Esta sociedad nos ha enseñado por mucho tiempo, especialmente a las mujeres, que la masturbación es algo malo, de lo que no se debe hablar y mucho menos enseñar o promover. Pero masturbarnos es el primer paso para reconocer nuestro cuerpo, sus puntos de placer, su anatomía. Y especialmente la del clítoris, el único órgano diseñado exclusivamente para el placer.
Y es que esta secrecía con la que por años se ha tratado el placer y la sexualidad de las mujeres ha llevado a lo que se conoce como la brecha del orgasmo, es decir, la dificultad de cientos de mujeres para tener orgasmos. De acuerdo con un estudio hecho en Estados Unidos y publicado en 2017, solo el 65% de las mujeres hetero llegan al orgasmo cuando tienen relaciones sexuales , frente al 95% de los hombres heterosexuales.
Si este es tu caso, amix, no estás solita y no es tu culpa. ¿Cómo descubrir qué es lo que a ti te brinda placer? Para eso debemos poner manos a la obra, literalmente. Así que hablamos con Clitorito sobre cómo podemos comenzar a estimular con nuestras manos un órgano importantísimo para el placer: el clítoris. ¡Esto fue lo que nos contó!
¿Por qué necesitamos hablar más sobre el clítoris?
Como sociedad no hemos hablado lo suficiente del clítoris. Por ejemplo, fue hasta 1998 que la doctora Helen O’Connell describió con todos sus elementos la anatomía completa del clítoris. El clítoris es lo que durante mucho tiempo se conoció como Punto G.
Además, generalmente cuando pensamos en él, imaginamos únicamente la parte exterior, como si fuera un botoncito que basta tocar para alcanzar el placer. Pero Clitorito dice que debemos pensar y hablar también sobre todo aquello que lo conforma, desde sus estructuras internas y hasta lo que hay a su alrededor, como las piernas o el cérvix.
Además, Clitorito dice que es importante hablar no solo de la anatomía o corporalidad, sino también considerar todo aquello que permea e impacta en la percepción de nuestros cuerpos y la relación que tenemos con él. Somos personas social y culturalmente definidas, por lo tanto nuestros cuerpos también lo son. La cultura binaria, heteronormada, monógama, machista y patriarcal interfiere y define nuestros procesos de estimulación y placer. Por lo tanto estos aspectos también deben ser incluidos en la conversación.
El placer está en nuestras manos
Nuestras manos son la herramienta más compleja que existe para estimularnos por dos razones, ellas tienen una diversidad de capacidades: textura, fuerza, velocidad y control, además nuestras manos sienten. Tal vez parezca obvio, pero por esta capacidad sensorial podemos leer inmediatamente las respuestas de nuestro cuerpo al momento de estimular, podemos sentir el aumento de temperatura, la humedad, las contracciones y el crecimiento de nuestro clítoris. ¡Esto es algo que ninguna otra herramienta o juguete te dará!
El acto de estimular con las manos es un acto de apropiación corporal, el placer está en nuestra manos, dice Clitorito. También es un acto de autoconocimiento que modifica por completo la forma en la que nos vinculamos con otras personas, conocer de esta forma nuestro cuerpo nos hará capaces de brindarnos todo el placer que merecemos sin necesidad de depender de un juguete o una persona.
Y si pensamos compartir un espacio erótico con alguién más será mucho más fácil guiar nuestros procesos de estimulación.
Más allá de los dildos y vibradores
Aquí no existe ninguna enemistad con los juguetes sexuales, al contrario, creemos que son una buena opción para diversificar nuestros procesos de estimulación. Pero tampoco lo son todo.
Si se trata de adentrarse en el mundo infinito de la exploración erótica, Clitorito dice que podemos encontrar otros objetos que nos pueden proporcionar placer, por ejemplo, las telas suaves pueden generar una estimulación muy parecida a una caricia externa.
Digamos sí a la diversidad de texturas y formas, porque estas nos harán conectar más con nuestro cuerpo y su movilidad, además que alimentarán el proceso de curiosidad, juego y coqueteo. Utilizar nuestras manos hará la estimulación gradual y progresiva.
Cómo comenzar a estimular con nuestras manos y conectar mejor con la cuerpa
Aprender a estimular el clítoris y encontrar aquello que nos da placer requiere de algo más que sólo el movimiento de nuestras manitas. Estas son algunas recomendaciones útiles:
- Amor y compasión hacia nosotres mismes y nuestros cuerpos.
- Conectar y practicar constantemente con la escucha corporal, estar en constante comunicación con nuestro cuerpo más allá del plano erótico.
- Practicar cualquier actividad enfocada en el movimiento pélvico, como twerk, danza árabe o yoga enfocado en la cadera. Esto mejorará tu flexibilidad, a liberar tensión y profundizar en tu placer.
- Para las manos, los ejercicios de coordinación y fuerza son excelentes, por ejemplo hay ejercicios para guitarristas que pueden ayudar a mejorar tu habilidad.
- Permitirnos imaginar y fantasear sin culpa y vergüenza, hay que liberarnos y dejarnos llevar por lo que sea que nos da placer.
Consejo final por Fabiola Trejo, especialista en sexualidad positiva.
Presiona sobre tu vulva, especialmente en la zona del clítoris. Estimula creando cada vez más presión. Cuando sientas que tu cuerpo se tensa, estira las piernas. Presiona cada vez más, tensa las piernas cruzándolas o abriéndolas. Presiona más y a ver qué pasa.
Consejo de Malvestida.
Pon un poco de lubricante en tus nudillos, y con ellos comienza a acariciar tu vulva con especial atención en tu clítoris. Presiona más, menos, conforme vayas sintiendo. ¡Cuéntanos qué tal!