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Qué es la brecha del orgasmo… y cómo puedes cerrarla

La brecha del orgasmo es muy real: las mujeres cis heterosexuales tienen menos orgasmos. Acá te contamos por qué pasa esto y cómo puedes contribuir a cerrarla. La buena noticia: será muy placentero intentar.

Por: Sara Elisa Galván Brull

Desde hace algunos años me empecé a involucrar más en el movimiento feminista. 

Leyendo, viendo documentales y videos de las diferentes luchas e inequidades que hemos enfrentado históricamente las mujeres. Entre ellas la sexualidad. La represión de nuestro cuerpo y mente para vivir y expresar libremente nuestros deseos. 

En esta búsqueda me topé con 2 datos que me volaron la cabeza :

  1. Hasta 2009 se descubrió la anatomía completa del clítoris, nuestro principal órgano sexual
  2. En la Biblioteca Nacional de Medicina de los EUA existen 2,120 estudios de disfunción eréctil…  de vaginismo, 11.

Estos datos me hicieron entender que el miedo y la represión de nuestra sexualidad tiene un impacto no sólo en nuestra expresión, sino también en nuestra salud sexual.

Conforme aprendía y platicaba cada vez más con mis amigas, me di cuenta de que muchas teníamos frustraciones y vivencias similares cuando se trataba de nuestro bienestar sexual, pero pocas estaban hablando de eso. Esto me ha llevado a vivir mi activismo a través del conocimiento y la difusión de información que nos permita entender, gozar y tomar control de nuestro cuerpo como acto de rebelión.

Empezando con el tema de “la brecha del orgasmo”. Si nunca habías escuchado hablar de esto, se refiere a la inequidad de orgasmos que tiene los hombres cis en comparación con las mujeres hetero cisgénero 

De acuerdo con un estudio reciente hecho en Estados Unidos, solo el 65% de las mujeres hetero llegan al orgasmo cuando tienen relaciones sexuales , frente al 95% de los hombres heterosexuales. 

No es fácil saber por qué está pasando esto y cómo lo solucionamos. Es un tema cultural en el que intervienen varios factores. Aquí te platico algunos.

Educación y tabúes

Hay quienes desde la infancia crecemos con personas adultas a quienes les causa tanto conflicto nombrar los genitales que prefieren usar términos como “tus partes privadas”, “tu asunto”, “tu pilín”, “tu cosita” o “tu cola”. O, en mejores casos, diciendo vagina cuando se refieren a la vulva. Esto contribuye a que hablar de nuestro cuerpo sea un tabú. 

Otro factor importante es nuestra educación formal, que es en su mayoría educación reproductiva, no sexual.  El discurso gira alrededor de menstruación, enfermedades de transmisión sexual y embarazos, pero rara vez de consentimiento o placer. Ni por equivocación se habla del orgasmo femenino, porque, a diferencia del masculino, el nuestro gira alrededor del placer, no de la reproducción.

La falta de educación integral, sumada a los tabúes de nuestra infancia y adolescencia, tiene un impacto en nuestra expresión sexual a lo largo de nuestra vida.

Masturbación y porno

La masturbación es sana: está comprobado que tiene beneficios fisiológicos e impactos psicológicos en nuestra autoestima, identidad sexual y en nuestra manera de intimar con otras personas.

Lamentablemente, es uno de esos temas plagados de doble moral. Cuando se trata del hombres cis, no solo se conoce sino que se acepta y hasta se promueve la masturbación (¡como debería ser!). Ahh, pero en personas con vulva, la masturbación es tan inaceptable que resulta casi invisible. Está rodeada de estigma y es asociada comúnmente con un sentimiento de culpabilidad y/o vergüenza. 

Vivimos en una cultura que castiga nuestra autoexploración y que tiene como resultado desconocimiento sobre nuestra propia respuesta sexual y el sentido de autonomía sobre nuestro cuerpo y placer. 

Esto da pie a una industria donde por años se consideró únicamente al hombre hetero cis como consumidor: la pornografía.  A falta de otras herramientas,  la pornografía tradicional ha generado una educación llena de desinformación, donde por décadas vimos mujeres “teniendo” orgasmos explosivos después de 10 minutos de mera penetración.

El concepto hetenormado del sexo 

Vivimos en una cultura patriarcal, donde predomina un guion: el sexo inicia con la erección del pene y termina con su eyaculación. En pocas palabras, se resume a coito (penetración pene/vagina). 

Esta visión limitada es en gran parte la razón por la que estamos teniendo menos orgasmos:

  • Como el foco es la penetración, se pierde la oportunidad de explorar nuevas y mejores maneras de estimularnos y de experimentar placer.
  • El “juego previo” (foreplay), si es que sucede, se ve solamente como “calentamiento” para el evento más importante: “la penetración”.
  • Con el orgasmo masculino al centro, muchas de nosotras crecimos depositando nuestro placer y satisfacción como resultado del de nuestra pareja, colocando nuestro orgasmo como un “plus”.

La base para disminuir esta brecha de modo personal es la comunicación con tu pareja. 

Si ya te diste la oportunidad de descubrir por ti misma lo que te causa placer, o si al menos tienes claro qué no, el siguiente paso es comunicarlo. Es importante que empecemos a priorizar nuestro placer. 

Tener estas conversaciones con nuestra pareja puede resultar muy incómodo y difícil, son temas que incluso siguen siendo un gran tabú aún con personas de nuestra total confianza. Pero tener la vida sexual a la que aspiramos debemos comenzar con pedir lo que queremos. 

No limites tu placer: cómo disminuir la brecha del orgasmo

Para mí, la brecha se irá disminuyendo conforme exploremos nuestro cuerpo y aprendamos a expresar lo que queremos y lo que no. Para hacerlo podemos empezar por esto:

  1. Mastúrbate. Si no has logrado tener un orgasmo sola, practica.
  2. Una vez que experimentes, trata de identificar cómo llegaste ahí físicamente (frotando tu clitorís, estimulando el punto G, con tu mano, con un juguete, etc) y mentalmente (qué fue lo que te prendió, si tienes alguna fantasía o fetiche o cuál era la narrativa).
  3. Si puedes, date la oportunidad de explorar también con juguetes. Son una gran herramienta que puedes usar para complementar cuando tienes sexo sola o en pareja.
  4. Abre el diálogo con tu pareja. Recuerda que no es una crítica, sino la construcción de un espacio seguro para expresar nuestro deseo.
  5. ¡Habla acerca de la brecha! Una manera de reducir el estigma es teniendo estas conversaciones, no solo con nuestra pareja, sino también con amistades y en otros espacios apropiados.

La satisfacción es diferente para todxs y, aunque el orgasmo es importante, no debería ser la única métrica en la que basemos nuestro bienestar sexual. Tenemos que disfrutar el proceso y el resultado se dará solo.

¿Qué está pasando en Colombia? Te decimos dónde informarte

Es muy importante saber qué está pasando en Colombia. Te contamos cómo inició el Paro Nacional y cómo puedes seguir informándote.

Seguramente habrás visto en redes sociales mensajes que llaman a difundir lo que está pasando en Colombia. Tuits, videos e ilustraciones que denuncian los casos de violencia policial en el país. Para entender bien cómo se llegó a este punto, hay que retroceder hasta finales de abril de 2021.

Cómo empezó todo

La sociedad colombiana convocó a un paro nacional en abril y tomó las calles para manifestarse en contra de la reforma tributaria propuesta por el presidente Iván Duque. Esta reforma pretendía aumentar impuestos en servicios públicos, gasolina y productos de primera necesidad, entre otros. Es decir, Duque pretendía salir de la crisis económica del país poniendo más carga fiscal en las clases medias y bajas.

Ante las protestas, en varias ciudades de Colombia se decretó toque de queda y elementos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) tomaron las calles. Pero, de acuerdo con varios testimonios, lo hicieron de forma violenta.
 
La plataforma Grita, de la organización Temblores, reporta que entre el 28 de abril y el 5 de mayo se han registrado al menos 1,708 casos de violencia policial. Entre ellas: detenciones arbitrarias, disparos con arma de fuego, violencia sexual y 37 víctimas de violencia homicida.


 
Aunque el gobierno rectificó y echó para atrás la reforma tributaria, la gente siguió protestando por el exceso de violencia policial y por otras exigencias que están vigentes desde 2019.

Para las y los colombianos la violencia policial fue la gota que derramó el vaso en un país donde la pobreza sigue aumentando año con año; líderes sociales han sido asesinados y la pandemia se ha gestionado de forma ineficiente.

Conmoción interior

Un temor actual es que el presidente Duque esté considerando acudir a la conmoción interior, un concepto que está en la Constitución y que le daría poder para restringir ciertos derechos fundamentales. Como explica el periódico El Espectador, para esto necesitaría la firma de todos sus ministros y puede tener una duración de 90 días, que se pueden extender a dos periodos más, para un total de 270 días. Es decir, casi un año completo.

La ley es muy específica respecto a en qué situaciones se puede usar esta herramienta y cómo solo se pueden tomar las medidas estrictamente necesarias para acabar con la conmoción interior. Sin embargo, el aplicar esta opción por supuesto llevaría a más represión y violencia, como señala Human Rights Watch.

Por lo pronto, el presidente descartó que vaya a implementar la conmoción interior y el 10 de mayo inician negociaciones con el Comité del Paro.

¿Shadowbanning y censura en redes sociales?

El 5 de mayo, usuarios en algunas ciudades colombianas, especialmente en Cali, mencionaron que no podían subir videos a Instagram ni hacer transmisiones en vivo o que en general no funcionaban los datos móviles.

¿Qué podemos hacer para ayudar?

Infórmate y difunde información verificada. Es súper importante que sigamos las protestas y haya presión internacional para que las autoridades sean responsables por la violencia.

A dónde donar

Hay varias campañas de Go Fund Me a las que puedes donar: esta es específicamente para ayudar a quienes protestan en Cali y esta es para Cali, Medellín y Bogotá.

Sin embargo, lo que nos piden las personas colombianas es que nos informemos y compartamos lo que está pasando,

Medios para seguir

Te recomendamos seguir estos medios de comunicación colombianos que están haciendo una cobertura súper completa:

Mutante: en su cuenta de Instagram explica con infografías qué es lo que ha pasado en el Paro nacional y en sus historias puedes informarte al momento.

Temblores: una ONG dedicada a defender los derechos humanos que está informando sobre la violencia policial

Volcánicas: un sitio web que hace periodismo feminista y está cubriendo el Paro Nacional con perspectiva de género.

La Silla Vacía: un medio independiente que está cubriendo las protestas y explica día por día lo que está pasando. En su Instagram puedes seguir en vivo cómo se viven las protestas en diferentes ciudades colombianas.

Manifiesta: medio independiente enfocado en las mujeres colombianas. Puedes leer un análisis de la reforma tributaria con perspectiva feminista y otros textos sobre cómo afecta esta situación a las mujeres.

Cuestión Pública: un sitio noticioso en el que puedes informarte más de la situación política en Colombia. En su Instagram hay imágenes y videos de las protestas, videos con análisis y más información al momento.

Vorágine: en su Instagram, este medio está difundiendo las historias de las personas ha vivido la violencia de las protestas y también de quienes verían las consecuencias directas de las reformas que propone Duque.

Cero Setenta: un medio digital creado por el Centro de Estudios del Periodismo de la Universidad de los Andes.

El Pacifista: medio independiente comprometido con la paz. Te recomendamos su Instagram para información acerca de cómo el gobierno está vulnerando los derechos humanos.

Colombia2020: un proyecto de El Espectador con información posterior a los Acuerdos de Paz en 2020. En su instagram hay datos e imágenes sobre protestas en diferentes ciudades colombianas.

La Cola de Rata: un medio que en su Instagram está compartiendo ilustraciones, caricaturas, verificación de rumores y otra información importante.

Liga Contra El Silencio: una alianza de medios y periodistas contra la censura.

Gracias a la periodista colombiana Natalia Piza por la asesoría en la elaboración de este contenido.

De ropa, acoso callejero y nuestro derecho a vivir seguras. Una viñeta de Dersdepanian

Por: Michelle Dersdepanian

El acoso callejero es una realidad muy difícil en México (y en muchos otros países). Puede afectar nuestra autoestima, nuestra sensación de seguridad y nuestra vida social.

Además, en el eterno intento por evitar ser acosadas, perdemos partes de nosotras, como nuestro estilo personal. Puede parecer superficial, pero tenemos el derecho de usar y vivir las calles, de experimentar con nuestra ropa sin miedo y de no ser culpadas, porque los ataques no se relacionan con lo que teníamos puesto sino con la misoginia y el pacto patriarcal.

¿Tener Covid-19 afecta tu menstruación? Te contamos todo

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Cada día sabemos más sobre esta enfermedad, pero hablamos poco acerca de cómo el Covid-19 afecta a tu menstruación y tu ciclo menstrual. Platicamos con una experta para saber más del tema.

No podemos negar que el Covid-19 llegó a ponernos todo de cabeza: los hábitos, las salidas y, sí, también la menstruación. Y aunque en Malvestida ya hemos hablado sobre cómo el estrés generado por la pandemia puede alterar nuestro ciclo hormonal, cada vez conocemos más implicaciones al respecto.

De acuerdo con la Doctora Yoalli Palma, especialista en Ginecología, Obstetricia y Medicina Materno Fetal, no es necesario alarmarnos de más, pero sí conocer esta información para poner atención en posibles cambios al menstruar.

Covid-19 afecta a la menstruación: la explicación científica

La Dra. Yoalli Palma nos explicó que el virus del Covid-19 entra a las células por medio de un receptor llamado ACE2 y con ayuda de una enzima llamada TMPRSS2.

Como se explica en un estudio realizado en China acerca del Covid-19 y sus efectos en la menstruación, al principio, los científicos pensaban que este receptor y esta enzima sólo se encontraban en el sistema respiratorio, pero poco a poco se han dado cuenta de que también aparecen en el sistema digestivo, nervioso, cardíaco, y, lo que más nos interesa en este caso: la placenta, útero, vagina y ovarios.

Lo que se sabe hasta ahora

El estudio que ya mencionamos se realizó durante cuatro meses y participaron 237 mujeres de entre 18 a 45 años con Covid-19. Aunque la mayoría dijo no haber presentado un cambio, el 20% de las mujeres refirió una disminución y 5% un aumento en cuanto al volumen de su menstruación. Además, varias mujeres dijeron haber notado un cambio en la duración de su ciclo.

Sin embargo, la Dra, Yoalli explica que el estudio no es del todo exacto en cuanto a su metodología, por lo que habrá que observar los posibles efectos a largo plazo.

“Esta es la mejor manera de saber cómo afecta el Covid a nuestra menstruación, pero faltan los efectos a largo plazo. Los estudios tienen meses de haberse hecho y muchas veces son retrospectivos. Esto quiere decir que se hacen en mujeres que ya tuvieron Covid. Les hacen una encuesta y eso está sujeto a un sesgo y a un error.”

Nuestro ciclo es sensible a cambios

La doctora nos explicó que el ovario es muy sensible a las hormonas del estrés como el cortisol, la adrenalina, o infecciones muy fuertes. Esto hace que la menstruación cambie, y en el caso del Covid-19 esto no es diferente:

 “La menstruación es una expresión de cómo está nuestro sistema hormonal, entonces, si hay una infección que altera la hormonas, por supuesto que va a ver una alteración en la menstruación.”

Foto de cottonbro en Pexels

La importancia de saber todo esto

Aunque pudiera parecer algo sin importancia, ya que los cambios no son muchos, Yoalli nos explicó por qué sí es importante hablar de esto:

“Saberlo te permite tener tranquilidad y seguridad. Al alterarse la menstruación, surgen preguntas como ‘¿Me voy a quedar infértil?’ Y bueno, hasta el momento no hay datos. Tendríamos que esperar los datos a largo plazo.”

Otra razón por la que esta información es muy útil, es porque nos permite conocer nuestro cuerpo y nos ayuda a que no caigamos presas del pánico y de tanta desinformación que hay.

“También permite a los científicos estudiar qué hace el Covid-19 a largo plazo con nuestra reserva ovárica, con nuestras hormonas, incluso alguna situación psiquiátrica”, mencionó la Dra. Yoalli.

Hay que mencionar que también se está investigando qué efectos tiene la vacuna contra el Covid-19 en nuestro ciclo, y aunque tampoco se han mostrado muchos cambios, sí ha habido alteraciones. Saber esto también nos ayuda a no asustarnos si nos vacunan y notamos algún cambio.

El tabú de la menstruación

Una de las principales razones por las que hay pocos estudios sobre los efectos del Covid-19 en la menstruación, es porque, en general, el periodo continúa siendo un tema tabú para muchas personas. Y si no se habla de ello, tampoco de los problemas a su alrededor. Y peor aún, si no se habla de los problemas, mucho menos de las soluciones.

Esto va desde pobreza menstrual hasta alteraciones en la salud como Covid-19, endometriosis, Síndrome de Ovario Poliquístico, etc.  

La doctora nos dijo que el tabú afecta muchísimo nuestra salud, porque al no estar informadas, no podemos distinguir entre lo normal y anormal.

“La primera medida para mejorar una situación de salud pública es precisamente saberla distinguir. En cuanto a la menstruación, es imposible enseñarlo en las escuelas porque hay muchos tabúes, tampoco en la familia porque peor. La mejor manera es comunicarnos entre nosotras y abrir medios que permitan la explicación y la investigación en este tipo de cambios”

Así que sí, si te contagias de Covid-19 y notas cambios en tu menstruación, no te preocupes, lo más probable es que sea algo normal. Saber este tipo de información nos permite tomar control sobre nuestros cuerpos y no preocuparnos de más. Empezamos a exigir que cada vez se genere más información de este tipo.

¿Qué hacer si viví violencia sexual? La plataforma Tiempo Fuera te ayuda

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Te contamos como la plataforma Tiempo Fuera hace la diferencia y te ayuda a saber qué hacer en caso de que vivas violencia sexual. 

Por: Gabriela Martínez 

En México tenemos leyes que nos protegen, pero navegar el sistema después de vivir violencia sexual puede ser muy complicado y abrumador. Por eso urgen herramientas que nos ayuden a saber cuáles son nuestros derechos y opciones. 

A más de un año de la pandemia por Covid-19 en México, vivimos con muchas repercusiones. Una de ellas es el aumento de las violencias hacia las mujeres, en particular la violencia sexual.

La pandemia y la violencia contra las mujeres

De acuerdo con informe “Las dos pandemias: Violencia contra las mujeres en México en el contexto de Covid-19”, publicado por la organización feminista EQUIS Justicia para las Mujeres en conjunto con la Red Nacional de Refugios e Intersecta en junio del 2020, la violencia contra las mujeres en México antes de la pandemia era ya enorme:

“Para dimensionarlo: de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (2016) en México, el 44% de las mujeres mayores de 15 años habían vivido al menos un incidente de violencia a lo largo de su última relación de pareja.”

Ya que empezó la crisis, las llamadas de auxilio por violencia de género aumentaron. En agosto de 2020, el pico fue de 23,421 y también aumentaron las llamadas específicas por abuso sexual

La combinación pandemia y cuarentena contribuyeron a aumentar la violencia contra las mujeres. Platicamos con Mariana Mancilla, oficial de incidencia para el Programa de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos (REDefine México), parte del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, que nos platicó de Tiempo Fuera, la plataforma de tecnología cívica que proporciona información sobre qué hacer. 

Cómo saber qué hacer al vivir violencia sexual

Tiempo Fuera es una plataforma completamente gratuita, disponible para todos los estados de la República Mexicana, que funciona como guía para proporcionar información integral, vigente y actualizada a las personas que han vivido una situación de violencia sexual. 

Mariana nos cuenta que  fue creada porque “detectamos que no había claridad de qué pasos seguir cuando alguien quería recibir atención médica o de justicia en caso de vivir violencia sexual. Particularmente que no había información clara cuando había un embarazo producto de la violación y se quería interrumpir”. 

La herramienta es súper fácil utilizar: a través de una serie de preguntas claves, va proporcionando a la persona los pasos a seguir de acuerdo al tiempo que ha pasado desde el episodio de violencia sexual. Explica desde los documentos que debes contar, cuáles son tus derechos y que servicios deben ofrecerte las instancias. 

La información se divide en tres áreas: salud, justicia y atención integral. Para cada una puedes encontrar un mapa con la información geográfica de los centros e instancias disponibles según tu caso.  

¿Y si no sé si lo que viví fue violencia?

A veces tenemos miedo de que digan que “exageramos” o nos convencemos de que lo que vivimos solo fue incómodo, pero no cuenta como violencia. 

Así es como define la NOM-046 al maltrato sexual:

“La acción mediante la cual se induce o se impone la realización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tiene la imposibilidad para consentir”.

Mientras tanto, la violencia sexual es:

“Todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”. 

Claro que la ley no es la única manera de definir nuestras experiencias, pero conocer las definiciones puede darte paz y seguridad.

Una plataforma siempre disponible y discreta

Otra cosa que distingue a Tiempo Fuera es que puedes acceder a ella desde cualquier lugar con conexión a internet. Como nos dice Mariana, la tecnología cívica es súper importante para que las mujeres puedan conocer sus derechos y los pasos a seguir si alguno de ellos es violentado. 

“Hemos acercado un poquito más y con mayor discreción la información sobre atención en casos de violencia sexual. Consideramos que en algunos casos es más fácil buscar información en la red digital que llamar al 911 o algunos otros números de apoyo, pues no son escuchadas por otra persona (su agresor)”, nos cuenta Mariana. 

Según los datos de todo el año 2020, esta plataforma tuvo un alcance de 10,859 pestañas de la página visitadas, y el 7.8 de las personas regresaron a consultar. ¿Desde dónde vienen las visitas? La mayoría son de Ciudad de México, Guadalajara, Ecatepec y Morelia.

Es importante destacar que si bien se trata de una herramienta en línea, las rutas de acción proporcionadas por Tiempo Fuera son descargables, así las puedes tener contigo incluso cuando no cuentes con internet o datos móviles. 

Imagen. Tiempo Fuera

Trabajar en conjunto para lograr la diferencia 

Las instituciones públicas que son mencionadas en la plataforma tienen la obligación de atender a las personas con casos de violencia sexual sin discriminación y de respetar su derecho a la confidencialidad y garantizando siempre sus derecho a la salud y a la justicia. 

El contar con la información necesaria y en tiempo real puede resultar clave para disminuir la denominada cifra negra o los casos no denunciados.

En palabras de Mariana “son todos aquellos los  no son contabilizados debido a que las mujeres no tienen acompañamiento y/o las herramientas necesarias para acceder a los servicios, o bien, porque la violencia sexual escaló a un feminicidio o bien, la violencia es tipificada bajo otras causales como violencia doméstica o intrafamiliar”.

Esto es lo que encontrarás en Tiempo Fuera 

  • Preguntas específicas que te orientarán de acuerdo al tiempo que ha pasado desde el ataque sexual, para que conozcas tus opciones de atención inmediata. 
  • Cuáles son tus derechos y qué trato deben brindarte los servicios de atención.
  • Qué documentos solicitan.
  • Un formato descargable para que lo lleves a la unidad de salud y solicites la atención en materia de interrupción legal por motivo de una violación, la causal aprobada en todos los estados del país.
  • Las unidades de salud, así como instancias de justicia y acompañamiento integral que estén más cercanas a ti de acuerdo con tu ubicación. 
  • En caso de no recibir atención adecuada por la institución pública, también tienes acceso información sobre cómo reportarlo. 
  • Si necesitas traducción en alguna lengua indígena, en la plataforma cuentan con información para obtenerla. 
  • Un directorio nacional de organizaciones e instituciones que se dedican a atender a mujeres que viven violencia sexual, desde acompañamiento legal o psicológico y acompañamiento para acceder a abortos seguros. 

Recuerda que es tu decisión denunciar o no, pero siempre tienes derecho a recibir información para elegir lo que sea mejor para ti y tu salud. 

Ser Mujer Organizada en la UNAM, una perspectiva desde la Facultad de Arquitectura

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La Facultad de Arquitectura de la UNAM está en paro desde el 22 de marzo. Este texto lo escribieron las integrantes de MOFA para exponer las violencias que diariamente viven las mujeres en esta facultad y en la universidad en general.

Por: MOFA (Mujeres Organizadas Facultad de Arquitectura)

¿Nunca se han puesto a pensar cuánto tiempo falta para que alguna de nosotras sea una de las 11 mujeres víctimas de feminicidio en México? ¿O nuestras, madres, hermanas, amigas, compañeras?. 

El 15 marzo del 2018, les arrancaron la vida a Sol y Graciela Cifuentes, hija y madre respectivamente. Sol era una de nuestras compañeras de arquitectura, estaba en 6to semestre, ninguna de nosotras la conoció pero eso no nos impidió sentirnos devastadas. 

La Facultad de Arquitectura (FA) solo publicó un comunicado lamentando “el fallecimiento de Sol”. No mencionó a Graciela, a pesar de que en algún momento dio algunos cursos en la facultad. 

Además, sus condolencias dejan fuera que ni Sol ni Graciela fallecieron: fueron víctimas de feminicidio, la expresión máxima de violencia y odio hacia las mujeres. Y la facultad no fue capaz de pronunciarse en contra ante tal hecho aberrante.

Así es estudiar en la Facultad de Arquitectura de la UNAM

Al entrar a la facultad de arquitectura, las mujeres nos enfrentamos  a que en nuestro primer día de clases una maestra nos pregunte “si estamos estudiando arquitectura para conseguir esposo”. A que un maestro de construcción diga “pero al fin de cuentas, las normas son como mis primas, solo sirven para violarlas”. O que hasta en nuestras familias, las que estudian arquitectura, sean cuestionadas “¿por qué quieren estudiar una carrera para hombres?”.

Cabe aclarar que desde hace algunos años las mujeres representamos la mitad del alumnado de la facultad, aún así muchos profesores nos hacen menos, nos ignoran, piensan que lo único en lo que podemos opinar es en cómo diseñar una cocina. 

Cuando una de nosotras estaba a punto de entrar a la Facultad de Arquitectura en 2017, sus padres le advirtieron: “Ten mucho cuidado en la UNAM, no estés en lugares sola”, acababa de pasar el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio. 

¿Por qué hasta ir a la universidad para las mujeres resulta jugarse la vida?; para las que ya estábamos en la facultad no entendimos por qué en nuestras comunidades no existía una conmoción por lo que le había sucedido a Lesvy. NADA SE HABLABA, PARECÍA NO IMPORTAR, NO EXISTIR. 

La Facultad de Arquitectura está dividida en dos partes. Para ir a tus clases de la Unidad Multidisciplinaria, en donde se dan las carreras de urbanismo, arquitectura de paisaje y diseño industrial, al edificio principal debes transitar cerca del último lugar que vio a Lesby respirar.  

¿Qué ha hecho la UNAM? Nada, no hizo nada más que deslindarse de otro feminicidio de una de sus alumnas.

¿Cómo nos conocimos las Mujeres Organizadas de la Facultad de Arquitectura?

Nosotras no éramos amigas, no nos conocíamos, ni éramos todas de las mismas carreras, pero lo que nos juntó fue ver que la violencia en la UNAM contra las mujeres no descansa, no tiene fronteras y en cualquier momento nos podía tocar a alguna de nosotras. 

Nos reunimos porque durante el cacerolazo del 2019, alumnos de la Facultad de Ingeniería agredieron nuestras compañeras que se manifestaban por la falta de resoluciones ante la violencia contra las mujeres. Les lanzaron ladrillos y vidrios, le abrieron el brazo a una de ellas. 

Estábamos cansadas de ver que en nuestra facultad tampoco se hacía nada, no era un tema que se hablara, menos que se tratara.

Platicamos sentadas en un círculo en el suelo, pensando ¿qué podíamos hacer? no éramos más de 15 alumnas y aún así no tardó en llegar una patrulla de seguridad UNAM a vigilarnos, porque a las instituciones les sigue dando miedo que las mujeres nos organicemos. 

La patrulla nos siguió hasta la Facultad de Filosofía y Letras, cuando les llevábamos una colecta de dinero a nuestras compañeras que llevaban alrededor de un mes de toma.  

La UNAM somos las morras organizadas

¿El orgullo universitario?, no lo conocemos, la institución no ha hecho más que ignorarnos, violentarnos y tacharnos de locas. Porque al final resultó que sí “tenemos que cuidarnos”, porque las aulas están llenas de profesores y alumnos que nos violentan, acosan y abusan de poder. 

Las primeras estudiantes de arquitectura en México ingresaron a la carrera en 1932, cuando la UNAM todavía estaba en el centro histórico de la Ciudad. En la tesis de maestría de María Eugenia Hurtado Azpeitia (1997) titulada “La trayectoria de las mujeres en la arquitectura del México Contemporáneo (1932-1997)” nos relata cómo los alumnos se empeñaban en llegar temprano a la Academia de San Carlos (antecesora de la FA) para poder apreciar el momento exacto en el que sus pocas compañeras llegaban para chiflares y gritarles cosas. 

Casi han pasado 90 años y la institución, en todo este tiempo, poco ha admitido en cómo se nos ha acosado y violentado históricamente.

La UNAM, la universidad número 1 de México según algunos recuentos, la que se cuelga los logros de las alumnas como méritos propios, que sacan campañas del 8 de marzo diciendo “Libres, plenas y seguras” cuando desde la institución poco se habían planteado políticas eficientes que realmente nos protegieran y aseguraran que estábamos en un espacio seguro en el cual estudiar. 

Quienes lo hemos cambiado todo somos las Mujeres Organizadas: las de la Facultad de Filosofía y Letras que lograron el cambio en el Estatuto General de la UNAM, las Mujeres Organizadas de la Facultad de Economía, que mantuvieron su paro durante una época de la cuarentena. Las de polacas que siempre jalan y acuerpan. Las de Colectiva Toffana de Química, quienes lograron que se corriera a dos profesores de su facultad. Las de Ingeniería, que formaron una colectiva con muchísima fuerza dentro de una de las facultades más machistas de la UNAM.

Las de Derecho, Odontología, la Facultad de Artes y Diseño, las de la Escuela de Música, las de Medicina, las de Trabajo Social, las de FES Aragón, las de Fes Acatlán, las de las prepas y los CCH. 

Lo estamos tirando desde la universidad y vamos a cambiarlo todo. En 30 años, cuando la UNAM quiera colgarse la medalla de aulas seguras y espacios libres de violencia, o los cambios en la legislación universitaria, nosotras sabremos que fuimos las morras, las estudiantes, nosotras las Mujeres Organizadas.

Imagen. Cortesía de MOFA

La Facultad de Arquitectura está en paro indefinido desde el 22 de marzo de este año, porque ya estamos cansadas, la comunidad está cansada que no se tomen las acciones pertinentes en las denuncias, de los procesos poco claros, que nunca tienen una solución favorable para las víctimas. Nuestro paro es por las morras que tenemos rabia, y es para las morras desaparecidas, ignoradas y violentadas en sus aulas, en los pasillos, en las reuniones virtuales. 

Las Mujeres Organizadas de la Facultad de Arquitectura estamos haciendo la chamba que administraciones pasadas no pudieron. No nos brindaron una educación libre de violencia machista. Ni la virtualidad, ni los carpetazos o normas burocráticas van a detenernos en exigir nuestros derechos. LAS MOFA existimos, y resistimos.

Laboratorio Malvestida: probé cosméticos ecológicos

Dado que abril es el Mes de la Tierra, probamos cosméticos ecológicos de marcas mexicanas para conocer cómo funcionan y en qué son distintos a los tradicionales.

Me encanta probar nuevos productos de maquillaje y cuidado de la piel, pero la verdad es que esto a veces viene con culpa por ¡todos esos empaques de plástico! 

Soy la reina de reutilizar frasquitos y botellas y casi siempre elijo la opción más responsable. Por ejemplo, base de maquillaje que venga en un empaque de cristal y no de plástico y delineadores de lápiz a los que se les saca punta. 

Sin embargo, admito que no le he entrado con taaantas ganas a las marcas que están específicamente diseñadas para minimizar el impacto en el ambiente. Así que aquí les cuento qué pasó cuando agregué varios productos más ecológicos a mi rutina este Mes de la Tierra.

Usé cosméticos ecológicos de marcas mexicanas

Estos productos me los enviaron desde Biutest, una comunidad súper bonita que incluye reseñas e información de muchas marcas mexicanas que impulsan valores como el amor propio, la salud y el cuidado personal. 

Puedes comprar los cosméticos directo en su Biutienda, donde están disponibles todos los que probé o, si prefieres, también te dice en qué otras tiendas en línea están disponibles.

Les cuento que mi piel suele ser un poco seca, pero estos productos los usé en un clima súper caluroso y húmedo. 

Shampoo sólido

Yo tenía el prejuicio de que toooodos los shampoos sólidos me iban a secar más el pelo, pero este de la marca Xixänthé es de avena, caléndula y miel, lo que lo hace súper suavecito. Además, hice un viaje corto en el tiempo en el que lo usé y sí es una maravilla no tener que preocuparte porque se derrame tu shampoo.

Un tip es ponerlo en una jabonera o cualquier lugar donde se pueda secar bien entre usos, para que no se deshaga y puedas aprovecharlo todo. 

Imagen. Cortesía de Biutest

Mascarilla facial

Sí tenía experiencia con las mascarillas que vienen en polvo y ya era fan, porque para activarlas puedes elegir diferentes líquidos, según tu tipo de piel. Usé una purificadora con cúrcuma, de la marca Polvos Mágicos, y como mi piel es mixta o seca, la probé mezclando con yogurt y con miel. 

Me gustó mucho que sentí la carita purificada y limpia pero sin sensación tirante. 

Imagen. Cortesía de Biutest
Imagen. Polvos Mágicos

Tinte multiusos

Amo los productos en crema, así que me emocionó este tinte multiusos de la marca Te Quiero Verde, en el tono magnolia, y más que viene en un empaque de vidrio con tapa de aluminio.

El color es muy sutil y creo que hubiera preferido más un tono como el terracota. Por sus ingredientes nutritivos, deja las mejillas súper jugosas y, por lo mismo, no dura tanto en la piel, pero es un acabado muy bonito. Me gusta para un look natural de diario.

Imagen. Cortesía de Biutest

Toallitas desmaquillantes

No veo muchas razones para seguir usando toallitas desmaquillantes desechables. Hace un tiempo que hice el cambio y creo que lo más importante es tener varias para que nunca se te ensucien todas al mismo tiempo, y también elegir unas que sean muy suavecitas y no lastimen tu piel.

Con el tiempo y las lavadas, puede que pierdan un poco su suavidad: ¡no las tires!. Puedes usarlas para desempolvar o en otras partes menos delicadas del cuerpo, como el cuello o los brazos. 

Las de Xixänthé vienen en un kit de 5, son de algodón y de muy buen tamaño. Recomendadas. 

Imagen. Cortesía de Biutest

Jabón facial sólido

Sí, también tengo un prejuicio con los jabones faciales sólidos y siempre me parece que me dejan la piel demasiado tirante. Este de la marca Nae es de caléndula y manzanilla, ingredientes calmantes, así que fue perfecto para mi viaje, cuando estuve expuesta a mucho sol y calor.

Sin embargo, para CDMX, creo que tengo que seguir explorando hasta encontrar una opción aún más “cremosa”. 


cosméticos ecológicos
Imagen. Cortesía de Biutest

Esmalte de uñas

Me impresionó lo rápido que se secó este esmalte de la marca Ahmar y la buena cobertura que tuvo con la primera pasada. También que sus ingredientes sean de origen orgánico y 7free, una etiqueta que significa que no tienen 7 ingredientes que se han identificado como nocivos y que están en la mayoría de los esmaltes de uñas.

El color no es mi favorito, pero sí me quedé con ganas de probar otras opciones de esta marca. 

cosméticos ecológicos
Imagen. Cortesía de Biutest

Después de este experimento, prometo no tenerle tanto miedo a la cosmética sólida y también probar más marcas independientes que cuiden sus empaques e ingredientes. 

La interseccionalidad no lo es todo: otras propuestas desde lo decolonial

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La interseccionalidad como concepto ha tenido mucho éxito dentro del feminismo. Pero no es la única manera de pensar en las diferentes opresiones.

Desde hace algún tiempo, la interseccionalidad no ha dejado de rondar por mi mente, así que lo he debatido y discutido en redes sociales y con las personas con las que comparto la colectiva AFROntera.

Varias personas pensamos que el concepto se ha cristalizado tanto que se convirtió en un comodín que significa que se incluye en el feminismo a mujeres históricamente excluidas.

Y claro que esto es necesario, pero para mí este es un término muy limitado. Una consecuencia de que se utilice tanto es que, dentro de los movimientos sociales, hay una tendencia por competir por quién suma más puntos de opresión y, por tanto, tiene más legitimidad para hablar sobre racismo o para luchar en contra del patriarcado.

Interseccionalidad vs. imbricación

Quiero aprovechar este espacio para exponer las principales críticas que se han hecho a la interseccionalidad, principalmente desde la postura del feminismo decolonial.

El término de interseccionalidad fue acuñado por Kimberly Crenshaw, feminista negra estadounidense en la década de los ochenta. Esta idea resultó muy novedosa en la época, a pesar de que años atrás otras teóricas y activistas negras ya habían planteado la idea de una multiplicidad de opresiones.

¿Por qué la interseccionalidad fue el término predilecto dentro del feminismo para hablar de las violencias que experimentan las mujeres no blancas? Para entender eso, tenemos que entender la historia.

Avenidas separadas o experiencias superpuestas

Kimberly Crenshaw estaba trabajando en un caso de discriminación hacia tres mujeres negras en la empresa General Motors y buscó una manera de brindar un término que permitiera, en términos legales, visualizar la experiencia de estas mujeres y cómo era atravesada por la raza y el género. 

A pesar de que se ha planteado que los términos de consubstancialidad, eslabonamiento o imbricación de opresiones son equivalentes a la interseccionalidad, yo considero que la interseccionalidad es un planteamiento distinto, incluso opuesto.

Crenshaw explica su planteamiento con la imagen del cruce de avenidas: cada avenida es un sistema de opresión. Para comprender la violencia que particularmente viven las mujeres negras, por ejemplo, tendríamos que dirigirnos al punto en el que se cruzan el racismo y el sexismo, dos avenida independientes, que se encuentran en la experiencia de ciertas personas.

Por otra parte, la imbricación se explica con las imágenes de tejados y tejidos, escamas de peces y conglomerados geológicos. Imbricar, según la RAE, significa “disponer cosas iguales de manera que queden superpuestas parcialmente”.  

Así mismo, la consustancialidad remite a lo inherente, lo intrínseco, lo inseparable. Una imagen alusiva al término es la santísima trinidad: dios padre, hijo y espíritu santo es una sola sustancia indivisible.

Por eso, mientras que la interseccionalidad plantea que los sistemas están separados, la idea de imbricación habla de fusión, confluencia, coexistencia.

Críticas a la interseccionalidad

El problema va más allá de la cuestión de la representación: ¿Cuál sería la diferencia si entendemos que las opresiones son consubstanciales y no interseccionales? La forma en la que se entienda la opresión determina cómo se actuará políticamente frente a ella, como bien dijo la feminista negra y decolonial Astrid Cuero en su  conferencia magistral en el Tercer Congreso Feminisita de Chiapas

Por su parte, la académica María Lugones dice que dada la construcción de las categorías, las intersecciones interpretan erróneamente a las mujeres de color:

“En la intersección entre «mujer» y «negro» hay una ausencia donde debería estar la mujer negra precisamente porque ni «mujer» ni «negro» la incluyen. La intersección nos muestra un vacío. Por eso, una vez que la interseccionalidad nos muestra lo que se pierde, nos queda por delante la tarea de reconceptualizar la lógica de la intersección para, de ese modo, evitar la separabilidad de las categorías dadas y el pensamiento categorial”.

Las relaciones sociales son dinámicas, históricas y complejas. La interseccionalidad, según  la feminista decolonial colombiana Mara Viveros, “estabiliza las relaciones sociales en posiciones fijas”. Para ella, las relaciones sociales no pueden ser divididas en secuencias y se coproducen mutuamente. O sea, no podemos dividir claramente dónde empieza una cosa y termina la otra. 

Ella nos cuenta que Kimberly Crenshaw ha aclarado en varias oportunidades que la aplicación de la interseccionalidad es contextual y práctica: su intención no era crear una teoría de la opresión, sino generar una categoría jurídica para analizar casos concretos.

¿Opresiones más opresivas que otras?

La interseccionalidad surgió en un contexto liberal, por eso es utilizado por organismos internacionales como el Banco Mundial, instituciones gubernamentales, ONG, entre otros.

El enfoque de la interseccionalidad ha derivado en entender que las opresiones son acumulativas y jerárquicas. Para Astrid Cuero, esto implica algunos peligros porque de esta forma pareciera que hay experiencias de opresión más legítimas que otras:

“No se trata de ver cuál es el sujeto que ocupa el lugar más bajo sino entender cómo el entrecruzamiento de opresiones afecta la vida de cada mujer negra”.

Por otro lado, Ochy Curiel, otra feminista decolonial, insiste en que la interseccionalidad es una política del reconocimiento de la diferencia que está apegada a las lógicas multiculturales del Estado, porque le interesa reconocer las diferencias, mas no comprender por qué y para qué fueron creadas.

Pareciera que hay una diferencia abismal entre mujer negra empobrecida y otra mujer lesbiana de su misma clase, sin embargo Ochy señala que, aunque estas características se hayan asumido como experiencias diferenciadas, no lo son.

Según esta postura, las identidades (mujer, negra, lesbiana, gay, etcétera) deberían enunciarse con el fin de señalar la existencia de los sistemas de opresión que las originaron y no como una cuestión escencial con la que inherentemente se nace.

Ver el mundo con la lente de la interseccionalidad nos impide ver que no hay grupos “más oprimidos” que otros: las experiencias que atravesamos las mujeres negras y los hombres negros son manifestaciones diferenciadas del mismo entramado que edifica el patriarcado, el racismo y el capitalismo.

Una respuesta política diferente

Cuestionar el modelo fragmentado y de jerarquización de la interseccionalidad es imperativo en estos tiempos en los que el feminismo liberal gana cada vez más espacio. 

Si entendemos de manera separada la opresión, nuestra respuesta organizativa y política será fragmentada. 

Si por el contrario, consideramos que las diferencias identitarias fueron inventadas por un mismo poder que se manifiesta de múltiples maneras, quizá podamos vencer los pleitos innecesarios generados por la competencia de quién es más oprimido y organizarnos de manera comprometida y efectiva frente al racismo, al capitalismo y el patriarcado.

¿Todavía nos importan los Óscar? Quizá sí, pero de una forma distinta

Es fácil decir que ya no importan los Óscar, pero estos premios todavía pueden decirnos mucho de la cultura y de nuestro papel como audiencia.

Cada año me pregunto qué tan relevantes siguen siendo los Oscar… y cada año los veo otra vez. Un poco porque me encanta leer los tuits en el momento y contribuir con los míos, otro poco por la moda y sí, también por el amor al cine.

Este 2021 todo fue distinto y un poco raro. Sin persona que condujera, con pocas risas y menos gente presente, la entrega de premios se sintió un poco desencajada. Hubo momentos históricos, pero más que ser conmovedores, molestaban por reflejar lo obsoleta de esta institución.

Techos de cristal que se rompen demasiado tarde

Y, sin embargo, siguen siendo premios que catapultan a talentos y le dan luz verde a proyectos. Por eso lo conmovedor no es precisamente que por primera vez en 93 años dos mujeres negras se llevaron el premio a Mejor Maquillaje y Peinado (Mia Neal y Jamika Wilson, junto con Sergio Lopez-Rivera, por Ma Rainey’s Black Bottom), sino conocer su trabajo y escuchar su discurso:

«Gracias a nuestros antepasados que pusieron el trabajo, se les negó, pero nunca se rindieron (…) Me paro aquí, mientras Jamika y yo rompemos este techo de cristal, con mucha emoción para el futuro (…) Sé que un día no será raro o revolucionario, solo será normal”, dijo Mia, quien también mencionó a mujeres trans y latinas.

Por su parte, Chloe Zhao es ahora solo la segunda mujer que tiene un Oscar a Mejor Dirección y la primera mujer asiática. Sí, 91 de 93 premios se han entregado a hombres y todavía en 2021 hay categorías en las que solo hay hombres nominados (y casi todos son blancos).

Ah, y Emerald Fennell, quien escribió y dirigió Promising Young Woman, se llevó el premio a mejor guion original. La primera mujer desde Diablo Cody, hace 13 años. Solo hay otras 3 ganadoras en solitario (otras lo compartieron con hombres). 

Y si hablamos de raza: ese mismo premio lo ganó por primera vez un hombre negro en 2018 (Jordan Peele por Get Out) y en 2020 se lo llevaron Bong Joon Ho y Han Jin Won por Parasite

¿Importan los Óscar o no?

Con estos datos, se hace un poco difícil celebrar a la Academia ya que, por fin, premian a talento que siempre estuvo ahí. 

O porque este año las categorías de actuación fueron más diversas que en años anteriores o porque la actriz sorda Marlee Matlin presentó a los filmes nominados a Mejor Documental usando lengua de señas… solo para que la cámara dejara de filmarla segundos antes de que terminara. 

Lo que sí podemos hacer es celebrar a los increíbles talentos que hacen cine sin saber si será premiado o siquiera visto. A las personas que usan sus plataformas para hablar de temas importantes o simplemente a quienes crean historias que nos llegan al cora (o a la cabeza).

Porque definitivamente las minorías o los grupos vulnerables no necesitan la aceptación de Hollywood para legitimar su trabajo, pero sí necesitan que el público les apoye. Y eso sí hay que celebrarlo. 

Platicamos con Ximena Sariñana sobre «A no llorar», una canción llena de talento femenino

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«A no llorar», la nueva canción de Ximena Sariñana, busca promover la participación de las mujeres en la industria de la música, mostrar la bonito de ser vulnerables y la importancia de intentar.

Cuando las mujeres nos unimos, salen cosas increíbles. “A no llorar”, la nueva canción de Ximena Sariñana, es prueba de ello.

Tan solo con ver el video, aún sin saber nada del detrás de la canción,  ya puedes sentir toda esa fuerza femenina de la que nos habló Ximena en la entrevista que le hicimos.

Así es, tuvimos la oportunidad de platicar con ella sobre esta nueva canción, la vulnerabilidad, la mujeres en la industria de la música, la salud mental y muchas cositas más. 

“A no llorar” y lo bonito de ser vulnerables

Cuéntanos cómo surgió “A no llorar”, ¿cómo fue el proceso?.

La escribimos como parte de un SoundCamp que organizamos unas chicas y yo para promover la participación femenina en la industria de la música. 

Una vez que ya habíamos definido el tema y habíamos terminado la canción, me pareció que era súper importante que esa visión siguiera y se llevara hasta las últimas consecuencias. Buscamos una productora, que fueron Marian Ruzzi y Paty Cantú, así como el mayor número posible de colaboradoras.

Creo que la canción se explica muy bien por sí sola, pero tiene varias capas. Por una parte habla de la importancia de mostrarse vulnerable, de preferir mostrarte tal y como eres a no hacerlo, de haber vivido y pasado por lo que sea que te hizo llorar a no haberlo pasado. 

También habla de cómo, al mostrarte vulnerable, logras empatizar con más personas que a lo mejor han pasado por lo mismo que tú. Además, lo que somos capaces de hacer cuando nos juntamos desde ahí, desde la emoción y la honestidad.

¿Tú de qué formas te permites ser vulnerable?

Creo que nosotros como músicos tenemos una ventaja, porque todo el tiempo estamos en contacto con nuestras emociones. Para que realmente tu canción logre trascender, tienes que escribir desde el corazón y desde un lugar humano, tienes que tener ese entendimiento de las emociones. Por eso, todo el tiempo nos estamos mostrando vulnerables, contándole a todo el mundo nuestra vida a través de la música.

Me encanta que cada vez estemos viendo más de eso, porque tienes que tener mucha valentía para hacerlo. Creo que tiene que ver con que cada vez hay más aceptación de los sentimientos, y de cosas que se salen de la norma y los roles convencionales. Desde temas de salud mental, hasta la feminidad, y cómo reinventamos los espacios para que el hablar de los sentimientos sea cada vez más normal. 

La importancia de intentar

En la canción dices «prefiero haber llorado a no llorar», lo cual habla de intentar las cosas. ¿Cuál es para ti la importancia de arriesgarte?

Para mí es súper importante porque siento que si no te arriesgas, te pierdes de muchas cosas. Las cosas que más valen la pena son las que más cuestan, por eso es saber que no todo te lo van a entregar súper facilíto y de la mano es un aprendizaje súper importante.

¿Hay algo en tu carrera que no haya salido como esperabas, pero que no te arrepientes de ello?

Todo el tiempo, desde pedir trabajar con alguien y que te digan que no, hasta decir, “voy a sacar esta canción, voy a arriesgarlo todo” y a lo mejor a la canción no le va tan bien como esperabas. 

Todas esas cosas pasan muchísimas veces y más bien yo diría que en la carrera de un músico, obvio hay momentos exitosos, pero hay igual o más momentos de cosas que no salen como uno cree. Es parte del proceso y hay que saber que eso muchas veces también te lleva a otras cosas muy interesantes y muy padres. 

Por qué ya no queremos ser la única mujer en el cuarto

¿Algunos de estos retos se te han presentado directamente por el hecho de ser mujer?

Es chistoso porque no ha sido de maneras muy directas. La gente con la que he tenido la oportunidad de trabajar siempre ha sido muy respetuosa de mi visión, de lo que yo quiero para mi carrera, y tampoco nunca he sentido que hay esta expectativa de que por ser mujer tengo que estar guapa, mostrar pierna o lo que sea.

Aunque la realidad es que vivimos en una sociedad machista y eso se refleja también en nuestros lugares de trabajo. Tan es así, que cuando hicimos nosotras el SoundCamp para promover la inclusión, nos dimos cuenta de que ninguna de las que estábamos ahí habíamos estado en una sesión en donde hubiera puras mujeres. La mayoría de las veces eres la única mujer en el cuarto, y eso quieras o no, afecta tu manera de trabajar.

Todas decíamos “wooow, que loco, ¿por qué esto es tan raro cuando fluye tan increíble?” Y pues esto tiene que ver con que hay pocas mujeres en la música y no hemos tenido las mismas oportunidades o el acceso a la misma educación. 

Además, no existen referentes para incentivar a las mujeres que están estudiando música a querer ser como tal productora, tal ingeniera, técnica, compositora. Obviamente eso afecta y es algo que vivimos todas.

Hablando de eso, ¿cuál es la importancia de que las mujeres tengamos referentes?

Es muy importante y es parte de la riqueza de “A no llorar”. Esta canción y en general este álbum en el que estoy trabajando busca eso, que desde la parte que el público no ve, haya un impacto positivo en las mujeres en la música. Por eso decidí darle oportunidad a más productoras, compositoras, realizadoras, gente de managment, gente que hace arte, todas esas cosas que son súper importantes.

El video de “A no llorar” tiene elementos súper poderosos. ¿Qué era importante para ti comunicar a través de esas imágenes?

Esta canción tiene muchísimas realizadoras y un grupo muy grande de mujeres que se unió para que sucediera. 

Para mí sí era muy importante que en el video se reflejara eso. Fue el reto de “¿cómo le hacemos para que se vea esto de una manera muy poética?” Y también pensando en que fuera seguro por la situación de la pandemia. Por todo eso, decidimos hacer el video como lo hicimos en donde lo hicimos y con quien lo hicimos.

Por último, ¿cuáles han sido para ti los cambios más importantes en la industria musical en los últimos años?

Ufff, te juro que es impresionante cómo la tecnología ha cambiado totalmente. Me han tocado tantas cosas en los 15 años que llevo de carrera, que no te puedo decir.

Yo empecé cuando estaban empezando las redes sociales y las discográficas tenían esta crisis financiera terrible en donde no sabían en donde se iban a acomodar. Luego nació Spotify y todo lo que eso representó. Ahora la pandemia, que cambió el ir de gira, hacer conciertos y todo lo que hacíamos. 

También hay muchas cosas positivas, pero todavía queda mucho trabajo por hacer, hablando específicamente de inclusión. Estamos trabajando para que cada vez haya más y más mujeres. Digo, cada vez hay más artistas de nuevas generaciones que están haciendo proyectos en donde tienen todo mucho más claro y con un discurso mucho más potente, eso me fascina. Traen un chip diferente y eso me encanta, me encanta ver cómo eso afecta también a nuestros proyectos por la igualdad. 

Nos llena el corazoncito que artistas tan importantes como Ximena pongan sobre la mesa estos temas y nos demuestren que las mujeres estamos en todas partes, aún si mucha gente no lo quiere ver. Si no la has escuchado, vaaas. 

 

Por qué tener un huerto urbano mejorará tu vida… y al planeta

En el Día de la Tierra, quisimos pensar en acciones que tienen impacto a diferentes niveles. Por eso platicamos con una experta para saber sus mejores consejos para iniciar un huerto urbano.

¿Dónde compras tus frutas, verduras y hierbas? Hay muchas opciones, desde ir a un supermercado, hasta a un mercado o incluso apoyar a proyectos que venden directamente los productos de agricultores locales, sin intermediarios.

Todas estas modalidades tienen sus ventajas y desventajas, pero quizá el principal punto negativo es que olvidamos de dónde viene lo que comemos, perdemos conexión con las temporadas, los vegetales de la región y el trabajo que hay detrás de nuestras ensaladas.

Así pasa con muchas cosas. Sabemos que estamos en una crisis climática, pero la basura deja de ser nuestro problema cuando pasan por ella, el agua sigue saliendo de nuestras tuberías y los microplásticos en nuestra ropa o cosméticos son invisibles. 

Por eso es importante que conectemos nuestras acciones con sus resultados, y que nos involucremos en generar soluciones que empiecen en casa pero tengan grandes impactos.

Ventajas de tener un huerto urbano

Tener un huerto urbano nos ayuda a volver a conectar con nuestro planeta y a comprender exactamente cuáles son los ciclos de los que dependemos para vivir. 

La Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR) dice en su blog que otra gran ventaja de estos huertos es que nos alejamos de las prácticas de consumo masivo y convencional, lo que genera alimentos más sanos y menos impacto en la tierra. También podemos empezar a consumir más vegetales y disminuir nuestra dependencia en la carne. 

Además, si hacemos un huerto comunitario, podemos crear lazos con quienes viven a nuestro alrededor, donar un poco de nuestra cosecha y también usarlo como un momento de aprendizaje para menores.

Consejos para crear tu huerto urbano

Platicamos con Irma Ochoa, mejor conocida como Majahuita. Desde su proyecto El Huerto Palo Verde, ella busca impulsar a más personas a sembrar huertos en casa. La ilustradora Marisol Rivera nos ayudó a crear bellas imágenes para los tips que nos dio.

Decide qué plantar 

Aquí no solo entran tus gustos, sino información acerca de las hierbas y vegetales que se dan en el área en la que vives, así como las épocas en las que crecen.

Ten en cuenta el riego

No riegues a la hora de más sol, sino al atardecer, para que no se evapore el agua y la infiltración en la tierra sea mejor.

No olvides el abono y fertilizante

La idea es que tu suelo sea súper rico en nutrientes, así que Majahuita nos recomienda agregar fertilizante 4 veces al mes y composta 2 veces al mes. La composta la puedes preparar usando tus residuos orgánicos, incluyendo cáscaras de huevo (aunque estas últimas debes lavarlas bien antes de usarlas).

Evita las plagas

Sí, no todo es felicidad, también vas a tener plagas. Majahuita nos recuerda que, aunque la tierra debe estar bien húmeda, no debes dejar charcos, porque el exceso de humedad trae hongos y enfermedades. En temporada de lluvia, agrega fungicida.

consejos para huerto urbano

Luz y ubicación 

La mayoría de los cultivos necesitan que les dé el sol de forma directa al menos unas 6 horas al día, pero algunas hojas (como los diferentes tipos de lechugas), solo necesitan unas 4 horas o un espacio iluminado, aunque no llegue el sol directamente. Ten en cuenta esto cuando decidas dónde ubicar tu huerto.

Sana distancia

A las plantas les gusta tener su espacio para crecer felices. Ten en cuenta el tamaño final de cada cultivo y que sus raíces crecerán con el tiempo. También debes conocer su crecen hacia arriba o hacia los lados para decidir cómo plantar.

cómo hacer un huerto urbano

Ojalá que te animes aunque sea a plantar algunas hierbas de olor para que veas lo mágico que es ver crecer tus propias plantitas y cocinar con ingredientes que tú ayudaste a crecer.

Calzones menstruales: te damos algunas razones para amarlos

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La marca Aerie lanzó el Undie AerieREAL Period™. Te contamos cómo funcionan estos calzones menstruales y por qué los amamos tanto.

Hace algún tiempo, una amiga me contó que la copa menstrual nunca le acomodó del todo, así que empezó a buscar alternativas que también fueran ecológicas y se adaptaran a su cuerpo. Así fue como descubrió los calzones menstruales.

Cada cuerpo y cada experiencia al menstruar es diferente, por eso es importante saber que hay todo un mundo de opciones para vivir nuestro periodo de forma libre y cómoda, entre ellas los calzones menstruales Undie AerieREAL Period™.

Una nueva forma de vivir la menstruación

De las primeras cosas que mi amiga me dijo acerca de los calzones menstruales, fue que cuando los usa se siente consentida y abrazada (100% real, no fake). También, que su relación con la menstruación cambió de forma positiva.

Aún así, ya que parecen demasiado buenos para ser verdad, los calzones menstruales siguen generando muuuuchas dudas. ¿Realmente son cómodos? ¿Te manchas la ropa?

Decidí investigar a fondo qué onda platicando con dos mujeres que han usado calzones menstruales: Bego y Ani.

calzones menstruales
Fotografía: Undie AerieREAL Period™

¿Cómo funcionan los calzones menstruales?

Esta pregunta es una de las que más me intrigaban, y resolverla me ayudó a sentirme más segura en cuanto a mi decisión de querer probarlos.

Por ejemplo, la marca Aerie explica que sus nuevos undies de menstruación están hechos de «tela de algodón transpirable suave y elástica». Además, tienen una capa súper absorbente que evita la humedad y otra que es anti “fugas”. 

O sea, los calzones tienen capas con diferentes funciones para que tu ropa no se manche, no sientas humedad y, en general, no tengas que preocuparte por nada relacionado con tu menstruación. Además absorben lo equivalente a dos tampones.

¿Son cómodos? 

La otra pregunta del millón al hablar de calzones menstruales es: ¿sientes algo o es como usar cualquier otro calzón?

Ani no dudó un segundo en asegurarme que sí son súper cómodos. “Con una toalla desechable sentía mucho más que tenía algo ahí, pero con los calzones me siento bien”.

Por su parte, Bego me dijo que las únicas veces que sí sintió un poco húmedo fue durante las primeras veces que apenas le estaba agarrando la onda a los calzones menstruales. O sea que algo muy importante para tener la mejor experiencia es conocer tu flujo y así saber cada cuánto debes cambiarlos. Si los últimos días del periodo tu flujo es menos abundante, entonces puedes usarlos durante más tiempo.

Además, tanto Ani como Bego me dijeron que nunca han percibido ningún olor inusual al usar los calzones. Recordemos que la sangre menstrual puede oler diferente dependiendo de cada persona, eso es totalmente normal. Como señala la revista médica Healthline, a menos de que tengas una infección u otra situación médica, no tendría porque oler mal.

Fotografía: Undie AerieREAL Period™

¿Cómo lavar los calzones menstruales?

Esto también es cuestión de descubrir lo que te acomoda más, obvio siguiendo las instrucciones básicas que te da la marca. Ani me dijo que ella primero los enjuaga en la regadera (aclaró que la sangre se quita facilísimo) y luego los mete a la lavadora. 

Algunas de las instrucciones que da Aerie para sus modelos Undie AerieREAL Period™ son:

  • Enjuagarlos previamente a mano con agua fría
  • Lavarlos a máquina con agua fría en programa para prendas delicadas en una bolsa de malla y secarlos en secadora a baja temperatura
  • ¡Puedes lavar estos undies con tus otras prendas!

Bego me comentó que esto es de lo que más le gusta de los calzones menstruales, lo fáciles que son de lavar. “Cuando utilizaba compresas reutilizables, la verdad sí se me hacía complicado tener que lavarlas a mano, pero los calzones los metes a la lavadora y listo”.

Fotografía: Undie AerieREAL Period™

¿Para quién es recomendable utilizar calzones menstruales?

Tanto Bego como Ani me dijeron que se los recomiendan a todas las personas que quieran una alternativa ecológica. Incluso comentaron que son ideales como complemento si te gusta usar la copa, pero sigues queriendo protección extra durante tu periodo.

Así que si tienes la espinita de probarlos, pero todas estas dudas te frenaban ¡hazlo! Recuerda que lo importante es encontrar la opción que te haga sentir más cómoda durante tu menstruación. 

Mi útero, ¿un espacio público? Así viví mi aborto con medicamentos

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El aborto médico con medicamentos no es legal en todo México, pero puede ser muy seguro. Eso no significa que no sea una experiencia incómoda, dolorosa y complicada. Una mujer nos cuenta cómo lo vivió.

Este texto es solo la experiencia de una persona y no debe tomarse como una guía. Para información sobre aborto a distancia y aborto con medicamentos, recomendamos contactar a Fondo María o Morras Help Morras.

Por: Tonantzin Elusay

Soñé que caminaba en un sendero muy angosto, al filo de la montaña, y caía. Desde lo alto, suspendida e impotente, yo miraba mi cuerpo tendido sobre rocas puntiagudas y un charco de sangre que crecía alrededor de mi cabeza.

Hace dos semanas debió bajarme y no he dejado de sentirme débil, agotada y sin ánimo de nada. La inquietud de ese sueño me persiguió aún despierta, así que le digo a mi novio que quiero hacer una prueba de embarazo. Minutos después, la palabra “positiva” es más negativa que nunca.  

Descubrir un embarazo no deseado

Siento alfileres pincharme el estómago; la rabia quiere traducirse en vómito. El cuerpo de Víctor es un mar en calma que me cobija: todo va a estar bien, estamos juntos

Nos mudamos a Guadalajara de la Ciudad de México hace dos meses. Tengo máximo seis semanas de embarazo y la determinación de no ser madre. Aquí, como en la mayoría de los estados del país, decidir sobre mi cuerpo y mi futuro es motivo de cárcel. 

Hace tres años que uso el DIU como anticonceptivo y, por motivos ajenos a cualquier explicación certera, falló. Para lidiar con el embarazo, es necesario retirar el dispositivo de mi cuerpo. 

Buscar ayuda en un estado que la niega

Al teléfono, los doctores tapatíos hacen malabares para negarse a atenderme: dan precios estratosféricos para persuadirme de no agendar una cita, algunos tienen disponibilidad hasta dentro de un mes. 

Algunos dicen que no pueden “arriesgarse” a retirar el dispositivo porque puede afectar al bebé y cortan la llamada. Otros mencionan más del número de veces necesarias que aquí eso no es legal. Por su puesto, ellos son los que están en riesgo. 

Decido pedir solo la información del costo de retirar el DIU, pero el cuestionario se repite llamada tras llamada:  ¿por qué quiere retirarlo?, ¿cuánto tiempo tiene con él?, ¿por qué eligió ese método?, ¿qué usará ahora?, ¿está segura de que quiere embarazarse?, ¿está casada?, ¿divorciada? 

Entiendo que, de no haberme mudado de ciudad encontraría ayuda de inmediato: una cita, información, seguridad psicológica y sanitaria.

En internet, algunos artículos sugieren ir a la farmacia y pedir una caja de misoprostol, pero también advierten que, en estados como Jalisco, te negarán el medicamento por motivos religiosos. 

Nada nuevo. Aquí, el Congreso, la religión y hombres y mujeres machistas profesionales de la salud que emplean juicios de valor a sus pacientes, tienen el derecho de llamarme delincuente: homicida. Se creen con el derecho a decidir sobre la maternidad y el futuro de cualquiera porque sí, por motivos religiosos y morales. 

Al final, me atendieron dos ginecólogas. Una me retiró el dispositivo y otra me puso uno nuevo después del aborto. No se conocen ni viven en la misma ciudad, pero coinciden en que retirar el DIU puede provocar sangrado y la pérdida del embarazo no es segura, aunque probable. 

También dicen que la indicación médica más responsable y segura para el producto y la persona embarazada es retirarlo, quiera continuar o no con el embarazo.

Aborto con medicamentos: el proceso  

Un día de los primeros meses de 2021 

Nombre completo: Irrelevante 

Edad: 28 años 

¿Tienes ultrasonido? Sí.

¿Tienes algún padecimiento? ¿Cuál? No. 

¿Has utilizado corticoesteroides? No.

¿Has tenido algún proceso hemorrágico? No. 

¿Usas anticoagulantes? No. 

¿Tienes porfiria hereditaria? No.

¿Tienes DIU colocado? Lo retiré hace unos días para tomar el medicamento.

Grupo sanguíneo: A+.

¿Eres alérgica a la mifepristona? No.

Nivel educativo: Licenciatura. 

¿Tienes apoyo de pareja o familiar? Sí.

Número de embarazos previos: 1. 

Número de partos: Ninguno.

Abortos: 1. 

Cesáreas: No.

Embarazos ectópicos: No. 

Así viví un aborto en casa con medicamentos

La tortura en la soledad de mi cuerpo es silenciosa. 

Día uno

Una pastilla de mifepristona a las 2:35 p.m. Mi cuerpo se convierte en un lugar desconocido.

La incomprensión fisiológica y cultural de Víctor hiere: de repente somos dos planetas chocando, un eclipse, un evento casi imposible.

Frustra que los hombres rara vez sepan qué hacer o decir con los cuerpos de sus compañeras, como si no fuera una asquerosa mentira patriarcal (y sobre todo católica) que nuestros genitales nos configuren como una especie distinta, defectuosa, casi amorfa. 

Las explicaciones sobran y aturden, porque nadie sabe exactamente cómo actuar bajo las circunstancias de un accidente (accidente: un suceso que resulta en daño involuntario para personas o cosas) 

No me queda ninguna duda; estamos solas en el mundo de los úteros y las hormonas. Caigo en un pozo profundo: la soga podrida se rehúsa a resistirme, mis gritos mudos y las extremidades de fideo; la soledad es la única presencia posible. 

El apetito es nulo y la rabia de incendiar todos los congresos y todas las iglesias es la única hambre viva. 

Día dos

Una pastilla de ibuprofeno y 4 de misoprostol a las 2:35 p.m. Las de segundas se consumen por debajo de la lengua y astillan el músculo más fuerte de mi cuerpo.

Se deshacen como hace la libertad sobre mi cuerpo, mi albedrío, mi futuro y mis certezas. Solo pude alimentarme de duraznos fríos, chocolate caliente y la compañía de Víctor, que pasadas las horas entendió que no había mucho que decir ni entender: bastaba con saber estar, el cobijo de sus brazos permitió a mi imaginación ir al mar, mojarme los pies, hundirme en la arena y en su respiración. 

Tres horas después, estoy sola, resistiendo olas con agujas reventando sobre mi vientre. Dos ibuprofenos más, antes de la hora indicada; el dolor es insoportable pero resisto. 

Durante dos o tres horas, siento como si un caballo posara sus cuatro patas sobre mis piernas y espalda, un frío polar me quema los huesos, tiemblo bajo más de tres cobijas cual adicto en abstinencia. Los pensamientos en penumbras. 

Todo es un evento constante que, a ratos, se calma con drogas y toallas hirviendo en el vientre. 

Menos de doscientos minutos se antojan una vida descalza sobre espinas y un alma en pena, todo lo que debí hacer y no hice, la cita con la ginecóloga a la que no logré asistir hace seis meses, me asfixiaba el sueño y la calma. 

Una vez más: Víctor, té caliente y masaje de espalda me recordaron que todo pasa, que pronto todo estaría bien y pisotearon la retrógrada culpa machista que taladraba mi cabeza. 

El sangrado comenzó como una menstruación más, pero dijeron que debía ser extraordinaria para determinar el éxito del medicamento. Tuve atención médica y psicológica al alcance de WhatsApp como parte de un servicio de interrupción del embarazo a distancia.

El sangrado no era lo esperado: en las primeras dos o tres horas se espera cambiar una toalla sanitaria nocturna cada hora. No fue mi caso, no tuve necesidad de cambiar ni una, pero al ir al baño, hilos de sangre espesa pintaban el agua sin excepción. Un ibuprofeno más y dormí como se debe dormir después de una golpiza callejera. 

Las doctoras dicen estar preocupadas, aunque el sangrado persiste, es deseable que sea más abundante y piden precisión en la descripción de coágulos y sangrado: algo parecido a menudencias de pollo pero en otros colores, el sangrado continúa y por la mañana llené la primera toalla, escribo. 

Coinciden en que no es suficiente y recomiendan que ese mismo día tome una segunda dosis.

Día tres

Cuatro pastillas más de misoprostol. El escándalo interno se enciende, mi inconsciente arde y bulle como lava sobre mi cuerpo:

¿Qué carajo sucede? No soy la maldita virgen María. Calma. No es tu culpa, tu cuerpo tiene su propio ritmo, el sangrado no ha parado y no todas las mujeres podemos expulsar como el mar rojo.

Nunca he llenado una toalla nocturna, mi flujo nunca ha sido abundante. Todo va a estar bien, me abrazan y yo permanezco con los ánimos dormidos. Una, dos, tres, cinco horas más y me resigno a que los dolores no volverán como el día anterior. No los deseo, pero hoy el dolor es mi certeza y mi refugio. Todo pasa. 

Nada del proceso fue estrictamente el esperado por las médicas. Ahí estamos todas, a la deriva de la ciencia y de la maldita Ley impuesta sobre los cuerpos que habitamos y a las mujeres nos han prohibido conocer.

El sangrado y algunos cólicos continúan. Temo que el proceso con medicamento también falle, que el sistema patriarcal se salga con la suya y me condene. 

La espera es de una a dos semanas más para poder hacer un ultrasonido y de nuevo, nado en la incertidumbre de mi cuerpo. 

Me cansé de buscar certeza en mejorar las descripciones de los coágulos que no dejaban de salir de mi vagina: era parecido a la cola extendida de un pez betta adulto, como trozos de algas marinas de al menos diez centímetros, pedazos de delgado filete de pescado, trozos de carne gruesos más grandes que una guayaba, pero no mayores al de una manzana.

Comprendí que, “la mayoría” no puede ser una manera de abortar, me dio calma pensar que ningún cuerpo, en ninguna circunstancia puede ser mayoría (fisiológicamente hablando) porque aún no nos fabrican en serie.

Las médicas también son humanas, que ni siquiera me han visto, que no conocen mi útero ni mi ciclo menstrual y que, además, solo pueden estar a la cercanía de WhatsApp a casi setecientos kilómetros de distancia. 

Día siete 

Ya casi nada me da asco. Ya no me siento agotada, irritable y depresiva; siento volver y adueñarme de mi cuerpo.

Día doce 

El sangrado casi ha desaparecido. Ya podría hacer un ultrasonido a partir de mañana. Indican que, sobre todo en mi caso: es indispensable asegurarse de no necesitar una limpieza de útero; la cereza en el pastel. 

No he pasado un día sin pensar en todas aquellas que están o han estado bajo mis circunstancias: ¿hubiera sido madre porque así lo decide el estado en el que vivo? 

¿Si no hubiera tenido posibilidades económicas? $180 de la prueba de embarazo, $700 por retirarme el DIU, $2800 por el medicamento y $3000 a $5000 por un nuevo dispositivo. ¿Si no tuviera aliadas? ¿Si no me hubieran enseñado desde siempre que el derecho sobre mi cuerpo es solo mío? 

No soy la única

Hoy, solo dos entidades en el país han legalizado la interrupción del embarazo libre, seguro y gratuito: Oaxaca en el año 2019 y la Ciudad de México desde el 2007. 

Según la Secretaría de Salud, en las clínicas de atención pública se han practicado 261,901 abortos, de los cuales solo 161,483 pertenecen a mujeres que residen en la CDMX.

El 38% (100,418 ) tuvieron que salir de su hogar (para transportarse se necesitan de $600 a $3000 pesos por persona, depende el origen del trayecto, más alimentación y hospedaje).

Como requisito, se debe ir con una persona que acompañe y pagar una cuota de recuperación que se determina por medio de un estudio socioeconómico.

Si no tuviera acceso a internet o a la mínima educación sexual, ¿sabría que podría viajar a la CDMX o a Oaxaca y recibir esta atención? Si trabajara y estudiara en Mérida o Tamaulipas,  ¿perdería su empleo o le descontarán los días de ausencia por no poderlo justificar “legalmente” ? ¿Y si no tuviera un acompañante?, ¿podría viajar sola? ¿Si tuviera quince años, su tío fuera el culpable del producto y nadie le creyera? ¿Sería madre porque así lo decidieron en las curules?

Se vale parar y descansar: una viñeta de Dersdepanian

Por: Michelle Dersdepanian

La sociedad nos presiona mucho para producir, para estar ocupadas y sentirnos culpables cuando tomamos un tiempo para nosotras.

Sin embargo, como nos recuerda Dersdepanian en su viñeta, nosotras podemos ir en contra de la corriente y darnos permiso para parar. Necesitamos que nuestro cuerpo y nuestra mente puedan tener momentos de paz y recarga.

La violencia laboral es muy real. Así la puedes identificar

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No porque sea tan común es menos dañina. La violencia laboral puede afectar todos los ámbitos de nuestras vidas. Aquí te decimos algunas señales para identificarla y opciones para salir de ella en caso de que la vivas.

La primera vez que vi El diablo viste a la moda era una adolescente fan de los chick flicks que no tenía idea de la vida laboral ni de qué hacer con su vida. Aun así, se convirtió en una de mis películas favoritas, por el glamour, por conocer un poco del trabajo en el mundo editorial y por ver a una chica perseguir sus sueños.

Ahora, más de 10 años después de haberla visto, las cosas han cambiado. No solo porque entiendo desde lo laboral a Andy,  sino porque siento que en muchos lugares de trabajo la situación es incluso peor de lo que mostraba la película: es violencia laboral y eso no tiene nada de glamoroso.

Las condiciones laborales en México

Para muchas mujeres la pandemia agravó varias relaciones en su vida y las laborales no han quedado fuera: las jornadas se han extendido y se han invadido espacios que no eran para trabajo, como WhatsApp o nuestras redes sociales.

Además, muchos jefes se sienten con el derecho de disponer de todo tu tiempo, porque seguro estamos en casa sentadas en el sillón esperando una nueva indicación u otra junta de zoom en fin de semana que pudo ser un mail el lunes ¿verdad?

Admitir que vivimos violencia no es fácil, porque aunque llevo más de un año pasando por esta situación, hasta hace poco lo reconozco como violencia, pues aunque sabía que estaba mal llegué a pensar que tenía que aguantarlo, agradecer que no estoy desempleada y así poder pagar la renta pero ¿es normal que llore del estrés que me generan los comentarios pasivo-agresivos y ofensas de mi jefe y ver que a mis compañeros hombres no se les trata igual?

Por eso escribo y te digo: no estás sola. Muchas veces las violencias son narradas hasta que se está fuera del infierno, pero no cuando sigues dentro y ya admitiste que vives violencia pero estás armándote de valor para dejar eso que te hace daño.

Según cifras de la Secretaría del Trabajo, una de cada cuatro mujeres que trabaja en México ha pasado por violencia laboral, y como todas las cifras en este país, puede que solo veamos una parte del problema. 

 ¿Cómo voy a denunciar a quien me da mi sueldo y de este depende mi sustento? ¿Me van a creer? ¿Lograré resolver algo denunciando o sólo se pondrá peor? Cada víctima sabrá cómo actuar y denunciar es nuestro derecho pero no una obligación.

¿Cómo identifico que soy víctima de violencia laboral?

Como todo en esta vida, no hay un molde ni una lista exacta de actitudes y acciones, pero según diagnósticos del Comité Mundial de Mujeres de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), estos son algunos ejemplos:

– Te asignan mucho más trabajo, en comparación con otras personas de tu mismo rango.
– Constantemente te amenazan con despedirte o con sancionarte económicamente. 
– Te gritan, exhiben, difaman o insultan en público o privado. 
– Te invisibilizan en la toma de decisiones, pese a que tengas un cargo que amerita que formes parte de ellas. 
– Tus propuestas son ridiculizadas o ignoradas. 
– Tus quejas también son ignoradas. 
– Te culpan por los errores de otros.  

No me merezco esto

Reconocernos dentro del círculo vicioso del maltrato laboral no es nada fácil y esto no solo puede afectarnos en nuestro desempeño, sino que puede generar ansiedad, dolor corporal y malestar, como gastritis y colitis.

Si después de leer esto sientes que estás pasando por acoso laboral, te repito: no estás sola. Estas son algunas cosas que puedes hacer.

Teje redes

Guardar tus problemas y tratar de sostenerlos sola puede traer un peso horrible y será más complicado hallar una solución. Así que teje redes, ya sea con amistades, con tu familia, pareja o con personas que trabajen contigo. Busca a alguien de confianza para platicar y externar cómo te sientes.

No te descuides

Aunque el mundo quiera hacerte creer lo contrario: tu trabajo no lo es todo en tu vida. No dejes que te absorba y descuides lo más importante: a ti. 

Busca unos minutos en el día para hacer otra actividad, lee, escucha música, ríe y disfruta de cosas ajenas a tu trabajo un ratito cada día, hasta que se te haga rutina.

Conoce tus derechos laborales

Sabemos que en México y muchos países de Latinoamérica pareciera que los derechos laborales son un animal fantástico o un mito, pero conocerlos es una herramienta muy importante.

Así puedes conocer tus opciones si te despiden o renuncias, y si decides tomar acción legal. 

Renuncia

Si está en tus posibilidades, dejar esa relación tóxica podría ser una de las mejores decisiones. Tal vez antes de tomar este paso elijas buscar un nuevo lugar, ahorrar un poco o asesorarte para conocer tus opciones. Platícalo y medítalo el tiempo que necesites, pero nunca te permitas conformarte en un espacio que te hace daño.

Así como en cualquier relación afectiva debe haber responsabilidad, en una laboral también. No le creas a esos jefes tóxicos que no encontrarás un trabajo mejor y recuerda que tú y lo que haces valen mucho.

Marcas mexicanas que queremos en nuestro clóset esta primavera

Van subiendo las temperaturas y con ellas nuestras ganas de agregar elementos más frescos a nuestro clóset. Por eso te contamos de algunas marcas mexicanas con prendas perfectas para esta primavera.

Oficialmente ya es primavera, y nada nos emociona más que volver a usar faldas, crop-tops, colores pastel, y todo eso que nos hace sentir, pues, primaverales.


Es por eso que decidimos hacer una lista de marcas mexicanas chulísimas para tus outfits de esta temporada y te veas toda diosa en esos días de picnic.

7 marcas mexicanas para esta primavera

Marcelino textil

Amamooos esta marca porque todas las piezas son únicas y pintadas a mano. Sólo tienes que elegir el modelo que más te guste (tienen crop-tops, camisas, t-shirts etc.) compartirles tu idea y ¡listo!

Tú eliges qué tan colorida quieres que sea o si quieres que aparezcan tus mascotas, flores, comida favorita o lo que a ti más te guste.

Hombre necio

Esta marca mexicana tiene estampados divinos que puedes encontrar en sus blusas, vestidos, jumpsuits, tote bags y muchas cositas más.

La mayoría de sus prendas están hechas de algodón, lo que las hace súper frescas e ideales para esta época de calor. 

La tía Jenny

¡Piezas de crochet que nos encantan! Puedes encontrar blusitas de todas las formas y colores, sombreritos y faldas.

Todo está hecho a mano con mucho amor y es perfecto para completar tu outfit primaveral.

Chela y Lucha

Lleva todo lo que necesites en las bolsas tan lindas de Chela y Lucha. Todas las piezas son únicas y hechas a base de pedacera (vinil y cuero desechado por la industria). Sus diseños son increíbles y perfectos para todes.

Valeria Anastasia

¿Quién dijo que los trajes de baño son solo para la playa? Esta marca nos deja claro que podemos vernos fabulosas sin importar en dónde estemos.

Con sus modelos y estampados súper cool vas a ser la reina de la primavera a donde quiera que vayas. Además, tienen bodies y tops de mesh increíbles.

V A C R

NECESITAMOS todos sus zapatos. Nos encanta lo originales, divertidos y bellos que están.

Sus tacones son ideales para combinar con cualquier look que usemos en este calorcito y además están hechos a mano.

Subtropicalia

Para esta marca, las prendas son aliadas para explorarnos, conocernos y habitarnos. Por ejemplo, la intención de su colección de primavera, llamada «Paisaje», es invitarnos a apreciar la belleza que nos rodea y a la vez florecer libres y ligeras. ¿Qué dice primavera más que eso?

Chécate todos sus vestidos, overoles, pantalones, porque están divinos.

¿Conoces otra marca mexicana súper cool para esta primavera? ¡Cuéntanos! Nos encanta descubrir proyectos nuevos.

ECOSIG y terapias de conversión: una violación a los derechos de la comunidad LGBTQ+

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Los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG) son una realidad en México. Muchas veces impulsadas por los mismos familiares de personas de la comunidad LGBTQ+, estas prácticas son una violación de los derechos humanos con severas secuelas emocionales y psicosociales.

Hace ocho años, Jazz Bustamente, activista y mujer transgénero, llegó a una localidad muy cerca de Minatitlán, Veracruz. Era viernes en la noche, su destino: una supuesta hacienda, en donde se llevaría a cabo un retiro espiritual planificado por una organización religiosa. A ese retiro la invitó una conocida que un mes antes le contó que en ese mismo lugar había dejado de ser lesbiana.

«Yo le decía que eso no era posible, pero ella me insistía en ir y le dije que yo no tenía problemas en asumirme como mujer trans, pero me dijo que no importaba, que me diera la oportunidad, así que acudí porque yo tenía intereses espirituales.”

Jazz describe a esa organización como una combinación de Alcohólicos Anónimos (AA) y “Un curso de milagros”, un libro espiritual publicado en 1976.

Ese viernes partieron del puerto de Veracruz, de donde es originaria Jazz. Para la media noche, una caravana de vehículos se había sumado al mismo trayecto y, cuando llegaron al lugar, cientos de personas ya estaban reunidas ahí.

“Me dijeron que todo iba a estar muy bonito, que en ese lugar había cabañas, zona de camping y hasta una alberca”, recuerda Jazz; sin embargo, cuando llegó al lugar se dio cuenta de una serie prácticas que enseguida le alertaron que ese no era un espacio seguro, sino más bien, un lugar en donde se realizaban prácticas de conversión sexual que son parte de los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG).

Ecosig en México

Allí estuvo tres días sin comer, bajo violencia psicológica y dinámicas parecidas a una secta que concluyeron hasta que Jazz tuvo que decir, a la fuerza, que “renunciaba a su homosexualidad”. Era la segunda vez que le pasaba algo similar, pues dos años antes le había ocurrido en una iglesia cristiana a la que acudía habitualmente.

Aunque la historia de Jazz no es la única, la organización Yaaj. Transformando tu vida A.C, encargada de promover y proteger los derechos humanos, sexuales y reproductivos de las personas LGBTI+, refiere que, en México no existen estudios formales, estadísticas o registro de denuncias respecto a estos casos. Esto significa un obstáculo para hacer visible esta problemática.

“Quienes son víctimas de los ECOSIG normalizan la violencia o sienten vergüenza de la experiencia que vivieron y deciden no hacer ninguna denuncia, sobre todo porque las personas involucradas en primera instancia son sus propias familias”, explican en su dossier “Por una terapia de aceptación y no de conversión”.

No hay nada que corregir

En septiembre de 2019, en una manifestación en el zócalo de la Ciudad de México, Paola Santillán, Coordinadora de Mujeres Diversas Yaaj, compartía su testimonio ante cientos de mujeres que se manifestaban por sus derechos sexuales y reproductivos. Ella también es sobreviviente de violencia sexual, uno de los tipos de ECOSIG que se realizan como forma “correctiva”, aunque en realidad no haya nada que corregir.

Los casos de Jazz y de Paola no son aislados, puesto que los ECOSIG todavía son una práctica vigente en México porque sigue existiendo un “estigma que piensa que las personas que no son heterosexuales o cisgénero son incorrectas o que están enfermas; esto pese al avance a los derechos humanos y al reconocimiento de las disidencias sexuales”, abona Sofía Jiménez Poiré, coordinadora del programa Identidad Sexual en Balance A.C.

Ella explica que el acrónimo de ECOSIG no es sinónimo de las llamadas “prácticas de conversión”, sino habla de una diversidad de realidades ya que los esfuerzos para normar la identidad de género de una persona no se dan solo bajo tratamientos pseudopsicológicos, sino también se mezclan varias dinámicas que se vinculan a procedimientos religiosos o de algún tipo de fe y procedimientos médicos y físicos.

“Es decir, en varias ocasiones se conoce que ha habido personas que fueron sometidas a terapias de electroshock, privadas de agua, alimento y que son encerradas y físicamente atacadas con la intención de torturarlas hasta que pronuncien o den señales de haber normado su sexualidad e identidad. A la población lésbica se les hacen las llamadas violaciones “correctivas” , en donde a través de la violencia sexual intentan cambiar la conducta sexual.”, señala la también socióloga.

Violación de derechos fundamentales

Hay organizaciones que se dedican a hacer ese tipo de esfuerzos y que tienen grandes cantidades de financiamiento para llevar a cabo estas prácticas, por eso, para Jiménez Poiré es importante saber que son esfuerzos altamente organizados que se realizan en diferentes niveles de publicidad y que pueden ser más comunes en ciertos grupos como los religiosos o pseudopsiquiátricos.

“Hemos visto que llegan a hacer publicidad en aplicaciones como Grindr, pues saben cómo conseguir a personas de la disidencia sexual.”, revela.

Sin embargo, la especialista de Balance A.C. detalla que hay otros tipos de ECOSIG que no están tan organizados, son mucho más comunes y que no deben desestimarse porque también son peligrosos. Estos tienen que ver con jóvenes de la disidencia sexual a quienes, desde sus hogares o sus personas más cercanas, se les ejercen otros tipos de violencias como la económica, patrimonial o psicológica, con el fin de modificar su conducta sexual e identitaria.

Jiménez Poiré recuerda que, cuando se habla de los ECOSIG, se habla también de múltiples violaciones a derechos fundamentales como el libre movimiento, pues los grupos que se dedican a realizar estas prácticas suelen encerrar a las personas contra su voluntad; además se coarta el derecho a la integridad personal, a la seguridad, a la no discriminación y a la dignidad humana.

ECOSIG en el Código Penal mexicano

En 2020, la Ciudad de México y el Estado de México se convirtieron en las únicas dos entidades en donde los ECOSIG ya son incluidos en el Código Penal; en la CDMX la sanción para quienes los ejercen va de 2 a 5 años de prisión y para el Estado de México la pena va de uno a tres años.

Actualmente, en el Senado de la República existe una iniciativa homóloga para hacer Reformas al Código Penal Federal para prohibir los Delitos contra la Orientación Sexual e Identidad de Género de las Personas. Aunado a ello, en Jalisco y Quintana Roo ya se encuentran iniciativas de leyes en sus congresos locales.

Para algunas organizaciones, estas medidas han significado un esfuerzo que debe seguir impulsándose para que en todo el país se sancione y castiguen estas prácticas.

“Las terapias de ‘reconversión’ o ‘reparativas’ y las clínicas que las ofrezcan deben ser vetadas y denunciadas para la aplicación de las sanciones que correspondan. Así mismo cualquier persona que ofrezca este tipo de “tratamientos” deberá ser considerada por el Estado como infractora del derecho a la salud y por causar daños al bienestar individual y comunitario”, asevera la organización Yaaj. Transformando tu vida A.C.

Aunado a esto, el Estado debe generar políticas integrales para la prevención de violaciones a derechos humanos, atención, asistencia, protección, acceso a la justicia y reparación integral a las víctimas.

Un enfoque antipunitivista

Para Sofía Jiménez Poiré, desde los feminismos antipunitivistas y anticarcelarios, que suelen ser antirracistas y decoloniales, consideran que estas tipificaciones penales no son equivalentes a pedir justicia, por los altos índices de impunidad y corrupción que existen en el sistema de justicia en México; además de que si se prohíben se vuelven más clandestinos y puede ser más difícil encontrar estos centros de ECOSIG.

“Entendemos el deseo de castigar a todas las personas que violentan a la población por estos ECOSIG, pero no estamos seguras de que el castigo pueda ser considerado justicia. Nos preocupa más bien que sea un espectáculo político para lavarse las manos desde los congresos y consideren que ya se atendió la agenda de la diversidad sexual”.

Para ella, es necesario apostarle a una Educación Integral en Sexualidad (EIS) sólida y universalmente accesible, así como políticas públicas con suficiente presupuesto para erradicar el problema de raíz. Con la postura de Balance A.C. también coincide Yolanda Molina, abogada y activista hidalguense, quien refiere que el derecho penal y la cárcel no solucionan problemas estructurales.

En su artículo “El fracaso de la tipificación de las ECOSIGs”, Yolanda Molina señala que no se necesita tipificar estas prácticas porque en los Códigos Penales ya se consideran como delitos la privación ilegal de la libertad, la violencia sexual, la tortura, entre otros, que se pueden aplicar cuando se presenta un caso de ECOSIG.

Las secuelas emociones de los ECOSIG

Las prácticas de ECOSIG de las que Jazz Bustamante es sobreviviente le ocasionaron depresión. Con el tiempo fue sanando y ahora es activista, defensora de los derechos humanos y también acompañante de sobrevivientes de los ECOSIG. Sin embargo, diez años después de lo que vivió esto sigue sucediendo, justo hace una semana tuvo que darle acompañamiento a una chica que recibió electrochoques por ser lesbiana.

Mateo Gorga, hombre trans, psicólogo especialista y colaborador de la Red de Familias Trans, afirma que el daño psicológico es tremendo por las torturas que significan estos procedimientos: ansiedad, depresión, prácticas sexuales de riesgo, incremento de la intención suicida y uso de drogas.

“Por eso, el acompañamiento psicológico que se debe dar después es indispensable, no solo al saberse sobreviviente a estos ECOSIG, sino también al contexto en el que se ha hecho, porque es muy probable que haya sido un familiar el que llevó a esa persona”, explica Gorga.

Para el especialista es indispensable que la persona sobreviviente tenga una red de apoyo sólida, que pueda acompañarla en el mejoramiento de su autoestima, escucharle y darle tiempo para cuando esté lista, incluso si decide llevar a cabo alguna acción legal.

“En un país en donde la salud mental es deficiente, es urgente que más personas alcen la voz ante dicha situación para poder perseguir a estas personas que lo realizan y pronunciarse en contra de los ECOSIG. Nos urge, como psicólogos, seguir un marco basado en Derechos Humanos”, concluye.

¿Cómo saber si una marca de belleza es cruelty free? Por desgracia, no es fácil

Saber si una marca de belleza es cruelty free o no no es tan fácil como buscar un sello. Te explicamos este complejo tema para que tomes las mejores decisiones para ti.

Por: Ximena Navarro E.

Vas y compras la paleta de tus sueños. Emocionada, buscas tutoriales en YouTube para aprovecharla al máximo. Entre los miles de resultados que te arroja el buscador, aparecen varios vídeos en los que beauty gurus recomiendan dupes de esa misma paleta, puesto que la marca no es 100% cruelty free

La confusión es enorme, la marca dice que sí lo es, pero en el vídeo explican que la compañía madre no, porque comenzó a vender en China. ¿Qué significa eso? ¿Qué tiene que ver China? ¿Te ha pasado? 

Esta intenta ser una especie de guía para navegar en el mundo de las distintas definiciones cruelty free, el papel del país asiático en este tema y el lado humano de las marcas libres de crueldad.

¿Qué significa el sello cruelty free en marcas de belleza?

De manera general, cuando un producto se autodenomina como “libre de crueldad” significa que sus ingredientes no fueron probados en animales.  Ah, pero la cosa se complica si te digo que no existe como tal una entidad legal que determine con precisión qué significa eso: 

¿Son solo pruebas en el producto en sí o incluye pruebas en los ingredientes, realizadas por proveedores?, ¿hablamos de marcas individuales o incluimos a las empresas “madre” que son dueñas de varias marcas, con diferentes características?

En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) es la responsable de definir qué es legalmente un cosmético libre de crueldad. Sin embargo, no hay algún documento disponible en el que dicha institución establezca alguna definición al respecto. 

En marzo de 2020, el Senado aprobó por unanimidad una iniciativa que busca prohibir las pruebas cosméticas en animales. También considera prohibir la distribución nacional de cosméticos probados en seres sintientes. Desafortunadamente, al momento de redacción de este texto, esta iniciativa no había sido aprobada por el Congreso de la Unión, lo cual impide que se ponga en marcha. 

Cruelty Free de acuerdo con cada país… 

La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) del gobierno estadounidense tampoco ha otorgado una definición oficial al maquillaje libre de crueldad. Incluso en su propio sitio web reconoce que aún no existe “un término legal” que defina a esta categoría. 

Mientras tanto, en la Unión Europea (UE) existe una prohibición tajante ante las pruebas en animales y la distribución de cosméticos probados en seres sintientes. Además, hay un elemento que vale la pena mencionar: a la par de estas medidas, la UE impulsa la investigación en “métodos alternativos” a las pruebas en animales desde 2012. 

Por su parte, Australia prohibió definitivamente las pruebas en animales para validar la seguridad de productos cosméticos, así como la exportación de productos probados en seres sintientes, en julio de 2020. 

Una de las particularidades del veto australiano es que incluye un Código de ética para el trato animal, además de que el gobierno buscará trabajar de la mano con compañías cosméticas, investigadores y asociaciones dedicadas al cuidado animal. 

En Asia, India es de los pocos países que prohíbe las pruebas en animales para productos cosméticos, y también es un caso reciente. 

Como puedes ver, estas leyes tienen menos de 20 años. Muchas personas atacan especialmente a China por seguir exigiendo pruebas, pero deja de lado que muchos otros países hacen lo mismo, o llevan muy pocos años legislando sobre el tema. 

Cancelaciones y engaños corporativos

Existen dos principales malentendidos adicionales respecto al maquillaje libre de crueldad: el rol general que desempeña China en la industria de la cosmética y, por consecuencia, el estatus cruelty free de las marcas que deciden vender  ahí.

Una de las marcas más amadas dentro, por su maravillosa relación calidad-precio, es Wet ‘N Wild. En 2019, se vio envuelta en una crisis de imagen pública porque, de acuerdo con el sitio Cruelty Free Kitty (uno de los “árbitros” de los productos libres de crueldad), sus productos se encontraron en Shanghái, en una cadena de farmacias china.

Este sitio asumió que, al estar en China, Wet N’ Wild había mentido sobre su estatus de “libre de crueldad”.

No todo es tan sencillo

La respuesta de la compañía expuso la complejidad del problema: de acuerdo con Wet ‘N Wild, “sus productos siguen siendo libres de crueldad, aunque se vendan en China, porque son elaborados en dicho país”.

Y sí, todo se complica más. Porque la ley china dice que los productos que son fabricados dentro del país no deben ser probados. Ah, pero Cruelty Free Kitty dijo que, independientemente del origen,  sí se exigen estas pruebas en caso de que el producto sea devuelto por consumidores o se emitan quejas sobre su desempeño.

Y Wet n’ Wild no está sola, otras marcas han vivido ese enojo por parte de sus consumidores. Por ejemplo, NARS anunció en 2017 que empezaría a vender en China y muchas personas pidieron un boicot. 

Aunque el reclamo es legítimo, es importante puntualizar que China es el segundo mercado más importante de cosmética del mundo, sólo detrás de EE.UU. Así que es comprensible que las compañías deseen vender ahí.

Además, es revelador que la polémica se centre en la venta de productos en China y no en la Unión Europea; la cual, pese a tener estrictas medidas contra el abuso animal, permite la venta de productos cuyo estatus “libre de crueldad” es un tanto ambiguo. 

https://www.instagram.com/p/CNneDaICOGD/

Huecos legales y modernización

Medios como The Fashion Law reportaron recientemente que las leyes chinas respecto a las pruebas en animales sufrirán una importante modificación en el próximo mes de mayo. 

Según la publicación, las compañías interesadas en importar cosméticos al gigante asiático podrán evitar las pruebas en animales sintientes, siempre y cuando logren demostrar ante las autoridades correspondientes certificados de calidad emitidos por el país de origen y evaluaciones que prueben la seguridad del producto en cuestión. 

Esta excepción aplica únicamente para productos como maquillaje y perfumes. Otros, como tintes para cabello, tendrán que continuar con las pruebas en animales para comercializar su mercancía en territorio chino. 

Desafortunadamente, en el mismo texto se informa que, en el caso de quejas o devoluciones, podrían continuar exigiendo pruebas. 

¿Buena o mala noticia?

Especialistas consultados por esta publicación dicen que este es un gran avance, que mejorará la imagen pública de las marcas que se venden en China. Por otro lado, organizaciones como PETA o Cruelty Free Kitty tienen sus propios estándares para decidir qué es “libre de crueldad”.

PETA escribe en su sitio web que una vez que las compañías aprueban sus requerimientos y pagan una cuota de 350 dólares, se les otorga el sello. Sin embargo, no queda claro cómo verifican la información, ya que la organización solo dice:

“Se le pide a la compañía en cuestión declarar que sus proveedores son cruelty free; que ni sus ingredientes, formulaciones y productos terminados sean probados en animales en ninguna parte del mundo”. 

Por su parte, Cruelty Free Kitty hace una importante aclaración. Existen marcas que se consideran a sí mismas como “libres de crueldad”, aunque venden sus productos en suelo chino, porque sólo los comercializan en línea. 

En 2014 la Administración Nacional de Productos Médicos de aquella nación emitió una actualización en la que indicó que los cosméticos comercializados en línea exentan las pruebas en seres sintientes. Al respecto, Cruelty Free Kitty refiere en su sitio web que “una marca no puede ser 90% libre de crueldad”. 

Si bien la actualización más reciente a la ley china es una excelente noticia para los seres sintientes que son expuestos a un maltrato innecesario, todavía falta camino por recorrer. 

En definitiva, la presión internacional ha tenido influencia, sería excelente que las mismas exigencias y atención fueran dirigidos a otras naciones que apenas comienzan a actualizar sus propias leyes.

La cuestionable reputación de las marcas libres de crueldad y clean 

¿Y qué pasa con las personas que laboran en compañías reconocidas por su  labor a favor de los derechos de los animales, ingredientes veganos y “limpios”? 

RMS Beauty es una marca líder dentro del mercado del clean makeup, que además está en la lista de Cruelty Free Kitty.

Pero, claro, esta historia demuestra que el estatus cruelty free aprobado no significa que las compañías cosméticas sean perfectas. 

La fundadora de la marca mencionada, Rose Marie Swift, es un personaje muy criticado en cuentas como Estee Laundry y en numerosos foros de Reddit por sus cuestionables comparaciones entre el maquillaje de lujo y el maquillaje económico; el supuesto riesgo de agregar “químicos” a los artículos de belleza o “que la utilización de bloqueador solar es innecesaria”. ¡Ah! Eso sin contar las acusaciones de racismo que rodean a la también maquillista desde el verano pasado. 

Firmas como Kjaer Weis e Ilia también han sido duramente criticadas por su falta de inclusión en sus líneas de bases y correctores. Lo cual nos lleva a un problema muy común en este nicho: el aparente desinterés de las marcas en llevar los empaques reciclables, las fórmulas veganas y libres de crueldad a un público amplio.

Sin embargo, hay esperanza. La presión de las redes sociales ha provocado que compañías como Ilia se preocupen por ampliar los tonos de bases que ofertan, por ejemplo. No hay que desanimarse ante la cantidad de información y matices que existe en este tema; al contrario, hay que mantener viva la conversación.

Hiyab, islamofobia y feminismos hegemónicos

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Por desgracia, la islamofobia está muy arraigada tanto en muchos gobiernos como en los feminismos. Te contamos cómo el hiyab se ha convertido en un símbolo de lucha.

Por: Marycarmen Lara-Villanueva

El velo o hiyab, ha adquirido diferentes significados conforme a distintos contextos políticos e históricos. Si bien es un símbolo de fe y modestia, también se ha convertido en una insignia de identidad y resistencia.

Esto es más evidente cuando hablamos de lo que está pasando en Francia. En este país, el Senado votó a favor de una enmienda para prohibir el uso del hiyab por menores de edad en espacios públicos. Las madres que lleven el velo también tendrán prohibido participar en excursiones escolares con sus menores.  

Aunque estas leyes no han entrado en vigor y es muy probable que sean rechazadas en la Asamblea Nacional, develan la historia colonial y racista del Estado francés.

Usuarias de redes sociales se han movilizado una vez más para visibilizar un tema que no ha recibido la atención que merece en los medios de comunicación tradicionales. Con el hashtag #HandsOffMyHijab, musulmanas alrededor del mundo han expresado justa indignación. 

Es necesario preguntar: ¿qué pasaría si fuera la autonomía de mujeres blancas la que estuviera siendo transgredida? ¿Cuál seria la indignación mediática, si fueran hombres musulmanes lo que estuvieran vulnerando los derechos de las mujeres musulmanas?   

Islamofobia institucional

Islamofobia: miedo infundado, odio y prejuicio contra el Islam y las personas que lo practican.

Francia no es el único estado europeo en emprender un ataque intrusivo e injusto en torno al hiyab o niqab ((Hijab es el velo que usan las mujeres muslmanes para cubrir su cabeza en espacios públicos. Niqab es el velo que cubre el rostro de las mujeres y deja descubiertos los ojos)) y las mujeres musulmanas que deciden llevarlo. 

En marzo de 2021, Suiza aprobó una enmienda que prohíbe a las mujeres musulmanas llevar niqab o burqa ((La burka es el velo de una sola pieza que cubre todo el cuerpo, cara y ojos con una malla)) en lugares públicos. Y en  2019 la provincia canadiense de Quebec también prohibió a las personas servidoras públicas llevar el velo. A estas leyes racistas les precede una historia de violencia colonial e islamofobia.

Tratar de controlar el cuerpo de las mujeres musulmanas bajo la narrativa de salvación no es más que una medida patriarcal y parte del legado colonial.

El hiyab: símbolo de fe, modestia y resistencia

El discurso occidental en torno a las mujeres musulmanas tiene una larga historia colonial y política. 

El filósofo,  psiquiatra y pensador anticolonial Frantz Fanon ((Decker, “Terrorism (Un) Veiled.” )), quien participó en la revolución argelina, explicó cómo el velo se transformó en campo de batalla colonial. A través de campañas agresivas, los franceses intentaron despojar a la sociedad argelina y alentaron a las mujeres a que rechazaran el velo en nombre de la liberación. 

Durante la revolución, las mujeres usaban o no el velo de manera estratégica. Por ejemplo, algunas se lo quitaban para infiltrar en espacios y obtener información, mientras que otras se lo ponían para esconder armas. Así, el hiyab se convirtió en un instrumento de revolución y resistencia.

El hiyab también ha sido utilizado para movilizar políticamente y para muchas mujeres el velo ha sido un símbolo de liberación. En Egipto, durante la década de 1970, aumentó el número de mujeres musulmanas con educación formal que adoptaron el velo como símbolo en contra del consumismo y materialismo occidental ((Fadwa El Guindi (1999), ‘Veiling Resistance’, pp. 51-80, in Fashion Theory, vol. 3, no. 1)). 

Más recientemente, después del 11 de septiembre, se usaron imágenes de mujeres musulmanas en Afganistán para justificar la guerra. Como respuesta, muchas mujeres musulmanas en Occidente acogieron el hiyab como una manera de asumir su identidad públicamente. 

Mujeres oprimidas, opresores incivilizados y salvadoras blancas

Históricamente, las mujeres musulmanas han sido blanco de ataques islamófobos disfrazados de empoderamiento y liberación. Por lo general, estos ataques son sistémicos y niegan la agencia y autonomía corporal de quienes eligen llevar el hiyab o niqab. 

El discurso orientalista va así: las mujeres musulmanas son víctimas de sus opresores barbáricos y necesitan ser rescatadas—por salvadoras blancas, claro. 

En los medios de comunicación, por ejemplo, la imagen de la mujer musulmana oprimida, está representada por su cuerpo oculto y su presunta inhabilidad de hablar por sí misma. Feministas musulmanas como Nawal El-Saadawi, Leila Ahmed, y Sara Ahmed, han explicado cómo el feminismo hegemónico  ha insistido en homogenizar e ignorar la diversidad de las mujeres musulmanas y la totalidad de sus experiencias. 

En realidad, el feminismo blanco ha sido cómplice en la normalización y justificación de la Islamofobia a través de discursos que universalizan ideas de libertad y autonomía. 

Asumir que las mujeres que eligen llevar un velo—ya sea como símbolo de fe, identidad o resistencia—no tienen agencia es patriarcal y mayormente falso.

Un feminismo que pretende imponer ideas y valores occidentales y generalizar la experiencia de ser mujer no busca desmantelar el patriarcado, sino perpetuarlo. 

Las mujeres y niñas musulmanas que eligen llevar el velo en cualquiera de sus modalidades deben de poder ejercer ese derecho.

El feminismo hegemónico y sus silencios

La feminista egipcia Leila Ahmed ((“Leila Ahmed — Muslim Women and Other Misunderstandings.”)) explica que para desmantelar la figura de la mujer musulmana oprimida, es fundamental interrogar supuestos básicos. 

Por ejemplo, Ahmed pregunta por qué, como académica musulmana, recibe constantes preguntas sobre si el Islam oprime o no a las mujeres, pero jamás se le preguntan cosas como por qué el Islam hay producido siete Primer Ministras o presidentas, mientras que Europa solo ha elegido a tres y Canadá y Estados Unidos a ninguna. 

Estas interrogaciones develan la perspectiva de déficit con la que se les ve a las mujeres musulmanas, lleven o no el velo.

El estado francés está haciendo un despliegue patriarcal e inaceptable de racismo e islamofobia. Para solidarizarnos, es importante poder identificar estas injusticias, así como las formas en las que involuntariamente perpetuamos feminismos hegemónicos.

Lo que puedes hacer

Sin duda, los medios de comunicación tradicionales no están prestando atención a la injusticia a la que las hiyabis están siendo sometidas en Francia y Europa. El silencio mediático en torno al tema está ligado a la indiferencia que sentimos por el dolor y la opresión de personas otras y racializadas. ¡Pero tú puedes empezar a interrumpir ese silencio! 

Por ejemplo: platica con familiares y personas en tu comunidad que quizá no tengan acceso a redes sociales y puedan aprender sobre este tema. Haz un esfuerzo por desmitificar y desmantelar los estereotipos sobre las personas musulmanas en tus círculos. En redes sociales, sigue activistas musulmanas como @miriamhatibi y @themostmona. Si escuchas un comentario o broma antimusulmán ¡No guardes silencio! ¡Di algo! 

Es imprescindible desmantelar la narrativa occidental respecto al Islam y las comunidades musulmanas. Es necesario, ahora más que nunca, estar en radical solidaridad con nuestras compañeras musulmanas, así como nos hemos pronunciado en solidaridad con las comunidades Negras, afrodescendientes e Indígenas. 

7 datos sobre la crisis del agua en México y qué podemos hacer para ayudar

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En nuestro país tenemos una crisis de agua y ya no podemos cerrar los ojos. Te compartimos algunos datos que nos recuerdan que este es un problema multifactorial, que se relaciona con muchos temas sociales y políticos.

“Vemos al agua como mercancía, todo menos como un derecho humano”. Esta frase fue una de las que más resonó en mi cabeza al ver el primer capítulo de la serie documental El tema, en la cual, Gael García (actor y director) y Yásnaya Aguilar (lingüista y escritora a la que admiramos mucho)  recorren el país para retratar la crisis climática que se vive en México.

La frase es de la activista política Sofía Castillo, quien resume en esas 11 palabras el problema central de la crisis del agua en nuestro país. 

Como comentó Gael García para El País, el primer paso para que se haga algo al respecto es hablar del tema. Es por eso que quisimos reunir 7 datos que necesitas saber sobre la crisis del agua en México y algunas formas en las que podemos ayudar.

La crisis de agua en México

1. La mayoría del agua en México se usa en la agricultura y la ganadería

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México se encuentra en el séptimo lugar a nivel mundial en extracción de agua. 76% se utiliza para la agricultura y ganadería; 9.6% para la actividad industrial, y 14.4% para el consumo público.

Esto puede que no nos diga mucho, pero Juan Carlos Flores, abogado del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, explica que el derecho humano al agua es de uso doméstico, después de uso para la agricultura y ganadería, y al último para las empresas. 

Las estadísticas demuestran que esto no sucede así, y que se debe empezar a priorizar el uso del agua para las personas, por encima de los intereses políticos. 

2. El 57% del agua que consumimos en el país se pierde por falta de infraestructura

Sí amigues, según la CONAGUA toda esta cantidad de agua se pierde principalmente por infraestructuras de riego ineficientes, obsoletas o con fugas.

O sea, además de que la agricultura y la ganadería son las actividades con más acceso al agua también son las que más desperdician. Y aunque necesitamos comer, también tenemos que empezar a hacernos conscientes de que el agua no es infinita y comenzar a generar sistemas que economicen su uso.  

3. La deforestación está directamente relacionada con la crisis del agua

En el documental El Tema se menciona que, en dos décadas, México ha deforestado una superficie del tamaño del Estado de Yucatán.

Esto es preocupante, ya que como dice la organización GreenPeace, dos tercios del agua que consumimos en México son capturados en los bosques. Así que sí, todo está relacionado.

4. El 79% del territorio mexicano sufre sequía

La mayoría del territorio en nuestro país vive sequía, según la CONAGUA, y no es casualidad. Como explica un texto de National Geographic, el cambio climático es la razón de esta escasez de agua. A medida de que el calentamiento global empeora, también lo hacen las sequías.

Tal vez, solo tal vez, tengamos que empezar a hacer algo más que llevar nuestro termo a todas partes. 

5. Seis de cada 10 ríos en México están contaminados

Ya sé, este dato también rompe mi corazoncito. Entre estos ríos contaminados se encuentran el Balsas, Santiago, Pánuco, Grijalva, Papaloapan, Coatzacoalcos y Tonalá.

Como nos podemos dar cuenta, la crisis del agua no solo tiene que ver con el agua en sí. Muchas de nuestras acciones contribuyen de alguna manera a que este problema empeore.

6. La Ley de Aguas permite excesivas concesiones y defiende a quien contamina

Este dato también lo podemos encontrar en el primer capítulo de El Tema, y además, en el Informe sobre Violaciones a los Derechos Humanos Agua y Saneamiento.

En este informe se explica que esta la Ley de Aguas es el principal instrumento jurídico que regula en México la explotación, el uso o aprovechamiento de las aguas, así como su distribución y control. O sea, el agua en nuestro país depende de dicha ley, por lo que es preocupante que tenga tantos detalles problemáticos.

Por ejemplo, la ley tiende a la privatización y mercantilización de este recurso natural. Además, está redactada de una manera súper difícil de entender. Esto contribuye a que la corrupción entorno a ella sea fácil de cometer, y que sea difícil exigir nuestros derechos.

7. En 8 años no se ha aprobado la Iniciativa Ciudadana de Ley General de Aguas

Aunque todo parezca perdido, no lo está. A lo largo de los años varios activistas, comunidades, colectivas, etc. han luchado por el derecho al agua. Un ejemplo es esta iniciativa ciudadana en la que se plantea una mayor participación comunitaria, desmontar el sistema de concesiones y reorganizar el uso agrícola del agua para un menor desperdicio, entre muchas cosas más.

¿El problema? En 8 años, el congreso no la ha aprobado.

¿Cómo podemos ser parte de la solución?

Bueno, aunque cambiar hábitos –como separar la basura, tardar menos tiempo bañándonos y recolectar el agua de lluvia para regar nuestras plantitas– son una gran manera de poner nuestro granito de arena, las Naciones Unidas nos dan algunas ideas para impactar de una manera más directa y a una mayor escala.

Exigir a nuestro gobierno nuevas y mejores leyes

Como ya nos dimos cuenta, la ley con la que contamos actualmente no es la mejor. Es por eso que debemos exigir al gobierno que se haga algo al respecto y la crisis del agua deje de ser algo sistemático. Este 2021 tenemos elecciones, así que es un buen momento para preguntarle a candidatos y candidatas su postura respecto a este tema.

Promover las mejores y más prácticas tecnologías

Como mencioné anteriormente, un gran problema es el desperdicio de agua en la agricultura. Por ello las Naciones Unidas recomiendan promover tecnología eficiente que permita un ahorro de agua significativo. Sí, les estamos hablando a ustedes, grandes empresas.

A nivel personal, podemos intentar tener huertos en casa o comprarle a pequeños productores locales.

Promover un uso del agua más justo entre las comunidades

Por último, la Organización de las Naciones Unidas nos recuerda que debemos compartir y determinar qué niveles directos e indirectos de uso del agua por persona son razonablemente aceptables. O sea, no es justo que una empresa use millones de litros prácticamente gratis, mientras una comunidad entera vive escasez de agua.

Sin duda, este tema es extenso y profundo. Si quieres saber más al respecto te recomendamos ver el episodio “La crisis mundial del agua” de la serie documental de Netflix En pocas palabras, así como el primer episodio de El Tema, disponible de forma gratuita en YouTube, así como checar los textos de Yásnaya Aguilar en donde habla al respecto.

Difundir este tema tan invisibilizado es una gran forma de empezar a contribuir a su solución, ya que hace falta darnos cuenta de que, cuando hablamos de sostenibilidad, también hablamos de derechos humanos, racismo, clasismo y feminismo.