Desde que aprendí que las mujeres sangrábamos por la entrepierna cada mes noté que era un asunto de extremos: o te felicitaban y te daban regalos —como si de un logro se tratara— o te decían que menstruar es terrible, “el precio de ser mujer”. Además, había que vivir algo que nos acompaña aproximadamente 40 años con asco, con vergüenza y en secreto. La censura a la menstruación es un tema que sigue vigente.
Eso sí, a la par crecí viendo sangre por todos lados, amenazando con salpicarme en periódicos, películas, revistas, cómics o series, pregúntale a cualquier fan de Tarantino o al sitio Bloody Disgusting: entre más sangriento, mejor. ¿Por qué una sangre sí y otra no?
La sangre libre de violencia no es popular
Resumen: a la sociedad le fascina la sangre siempre y cuando no sea menstrual, prueba de ello es el más reciente video de Mon Laferte, en el que se muestra un abundante sangrado que resbala por las piernas hasta llegar al piso y a sus tacones.
También se ve a la cantante sumergida en una tina totalmente teñida en rojo menstruación y vestida en el mismo tono mientras canta: «Tú qué vas a saber, si tú no sangras una vez al mes».
Según BBC Mundo, la referencia hizo que YouTube le prohibiera usar una pauta publicitaria en su video. Es decir, a pesar de que el video ya tiene más de 1.8 millones de reproducciones, Laferte no podría monetizar esas visitas porque viola las normas «antiviolencia» de la red social.
«Realmente me parece insólito que en el 2019 la sangre menstrual sea vista como algo violento o tabú», escribió Mon Laferte al respecto.
Cierto, aún tenemos un problema con la sangre que no proviene de la violencia o que no se transforma en entretenimiento.
Algo tan natural como el sangrado sigue rodeado de ideas absurdas, como que una mujer menstruando puede arruinar alimentos, marchitar flores y una larga lista que nos recuerda que la estupidez humana es tan abundante como el periodo.
La censura a la menstruación no se queda en YouTube
El cambio ha ido llegando poco a poco, las celebridades tuitean y hablan sobre su ciclo, postean fotos (con su respectiva censura), pero el tabú sigue, en diferentes niveles.
El corto documental ganador del Óscar Period. End of Sentence muestra los estigmas alrededor del tema en India.
En México, muchas niñas en situación de pobreza evitan ir a la escuela durante su periodo por temor a mancharse y por no tener acceso a baños donde puedan asearse correctamente durante el periodo, lo que se traduce en ausentismo y afectaciones en el rendimiento escolar.
Esto es lo que debe preocuparnos, no si la sangre menstrual aparece en un video, lo cual a estas alturas ya no debería ser tema de críticas o censura.
Estoy menstruando y qué
Hace tiempo decidí avisar claramente que estaba menstruando, no solo porque podría transformarme en Carrie White si me agarras en mal momento, sino porque estaba cansada de ocultar algo habitual y frecuente, además nunca se me ha dado la discreción.
Lo anunciaba a todo pulmón en las redacciones en las que trabajaba, sin más. Como aún usaba toallas, las llevaba a la vista de todos y anunciaba cada que iba a cambiarme.
Así descubrí que también es una forma estupenda para descartar hombres: si reaccionan con asco, ¿para qué molestarse?. Además, si va a relacionarse conmigo en algún momento voy a estar menstruando, si no puede con eso me parece una pérdida de tiempo seguir.
Cada quien vive su menstruación como puede o como mejor le parece, ya sea con enojo, frustración, con el orgullo de tu sangre menstrual sagrada, con discreción o alivio, todas son válidas. Solo hay una forma en la que ya no debemos vivir el ciclo: con vergüenza.