, las inversiones no son solamente una forma de no gastarte tu dinero y tenerlo guardadito, sino que invertir implica poner a trabajar tus ahorros para que produzcan más beneficios.

Quizá cuando piensas en inversiones te llega a la mente la imagen de un señor millonario comprando grandes acciones y revisando la bolsa todos los días. Esas personas sí existen, pero actualmente no son las únicas que pueden acceder a las inversiones. Liliana de Adulting dice que antes se requerían ciertos privilegios para invertir pero ahora puedes hacerlo ¡100 pesos mexicanos! A esto se le conoce como “democratizar las finanzas”, agrega.

Para La China Financiera invertir se ha vuelto parte de la canasta básica financiera y todas las personas deberíamos hacerlo. Especialmente por una razón: la inflación. “De acuerdo con el Banco de México, la inflación para marzo en el país fue de casi el 8%, esto significa que las cosas cuestan 8% más caras. Aunque tu billete sigue siendo el mismo, su valor ha cambiado; por ejemplo, si tienes un billete de 100 pesos, su valor en realidad es de 92”, explica.

Lo sabemos, da miedo. Por eso es súper importante respirar profundo y con calmita comenzar a poner en orden nuestras finanzas. Todo cuenta y, como dijo Liliana, invertir comienza a ser accesible para cada vez más personas porque no se necesitan sumas estratosféricas. Ahora sí, continuamos.

ABC para comenzar a invertir: ¿Hay inversiones más seguras que otras?

Aclaremos algo, todas las inversiones tienen cierto riesgo, el simple hecho de no tener el dinero en tus manos ya lo es, dice Liliana. Existen 3 diferentes tipos de riesgo en las inversiones: el conservador, el moderado y el agresivo (vas a ganar mucho pero puedes perderlo todo), agrega.

La clave está en entender esta ecuación: entre más alta sea la tasa de rendimiento, más alto será el riesgo de la inversión. Si lo que buscas es una inversión “segura” o de menor riesgo, deberás buscar una inversión de rendimiento bajo.

Ahora, de lo que sí o sí debes súper asegurarte es que la inversión cuente con algún tipo de seguro, que esté regulada y que tenga licencia para operar, ya sea por la Comisión Nacional Bancaria (CNV) o el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB).

“La entidad de la inversión debe siempre estar regulada, aún más si eres principiante, aunque el rendimiento luzca atractivo, verifica detalladamente el contacto, busca testimoniales, indaga, infórmate y pregunta a mentores financieros”, aclara La China Financiera.

Para invertir desde 100 pesos:

Rendimiento y liquidez de la inversión, ¿a qué se refiere?

Antes de invertir debes conocer los beneficios de tu inversión, el estimado de ganancias que podrás generar y los plazos de tiempo en los que podrás tener acceso a estas ganancias.

“Hay dos tipos de rendimiento, el fijo y el variable. El rendimiento fijo es aquel que te promete un porcentaje establecido, por ejemplo, ‘está el riesgo de que no ganes nada, pero si ganas será el 10%’. Y el rendimiento variable es una estimación o proyección de lo que puedes llegar a ganar y que se obtiene por medio de estadísticas”, dice Liliana.

Otra cosa importante que debes preguntar al momento de decidir invertir es la liquidez de tu inversión. Básicamente significa cuándo sí y cuándo no puedes disponer de tu dinero. Para cada inversión hay plazos diferentes, “algunas te dirán que puedes retirar tu dinero cada 5 días, 7 días, cada año o cada 5 años”, agrega la fundadora de Adulting.

Invertir: La clave está en diversificar

Puede existir mucha presión en encontrar LA inversión, la única y adecuada, pero la verdadera clave está en diversificar, aquí el porqué.

“Nuestro dinero no debería estar ahorrado, debería estar siempre invertido”, dice Liliana. Y como ley de inversiones hay que diversificar. Es decir, tener más de una inversión. Liliana explica que esto mitiga el riesgo de perderlo todo.

La China Financiera también recomienda no poner ‘todos los huevos en una canasta’. “Una vez cubiertos tus gastos fijos y responsabilidades (como deudas), el restante te aconsejo que lo inviertas, tanto en instituciones como en productos financieros”, aconseja.

Cetes: la inversión ideal para principiantes

Liliana nos cuenta que los Cetes son certificados de la Tesorería, pertenecen al gobierno mexicano, lo que los hace una inversión súper regulada y vigilada, por lo tanto una de las inversiones con menor riesgo que existe. “Es la inversión ideal para principiantes y es una gran forma de empezar a invertir si te da miedo”, dice Liliana, “invertir en Cetes tiene el propósito de aprender a invertir, no vas a ganar más dinero sólo vas a mantener tu dinero libre de la inflación”.

La China Financiera nos explica un breve paso a paso de cómo invertir en Cetes, “es lo ideal para comenzar y actualmente están tendencia por las excelentes tasas de rendimiento que ofrecen y tener acceso a ellos es muy fácil”, asegura. Hay dos vías, por medio de su plataforma o a través de sus ejecutivos. Ambas vías son bastante confiables, sólo te toca elegir la forma que te acomode mejor.

La China Financiera asegura que es un proceso un poco largo y burocrático pero bastante llevadero, donde te pedirán información personal y sensible. Así que recuerda tener a la mano tu información personal y bancaria.

Top de consejos infalibles para invertir

Finalmente, le pedimos a nuestras increíbles expertas financieras que nos dieran su top de consejos para invertir y estos fueron:

Liliana de Adulting dice, “si te respondes estas tres preguntas ya vas a tener una guía de qué opciones elegir a la hora de invertir”.

  • Para qué vas a usar el dinero
  • Cuándo vas a necesitar el dinero
  • Qué tipo de riesgo estás buscando

La China Financiera asegura que antes de invertir es importante comenzar a generar un pensamiento crítico financiero y realizar las siguientes reflexiones:

  • ¿Para qué quieres invertir? Hay varias metas: Ahorrar para el retiro (por favor, hazlo) , ahorrar para un negocio, preservar el valor del dinero, etc.
  • Conoce tu perfil de riesgo (conservado, moderado, arriesgado). Yo aconsejo ir escalando en el perfil y eso se logra con educación financiera.
  • Crea cultura financiera. Investiga, indaga, alimenta la curiosidad financiera.
  • Comienza con pequeñas cantidades.

Recuerda que siempre puedes consultar expertas y expertos en el tema. No le tengas miedo a invertir y mucho menos a aprender a cuidar tu dinerito, en palabras de La China Financiera, “nadie lo va a cuidar mejor que tú”.

¿Qué es el complejo de salvador blanco?

Además de definir qué es el complejo del salvador blanco/salvadora blanca, es importante responder esta pregunta: ¿qué lo motiva y hace tan presente en medios de comunicación, plataformas digitales y movimientos sociales, políticos y culturales?

Si logramos ver lo que justifica cierta situación, también serán claros los alcances del problema. Por ejemplo, si queremos hablar de racismo, patriarcado, capacitismo o capitalismo, antes de explicar qué es, necesitamos reflexionar en torno a qué lo origina.

Hacer esas reflexiones ameritan mucha reflexión política y acompañamiento teórico y testimonial que dé cuenta de sus múltiples y violentos efectos sobre nosotres.

Primero hablemos de colonialismo

El patriarcado, racismo, capitalismo, capacitismo, especismo, transfobia y lgbtifobia, entre otros entramados de opresión, son efectos del colonialismo.

Los feminicidios, las desapariciones forzadas, la tortura, la militarización del país, la impunidad, la criminalización de la protesta, el sistema carcerlario, la desigualdad… Todo esto encuentra su explicación en la colonialidad que fundó universalmente el modelo cultural del capital como modus operandi de depredación y despojo.

El colonialismo moderno fundó un mecanismo de organización mundial con el capital en el centro. Lo que Aníbal Quijano llama la colonialidad del poder, una forma de organización en donde una supremacía blanca administra todos los recursos humanos y ambientales para la explotación y beneficio de unos pocos.

Además de la jerarquización de las vidas en importantes y no importantes en palabras de Judith Butler.

Ahora sí, ¿qué es el complejo de salvador blanco?

El complejo del salvador blanco/salvadora blanca es un comportamiento superficial en el que las personas blancas actúan como supuestos héroes o heroínas que, sin cuestionar su poder y privilegios, se ponen a sí mismes en un papel de salvadores de las personas pobres, desfavorecidas o que «no tienen voz»

El complejo del salvacionismo blanco es un tipo de colonialismo moral que tiene sus motivaciones en el cristianismo, donde sujetos blancos con privilegios de clase y raza usan sus beneficios sistémicos para construirse como salvadores y salvadoras de gente jodida, racializada y precarizada.

El salvador blanco tiene la responsabilidad de «ayudar, de regalar, de visibilizar, de hablar por, de donar». Es decir, salvar a otres sin darse cuenta que es una clase de violencia ontológica, una anulación de la agencia del otre y una lógica individualista que le pone como protagonista y recrea la diferencia colonial (término de W. Mignolo), donde hay una persona blanca moralmente civilizada y el bárbaro–caníbal que debe ser evangelizado.

¿Cómo funciona el complejo del salvador blanco/salvadora blanca?

El salvacionista blanco no cuestiona por qué existe el racismo, la desigualdad ni su posición de privilegio heredada, sino que abraza sus privilegios y capitaliza su imagen de «persona buena» para fines de publicidad personal.

Este complejo tiene muchas expresiones. Hay un salvacionismo blanco propio del marketing político. Un ejemplo reciente fue protagonizado por la influencer y funcionaria de Nuevo León, Mariana Rodríguez, quien se cortó su pelo en solidaridad con un niño que padece leucemia.

Mucha gente dirá «qué bonita acción», pero este acto no se trata de un asunto de buena fe, sino de explotación de su capital social en redes sociales para fines propagandísticos.

Otra expresión es el salvacionismo blanco empresarial. Las empresas que, por un lado, expropian, extraen, consumen y que, ante la crisis climática, deciden lanzar programas de responsabilidad social sin que haya transformaciones de fondo. Estos programas son presumidos públicamente e incluso se convierten en ganancias, ya que incluso son deducibles de impuestos y terminan acumulando aún más.

Algunos consejos de una persona anticolonial para no caer en el salvacionismo blanco

  • Organízate contra las mineras y empresas transnacionales que despojan y saquean tierras y territorios en el sur global.
  • Deja de decir que «las vidas negras, trans, indias importan», mejor suelta tus privilegios.
  • No seas racista.
  • Facilita los derechos laborales a las trabajadoras domésticas, deja de tratarlas como sirvientas y paga bien.
  • Calla y escucha. Deja de «hablar por» o de creer que puedes dar voz a alguien.
  • Da refugio y apoyo económico a personas migrantes… y no lo publiques en Twitter.
  • Cuestiona el colonialismo turístico
  • Deja de gentrificar y encarecer la vida

Día de la visibilidad lésbica: ¡Amor de lenchas y sáficas!

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Una persona como yo podría integrarse a los movimientos lésbicos. Gracias a la lucha de activistas bisexualas estos movimientos se han ido nombrando poco a poco como la unión de estas dos poblaciones: mujeres lesbianas y bisexuales. Y, más recientemente, mujeres pansexuales han estado posicionando esta orientación sexual y sus experiencias en común con los dos grupos previamente mencionados. Tiene sentido: todas son mujeres que sienten atracción por mujeres, lenchas y sáficas.

Pero el desglose de mujeres con orientaciones sexuales que podrían entrar bajo este criterio no se detiene ahí. Están también aquellas que se identifican como asexuales pero cuya orientación romántica incluye a las mujeres: lesbianas asexuales, o asexuales birrománticas, por ejemplo. Otras formas menos comunes de nombrar la orientación sexual son la antrosexualidad –no, no tiene que ver con el deseo experimentado en los antros, sino con no saber cuál es tu propia orientación– y, por supuesto, las identidades queer o cuir que se nombran fuera de la cisheteronorma, pero sin encajar necesariamente en los términos que ya mencionamos.

Dado que las mujeres que sienten atracción por las mujeres podrían identificarse bajo una lista de orientaciones sexuales potencialmente infinita (todos los términos anteriores y más pueden encontrarlos en la Encuesta #NuestrasRealidades en Pandemia publicada en 2022 por Balance A.C.), me pareció particularmente atractivo un término que empecé a ver en Tumblr anglosajón desde hace unos años: sapphic, o sáfica en español.

En general, iba de la mano con el acrónimo WLW, de “women who love women” o “women-loving women”, que podrían traducirse como “mujeres que aman a las mujeres”. Y es que, en efecto, básicamente eso designa el término “sáfica”, el cual viene de la poeta griega Safo de Mitilene, famosa por sus escritos representando el amor erótico entre mujeres.

Estupendo, entonces este término puede usarse como paraguas para designar a todas esas mujeres que sienten atracción por otras mujeres, sin tener que elaborar listas como “mujeres lesbianas, gay, bisexuales, pansexuales, queer/cuir, asexuales, antrosexuales…” o acrónimos del tipo “mujeres LGBPQCAA+”. Y esto no era algo que se pudiera resolver con un término como “no-heterosexuales”, porque una mujer puede no ser heterosexual, por ejemplo, siendo asexual, sin sentir atracción por las mujeres; o bien ser bisexual sintiendo únicamente atracción por hombres y personas no binaries. Además, me parece valioso y políticamente pertinente poder utilizar términos que hacen directamente alusión a cierta realidad y no a una negación de otra realidad: no quiero que nuestros amores y deseos se nombren haciendo alusión a los hombres, sino que se visibilicen por sí mismos, siendo entre mujeres.

Esa es otra de las razones por las cuales este término, sáfica, se ha constituido como una identidad para varias que prefieren nombrarse de esa forma directamente: no siempre sabemos definirnos como lesbianas o bisexuales o pansexuales (para algunes, supongo, eso nos convierte en antrosexuales). No siempre tenemos claridad sobre qué géneros nos atraen y de qué formas. Varias tenemos o hemos tenido la duda de si nos atraen o nos pueden atraer personas de otros géneros hoy en día y, de ser el caso, nos cuestionamos cómo nombrarlo, si es que decidimos hacerlo, porque eso podría conllevar acercamientos no deseados, particularmente por parte de hombres cisgénero.

Dado que es un tema delicado daré mi propio ejemplo: sé que a veces algunos hombres me pueden resultar atractivos, pero la posibilidad de, en serio, relacionarme con alguno no me interesa, y esa atracción que llego a experimentar me parece tan insignificante que no quiero nombrarla como parte de mi identidad ni de mi lucha.

Para algunas personas, esta conclusión mía puede denotar una lógica bifóbica (pues se podría concluir que “soy bisexual”, pero me niego a nombrarme como tal), pero yo soy de la postura (influenciada por teorías queer) de que en realidad no somos nada, sino que experimentamos cosas y nos nombramos como mejor lo entendemos y queramos comunicar al mundo.

Otras personas con experiencias más o menos similares a la mía podrían entonces concluir que, en lugar de “tener que” decidir nombrarse lesbianas o bisexuales, pueden simplemente nombrarse sáficas, y con ello comunicar al mundo que les atraen las mujeres, independientemente de lo que puedan o no sentir por personas de otros géneros.

Las lenchitudes

Siendo honesta, yo, personalmente, no me nombro como sáfica, me nombro como lencha. Sí, me reconozco dentro del paraguas sáfico, pero la palabra… me sabe a yogurt de fresa. Varias personas sentimos que es una palabra bastante femenina y que quizá no va tan acorde con quienes somos.

Y es que ahí va otra de las dificultades mayores respecto a nombrar nuestras poblaciones: nuestros géneros.

En una de las obras de culto de la literatura occidental LGBTQ+, Stone Butch Blues, Leslie Feinberg narra, en primera persona, la disidencia sexual y de género de Jess, una persona butch que fue asignada “mujer” al nacer; se relaciona con mujeres y cuya expresión de género es, desde muy joven, andrógina-masculina.

El libro –ficticio, mas inspirado en la vida de su autore– incluye escenas donde su protagonista admira y anhela lo que hoy podríamos llamar la transmasculinidad de otra persona de su entorno. En el contexto de esa historia, Nueva York de 1970, también se habla mucho de cómo les butches buscaban ser leídes como hombres por la sociedad, esto como estrategia de supervivencia, pues vestirse femeninamente no era una opción para elles, y su vivir como “mujeres masculinas”, sin ser “hombres de verdad” ni “mujeres de verdad”, les dejaba en una posición profundamente vulnerable, además del hecho de emparejarse con mujeres.

A más de 10,000 kilómetros de distancia y unas cuatro décadas después de la historia escrita por Leslie Feinberg, la japonesa Kabi Nagata elabora su primer manga autobiográfico: Sabishisugite Rezu Fūzoku ni Ikimashita Repo, traducido al español como “Mi experiencia lesbiana con la soledad” y publicado en 2016.

Si bien, Nagata no describe una vivencia de género butch como lo hace Feinberg, llama particularmente la atención este fragmento que traduje:

“Por cierto, cuando se trata de abrazos gratis, el género no me importa. Pero para cualquier cosa más allá de eso, sólo querría hacerlo con una mujer. Y la razón detrás de eso… es que yo no quería aceptar que era una mujer. No es que quisiera ser un hombre; era más bien que odiaba pertenecer al género que fuera. Temía excesivamente ser definide como mujer… antes de ser viste como yo misme. Además, estaba sexualmente más interesade en los cuerpos de mujeres que de hombres.”

Kabi Nagata

Lo que describen Feinberg y Nagata es lo que muchas personas podrían llamar, en nuestro contexto, una identidad de género no binaria desde una vivencia asociada a lo lésbico.

Hablar sobre lo que define la lesbiandad se siente como un campo minado para mí, porque si bien es un concepto que parte de las relaciones erótico–afectivas entre mujeres, claramente quienes tenemos experiencias que se pueden considerar lésbicas no siempre encajamos en la categoría de “mujer” así nada más. Desafiamos esa caja a través de nuestra expresión de género, nuestra vivencia interna, nuestras relaciones, nuestros cuerpos e historias de vida.

Cuando a inicios de 2020 activistas discutíamos cómo constituir la Marcha Lencha en Ciudad de México, este problema se hizo presente. Partíamos de las Dyke Marches realizadas en países anglosajones (de acuerdo con el sitio web de la Dyke March de Nueva York, la primera fue en Washington en 1993) donde se convoca a “quien sea que se identifique como dyke —este término se ha usado históricamente para designar a lesbianas y mujeres masculinas de forma despectiva.

Desde hace unas décadas estas mismas poblaciones y otras más lo han reivindicado para nombrarse a sí mismas –como sucedió con el término queer— sin importar su expresión o identidad de género, sexo asignado al nacer u orientación sexual, entre otras categorías identitarias.

Irónicamente, el mismo sitio web felicita a la Ciudad de México por haber hecho su “primer Dyke March” en 2003, refiriéndose a la 1° Marcha Lésbica de México y América Latina convocada por el Comité Organizador de la Marcha Lésbica (COMAL). Sin embargo, son las marchas del COMAL, y en particular la de 2019 que invitó únicamente a “mujeres biológicas”, lo que en parte nos motivó a organizar la Marcha Lencha con principios pro trans.

Si bien el idioma inglés tiene la ventaja de ser un lenguaje mucho menos generizado que el español –y por ende puede convocar a dykes sin tener que generizarles (más que por el significado social e histórico de este término)– nosotraes no.

Pese a que nos decidimos por usar el término lencha, muy pronto reconocimos que convocar o hablar de “las lenchas” nos limitaría a identidades femeninas, primordialmente de mujeres o, como mínimo, que usen pronombres femeninos.

¿Cómo hablar de y convocar a personas con otras identidades de género, pero con experiencias de vida similares? Ahí es donde Ana de Alejandro propuso hablar de lenchitudes, tras la mención de Raquel Medina del término latitudes como parte de una conversación grupal.

El significado de este término sigue moldeándose colectivamente, pero lo usamos para designar a estas poblaciones que, en toda nuestra diversidad, también compartimos lenchitud y nos podemos politizar en torno a ello.

En las publicaciones que hicimos desde las redes sociales de Marcha Lencha convocamos a las lenchitudes como a todas aquellas personas quienes consideren que el estigma hacia “las lenchas” les afecta, planteando que esto puede suceder teniendo una variedad de vivencias de género: siendo mujeres cis, trans, personas no binaries u hombres trans.

Lenchas y sáficas: más allá de los términos

A final de cuentas, me parece complicado sostener los términos que constituyen las orientaciones sexuales, dado que una parte importante de ellos se dedica a nombrar a la vez el género de la persona y el de las personas que le pueden atraer. Hablar del género de las personas es como caminar sobre arena movediza: el género nos atraviesa de mil maneras y si bien nuestra identidad de género es la más importante para ser nombrades, no es la única que determina nuestras vivencias, ni la única a partir de la cual nos podemos politizar.

Dando una vez más mi propio ejemplo: desde niña he sido poco «femenina» y hoy en día la gente me lee regularmente como hombre debido a mi expresión de género.

¿Mi vivencia interna de género? Es un vacío, entonces se parece a lo que algunas personas nombran “agénero”. Bajo este criterio, podría reivindicarme como persona no binarie, pero considero que hacerlo sería politizarme evitando hacer alusión a la forma en la que el género me atraviesa, que puede ser muy distinta a cómo atraviesa a otras personas no binaries. Me remite a este meme que encontré hace unos años:

Traducción: Soy una mujer / Soy una mujer pero soy disidente de género / ¿Quizá no soy mujer? / Sin género, solo ‘lesbian’

¿Ven cómo otra vez el español se confronta al inglés? Traducir “lesbian” como “lesbiana” implica generizar el término de una forma que no corresponde para este contexto. Y es que, en efecto, sí he visto algunas personas en Twitter hablar de ser dykes o lesbians como identidades de género separadas de la de “mujer” y hasta de la feminidad en general. Quizá es esto lo que más me resuena a mí personalmente, porque así como mi vivencia de género es distinta a la de muchas personas no binaries, también es distinta a la de muchas mujeres. Pero mantengo el femenino para nombrarme, aunque sea porque me considero, ante todo, una persona. Me quedo con ser lencha.

¿Cómo nombrarnos entonces? Cada término tiene distintas implicaciones y complicaciones; algunos son mucho más populares que otros y por ende más efectivos para comunicar, pero los términos emergentes quizá permiten dar mejor cuenta de nuestra diversidad. Lo que es seguro es que la conversación sigue.

«No tener pareja no es estar sola» y otros antídotos para el amor Disney

Estoy soltera, pero no siento que esté sola ni me considero una persona solitaria. Tengo 39 años y, si junto todas las relaciones de noviazgo que he tenido, apenas llego a cinco años con pareja; es decir, he pasado la mayor parte de mi vida soltera. Y no voy a mentir, me he sentido “sola”, pero jamás he transitado mi soltería en soledad.

En los últimos años que no he tenido pareja estable y he acompañado distintas separaciones y divorcios de mujeres cercanas a mí, me he percatado de algunas expresiones que me duele escuchar: dicen “estoy sola” porque están solteras, divorciadas, viudas o porque a su lado “solo” tienen hijes o amistades, pero no pareja.

No tener esposo, novio o vínculo sexoafectivo no es estar sola, “sola” en ese sentido de lástima desgarradora hacia una misma, pero el patriarcado —mediante uno de sus brazos más poderosos, el amor romántico o “amor Disney”, en palabras de Brigitte Vasallo— se ha encargado de sembrar en nosotras esa incomodidad con la soltería.

Las redes sociales han potencializado este fenómeno de “sentirnos solas” porque no tenemos el Instagram plagado de fotos compartiendo el amor en pareja, porque no hay a quién dejarle mensajes cursis a la vista de todo mundo, porque nos invitaron a una boda donde solo nos dieron un boleto y ¿con quién me voy a tomar fotos?, mientras vemos que todas esas parejas pasan frente a nuestros ojos solteros y solitarios. “¿Es entonces la vida en pareja la que nos libra de la soledad?”, me descubro dándole vueltas a esto en mi cabeza.

¿Por qué la soltería no es igual a soledad?

Los estereotipos que insisten en que soltería significa soledad pasan por alto la diversidad de experiencias entre los 40 millones de personas mayores de 15 años en México (el 43% contando solterxs, divorciadxs, viudxs y separadxs) que no están en matrimonio o viven en unión libre. Los datos de noviazgo no aparecen en el INEGI, pero los divorcios sí, y mientras en el año 2000 había siete disoluciones por cada 100 matrimonios, al año 2021 fueron 33.

¡El amor es ilimitado! Cómo repensar el amor de pareja y reforzar todos nuestros vínculos

Viéndolo así, ¿a poco no es raro decir que estamos solas cuando hay 40 millones de personas solteras en un país donde hay casi 127 millones de habitantes, o en un mundo donde coexistimos 8 billones de seres humanos?

Hay personas solteras y otras casadas que están crónicamente solas. La soledad no depende de un estado civil, sino de cómo nos sentimos en el mundo, y es una sensación de dolor tan válida como verdadera, pero que poco o nada debería tener que ver con tener o no una pareja a nuestro lado.

Hasta nunca, amor Disney

El mito de la media naranja es uno de los más cruelmente insertados en nuestra cultura del amor. Fey no nos ayudó mucho con esa canción tan pegajosa. Tampoco aprendernos de memoria los diálogos de La Sirenita. Mucho menos ver a las brujas de los cuentos de hadas como las mayores perdedoras —que por cierto, jamás tenían pareja— y regodearnos cuando su castigo era quedarse desterradas, solas o sin el amor que las afortunadas saben llegará a complementarlas en forma de un príncipe azul.

En una sociedad patriarcal donde no hay lugar para calificar de “bueno” cualquier otro tipo de amor que no sea el romántico, el monógamo heterosexual, el Disney,, el que se admira como triunfo en la vida, es difícil construir nuevas opciones que desmantelen este ideal. En parte porque hemos crecido con esas ideas, en parte también porque no conocemos cómo construir felicidad en otras posibilidades de amor; no es algo que nos enseñen en la escuela, ni sobre lo que se hable en casa. No obstante, sí existen formas de desmantelar esa estructura llamada “amor romántico”.

“Superar el paradigma del amor romántico es urgente, pero tampoco resulta sencillo borrar décadas de adoctrinamiento en el método Disney. Debemos cuestionar el deseo, pero el propio, no el ajeno. El goce es un derecho que hemos conquistado, pero cuando se vuelve una obligación deviene agotador”, escribe Alaíde Ventura en un ensayo sobre El fin del amor, libro de Tamara Tenenbaum. Así como lo explican las autoras, si bien el amor romántico no es algo que pueda borrarse como huellas en la arena junto a las olas del mar, tampoco es imposible.

Tu crush, novia, novie, vínculo no tiene que ser tu relación más importante

El llamado AMOR es un constructo social que así como se fue creando e incrustando en nuestras culturas, también se puede transformar al llevar a cabo acciones que comiencen a construir ideas menos dañinas sobre él.

Una de las claves radica en dejar de ver las relaciones como una jerarquía, donde esa pareja con la que tenemos intimidad sexual es la persona más importante. La verdadera revolución entonces radicaría en que nos importe toda la gente que amamos y forma parte de nuestra vida.

“Tenemos que desmontar la jerarquía (del amor único) y hacer que el entorno, que las relaciones con nuestras amigas, con nuestra red afectiva tomen un peso ahí”, dijo Brigitte Vasallo en una entrevista a PlayGround. Es importante cambiar el pensamiento de frases como “es que SOLO somos amigos”, “vine a una fiesta y estoy sola”, cuando estamos rodeadas de amigas que conocemos desde que éramos adolescentes. La amistad es súper importante, decir que alguien es tu amiga o tu amigo es una definición que debe tener peso, no dejar a la amistad como algo de segunda clase. “Si generásemos auténticas redes afectivas estaríamos mucho más protegidas contra el capitalismo destructor. Si pudiésemos crear redes sociales y formas de relacionarnos más allá del vínculo familia —que es a lo que vamos finalmente con el amor de pareja—, más allá de la sangre, estaríamos mucho más acompañadas”, añade la autora.

Hay amistades longevas donde los lazos a menudo unen mucho más fuerte que el romance. Preceden y suceden. Cuando asisto a la boda de una amistad cercana, he pensado en cómo he conocido a dicha persona por más tiempo que su futuro cónyuge. No puedo reclamar la intimidad sexual, pero hay una intimidad de tiempo que es en cierto modo más profunda que la conexión que disfrutan los recién casados.

Vivir el confinamiento en pandemia únicamente con el gato sí me hizo sentirme sola, pero a la par me hizo darme cuenta de que el contacto físico que más extrañaba no era el de alguna pareja sino el de mis amigas, mis amigos y el de mi familia, ese que he tenido durante mis 39 años de vida y que ha sido la razón más poderosa para no saberme sola.