Si menstrúas sabes que aproximadamente cada 28 días se repite un ciclo de cambios hormonales y físicos en tu cuerpo; emociones encontradas y uno que otro cólico, por lo que es súper importante contar con productos menstruales que se adapten a tus necesidades.
Afortunadamente, hoy más que nunca existen muchísimas posibilidades para vivir el periodo con opciones que se adaptan a tu estilo de vida y te permiten la libertad de sentirte cómoda.
En colaboración con Saba® te ayudamos a elegir el ideal para ti.
Compra productos menstruales a un clic de distancia
La nueva tienda en línea de Saba® tiene kits personalizados para que elijas el que mejor va contigo. Además de productos menstruales para todas las necesidades y preferencias como copas, calzones, panties, tampones y más.
Algunos kits y productos que puedes encontrar en la tienda de Saba® son:
Si eres una persona propensa a irritaciones o simplemente prefieres tus productos menstruales lo más naturales posibles, este kit es el indicado, pues incluye productos de la línea Saba® Sensiti-V con 0% alérgenos, 0% colorantes y 0% fragancias, lo que lo hace ideal para pieles sensibles.
Ahora sí que a dar vueltas y vueltas sobre la cama sin ninguna preocupación, ya que este kit tiene todo lo necesario para que pases buenas noches.
Además de toallas para flujo súper abundante y parches térmicos que te ayudan a generar calor sobre tu vientre y aliviar los cólicos. Definitivamente 10/10.
Atravesar la primera menstruación no debería ser incómodo, más bien un proceso de adaptación y de reconocer y aceptar los cambios que el cuerpo está atravesando.
Si estás viviendo tu primer periodo, este kit tiene todo lo que necesitas (hasta una toalla con mensaje poderoso: “yo decido sobre mi cuerpo”). Tiene una buena dotación de toallas Saba® Teens ultradelgadas, nocturnas, protectores diarios y un jabón íntimo V-Natural.
¡Llegaron las vacaciones de verano y, por supuesto, menstruar no es un impedimento para gozar! Si no quieres preocuparte por lo que debe ir en tu maleta para tu periodo, este kit te hará la vida más sencilla.
Tiene tampones perfectos para darte unos buenos chapuzones en el mar o la alberca, toallas nocturnas, protectores diarios y algunas toallitas húmedas.
La ropa interior para el periodo llegó como una opción más sustentable. De acuerdo con Saba®, éstos llegan a reducir la huella del impacto ambiental un 77%. Además de que son tan cómodos como tu ropa interior, están disponibles en varios diseños y colores y son fáciles de lavar. Si no los has probado, quizá este sea el momento.
Tienen tecnología Tritech, la cual está formada por 3 capas. La primera es de secado rápido, seguida por una cubierta súper absorbente y, finalmente, una tercera capa respirable que te mantendrá seca, libre de accidentes y malos olores.
Desde hace algunos años, la copa menstrual se popularizó por su comodidad y durabilidad (puede durar hasta 10 años si se le da un buen uso). Es importante que verifiques el material de elaboración, la de Saba® es de 100% silicón grado médico.
La copa es una solución cómoda y consciente con el medio ambiente, que puedes utilizar sin problemas durante cualquier actividad y momento del día. ¡Siéntete libre hasta por 12 horas!
Beneficios de comprar productos menstruales en línea
Ahora que ya elegiste los productos menstruales que necesitas, solo falta añadirlos a tu carrito y ¡listo! Los envíos son en toda la República Mexicana y el tiempo promedio de entrega es de 3 días.
Además tienes varias formas de pago: por transferencia, tarjeta de débito, crédito, PayPal, OxxoPay y hasta pagos a plazos sin tarjeta.
Hay al menos 9 opciones de kits: para adolescentes que apenas comienzan a menstruar, para quienes hacen deporte o para personas con flujo abundante. Cada uno es diferente e incluye regalitos como libretas, tazas muy chulas, mochilas, toallas de baño o playeras.
Yo, como muchas personas que conozco, he caído en las manos de la cultura de la dieta una y otra vez. Creía que lo hacía por salud, pero pasaba todo lo contrario: restricción al comer, exceso de ejercicio y atracones.
Me engañaba siguiendo tendencias con un enfoque más «holístico» y «natural», como la vez que adopté la dieta clean, en la que tenía que evitar jitomates, germinado de soya y varios alimentos; o cuando hice una semana de «detox» de jugos y comida crudivegana.
He ido con nutriólogos, he hecho incontables dietas y he probado los ejercicios en tendencia para bajar de peso. Sin embargo, mi última experiencia fue la más compleja de todas. En mi camino como practicante de yoga, me topé con una de sus «ciencias hermanas», el Ayurveda.
¿Qué es Ayurveda?
Si nunca habías escuchado el término, aquí un poco de contexto.
Ayurveda deriva de «ayu» que significa vida y «veda» ciencia o conocimiento. Abarca todos los seres vivos e incluso la vida vegetal, y sus respectivas enfermedades. Ayurveda no es solo un sistema de medicina tradicional, sino también una forma de vida para una salud óptima y logros espirituales, de acuerdo con el portal Nacional de Salud del Gobierno de India.
En la práctica de Ayurveda se entiende por salud un metabolismo bien balanceado y un estado feliz del alma, los sentidos y la mente; si hay un desequilibrio en esto, ocurre la enfermedad.
En la práctica de Ayurveda se entiende por salud un metabolismo bien balanceado y un estado feliz del alma, los sentidos y la mente; si hay un desequilibrio en esto, ocurre la enfermedad. Y para tener una salud óptima — que es la base para lograr Dharma (misión de vida), Artha (prosperidad), Kama (placer) y Moksha (libertad)— influyen los alimentos que se consumen, pero también los comportamientos y pensamientos.
Hay al menos cuatro tipos de enfermedades: causadas por factores externos (como una picadura, algún accidente…); por un desequilibrio en el metabolismo y los alimentos; por alguna cuestión mental o emocional; y las «naturales», como envejecer.
Por ejemplo, para tratar la diabetes la Ayurveda recomienda posiciones específicas de yoga, restringir el consumo de dulces, productos lácteos, comida frita y frutas como mango, plátano; y recetar algunas plantas medicinales.
La existencia de Ayurveda data desde el siglo II a.c. en el subcontinente indio. Se desarrolló en un contexto en donde atendía a las particularidades y necesidades de los habitantes de la región. La comida, la cultura, los hábitos y las prácticas personales y espirituales permitieron que este sistema funcionara por y para las personas donde se creó.
Pero así como otras medicinas y prácticas tradicionales, el ayurveda ha evolucionado, se ha transformado y se ha adaptado a otros contextos. En la actualidad se ha popularizado en todo el mundo como una alternativa a la medicina alópata.
Mi experiencia con Ayurveda: restricción y estrés
Ayurveda es un sistema muy vasto, valioso y que puede ser de gran utilidad para muchas personas. Sin embargo, desde mi experiencia, una de las problemáticas al compartir este tipo de prácticas en Occidente es cuando se hace bajo el cobijo de la cultura de las dietas, desde una posición de «autoridad moral», cuando las personas que la practican adaptan los criterios de la medicina ayurvédica bajo sus propios prejuicios o simplemente no están suficientemente capacitadas.
Yo ansiaba mi cita con una coach de Ayurveda. Creía que me iba a dar todas las herramientas que necesitaba para lograr una salud «óptima» y que sería un complemento perfecto para mi práctica de yoga.
Al llegar me hizo un interrogatorio sobre mi estilo de vida, mientras ella se comía su jengibre rallado (que después me platicó que era para «ayudarle» con la tlayuda que había comido). Me sentí bien de no subirme a la báscula, que no me tomaran medidas y que se interesara en mi vida. Le platiqué lo que comía, las prácticas de yoga que hacía, las horas a las que me despertaba/dormía y otros detalles sobre mis prácticas personales y espirituales.
Ella revisó mi pulso, lengua y ojos para poder hacer su diagnóstico. Esta revisión es parte del proceso de diagnóstico del Ayurveda. Consideré importante contarle sobre la relación compleja con mi cuerpo y la comida. Me sugirió que si no quería subir de peso que solo no cenara.
En Ayurveda los horarios son muy importantes en el tratamiento porque se basan en las horas del día en las que tu sistema digestivo está más activo y fuerte y se cree que cuando el sol se oculta, el fuego digestivo (agni) ya no tiene la misma capacidad. Entonces, para mí, hizo todo el sentido no cenar.
Cuando terminé de platicarle sobre mí, ella me dijo que para todo lo que yo le decía que hacía estaba bastante mal, que tenía una carga de toxicidad fuerte y que, si seguía así, no iba a haber vuelta atrás en el deterioro de mi salud, pero que estaba a tiempo de revertirlo.
Me comentó que en mi lengua podía observar que uno de mis órganos del sistema digestivo estaba perforado. Yo estaba asustada y decidí poner mucha atención a todo lo que me dijera para «mejorar».
Una de las cosas absurdas que recuerdo fue que me reiteró lo mal que estaba cuando le platiqué que casi todos los domingos cocinaba y comía chilaquiles. O cuando le dije que no quería comer en la oficina porque me gustaba llegar a casa, cocinar y sentarme a comer con calma. Ella me recalcó que el horario en el que debía comer era cuando todavía estaba en la oficina y que la «comida solo es comida y ya».
También criticó mi práctica de yoga y el horario en que lo hacía. Y así, las casi dos horas de consulta fueron un ir y venir con todo lo que ella me decía que estaba haciendo mal y yo sintiéndome culpable. Al final, me recetó varios suplementos herbales ayurvédicos y algunos alimentos que ella y su esposo hacen y venden ahí mismo. Gasté bastante dinero en eso, además de la consulta.
«Todos mis días giraban alrededor de mi rutina y de la comida»
Recuerdo ese día sentirme ansiosa y triste, pero al mismo tiempo aliviada de haber consultado con ella «a tiempo» y de recuperar mi salud, aunque ni siquiera me sentía mal o tenía un problema que resolver realmente.
Todos mis días giraban alrededor de mi rutina y de la comida. Tenía pegada diferentes listas en mi refri, una de los alimentos que tenía que evitar, una de los que sí podía comer y otra de mi dinacharya o rutina diaria.
Mi rutina consistía en despertarme a las 5:30 am, limpiar mi lengua, dejar unos minutos un aceite que me recetó en mi boca, tomar agua no más de 7 minutos después de haber despertado, hacer mi práctica física y luego la meditación (ella me especificó qué tipo de práctica y meditación tenía que hacer), no podía tomar ningún tipo de alcohol, tenía que recordar tomar todos los suplementos, mi té «detox», y tomar en cuenta el punto cardinal hacia donde estaba cuando comía y dormía.
Tenía horarios muy específicos para todo, en especial para comer y dormir. Comía cosas que no me gustaban realmente, pero confiaba que entre más lo hiciera, más fácil se volvería, pero no fue así. Cada día me era más difícil llevar todo al pie de la letra y compaginar mi vida personal y laboral con este nuevo estilo de vida. A todos lados llevaba mi comida y me escapaba de cualquier compromiso para poder dormirme a las 10 pm en punto. Honestamente, no duré más de un mes.
«Las formas hostiles que la coach utilizó para guiarme, me sembraron miedo y desconfianza»
Toda la vida he tenido mucho cuidado con los extremos y la rigidez, porque tengo esa tendencia de irme de lleno en todo sin límites sanos. En la segunda cita se lo comenté a la coach y me recomendó un libro sobre la disciplina.
Esta experiencia fue aún más compleja que una dieta restrictiva, porque no solamente interfirió con mi forma de comer, sino con prácticas tan personales como mi meditación y yoga.
Emocionalmente me sentía muy estresada y de mal humor porque sentía que no lo estaba haciendo bien. Las formas hostiles que la coach utilizó para guiarme, me sembraron miedo y desconfianza conmigo misma y mi cuerpo. Cuando le externé las razones por las cuales ya no podía seguir, ella se mostró indiferente y al inicio sentí culpa por no haberme esforzado lo suficiente.
Conozco a muchas personas que pasaron por el mismo proceso que yo y el común denominador es creer que el error está en una por no haber podido continuar, cuando está probado que las dietas restrictivas —no funcionan como explica la nutrióloga incluyente Raquel Lobatón en este texto—, tengan el nombre que tengan o estén disfrazadas de «cambio de hábitos».
La cultura de las dietas tiene muchas facetas y no siempre está en lo obvio, como contar calorías o tomar pastillas para bajar de peso. A veces también se ve en rutinas rígidas que no toman en cuenta tu estado emocional, tu historia personal y tu relación con la comida o en la obsesión de comer solo cosas «naturales».
Mi miedo ya no solo estaba en ganar peso sino también en deshacerme de todas las toxinas que me dijeron que tenía y vivir así no tiene nada que ver con ser saludable.
La violencia de la «superioridad» espiritual
En el mundo de lo «holístico» hay coaches, maestros y maestras de yoga y guías que lamentablemente refuerzan la gordofobia y patrones poco saludables con el cuerpo y la comida y que aprovechan su posición de poder para imponer sus creencias y juicios.
De estas personas he escuchado consejos sobre alimentación que no fueron requeridos. Maestrxs de yoga que satanizan la carne o el café o guías espirituales que dicen que el aumento de peso se debe a «emociones estancadas».
Erróneamente le damos autoridad a personas que poco conocen de nuestros procesos o que a veces carecen de estudio en estos temas, cuando nadie debería de aprovechar su posición de «persona experta» para que, a través del miedo y la culpa, hagan creer que el estilo de vida que promueven es el correcto.
La coach me dijo que una vez que conociera el daño que me hacían las cosas, me iban a causar el doble de daño. El antídoto a esa culpa de que no soy suficientemente saludable ha sido soltar la rigidez y los «deberías» respecto a mi cuerpo y la comida y una alimentación intuitiva.
Todas las personas tenemos distintas necesidades y contextos y la salud no es como una prenda de una talla que le quede a todes por igual. No importa el método o estilo de vida que practiquemos, siempre y cuando nos enaltezca y reafirme que ya somos seres dignos y perfectos.
Vale la pena seguir cuestionando la cultura de las dietas para desenmascarar todas sus formas y no poner en un pedestal a ningún «gurú de la salud», ni darle autoridad a nadie sobre nuestras necesidades y cuerpos.
En el oráculo de agosto, el aclamado León se levanta orgulloso, mostrando su esplendor al mundo. El Sol, ubicado en la constelación de Leo, nos invita a brillar y dejar salir el fuerte rugido que todas las personas tenemos dentro.
Curiosamente, la carta que se manifiesta para este mes es el frío Solsticio de Invierno, que trae una energía aparentemente opuesta, gélida y misteriosa; que nos llama a transitar los bosques de nuestro interior para que veamos quiénes somos realmente.
La carta del Solsticio de Invierno denota la llegada de un periodo importante para ti, para mí, para los seres humanos, vinculado al poder sanador de la reflexión. Nos está indicando que es buen momento para tomarse un poco más de tiempo para une misme, en soledad y en silencio.
Oráculo de agosto: La sabiduría y aprendizaje del silencio
Sé bien que tal vez podrías encontrar la idea de la soledad y el silencio como algo poco atractivo, incluso podría sonarte aterrador. Pero el silencio es una gran herramienta que puede permitirte escuchar tu interior y entenderte de maneras que no podrías experimentar cuando estás en medio del ruido: de tus redes sociales, del trabajo, todo aquello que es externo. El Solsticio de Invierno indica que es tiempo de prestar atención a aquellas cosas que vulneran tu propio poder, autoconfianza, voluntad, capacidades y potencialidad.
La pregunta clave que te invito a realizarte este mes es la siguiente: ¿Cuáles son los actos de autosabotaje que realizo contra mí misme? Puede que hoy me haya traicionado por dejar de ser fiel a mis propias creencias para complacer a otra persona. O tal vez permití que alguien cercano doblegara mi opinión, solo por complacerle. Tal vez dejé pasar algo que va en contra de mis principios. O tal vez hoy creí que no era suficiente para lograr ese propósito.
Ya ves que no es un trabajo fácil. Pero justamente, penetrar en tu propio bosque interior y tomarte el tiempo para pensar en ello, es el paso que podrías necesitar para darte cuenta de que, seguramente, hay cosas que cambiar y mejorar dentro de ti y/o en tu vida (trabajo, relaciones, familia, etc).
Medita sobre ello. Siéntate, toma un rico té, escribe todo lo que venga a tu mente y luego, con esa claridad de saber qué es lo que te afecta, podrás determinar nuevas formas de sentir tu poder.
Quiero que sepas que el León brillante que habita dentro de ti te mira con sus ojos de fuego solar hoy y dice: «Sí, tú eres suficiente. Tú puedes hacerlo. El poder para crear la realidad que deseas es tuyo, aquí y ahora».
Ritual para agosto
Los rituales tienen un montón de beneficios. Este mes libera tu bruja interior y date un momento de silencio absoluto para escucharte. Cinco minutos en tu cama, en tu auto, en tu oficina, en tu jardín. Al menos una vez por semana, escribe tus reflexiones sobre en un bloc de notas. ¡Ve a por ello!
Manzanilla: Para la confusión mental y si sientes que tus emociones son difíciles de manejar. Esta dulce y luminosa planta iluminará tu camino. Bébela en té visualizando un rayo de luz blanca que inunda tu cuerpo.
Caléndula: Para elevar la autoconfianza. Esta hija del Sol brillante te dará el calor necesario para llenar tu corazón de valor y alegría. Bébela en té con miel y visualiza un rayo de luz naranja que inunda tu pecho y se expande por todo tu cuerpo.
Margarita: Para traer de vuelta la alegría perdida o si has dejado de confiar en los demás a raíz de tus heridas del pasado. Margarita deshojará pétalo a pétalo cada tristeza de tu corazón y te sonreirá, dándote fuerzas para dejar atrás todo lo que te trae lágrimas, de forma amorosa. Adorna tus espacios con margaritas frescas, sea en un florero o en maceta. Si no la consigues, ¡ponla de fondo de pantalla en tu teléfono!
¿Cuántas veces has intentado ir al gimnasio pero no terminas por sentirte cómoda? Entre los mensajes de esforzarse al máximo y que el fin último de hacer ejercicio sea adelgazar, es complicado encontrar espacios seguros para ejercitarse. Sin embargo, los hay y cada vez más, como Tripulación Crew, un club de entrenamiento enfocado en mujeres y disidencias.
Este grupo, fundado por Valerya Lozada, surgió en medio de la pandemia. Inicialmente era un club para ir a correr pero poco a poco se transformó en un espacio para entrenar online, pero sobre todo para hacer comunidad y amistad a través del movimiento.
Valerya Lozada fundó Tripulación con el objetivo de entrenar en un espacio seguro y con un enfoque por una «vejez digna». Fotografía: Adriana Hamui
Desde que era niña, Valerya creció haciendo ejercicio. «Mis papás me introdujeron en este mundo del correr y ejercitarse. Y ahora para mí ya es un estilo de vida, más que un hobby», dijo a Malvestida.
Como muchas personas, durante un tiempo Valerya hacía ejercicio con la mentalidad de llevar su cuerpo al máximo, a solo descansar un día y con la meta de bajar de peso. Sin embargo, eso cambió. Un día, que quedó grabado en su memoria, vio a una adulta mayor lanzarse a nadar en un cenote, eso le hizo sentir que quería cuidar su cuerpo no solo en el presente, sino para envejecer con dignidad.
«Yo quiero llegar a la vejez y poder seguir caminando en el bosque, poder nadar en un cenote. Quiero una vejez digna. Y de ahí es de donde surgió el lema (de Tripulación)», cuenta.
Fotografía: Adriana Hamui
Tripulación Crew: Hacer ejercicio por salud
Desde entonces, eso es lo que ha intentado transmitir a las personas que entrenan con ella vía Zoom: que lo más importante de hacer ejercicio hoy es por salud, porque «la juventud no dura siempre» y porque el movimiento es un medio para cuidar también de nuestra mente.
Y que el proceso de movimiento no tiene por qué llevarnos a exigir nuestro cuerpo al máximo, sino que puede ser un camino de paciencia, aceptación, descanso y reconocer que no siempre hay motivación.
Melisa Lozano Retizyo, integrante de Tripulación. Fotografía: Adriana Hamui
Valerya dice que a veces no es tan sencillo cambiar esa mentalidad porque «desafortunadamente vivimos en un mundo donde se nos han impuesto estereotipos de manera arbitraria, los cuales nos han afectado especialmente a las mujeres. Se nos han dictado las tallas que debemos cumplir, cómo vestir, la apariencia física que debemos tener, incluso que no tenemos que envejecer, o que el ejercicio es solo para perder peso».
Por eso, Tripulación busca ser un espacio seguro y amable para entrenar. «Este programa es un espacio seguro donde hacemos entrenamientos exclusivo para mujeres, lesbianas y disidencias sexuales, ante la escasez también de estos espacios donde podamos sentirnos cómodas con nuestra cuerpa sin sentirnos juzgadas».
Fotografía: Adriana Hamui
Durante los entrenamientos, ella se enfoca en comunicar a las personas que entrenan con ella la importancia de que distribuyan su energía, escuchen a su cuerpo, aprendan a descansar y sean amables consigo mismas. Y así disfrutar de la fortaleza, agilidad y condición que deja el ejercicio.
También se enfoca en la aceptación corporal. Por ejemplo, a veces todas entrenan en top para vencer los prejuicios de cómo debe verse un cuerpo atlético. Valerya dice que en el grupo existe la confianza para hacerlo sin que nadie se sienta juzgada.
Yareni Velázquez Mendoza, integrante de Tripulación. Fotografía: Adriana Hamui
Cómo iniciarse en el ejercicio
Para Valerya, el ejercicio es una pieza fundamental dentro de todo un rompecabezas para la salud. «El ejercicio no lo es todo, es un complemento, una herramienta más que nos ayuda a que nos sintamos mejor, a que podamos llevar nuestro día más ameno, (nos ayuda a) encontrar cierta tranquilidad», dice Valerya.
Y por eso recomienda que las personas que aún no hacen ejercicio comiencen a hacerlo desde la paciencia.
Constancia para que se convierta poco a poco en un hábito.
Reconocer que no siempre habrá motivación.
Ponerte ropa deportiva con la que te sientas cómoda y puedas potenciar tu entrenamiento, como los tenis adidas Ultraboost 22 que fueron diseñados especialmente para correr.
Buscar aliados, como Tripulación u opciones como la aplicación de adidas Training.
Recompensar tu esfuerzo.
Por último, no olvides que una excelente forma de mantener la motivación es ejercitarte en comunidad. Para Valerya, el acompañamiento es esencial, no solo por la parte de la técnica, sino por la amistad que se crea alrededor del movimiento.
Cada año en julio, en Oaxaca se celebra el Certamen Diosa Centéotl. En él se convoca a mujeres oaxaqueñas mayores de 18 años, representantes de las ocho regiones del estado. El objetivo, más que un concurso de belleza, es honrar la identidad, los saberes, las tradiciones y la diversidad de los pueblos originarios del estado.
En Malvestida, platicamos con la ganadora de este año, Jacsenic Maybeth, y dos participantes, Paola Zárate y Berenice Argüelles, quienes nos contaron sobre lo que representa este certamen para ellas, su sentido de pertenencia y sus conocimientos tradicionales.
Fotografía. Marcus Sierra
¿Qué es el Certamen Diosa Centéotl?
Centéotl forma parte del panteón de deidades mexicas. El mito mesoamericano cuenta que el maíz se creó gracias a esta deidad. Centéotl se hundió en la tierra para crear vegetales que alimentaran al pueblo. Así surgieron el algodón, el huauzontle, la chía, el camote y el maíz.
La Diosa Centéotl representa fertilidad, juventud y abundancia. Donde ella habita, nacen las flores y los alimentos.
Durante el Certamen Diosa Centéotl a las participantes se les asigna una categoría al azar, que deben desarrollar explicando las prácticas particulares de sus pueblos de origen. Algunos de los temas son gastronomía, música, artesanías, indumentaria, cuentos o leyendas, relatos, medicina tradicional, lengua materna, etcétera.
Este año, el encuentro fue el 1 y 2 de julio. Y la seleccionada fue representante en las fiestas de la Guelaguetza.
Qué representa participar y cómo es la preparación
Jacsenic Maybeth, originaria de Santo Domingo Tehuantepec y ganadora del certamen de 2022, contó que participar fue cumplir su sueño de representar a su pueblo y a las mujeres trabajadoras y orgullosas que lo habitan, así como dar a conocer un poco de su cultura.
Ella se preparó desde niña. «Me gusta portar el traje de tehuana y todo comenzó desde que decidí participar para el certamen La Reina Sandunga, como Tehuantepec tiene la costumbre de mandar a la ganadora a participar en el certamen de la Diosa Centéotl». Después pasó días estudiando, escribiendo y platicando sobre los temas que incluye la convocatoria.
Paola Zárate, originaria de Ciudad Ixtepec en la región del Istmo de Tehuantepec, dice que su participación simbolizó «pagar una deuda conmigo misma, porque desde los 15 años yo tenía mucha ilusión de participar y lo logré. Ahora pude preguntarme cuál es mi postura al representar a mi pueblo, ya que tengo más experiencia y conocimientos».
A ella le tocó hablar de un tema que le apasiona mucho: la medicina tradicional. «Hablé de las curanderas y lo relevante que es para nosotros en la comunidad».
En palabras de otra de las participantes, Berenice Argüelles, originaria de San Francisco Sola, ubicado en la Sierra Sur de Oaxaca, lo que más valoró de este certamen es que está cargado de hermandad y poder femenino. «Es maravilloso ver a tanta mujer chingona representando a sus pueblos y luchando por mejorar desde sus trincheras», dijo a Malvestida.
Y agregó: «profesionistas, cocineras tradicionales, curanderas, es maravilloso poder ver tanta mujer representando a su pueblo y sin el sentido de competencia. Una no puede decir ‘quiero ser mejor que la otra’, porque se trata de abrazarnos y decir ‘a quien elijan, ella nos va a representar a todas’ y será una digna representante porque todas somos mujeres increíbles».
Fotografía. Marcus Sierra
El orgullo de representar a tu pueblo
Jacsenic y Paola, aunque son originarias de dos municipios distintos, pertenecen a la etnia zapoteca. «Para mí, pertenecer a la etnia zapoteca es un gran orgullo, yo soy el reflejo de la historia de mi pueblo», dice Jacsenic. Para ella, saberse zapoteca es saberse heredera de generaciones pasadas, pero también cosechar herencia para las generaciones futuras.
Muchas veces la identificación con una etnia está relacionada con hablar una lengua. Sin embargo, existen municipios, como el de Paola, donde solamente el 18% de la población habla el zapoteco. Y es que en Ciudad Ixtepec ha habido un flujo muy grande de migraciones internacionales, pero esto no quiere decir que no exista un sentido de pertenencia zapoteca. «Yo me considero una mujer indígena, una mujer zapoteca», asegura Paola.
«Yo soy originaria de San Francisco Sola, ubicado en la Sierra Sur, perteneciente al municipio de Sola de Vega. Nosotros ya no somos considerados como tal un pueblo indígena, puesto que no hay un registro de que haya existido una lengua materna que no sea el castellano», explica Berenice. «Yo agradezco mucho haber nacido ahí, tiene un significado invaluable y me hace muy feliz».
Fotografía. Marcus Sierra
Un certamen para honrar los saberes
Más allá de las críticas que puedan recibir los certámenes, este en particular cuestiona lo que socialmente reconocemos como belleza; además la participación es muy diversa, en cuerpo, cabello, edades, forma de hablar y de ser.
«Durante generaciones se nos ha dicho que sólo ciertos rasgos físicos son bellos y esto no nos permite ver más allá, porque las personas morenas, bajitas, de complexión robusta, ojos rasgados y cabellos chinos también son bellas», declara Paola.
Ir más allá de la belleza física saca a relucir nuestro verdadero valor como personas, aquello que nos hace únicas y también aquello que nos enlaza con nuestras comunidades. «Yo estoy muy orgullosa de la mujer que soy, estoy aquí porque las mujeres como yo somos muy valiosas e importantes dentro de mi comunidad», menciona Berenice. «Los certámenes no son para catalogarse por el cuerpo o la cara que tenemos, sino por nuestros saberes y experiencias».
Jacsenic destaca que actualmente en la sociedad en general se le sigue dando mucha importancia a la belleza física. «No ven el interior de cada persona, como puede ser la sabiduría, el conocimiento, el respeto», dice.
Fotografía. Marcus Sierra
Una deuda con los pueblos originarios
En años recientes, el estado de Oaxaca se ha popularizado por su enorme riqueza cultural. Una de las máximas expresiones que deja ver su diversidad étnica es la Fiesta de los Lunes del Cerro o Guelaguetza. Sin embargo, más allá de las prácticas culturales existen cuestiones estructurales que precarizan y rezagan a muchas de estas comunidades.
«Al gobierno le encantan esa ‘autenticidad’ y la promoción turística de nuestros pueblos, pero cuando se trata del acceso a la educación, salud o trabajo digno, es algo muy distinto, tiene una deuda histórica con los pueblos indígenas», reclama Berenice.
Y agrega: «Podemos hablar de las tradiciones y costumbres de nuestras comunidades, pero también debemos ser conscientes del enorme rezago educativo y laboral que se vive».
Fiestas como la de la Guelaguetza y el certamen de la Diosa Centéotl permiten celebrar a las distintas comunidades de Oaxaca y su diversidad. Pero eso también va de la mano de exigir que estas sean verdaderamente tomadas en cuenta y no como simplemente el folklore.
«Cuando dicen que la Guelaguetza es la fiesta étnica más grande de Oaxaca, yo digo que no es verdad, porque ahí no están representados todas y todos, quizás solo es una ventanita que nos permite ver que hay algo más allá de los espacios urbanos que conocemos, de la vida en comunidad con otras personas y con la naturaleza», afirma Paola.
Correr ha cambiado la vida de muchas mujeres, una actividad que parece simple pero se ha convertido en un símbolo de resistencia, unión y colectividad.
Entrevistamos a tres mujeres que disfrutan del running y nos contaron cómo ha sido su experiencia corriendo, qué es lo que las motiva a seguir y qué consejos le darían a alguien que quiere empezar a correr.
Araiz es periodista y corredora desde hace 14 años. Cuando empezó a correr lo hizo para «perder peso», pero rápidamente su perspectiva cambió y empezó a verlo como un beneficio para su salud mental. «Cuando corro me siento feliz, siento que fluyo. Si empiezo el día corriendo, siento que automáticamente ya todo toma su curso», cuenta.
Actualmente es maratonista, entrenadora certificada y tiene un podcast en donde entrevista a atletas y expertas en deporte, sobre todo mujeres, para hablar de los beneficios de correr, no solo físicos, sino emocionales y para crear comunidad.
«Es chistoso porque hay gente que dice que si corres, ya no necesitas terapia, yo no lo creo así. Lo que sí creo importante es que correr también te ayuda a unirte con otras personas y hacer comunidad y eso sí que puede hacer una diferencia en tu experiencia corriendo».
Consejitos para correr una maratón
Ara corrió su primera maratón a los 23 años, fue el de Mazatlán. En ese entonces no existían muchos referentes del running, ni había personas en internet hablando de correr, por lo que buscó sus propias alternativas para entrenar. «Tardé 5 horas en terminarlo, pero para mí fue una satisfacción muy grande porque en educación física no aguantaba ni 10 minutos corriendo», dice entre risas.
Su principal consejo para otras mujeres que quieren correr una maratón es «solo atreverse. Es super importante sabernos capaces, porque lo somos. Además, buscar una comunidad, con amigas, o con quien ellas quieran pero que no se sientan presionadas, que busquen esa paz de correr y se quiten la idea de ‘No pain, no gain’ porque el ejercicio debe disfrutarse. Es muy importante entrenar y asesorarse con un experto/experta».
También invita a cuestionarnos desde dónde nos acercamos al ejercicio, por ejemplo, «el miedo a no cumplir estándares de belleza, yo intento cambiar esa idea en quienes entrenan conmigo».
Frida, un aquelarre de corredoras
Frida es parte del colectivo Aquelarrun, un grupo de mujeres de todas las tallas y tamaños que aman correr.
Ella empezó en el running gracias a una de sus tías, quien era una mujer trabajadora con un rol muy normativo en su hogar, pero que todas las mañanas corría sin falta. Cuando Frida tenía 10 años, empezó a correr en un parque y de pronto empezó a inscribirse en carreras para niñxs de 100 y 200 metros.
«Desde ahí comenzó mi gusto, pero mi entrada formal al running fue hace unos años cuando una exnovia me integró en su grupo de amigas, eran puras morras corriendo por el puro gusto, no buscaban tener cuerpos atléticos, y después de correr siempre nos juntábamos a platicar del entrenamiento o de lo que habíamos visto corriendo», comenta Frida.
Lo que más disfruta Frida de correr es olvidarse de todo y no pensar en otra cosa más que lo que está haciendo y sintiendo en ese momento, tanto negativo como positivo.
«Algo que me pasa constantemente es el miedo por la inseguridad, yo amo correr de noche, pero como morra no tienes garantizado poder disfrutar un entrenamiento sin que algo te pase o alguien te acose, creo que de ese sentimiento nació Aquelarrun», dice.
Un día, mientras corría con su exnovia en la noche, vieron a unos grupos de hombres corriendo solos, en pareja y sin ningún problema. En ese momento se cuestionó «¿Por qué hasta en esto tenemos que huir y no podemos tener nuestros propios espacios seguros?», entonces empezó a hacer convocatorias para mujeres y correr juntas.
Rápidamente, Aquelarrun se convirtió en un grupo para apropiarse del espacio público y sentirse cómodas corriendo.
¿Qué consejo o recomendaciones le darías a las mujeres que quieren empezar a correr y que van a hacer su primera maratón?
«Anímense, pero háganlo con pasión, rodearse de mujeres que corren porque les gusta y no por seguir una norma. Tener en cuenta que está bien descansar, detenerse», contesta.
Y también agrega que es importante hacerlo ameno poniendo música, una playlist que motive y amigas. « Y pensar siempre en las personas que te están esperando en la meta siempre ayuda, son 42 km en los que puedes aprender mucho de ti, un momento muy introspectivo porque solo estás tú diciéndote a ti misma que tú puedes, que has trabajado y que eres capaz de hacerlo, solo confiando en ti».
Lucy: «A mis veintes hice una lista de las cosas que quería hacer y una de esas fue correr una maratón»
Lucy es una corredora y maratonista que vive con discapacidad visual. Empezó a correr intermitentemente desde los 15 años y ahora, con 42, el running se ha convertido en una parte de su vida.
A Lucy siempre le gustó estar en movimiento. Le apasiona el ejercicio, pero correr le llena. Ella creció en un pueblo y recuerda que correr entre los árboles y sentir el aire en la cara hacía sentir libre.
«A mis veintes hice una lista de las cosas que yo quería hacer y una de esas fue correr una maratón y se me metió la idea de correrlo, pero la verdad no sabía de qué manera lo iba a hacer. Había una parte de mi que sentía que siempre había tenido condición, yo decía ‘me inscribo y corro y ya’. Pero no. Mis primeras carreras como tal no fueron maratones, fueron carreras en la escuela o por ejemplo después me empecé a integrar al Centro Paralímpico y ahí estuve entrenando y empecé a admirar a personas que corrían bastante, a pesar de la lluvia o del frío», cuenta Lucy .
Lucy asistió a una carrera y se dio cuenta que ya no tenía la misma condición de cuando era pequeña. «Me quedé muy triste y le conté a unas amigas y una de ellas me dijo ‘vamos a correr’. Otra de las cosas es que por ser persona con discapacidad visual, necesito un guía. Entonces empezamos a organizarnos para ir a correr, íbamos 3 veces a la semana y empezamos con carreritas de 5 km, luego 10 km, luego 15 km, luego medio maratón pero no llevábamos un programa como tal. En realidad mi amiga, confiando en mí, además yo establecía los programas sin saber, era más cosa de correr lo que el cuerpo fuera aguantando».
El día que corrió su primer maratón, nos cuenta que estaba muy nerviosa, con miedo y ansiedad, los primeros 10 km los sintió muy bien porque la gente la animaba, después de medio maratón comenzó a preguntarse “¿Qué estoy haciendo aquí? es una locura, yo podría estar en mi camita”. Cuando llegó al km 32 sintió que ya no podía y comenzó a llorar. Al final su motivación fue su equipo, sus guías que nunca la soltaron. Llegar a la meta la dejó completamente en shock.
¿Qué consejo o recomendaciones le darías a las mujeres que quieren empezar a correr y que van a hacer su primer maratón?
«Sugiero que en principio se asesoren con gente que ya ha corrido maratones, confiar en una misma, que salga lo que tenga que salir, vivir el presente sin tanto miedo o duda. Aprender a ir identificando nuestras emociones, si durante el maratón vives varias emociones es bueno irlas sacando y liberando. No usar ni probar nada nuevo el día del maratón, ir conociendo nuestro cuerpo a lo largo del entrenamiento».
Esperamos que este contenido les haya llegado como una dosis de inspiración para animarse a cumplir con todas sus metas.
Hace 30 años, se reunieron en República Dominicana alrededor de 400 mujeres negras de 32 países de Latinoamérica y el Caribe para tratar los temas que atraviesan a las mujeres negras en la región: sexismo, empobrecimiento, discriminación racial, migración, encarcelamiento, violencia policial, etcétera. Desde entonces, cada 25 de julio se celebra el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora.
Conmemorar esta fecha tiene el objetivo visibilizar los aportes, luchas y resistencias de las mujeres afrodescendientes y promover acciones concretas que eliminen la discriminación y el racismo. Temas que, como en la región, también son urgentes en México. Según el Censo poblacional de 2020 realizado por el INEGI, en el país existen 2.5 millones de personas que se identifican como negras, afromexicanas o afrodescendientes. El 51% de estas personas somos mujeres.
Reconocer a las personas racializadas en México no es suficiente
Aunque por fin se dio el reconocimiento de las personas afrodescendientes en el artículo segundo de la Constitución política mexicana, el racismo no desaparece. Las mujeres negras en México aún nos enfrentamos a situaciones de racismo que violan nuestros derechos humanos. Somos víctimas de acoso y hostigamiento policial porque se duda todo el tiempo si realmente somos mexicanas. En las calles, autobuses y aeropuertos, las autoridades migratorias nos exigen mostrar nuestras identificaciones oficiales e incluso que cantemos en voz alta el himno nacional. A pesar de contar con documentos de identidad que nos acreditan como mexicanas, muchas de nuestras hermanas han sido deportadas a otros países, como Honduras y Haití.
El reconocimiento es insuficiente. La brecha histórica es inmensa y es urgente y necesario que el estado repare a los pueblos negros y racializados de México por 500 años de racismo estructural. Las acciones afirmativas ya no nos interesan. Las cuotas de género o de racialidad son acciones paliativas que no resuelven el problema del racismo de fondo. Nos hicieron creer que si nos daban una parte del pastel el racismo desaparecería. Más que cuotas de género o puestos de representación, exigimos que el Estado respete los territorios de la gente prieta de México, que detenga de inmediato la construcción del Tren Maya, que dé respuesta por las desapariciones, asesinatos y detenciones de personas defensoras de tierra y territorio.
No necesitamos el reconocimiento en una constitución si la sociedad mexicana sigue reproduciendo el sistema racista que nos vulnera y nos deshumaniza. Queremos vivir plenamente y no sólo sobrevivir. Merecemos acceso a los derechos «humanos» que parecen, más que derechos, un privilegio al que pocos tienen acceso.
Queremos «vivir sabroso». como dice Francia Márquez, mujer negra, vicepresidenta electa de Colombia. Vivir sabrosos es salir a la calle sin miedo, poder disfrutar de la vida con libertad. Vivir sabroso significa que se respeten nuestros derechos humanos. Existir sabroso es no preocuparnos por qué vamos a comer, se trata de existir sin miedo a ser forzadas a dejar nuestras tierras con la esperanza de algo «mejor». Vivir sabroso es que los recursos naturales que nos rodean no sean extraídos por empresas multinacionales, vivir sabroso es gozar de agua potable, poder bañarnos en nuestros ríos y mares, ir a las montañas llenas de vegetación y fauna.
Vivir sabroso es la posibilidad de poder elegir en qué gastar nuestro tiempo y no tener que destinar media vida en traslados largos para llegar a nuestros trabajos explotadores y precarizados. Se trata de tener la libertad de elegir qué chingados hacer con nuestra vida y ser dueñas de nosotras mismas.
Más que un reconocimiento, exigimos que el Estado se apegue a los tantos tratados internacionales que firmó para garantizar el respeto por la vida de las personas migrantes. Esta guerra que vivimos en México, esta constante violación a los derechos humanos, esta crisis de la vida, se llama racismo. Racismo que inició hace 500 años cuando Colón pisó los territorios de Abya Yala y cuando los colonos europeos secuestraron a nuestros ancestros africanos para esclavizarlos.
Día de la Mujer Afrolatina: «Nos posicionamos a favor de la vida, el respeto, el cuidado de la tierra», por la libertad, sanación y reparación
Este 25 de julio, Día de la Mujer afro, nos posicionamos a favor de la vida, del respeto y del cuidado por la tierra. Nos oponemos a la militarización de las calles, al uso excesivo de la fuerza, a las armas, a las medidas punitivas, a las cárceles. No queremos leyes para resolver el racismo o el sexismo, porque como mujeres prietas, negras y racializadas creemos que las cárceles no son sinónimo de justicia, sino todo lo contrario. Las cárceles son la esclavitud de la actualidad, como bien diría nuestra referenta, feminista negra antirracista, Angela Davis.
Queremos libertad, sanación y reparación no solo para nosotras sino también para los hombres que nos han agredido. No queremos cárceles, queremos escuelas donde se respeten nuestras lenguas, nuestros saberes y ritmos. Basta de leyes, códigos penales y criminalización, exigimos centros de salud dignos en donde la vida realmente se coloque en el centro. Queremos construir caminos de reparación y justicia que no reproduzcan las opresiones racistas, clasistas y patriarcales.
La herida colonial del racismo nos hiere de forma personal e íntima, pero también colectiva, por eso creemos que es necesario reflexionar, hablar y sanar juntxs. Construir en comunidad para luchar contra las múltiples violencias que nos atraviesan es urgente, porque el capitalismo racial y el patriarcado colonial nos separó y es nuestro deber reunirnos de nuevo para aplastar la matriz de las opresiones. Nuestro lema: “Solas somos semilla, juntas campo florido” refleja el poder que hemos conocido a partir de trabajar de manera colectiva hace un poco más de dos años. Es muy reconfortante tejer lazos de encuentro desde la diferencia, reconocernos desde la heterogeneidad y el dolor. Sanar la herida del racismo juntas nos ha permitido florecer.
¿Siempre has querido correr pero no sabes por dónde empezar? ¿Compraste unos tenis nuevos y ahora no tienes mucha idea de qué sigue? Aquí te dejamos 7 libros sobre running para entrarle de lleno, y cuando menos te des cuenta ya estés preparándote para tu primera maratón.
Son historias que te llevarán de la mano para conocer las vivencias de personas que han hecho de correr parte de su vida, también consejos útiles (por cierto, hicimos una guía para comenzar a correr, échale un ojo aquí LINK nota 3) y mucha inspiración.
Este texto es parte de una serie de colaboraciones con adidas para incentivar a las personas al movimiento. Si quieres saber cómo empezar a correr, échale un ojo a cómo elegir unos buenos tenis.
7 libros sobre running maravillosos
1. Correr en femenino, Alexandra Heminsley
A la par de la popularización del running, este libro se enfoca en cómo es correr siendo mujer y aborda problemáticas, experiencias y obstáculos específicos por y para mujeres.
100% garantizado que cuando termines este libro te darán ganas de ponerte tu mejor outfit deportivo y salir a correr.
Si te gusta la poesía y el running, este es para ti: Yanira Garcia plasma la travesía de correr mezclada con la antigua sabiduría femenina o lo que ella llama «ese ancestral conocimiento sensible para observar e interpretar el entorno». Un libro para reflexionar sobre lo bello que es correr.
¿Hasta cuándo se les prohibió a las mujeres practicar deporte? Este libro cuenta y analiza el largo camino que han tenido que recorrer las mujeres y la comunidad LGBTIQ+ para tener espacios y visibilidad en los deportes como el atletismo.
Si lo que buscas es inspirarte y al mismo tiempo mirar desde la empatía historias diversas, esta opción es para ti.
4. De qué hablo cuando hablo de correr, Haruki Murakami
Este libro narra cómo la vida del escritor Haruki Murakami cambió a partir del momento en el que decidió empezar a correr. Su historia es inspiradora pero también realista, lejana a la romantización del correr. Habla de sus entrenamientos, búsqueda de superación, fracasos y cómo esta actividad ha influido en lo que escribe.
Desde que empezó a correr en 1980 y hasta ahora Murakami ha competido en más de 20 maratones y una ultramaratón (¡100 km!). Si lo lees, seguro te darán ganas de correr una maratón.
La periodista Cristina Mitre comenzó un movimiento en el que invitó a todas las mujeres de su ciudad a correr con ella y así comenzó “Mujeres que corren”, en el que actualmente forman parte más de 10 mil personas.
En este libro, Cristina cuenta su propia experiencia como corredora, lo que la inspiró a adentrarse en el running y busca asesorar en temas básicos a las mujeres que tienen ganas de empezar a correr.
Si esto te resonó porque justamente estás en busca de un grupo de atletismo, en Ciudad de México está adidas Runners, un club de atletismo en donde todas las personas son recibidas, sí, desde nivel principiante.
6. Cómo me convertí en runner si odiaba correr, Antonio Barrón y J. Pablo Rodríguez
Esta historia ficticia tiene como principal objetivo motivar a las personas que se sienten indecisas por entrarle a running, quienes lo han dejado o no saben cómo empezar a entrenar para su primer maratón.
Además de la historia donde el personaje nos cuenta sus principales errores, aprendizajes y mejoras corriendo, este libro también comparte tips de entrenamiento, conceptos clave, trucos, etc. Justo lo que necesitas para entrarle al atletismo.
7. Las mejores rutas del mundo para hacer running, varios autores
Si lo tuyo aparte de correr, es viajar, este libro es perfecto para ti. Es una recopilación de los 200 mejores lugares en el mundo para disfrutar el paisaje mientras entrenas, en 60 países de los 5 continentes. ¡Emoción máxima!
Con el incremento de personas que buscan entrelazar estas dos actividades, han surgido carreras y maratones en los rincones más bonitos del planeta. Y, amistad, vale la pena correrlos.
Esperamos que en estos libros hayas encontrado respuestas a tus preguntas y te animes, ¡por fin!, a agarrar los tenis sin miedo y comenzar a correr a tu propio ritmo.
¡El verano ya está aquí! Ya sea en la playa o en la ciudad, nos entran esas ganas locas de estar fuera todo el día; agarrar un bronceado tropical (siempre cuidando nuestra piel) y por supuesto andar en traje de baño 24/7. Si estás buscando dónde conseguir trajes de baño completos versátiles y en colores hermosos hicimos esta guía de compras junto con Aerie, una marca que nos recuerda que sin importar el modelo de traje de baño que elijamos, lo que mejor nos queda es ser real.
Dentro de su tienda puedes encontrar todo lo que necesitas para vivir tus vacaciones súper cómoda, desde shorts y leggings suavecitos, hasta bralettes y ropa de playa.
¿Dónde conseguir trajes de baño completos?
Aerie es una opción que nos gusta muchísimo por su variedad de estilos y la calidad de su prendas. Además sus productos Real Good están hechos con nylon reciclado, mediante una técnica que reutiliza retazos de fibra sobrantes y los transforma en hermosos bikinis y trajes de baño completos.
Ahora sí, ¿lista para elegir tu look?
Traje de baño efecto bikini
A veces queremos mostrar algo de piel, pero no tanto. En esos casos este traje de baño completo con aperturas al costado sale al rescate.
Su diseño es precioso, lleno de flores coloridas y olanes. Puedes combinarlo con un pareo, sandalias y ¡listo!
Si estás buscando un clásico pero con un twist, este modelo es para ti. Un traje de baño de una pieza con cuello halter súper coqueto y la tela es texturizada. Viene en color negro o menta vibrante, para que elijas cuál va mejor con tu estilo.
Si lo tuyo son los estampados coloridos, este traje de baño es ideal. Es de tiro bajo y con tirantes ajustables. Podrías combinarlo con pantalones o shorts para usarlo también como un top.
Seguramente has escuchado la frase de «para ponerte un bikini solo necesitas un cuerpo y un bikini». Si bien es genial que existan este tipo de mensajes que nos invitan a usar la ropa que queramos y romper los estereotipos de que ciertas prendas solo son para determinados tipos de cuerpo, ponerte un bikini por primera vez no siempre es fácil y en realidad puede ser todo un proceso sumamente personal.
En esta viñeta, junto con Mich Dersdepanian, exploramos cómo hemos llegado a sentirnos cuando nos ponemos un bikini. Quizá te identifiques con el sentimiento. A veces, predomina la angustia por sentir que tu cuerpo está siendo fiscalizado, que las demás personas ven con recelo tu panza, tus estrías…
Pero la realidad es que no importa lo que los demás piensen de ti o de nosotras. Y cuestionar justamente eso es abrir camino, poco a poco, para que esta sociedad reconozca que la diversidad corporal existe y está bien.
Sin embargo, aún reconociendo eso, hacer las paces con ciertas prendas o partes de tu cuerpo puede ser un proceso lleno de altibajos. El punto es saber que tienes derecho a ir a tu ritmo y, en caso de que sea necesario, recibir ayuda (por ejemplo, alguna psicóloga especializada en aceptación corporal).
Te compartimos este consejito para que comiences a hacer las paces con el bikini:
¿Te ha pasado que tienes ganas de explorar tu creatividad, pero no sabes por dónde empezar? ¿Quieres romper con la monotonía de tus días, pero sientes que la rutina te atrapa? Créenos, hemos estado ahí muchas veces, por eso nos dimos a la tarea de crear un libro muy interesante lleno de actividades para mandar a dormir a nuestra versión adulta y echar a volar la imaginación.
(Inserte redoble de tambores….)
De la mano de cerveza Dos Equis te presentamos «Un libro muy interesante». Un proyecto hecho con muchísimo amor –y algunos toques de fantasía– en donde a través del talento de más de 10 ilustradoras e ilustradores podrás jugar y conectar con eso que te hace tan especial.
¿Qué hay en el libro?
Por supuesto no podemos revelar toda la magia, porque tienes que descubrirlo por tu cuenta, pero lo que sí te podemos recomendar es tener a la mano varios colores o plumones y una cervecita Dos Equis bien fría, para que la pases muy a gusto descubriendo este libro repleto de ilustraciones, juegos, reflexiones y hasta mensajes del universo.
Nos divertimos muchísimo creándolo y nos emociona poder compartirlo contigo. Sobre todo, que lo hagas tuyo agregándole tu esencia y creatividad.
¿Dónde puedes encontrar «Un libro muy interesante»?
Puedes descargar la versión que viene acá abajo e imprimirla o llevar el libro a todas partes en tu celular o tableta para intervenirlo de forma digital. No hace falta que le sepas al dibujo, solo que tengas ganas de pasarla bien.
Además, en alianza con cerveza Dos Equis y la Bienal de Ilustración, tendremos algunas ediciones impresas disponibles de forma gratuita en La increíble librería, en Ciudad de México. Corre por tu edición de «Un libro muy interesante», porque son piezas limitadas.
Por último, no olvides compartirnos tus creaciones usando el hashtag #LoInteresantXXEresTú
Como morra chihuahuense que vivió parte de su adolescencia y entrada a la adultez en el sexenio de Calderón, la violencia armada no me es ajena. Los mensajes de precaución para no pasar por ciertas zonas de la ciudad donde se escuchaban detonaciones de armas eran muy comunes y tampoco era raro escuchar balaceras a cuadras de mi casa cada tercer día o ver camionetas de la SEMEFO en una plaza comercial.
Todo eso ya formaba parte de nuestra cotidianidad hace unos once o doce años. Durante ese tiempo —específicamente en el 2010— el estado de Chihuahua concentró un cuarto (6,431) del total de los homicidios que sucedieron en el país (de acuerdo con datos del Registro de Mortalidad del INEGI) y casi seis de cada diez asesinatos de mujeres se cometieron con un arma de fuego.
Recordemos, por ejemplo, a Marisela Escobedo, quien fue privada de su vida mientras reclamaba el esclarecimiento del asesinato de su hija Rubí afuera del palacio de gobierno del estado.
¿Cómo llegamos acá?
La escalada de la violencia que vivimos con Felipe Calderón fue consecuencia de sus estrategias para combatir el tráfico de drogas y la delincuencia organizada. A partir del 2007 comenzó a militarizar varias zonas del país con el objetivo de reducir la violencia, sin embargo, en tan solo cuatro años de haberlo hecho, la tasa de asesinatos por cada 100 mil personas se triplicó (pasando de 8.1 a 23.6). Desde entonces, este indicador no ha regresado a los niveles que se registraban antes de la guerra contra el narco.
Esta realidad se relaciona con la gran disponibilidad de armas en circulación que hay a nivel nacional. Para darnos una idea, se calcula que existen alrededor de 16 millones de armas en todo México y, si fuéramos a repartirlas de manera equitativa entre todos los hogares, aproximadamente cuatro de cada diez tendrían acceso a alguna. Cabe señalar que las personas que han adquirido algún arma como medida de protección contra la delincuencia son, en su mayoría, hombres.
¿Quiénes están en mayor riesgo y por qué?
La guerra contra el narco significó una reconfiguración de la violencia homicida, principalmente en el caso de las mujeres jóvenes. Antes de la guerra, en 2006, el 41.7% de los asesinatos de mujeres de 20 a 29 años de edad se llevaban a cabo a mano armada. Durante el aumento de la violencia, en 2010, este porcentaje subió a 61% y en las cifras más recientes —de 2020— esta proporción representa casi siete de cada diez asesinatos de mujeres jóvenes, quedando por encima de cualquier otro rango de edad.
Otra característica que cambió durante la guerra fue el lugar donde suceden estos incidentes. Antes de 2007 era más común que los asesinatos de mujeres se perpetraran dentro de sus propios hogares, sin embargo, a partir de 2009 esta tendencia se revierte.
Actualmente el 70.7% de los asesinatos de mujeres jóvenes que se perpetran con un arma de fuego suceden en las calles. Estos datos también nos recuerdan el caso reciente del feminicidio de la cantante Yrma Lydya, de 21 años de edad. Ella fue asesinada presuntamente por su exesposo —quien iba armado— en un restaurante de la Colonia del Valle, en la Ciudad de México.
Otra variable a la que hemos puesto atención al analizar los datos sobre homicidio es el estado civil de las víctimas. Esto también se ha transformado con el paso de los años. Lo que nos indican los datos como patrón general es que, a partir de 2010, la proporción de mujeres casadas que morían a causa de una detonación por arma de fuego fue disminuyendo, hasta llegar al 20.6% en 2020, siendo que en el año 2000 esta proporción alcanzaba un 41.8%.
En contraste, la proporción de mujeres solteras —no casadas o en unión libre— aumenta con el paso de los años: mientras que en el 2000 representaban el 34.9% de los asesinatos, para 2020 este porcentaje subió a 45.1%. Esta tendencia se acentúa de manera importante en las mujeres de 20 a 29 años de edad. Para 2020, el 58.5% de las mujeres jóvenes que fueron asesinadas con un arma de fuego, no se encontraban en una relación.
Las entidades con mayor violencia
Si lo vemos por entidad, también notamos una diferencia en la manera en que se llevan a cabo los asesinatos dependiendo del área geográfica. Los datos para el último año indican que, si bien Chihuahua sigue concentrando un porcentaje importante de los homicidios, se le suman Guanajuato —ocupando 14% del total de los asesinatos ocurridos en 2020—, Estado de México, Baja California y Michoacán.
Durante los últimos años estas regiones han sido protagonistas de la violencia armada en el país, misma que, lógicamente, también ha alcanzado a las mujeres. Por ejemplo, en Guanajuato y Michoacán, ocho de cada diez asesinatos de mujeres jóvenes son con armas de fuego.
Y bueno, ¿qué hacemos?
Los datos muestran que existen ciertas condiciones –entre ellas edad, geografía y estado civil– que aumentan la probabilidad de que una mujer sea víctima de violencia armada, pero lo cierto es que mientras no existan políticas que aborden el descontrol y la gran disponibilidad de armas, este problema será cada vez más común.
Sabemos que la situación de inseguridad en el país es delicada y llena de contrastes. No es lo mismo vivir en la Benito Juárez que en San Fernando, Tamaulipas. Las estrategias para salvaguardar la seguridad pública no son unitalla. Ni unigénero.
Algunos prioridades para frenar la violencia armada
● Mejorar los datos disponibles sobre homicidios. Aunque las estadísticas que cada año brinda el INEGI nos dan un panorama general sobre lo que está sucediendo, nos hacen falta datos. Y esta información faltante nos ayudaría mucho, por ejemplo, para saber si la víctima había vivido violencia familiar antes de ser asesinada.
● Incidir para un mayor presupuesto a los refugios. Con base en los datos sabemos que la violencia que sucede en las calles también entra a los hogares. En este sentido, sabemos que a mayor disponibilidad de armas, más letal se puede convertir la violencia familiar. Es básico contar con refugios suficientes para las mujeres que lo necesiten.
Estas son solo algunas de las razones por las cuales como morras, como feministas, nos debe importar el impacto de la violencia armada. Si queremos prevenir y reducir los feminicidios, así como los asesinatos de mujeres en general, el elefante en el cuarto es éste.
Hablemos sobre pelo quebradizo. La mayoría de personas hemos batallado con nuestro pelo en algún momento de la vida. Y es que nos han enseñado que un pelo bonito y saludable solo puede verse de una forma. Pero, por fortuna, eso está cambiando y ahora sabemos que las melenas diversas existen y que el secreto está en saber cómo cuidar nuestro pelito.
Si tu pelo es quebradizo, calma, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarlo a estar lo más saludable posible. Para eso, primero te explicamos el porqué ocurre.
De acuerdo con Dove, el cabello quebradizo es aquel que se siente seco o rígido y, por lo tanto, tiende a romperse o enredarse.
Algunas de las causas de que esto ocurra pueden ser:
Uso de productos inadecuados para el pelo
Aire seco en el ambiente
Uso frecuente de herramientas de calor
Productos químicos
Desnutrición
Lo más probable es que estés usando un shampoo incorrecto, demasiado calor o incluso que lo estés cepillando o amarrando inadecuadamente. Por eso ¡van 5 consejos para cuidar tu pelo quebradizo!
Cómo cuidar el pelo quebradizo
Usa un shampoo y productos adecuados para tu tipo de pelo.
¡Ufff! la pregunta del millón: ¿cuál es el mejor shampoo? Y es que hay taaaaantas opciones que a veces es difícil elegir. Sin embargo, la respuesta es un poco más simple: el mejor shampoo no es ni el más caro o el que le funciona a tu mejor amiga, sino el que cumple con las necesidades particulares de tu pelo.
Para pelo quebradizo, Dove acaba de lanzar una nueva línea: Fuerza Anti-Quiebre, que incluye un shampoo y una crema hidratante. De acuerdo con la marca, estos productos fortalecen el pelo para evitar hasta 97% de menos quiebre.
Fotografía. Gabriela Feche
No utilices excesivamente herramientas de calor.
Una de las razones principales por las que el pelo está dañado y quebradizo es por el uso frecuente de herramientas de calor, como secadoras, planchas o tenazas.
Si quieres usarlas, es importante aplicar un protector de calor o usar con frecuencia algún tratamiento, ya sea en shampoo, acondicionador o crema súper hidratante. Recuerda que cuando las hebras del pelo están dañadas no reflejan tanto la luz y por eso se ven sin brillo.
Sécalo con una toalla de microfibra.
Secar tu pelo con una toalla de microfibra puede hacer una gran diferencia en tu rutina de cuidado de pelo. No solo absorbe más humedad que una toalla tradicional (hasta 7 veces más), sino que también puede evitar el quiebre del pelo, de acuerdo con dermatólogos.
Usa un cepillo adecuado y péinalo correctamente.
Si tu pelo es lacio, lo adecuado es cepillarlo seco y primero de medios a puntas. Si es rizado, la recomendación de especialistas es que lo hagas en la regadera y de preferencia junto con la aplicación de acondicionador.
Una buena opción de cepillo para todo tipo de pelo es con cerdas de silicón porque evitan el daño de las hebras capilares.
Fotografía. Anete Lusina
Protégelo al dormir.
Si tu pelo es quebradizo o delicado, tener una funda de almohada de seda te hará un super paro para evitar que tu cabello se dañe aún más. Si quieres amarrarlo, hazlo suavemente y de preferencia con scrunchies también de seda para evitar trozarlo. Evita a toda costa hacerte trenzas muy apretadas.
Por último recuerda que tú eres quien mejor se conoce, así que si sientes que algo no es normal, lo mejor es que acudas con un especialista.
Me atrevo a escribir sobre esto mientras atravieso varios duelos. Este texto no pretende ser un recetario o un decálogo que indique cómo superar la tristeza que deja la ruptura de una relación. Spolier alert: La tristeza no se supera, se atraviesa, se vive y se siente. Esta vez, me interesa compartir algunas reflexiones sobre el duelo a partir del dolor inmenso de haber terminado varias y significativas relaciones en mi vida casi al mismo tiempo.
Vale la pena aclarar que por relación no solo me refiero a un noviazgo o un compromiso sexoafectivo. Los duelos también se viven cuando termina una amistad, un proyecto o, incluso, cuando hay un cambio de casa. No importa que estas personas sean amigues, parejas o compañeres sexoafectives, el dolor de una ruptura es igual y hay que vivirlo.
Hay duelos recientes y duelos muy antiguos. Duelos que traemos atorados en el cuerpo desde hace años, pero que se activan cuando recordamos una canción, un aroma o una fotografía. Lo cierto es que el cuerpo no miente, porque cuando algo duele, la respiración cambia, la tensión muscular se transforma, los órganos y la piel lo sienten, el entrecejo se arruga, se hace un nudo en la garganta, se produce más saliva…
La tristeza de un duelo se traduce en el cuerpo. El dolor del duelo es absolutamente corporal: duele el pecho, tiemblan las manos y, a veces, hay una presión detrás de los ojos que provoca el llanto. A veces ese dolor se ubica en la boca del estómago, incluso, he descubierto que la tristeza se transforma en gripa, mocos, tos y malestares digestivos.
La única certeza que tengo es que el duelo duele y que el tiempo no puede acelerarse para evitar sentir. Con el dolor a flor de piel me pregunto, ¿por qué evitar la tristeza? ¿Cuál es la prisa para que deje de doler? ¿Acaso no se puede aprender del dolor? ¿Qué es lo que la tristeza tiene que habitarla es tan molesto o incómodo?
«No te vas a morir, aunque así lo sientas», me han dicho innumerables veces. El dolor me ha llevado a pensar que puedo morir porque así se siente. En ocasiones, este innombrable dolor me hace pensar que no hay vida después de una ruptura. El dolor me patea, me bota a la cama, al piso, al prolongado llanto y al loop eterno de videos de Tiktok sobre tarot, autoestima, amor propio y rupturas.
No se trata de que deje de doler. Hay días en que ese dolor es abrumador y me inmoviliza por completo. Los duelos son para dejarse sentir, detenerse para llorar, enojarse, lamentarse y también culparse. Sentirse y observar las emociones de cada día, pero sin juzgarse, tarea que considero la más difícil… Pero del duelo lo más retador, creo yo, consiste en observarse sin señalarse de estúpida o tonta por sentir lo que se siente. Sentir y observar. Nada más.
El dolor, el dolor, ¡ay, el dolor! Sin embargo, el dolor no es siempre igual. En algunos momentos, ese dolor produce una incomodidad tremenda. Me siento tan incómoda que el mismo dolor es una invitación para desplazarse de lugar. La incomodidad no es un lugar impropio, como lo aseguraría la escritora colombiana Vanessa Rosales, quien ha hablado de la incomodidad como un valor político valiosísimo para los movimientos sociales contemporáneos.
La incomodidad de un duelo es un espacio fecundo que nos lleva a hacernos las preguntas pertinentes sobre lo que creemos que es inamovible. En esa medida, el dolor es movimiento, es desplazamiento, es transformación y creación.
La incomodidad del dolor me ha llevado a revisarme y a replantearme, una vez más, sobre lo que considero que es amor o no, sobre mis errores, mis aciertos, mis bondades y mis atrocidades. El duelo es una oportunidad para replantearse nuevas maneras de construir amistad, amor y trabajo.
En medio de la tristeza de los duelos simultáneos, me abro al dolor para permitirme crear una Valeria nueva, dispuesta a amar más y mejor.
A mí nunca me invitaron a participar en la decisión de quién sería. La heterosexualidad obligatoria, que constituye el régimen binario de género (donde parece que solo podemos existir como hombre o mujer), me apretaba. Pero desde muy pequeña sentía que no cabía, no me sentía cómoda ni viva allí. Este ha sido mi transitar a una persona trans no binaria.
Dictatorialmente me dijeron «eres un hombre y heterosexual». Cuando me hice consciente de las implicaciones de estas prescripciones sobre mí, parecía que ya era demasiado tarde, que ya estaba encasillada en ese mundo donde me ahogaba estar (in)viviendo desde una identidad y sexualidad que no hacía eco en mí.
Me sentía en un estado de constante incomprensión. Literalmente creía que estaba mal, que estaba enferma, que era un defecto. Muchas veces deseé ser como mi hermano, hombre, varón, heterosexual, porque estaba convencida de que eso me hubiera evitado tantos dolores. Hoy me pregunto: ¿qué tipo de sociedad le hace pensar a une niñe que su vida es un error?
La cisnorma heterosexual: disciplina y control
Actualmente, muchos grupos «profamilia tradicional», conservadores, terfs y de derecha tratan de invalidar las vidas de las personas trans y no binarias. Afirman, falsamente, que el ejercicio de nuestra subjetividad, agencia y autonomía se trata de un teatro, performance o una fase.
Como escribió Michel Foucault, al habitar, muchas veces involuntariamente, en sociedades modernas, industriales y capitalistas, en realidad nuestras vidas, géneros, identidades y funcionalidad responden a la lógica de la modernidad. En consecuencia, estamos en sociedades disciplinarias, que formatean nuestros cuerpos, sexualidades y deseos, con el fin de ser productivas en el heterocapital.
La cisnorma heterosexual es una disciplina, un régimen de control que asegura el éxito de otros espacios disciplinantes, logrando dos efectos: uno, criminalizar toda forma de vínculo y relaciones que no sean cisheterosexuales; y dos, asegurando el éxito de la cisheterosexualidad que posibilita el capitalismo en todo el mundo. Pero no todas las personas nacemos heterosexuales ni cis.
Ante esta dictadura me revelé cuando decidí ser una persona trans no binaria. Antes de eso, desconocía qué es el género, cómo se ha sexuado históricamente el cuerpo, cómo operan los sistemas binarios cis-heterosexuales en el nombramiento y clasificación dicotómica de los cuerpos para sostener instituciones de control, como la familia, la escuela, el ejército y el mismo capitalismo.
Yo era inconsciente del carácter colonial y político que hay detrás de la cisnorma y la heterosexualidad como régimen político.
Y aquí es donde radica una de las mayores violencias que muchas personas disidentes del cistema sexo-género experimentamos: el darnos cuenta que fuimos ENGAÑADAS. Yo me sentí engañada y atrapada en la cárcel binaria heteroCIS del sexo/género, negando mi autonomía y el derecho más fundamental que tengo: la libertad de labrar mi propio camino y construir mi propia subjetividad.
Por esa razón, decidí un día salir, quitarme esa apretada heterocisnorma que negaba mi existencia.
Soy persona trans no binaria migrante
Mi devenir en persona trans no binaria también vino acompañada de mi huir de República Dominicana. Siempre digo que yo no emigré, sino que me fugué. Creo que la fuga nunca está planeada, solo se presenta en forma de «salida de emergencia». Sales corriendo, te vas, escapas.
Esa huida de Rep. Dom. no fue deseada, porque, a pesar de que yo quería quitarme ese corset de hetero-varón que me pusieron contra mi voluntad, yo nunca quise irme del Caribe, sino que el instinto de supervivencia me expulsó en contra de mi voluntad. Era quedarme y morir o salir y quizás morir en el intento.
Fugarse de las represiones policiales, asesinatos impunes de personas trans, opresión, dominación, precaridad y discriminación. Todo eso que condena a muerte a toda vida no heterocis-blanca y que deja claro que esas son las vidas que importan y las marikas-trans-racializadas-vih+ simplemente son las otras.
¿Qué significa para mí ser una persona trans no binaria?
Es una trampa pensar que ser una persona no binaria es aquella que se ubica a la mitad del ser mujer y hombre. Ser una persona no binaria es una forma de existir fuera del binarismo heterosexual del cistema sexo-género. Es una disputa contra el orden colonial que impone como única forma de existencia la cisgeneridad, donde solo se puede habitar el mundo desde las identidades dicotómicas, impuestas e inscritas en el cuerpo por el aparato clínico y las institucionales estatales «mujer y hombre».
Ser no binaria es un contender contra la lógica colonial y occidental que impuso la colonialidad de género, pensando en María Lugones. Es desplazarse de la cisnorma para encontrar en la transitividad un movimiento que nos descoloca de lo asimilable, y nos mueve fuera del estático binario de género.
Nosotras las personas no binarias somos trans porque la transitividad la entendemos como un movimiento anticolonial constante, que no llega a ningún lado, simplemente se fuga. Es un rizoma pensando en Deleuze y Guattari, es como un mapa, no un inicio ni un fin, no hay un orden causal, somos accidentales como los mapas.
Ser no binarie también es estar en contra de todo esencialismo regulatorio e ideal de cómo deberíamos ser. La cis-heterosexualidad-binaria de género es normativa porque dice quien eres, cómo debes ser, cómo te debes de comportar, cuáles deberían ser tus deseos, dónde te debes ubicar. Ser no binarie es todo lo contrario, es romper ese orden, es transgredir lo establecido por el cistema sexo-género.
Por eso, no le debemos passing, ni apariencia, ni androginia, ni una estética determinada a nadie. No somos mujeres, tampoco hombres, somos otra cosa, nuestras expresiones sexogénericas pueden ser diversas, cambiantes, femeninas o masculinas, etcétera.
Creo que para quienes somos no binaries existimos en un exilio político, porque donde estábamos metidas nos estaban matando. Yo fui un hombre contra mi voluntad. ¿Has sentido alguna vez cargar con una identidad que no eres, que no sientes, que te genera una frustración tan profunda que sientes dolor? Así me sentí cuando me nombraron varón, por eso decidí renunciar e irme, la renuncia al cistema binario es una opción política y un proyecto heterodisidente descolonial para muchas personas trans no binarias.
Moverme a otro lugar no digerible a la heterosexualidad es una apuesta anticapitalista. Ser no binarie no es un tema de gusto, es un tema de vida. Nací otra vez siento una personas nb, literalmente soy una persona más feliz cuando decidí correrme de lo que me apretaba.
Hasta nunca, cistema sexo-género
Nunca extrañaré el lugar que me impidió ser, reír y mover. Nunca extrañaré ese lugar que me pegó y violentó por no ser el horizonte de expectativa de un varón hecho y derecho, nunca extrañaré un lugar que me dijo qué debía ser sin antes preguntarme qué quería, un lugar que me pisó, me negó e imposibilitó el ejercicio de mi autonomía y mis procesos de subjetivación.
Nunca extrañaré el régimen hetero-cis-binario, impuesto por el colonialismo, que me llamó enfermo, desviado, maricón, mujercita, jotita para hacerme daño. Ahora soy todo eso, pero desde un proceso de resistencia, porque las personas disidentes sexuales también tenemos poder, y es re-existir a pesar de que nos dijeron que no éramos posibles. Mi venganza es vivir, ser y existir, porque todas las vidas trans importan.
Nombrarme bisexual me tomó diez años. Fue una década de terror, culpa y vergüenza. Este texto cuenta lo que he aprendido. Mi historia es para quienes somos bi abiertamente, quienes atraviesan su proceso y quienes buscan ser mejores aliades.
Aún siento nervios y emoción cuando salgo con una mujer. Aún le preguntó a amigues queer: «¿y si es hetero?». Aún reviso si el ambiente es seguro para tomar su mano (me sigue dando terror fallar en el diagnóstico y exponernos a diversas violencias). Aún me siento torpe porque crecí sin referentes. Aún tengo culpa por mi bifobia, porque todo lo indecible e insensible lo dije: «Es una fase, así no soy yo», «fue la fiesta, ¿quién no se besa con amigas?», «si me harto de los hombres, tengo otra opción». Es una culpa que me impulsa a asumir responsabilidades y derribar prejuicios.
Me atraen los hombres. Me atraen las mujeres. «Soy bisexual», me costó una década nombrarme. Y, como todes, estoy aprendiendo a querer(me) de forma sana y responsable.
Junio es mes de orgullo: mes de abrir espacios, luchar la discriminación y crear narrativas honestas sobre las distintas formas de vivir orientaciones e identidades. Para quienes somos queer, junio puede ser agridulce. ¿Por qué tanta música, brillo y arcoíris? Porque con frecuencia hubo silencio, violencia y oscuridad antes de llegar aquí.
Escribo este texto porque aprender sobre mi bisexualidad me permitió dejar atrás la bifobia, el terror, la culpa y la vergüenza. Lo escribo en especial para quienes aún no saben cómo verbalizarlo porque explica las cosas que me hubiera gustado entender antes.
Ser bisexual es libertad
Querer en libertad toma tiempo. Yo entendí que me atraían las mujeres a los 15, pero lo pude decir en voz alta hasta los 25. Crecí católica, oyendo mentiras tajantes desde niña: «Es pecado, desviación y pase directo al infierno». Escuché múltiples versiones que repetían que mi existencia era un error. Estas peligrosas ideas persisten –hace tan solo unos días se viralizó un sacerdote violento en IG– y está comprobado que dañan la salud mental de personas LGBT+.
En otros espacios, cuando expreso que soy bisexual, con frecuencia saltan prejuicios y preguntas invasivas: «Solo eres indecisa», «¿no tendrás el lívido sexual alto y te gusta probar de todo?», «¿has tenido sexo con mujeres?», «los hombres aman a las bisexuales, ¿no?», «jamás podría salir con una bisexual, doble posibilidad de engaño».
Decir «soy bisexual» en medio de tanta ignorancia es liberador. Nos permite nombrarnos y abrir la puerta para quienes están en proceso de nombrarse. Afirma que nuestra existencia no es error, ni desviación, ni indecisión, es diversidad.
Esta libertad implica entender que no debemos justificar nuestra bisexualidad a nadie porque no es obligación responder preguntas invasivas que no buscan aprender, sino juzgar.
Ser bisexual es valentía
Hoy, la palabra bifobia no forma parte de nuestro vocabulario. COPRED lo alerta así: «La invisibilización de las personas bisexuales es tal que no existen datos estadísticos certeros sobre la cantidad de personas bisexuales en el país, ni confiables sobre crímenes bifóbicos». La falta de datos hace parecer que la violencia contra nosotres no es grave. Pero lo es. Por ejemplo: 61 % de las mujeres bisexuales en EU reportan violaciones, agresiones o acoso sexual por parte de una pareja íntima.
Soy bisexual por valentía, ya que la violencia bifóbica –verbal, física y sexual– persiste. Porque aún lidio con prejuicios invasivos, acoso masculino o celos desmedidos cuando menciono mi orientación. Porque aún tengo que cerciorarme de que no haya personas violentas cuando expreso afecto con otra mujer en público.
Ser bisexual es ternura
Frente a la violencia desarrollamos estrategias de cuidado, aprendizaje y diálogo. Ser bisexual es aprender que más que etiquetas, necesitamos espectros. Y más que discursos políticamente correctos en público (que se caen con facilidad en lo íntimo), necesitamos diálogos que partan de la ternura.
Ternura es cuidarte y entender que no todo el mundo merece información tan sensible como tu orientación sexual (no, ‘salir del clóset’ jamás debería equivaler a exponerte a violencia). Ternura es dialogar con vulnerabilidad con quienes buscan aprender.
Ser bisexual es desobediencia
Por último, ser bisexual es desobedecer esquemas de vida impuestos porque nuestra existencia demuestra que la atracción y el amor existen más allá de la heterosexualidad. Ser bisexual es desmantelar imposiciones, nombrar violencias e inventar formas más libres de vivir. Ser bisexual es cuestionarnos y cuestionar mitos arcaicos.
Por esto, la bisexualidad –y todo lo queer– es resistencia política. Porque mientras las imposiciones sigan dañando, discriminando y violentando, seguiremos desobedeciendo.
Si ya decidiste comenzar a correr, llegaste al lugar correcto. En Malvestida reunimos información que te va a ayudar a disfrutar el proceso desde el día uno.
Primero, te compartimos todas esas cosas que nos hubiera gustado saber antes de empezar a correr y después unos consejitos muy puntuales para que te animes ir al parque, a la calle o a donde se antoje a correr.
Dale sin pena
Todes comenzamos por algún punto, generalmente no muy glamouroso, así que no te agobies si el primer día resulta un poco fatídico. Que ni la respiración agitada ni la distancia que aguantaste te preocupen. Da el primer paso sin pensarlo mucho, solo hazlo y todo comenzará a fluir.
Los primeros días serán desafiantes
Pero vale toda la pena transitar ese desafío con curiosidad y paciencia. Verás que muy pronto vas a empezar a sentirte mucho más en tu elemento en cada entrenamiento y ya nada te podrá parar, en serio.
Confía en esto, sé paciente y gentil con tu proceso. Nadie espera de ti una medalla olímpica. Conecta con lo que te inspiró a correr, con el bienestar que te da cada día y permítete ser principiante.
Te vas a rozar y ampollar
Y cuanto antes lo sepas, mejor. Cuando el sudor se seca, deja pequeños cristales de sal sobre la piel, que te lastiman con el roce entre tu cuerpo y la ropa. No pasa nada, es más común de lo que crees. Existen productos especializados, como el Body Glide o la pomada de la marca mexicana Peek, que te van a proteger contra rozaduras incluso cuando haya mucha humedad y calor.
El runner’s high es real
Si, correr te eleva. El ejercicio genera neurotransmisores como la serotonina, que produce una sensación de bienestar y euforia, eleva la confianza y la autoestima.
También aumenta la segregación de endorfinas, analgésicos naturales que te relajan. Y además la dopamina, vinculada al placer y responsable de que te enganches al deporte. En pocas palabras, amix, correr es lo máximo para la salud mental, a nivel químico y emocional.
Tener una guía hace la diferencia
Puedes decidir entrar a este mundo de forma empírica y está bien, pero buscar un entrenador que se adapte a tu forma de entender el ejercicio te va a ahorrar una gran curva de aprendizaje. Revisa varias opciones y tómate el tiempo que necesites para elegir a la persona con quien más conectes.
No dejes que la idea de entrar a un equipo te intimide, escoge uno que sea amable y arrope a quienes van iniciando. adidas Runners tiene entrenamientos gratuitos en equipo en varias ciudades del mundo, descarga la app adidas Running para ver si hay alguno cercano a ti, regístrate y comienza a entrenar en comunidad.
Te va a dar sed
A medio entrenamiento, así que llevar contigo una botella rellenable es una gran idea, especialmente en días con temperatura y humedad altas. Pero no esperes a sentir sed, toma tragos pequeños de agua durante todo el entrenamiento para mantenerte rindiendo y sintiéndote bien de principio a fin.
Vale la pena invertir en el equipo adecuado
Un buen par de tenis y un top deportivo que se ajuste a tu talla y necesidades de soporte, hacen toda la diferencia en cómo te sientes mientras corres, en estas dos prendas es en las que más vale la pena invertir. Acá te compartimos cómo elegir unos tenis para correr y qué accesorios es probable que necesites.
Y ahora vamos con los consejos prácticos para comenzar a correr
1. Calienta y estira
Dedícale 5 a 10 minutos al inicio de tu entrenamiento a lubricar articulaciones y entrar en calor con un trote muy suave, al final estira músculos y moviliza articulaciones durante otros 10 minutos, esto complementa tu entrenamiento y te protege de lesiones.
En la app de adidas Running o adidas Training puedes encontrar tutoriales de calentamiento.
2. Aumenta intensidad y distancia poco a poco
Seguramente el primer día querrás sacarle jugo a tus tenis nuevos y llegarás con ganas de correr durante una hora. ¡Muy bien!, pero, calma, es importante dosificar esa energía.
Dependiendo de tu condición física actual, inicia corriendo al menos 30 minutos tres veces por semana y aumenta esa carga entre un 10 y 20% semanal, para darle chance a tu cuerpo de adaptarse poco a poco. Cada tres semanas de aumento, toma una con menor carga para recuperarte y asimilar mejoras.
3. Recupérate
Correr estresa varios sistemas del cuerpo, y lo que hagas después te va a permitir mejorar. Consume suficientes proteínas y carbohidratos terminando de entrenar y duerme ocho horas cada noche para darle a tu cuerpo todo lo que necesita para recuperarse. Y descansa tanto como tu cuerpo te lo pida.
4. Siempre come algo antes
Correr requiere mucha energía. Antes de salir a correr come carbohidratos fáciles de digerir, como un plátano o un pan con mermelada. Evita correr en ayunas, no es agradable y puede provocar desbalances hormonales, como lo explica la doctora Stacy Sims en su libro ROAR, «a largo plazo, una atleta con niveles crónicamente elevados de cortisol por entrenar en ayunas, puede desarrollar desbalances hormonales, comprometiendo su salud reproductiva y poniéndose en riesgo de amenorrea».
5. Ponte un objetivo
Las pequeñas metas mantienen la motivación arriba. Elige alguna carrera corta dentro de unos meses, inscríbete y comienza a visualizarte en la línea de salida. Vuelve a esa imagen para reconectar con tu propósito en los días en los que cueste un poco más salir de la cama a entrenar.
6. Apóyate en la comunidad
Aunque correr es un deporte individual, una de sus partes más especiales es la comunidad. Y es también una gran herramienta para sentir motivación, apoyo y comprensión en tu proceso. En la app adidas Running podrás compartir con una comunidad global de corredores, registrar entrenamientos, unirte a retos y alcanzar tus metas paso a paso.
7. Creétela
Si tienes un cuerpo y corres, eres corredor, no necesitas más. No le debes perfección, delgadez ni velocidad a nadie. Correr es una gran forma de reconectar con el poder de tu cuerpo y relacionarte con él de una forma más respetuosa y amorosa. Sé paciente con tu proceso y muéstrate al mundo con orgullo, lo estás haciendo excelente.
Quieres un par de tenis nuevos para correr, entras a la tienda y pasas de la emoción a la confusión al ver tantas opciones, colores y tecnologías. No te preocupes, vamos a acompañarte para que disfrutes la búsqueda y aproveches al máximo tu inversión.
Este texto es parte de una serie de contenidos que hemos hecho junto con adidas para animar a más personas a agarrar los tenis y comenzar a correr. Si eres principiante, échale un ojito a esta nota de cómo empezar a correr y, para que inicies con todo, también te decimos qué accesorios necesitas para gozar tus primeros trotes.
Primero, lo que hace a un par de tenis mejor que otro es que se adapte a tus necesidades específicas. Para elegir un par de zapatos, además de que obviamente te gusten, necesitas considerar las siguientes características:
1. Tipo de pisada
En la industria del calzado deportivo, la pisada se clasifica de acuerdo a la zona del pie sobre la que apoyas más el peso cada que aterrizas mientras corres. Para definir la tuya, puedes acudir a pruebas gratuitas en tiendas especializadas o simplemente mojar la planta de tu pie y pisar sobre una hoja de papel para analizar tu huella.
Los tipos de pisada son:
Pronadora
Quien prona, apoya mayormente con la cara interna del pie. Casi todas las personas entramos en esta categoría, por lo que encontrarás muchas opciones de tenis para pronadores.
Algunas veces, los pronadores no tienen un arco muy pronunciado e incluso llegan a tener pie plano. Los tenis para pronador tienen un puente interno que dirige tu pisada hacia afuera, para distribuir las cargas en toda la planta del pie.
Neutra
En este caso, tienes un arco medio y pisas de manera uniforme con toda la planta del pie, por lo que tus tenis no requieren ninguna corrección. Consejito: Es importante saber que puedes llegar a neutralizar tu pisada si fortaleces puntos clave de tu cuerpo, especialmente cadera, glúteos y core.
Supinadora
En este caso, tienes un arco más alto que el promedio, por lo que al correr aterrizas con la orilla externa del pie. Los tenis para supinador redirigen tu pisada al centro, previniendo así lesiones.
Este tipo de pisada es el menos frecuente, por lo que encontrarás menos modelos de calzado disponibles, pero siempre existe la opción de comprar un par de tenis neutros e insertarles una plantilla para pronación.
2. Terreno en el que vas a correr
Este es el segundo aspecto que debes tener en cuenta al elegir tus tenis. ¿Vas a correr sobre pasto, tierra, grava, pavimento…? Es importante tener en mente esto porque la construcción del calzado varía para adaptarse al terreno en el que correrás.
Para correr en ciudad
Busca unos tenis cuya suela tenga excelente tracción, para que ningún charco o tapa de coladera te haga resbalar, además asegúrate de que tengan suficiente amortiguación (más abajito hablaremos más a detalle de este tema), pues el pavimento es el terreno que más impacto transfiere a tu cuerpo.
Para correr en montaña
Al correr en tierra, el impacto se reduce muchísimo, por lo que los tenis de montaña son mucho menos amortiguados, pero tienen protección rígida en zonas como talón y punta, pues hay más chance de que termines pateando una piedra o un tronco sin darte cuenta y quieres que tus deditos estén cien por ciento protegidos.
Las suelas tienen también mucho más agarre y tracción para que te sientas cómoda y segura aún en el lodo o sobre piedras y terrenos muy técnicos. Lo fundamental con estos tenis es poder ir saltando por el cerro sin acordarte de que los traes puestos, pero con toda la seguridad y protección.
Para carreras o velocidad
Actualmente existen modelos muy ligeros y tecnológicos, con placa de carbono en la suela, que te ayudarán a darlo todo en los días que quieres llegar a tope de tu velocidad, como en las carreras o entrenamientos intensos.
Para mi, son como la zapatilla de cristal, no los saco para cualquier trote suave, solo para los días de darlo todo. Considera comprarlos solo si ya tienes unos tenis de batalla con los que trotar a diario y si ya llevas entrenando un tiempo.
3. Nivel de amortiguación
La amortiguación nos va a ayudar a correr con comodidad especialmente en terrenos duros.
Las personas que ya llevan entrando un tiempo generalmente son más veloces y ligeras al correr, es decir, tienen poco tiempo de contacto con el piso a cada pisada y están bien con tenis ligeros y con poca amortiguación.
Al contrario, cuando recién comienzas a correr y no tienes tanta velocidad, el tiempo de contacto con el piso es mayor y por eso es necesario unos tenis para correr con mayor amortiguación para reducir el impacto.
Otro consejo: para tus primeros trotes te sugiero unos tenis más estructurados para estabilizar tu pie y protegerte de lesiones.
¿Y si solo quiero unos tenis para correr hermosos y versátiles?
Entonces tienes que probar los Ultraboost 22, que fueron creados por y para mujeres usando retroalimentación de integrantes de la comunidad adidas Runners y datos de 1,2 millones de pies femeninos.
Los pies femeninos tienen características y necesidades específicas que por años no fueron cubiertas. Alice Alfaroli, diseñadora senior de colores y materiales de running de adidas, nos contó que, entre las diferencias anatómicas y biomecánicas que tenemos las mujeres, está una cadera más ancha, que forma un ángulo mayor de cadera a rodilla, por eso modificaron la suela para evitar la sobrepronación, que en nosotras tiene un origen distinto.
Además, a los UB22 les agregaron un talón más estrecho, empeine más bajo, y un estabilizador de talón para que el tendón de aquiles se mueva libremente. La suela te permite aterrizar suavemente y despegar cada pisada con 4% más retorno de energía que el modelo anterior.
El forro interno, la lengüeta y las agujetas son cómodos, suaves y ajustados, se sienten como un calcetín que evita ampollas o que tu pie baile dentro del zapato. El empeine de tejido Primeknit+ abraza tu pie sin apretarlo, dando un mayor ajuste 360. Además, está construida con 50% de hilos de plástico reciclado Parley. Un par cómodo, bonito y muy durable que sentirás hecho a la medida.
Lo más importante es que decidas ya cumplir esa meta de correr que por tanto tiempo te ha rondado. Y que para ello elijas unos tenis para correr en los que te sientas cómoda y superpoderosa.
Si llegaste a este texto es porque seguramente muy pronto te veremos conquistando tu primera medalla en una carrera, ¡decretado! Pero vamos paso a pasito. Una pregunta frecuente entre principiantes es «¿qué necesito para correr?» Y sí, lo primero es que tengas ganas de hacerlo y te lances a la aventura, pero es verdad que también hay accesorios que te ayudan a potenciar tu entrenamiento.
Por eso, creamos esta lista de accesorios para running útiles, básicos y que además te harán sentir súper cómoda, porque, se sabe, cuando se trata de movimiento y ejercicio el confort lo es todo.
Ahora sí, ¿qué necesitas para empezar a correr? Acá nuestras sugerencias.
1. Tenis
Los tenis son el accesorio más importante para correr, porque no solo te brindan comodidad, sino que algunos tienen tecnología que ayuda a prevenir lesiones. Por eso vale la pena invertir en unos buenos tenis.
Si quieres sentir potencia en cada paso que das, entonces amarás con todo tu corazoncito los tenis Ultraboost 22 de adidas, que además de tener un diseño súper bonito y venir en 9 colores diferentes, están creados a partir de información recolectada de mujeres corredoras.
Son de muy alto rendimiento y estamos seguras que se convertirán en tus mejores aliados para tus primeros trotes. Esta nueva versión incluye un talón más estrecho y un antepié más bajo que le brindará más soporte, estabilidad y movilidad a tus pies.
Dato curioso: ¿sabías que la vida útil de los tenis para correr se calcula en kilómetros? Cada par debe cambiarse, en promedio, entre los 500 y 800 kilómetros.
2. Shorts
Ya sea que vivas en un clima cálido o templado, los shorts son un básico muy versátil para cualquier actividad física, hasta para pasear a gusto el fin de semana.
Estos shorts para correr son suaves, transpirables y cómodos, además están hechos con materiales reciclados. Están disponibles en 5 colores diferentes, lo que te permite jugar con las combinaciones y armar looks tan coloridos como quieras.
3. Biker shorts
Si aún no tienes unos biker shorts en tu clóset, ¿qué estás esperando? Aunque son excelentes para salir a correr, porque evitan la fricción en los mulos, nosotras los amamos para vestir en cualquier ocasión.
Busca unos que sean frescos y ligeros, como estos de adidas, que además tienen el tiro alto y bolsillos laterales y traseros para llevar contigo todo lo que necesites a la hora de correr. Prenda con bolsitas es una prenda ganadora, se sabe.
4. Un top que se adapte a tus necesidades
Si tienes senos grandes, seguramente te has enfrentado a la dificultad de encontrar un top que sea cómodo y que tenga buen soporte, pero sin asfixiarte o dejar marcas. No eres la única, ¿sabías que aproximadamente el 44% de mujeres que hacen deporte han sentido incomodidad al usar bras deportivos?
Complementa el top de tu elección con esta playera con animal print que es una verdadera belleza (o igual úsala solita, como se te antoje).
5. Cangurera
Si eres de las que sale a correr con las llaves de la casa, el celular, el bálsamos para labios, la cartera y demás, entonces las bolsitas del short no son suficientes para ti.
Pero no te preocupes, porque las cangureras salen al rescate. Aquí puedes llevar de todo. Su diseño es ajustable y mantiene tus cosas seguras y en su lugar durante todo el trayecto.
6. Gorra
Es muy importante que protejas tu cara de los rayos del sol y las altas temperaturas, no solo por el daño que le pueda causar a tu piel sino también para mantenerte fresca. Esta gorra permite el flujo de aire para que no te sientas sofocada y estés bien protegida.
7. Protector solar para proteger tu carita
Y hablando de sol, ¡no olvides aplicarte protector solar! Es muy importante cuidar nuestra piel de los rayos del sol, incluso cuando está nublado. Por eso un buen protector solar no puede faltar en esta lista.
Se recomienda usarlo todos los días, no solo cuando vayas a correr, y recuerda reaplicarlo cada 2 o 4 horas. Especialistas recomiendan que la cantidad correcta de protector solar que debemos aplicarnos en la carita es el equivalente a dos líneas de producto extendidas en dos dedos, generalmente índice y medio.
8. Rompevientos
Los días soleados no son garantía todo el año, por eso es bueno prepararse para cualquier situación. Este rompevientos, además de ser muy ligero, te protege de la lluvia y del frío.
9. Calcetines tobilleros
Aunque no lo parezca, correr con unos buenos calcetines es casi tan importante como elegir unos tenis para darle soporte a tus pies y evitar incómodas rozaduras.
Este reloj de seguimiento preciso es ideal si deseas llevar registro de tu entrenamiento y avances. Puedes recabar información de tu número de pasos, distancias recorridas y hasta de tu frecuencia cardiaca.
Es una excelente opción para mantener el monitoreo de tu actividad física y notar tus mejoras. Notarás que es hermoso ver cómo vas ganando condición conforme avanza tu entrenamiento.
11. Audífonos inalámbricos
Nada mejor que correr con una buena playlist que te motive y llene de energía o con un podcast que te acompañe en el camino, por eso en el kit de cosas que necesitas para empezar a correr no pueden faltar unos audífonos inalámbricos.
El día de hoy quiero hablarles sobre Francia Marquez, una mujer afrochingonsísima que admiro mucho y que, el pasado domingo 19 de julio de 2022, se convirtió en la primera mujer afrocolombiana en ser vicepresidenta electa de Colombia. Los votos hacia ella superaron las expectativas y fue contundente. Pero, ¿quién es Francia Márquez y por qué su trayectoria política es tan importante?
Ella es oriunda de la vereda de Yolombó, en el municipio de Suárez, al norte del Cauca, en el Pacífico colombiano. En 2018, fue ganadora del premio Goldman, que se concede anualmente a defensores de la naturaleza y el medio ambiente.
Esto porque encabezó un movimiento de mujeres negras que de manera aguerrida resistieron contra el despojo, las amenazas y la criminalización por parte del gobierno colombiano y las multinacionales.
Francia fue desplazada de manera forzada de su comunidad por oponerse a las empresas mineras en su territorio. En 2014, ella y otras mujeres de otras comunidades marcharon hacia Bogotá en la conocida Marcha de los Turbantes.
Muchas mujeres negras llegaron, peinadas con turbantes, al Centro de la capital colombiana a paralizar al Ministerio del Interior, exigiendo la salida inmediata de las retroexcavadoras que preparaban trabajos de minería ilegal en el Río Ovejas, ubicado en la comunidad de Francia.
Francia Márquez, comunidad y la defensa del territorio
En una entrevista para la DW en español, la periodista Natalia Orozco le pregunta a Francia cuál es la importancia del río para ella y su comunidad:
“Mi comunidad no sería lo que es sin este río, este río ha sido la inspiración para nosotros, pero aquí hemos coexistido, hemos coexistido entre el río y nosotros. Es como si fuera un ser, como un ser que nos mueve y que nos inspira, y por eso lo hemos cuidado, lo hemos defendido y lo hemos peleado para que no se desvíe. Imagínese de repente quedarse con esto seco, sin agua… en este río hay 17 especies de peces…”.
La línea que separa la naturaleza de lo humano parece invisible cuando escucho a Francia Márquez. Tanto el río como los peces son seres que pertenecen a las genealogías familiares, a la comunidad.
La lucha por los territorios ancestrales es vital para entender los procesos organizativos de las mujeres racializadas. El territorio, mucho más que un espacio físico o un pedazo de tierra delimitado, es un lugar repleto de historia y significados, donde se configuran las relaciones sociales, las prácticas culturales y los sentidos simbólicos de las comunidades.
Pero, ¿qué es comunidad?
Lo que he entendido por comunidad ha cambiado, sin lugar a dudas, a través de los años. Hace un tiempo solo era un grupo de mujeres. Después, comunidad significó construir procesos políticos también con los hombres racializados. A veces es mi familia, otras veces son mis vecinos.
A partir de que conocí la vida y lucha de mujeres como Francia Márquez, el sentido de comunidad se ha visto desbordado en mí.
Muchos dirán que he perdido la cabeza, pero hoy en día creo que la naturaleza no es algo que viva aparte de las personas: somos tierra, viento, alimento, animales, rocas y estrellas. Comunidad es todo lo que está vivo y muerto en la tierra.
Francia Márquez también cita a Paulina Balanta, una mayora que dice que “el territorio es como mamá y papá y uno no destruye a su papá y a su mamá”.
Tristemente, hoy en día, Colombia encabeza la lista de países en el mundo en el que más líderes comunitarios son asesinados. En definitiva, Francia Márquez es una sobreviviente.
Francia cree en la filosofía africana Ubuntu, que significa “soy porque somos”. De hecho, la utiliza como lema de su campaña. Su apuesta es por la paz, por la sanación de las heridas de la guerra, por la reconstrucción de los lazos comunitarios, por lo colectivo.
Ella le ha llamado la política de la vida, una propuesta opuesta a la política de muerte del modelo económico capitalista, extractivista e individualista.
Ante el panorama desolador de los partidos políticos tradicionales, ante la pandemia, la distribución desigual de las vacunas entre el norte y el sur global, las reformas tributarias y la represión policial, Francia es esperanza.