Estos podcasts de feminismo en español son una buena opción para aprender, reírte y sentirte acompañada.
En Malvestida somos fans de las posibilidades de los podcasts para enseñarnos, hacernos reír y conectar con otras mujeres.
En este camino de aprender más sobre feminismo e ir descubriendo y construir con otras mujeres, escuchar podcasts feministas se ha vuelto imprescindible para nosotras.
Aquí te compartimos algunos de los que más nos gustan. Todos tienen estilos distintos, algunos hablan de feminismo para las morras que vamos empezando y otros se adentran en cuestiones teóricas un poquito más complejas. Hay de todo, el chiste es que descubras cuál es tu estilo.
Ponte chida Mx
Este es un podcast que desde agosto de 2019 nos comparte y explica temas como el amor romántico, los estereotipos de belleza, autocuidado y menstruación.
Mar y Pao son quienes conducen este espacio, creado para compartir las dudas, consejos, experiencias y uno que otro albur.
Si apenas te estás adentrando al feminismo, este podcast es recomendado para ti.
Ellas manejan un lenguaje muy sencillo y te cuentan las cosas como si fueras su mejor amiga.
Uno de nuestros capítulos favoritos es el de «Feminismo», porque te explican bien qué onda con las olas y de dónde surgió.
También el capítulo de «Autocuidado» está buenísmo, porque las conductoras comparten sus experiencias y nos hace sentir que no estamos solas.
Carol Santana y Jess Ayala hablan de la cultura pop desde una perspectiva feminista, así que seguramente te vas a divertir escuchándolas: desde Taylor Swift y nostalgia noventera hasta literatura feminista.
Jess y Carol son fundadoras de la revista digital Somos Violetas, un espacio en donde abarcan distintos temas, siempre con los lentes violetas puestos.
De su revista nace Lo que callamos las violetas, donde desde mayo de 2019 nos comparten temas divertidos y una oportunidad para irnos introduciendo al feminismo.
Este es un podcast hecho por «un puño de viejas incómodas hablando de feminismo» que abordan temas un poco más complejos sobre la opresión hacia las mujeres, como violencia y teoría feminista.
Su primer capítulo inició en abril de 2018 y hasta la fecha tienen más de 40 episodios. Han tocado en ellos el psicológico y gaslighting, masculinidades, matrimonio igualitario o maternidad.
Las incomoditas son de Costa Rica, por lo que aprendemos mucho desde lo que ocurre en su contexto y también su perspectiva del feminismo en América Latina. Te las recomendamos mucho, puedes escucharlas aquí.
El deseo de Pandora es una sección de Anfibia Podcast y se conversa de teoría feminista.
Conducen Leila Mesyngier y Julieta Greco y se trasmite desde Argentina, por lo que gracias a ellas conocemos cómo se vive el feminismo en el sur del continente.
En cada emisión invitan a mujeres especialistas para abordar teorías feministas más complejas y desde el contexto argentino: género, interseccionalidad, afrofeminismo, justicia patriarcal.
Desde su intro, ya podemos imaginarnos que con El deseo de Pandora aprenderemos mucho:
«El mito cuenta que Pandora abrió una caja y la acusaron de liberar todos los males del mundo, para nosotras esa apertura es una metáfora del día que nos dijimos feministas. Desde entonces, habitamos un lugar incómodo, deseante y a la vez festivo. Pandora estaba sola, nosotras nos tenemos.»
Este podcast fue creado por cuatro universitarias chilenas: Cami Magnet, Camila Monsalva, Lila Osorio y Toña González. Ellas abordan la violencia de género en sus distintas manifestaciones y temas políticos relacionados a las mujeres desde un enfoque feminista.
Las editoriales sobre cada programa nos sirven de introducción al tema que aborden en la emisión y nos parece que le da un toque íntimo, personal y narrativo al podcast.
Además, hacen entrevistas a expertas y nos dan recomendaciones para aprender más sobre feminismo.
Su primera emisión fue en 2018 y hasta la fecha llevan cuatro temporadas; los temas que nos ofrecen son sobre aborto legal, corrientes feministas, trabajo sexual, capitalismo y patriarcado.
También hablan desde el contexto chileno y de las represiones del presidente Sebastián Piñera, por lo que además nos ofrecen consejos para las marchas y las manifestaciones y nos sitúan en el feminismo latinoamericano.
Los podcasts feministas nos han ayudado a entender el movimiento desde sus distintas corrientes y geografías. Por suerte, hay muchísimas opciones, ¿cuál es tu favorito?
Esta cuarentena puede aumentar la violencia. Si tienes que pasar la crisis del coronavirus con familia tóxica, una pareja violenta o cualquier situación en la que temas por su seguridad o salud mental, te ofrecemos algunos recursos.
De acuerdo con el Inegi, el 43.9% de mujeres han sido violentadas por su pareja y el 10.3% fue víctima de algún acto violento por parte de familiares, en donde los principales agresores sexuales son los tíos y los primos.
Platicamos con Wendy Figueroa, directora general de la Red Nacional de Refugios en México para saber más sobre la situación que estamos viviendo.
Wendy nos dijo que al estar en aislamiento, los agresores ejercen un mayor control. Esto crea las siguientes consecuencias:
Que las mujeres tengan una mayor actitud de sumisión, para evitar las agresiones.
Que el estrés crezca, lo que desencadena un ambiente de violencia que escala y detona en una situación de mayor riesgo para ellas y para sus hijes.
La falta de acceso a un sistema de cuidado y la falta de recursos y sustento ante la contingencia incrementa la vulnerabilidad de las víctimas de violencia, así como también la ansiedad y el miedo.
Esto fue lo que nos dijo la Red Nacional de Refugios:
Prevenir riesgos
Es importante tomar en cuenta si hay antecedentes de violencia e identificar situaciones que puedan aumentar el riesgo.
«Si ellas identifican que este aislamiento las puede poner en riesgo, que se comuniquen con la Red Nacional de Refugios y que se pongan en alerta», sugiere Wendy Figueroa. El teléfono es 55-56-74-96-95 en CDMX y 800-822-44-60 a nivel nacional.
También puedes acudir con alguna persona de confianza en donde sepas que vas a estar segura.
No minimizar las violencias
Otra sugerencia es que, aunque en los episodios de aislamiento no se presente algún tipo de violencia física o sexual, no minimicemos la situación de violencia. Saber que en cualquier momento puede detonar y escalar.
Prepara una bolsa pequeña con cosas indispensables: identificación, medicamentos y alguna muda de ropa. Prepárate para salir de tu hogar en cualquier momento.
Wendy nos explica que una forma de protegerte es que te identifiques como una mujer en situación de violencia y que generes un grupo de Whatsapp o Telegram con tres personas de tu confianza.
Acuerda entre quienes integran esa red un ícono de emergencia (puede ser un emoji o un sticker en específico). En caso de que se estés en riesgo, envíalo y esas personas deben llamar a la policía inmediatamente.
Reconocer nuestros sentimientos
Es súper importante reconocer los sentimientos y emociones que nos genera el aislamiento por el Covid-19: si es incertidumbre, ansiedad, miedo. Para ello la red de refugios está ofreciendo distintos medios de contención psicológica.
Además, Bianca Pérez, de la Asociación de Psicólogas Feministas en México, nos explicó que el aislamiento nos puede generar otras emociones como incertidumbre, miedo, ansiedad, tristeza y angustia. No hay que minimizarlos.
Busca ayuda, no estás sola
En cualquier oportunidad que tengas, busca ayuda. No dudes en pedir apoyo y acompañamiento, ya sea de alguna organización de mujeres, o de tus amigas y familiares. Y salir de ese lugar si es necesario.
Una amiga está en riesgo de violencia, ¿qué puedo hacer?
Puede ser muy frustrante sentir que no puedes hacer nada, así que la Red Nacional de Refugios nos dio las siguientes recomendaciones:
1. Recuerda que todas somos corresponsables. Si escuchamos a nuestros vecinos con gritos, golpes o insultos, en ese momento debemos llamar a la policía y solicitar que vaya mediante una denuncia anónima.
2. Podemos crear dentro de nuestras casas espacios seguros y de cuidado para personas que no tienen la posibilidad de hacer cuarentena en las suyas. Siempre con las medidas de higiene y precaución para que sea un espacio armónico para todas.
3. No generar pánico. Entender que la pandemia del Covid-19 se va a atender si pensamos colectivamente y no de forma individual. Es necesario transitar a una cultura de bienestar comunitaria y pensar a todas y todas.
4. Estar en contacto con personas en riesgo de violencia y ser parte de redes solidarias. El aislamiento hace que se sientan un poco mas la vergüenza. Por eso, Bianca Figueroa nos recomienda mandar mensajes de apoyo todo el tiempo: «Ey, amiga, no estás sola, si requieres de algo puedes contar conmigo»
5. No difundir información que no sea oficial y verídica. Eso nos crea mayor ansiedad, estrés y nos paraliza. Para una mujer en situación vulnerable, estos factores pueden agravarlo.
6. Puedes hacer una donación a refugios que necesiten fondos para continuar con su labor.
¿A dónde puedo acudir si la cuarentena me pone en riesgo de violencia?
La Red Nacional de Refugios en México proporciona varios servicios especializados a las mujeres (jurídicos, sicológicos, médicos, económicos) en situación de riesgo. Contribuyen a la prevención de feminicidios y a reparar las secuelas de las violencias vividas.
Wendy Figueroa, su directora, nos dijo que en esta cuarentena quienes integran los refugios no van a parar y estarán disponibles en caso de que necesitas algunos de los servicios que proporcionan.
Obviamente, ellas están tomando las medidas de higiene y salud que ha recomendado la OMS.
La Red te atiende y te da contención mediante línea telefónica o redes sociales. La mujeres que integran las redes son expertas y puedes contar con ellas. Pueden canalizarte con el centro de atención de tu estado.
¡No estás sola! 💜
La situación de contingencia del país no debe poner en riesgo tu vida y la de tus hijas e hijos.
— Red Nacional de Refugios, AC (@RNRoficial) March 18, 2020
También puedes apoyarte de Espacio Mujeres A.C. Ellas brindan atención a mujeres, niñas y niños víctimas de violencia familiar desde 2008. Cuentan con refugio, centro de atención externa y casa de transición, ubicadas en Tlalpan. Aquí está su contacto.
El Albergue Xochipaltic, impulsado por la colectiva Coatlicue Siempre Viva, tiene como objetivo es ofrecer de manera temporal y gratuita un lugar donde puedan resguardarse las mujeres en situación o sobrevivientes de violencia. Puedes contactarlas mediante su página aquí, están en Puebla y CDMX.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México también está proporcionando contención emocional vía telefónica.
Algunas técnicas para gestionar nuestras emociones en espacios tóxicos
Como lo mencionamos antes, cuidar de nuestras emociones es importante. Por eso le preguntamos a la psicóloga feminista Bianca Pérez algunas técnicas que nos pueden ayudar a lidiar mejor el confinamiento.
Estas te pueden servir si la cuarentena no te pone en riesgo de violencia inminente pero te ves obligada a hacer cuarentena con familiares tóxicos, intolerantes, antiderechos, etc. O simplemente si estás teniendo problemas para manejar tu ansiedad.
Autoconocimiento
Armar estrategias, reconocer lo que nos afecta y autoconocernos. Esto nos ayudará a identificar situaciones que nos afecten: pueden ser los medios de comunicación, la desinformación o alguna acción específica de los integrantes con quienes compartes esta cuarentena.
Escribir
Para la ansiedad, se nos recomienda escribir mucho, todo lo que sintamos o pensemos.
Para eso, Bianca nos dice que podemos tener dos frascos: todos los pensamientos negativos que nos surjan escribirlos en papelitos y guardarlos en un frasco. Ese lo vamos a tener oculto.
En el otro frasco, guardar todos los pensamientos y emociones positivas que tengamos y que nos han sostenido durante nuestra vida. A este frasco le vamos agregar hojas de colores y será visible (lo podemos poner en nuestro escritorio, junto a nuestra cama, etc.)
Si está apareciendo mucho esta angustia, empezar a leer esos papelitos y recordarnos quiénes somos.
Otra técnica si estás sola: escribir tres frases, dos que tengan que ver con esta situación de malestar y la tercera es una positiva.
Esto no ayudará a recordar que, a pesar del mal momento que estamos pasando, estamos vivas.
Abrazos
El aislamiento es difícil y los abrazos son muy importantes. Nos dan un contorno y nos hacen conscientes de nuestro cuerpo.
Cuando no hay nadie a quien podamos abrazar o pasamos esta cuarentena solas, Bianca nos recomienda darnos algunos masajes con un aceite agradable, y darnos cuenta que estamos seguras y con nosotras mismas.
Delimitar tu espacio
Es importante identificar nuestros espacios, apropiarnos y delimitar nuestro territorio seguro.
Puedes poner carteles con la frase «Tregua por esta cuarentena» y pegarlos en las áreas comunes de tu casa. Eso será un recordatorio constante.
Conectar
Otra técnica que nos recomienda Bianca es reunir a las personas con quienes estamos en aislamiento.
Entre todas, elaborarán líneas de tiempo: en la primer línea van a escribir todos los hechos que les están generando malestar, por ejemplo, «No tener dinero, no estar trabajando porque sino no genero ingresos».
Y después hacer otra línea en donde se vayan expresando las emociones que nos generan esos hechos en concreto: «No generar ingresos me genera ansiedad», etc.
Saber que otros integrantes de tu hogar están sintiendo algo muy similar ayuda a crear más empatía y liberar la tensión.
Después de las líneas de tiempo, pueden generar otra actividad más relajada como juegos de mesa, etc.
Esperamos que pases estos días segura y sana, rodeada de personas que te puedan dar contención. Pero en caso de que no sea así, recuerda que aún en cuarentena puedes pedir ayuda y muchas personas estarán ahí para dártela.
Cada vez son más las empresas que están haciendo la transición al home office, como consecuencia del coronavirus. Estos tips para oficinistas pretenden hacerte reír y, quizá, ayudarte con los cambios de estos días.
Todo el mundo está dando sus tips para hacer home office en estos días y yo no me quería quedar atrás.
Lo que me hace la persona ideal para escribir este artículo es que pasé 3 años siendo freelance. Años en los que salía rara vez de mi casa porque los clientes siempre se atrasaban para pagar.
Sin embargo, nunca he estado de dos semanas a un mes en mi departamento sin poder salir y conviviendo 24/7 con mi esposo.
Y de eso quiero hablar: estos son tiempos extraños, que no tienen precedente. Trabajar desde casa por una pandemia internacional no es lo mismo que hacerlo por otras razones.
1. Baja un poco tus expectativas
Estar en cuarentena significa hacer todo el trabajo doméstico (o repartirlo con las personas con las que vivimos), además de cocinar, tener al menos un ataque de pánico diario, cuidar a hijes y/o mascotas. Ah, y no bajar nuestra productividad en el trabajo.
Por eso, aunque todas las guías de home office digan que tienes que despertar a las 6 a.m., hacer ejercicio, maquillarte, desayunar balanceado y jamás, bajo ninguna circunstancia, trabajar quedarte en la cama. Yo estoy aquí para decirte que se vale.
Se vale responder mails desde tu cama si un día nada más no puedes entrar a la regadera. Se vale estar en una videollamada con el pantalón de pijama y una camiseta con manchas sospechosas. Estás haciendo suficiente.
2… Pero no te des por vencida por completo
Aquí es donde te presento mi mejor invento de la vida, la pijama de día.
La RAE la define así: Dícese de un atuendo que iguala a la pijama en comodidad pero que la supera ligeramente en formalidad.
Mi pijama de día son unos pants gris oscuro y una camiseta no muy transparente porque claro que no uso bra.
El elástico de la cintura es comodísimo pero no me dio una pizca de vergüenza abrirle la puerta a la chica del censo del INEGI vestida así y me permite el bonito ritual de despertar, quitarme la pijama de noche y reemplazarla por la pijama de día.
La sensación de haber logrado algo es muy importante en estos días.
3. No trabajes todo el día
Aunque para mí no es pecado trabajar (algunos días) desde cama, sí me parece muy importante definir momentos de trabajo y tiempo libre.
Trata de seguir lo más posible el horario de oficina o cuando menos delimita una hora a la que ya te vas a desconectar. Despídete en el grupo de Whatsapp del trabajo. No contestes un correo más.
Trabajar desde casa con frecuencia de traduce en “trabajar todo el tiempo” y aquí lo que estamos evitando es desgastarnos sin motivo.
4. Haz lo que mejor te funcione
Guías como esta son solo eso, guías, no son reglas o leyes. Si después de unos días ves que una rutina no está funcionando, cámbiala.
Puede ser que seas alguien que necesita horarios muy estrictos para para sentirte sana o, por el contrario, que te funcione mejor trabajar mientras todos duermen o de corrido toda la mañana y tarde para terminar más temprano.
Eso sí, sea lo que sea que decidas, recuerda que es súper importante comunicarlo a tu equipo y llegar a ciertos acuerdos para que no haya confusiones.
Espero que estos consejos te sirvan y que estos días pasen muy rápido para que pronto estemos todas otra vez cachete con cachete en el transporte público, rumbo a una oficina en la que no se permiten las pijamas de día.
En las últimas décadas han surgido en sindicatos de trabajadoras del hogar para enfrentarse a diferentes formas de discriminación y disputar sus derechos.
El servicio doméstico es una importante ocupación para las mujeres en América Latina. Esta región es la segunda en el mundo con la mayor cantidad de trabajadoras del hogar.
Marciana Santander es trabajadora del hogar desde los 15 años. Vive en una zona inundable en Asunción y es secretaria general del Sindicato de Trabajadoras del Servicio Doméstico del Paraguay (SINTRADESPY).
“Me hacían comer sobras de comida”, cuenta. La innumerable cantidad de maltratos y abusos vividos a lo largo de las décadas en diferentes hogares la llevaron a tomar una decisión: hablar y organizarse.
Al principio, en el año 2006, la tarea no fue sencilla. Pero las trabajadoras del hogar paraguayas como Marciana fueron valientes. Más aún en un país con una larga historia de persecución a sindicatos y débiles derechos laborales.
El Estado paraguayo, la sociedad e incluso la prensa estaban en contra y ellas debieron enfrentar amenazas por organizarse y reclamar sus derechos.
“Me llamaban a decir: ‘te maldigo para que te mueras de cáncer’”, recuerda Marciana. Sin embargo, ellas persistieron y persisten aún en la lucha por mejorar sus condiciones de trabajo y de vida.
El trabajo que permite a otras mujeres trabajar (y vivir)
La situación de Paraguay representa en gran medida una realidad en Latinoamérica. El trabajo doméstico está feminizado en la región: de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un 95% de las personas trabajadoras del hogar latinoamericanas son mujeres.
En la región que concentra nada menos que el 37% de trabajadoras domésticas del mundo, países como Argentina, Brasil, Costa Rica y Paraguay poseen la mayor cantidad de mujeres ocupadas en el servicio doméstico.
De estos países, Paraguay es el que posee la mayor proporción de mujeres jóvenes en este oficio. No obstante, en toda América Latina el servicio doméstico es una importante opción de trabajo para mujeres pobres, indígenas, negras y migrantes.
En el siglo XX, con la incorporación de mujeres al ámbito laboral, las latinoamericanas de clase media y alta recurrieron a la mano de obra barata de otras mujeres.
Los primeros sindicatos de trabajadoras del hogar
Fue así como muchas mujeres pobres, migrantes o negras pasaron a ser trabajadoras domésticas o trabajadoras del hogar (como son denominadas en México y en otros países latinoamericanos) y como consecuencia, comenzaron a organizarse para hacer frente a la explotación.
Sin embargo, no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XXI que las legislaciones de los diferentes países latinoamericanos comenzaron a equiparar derechos, gracias al Convenio 189 de la OIT.
El convenio, del 2011, establece diferentes derechos básicos para las trabajadoras domésticas: salario mínimo, libertad sindical, descanso semanal y otros. Casi una década después, países como Venezuela, El Salvador, Guatemala y Honduras todavía no lo han ratificado.
“Vale lo que dice el empleador, no la trabajadora”
“Nos contratan para una determinada tarea y al final nos ponen hasta a lavar el carro, lavar el chucho (perro) y podar para no pagar a otras personas. Estamos sumamente desprotegidas”.
Aida Rosales es secretaria general del Sindicato de Mujeres Trabajadoras del Hogar Remunerado de El Salvador (SIMUTHRES). Ella explica que en el país centroamericano son discriminadas tanto por la ley como por la sociedad.
Aida dice que las trabajadoras salvadoreñas viven en un régimen discriminatorio en total desventaja frente a la patronal, con unos salarios de miseria, sin protección y con una seguridad social a discreción de cada empleador.
Sin embargo, frente a un panorama desolador, en donde las autoridades no dan importancia a este tema e incumplen sus promesas, las trabajadoras salvadoreñas sindicalizadas no se rinden.
“Luchamos haciendo siempre incidencia, acciones en las calles, campañas de afiliación. Damos información a las mujeres, llevamos folletos.También contamos con una bolsa de empleo para conseguirles trabajo en mejores condiciones a las compañeras”, indica Aida.
Imagen. Facebook.com/sintradesp
Bolsonaro: nefasto para las trabajadoras domésticas brasileñas
Luiza Pereira, presidenta de la Federación Nacional de las Trabajadoras Domésticas (FENATRAD), de Brasil, comenta que el actual gobierno brasileño representa un gran retroceso e incertidumbre.
Esto debido a las diferentes reformas laborales que ha promulgado en contra de la clase trabajadora.
Además, debido a que el desempleo ha aumentado en las clases medias, muchas trabajadoras domésticas brasileñas han sido despedidas.
“Muchas trabajadoras se están alejando de los sindicatos debido a la presión que ejercen patrones y empresarios”.
Luiza afirma que es importante que más mujeres conozcan que los derechos laborales son fruto de arduas luchas de sindicatos.
Es por eso que una importante acción es reunir a más trabajadoras para unirse, participar y fortalecer la lucha.
Allí radica la esperanza de las trabajadoras brasileña, quienes aún deben velar por la implementación del Convenio de la OIT y la seguridad social en su país.
En México, las secretarias generales Norma Palacios, María Isidra Llanos y María de la Luz Padua, del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), comentan que un gran pendiente en la lucha de las trabajadoras domésticas mexicanas es precisamente la formalización.
“Que los empleadores reconozcan la relación laboral con nosotras, a través de firma de contratos, inscripción al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Y que el derecho a organizarse sea visto como una gran herramienta para lograr defender los derechos de cualquier trabajador o trabajadora”
Juana del Carmen Brítez, secretaria de organización de la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares (U.P.A.C.P), de Argentina, señala: “En este momento estamos trabajando en la formalización de las trabajadoras domésticas. Seguimos teniendo un gran porcentaje de trabajadoras no registradas.”
Una situación que llama la atención es la de Perú. El país ratificó el Convenio de la OIT en el 2018, pero las condiciones del trabajo doméstico son muchas veces equivalentes a la esclavitud.
Carmen Almeida, secretaria general del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar de la Región Lima (SINTTRAHOL) explica que la ley peruana no se cumple. “No tenemos un sueldo mínimo, la gran mayoría trabajamos cama adentro y más de 12 horas al día. No tenemos seguro de salud”.
La situación allí no se detiene. Carmen dice que a muchas trabajadoras del hogar peruanas no se les paga, solo están por techo y comida. Cuando llegan a una edad avanzada, tras haber trabajado más de 30 años con una misma familia, se quedan totalmente desprotegidas.
El sindicato persiste en la lucha, a pesar de la crisis política en el país andino y la intensa discriminación.
“Estamos trabajando en cuatro paredes. Las empleadoras nos prohíben sindicalizarnos, las compañeras tienen miedo y hay muchos despidos”.
#sinttrahol Esto y mas hacemos las mujeres trabajadoras , valoremos nuestro trabajo y exigimos nuestros beneficios sociales pic.twitter.com/KmTAwcwU2A
— SINTTRAHOL #TrabajadorasComoTú (@SINTTRAHOL_LIMA) September 9, 2017
¿Qué dicen algunas empleadoras?
Yolanda Mujica es una psicóloga de 60 años que vive en Asunción. Desde la adolescencia debió salir a trabajar, así que ha contratado trabajadoras del hogar para el apoyo en el cuidado del hogar mientras ella se ganaba el pan.
Nos cuenta que cumple la ley: paga salario mínimo, seguro social, vacaciones, “con todos los beneficios correspondientes legal y humanamente”.
La organización de todas las mujeres trabajadoras
Para Yolanda, el capitalismo impone una falsa división entre trabajadores de oficina y trabajadoras del hogar y que todos los trabajadores estamos sufriendo la precarización en un contexto regional de crisis y avance del conservadurismo.
Ante esto, la psicóloga dice que ella, como trabajadora, tiene conciencia de clasa. Toda organización es fundamental para adquirir derechos, y así subraya que la unión gremial y de clase es importante:
“La organización de las mujeres trabajadoras del ámbito doméstico con el apoyo de otras trabajadoras y trabajadores es fundamental”.
También menciona la lucha de las mujeres trabajadoras, recordada en el Día Internacional de la Mujer: “No hay otra más que organizarse y pelear para salir de esta sociedad tan injusta en tantos sentidos”.
Margit Gehre es una abogada de 33 años quien también vive en Asunción. Explica que tanto ella como su marido trabajan tiempo completo afuera de la casa y que por ese motivo contratan a una trabajadora del hogar como apoyo en las tareas del hogar y de cuidado de su hija.
La trabajadora acude entre dos a tres veces por semana y recibe el pago por hora de acuerdo al salario mínimo legal.
Es un tema feminista
Respecto a la lucha y organización de las trabajadoras del hogar, Margit dice que es muy importante. Como abogada comprometida con causas sociales, colabora asesorando legalmente a las mujeres que acuden a ella y piensa que las mujeres que han logrado empoderarse tienen el deber de dar herramientas a las más vulnerables para ayudarles en la conquista de derechos.
Para ella, desde el feminismo deben valorarse las tareas de cuidado como trabajo, enfatizando su incidencia en la economía. Por lo tanto, las trabajadoras del hogar deben ser reconocidas.
Pero también es importante discutir acerca de la distribución de las tareas del hogar dentro de las familias:
“Es muy importante deconstruir el concepto que se les da a estas tareas como exclusivas de las mujeres. Todas las personas deben tener su cuota de responsabilidad en lo que refiere al cuidado”.
El poder de las voces de las mujeres organizadas
— Pero si vos cobrás sueldo mínimo yo no te voy a poder pagar.
— Me podés pagar por día también, señora, o por hora.
Así reza la cortina del programa Doméstica Ñe’ẽ (La voz de las domésticas), el programa radial del Sindicato de Trabajadoras del Servicio Doméstico del Paraguay (SINTRADESPY).
Senaida Colina, miembro del sindicato, cuenta que en los comienzos, conducir un programa de radio sin experiencia fue muy difícil. “Cuando empezamos teníamos mucho pavor de hablar ante las cámaras, pero nos capacitamos en locución”.
Esta iniciativa, surgida en los primeros meses del 2019, fortaleció la organización de las trabajadoras, “nos ayudó a desenvolvernos, a vencer el miedo a hablar en público”, en palabras de Senaida.
Del CDE, la académica feminista paraguaya Clyde Soto explica que las diferentes conquistas de las trabajadoras domésticas paraguayas, quienes lograron la igualdad salarial por ley en el 2019, se deben a que ellas se animan a hablar en voz alta a una sociedad que aún no concibe que ellas deban tener derecho alguno.
“Hablar desde una misma tiene una fuerza y una potencia imposible de obviar. Ellas con mucho esfuerzo se sientan a hablar, arman organizaciones, participan de mesas de diálogo, son capaces de hacer incidencia y pensar desde su situación como trabajadoras”.
Gracias al programa radial, dice Senaida, muchas trabajadoras reúnen fuerzas y toman el coraje de hablar acerca de sus situaciones laborales. “Las compañeras nos llaman a decir que no cobran salario o aguinaldo, que las despidieron y nosotras desde la radio les orientamos”.
Cabe señalar que en Paraguay existe otro programa radial, La Hormiguera, conducido por el Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Itapúa (SINTRADI).
Un cambio desde la sociedad
Clyde Soto explica que para que exista justicia para las trabajadoras domésticas no bastan las leyes.
En primer lugar debe haber un cambio de mentalidad en la sociedad.
Por eso es urgente dejar de normalizar que una mujer deba explotar a otra para poder trabajar y que debe plantearse la redistribución del trabajo doméstico dentro de las familias.
¿Cómo puede lograrse este cambio social? Para la académica, cuya organización ha estudiado el trabajo doméstico en América Latina, las voces y la lucha sindical de las trabajadoras son vitales.
La líder sindical paraguaya Marciana Santander recuerda que en muchas ocasiones fue con sus compañeras a medios de comunicación a decir:
“Somos seres humanos, trabajamos y merecemos derechos. Hacemos lo que la gente no hace en su casa: lavamos sus baños, cuidamos sus hijos, lo más preciado que tienen”.
Tras mucho hablar e insistir, varias personas comenzaron a cambiar de opinión. “Nos empezaron a decir que lo que decimos es cierto, que teníamos razón en nuestros reclamos”.
Lo mejor que podemos hacer por nuestra salud física es quedarnos en casa, pero a veces eso no se compagina con nuestra salud mental. Aquí recopliamos algunas clases gratis, cursos y talleres que puedes tomar desde tu casa.
Quedarnos en casa puede ser un poco aterrador para algunas: dejar nuestras rutinas, las reuniones con amigues o los hobbies que nos encantan.
Así que aquí te dejamos algunos cursos o clases gratis que puedes tomar por internet.
Puedes elegir las que más se adapten a tu estilo de vida, pasiones o circunstancias por las que estés pasando: el punto es que te ayuden a lidiar al encierro en el que estaremos los próximos días y no mueras de aburrimiento.
A algunas de nosotras nos gusta practicar deportes, hacer yoga y otras actividades que involucren más mover el cuerpo.
Lidiar con el estrés y la tensión en estos tiempos también es importante y el ejercicio es una gran forma de sacar nuestras preocupaciones.
La aplicación Down Dog se especializa en dar clases de yoga y otras modalidades para ejercitarnos desde casa.
Usualmente esta app tiene costo, pero por el contexto actual dejó su servicio gratis hasta el 1 de abril. Lo único que tienes que hacer es bajar su aplicación y elegir la clase que más te acomode:
Yoga For Beginners
HIIT
Barre
7 Minutes
Si eres estudiante y/o académico de alguna universidad, el servicio gratis lo puedes tener hasta el 1 de julio. Para acceder a esta membresía gratuita, debes registrarte con tu dirección de correo electrónico institucional (.edu).
Si tu escuela no utiliza el dominio .edu, puedes escribirle a la plataforma para que ellos puedan extender la membresía gratis al dominio de correo electrónico de tu escuela. Escríbeles a [email protected].
Estos cursos los puedes tomar por módulos en concreto, o todo el curso con una certificación.
Google Grow, nos pone al alcance herramientas que podemos utilizar para trabajar distancia y conectarnos con nuestros grupos.
Talleres virtuales y otras cosas que también hay que probar
Mediante redes sociales también hay personas que estarán compartiendo talleres u otras clases para aprender cosas nuevas.
Todo sin salir de casa, pero con la posibilidad de interactuar y evitar que nos gane la soledad.
Por ejemplo, esta usuaria nos enseñará lengua de signos. Puedes seguirla y practicar con ella.
Si buscáis algo productivo q hacer esta cuarentena todos los días a las 16:30 subiré un video enseñando las cosas básicas de la Lengua de Signos. Es una lengua super chula q podéis empezar a aprender estos días y practicar con la family (RT please!a alguien le puede interesar 😍) pic.twitter.com/tCeRRxlJba
También puedes unirte a este taller de Lettering y Caligrafía. Pese a que el cupo se limita a 100 personas, quedará grabada para quiénes no puedan acceder en tiempo real. Puedes registrate aquí.
¡Oído pueblo! Habemus taller virtual: Caligrafía en tiempos de pánico. Nos vemos el miércoles a las 4 de la tarde para nuestra primera clase. Ahí conversaremos de la diferencia entre caligrafía & lettering y de las herramientas & materiales que vamos a usar. Y nos volvemos a 👇 pic.twitter.com/UHXopzfTDC
Este taller virtual para aves lo puedes tomar mediante Facebook. Lo imparte Caminos del Guardiana Ecoturismo y obvio la trasmisión será guardada, para que también lo consideres.
Taller VIRTUAL de aves, especial niños, desde casa (cómo no) y con tu móvil. Miércoles 18, 18:00 horas. pic.twitter.com/r05bC0y9ga
Mediante Instagram, Nuria Farrea dará clases de pintura. De lunes a viernes a las 17:00 hrs hará directos en su cuenta y es gratis.
https://www.instagram.com/p/B9wuzjaKj6P/
Lo mismo sucede con Shamadi Live. Un estudio de Yoga que impartirá clases todos los días con distintos profesores especializados. Conéctate a las 9:00 a.m mediante Instagram.
Si te interesa escribir, te recomendamos mucho este taller gratuito, en el que se te darán instrucciones e ideas para llevar una práctica diaria de escritura.
Otra opción es este taller de poesía, impartido por Yolanda Segura:
También se vale si quieres utilizar este tiempo para trabajar y descansar, pero en caso de que tu salud mental se beneficie de aprender e interactuar, te recomendamos mucho que le entres a uno (o varios) de estos talleres.
Te contamos de nuestro proyecto Apapacho Sororo, que hicimos en colaboración con Casa Nike x Galera, un espacio seguro para sanar y compartir.
¿Ubicas esa sensación de abrazar muy fuerte a una amiga después de mucho tiempo de no verse? Así es también sentir que nuestro barrio feminista nos respalda, que estamos entre personas que nos apoyan, aunque no nos conozcan.
En Malvestida, junto con Casa Nike, quisimos crear este sentimiento en los días previos y posteriores al 8 y 9 de marzo. Por eso creamos una agenda de actividades llamada Apapacho Sororo.
Lo vamos a tirar… con plumones y pinceles
Todo empezó el sábado 7 de marzo, cuando nos juntamos en Centro Galera, la sede temporal de Casa Nike, para hacer carteles para llevar a la marcha.
Como siempre, nos impresionó el talento de la comunidad Malvestida, que creó auténticas obras de arte con solo cartulinas, plumones, pinceles y, claro, glitter.
Fue un momento para conocernos y reconocernos antes del Día Internacional de la Mujer, para aprender medidas básicas de seguridad al marchar, sacando todas las dudas y temores de los días previos.
Apapacho Sororo también es bailar, meditar y cantar
Después de la marcha, siguen días difíciles y cansados. De ver críticas en redes sociales, de tener discusiones con la familia y de que el cuerpo no se recupere por completo de todas esas emociones.
Nos pareció por eso importante crear un espacio seguro en el que ya no hablemos de violencias o leyes, sino cuidarnos, tomarnos de las manos literal y figurativamente y encontrar estrategias para sacar toooodo lo tóxico.
Tuvimos un taller de bordado emocional con Hilos Incendiarios, en el que platicamos cómo a veces nuestras emociones se quedan en el cuerpo y bordamos desde corazones y frases hasta “unas botitas para pisar al patriarcado”.
También hicimos danzaterapia con Maroli Islas y Estela Ivonné como DJ. Si nunca has hecho algo así, te súper recomendamos probarlo algún día. No se trata de bailar o tener ritmo, sino de dejar que el cuerpo de exprese con cero juicios y de sorprendernos con los movimientos que tenemos dentro de nosotras.
Maroli lo define como una forma de resignificar la energía femenina por medio del movimien movimiento consciente y libre del cuerpo. Se usa viaje sonoro, arteterapia y ritual para convertirlo en una danza mágica de transformación.
De verdad una experiencia catártica que se vive entre compañeras en un ambiente de confianza y sororidad.
Al mismo tiempo, otras mujeres de la comunidad Malvestida participaron en una sesión de ritual y lectura de tarot con Koan Tarot. Al estar todas juntas y compartir una energía, fue posible hacer una lectura comunitaria.
Un rincón de Galera se transformó por unas horas: con velas, té, muchas plantas medicinales y música relajante, logramos un aquelarre entre mujeres que no se conocían desde antes, pero que se tomaron de las manos para ser parte de algo más grande.
Lo que sigue
Y así terminamos nuestra primera edición de Apapacho Sororo con Casa Nike: con un showcase de nuestra adorada Fer Casillas, porque si algo nos une en Malvestida es la música.
A una semana de este emocionante momento, ya han cambiado muchas cosas en el mundo, pero en Malvestida seguimos comprometidas con el Apapacho Sororo, con encontrarnos aunque sea de forma virtual.
Puedes revisar nuestras próximas actividades en nuestro Instagram.
#AirMax reunió a mujeres visionarias para mini talleres en los que pudimos compartir expectativas para el futuro y crear comunidades en el presente.
Los cambios en los estándares de belleza, en la publicidad y en los contenidos que consumimos todos los días han sido en gran parte gracias a mujeres talentosas que se toparon con pared incontables veces hasta que algo cambió.
En un reciente evento de #AirMax Verona, dedicado al nuevo modelo inspirado en el clásico de los 90, participamos en pequeños workshops ofrecidos por mexicanas que están siempre viendo hacia el futuro.
La plática fue siempre horizontal, de unión y colaboración entre todas las asistentes, todas desde nuestras diferentes perspectivas.
Aquí algunas cosas que nos dijeron Lucero Navarro, Nicolasa Ortiz, Claudia Padilla, Monse Catera y Natalia Silva acerca de cómo ha sido abrirse camino en sus industrias:
Hacer comunidad: Lucero Novaro y Nicolasa Ortiz
Lucero es guionista y Nicolasa es actriz. Ellas nos contaron que en su industria es muy nueva la idea de hacer comunidad, crear lazos con otras mujeres para así hacer frente a la violencia y las desigualdades:
“Vivíamos las mismas cosas y nos dimos cuenta de que no nos teníamos que guardar esas experiencias”, explicó Lucero.
Desde hace alrededor de un año, actrices, guionistas, directoras, productoras y todas las mujeres de la industria del cine y el teatro se han unido no solo para denunciar acoso, sino también para compartirse sus salarios y acompañarse.
La cultura de los sneakers: Claudia Padilla
Puede parecer algo súper sencillo, pero la verdad es que introducir la cultura de los tenis a México y hacerlo con un enfoque en las mujeres estuvo complicado.
Claudia Padilla, que fundó la tienda Amy, nos dijo que tuvo que luchar contra los estereotipos de que si te gusta el calzado deportivo eres fachosa o masculina (y que esos adjetivos son negativos).
Ahora, unos años después, la cultura ya le dio la razón. Por ejemplo, los #AirMax Verona traen al lifestyle la cámara de aire, un elemento antes 100% deportivo.
“La única que creía en mí era yo (…) Pero ser auténtica a ti misma es lo que te lleva a donde debes estar”, nos contó.
Monse Castera: Moda
Aunque no conozcas su nombre, seguro el trabajo de Monse Castera ha sido parte de tu vida. Como editora de i-D México y como directora de casting, ha cambiado cómo pensamos en la moda y la belleza en el país.
Ella es fiel creyente de que los medios de moda pueden hablar de temas difíciles y que de hecho es su responsabilidad: “si dices ella es bonita, yo soy bonita, el estándar cambia”.
Desde que aprendió esto, ahora todo su trabajo se enfoca en pensar en el futuro, siempre para adelante y con el objetivo de tocar de verdad a la gente, más allá de los likes.
Natalia Silva: sustentabilidad
¿Qué pasa cuando amas la moda pero no quieres continuar con sus prácticas poco sustentables? Esa fue la pregunta que se hizo Natalia Silva, quien decidió crear una marca de ropa para bebés y también un taller de rehabilitación de ropa.
Para ella, el futuro de la ropa es el cuidado, porque el 50% del impacto de nuestras prendas está en cómo las cuidamos y usamos.
“La ropa es una herramienta para tu estilo de vida y se puede cambiar, no debe cambiarte a ti”.
Súper inspiradas, las asistentes creamos nuevas conversaciones a través de lo que aprendimos y nos conectamos en redes para que las conversaciones ya nunca se apaguen.
Este marzo vimos a muchas mujeres interesadas en aprender de feminismo y crear comunidad, para no perder la sensación creada por el 8M. Estos son algunos tips para empezar.
Pienso mucho en aquella joven que se acercó a preguntarnos qué hacer ante la coyuntura histórica del país, al rededor de las mujeres y tras la fuerte convocatoria que tuvo este #8M.
Sí, es una pregunta necesaria que nos hacemos al comenzar con nuestros procesos de emancipación ante la crisis de violencia y desigualdades de género: ¿cómo empezar y qué hacer?
Es justo reconocer que empezar a cuestionarnos es un primer paso importante. Es esa sacudida que nos ha dado nuestra propia historia y lo que nos atraviesa a cada una para decir «esto no puede seguir ocurriendo»
También, reconocemos que tras esa primera sacudida, van a venir muchas otras que serán cada vez más duras. Y los cuestionamientos sobre el sistema patriarcal y la forma en que nos hemos socializado estarán presentes en este proceso.
Hay mucho trabajo que tenemos que hacer las mujeres para luchar por nuestros derechos, en donde todo el Estado debería estar involucrado, pero para exigir y hacerlos valer sólo nos tenemos a nosotras.
Es necesario cuestionarnos para detectar cuáles son las opresiones que nos lastiman, no solo por nuestra posición como mujer, sino también por las estructuras sociales en las que crecimos y nos desarollamos. Estas pueden ser desde aspectos de clase, raza, grupos de edad, identidades sexuales, etc.
Identificar estos aspectos va a ser importante para comenzar a construir colectivamente entre mujeres que están sometidas a estas opresiones igual que nosotras.
Por ejemplo, la violencia machista te va a atrevesar de forma distinta si aparte de ser mujer eres estudiante universitaria o si vives en alguna periferia, al norte del país o si eres racializada, etc.
Comenzar a construir significa crear alianzas y trabajo colectivo con otras mujeres; construir entre pares desde lo que nos afecta y oprime individualmente pero también como grupo de mujeres al que pertenecemos.
Y también ser aliadas de las otras luchas de los grupos de mujeres a los que no pertenecemos, como mujeres indígenas, mujeres precarizadas por su condición de clase, mujeres migrantes, mujeres en situación de calle, y muchos otros grupos que iremos reconociendo en nuestro proceso.
Organizarse y resistir
Hablar de grupos de mujeres es reconocer que nosotras no pertenecemos a un grupo homogéneo. Somos distintas cada una y el contexto que nos rodea nos somete a otras realidades.
Para ir encontra de ese contexto violento que nos que rodea y de acuerdo a la situación específica de cada una, vamos a crear la necesidad de organizarnos con otras mujeres.
Las colectivas de mujeres surgieron por esa necesidad de hablar lo que a cada una nos oprime, dar acompañamiento, crear diálogos, redes de apoyo y aprender sobre los distintos feminismos.
Las colectivas son integradas por mujeres y para mujeres. Las hay especializadas sobre violencia y acompañiamiento a víctimas; están las colectivas formadas por estudiantes para trabajar sobre sus espacios universitarios y estudiantiles.
Están las colectivas de mujeres organizadas que trabajan en procesos de sanación. Las madres organizadas que problematizan sobre la maternidad y cómo se ha construido bajo estereotipos patriarcales.
Por eso puedes ubicar en tu ciudad alguna colectiva o grupo organizado de mujeres al que puedas unirte y crear comunidad. Puedes asistir a las actividades, talleres, círculos de lectura que organizan para las mujeres y comenzar a involucrarte.
La organización entre mujeres y el acompañamiento que nos damos entre todas nos ayuda a resistir.
Estos grupos han surgido por la inquietud y la de necesidad de las mujeres por incidir en su realidad.
Por eso, si tu amigas o compañeras han detectado cuestiones o aspectos que las impide desarrollarse bajo una vida libre de vioĺencia o de desigualdades. ¡organícence! Empezar a colectivizarlo es otro paso importante.
La articulación es necesaria
Es innegable que desde que comenzamos a cuestionarnos, poquito a poquito incidimos en casa, en nuestro trabajo o en nuestras relaciones. Pero es un proceso continuo y largo que no termina ahí.
La organización entre mujeres es importantísima para articular acciones específicas y de incidencia política desde distintos niveles micro y macro. Por ejemplo, si ya vimos que en nuestra escuela o trabajo, hay situaciones que nos oprimen, la articulación es necesaria para exigir cambios que no depende de nosotras, sino de estructuras de poder.
Las acciones que podemos articular van desde los distintos tipos de protesta: marchas, foros, pliegos petitorios. Todas estas no solo visibilizan las problemáticas y nuestras luchas, también dan pauta a que podemos proponer y exigir cambios.
Aprender de feminismo (y feminismos)
Algo que no quiero dejar pasar es que en esta lucha, la comprensión entre nosotras es indispensable. Sobre todo al darnos cuenta de los distintos feminismos que existen y se teorizan.
La feminista Sayak Valencia propone una alianza entre feminismos para construir comunidad y «ver por la seguridad de las mujeres de todo tipo de contextos». Identificar qué tipo de feminismo, si es que es así, nos representa y nos ayuda a deconstruirnos.
El feminismo es incómodo porque cuestiona todas esas estructuras patriarcales y de dominación sistemática. Por lo tanto, esta incomodidad también es necesaria que nos atraviese: nos ayuda a seguir cuestionarnos.
Esta comprensión y diálogo es algo que tenemos que seguir trabajando y no posponer más tiempo. Sayak nos explica que estos diálogos deben darse desde el afecto y entender que no hay razones para que los feminismos estén enfrentados.
Por último, recupero algo que no debemos olvidar: cada quien avanza en su propio proceso de formas distintas, por lo que es necesaria una reflexión constante con nosotras mismas.
Para conocernos cada vez más, redescubrinos y encontrar las armas necesarias para la sanación con nostras mismas y con nuestras hermanas.
Este camino es díficl, por lo que el autocuidado es importante para cada acción que emprendamos juntas, así que no la dejes de lado.
La ternura y el amor son importantes para resistir esta revolución y revelarnos ante la violencia y la dominación patriarcal; son necesarias en este momento histórico que poco a poco lo estamos tirando.
Entre los memes y el pánico, a veces es difícil saber qué tan en serio tomarse esta pandemia mundial. Te decimos qué onda con el coronavirus en México.
Por un lado están las cadenas de Whatsapp que aseguran que todo se cura rezando y por otro las noticias muy preocupantes de países donde la enfermedad está más extendida, como Italia, España y Estados Unidos.
Por eso aquí resolvemos algunas dudas y te recomendamos seguir las indicaciones oficiales.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización, dijo: “pandemia no es una palabra que se use a la ligera. Si se usa mal, puede causar miedo no razonable o una aceptación no justificada de que la lucha se acabó.
Describir la situación como una pandemia no cambia nuestro diagnóstico de la amenaza del virus. No cambia lo que la OMS está haciendo ni lo que los países deben hacer”.
¿Cómo podemos prevenir el coronavirus en México?
El médico también enfatizó que todos los países pueden ayudar a cambiar las tendencias. Y que lo que deben hacer es: detectar, hacer pruebas, aislar, rastrear y movilizarse en la respuesta.
Pero esto también es algo que nos toca como individuos. Es súper importante lavarnos las manos por 20 segundos y evitar tocar nuestra cara.
Si estornudamos o tosemos, hay que hacerlo en un pañuelo desechable y tirarlo de inmediato. Si no tenemos, no debemos taparnos la boca con la mano sino con el codo.
No existen los remedios milagrosos ni hay conspiraciones oscuras. Tomar medidas de precaución no significa caer en el pánico.
Así es como puedes protegerte y proteger a tu familia del #Coronavirus 👇
RT este mensaje para ayudar a prevenir a otros. #COVID19
— UNICEF en Español (@UNICEFenEspanol) March 9, 2020
¿Qué va a pasar si se extiende más en México?
Es probable que en los próximos días y semanas se cancelen eventos y que quienes puedan comiencen a trabajar desde casa.
Los países que han logrado detener el avance de la enfermedad son aquellos que han tomado medidas desde el inicio, así que aunque sea inconveniente, será lo mejor a largo plazo.
Recuerda que sí está bien ir al súper y comprar la comida necesaria para salir poco a la calle, pero hay que pensar en quienes están más vulnerables y no acabar con todos los insumos o entrar en pánico.
Si conoces a personas mayores o con discapacidad que no se pueden trasladar tan fácilmente, puedes ofrecerte a ir a la farmacia o al mercado a comprar lo que necesitan y recuerda platicar con ellxs con frecuencia porque el aislamiento puede ser feo para el ánimo.
En caso de que tuvieras pensado ir a un concierto o cualquier evento multitudinario, estáte pendiente de las redes sociales para saber si se cancela o pospone y si puedes recuperar tu dinero.
El 8 de marzo, en todo el país vivimos la emoción de unirnos para protestar contra la misoginia. Fue un día intenso en el que, además de tomar de la mano a las que se nos unieron, también pensamos en las que ya no están.
En el regreso de su columna, Dersdepanian nos cuenta cómo se ha sentido estos días y por qué salir a la calle, aunque es cansado, puede ser una manera de recuperar las fuerzas.
Platicamos con Mariana Guerrero, quien creó los vestuarios para la serie de Netflix Desenfrenadas, en la que la ropa es una parte clave de las personalidades de las protagonistas.
Seguro tú, igual que nosotras, tienes una lista de pelis o series que ves solo (o sobre todo por) el vestuario. O escenas que recuerdas sobre todo por lo que tenía puesto el personaje.
Por ejemplo, yo no me puedo sacar de la cabeza ese vestido verde de Atonement o el vestido amarillo de Cómo perder a un hombre en 10 días. También hay personajes de los que quiero no solo una prenda sino TODO SU CLÓSET.
Así me pasó cuando vi Desenfrenadas, una serie en la que las protagonistas son muy definidas por las cosas que usan. Por eso contactamos a Mariana Guerrero Dingler, la responsable de esas botas con plataforma que usa Vera y el bikini de pétalos en el pecho de Carlota.
Entrevista con Mariana Guerrero
Platicamos con esta increíble stylist y vestuarista mexicana, que vive en Nueva York con sus perritos.
Nos platicó de su amor por lo vintage, de un trabajo en el que lloró y del personaje que más le gustó crear.
¿Cómo entraste al mundo del vestuario?
Hace 13 años me mudé de Torreón a Nueva York y no tenía la menor idea de lo que quería a hacer, en mis primeros años incluso trabajé de babysitter.
Un día, un amigo mencionó la idea de tomar una clase de styling en FIT (Fashion Institute of Technology), fui y me encantó. Claro que tuve dudas al principio, incluso veía que otras personas que estaban tomando la clase sabían mucho más de moda que yo, pero no me rendí.
Obtuve mi primer internship y comencé a trabajar asistiendo a varias estilistas. Ahora volteo y veo todo lo que he trabajado y lo que he ido logrando poco a poco y la verdad es increíble.
¿Cuál es la principal diferencia entre ser estilista para una celebridad y crear un personaje?
La verdad a mí me divierte muchísimo mas cuando creas un personaje, es un proceso más largo en el que estudias mucho, lees y llegas a entender el universo de los personajes desde el guión.
Y claro, tienes que estar abierta a los cambios que puede haber en la historia. Desenfrenadas fue un proceso de ocho meses en el que trabajé de la mano con el director, Diego Martínez Ulanosky, para entender la psicología detrás de cada uno de los personajes y volverlos reales, verosímiles.
De tu proceso creativo, ¿qué es lo que más te gusta?
Me encanta lo intensa y apasionada que soy. En cuanto me meto a un proyecto no pienso en otra cosa, lo pienso, lo sueño y lo vivo cada día.
En el caso de Desenfrenadas, por ejemplo, leí el guión y de inmediato se me vinieron mil ideas a la cabeza. Las perseguí, las trabajé y puedo decir que en un 95% de los casos esas ideas originales son totalmente las que se ven en pantalla
Cuéntanos un momento de emergencia de vestuario en set y cómo se resolvió
Quizá el momento más intenso que viví en la serie fue en torno al vestido Lacoste azul que utiliza Rocío.
Yo sabía que era el indicado para el personaje y cuando por fin conseguí que me lo aprobaran le escribí a la marca para pedirle un backup, porque nunca sabes qué puede pasar durante un rodaje, pero me dijeron que estaba completamente sold out. Lo buscamos por todas partes y fue imposible de encontrar.
Terminamos haciendo un scouting de telas por todo México para hacer una réplica del vestido. Cuando terminamos de filmar con el vestido original se sintió como un triunfo y una fiesta para mi equipo y para mí
¿Tuviste un personaje favorito en Desenfrenadas o que te divirtiera más crear?
¡Todos! Pero uno de mis favoritos fue Joshua. Tenía mucho tiempo que quería trabajar creando un personaje así. Fue un proceso en el que me divertí muchísimo buscando sus botas vaqueras, su cadena de alacrán, su cinturón de escorpión.
Su estilo es muy diferente y traté de dotarlo de todas estas piezas únicas para él. Incluso una de sus camisas la saqué del clóset de mi papá.
Soy fanática de la ropa vintage, así que siempre estoy buscando en tiendas o sitios que tengan este tipo de piezas.
Incluso, el vestido de flores que usa Yunuen en la playa lo encontré con una de mis mejores amigas, Estefanía Leal (que actúa de Zoe) en un thrift store en NY for 5 dólares.
También soy una compradora compulsiva de E-Bay y una buena parte del vestuario de Desenfrenadas viene de ahí.
Para esta serie tuvimos el soporte de alrededor de 40 marcas que creyeron en este proyecto y nos apoyaron muchísimo. Desde marcas de NY, europeas hasta diseñadores locales de Oaxaca y la Ciudad de México.
https://www.instagram.com/p/B9M2-KIl2u5/
¿Cuál es un estereotipo o prejuicio sobre tu trabajo que no sea cierto?
Mi primer internship con una celebrity stylist fue una experiencia muy dura en la que terminé llorando del estrés.
Recuerdo perfectamente a su asistente preguntándome “por qué lloraba, que no estábamos buscando la cura para el cáncer”.
Por cosas así la gente a veces cree que en el mundo de la moda tienes que aceptar mierda de otras personas o dejar que te maltraten.
Pero después seguí trabajando, creciendo y me di cuenta que no es así. Es un trabajo exigente y que te tienes que tomar en serio, pero en el camino te topas a personas increíbles y que realmente valen la pena.
-¿Hay alguna época o estilo en particular al que le tengas más cariño?
¿Has visto que con la creciente conciencia sobre la igualdad de género haya cambiado la forma en la que haces tu trabajo?
Tengo la fortuna de vivir en una ciudad donde hay muchos menos estereotipos o reglas a la hora de vestirse. La gente se pone lo que tiene y lo que puede y siempre está adaptando su vestuario a su personalidad.
Ver eso todos los días te llena de ideas y te abre los ojos respecto a que no hay nada escrito sobre cómo debemos vestirnos o vernos, ni hombres ni mujeres. La verdad life is too short para no vestirte como quieras.
Las vestuaristas suelen ser mujeres y en la industria hay mayoría de directores, ¿cómo eres asertiva en tus decisiones cuando hay desacuerdos?
En el caso de Desenfrenadas, Diego es un tipazo y lo adoro. El equipo era maravilloso y pude trabajar muy bien con todos.
Pero en el día a día (pardon my french) te tienes que agarrar muy bien los ovarios para dar tu opinión. Tienes que pelear por las cosas en las que crees.
¿Qué recomendaciones prácticas le darías a alguien que apenas está empezando a ser vestuarista?
Lo más importante es hacer las cosas porque te apasionan. Sobre todo cuando vas empezando, es bueno olvidarte un poco del dinero y del glamour.
Si te dedicas a esto porque te gusta, si realmente lo haces con amor y dedicación, las oportunidades llegan. También les recomendaría echarle muchas ganas cada día porque en este trabajo no hay lugar para la mediocridad.
Nos encanta que el feminismo ya no solo no da miedo sino que es un elemento crucial en el trabajo de muchas mujeres, como el de estas cantantes latinoamericanas.
Hay mujeres que han mostrado abiertamente su lucha feminista mediante la música.
Su forma de reconstruir y legitimar discursos contra la opresión de las mujeres, su discurso anticapitalista y el rechazo a las violencias sistemáticas son expresadas a través de sus letras.
Sus canciones salen de los sitios comunes de la música y son indispensables para entender qué pasa en otros contextos de Latinoamérica.
Además, estas cantantes feministas poco a poco empiezan a recuperar y crear espacios seguros dentro de la industria musical, para convertirse en referentes que, además, nos hacen bailar.
Mare Advertencia Lirika
Es una cantante mexicana de rap, activista social y feminista. Mare es de Oaxaca y sus raíces son zapotecas, por eso a través de su música se manifiesta por los derechos índígenas.
Sus letras protestan por la situación social y política de México y sobre las opresiones que viven las mujeres.
El principal género musical que canta es rap y hip-hop y desde el 2003 compone sus letras. Ella juega con la poesía y el arte urbano para expresar sus indignación y su rabia,esto lo demuestra en cada una de sus interpretaciones.
Su activismo la ha llevado a trabajar desde su comunidad con distintos colectivos. Por ejemplo, con Mujeres Trabajando, un grupo que busca promover la cultura y exponer el trabajo de las mujeres que la integran.
Además, Mare le ha impartido a mujeres talleres y pláticas sobre violencia de género e injusticias sociales.
Es una rapera originaria de Guatemala, además es poeta y socióloga feminista. Su lucha contra la violencia hacia las mujeres se escucha en cada una de sus letras, por eso nos inspira tanto.
Rebeca también se ha encargado de denunciar el genocidio guatemalteco ocurrido entre 1978 y 1983, en donde el ejército de Guatemala reprimió a comunidades mayas.
La académica Sandra Gondouin, analizó la obra artística de Rebeca y considera que la cantante «cuestiona la memoria colectiva y las identidades de género desde el motivo del cuerpo».
Sus letras son feministas y anarquistas y buscan reapropiarse del espacio colonizado, a través del arte. ¡Escúchala!
Renee Goust
Renee es cantante y feminista interseccional. Creció en Sonora y mediante sus letras toca temas sobre la violencia hacia las mujeres. También sus canciones apelan a la visibilidad lésbica.
Sus canciones también tocan otros temas sobre migración, homofobia y salud mental. Además aboga por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Por eso te recomendamos que comiences a escucharla, su voz es increíble.
«Querida muerte» y «Cumbia Feminzai» son canciones fuertes y de denuncia, que denuncia los estereotipos hacia las mujeres, desmitifica la palabra «feminazi» y aborda el tema del acoso y los feminicidios en México:
«Ahora estar de suerte es que tu novio no resulte violador, abusador o femicida. Ahora estar de suerte es que a la muerte no le guste tu cintura y en su troca no te siga»
Es una cantora norteña, originaria de Coahuila y feminista. La vimos con pañuelo verde y guitarra en la pasada marcha del 8M y nos conmovió muchísimo.
Estudió en la Escuela Superior de Música en Saltillo y canta contra el amor romántico y la violencia que desencadena hacia las mujeres y los feminicidios. Su género musical lo define como folk regional.
En «Canción sin miedo», hace un recorrido por las luchas feministas que hemos visto en los últimos años, desde las compas marchando en Reforma hasta las morras peleando en Sonora, sobre las comandantas de Chiapas y la madres que buscan a sus hijas en Tijuana.
En una entrevista, dijo que con su música describe «el infierno que miles de mujeres viven al lado de su amado», esto con su corrido «Cosas que sorprenden a la audiencia».
La marcha 8M de CDMX acaparó titulares, pero hay pequeñas ciudades en el país donde se juntaron 100, 500, 4 mil mujeres. Ellas nos contaron cómo las vivieron.
El 8 de marzo marchamos. Miles de mujeres en México tomamos las calles, a veces acompañadas de unas pocas y a veces rodeadas de verde y morado.
Algunas pudimos marchar en contingentes ordenados, otras nos perdimos casi desde el primer paso, pero caminamos con desconocidas y nos sentimos seguras.
Muchas hicieron este ejercicio por primera vez, mientras que para otras ya es una tradición anual. Con nuestras grandes diferencias, nos encontramos en una necesidad básica de estar juntas para gritar que algo tiene que cambiar. Para cantar que no estamos solas.
Esto es lo que nos contaron mujeres de diferentes ciudades sobre lo que vivieron.
La marcha 8M en ciudades mexicanas
Monterrey, Nuevo León: «no había forma de que pudieran pretender que no existimos»
Marché con mi mamá y mi hermana, desde el contingente universitario que después se disolvió en una gran marea morada. Fue la primera vez que mamá quiso venir a una marcha 8M, y se animó más después de que mis abuelitas le pidieron que gritara mucho por ellas, que por salud no podían salir.
Llegamos a la Explanada de los Héroes y el lugar estaba llenísimo de mujeres, de todas las edades y clases sociales, con pancartas, mascadas moradas y verdes. Hacia los lados, había bastantes hombres que se querían sumar a la marcha (un par incluso se colaron en el contingente universitario), pero tan pronto escucharon algunas de las consignas se fueron apartando y quedando en las orillas.
Al igual que en Guadalajara y CDMX, la fuente principal en la Macroplaza (la mítica fuente de Neptuno) fue pintada con colorante rojo, y las calles fueron pintadas con consignas, arte de stencil e ilustraciones pegadas en distintos puntos.
La policía estuvo presente, pero se mantuvo al margen de la marcha, vigilando y protegiendo los principales edificios gubernamentales. Esta vez no intentaron detener a ninguna compañera arbitrariamente (cuestión que ocurrió en la marcha del 28 de septiembre del año pasado).
Monterrey es una ciudad profundamente misógina, pero ese domingo, marchando con parte de mi familia y acompañada por miles de compañeras y hermanas, sentí nuestra fuerza y valentía colectiva.
Por instantes, sí llegué a pensar que quizás estemos rompiendo algo, dando los primeros pasos masivos para lograr un cambio profundo en la ciudad.
El año pasado salimos 4 mil mujeres y todos los medios principales de comunicación nos ignoraron. Este año fuimos 25 mil, no había forma de que ni medios ni gobierno pudieran pretender que no existimos.
No sé qué siga, ni cuál sea el siguiente plan de acción, pero por lo menos sabemos, todas, que estamos aquí y que entre todas nos cuidamos. Oralia Torres.
La marcha del 8M fue un evento histórico del que se hablará por mucho tiempo. Hubo aproximadamente 600 asistentes (esta es la segunda marcha, ¡a la primera llegamos 30!) y fue completamente apartidista, en un estado completamente dominado por el PRI.
Al finalizar, cada una de las colectivas leyó su manifiesto y los familiares de víctimas de feminicidio tomaron el micrófono para exigir justicia. Conejo Literario.
Imagen. facebook.com/feministascarmen
La Comarca Lagunera: «esperaban a 300, llegamos casi 4 mil»
La Comarca Lagunera está compuesta por tres ciudades pequeñas que se conectan por puentes, no somos la gran metrópolis. Por lo mismo, morras de los diferentes colectivos dijeron que esperaban máximo a 300 mujeres… llegamos casi 4,000. La marcha que debía durar 2 horas, duró 4 horas y media.
Hasta adelante iban las mujeres madres, hijas, hermanas y/o amigas que han perdido a alguien. Luego las madres con niños y las chicas de Torreón (aquí iba yo). Seguidas de otras colectivas, batucadas, bicicletas y al final, coches con botellas de agua. En cada punto del mapa señalado había más mujeres esperando.
Es la primera marcha a la que asisto en esta ciudad y no pude sentirme más segura. Acuerpada entre mis hermanas, cantando, brincando y moviendo los carteles de todas cuando una se cansaba, aunque no nos conociéramos de nada.
Hubo morros que esperaban en ciertos puntos y nos regalaban agua, jugos y sueros. Señoras que cantaban las consignas desde lejos o graban y daban gritos de apoyo desde la puerta de sus trabajos.
Las colectivas mantuvieron siempre contacto y organización para decirnos cuándo hacer cadenas de bloqueo o hacer silencios. Al final, ya en Plaza Mayor, en Torreón, había un altar en forma de cruz roja con los nombres de las mujeres y niñas desaparecidas o asesinadas escritos. Las representantes de cada contingente hablaban en micrófono, luego lo dejaron abierto a cualquiera que quisiera decir algo. Dahn.
Imagen. @dahnconhache
***
Empezamos a organizar hace como 3-4 semanas aproximadamente. Una colectiva convocó a asamblea a todas las colectivas/mujeres en general, eso nunca había pasado. Tuvimos que aprender a esperar nuestro turno para hablar, a votar, a respetar las votaciones.
Cuando yo vi la cantidad de gente me asusté de que algo se pudiera salir de control, o de que alguien se sintiera mal. Llevábamos dos ambulancias pero aún así, marchamos 10 kilómetros: Hubo saldo blanco.
Como colectivo organizador votamos que fuera pacífica (por motivos de seguridad, porque no sabíamos si estábamos listas para una marcha con destrozos) pero también quedamos en que si alguna de las mujeres vandalizaba, la íbamos a defender.
Y sí pasó, una chava se aventó un graffiti y fue impresionante cómo corrimos todas a resguardarla de la poli. No se la llevaron, afortunadamente.
Hoy me siento muy cansada, física y emocionalmente. A mí me tocó sostenerles el micrófono a las madres que hablaron de los feminicidios de sus hijas al final. Su grupo se llama Madres Poderosas. Y los abrazos que nos dimos al final de cada participación todavía los siento cabrón en el cuerpo.
Siento miedo porque policía municipal, federal y guardia nacional estuvo grabándonos y tomándonos fotos durante toda la marcha y yo no traje la cara tapada todo el tiempo… una compañera escucho a una mujer policía que dijo “como yo soy mujer, sí les puedo meter una verguiza”.
Ando paranoica porque mi cara está en todos los medios (a la próxima me tapo, lección aprendida) pero SOBRE TODO traigo un chingo de esperanza. Este hecho fue histórico en la Laguna, neta estamos haciendo historia y yo jamás imaginé que fuera a pasar algo así.
Como feminista siempre me había sentido desaprobada y atacada, pero marchando me sentí bien acompañada. Espero que este solo sea el principio de un despertar cabrón del feminismo en esta región. Anónima.
Imagen. @dahnconhache
Hermosillo, Sonora: «había mujeres de todas las edades»
La marcha en Hermosillo, Sonora comenzó a las 5:00 PM. Había continentes separatistas (al inicio) y uno mixto atrás.
Es una ciudad bastante conservadora, con poca participación política de este tipo y aún así había mucha gente (aunque NINGUNA noticia local menciona cuántas fuimos). Había mujeres de todas las edades, incluso niñas y bebés.
Estuvo bien bonito, gritamos consignas y caminamos por el centro, ese lugar al que a muchas nos da miedo ir solas.
Llegamos a la plaza principal de la ciudad, la Plaza Zaragoza, y ahí los grupos feministas dieron sus comunicados, cantamos canciones, prendimos las lámparas de los celulares cuando nos apagaron las luces de la plaza.
Valladolid, Yucatán: «las chicas fueron muy valientes»
El Centro de Derechos Humanos Casa Colibrí convocó a una «caminata» sólo para mujeres. Es el primer año que estoy acá pero según sé fue la primera vez que se convocó de forma independiente, en otras fechas como el 25N, la marcha la encabezó el presidente municipal y todo fue muy burocrático.
Me comentó la organizadora que esperaban unas 40 mujeres, pero fuimos como 150 o 200. Las asistentes estaban entre los 17- 40 años, varias con sus hijos y muy pocas llevaron a sus novios o esposos.
Las organizadoras llevaron pancartas para repartir entre quienes no tuvieran, impresiones con lemas como «No somos juguetes sexuales» o «no somos sacos de boxeo» para quien quisiera colgarlas en su espalda. Y otras copias para que escribieras algún evento de violencia que hubieras sufrido y colocar un tendedero al final.
Mis amigas y yo estamos haciendo un servicio social acá, venimos de CDMX y llegamos hace apenas unos meses, así que no conocemos casi a nadie, pero al ser un lugar pequeño suele saberse todo lo que haces.
Nos daba miedo llamar mucho la atención y nos limitamos a pintarnos la cara, pero muchas de las chicas se acercaron a nosotras para pedirnos que las pintáramos o escribiéramos consignas en sus cuerpos y fue un momento muy bello.
Algunas nos contaron que ha sido muy difícil declararse feministas porque sufren mucha exclusión dentro de sus ambientes y uno de los motivos de asistir a la caminata era conocer nuevas amigas que concuerden con sus ideas.
Como era la primera vez de la mayoría no sabían las consignas, así que al frente del pequeño contingente iba un auto con una bocina por la que se decían y las demás las repetíamos. Cuando se decían las más «fuertes» algunas mujeres del contingente no las decían o reclamaban por el tipo de lenguaje.
A lo largo de la caminata que fue más o menos de 2 kilómetros recibimos algunos insultos y muchas burlas. Las chicas fueron muy valientes pues algunas tuvieron de frente a familiares que les decían que salieran de ahí, pasamos varios grupos de hombres y se comportaron como idiotas con burlas colectivas y miradas lascivas, nadie les dijo nada y sólo seguimos caminando.
Fue muy frustrante pero no queríamos causar problemas pues el ambiente es muy distinto a la CDMX.
Al llegar al centro del municipio dimos una vuelta y se colocaron cruces y una simulación de un cuerpo y velas, llamamos mucho la atención de los turistas pero los locales estaban muy molestos.
La directora de Casa Colibrí dio un pequeño discurso sobre las violencias que vivimos las mujeres e hizo énfasis en las mujeres mayas. Hizo reclamos al gobierno estatal y al federal, sin hacer mención del municipal.
Se abrió el micrófono para quienes quisieran participar y se nos invitó a acercarnos a las actividades del centro. Repartieron folletos sobre el aborto con misoprostol, condones, y material de Católicos México a favor del aborto legal.
Se gritaron otras consignas y el evento terminó. En menos de 10 minutos personal del municipio acomodó los instrumentos de la orquesta pues había demostración de jarana justo en el espacio que habíamos ocupado y todas nos fuimos a casa. Creo que lo más bonito es que pudimos encontrar otras mujeres con las que coincidimos. LizfazHD
San Luis Potosí, San Luis Potosí: «una llama amorosa y rabiosa que abraza y no nos suelta»
Quisiera nombrar a todas, a las mujeres que pusieron el cuerpo para que otras pudiéramos salir a marchar tranquilas, las mujeres que fueron por primera vez, las lesbianas, las estudiantes, no quiero olvidar a ninguna.
Es la primera vez que San Luis tiene una marcha tan grande, fuimos 8,000, tomando Plaza de Armas, gritando que íbamos a quemar todo, abrazadas, cantando, llorando, denunciando y en la resistencia y la alegría de estar viva.
Gritabamos «no somos una, no somos diez, pinche gobierno cuéntanos bien». Y ahí en una ciudad donde nos tenemos que cuidar de los medios que nos amedrentan tomando nuestros rostros, nos cuidamos entre nosotras, entre amigas, por las que ya no están, por las que no se nombren.
Por Karla Pontigo, por Chantal, por las que ya no volvieron a casa, por las que su mamá ya no pueden abrazar, por las que estamos, por las que vienen, en San Luis marchamos muchas, como nunca, siempre diversas, construyendo, cubiertas de una llama amorosa y rabiosa que abraza y no nos suelta. En San Luis nos cuidamos entre nosotras. Dulce
Durango, Durango: «éramos más de mil»
También tuvimos marcha por primera vez. No sé cuántas éramos pero más de mil sí, y las chicas de Las que no Arden, la colectiva que convocó, esperaban unas 100.
Marchamos por la avenida principal y finalizamos con un mitin justo frente a la catedral (ya que en la plaza principal había un evento politizado).
Los provida mandaron señoras mayores con paliacate celeste a las puertas de la catedral para hacer una cadena humana.
No te miento, en un momento sí hicimos consignas como “saquen sus rosarios de nuestros ovarios” pero en general nos concentramos en nuestro mitin, hubo micrófono abierto y tendedero de agresiones. Claudia
Edición #1232 🤱iHistórica la marcha feminista por el “Día de la mujer! Las mujeres en Durango sentaron un precedente, no permitirán más abusos de padres, hermanos, tíos, amigos, jefes, compañeros y los desconocidos que las ven como objetos y las desprecian por sus condiciones pic.twitter.com/uTxYsId8YW
— Durango Informativo (@DgoInformativo) March 9, 2020
Mérida, Yucatán: «Venimos con toda la energía acumulada de 50 o 60 años de coraje»
A pesar de que éramos MILES las que salimos a marchar fue una marcha muy organizada. Mujeres de todas las edades salieron, incluso muchas se incorporaron cuando ya habíamos empezado.
Hubo una chava que le dio un golpe de calor y todas se agacharon para que la pudieran encontrar y ortorgarle apoyo. Yo hice marcha con mi hija de 2 años, y las morras que me rodeaban en ningún momento me dejaron quedarme atrás. Day Cuervo.
Despertar con emoción, Llegar a la cita a tiempo junto con mi hija de 23 años, luego separarnos cuando encuentra a su contingente personal de amigas y yo unirme al de mis hermanas, con quienes formo mi grupo de mujeres “mayores”.
Así nos dicen; no lo sentimos hoy así. Venimos con toda la energía acumulada de 50 o 60 años de alegrías familiares pero también de coraje, de esperanza, de ilusión, de hambre de justicia hacia las desaparecidas, las asesinadas, las acosadas, pero también nos unen nuestras pequeñas y grandes tragedias personales.
Se añaden a nuestro pequeño grupo amigas que fueron solas, con sus propias historias que conozco bien. Juntas alzamos el puño y la voz por las veces que en la escuela se nos juzgó por no ser dóciles o traer la falda corta, las veces que las apariencias fueron más fuertes que el intelecto, por las amigas que pasaron por relaciones violentas, las que salieron de ellas y las que se quedaron, los divorcios bajo términos injustos y las familias que viven bajo violencia económica, la escasez de servicios de salud mental para mujeres, las ofensas en el trabajo, en los medios de comunicación, los asaltos, los acosos en la universidad…
Marchamos por Andrea ahí presente, por Emma Gabriela, por las que tienen el rostro cubierto, las que tienen miedo como nosotras y no tienen 8 hermanas que las acompañen, y marchamos, por último, como una ofrenda a nuestra madre y nuestras abuelas, que no se rindieron nunca y nos enseñaron a ver a través de la rendija de lo cotidiano que el mundo era nuestro. Valentina.
https://www.instagram.com/p/B9fEX6jg_XK/
Villahermosa, Tabasco: «era mi primera marcha»
Al principio me dio un poco de miedo ir por varias razones: era mi primera marcha y también la primera organizada por el 8M en Villahermosa y la convocatoria era separatista. Yo tenía ganas de ir con mi hija de dos años.
Solo tengo unos meses viviendo aquí pero busqué a mis amigas que probablemente irían y fui con una, que tiene amigas maestras de yoga que también fueron (y dieron una clase después). Nos contaron que no esperaban tanta gente, que en años pasados eran muy chiquitas. Anónima.
***
Fui con mi mamá, nos animamos casi de última hora y porque vi movimiento de otras conocidas en nuestros grupos de whats.
En el punto de reunión me sorprendió ver muchas más de las que esperaba, muchísimas chavitas, pero también señoras, mamás, tías abuelas y niñas pequeñas. El recorrido fue corto y aunque creo es la primera marcha de 8M en Villa tuvo relativamente buena organización.
Las pintas en el parque fueron con gis lo cual me pareció muy listo de las compas.
No hubo cierre de calles, entonces nos tocó caminar entre carros, en su mayoría taxis, con los conductores adentro, algunos grabando o tomando fotos, pero todo muy tranquilo.
Al llegar al Palacio de Gobierno se nombró a las muertas, se gritó por ellas y en la plaza de armas se tendieron ropa y zapatos para representarlas.
Fue una experiencia muy emotiva que ojalá todas puedan sentir, además de haberla compartido con mi mamá con quien muchas veces estoy en desacuerdo, lo hizo más especial. Anónima.
Ciudad Victoria, Tamaulipas: «sí tuve miedo de ir»
Somos 300 mil habitantes y no hubo marcha, pero sí una concentración en la plaza principal. Sí tuve miedo de ir porque días anteriores hubo muchas denuncias hacia el colectivo feminista que organizaba. En mi caso es difícil que me lleguen a correr, pero aún así sentía miedo.
En el caso de mujeres que trabajan en gobierno, sí las pueden llegar a correr por ir: tengo amigas que no fueron por eso.
Cuando llegué a la plaza había policías y las compañeras comentaban que estuvieron tomando fotos de ellas desde un inicio, yo llegué tarde y ya no lo vi.
Me sentí feliz de ver mujeres de todas las edades porque de verdad es muy difícil manifestarse aquí.
Los medios de comunicación enviaron hombres a cubrir y tomaban fotos y las subían. al momento, solo un medio envió a una mujer. Yo llevaba a mi perrito con un cartel y al final ella me pidió una foto y le dije que sin que saliera yo y lo respetó.
De las galerías que vi, solo una fotógrafa independiente tomó fotos sin mostrar las caras.
Toluca, Estado de México: «hicimos tribu»
Fui a la marcha separatista que convocó Aborto Legal Edomex. Decidí ir por que poco a poco estoy despertando al feminismo, sacándome a tirones el patriarcado, machismo y religión en la que fui criada.
Estoy maternando dos niñas. No quiero que sufran violencia, quiero que vivan y dejemos de sobrevivir así.
Me llenó de orgullo y sentimiento estar acompañada de mujeres que cuidaban de nosotras, que me apoyaron con mis hijas. Mujeres que nos ofrecían agua o comida, que nos aplaudieron mientras subíamos las calles empinadas al cerro, con nuestros niños en brazos o en los hombros.
— Aborto Seguro EDOMEX (@AbortoSeguroEmx) March 9, 2020
Algunos hombres se rieron o nos tomaban fotos y video en calles aledañas, pero las mujeres se acuerpaban para hacerlos a un lado. No hubo enfrentamientos físicos, sólo verbales: una mujer salió molesta y empujó a una compañera que rayó la pared de su negocio «Aborto Legal».
Algunas mujeres mayores levantaron su puño y nos vitorearon desde la banqueta. Un par de ellas me animaron «Lo hacemos por ellas» cuando me vieron sudando, cargando a mi menor en hombros y sosteniendo a la mayor de la mano. Pujando para seguir.
Mis hijas tienen 4 y 7 años y terminaron gritando «Amiga, hermana; si te pega no te ama». La mayor aguantó caminar todo el recorrido. La pequeña nunca se quejó de las condiciones. Levantaron su mano, cantaron con las demás, hicimos tribu. Melissa Nava
Pachuca, Hidalgo: «fui abrazada por la inmensa sororidad que se vive en estos espacios»
Hidalgo no es un estado que se caracterice por su activismo social, las marchas o movimientos apartidistas son muy raros y escasos. Por eso estoy súper orgullosa de que el domingo 8 de marzo hicimos historia.
Según los conteos que he visto fuimos alrededor de 3 mil mujeres y aunque comparado con cifras de otras ciudad pueda parecer un número insignificante, para las hidalguenses fue un gran logro.
Estaba un poco nerviosa porque si bien ya he ido a otras marchas, esta era la primera a la que iba sola y no sabía si me iba a sentir cómoda. Mis dudas se disiparon rápidamente cuando fui abrazada por la inmensa sororidad que se vive en estos espacios.
La marcha era del Reloj Monumental de Pachuca a Plaza Juárez pasando por la calle Guerrero (la más importante del centro de la ciudad), fue increíble ver la calle completamente llena y las reacciones de los que nos observaban desde las banqueta.
A nuestro paso había mujeres que nos miraban con curiosidad y decidían unirse, otras aplaudían al contingente. Los comerciantes que nos veían también se iban contagiando con las consignas que nunca dejamos de gritar, la que causaba más reacciones era probablemente la de: “Pachuca, escucha ¡Esta es tu lucha!”
Lo más especial fue que el rango de edad de las asistentes era muy amplio y mezclado, había niñas, adolescentes, mujeres adultas e incluso algunas de la tercera edad.
Al llegar a Plaza Juárez nos tomamos de la mano para formar una cadena humana y luego avanzamos al frente de la plaza donde familiares de víctimas y desaparecidas dieron sus testimonios.
A pesar de que el sonido solo permitía que escucháramos las que estábamos cerca, los testimonios se iban pasando de boca en boca a las que estaban atrás y cuando terminaban rompíamos el silencio con un estruendoso y emocionante grito de: “¡No estás sola!”
Imagen. Niza Jiménez
A lo largo de la marcha se hicieron esténciles en el piso y en las cortinas de algunos de los negocios cerrados y en Plaza Juárez se hicieron pintas en las paredes del edificio del Palacio de Gobierno del Estado, se rompieron las puertas de cristal y se puso un tendedero de denuncias.
La opinión pública ha decidido concentrarse en esto y lanzar frases como “esas no son formas, así no, ellas no me representan, no debieron dejarse influenciar por las vándalas de CDMX, Pachuca es una ciudad tranquila y éstas cosas no deberían permitirse” demostrando que nuestro estado todavía está falto de empatía y conciencia social pero nosotras ya dimos los primeros pasos.
Las paredes del Palacio de Gobierno fueron repintadas y los cristales reemplazados esa misma tarde, nuestras hermanas siguen desaparecidas y enterradas. Niza Jiménez
León, Guanajuato: «Sí se pudo convocar, sí se pudo tomar la vialidad más importante de la ciudad»
A la marcha convocó la colectiva Alumnas UG en Sororidad, que fue instrumental en las primeras denuncias colectivas de acoso sexual cometido por profesores de la Universidad de Guanajuato campus León.
Se organizaron jornadas y talleres en el Arco de la Calzada desde las 11 de la mañana y la marcha estaba programada para las 4 de la tarde.
Inicialmente yo tenía dudas acerca de cuántas de las de siempre íbamos a ir, ya que algunas colectivas de la ciudad se lanzaron a las actividades en Guanajuato capital y otras fueron al Primer Encuentro de Mujeres que Luchan en Guanajuato que se hizo en Acámbaro, en respuesta a la convocatoria de las mujeres zapatistas.
Al llegar a la calzada, vi a cientos de mujeres con pañuelos morados y verdes, haciendo carteles, decorando sus caras de morado.
Vi a chavas que jamás pensé ver en una marcha feminista, vi a las mamás de amigas y también a las que siempre acuerpamos el movimiento. Nos comenzamos a formar para salir, alguien aventó humo morado y comenzamos a avanzar.
Imagen. Mariana Aguirre
Salimos hacia el Blvd. López Mateos, una de las principales vialidades de la ciudad que la cruza de oriente a poniente. Volteé con mis amigas y tenían la misma cara de asombro que yo porque ¡íbamos a tomar el López Mateos!
Una vez en la vialidad fue que me di cuenta de la magnitud del contingente que se había formado, volteé hacia atrás y no podía ver el final de la marcha, me asomé hacia adelante y no podía ver el inicio. Mi emoción cada vez aumentaba más, ¿cuántas mujeres éramos?
En la noche, conforme salieron las notas periodísticas, me enteré de que no fuimos 900, fuimos casi 5,000.
Las compas encapuchadas comenzaron a hacer pintas en las estaciones de la «oruga», la versión leonesa del metrobús. Sobra decir que jamás se había hecho esto. Rayaron los nombres de Francia Ruth y Dulce Ivana. Le dejaron claro al Estado que es un feminicida.
Y yo las veía con orgullo y admiración, pensando que ojalá yo fuera la mitad de valiente para hacer pintas feministas en el mocho León.
A pocas calles de llegar a la zona peatonal, donde está presidencia, nos encontramos una cadena humana de personas proparto resguardando la Catedral y rezando rosarios. Hombres, mujeres, adolescentes e infancias.
Las consignas de aborto que hasta el momento no había escuchado resonaron. «La iglesia que proteges viola a las mujeres» y «Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo».
Una compañera hizo lo inimaginable, encapuchada, se bajó el top a la cintura y, con los senos descubiertos, vio a todos los católicos desafiante a los ojos. Nadie se atrevió a devolverle la mirada, siguieron rezando en trance.
Las concentraciones en la explanada que habíamos vivido en marchas anteriores se quedaron cortas: donde antes podíamos formar un círculo de unas 150 mujeres, ahora casi no cabíamos.
En ese momento tomó la palabra el papá de Francia Ruth, asesinada, descuartizada y disuelta en ácido hace casi cuatro años por su novio, quien sigue sin recibir sentencia. El señor lleva todo este tiempo marchando con nosotras y nunca hay ojo seco después de escuchar el martirio que ha vivido por exigir justicia para su hija.
Después habló una familiar de Dulce Ivana, asesinada en diciembre pasado por un «amigo» y encontrada calcinada en una terracería. Hubo una movilización por ella el 24 de diciembre, a la cual sólo asistieron unas 50 mujeres.
Finalmente hablaron las amigas de Nadia, estudiante de la Ibero León que días antes había hecho un post en solidaridad con las víctimas de feminicidio y había expresado su interés de ir a la marcha.
A Nadia nos la arrebataron horas antes, el estado feminicida de Guanajuato, con sus índices de violencia contra las mujeres que han escalado a los primeros lugares del país pero aún así se rehusa a declarar la alerta de género, nos arrebató a otra hermana en la madrugada del 8M.
Imagen. Mariana Aguirre
Cuando parecía que la concentración estaba a punto de disolverse alguien gritó «¡Todas al arco!», y ahí fuimos de regreso unas 200, ahora sí por la Madero, nuestra ruta habitual.
Creo que en ese momento nos cayó el veinte a todas de lo que habíamos logrado, de que habíamos logrado movilizarnos con miles de mujeres más que asistieron a su primera marcha feminista y acuerparon el movimiento en el cual teníamos años esperándolas.
Todas comenzamos a gritar en unísono «sí se pudo». Sí se pudo convocar, sí se pudo tomar la vialidad más importante de la ciudad, sí se pudo rayar paredes y monumentos, sí se pudo enfrentar grupos proparto.
Sobre todo, el movimiento feminista que tiene años resistiendo sí pudo tomar las calles de León, Gto., una ciudad conservadora, clasista, machista y panista, para hacerle saber que nunca más tendrá nuestro silencio y que las leonesas ya no nos vamos a soltar. Mariana Aguirre
Imagen. Mariana Aguirre
Coatzacoalcos, Veracruz: «estamos dando pasos»
Se convocó como a 4 marchas. Había dos que eran proselitistas, una que fue de gente «provida» y que no permitían llevar tu pañuelo verde y hubo otra que según fue convocada por feministas pero no era separatista. La cuarta fue una concentración feminista que fue completamente separatista.
Esta es la segunda vez que en este pueblito, salen mujeres con pañuelos verdes. Hicimos un tendedero con las víctimas de feminicidios aquí en la ciudad desde noviembre hasta el mes de febrero.
También se realizó la lectura de algunos textos escritos por mujeres, se nombraron algunos agresores de víctimas de abuso infantil y se gritaron consignas.
La gente que nos veía se acercó a leer las historias del tendedero, también fueron respetuosos con nosotras. Éramos un acto pacífico.
El problema fue cuando una de las marchas montó su mega escenario cerca de nosotras y comenzó a soltar comentarios como: «a ver dónde están las mujeres de 15 a 18 años» o «a ver una maestra de zumba por aquí que se ponga a bailar» porque el evento era conducido por un hombre.
Al final si hubo al menos un post en redes sociales donde la gente se quejaba de que hubiéramos decidido esconder nuestro rostro. Dijeron que así sí protestarámos sin destruir, pero es que no son conscientes de que aquí no se puede.
Es un lugar pequeño y ultra conservador. Al menos estamos dando pasos. Fernanda.
Oaxaca, Oaxaca: «entre todas nos ayudamos, sin importar si nos conocíamos o no»
Una amiga organizó un chat grupal y nos invitó a su casa a hacer carteles, hicimos varios con consignas y nombres de víctimas primordialmente de Oaxaca y algunas de Guerrero.
Resultó muy lindo porque hubo convocatoria, nos pusimos de acuerdo para el día de la marcha, fuimos como 10 mujeres juntas. La vibra fue súper bonita en nuestro pequeño contingente.
La marcha salió del panteón general, donde afuera unas compañeras hicieron una ofrenda por las mujeres que ya no están. Todas gritamos, nos unimos, cuando comenzó la marcha empezamos a pegar carteles entre todas ayudándonos, sin importar si nos conocíamos o no. Somos malas para las cuentas pero calculamos éramos cerca de 800.
Nosotras fuimos a la marcha independiente, fue la primera marcha del 8M para varias y las que tienen más experiencia en manifestaciones nos iban cuidando y orientando.
Hubo algunas bombas molotov a lo lejos pero nada que se saliera de control, todo muy pacífico, también hubo marchas por parte del CNTE y de comités indígenas.
Guadalajara, Jalisco: «Vernos las caras, tomar lista, reconocer a las que nos faltan»
Fui a la marcha en Guadalajara porque me da mucha esperanza tomar las calles con tantas mujeres y personas no binarias.
Esta vez fuimos más de 35mil, nunca antes siquiera nos habíamos acercado a ese número. Es sobrecogedor ver ese crecimiento. Vernos las caras, tomar lista, reconocer a las que nos faltan.
La marcha fue toda casi sin contratiempos, el único intento de disrupción fue atendido de inmediato, todas estábamos listas para escucharnos y reaccionar rápido.
Me siento aún cansada, sobre todo emocionalmente, pero contenta por haber estado y decidida a volver a estar cada que sea necesario. Andrea Ivich.
Saltillo, Coahuila: «la palabra aborto salió a desfilar por primera vez por las calles»
Días antes de la marcha había ya mucha euforia, sabíamos que este año serían superadas las manifestaciones del 8M que casi nunca llegaban a las 100 mujeres, pero jamás imaginamos que superaríamos las 3 mil.
El contingente que se extendió por varias cuadras del centro de la ciudad lo encabezaron las madres de Fundec (Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila), las primeras coahuilenses que nos sacaron a la calle a gritar “Vivxs se lxs llevaron, vivxs lxs queremos”.
Junto con ellas iban las familias de las víctimas de violencia, después mujeres de todas las edades, mamás con su hijxs, colectivos feministas, mujeres que llegaron solas y que ahí se hermanaron con otras, mujeres gritando, bailando, exigiendo, levantando el puño, abrazándose.
Todas unidas al grito de: “Se va a caer, el patriarcado se va a caer”, quedándose sin voz, desbordadas ante la mirada silenciosa de los transeúntes que andaban por el centro.
Quienes tenemos varios años participando en las actividades de las distintas colectivas feministas veíamos lejos que una manifestación así sucediera en nuestra ciudad y no podíamos dejar de llorar, mirarnos unas a otras y gritar: “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía” y “Ni una más, ni una asesinada más”.
Una manta con la frase: “¡Será Ley! Aborto legal ya” encabezó uno de los colectivos que promueve los derechos sexuales y reproductivos. Los pañuelos verdes se multiplicaron, las frases de “Ni puta por coger, ni madre por deber” y “Educación sexual para decidir, aborto legal para no morir” saltaban entre el contigente, la palabra aborto salió a desfilar por primera vez por las calles de Saltillo, una ciudad ultraconservadora y doble moral.
En Saltillo, “cansadas de ser noticia, decidimos hacer historia”, la euforia todavía puede sentirse en las calles, es la certeza de que algo cambió y que esto ya nadie lo para. Cyntia
Imagen. Cortesía de la autora
Orizaba, Veracruz: «nos hermanamos, nos acompañamos en el dolor y en la tristeza»
Vivo en Orizaba, Veracruz, una de las ciudades más conservadoras y mochas del estado. Aquí las marchas del 8M pasaban prácticamente desapercibidas. Algo cambió este año.
El sábado en la noche me quedé en la casa haciendo carteles. Como buena “morra de los plumones” que soy, hice 4; uno para mí y otro para regalarle a las compas que los quisieran llevar.
La marcha fue convocada por la colectiva Marea Verde Altas Montañas, que lleva ya un rato accionando y realizando eventos feministas en la región.
El año pasado organizaron el performance «Violador en tu camino», y a partir de ahí las feministas orizabañas nos hemos ido encontrando y abrazando.
Llegué a las 11:30 al Poliforum Mier y Pesado y me encontré con ya cientos de mujeres vestidas de morado y verde. Estaban ensayando «Un violador en tu camino», pues antes de partir al centro se realizó nuevamente el performance, gritando consignas y colocándose sus paliacates.
Me encontré con mis amigas y con muchas caras conocidas, las abracé a todas.
Imagen. Paola Andrade
Después del performance, salimos a la calle principal. Podía ver a lo lejos el inicio de la marcha, pero cuando veía hacia atrás no podía ver bien el final, las consignas se entremezclaban y no sabíamos a cuál hacer caso, reafirmando así que no éramos pocas.
Algunos medios locales dicen que éramos 500, otras que éramos 800. Realmente el numero es lo de menos, en esta ciudad, en la que el orden y la limpieza son premiados y exaltados pero se esconden los delitos de la misma policía y en la que el presidente municipal inaugura monumentos provida, las mujeres salimos a marchar.
El 8M nos sentimos fuertes, nos hermanamos, nos acompañamos en el dolor y en la tristeza, y nos contuvimos en amor sororo. Nunca lo voy a olvidar. Al llegar al parque del centro una morra recitó un poema que nos sacó lágrimas y nos puso la piel chinita y alguien se rifó y tiñó la fuente de rojo.
Terminamos colgando nuestros carteles en el quiosco y los dejamos allí, como testimonio de que en Orizaba las mujeres estamos unidas y ya no nos vamos a callar.
Mi mamá ayer me dijo que fue a la marcha porque también esta harta de toda la situación. Y también porque tenía miedo de que algo me pudiera pasar, a sus ojos iba sola. “No iba sola ma, iba con ellas, y con ellas estoy segura”. Iris Bt.
Querétaro, Querétaro: «el ambiente en general era de amor, contención, apoyo»
A diferencia del año pasado estuvo más concurrido, la emoción estuvo a flor de piel… Me tocó ir con las chicas que iban pintando, éramos unas pocas (8 morritas) pero en el transcurso de la marcha se nos juntaron más, varias de ellas nos comentaban que hasta que nos encontraron se sintieron cómodas porque había muchas señoras y chicas más jóvenes agrediéndolas, con el pretexto de que no íbamos a eso (golpearon a una de mis compas).
En general estuvo bastante bien, me tocó ver a muchas amigas, algunas iban con sus mamás, primas, abuelas. Ese tipo de unión fue la que nos causó varias lágrimas a algunas de nosotras
Dejando de lado que había chicas que solo fueron por la selfie, el ambiente en general era de amor, contención y apoyo. Sumados a la impotencia de la situación del estado y el país, desencadenaron en más de una un poco de valentía para cambiar las cosas y luchar por todas. Ana.
***
Para mí, esta marcha fue histórica, en verdad sentí un lugar seguro donde nadie te juzga por el como eres.Me animé a hacer mi cartel donde denunciaba que mi agresor sigue libre.
Ya había asistido a marchas pasadas y éramos muy muy pocas mujeres. Esta vez fuimos diez mil: no me la creía, quería llorar de la felicidad.
También me emocionó muchísimo el hecho de que se hayan pintado las paredes. Sé que muchos están en contra pero qué valientes las que se animaron, tienen toda mi admiración.
Esas mujeres que no solo gritaron sino que también lo dejaron escrito. Incomodan a la gente porque no quieren aceptar una realidad. Jessica.
El 8 de marzo 2020 cientos de miles de mujeres mexicanas salimos a las callesa gritar, a cantar y a exigir. Estos son algunos carteles y performances que nos llegaron al corazón y al espíritu.
Foto. Diana Caballero
Sin duda alguna, la marcha que vivimos este 8 de marzo 2020 fue histórica y nunca la vamos a olvidar.
Lo que vimos y escuchamos en las calles de los distintos estados del país fue el símbolo de las violencias y las desigualdades que nos atraviesan y que queremos que paren.
A las calles acudieron grupos de mujeres que se sitúan desde posiciones diversas, por lo que las consignas que gritaron y corearon en las calles fueron muchísimas y muy diferentes.
Los carteles, los atuendos, los performances y los pronunciamientos que estuvieron en la marcha cargan consigo mensajes y símbolos poderosos. (Además, nos encantó ver tantos carteles creados por ilustradoras mexicanas)
Es cierto que la lucha centralizada muchas veces invisibiliza las periferias. Las mujeres del Estado de México se encargaron –y se han encargado por muchos años– de demostrar que existen y que la violencia machista sigue presente.
Este cartel fue de la marcha en Nezahualcoyotl, uno de los municipios del Estado de México y hace referencia al significado que alberga su nombre: «El coyote que ayuna».
Este cartel nos recuerda a esas víctimas invisibles del feminicidio: les hijes. Una realidad que enuncia una de las consecuencias de la violencia hacia las mujeres y que de acuerdo al Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), en 2018 al menos 3 mil 600 niñes quedaron huérfanos por este motivo.
Esta frase en el cuerpo de nuestra compañera, nos rememora a la consigna feminista: “Somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar”.
Verlo plasmado en un cuerpo lleno de cicatrices por quemaduras, nos demuestra la violencia ancestral a la que hemos estado expuestas: las llamadas brujas, que fueron perseguidas, torturadas y quemadas en hogueras por revelarse ante la imposición del sistema patriarcal.
Al norte del país, en Tijuana, carteles con frases que enuncian otredades de mujeres que son discriminadas por su condición migrante nos recordaron la violencia que también las embarga.
El apoyo también se dio en otras partes del mundo. Mexicanas en el extranjero se manifestaron y llevaron consignas que reflejan la realidad de nuestro país.
Este cartel dice: «En México violan y asesina a las mujeres y el gobierno no hace nada»
Los feminismos latinoamericanos están articulándose, están creciendo, están cambiando. Este 8 de marzo, le preguntamos a mujeres de diferentes países de la región su perspectiva.
Este marzo, en Malvestida queremos mirar alrededor y hacer lazos con feministas de toda Latinoamérica. Queremos aprender de lo que está sucediendo en otros países, conocer nuestros puntos de encuentro y nuestras diferencias.
Por eso, durante el mes vas a ver contenidos hechos en colaboración con otros medios, textos acerca de diferentes países y voces nuevas. ¡Nos emociona mucho todo lo que viene!
Como parte de esto, le preguntamos a mujeres latinoamericanas qué está pasando en sus países o regiones, qué les emociona y qué cambios han visto.
Los feminismos latinoamericanos en diferentes perspectivas
Paraguay: la ira es poderosa
La ira de las mujeres paraguayas es poderosa. En una sociedad que les ha exigido siempre el silencio, la obediencia, la sumisión y la sonrisa, verlas gritar y enojarse es una experiencia cumbre de liberación.
Y no es para menos en un país ubicado en la periferia de la periferia, acostumbrado al autoritarismo (Paraguay tuvo una de las dictaduras más largas y devastadoras del continente), a la miseria, aislamiento y atraso. Las mujeres paraguayas, negras, marrones, lesbianas, bisexuales, trans, pobres, trabajadoras, campesinas, guaraní parlantes, indígenas, artistas, intelectuales, científicas, quebrantan ese mandato de docilidad. Se rebelan.
A la mansedumbre impuesta oponen el combate. Cantan. Recitan. Gritan. Gritan para no volver a callar jamás.
Agitan los pañuelos verdes, naranjas y violetas. Ellas, agrupadas en sus feminismos, son invencibles. La furia de las mujeres paraguayas es emancipadora porque está sacudiendo a una de las sociedades más desiguales, misóginas, conservadoras y discriminadoras de América Latina.
En Ecuador el único movimiento que de verdad trasciende clases sociales, razas, orígenes, historias personales es el feminismo y, además, es la única razón para que pienses que las cosas pueden cambiar.
Desde Guatemala, mujeres jóvenes, universitarias, están tejiendo una red de solidaridad y apoyo,en donde mujeres diversas se encuentran para conversar y para construir movimiento.
La iniciativa Mujeres en Movimienta crece como un espacio multidiciplinario donde académias, activistas, gestoras culturales, sanadoras y artistas construyen una comunidad para pensar estrategias de acción y enfrentar de forma conjunta las diversas formas de violencia contra las mujeres.
De las iniciativas de Venezuela, me encanta el trabajo que están haciendo las chicas de Venezolanas Globales: unir a mujeres venezolanas para apoyarse entre ellas es distintos puntos del mundo. Lo mismo hace Mujeres Migrantes, en Santiago de Chile.
La compañía de otras mujeres, que te entiendan, es vital para sobrevivir un proceso doloroso como una migración forzada. En Chile recomiendo seguir el trabajo de Abofem, la Asociación de Abogadas Feministas, y Hackgirls, que hace eventos y capacitaciones gratuitas para motivar a más mujeres a unirse al mundo de programación y tecnología.
Apenas 4 días antes del 8M, el Senado chileno aprobó la paridad de género en el eventual proceso constituyente encargado de redactar una nueva Constitución, en caso de que así lo decida el pueblo en el plebiscito que se realizará el próximo 26 de abril.
Como dice el coro de la perfomance de Las Tesis: “el Estado opresor es un macho violador”. Y en estos meses de revueltas, agentes del Estado han acosado, violado, abusado y violentado a cientos de mujeres en medio de las manifestaciones de este movimiento que pide más dignidad para el país. Cambiar la Constitución es solo el principio, pero el mensaje es claro: nunca más sin nosotras.
Esperanza como tal, en un país como El Salvador, con un dictador en ciernes y un férreo bloqueo estatal sobre la vida y salud de las mujeres, nominalmente no hay. No en el corto plazo.
Sí se vienen batallas fuertes sobre el proyecto de Educación Sexual Integral que no ha entrado a discusión en el legislativo pero ya desató una campaña fuerte de oposición conservadora que involucra a las iglesias cristiana y católica. Nuestras vidas seguirán siendo la moneda de cambio del control social conservador.
PERO los feminismos son el único movimiento social plural y articulado que puede hacerle frente a un régimen que coquetea con el autoritarismo.
Eso, sumado a que este cafetal será la sede del 15° Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe (EFLAC), lo que auguro es mucho ataque desde arriba y mucha resistencia desde abajo.
Una parte muy emotiva de salir a protestar es cantar y gritar con nuestras compañeras. Te recomendamos algunas canciones y consignas para marchar populares.
Ya estamos listas para que el 8 de marzo nuestras voces resuenen, coreemos y gritemos por todas las que no están.
El 8M es un día para unirnos colectivamente y protestar mediante consignas llenas de mensajes poderosos.
Por eso, si es tu primera marcha y no sabes qué gritamos ese día, hoy te compartimos algunas consignas para marchar que seguramente escucharás entre la multitud.
Artistas que luchan mediante sus canciones
Algo súper conmovedor de los tiempos que vivimos es que cada vez más mujeres poderosas se unen al feminismo, así que esta semana han salido varias canciones que reivindican la lucha feminista. Porque sí, la lucha también se canta y la cantamos todas.
En los Spotify Awards, Julieta interpretó su canción junto a otros artistas que se han pronunciado en contra de la violencia contra las mujeres: Marissa Mur, Tessa Ia, Sol Pereyra, Silvana Estrada, Ruzzi, Carla Sariñana, Marcela Viejo, Fer Casillas y Daniela Spalla.
Antes de que estas mujeres comenzaran a cantar, la artista Ana Tijoux, dio un discurso en donde llamó a tejer todas nuestras voces en una sola voz álgida: «Que cruce todas las cordilleras, que cruce océanos, que cruce pampas y selvas, para que nunca más se nos asesinen»
Ana Tijoux, es una rapera y compositora feminista, que en sus canciones cuestiona al sistema patriarcal y nos ofrece cantos que reivindican las luchas de las mujeres. Si no la conoces, aquí te dejemos una de sus canciones.
Canciones de protesta
Otra canción que queremos compartirte es «Cuestiones Femeninas» de Marcela Viejo, quien en colaboración con Madame Récamier, Andrea Fanz, Ale Moreno y René Mooi hizo un himno entorno a la problemática de género, a los derechos sexuales y reproductivos y a unir a otras mujeres para luchar por las libertad.
Esta canción se lanza en conjunto con la Fundación Marie Stopes, que impulsa la salud sexual y reproductiva de las mujeres y aboga por el acceso al aborto. «Cuestiones Femeninas» ya la puedes escuchar en Spotify y a partir del 12 de marzo estará disponible en YouTube.
Para seguir cantando y exigiendo justicia de nuestro ronco pecho, esta rolita de la cantautora originaria de Coahuila, Vivir Quintana, recuerda a las mujeres marchando en Reforma; a las comandantas en Chiapas y a las madres buscando a sus hijas en Tijuana.
«Que retumbe fuerte ¡nos queremos vivas! Que caiga con fuerza el feminicida».
La canción de Renee Goust «A una mujer» le da la vuelta a las canciones rancheras tradicionales para convertirse en un canto lésbico y feminista.
Sumándose a las canciones de lucha que buscan acompañarnos y consolarnos frente a la violencia machista, en 2021 Silvana Estrada lanzó «Si me matan», una canción que sirve como homenaje a todas aquellas mujeres que ya no están.
Y en 2022 Ana Karina Galicia publica «Oración», un canto de protección que nos recuerda «se va a caer, se va a caer, se va a caer».
Consignas para marchar
Algunas de las consignas para marchar se han adaptado con un ritmo tan pegajoso que nos hacen entonar canciones e incluso a bailar con ellas.
Por eso muchas compañeras acostumbran a llevar consigo a las marchas toda clase de instrumentos como tambores, panderos e incluso cacerolas. Todo lo que sea para crear melodías que acompañen los lemas.
También están las batucadas feministas, que con tambores y batucas nos marcan el ritmo de todo lo que gritamos. Es muy emocionante, la verdad. No es necesario que tu lleves alguno de estos instrumentos, con las palmas siempre nos unimos a los cantos.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía, ¡El violador eres tú! ¡El violador eres tú! Duerme tranquila, niña inocente, sin preocuparte del bandolero. Que por tu sueño, dulce y sonriente, hacemos arte callejero.
Mi muñeca me habló, me dijo lucha/ Que no se puede repetir, lo que pasa en mi país/ Mi muñeca me habló, me dijo lucha/ Que hoy depende de ti, que mejore este país/ Dijo que en marzo las mujeres, salgan todas a la calle/ Que se tomen los espacios y que nadie más las calle/Que peleen como mujeres/ Se rebelen al Estado/ Digan Chao al Patriarcado, el feminismo ha llegado.
¡Mujeres contra la guerra, mujeres contra el capital, mujeres contra el machismo y el terrorismo neoliberal!
¡No! ¡Que te dije que no! ¡Pendejo, no! Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía. Yo soy mía. ¡Porque no! ¡Que te dije que no!
¡Ahora que estamos juntas! ¡Ahora que sí nos ven! ¡Abajo el patriarcado se va a caer, se va a caer! ¡Ahora que estamos todas! ¡Ahora que sí nos ven! ¡Arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer!
Somos malas podemos ser peores, y al que no le guste se jode, se jode.
Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, ese no es Presidente, es asesino, macho burgués.
Hay que abortar, hay que abortar, hay que abortar este sistema patriarcal.
Consignas para gritar
Estas consignas, más que canciones, son un grito que nos sale del alma:
¡Alerrr…ta! ¡Alerrr…ta! Alerta, alerta, alerta que camina, la lucha feminista por América Latina. Y tiemblen y tiemblen y tiemblen los machistas, que América Latina será toda feminista.
No, no, no me da la gana, ser una mujer sumisa y abnegada. Sí, sí, sí me da la gana, ser una mujer consciente y liberada.
No, no, no somos infiltradas, somos ciudadanas y estamos indignadas.
Aplaudan, aplaudan no dejen de aplaudir que el pinche machismo se tiene que morir.
Ni una más, ni una más, ni una asesinada más. Ni una más, ni una más, ni una desaparecida más.
¡Policía, escucha! ¡Tu hija está en la lucha!
La policía no me cuida, me cuidan mis amigas.
No fue un crimen pasional, fue un macho patriarcal.
Las estudiantes feministas tienen mucho para enseñarle a activistas más establecidas. Con su organización, han demostrado que no hay razones para subestimarlas.
Me llena de mucha fuerza saber que niñas y mujeres jóvenes se organizan cada vez más para visibilizar y hacer frente a los espacios machistas y patriarcales que las rodean.
Y estos cuestionamientos no solo vienen desde los machos preocupados por la pared o del presidente que pide que no le rayen su puerta. También viene de feministas que tuitean que hay que cuidar la Máxima Casa de Estudios y nos advierten que estas no son las formas.
No es algo nuevo: también hay feministas que argumentan que el #MeToo es puritanismo sexual o que los piropos son inofensivos.
https://www.instagram.com/p/B9Vbk0oB8BP/
El diálogo pendiente del adulcentrismo en el feminismo
La realidad es que, frente a los distintos contextos que rodean a cada grupo de mujeres, es imposible pensar en que la lucha feminista deba ser homogénea.
Yo personalmente he vivido la organización de las estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro.
Nosotras buscamos que los espacios universitarios sean seguros para nosotras, libre de violencias machistas. Queremos un protocolo que en verdad sea funcional para denunciar a profesores y compañeros acosadores.
Desde 2018, hemos aprendido a prueba y error cómo y qué hacer para que una institución que históricamente nos ha violentado nos escuche.
Y en este camino nos hemos topado también con desmotivaciones o regaños de las feministas que admiramos, de lxs académicos que nos dicen con condescendencia que las formas con las que llevamos nuestra lucha no son las correctas.
En esta lógica me he puesto a pensar sobre aquel diálogo que hace falta entre nuestras compañeras feministas y activistas que llevan años en la lucha.
Son mayores que nosotras y se enuncian desde aquel adultocentrismo que rodea nuestros procesos colectivos y prácticas individuales.
Reconocemos las luchas de las mujeres que nos antecedieron, los logros y los diálogos que evocaron para que juntas hoy pudiéramos cuestionarnos otras cosas. Pero sí es necesario poner en la conversación los diálogos generacionales para que nos ayuden a comprendernos entre todas.
Las jóvenes, adolescentes y niñas sí nos podemos organizar
La periodista Lydiette Carrión documenta la infantilización de las estudiantes y remarca algo que a veces se les olvida a la sociedad: “Las estudiantes jóvenes, ellas solas, sí tienen capacidad de organización.”
Estos son algunos ejemplos de lo que está pasando en México:
Desde mi posición como estudiante, me es imposible no pensar en todas las protestas de las niñas y adolescentes que nos inspiran muchísimo y van dejando precedente en la historia de las mujeres que luchan.
Creo que es valioso e importante enunciar sus luchas, verlas como pares y no desde esa posición que infantiliza.
Comprender las otras formas de protestas
Ante las demandas de las más jóvenes y la visibilización de las problemáticas de violencia que atraviesan a cada, es urgente la comprensión de todas las que nos enunciamos feministas.
La feminista Jessica Techalotzi nos explica que eliminar este adultocentrismo dentro del movimiento feminista es esencial para romper con “la lógica patriarcal, jerárquica del hombre adulto, heterosexual, blanco y burgués como centro de un todo”.
Y reconocernos como sujetas políticas, para construirnos colectivamente y llenarnos de sororidad frente a nuevos liderazgos y las otras formas de protestas.
Sí, podemos ser las incendiarias, las encapuchadas, las que organizan tendederos y escraches, las que toman facultades y señalan a sus agresores públicamente. Así es nuestra reacción ante este tiempo de la historia.
Pero no solo somos hemos eso, en realidad somos muchas otras cosas, esto solo es la parte visible de nuestra organización.
Daniela nos remarca que las colectivas no estamos constituidas únicamente por personas que han sufrido directamente los agravios relacionados con la violencia de género en la universidad:
«Y eso es importante, porque destaca la solidaridad de grupo y la conformación de una identidad feminista que cuestiona las relaciones de poder a nivel estructural.»
Si queremos que algo cambie, tenemos que escucharnos entre todas.
De una canción de nuestra infancia a una llamada a la lucha. Las Callejeras Autoconvocadas, una colectiva chilena, nos emocionó con «Mi muñeca me habló, me dijo lucha», su versión de un clásico de 31 minutos.
A finales del año pasado, a feministas de todo el mundo se nos puso la piel chinita al escuchar «Un violador en tu camino», el performance de la colectiva chilena Las Tesis.
Ahora, otra colectiva chilena integrada por mujeres bien chidas nos ponen a cantar otra vez con una canción fuerte, que nos interpela a seguir luchando.
Las Callejeras Autoconvocadas del Bio Bio se apropiaron de la canción de la serie chilena 31 Minutos: “Mi muñeca me habló”.
Ellas intervinieron su letra original para decirnos que todas salgamos a las calles, que peleemos como mujeres y nos rebelemos al Estado.
La canción originalmente es interpretada por el personaje Flor Bovina y habla sobre los secretos que su muñeca le confiesa:
«Mi muñeca me habló/Me dijo cosas/Que no puedo repetir/Porque me habla solo a mí.»
¿Quiénes son las Callejeras Autoconvocadas?
Esta colectiva surgió a partir del encuentro de miles de mujeres que se juntaron el 9 de diciembre de 2019 en la Ciudad de Concepción, Chile, para realizar la intervención de Las Tesis.
Su objetivo es seguir comunicadas y compartir experiencias para crear comunidades y redes de apoyo «y por sobre todo para NUNCA MÁS ESTAR SOLAS».
«Todo comienza en el entusiasmo y esfuerzo de 5 amigas feministas que no pertenecemos a ningún colectivo, pero que nos unía el ser CALLEJERAS y ver la realidad brutal de los abusos y desigualdad desde la calle, recopilando imágenes y experiencias que poco a poco fueron transformando nuestra visión de la justicia social».
En la adaptación hecha por Callejeras Autoconvocadas del Bio Bio, Flor Bovina se convierte en las voces de muchas mujeres que cantan para rebelarse contra la violencia machista de su país.
La muñeca que nos cuenta cosas y nos dice lucha nos recuerda a cada una de nuestras hermanas que nos abrazan y nos acuerpan cuando vamos a denunciar a nuestros agresores o cuando armamos picnics en donde cada una expresamos lo que sentimos.
Su voz es la de esas hermanas, compañeras, amigas, que nos apapachan cuando vemos difíciles las cosas y nos repiten una y otra vez que debemos seguir luchando.
Es un recordatorio de quienes fuimos de niñas, cuando conocimos a 31 minutos y quienes somos ahora.
Sobre el contexto social
«Mi muñeca me habló, me dijo lucha», también nos da algunos guiños sobre el contexto social de Chile, en donde permea esa violencia estructrual contra las mujeres, que bien podría ser adaptado a cada uno de los sistemas políticos arraigado en los países latinoamericanos.
«Me dijo cosas muy horrendas/ que no te voy a negar/ que tenemos una Ministra que no nos sirve pa’na/ que el presidente es muy corrupto que tiene que renunciar»
Por ejemplo, se evidencia el silencio de la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Plá que no se había pronunciado al respecto de las violaciones de Derechos Humanos hacia las mujeres en las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera.
Y, por supuesto, hace referencia a una serie que marcó a muchas infancias chilenas y latinoamericanas, cuyos mensajes han sido a favor de la lucha actual en el país sudamericano.
Todas las mujeres tenemos derecho a manifestarnos. Para aquellas que tienen discapacidad, esto puede ser más complicado, pero Ferny Ruiz nos da unos buenos tips para marchar este 8 de marzo.
Es por esto que en muchas ciudades se organizaran marchas para exigir justicia por todas aquellas hermanas que han sido arrancadas de nuestras manos: miles de mujeres marcharemos para hacer escuchar nuestra voz.
La violencia de género y la discapacidad
Si tú te preguntas ¿por qué marchan? Solo te digo que la marcha es el recurso que se toma cuando ya todas las otras opciones han sido agotadas: ya hicimos vigilias, pintamos cruces rosas, tuvimos citas con gobierno, bailamos e hicimos murales. Nada ha cambiado desde hace más de dos décadas.
Ninguna de nosotras está exenta de ser víctima de la violencia de género, incluyendo a aquellas que contamos con alguna discapacidad.
Es por esto que es importante que nosotras también seamos parte de este tipo de acciones que ayudarán a cambiar el rumbo de la historia de las mujeres mexicanas. Si queremos ser escuchadas, debemos ser parte del cambio.
Imagen. Ferny Ruiz
Cómo salir a marchar el 8 de marzo si tienes una discapacidad
Así que aquí te dejo unos tips para que tu experiencia sea la mejor y estés preparada para rugir con fuerza.
Antes de la marcha
– Checa con anticipación el mapa del recorrido por donde pasará la marcha: ya sabemos cómo son las calles en nuestro país y esto te ayudará a, cual Mario Bros, considerar los obstáculos que encontrarás en tu camino.
– Saca lo Joe Goldberg dentro de ti y stalkea a las organizadoras de la marcha en tu ciudad para preguntarles los puntos de encuentro donde puedas alcanzarlas en caso de que se te haga muy difícil hacer todo el recorrido desde su inicio.
– Si usas sondas o tomas algún medicamento, carga con lo necesario para que estés cómoda durante la marcha.
– En caso de que uses silla de ruedas manual, fíjate de que las llantas estén en buenas condiciones y lleva guantes protectores para que no te lastimes el manicure con el roce de las llantas.
– Y si, como yo, eres una pequeña Robotina y usas silla de ruedas eléctrica, asegúrate de tener la batería bien cargada. De ser posible, lleva tu cargador para que la cargues en caso de que sea necesario.
– Si llevas perro guía o de apoyo emocional, intenta siempre lleve un distintivo para que la gente a su alrededor sepa que está trabajando y no lo distraiga. Además, lleva agua para ambos: tu peludito también tiene que estar hidratado
– Si tienes discapacidad auditiva y usas la lengua de señas, intenta ir acompañada de alguien sin discapacidad que pueda servir de intérprete entre tú y las personas que no hablen lengua de señas. También puedes anotar en tu cel o un cuadernito.
– Ve en grupo a la marcha o mínimo acompáñate por una persona sin discapacidad que te pueda auxiliar en caso de necesitar apoyo.
En CDMX habrá un contingente para feministas con discapacidad:
Feministas con Discapacidad #8M2020 la cita es en El Caballito de Reforma (amarillo) 13hrs.
– No olvides llevar agua y barritas energéticas para que no te suene la tripa o te me desmayes de calor a medio recorrido.
– Siempre ten un plan para retirarte de la marcha, de preferencia alguien que tenga carro para que puedas irte lo más rápido posible en caso de necesitarlo.
Estos tips te doy porque tu amiga feminista Ferny soy.
Las mujeres encapuchadas en las marchas feministas son motivo de polémica. aquí defendemos su derecho a protestar y a representarnos a todas.
Por: Mariana Ortiz
He visto a las mejores mentes de mi generación cubrirse la cara para ir a marchar y reclamar un país en el que (ya) no nos maten.
Esas mismas caras, cuyos rasgos particulares no se alcanzan a distinguir detrás de un pedazo de tela negro —siempre negro—, han cerrado diversas facultades de la UNAM, que algunos llaman «la máxima casa de estudios», luego de la incapacidad demostrada por las autoridades para responder a denuncias por violencias perpetradas contra «sus mujeres» (dicen, sin darse cuenta del error).
Esas mismas mentes que se han cubierto la cara para cerrar la Facultad de Filosofía y Letras, para rayar con consignas feministas la columna de la Victoria Alada (también conocida como Ángel de la Independencia) y para quemar la puerta de Palacio Nacional, me abrazaron cuando denuncié a mi agresor.
Esas mentes, las mejores de mi generación, son mujeres, son estudiantes, son trabajadoras, son brillantes. Lo sé porque he compartido aulas con ellas, porque me han enseñado más que una clase cualquiera. Lo sé porque las he visto defender con su cuerpo a todas las demás, estemos ahí o no.
Esas mentes han hecho notar el digno enojo y la rabia legítima que sentimos todas. Ellas no representan las ganas de quemarlo todo, pues no son las voceras de nadie. Ellas queman todo si una de nosotras desaparece y no tienen que pedir perdón.
https://www.instagram.com/p/B82XElLjjKv/
¿Por qué cubrirse la cara?
Medios de comunicación han usado convenientemente el término «encapuchadas» como sinónimo de «anarquistas», que a su vez se vuelve sinónimo «criminales», «delincuentes». Todo por no alinearse a los estándares de ciudadanía dictada desde las instituciones. Como si estas personas, las que se cubren el rostro, estuvieran traicionando al Estado.
Y aunque en parte lo hacen por eso, pienso que cubrirse la cara requiere de algo que ninguno de los sinónimos goza: encapucharse, cuando se trata de marchas feministas o paros separatistas, es dejar de ser una para convertirse en todas. Fundirse en el “nosotras” para olvidar el “yo”. Eso es acuerpar.
Al menos han existido 124 marchas feministas desde 2007 y 2017. En contraste, en 2019 se reportaron, tan solo de enero a octubre, 833 feminicidios. Las marchas feministas no son, en cantidad, ni la mitad de las mujeres que mataron.
Si en cada marcha hubiéramos destruido un monumento, un edificio, uno solo, borrarlo de la faz de la tierra como lo han hecho con nosotras, tan solo uno en nombre de alguno de esos feminicidios, hoy ya no quedaría ciudad ni país que habitar
Pienso al mismo tiempo en el video que circula en las redes sociales: desde hace cuatro años Yesenia Zamudio busca que se haga justicia por el feminicidio de su hija María de Jesús, que «cayó» de un quinto piso de un edificio en la CDMX.
En ese video, la madre, con el enojo más puro, dice: «Si me ven de negro, y que soy muy radical, y si hago un pinche despadre en esta pinche ciudad. ¿Cuál es su pinche problema? Me mataron a mi hija». La que quiera cubrirse el rostro y destruir esta ciudad, este país, feminicida, que lo haga.
También es resistir
Cubrirse la cara no es cobardía. Es poner el cuerpo por las demás, por las que faltan. Por María de Jesús y Fátima e Ingrid y Mara e Isabel y Abril y un montón de nombres que no se nos van a olvidar nunca y que si anoto aquí serían más páginas de las que tengo permitidas.
Cuando una de nosotras se cubre el rostro también se resiste a aparecer en uno de los tantos, miles, de boletines que se publican diario con las palabras «desaparecida», «solicitamos información acerca de su paradero», con la última ropa que vestimos, describiendo nuestras marcas particulares. Esas mujeres se resisten, y diario resistimos con ellas.
De vez en vez también aparecen los términos «infiltradas» y «provocadoras», como si no perteneciéramos al lugar en el que nacimos y las razones para protestar fueran únicamente desestabilizar al gobierno en turno, como si las demandas por violencia contra las mujeres no tuvieran años volando en el aire.
Pero tienen razón en algo: somos infiltradas para el sistema patriarcal que nos odia, sí, porque lo vamos a tirar. Y si somos provocadoras, lo somos para los machos que creen que pueden salirse con la suya, porque nunca tendrán la comodidad de nuestro silencio otra vez.
Ante una realidad que trata de desaparecernos diariamente, tiene sentido que las mujeres, siempre mujeres, se encapuchen al realizar actos que muestran el hartazgo de vivir a medias, de vivir con miedo, de vivir preocupadas. Y van a seguir encapuchándose hasta que la dignidad se haga costumbre en esta ciudad y en este país.
El negro —porque siempre es negro— que portan para cubrirse los rostros es símbolo de un luto permanente en el que tenemos que aprender a (sobre)vivir. Ese negro simboliza todas las pérdidas que hemos de llevar, porque quienes se encapuchan y todas mujeres, ya no quieren —queremos— aprendernos el nombre de otra mujer desaparecida o muerta.
Y por ello seguiré viendo gustosa a las mejores mentes de mi generación, todas mujeres, cubrirse la cara por todas nosotras en la universidad, en los trabajos, en el metro, en las calles de la ciudad, del Estado de México, de cada estado, de cada ciudad.
Pues esas encapuchadas, a las que erróneamente llaman delincuentes, ya hicieron más por mí que todos los presidentes y todas las jefas de gobierno y todos los diputados y todos los senadores de este país.