Briela Ojeda: viajar cantando y componer para sanar (entrevista)

Compartir

Un rinconcito del Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México, fue el lugar perfecto para conversar con la cantante y compositora colombiana, Briela Ojeda. Platicamos sobre la inspiración, la creatividad, sus viajes, la magia de la música para acompañar nuestros procesos de sanar ¡y más! La TQM.

Su música piciosa es todo un viaje a través de sus miradas del mundo, llenas de contemplación, calma, amor por lo sencillo y la naturaleza. Te recomendamos leer esta entrevista con alguna de sus canciones; Liviana, por ejemplo.

¿Cómo te involucraste en la música?

Briela Ojeda (BO): Desde que existo la música ha estado alrededor mío, en mi mamá y mi abuelo. Pero hablando de la música profesionalmente en mi vida, yo diría que desde el 2016, cuando empecé a tocar en bares o restaurantes. Paralelamente a lo que yo estaba haciendo, estudiaba diseño industrial.

Tiempo después comencé a viajar y me di cuenta de lo bien que se llevan el viaje y el canto, entonces descubrí que yo quería viajar cantando, así que comencé a cantar en restaurantes, parques y en las calles.

¿Cómo se complementan el viaje y el canto?

BO: Cuando vas viajando, vas recorriendo territorios y, por ejemplo, cada territorio tiene su ave y cada ave tiene su canto, entonces vas recogiendo diferentes melodías, es una simbiosis. Las melodías te dan para seguirte moviendo y el movimiento te da para seguir componiendo.

Muchas de tus canciones hablan de procesos de sanación, ¿qué experiencias personales han influenciado en la creación de tus letras?

BO: Siempre existe la posibilidad de sanar, pero también existe un gran tramo de voluntad. No es que no se pueda sanar o que no haya herramientas, también es que quien quiere zambullirse en el dolor y quiere mirarlo de frente lo hace y quien no, va a seguir hablando de lo mismo.

Siempre hay muchas maneras de sanar y atravesar el dolor. Y por eso también hay muchas canciones que nacen del dolor, me gusta vivirlo antes de hablar sobre eso: voy a atravesarlo y darte la conclusión, con mis canciones intentaré llevarte de paseo y traerte de vuelta.

Honro mucho el enorme privilegio que he tenido de estar acompañada para sanar y poder llevar un proceso psicológico, también de tener amigos que me procuraron y me mostraron otras formas de sanar que me enseñaron a cultivar lo espiritual.

Te recomendamos: “Soy melancólica, pero no por eso todo se vuelve negro”: Lloribailando con Daniela Spalla

¿Cuál es la influencia de la cultura colombiana en tus canciones y cómo lo reflejas?

BO: La diversidad de la zona andina me ha dado mucho, si estás constantemente narrando el paisaje y regalándole al paisaje, el paisaje te va a seguir dando para que tú puedas seguir componiendo. Está en todo, en el ritmo, las melodías, la diversidad está en todo. La diversidad te brinda la libertad de componer y hacer música. Y también de poder decidir a quién le cantamos, a las montañas, los ríos, al amor, a los difuntos.

¿Cuál es la historia detrás de alguna de tus canciones favoritas y qué significado tiene para ti?

BO: ‘Doña justicia’ es una canción que empecé a componer en mi viaje en Argentina, estaba en la Patagonia en la ruta de Los Siete Lagos y empecé a extrañar mucho mi tierra. Dije, quiero componer algo de mi tierra, algo con los bambucos sureños, ahí descubrí que todo exceso de luz como de oscuridad enceguece. Entonces decidí hacer una canción que no fuera luminosa. ‘Doña justicia’ fue una canción que comencé a escribir en Argentina y terminé en Colombia, con muchos contrastes de luz.

¿Cómo describirías tu proceso creativo para componer una canción y en este proceso qué elementos consideras importantes?

BO: Entre la presión de sacar un álbum al año, es importante buscar un ritmo para componer con calma, sin presión, porque cuando quieres hacer canciones para los demás te sales del centro.

Yo me voy tomando el tiempo para caminar, viajar, ir a museos, recoger palabras nuevas y toda palabra que me vaya gustando la voy escribiendo. Hay unas que empiezan a cobrar sentido en cuanto a la rima y la manera de ser percusivas, entonces digo esto tira más por este lado más rosado o esto es un poquito más denso entonces lo voy a tirar para allá. Me tomo mi tiempo y espero a que cada parte de la canción vaya llegando.

¿Cómo cultivas tu creatividad?

BO: Cada persona tiene sus maneras de volver a sí misma; esa es la clave, siempre volver.
Si ya empiezas a identificar lo que te hace bien, intenta sacarle más espacio, creo que también es como si vos estuvieras constantemente con tu niña interior al lado, cuidándola y consintiéndola. También es darle lugar a las necesidades, pero también mucho a los placeres. Es importante aprender a amar la palabra “no” y decirla mucho y con mucha fuerza, porque hay momentos en los que simplemente debemos decir “no” sin miedo a perdernos de algo, simplemente porque no hay mejor inversión que amarse.

Diferenciar ese límite entre los placeres que pueden llevar a la destrucción, y los placeres que te reconectan con la consciencia. Y de ahí poder disfrutar de esos placeres sin culpa.

¿Cómo describirías la felicidad en algún sentimiento o aroma?

BO: Sol, ríos y amigos.

¿Cómo percibes que ha evolucionado el papel de las mujeres en la industria musical en Colombia?

BO: Nos hemos vuelto más conscientes de muchas cosas, no es que ahora sea radicalmente diferente porque estamos todavía cambiando muchas vainas, pero es muy loco pensar que hace siete años estábamos súper dormidas. Yo personalmente no veía muchas cosas, no me cabía en la cabeza pensar que yo tenía tantas amigas y tantas hermanas. Siento que han cambiado muchas cosas, las nenas ahorita están mucho más firmes y seguras, saben que si ellas hablan van haber mujeres que también están detrás y que ni siquiera las conoces pero que te están viendo y te están cuidando. El trabajar con muchas amigas me parece brutal, pensar en esos vínculos, el hecho de que trabajar con amigas algunas veces sea conflictivo es por el mismo patriarcado en nosotras.

Briela Ojeda
Foto: Diana Caballero

En este momento me siento muy unida con otras chicas, hay colectivos como “El Avispero” y también “El colectivo de Fuego”, que son cantantes y/o raperas. Estamos muy unidas y eso antes no lo veía. Eso ha causado una oleada de seguridad alrededor de las nenas que ha hecho que crezcamos con el poder de todas. En sorpresiva sinergia.

¿Qué importancia tiene para ti crear junto a otras mujeres?

BO: Muchísima importancia, es bonito pensar en un tejido, una red de mujeres. Es un principio de abundancia: abrir caminos para otras, te abrirá muchos caminos también. Es hermoso conocer otras maneras de componer, otras musicalidades, conocer nuevas formas de crear y procesos distintos, eso hace que te conozcas mejor y conozcas cosas nuevas. De ahí sale la creación y no hay cosa más hermosa que crear.

¿Qué piensas de cómo se ha ido transformando la lucha de las mujeres en los últimos años?

BO:Yo creo que es algo muy individual y personal, por más que sea una lucha colectiva, el camino de cada una no siempre se sincroniza con las otras y creo que son despertares que una va teniendo constantemente, no es únicamente por el pañuelo o por la palabra sororidad, o simplemente por el feminismo. Somos seres humanos antes de cualquier cosa y necesitamos del amor y respeto. Este ha sido un cuestionamiento que me ha sacudido bastante estos años, porque he tenido episodios con mujeres muy hostiles y creo que no debo soportarlo, es necesario poner límites, todo feminismo que no sana no sirve, sino simplemente estamos cultivando rabia. Las mujeres podemos ejercer violencia también y abuso de poder. Debemos acompañarnos siempre.

¿Quiénes son en este momento algunos de tus artistas o músicos favoritos, y cómo influyen en tu estilo?

BO: Constantemente influyen otras personas en mis creaciones, hay muchas artistas que me encantan, no sé porqué me vienen a la cabeza los matemáticos, que proponen fórmulas para que otro matemático llegue y haga el relevo, no dicen que uno le robó al otro. Creo que pasa lo mismo con la música, nos inspiramos mutuamente constantemente. Tengo muchas artistas favoritas pero creo que las que más me influencian en este momento son las personas cercanas, los artistas colombianos que están creando proyectos que me nutren como humana y como artista.

Aquí va una lista: La Muchacha, Lalo Cortés, Lianna, Delfina Dib, La Perla, Frente Cumbiero, Lucio Feuillet, Andrés Guerrero, N. Hardem, Mismo Perro, también puedo decir que más lejanos están Silvana Estrada, Aurora me encanta, Liana La Havas Silvio Rodriguez, Natalia Lafourcade, hay bastantes.

¿Cuál crees que es el mayor cambio que has tenido como artista desde que comenzaste a hacer música?

BO: Asumir la experiencia con todo lo que implica, no únicamente la parte de hacer y publicar canciones, sino la energética, psíquica y personal, las cosas que se abren y la carga que puede llegar a tener eso. Para mí implica buscar siempre mi centro, es un trabajo constante porque todo el tiempo estás exponiéndote, expandiéndote y virtiéndote, siempre tiene que haber un trabajo de recogimiento. También empezar a construir desde las dinámicas que tú misma propones con tu comunidad; como respuesta a las dinámicas naturalizadas que propone la industria musical. De esta manera se busca crear un camino bonito y no tortuoso.

Las palabras de Briela se sienten como una pausa necesaria en medio del caos de la vida, una oportunidad para reconectar con lo esencial que nos rodea, mirar la magia que hay en los árboles, el cielo… la naturaleza.

Amistad, si necesitas darte un espacio de tranquilidad, ¡acompáñalo con las rolitas de Briela! Seguro te llenan el corazón.

Compartir

Recomendado

Mujeres que suenan a fuego: el legado de las cantantes latinoamericanas

Cuando nos enfrentamos a la incertidumbre política y social,...

Ariel Venadito: «como morra trans tengo derecho a querer»

La música sana, y Ariel Venadito lo sabe muy...

Las mejores canciones de reggaetón para sanar el corazón

Nada sana mejor las heridas del corazón que una...

Recomendado

Así es la colección de Rosalía para Pull & Bear

Últimamente, a donde sea que voltees puedes ver, escuchar...