Cinco mujeres nos cuentan cómo han vivido las protestas en Chile y qué es lo que está detrás del descontento de las personas, más allá del aumento al precio del metro.
No dudamos que tus redes sociales están ya llenas de imágenes sobre lo que está pasando en Santiago y otras ciudades de Chile.
Desde el viernes 18 de octubre, lo que comenzó como protestas lideradas por estudiantes se ha convertido en una manifestación mucho más grande de la población en contra de la desigualdad social y también de los excesos de fuerza con los que ha respondido el gobierno.
Un resumen rápido de las protestas en Chile
De forma simplificada, todo empezó con el anuncio de que el precio del metro de Santiago pasaría de 800 a 830 pesos chilenos (de 21 a 22 pesos mexicanos, aproximadamente).
Este anuncio no le cayó nada bien a estudiantes y familias, porque según algunos estudios, Chile es de los lugares con un mayor precio del transporte público en relación a los ingresos. Según un estudio de la Universidad Diego Portales, de 56 países, Chile quedó como el noveno más caro. Además, la desigualdad es también muy grande: la salud, la educación e incluso el agua están privatizadas.
La noticia de los 30 pesos llevó a protestas y evasiones masivas en el metro, organizadas por estudiantes. Pero aunque el presidente Sebastián Piñera se echó para atrás en el aumento el sábado 19, también hizo declaraciones que continuaron enojando a las personas chilenas.
Se refirió al país como uno “en guerra contra un enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite” y llenó las calles de militares.
Los enfrentamientos entre la sociedad civil y la fuerza pública han continuado, ya no solo en Santiago sino en otras ciudades. También se han extendido los toques de queda y la suspensión de clases. Para el miércoles 23 se espera una huelga general.
Para el martes por la tarde, las autoridades confirmaron al menos 15 muertos, mientras que algunos reportes elevan la cifra a 17.
Y ya no son solo los estudiantes quienes protestan, también se han unido grupos feministas y sectores económicos importantes como el minero y el portuario.
4 testimonios sobre la situación en Chile
Dado que la situación es confusa, le pedimos a mujeres que viven en el país sudamericano que nos cuenten su experiencia estos días y su postura.
Andrea:
Desde mi perspectiva, Chile lleva años de descontento por las pensiones, salud, educación, salarios e impunidad frente a delitos ocurridos por autoridades, que han sido perdonados y escondidos por los medios de comunicación.
Siempre se dice que Chile es un país de economía estable, limpio, ordenado. Pero todo eso al costo de que todos los chilenos estén estresados, cansados y tristes por su rutina.
El sábado 19 no se podía salir a la calle en la noche y eso se ha mantenido hasta hoy (lunes 21). Pero hay millones de chilenos manifestándose de todas las maneras posibles y buscando igualdad. Ojalá llegue a buen puerto pero va a costar porque los políticos no quieren escuchar.
Catalina:
Las manifestaciones pacíficas continuaron el sábado, domingo, lunes, con la consigna «sin violencia» y brazos en el aire, ya se han integrado todas las regiones del país y el Presidente (supermillonario) Sebastián Piñera decidió poner toque de queda por la noche, sacar a los militares a las calles y decir que estamos en guerra, tal como lo hizo el dictador Pinochet en el año 73.
Esto ha traído un ambiente de represión, de miedo. Cuando salen los militares a la calle comienza la vulneración de derechos humanos y gracias a las redes sociales hemos visto la verdad de lo que está ocurriendo:
Golpizas, torturas, muertes a manos de militares con armas defendiendo la propiedad privada, realizando montajes de incendio, saqueos, justificando su accionar violento contra el pueblo que solo está armado con cacerolas y cucharas de palo.
Como feminista, me duele el sufrimiento de mi pueblo, pues hay derechos humanos que se están violando en estos días y a todas horas. Sin embargo, tengo esperanza que esta fuerza que nos ha unido será la que derrote a los poderosos, ricos, ambiciosos y que por fin se devuelva al pueblo lo que es nuestro.
Estos días ha habido denuncias de abuso, acoso, violación a mujeres, embarazadas, menores de edad, golpizas a hombres, disparos a vecinos de la tercera edad en sus propias casas, por parte de la policía y militares quienes se encuentran impunes en el marco de Estado de Emergencia impuesto por Sebastián Piñera.
Un presidente que nos pide paz cuando tiene las calles sitiadas de fuerzas especiales armadas represoras dispuestos a matar.
Camila
La acumulación de injusticias y la acumulación de riquezas en este país hizo explotar años de ira contenida en cada unx de nosotrxs. Una explosión que es revolución, revolución que hace días iniciaron los estudiantes evadiendo el pago en el transporte subterráneo.
Hoy después de 5 días, han muerto 17 chilenxs y hay miles de detenidxs, porque el Gobierno de Sebastián Piñera ha respondido de forma nefasta, instalando a las fuerzas armadas en las calles que junto a carabineros han actuado de maneras horriblemente violentas en un delirio de una guerra ficticia.
Gabriela:
Durante estos días, he estado en silencio, absorbiendo información: de la tele, de redes sociales, de testimonios de amigos. Si tuviera que definir qué es lo que siento en estos momentos, es incertidumbre.
Pienso que el miedo es la maldad del bueno, porque con miedo la gente puede llegar a actuar de forma anormal, egoísta, pasiva.
Desde el viernes, he visto todo lo horrible y bello del caos: lo horrible son las muertes, las violaciones, los atropellos, los heridos por parte de militares, los destrozos hechos por delincuentes que se aprovechan de la situación para robar y destruir, los medios de comunicación que informan a medias, el oportunismo de los políticos.
Lo bello son las fiestas de las manifestaciones pacíficas, las multitudes que espontáneamente marchan en todo el país, la solidaridad entre vecinos. Hay un post que dice que no estamos en guerra, que estamos unidos. “Chile despertó” es la consigna.
Sin embargo, tengo miedo. Miedo de que esto se pueda convertir en una carnicería, de que un falso líder aparezca y se aproveche de los deseos de las personas. Y el miedo es la maldad del bueno.
Alexa (mexicana que lleva casi 6 años en Chile)
Esto que está pasando es súper fuerte, sobre todo para mi que vengo de un contexto de provincia tranquila y que un toque de queda es algo que nunca había pensado en vivir.
Las pensiones son una burla, personas de la tercera edad que están en la calle o que tienen que trabajar, recibiendo pensiones de $90.000 (2,377 MXN) de lo cual se gastan $35.000 (924 MXN) en transporte y ni hablar de los medicamentos
Es verdaderamente una lástima lo que está pasando, apoyo al 10000 por ciento lo que pide la gente. Hay muchas marchas pacíficas que se han desvirtuado porque siempre están los verdaderos delincuentes que solo están saqueando y robando a inocentes
Los militares salieron y removieron sentimientos de rabia y temor en un pueblo que salió de una dictadura militar hace 30 años, se ven personas de la tercera edad llorando de rabia y de que no pueden creer que esto está pasando otra vez.
Afortunadamente yo vivo en una zona privilegiada y sé que no me va a pasar nada, pero me da tristeza y angustia que los chilenos estén pasando por todo esto. Porque a pesar de los avances y beneficios que esto pueda traer, hay daños colaterales lamentables, como jubilados que perdieron todo por los saqueos e incluso muertos en protestas por «balas perdidas» .
Entiendo también que las fuerzas armadas tienen un trabajo que hacer y deben cuidar a los ciudadanos de los verdaderos vándalos, pero el abuso de poder siempre sale a relucir y Twitter está llena de estas pruebas.
Como leí por ahí, no me puedo imaginar la confusión que se pudo haber vivido en dictadura hace 30 años sin redes sociales.
Les aplaudo a los chilenos la valentía de siempre luchar y luchar hasta el cansancio por lo que creen… algo que en México es muy difícil de hacer sin que te desaparezcan o te maten.