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3 tendencias de maquillaje para novia recién salidas de Bridal Fashion Week

De las fotos de boda de mi mamá recuerdo vívidamente una cosa: su sombra de ojos en color azul eléctrico. Hay que entender que eran los 80, así que llevar los párpados cargados de pigmento era la norma (Mami, no te juzgo).

Lo divertido de las tendencias de belleza (al igual que las de moda) es que van cambiando con el tiempo. Algunas regresan (hola, glossy lips) y otras se quedan en el baúl de los recuerdos –esperamos– para siempre (hasta nunca, cabello creppé), pero para conocer cuáles son las que veremos por todos lados próximamente le echamos un vistazo a los apuntes de las propuestas creadas por el equipo de Bobbi Brown durante la Bridal Fashion Week. ¡Toma nota!

Tendencia. Piel de rocío

Visto en: Marchesa Notte

Es un efecto que se le da a la piel para que luzca híper hidratada, como si acabaras de caminar por el rocío de un jardín en plena madrugada (awwwww). El secreto detrás de este look no está tanto en el maquillaje, sino en la preparación de la piel.

Prepara tu rostro con una loción a base de agua para maximizar la humedad de la piel, sigue con una crema hidratante reparadora y para los ojos un serum corrector. En cuanto a maquillaje, los expertos recomiendan utilizar base para cubrir las imperfecciones del rostro, una sombra nude en párpados y complementar con un delineado en golden pink y después una delgadísima línea de delineador negro a lo largo de las pestañas para definir la mirada. Para los labios, este look au naturel lleva un toque de color al centro, para crear un efecto de “mordida”.

Tendencias bridal
Foto. Bobbi Brown
Marchesa Bridal
Marchesa Bridal | Foto. @isaimages
Marchesa Notte
Marchesa Notte | Foto. @yvonnetnt

Tendencia. Pestañas de rockstar

Visto en: Jenny Packham y Carolina Herrera

Al igual que en la propuesta anterior, la clave es una piel bien hidratada y saludable. La diferencia está en que este look pone el énfasis sobre la mirada. Para recrearlo aplica como base una sombra de ojos en crema en color vainilla e intensifica el efecto de la mirada con una sombra en blanco sobre todo el párpado y creando una línea densa alrededor del ojo. Si lo deseas (sabemos que sí) puedes agregar pestañas falsas, pero también funciona utilizando mascara. Eso sí, varias capas.

Tendencias bridal
Foto. Bobbi Brown
Jenny Packham Bridal
Jenny Packham | Foto. Jenny Packham
Carolina Herrera makeup
Carolina Herrera | Foto. Carolina Herrera

Tendencia. Labios acentuados

Visto en: Ines Di Santo, Mason Hosker y Sachin & Babi

Con la euforia que hay actualmente por los labiales líquidos era sólo natural que estos hicieran su aparición en las pasarelas. Para lograr este look hidrata la piel y aplica una base para crear una complexión pareja. En las mejillas agrega un blush en color rosa o bronce y difumina bien, para que no termines pareciendo muñequita de aparador, y enmarca el rostro con unas cejas bien definidas pero sutiles, nada de efecto Sharpie. Por último, concentra el color en los labios utilizando un lipstick en color rojo si quieres un look bridal mucho más moderno.

Tendencias bridal
Foto. Bobbi Brown

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No es qué comes, sino cómo te lo comes: te contamos qué es el mindful eating

Hay muchas cosas que podemos estar tratando de cuidar acerca de la alimentación: comer saludable, local, de temporada, más vegetales que carne o sin carne. Con todos los malabares que esto involucra, hay una cosa, pequeña pero importante, que solemos dejar de lado y eso es la atención plena a la relación personal que tenemos con la comida.

Es justo en este aspecto en el que se centra la práctica del mindful eating, también conocida como alimentación intuitiva. Las raíces del movimiento se encuentran en el Mindulness, una práctica de meditación introducida por Jon Kabat-Zinn a la medicina occidental.

Si la filosofía mindfulness implica “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”,  lo que el mindful eating propone es aplicar esta misma intención al momento de relacionarnos (seleccionar, cocinar, ingerir) con los alimentos. Es una práctica hasta cierto punto controversial, porque rompe con la manera en la que nos han dicho que se debe comer: guiados por factores externos, tablas de calorías y con miras a un determinado número en la báscula.

Una aclaración importantísima es que el objetivo de esta filosofía es promover la alimentación consciente como un fin en sí misma. No es un método para perder peso “Uy, ¿entonces así qué chiste?” Bueno, muchísimo chiste. Volver a disfrutar de lo placentera que puede ser una comida, poner atención a los olores y texturas y bajarle unas rayas a la culpa que lleva a la compulsión, parece bastante.

A continuación, encontrarás algunas ideas acerca de lo que puedes hacer para conectar de nuevo con la experiencia de la comida. No es una lista estricta de preceptos porque, de serlo, estaríamos cayendo de nueva cuenta en guiarnos por factores externos y ajenos al cuerpo.

mindful eating
Foto. Brooke Lark

La experiencia inicia antes de sentarse a la mesa

Se trata de elegir el lugar en donde vas a comprar tus alientos, asegurarte de tener lo que necesitarás para cocinar y dedicar tiempo a preparar lo que vas a comer. Esto es un privilegio y muchas veces no se puede hacer. Dependiendo de tu ritmo de vida puede que tengas tiempo o no para prepararte el almuerzo, pero igual es cuestión de aplicarlo a la mayor cantidad de comidas que se pueda. A lo mejor sólo puedes hacerlo con el desayuno o la cena y estará bien.

Aprovecha las ocasiones en las que sí puedas involucrarte en la preparación. La textura, los olores y los colores de los alimentos empiezan a concentrar tu atención en la experiencia de comer desde antes de la ingesta. Servirte un plato lindo y variado vale muchísimo la pena, aunque de por medio no haya invitados ni fotos de Instagram.

Pero siéntate a comer

En la medida de lo posible es importante evitar las comidas de trámite, esas que se hacen en el coche o mientras contestas los mensajes del whatsapp.

Lo que pasa con esto es que, por obvias razones, tu atención no está en tu alimento sino en otras cosas. Por lo mismo, no hay una consciencia puesta como para disfrutar plenamente la comida que ingieres. La invitación es a sentarse a comer y, sin distracciones, disfrutar de todo lo que esa comida tiene para brindarnos.

postre
Foto. Toa Heftiba

Basta ya de juzgar moralmente a los alimentos

Dejémoslo claro de una vez, la pizza no es mala y la lechuga no es una santa. Cada alimento tiene algo para proporcionarle a tu cuerpo y la pregunta que hay que hacer es qué necesitas en ese momento, responder con toda honestidad y confiar en ti. Esto implica comer sin culpa.

¿Cómo sabes cuándo estás comiendo con culpa? Te escondes para comer, te deshaces de la evidencia, comes muy rápido.

Si has decidido que vas a comerte un brownie de Nutella prepara todo para que la experiencia sea disfrutable: sírvelo en un plato, prepárate un café y pon música que te resulte agradable. Haz lo que tengas que hacer para crearte un escenario de placer y no uno de culpa.

Algunas veces comemos solo para nutrirnos y otras veces lo hacemos guiados por el goce que determinados sabores le van a dar a nuestras papilas gustativas. Está bien, sólo es cuestión de observar con qué frecuencia se presenta cada motivo e investigar, en ti mismx, en tu cuerpo, si eso abona a tu bienestar.

Pregúntate cuánta hambre tienes

“Ay, pero si es obvio que tengo hambre, si no, no estaría comiendo” puedes decir. Bueno, no siempre. A veces también comemos porque estamos aburridxs o tristes.

Preguntarte cuánta hambre tienes te ayudará a saber qué porción servirte en cada momento y esto será bueno, sobre todo, si tienes arraigado el complejo de culpa de que hay que comer todo lo del plato porque (inserte aquí su chantaje irracional favorito).

mindful eating
Foto. Toa Heftiba

Conoce tu alimento

Una vez que lo tienes frente a ti, procura centrar tu atención en él fijándote en el olor, color, textura. Si te es posible, dedica tiempo suficiente para sentir el sabor, de tal manera que lo disfrutes por completo. Conforme vamos comiendo aumenta la saciedad y, por eso, no es lo mismo el primer bocado que el último.

Comer con atención en las sensaciones ayudará a que identifiques cómo va cambiando tu saciedad y, en la medida de lo posible, evitar esas veces en las que acabas con el estómago a reventar sin haberte dado cuenta.

Sobredosis cromática: 8 mujeres en Instagram que no le tienen miedo al color

Instagram es una plataforma con más de 500 millones de usuarios. En esta red social, por lo general sigues a la amiga, al primo, a tu artista favorito, al perrito que está de moda, uno que otro crush y a veces hasta a tu mamá (porque sí, vivimos en un mundo tan Instagrameable que hasta ella ya tiene cuenta). Y aunque es fabuloso estar al tanto de las novedades de nuestrxs amigxs y familiares, a veces seguir a las mismas personas de siempre llega a hacer que nuestro feed se convierta en algo monótono y aburrido, pero ¡no te preocupes! Porque en Malvestida nos hemos dado a la tarea de encontrar inspiración nueva para tus ojos… y tu alma.

Te ahorramos la chamba y te presentamos algunas cuentas muy originales, híper coloridas y con looks maravillosos para alegrar un poco tu día y tener una buena carga de inspiración. En una de esas hasta se te ocurre una nueva idea para tu próximo #OOTD (outfit of the day).

@d.c.ceja

Denise vende ropa vintage increíble en Los Ángeles a través del instagram @pinkinvintage. Su cuenta está llena de outfits poco convencionales, piezas únicas y colores psicodélicos combinados con fondos increíbles. Definitivamente es toda una gurú de la moda vintage.

@foreveryoursbetty

Nuestro orange crush es Betty, una fashion blogger escocesa con un tinte de cabello naranja que no a cualquiera le queda tan bien. Al parecer este color es su obsesión, ya que aparece  una y otra vez en la mayoría sus fotos. Pura vitamina C ????

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@mirandamakaroff

Esta artista y diseñadora española tiene una increíble y colorida extravagancia en su estilo, personalidad y sentido de la estética, lo que hace de su cuenta un caleidoscopio de buena vibra y diversión. ADVERTENCIA: vas a querer robarle todo su closet.

@marisolmuro

En su biografía de Instagram, Marisol se describe como una chica de Los Ángeles viviendo en un mundo tecnicolor, mundo al que te transporta de inmediato cuando ves su perfil. En sus fotos puedes encontrar estampados psicodélicos, colores contrastantes, figuras de caricaturas infantiles y, en general, mucha onda groovy. Es inevitable no darle like a todas sus fotos.

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 @findingpaola

Esta hermosa haitiana con un estilo único es la fundadora de una marca de head wraps llamada Fanmdjanm que, como dice en la biografía del perfil, está hecha para mujeres fuertes. Vas a querer empezar a usar turbantes y que Paola se convierta en tu mejor amiga.

@afashionnerd

Si Wes Anderson y Gucci tuvieran una hija sería Amy Rolland. Si eres de esas que no se atreve a combinar su ropa con muchos tonos diferentes, ver el coloridísimo feed de esta diseñadora de ropa y lentes hará que te animes a ponerte esa blusa verde limón que compraste por impulso y sigues sin estrenar.

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@hotpinkpineapples

Desde el pelo hasta la punta de los pies, esta fanática de Disney lo tiene todo bajo control cuando se trata de combinar colores estridentes, lo que convierte su guardarropa (y su cuenta de Instagram) en un auténtico arcoiris.

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@annaroslily

Esta bloguera de Luxemburgo tiene el estilo con el que imaginamos que Blair Waldorf, de Gossip Girl, se vestiría en un viaje de ácidos. La estética preppy y multicolorida de Anna te obliga a darle scroll a su cuenta una y otra vez.

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Godínez en deconstrucción (o cómo llevar una camisa de botones de 7 formas distintas)

Hay prendas que nunca pasan de moda. Los jeans, por ejemplo, o un little black dress y, por supuesto, la camisa de botones. Si sueles seguir a blogueras de moda, seguramente habrás notado que esta prenda se repite una y otra vez en sus fotos, ya sea con jeans, falda, vestido o hasta traje de baño.

La clásica camisa a rayas, o en blanco o azul, se ha reinventado en un sinfín de estilismos a lo largo de los años y promete quedarse entre nosotros un buen rato más, así que no es tarde para sumarte a este estilo que en Malvestida hemos apodado el look “Godínez en deconstrucción”. Ya sabes, cuando dan las 6 de la tarde y es hora de desabotonarse el cuello; cuando llegas a casa y te quitas los tacones; cuando dejas el saco en el coche y te bajas al after office con la blusa arremangada; cuando terminas una sesión de sexo salvaje con tu ligue oficinil y le robas su camisa para ir por agua a la cocina… Básicamente quitarte el disfraz de Godínez y quedarte con la camisa, pero en mood relajado.

Para lograrlo hay varias opciones…

1. Llevar la blusa a los hombros
La temporada de calor es para mostrar piel y con una camisa también puedes lograrlo. Simplemente desabrocha los primeros botones y bájala hasta los hombros, ya sea que decidas mostrar uno o ambos. Puedes ajustarla con un pasador para que se mantenga en su lugar. Quizá el look no sea taaaaan práctico, pero funciona perfecto para las fotos. Do it for the gram!

2. Usar la camisa debajo de otras prendas
Ya sea un croptop, un corset o un vestido, la camisa de rayas se puede convertir en la base sobre la cual crear looks más experimentales. Eso sí, consíguete una que sea bastante delgada o el calor no te va a dar tregua.


3. Usar la camisa como falda
Consigue una camisa más grande de la talla que normalmente usarías y llévala como si fuera una falda. Puedes amarrar las mangas a la cintura, inventarte un nudo exótico o dejarlas colgar si quieres un look más vanguardista.

4. Dejar que la blusa asome por debajo 
También conocido como el efecto peek-a-boo. Si tienes una camisa larga deja que se asome por debajo de tus shorts o falda. También puedes optar dejar algunos botones sueltos y únicamente fajarte un lado de la camisa.

Una publicación compartida de Gina Ortega (@high_onfashion) el

5. Amarrar la blusa a la cintura
Una forma híper sencilla de darle un estilo diferente a la camisa de siempre. Simplemente desabrocha los botones de la parte de abajo y amarra las puntas de la camisa entre ellas para lograr un efecto más casual.


6. Usar la camisa al revés
Porque las reglas se hicieron para romperse, ponte la camisa al revés, de manera que la parte de los botones quede en tu espalda. Para que no parezca que está usando una camisa de fuerza opta por desabrochar algunos de los botones o amarrar la blusa por detrás, de manera que termines con un divertido escote en la espalda.

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7. Optar por un diseño deconstruído
Actualmente hay muchísimas opciones de camisas a rayas en las tiendas que, lejos de ser las típicas, incluyen detalles bastante interesantes como botones a los lados, aperturas en la espalda u hombros o incluso olanes.

Una publicación compartida de Pamela Allier (@pamallier) el

4 consejos para dejar de procrastinar AHORA

Siempre me ha parecido interesante notar cómo somos expertxs en dejar para después nuestros asuntos pendientes, no sólo en las actividades diarias del trabajo o la casa, sino también cosas que de verdad queremos hacer. Es más, es muy probable que estés leyendo esto cuando deberías estar haciendo otra cosa (tranquilx, no te juzgamos), pero algo que se nos olvida es que la procrastinación es un hábito y que, como cualquier otro, se va reforzando mientras más lo practicamos.

Algunos de nosotros tenemos maestría en la postergación de ciertas actividades recurrentes que requieren nuestra atención; hemos hecho callo en ignorarlas a tal grado que mientras más las postergamos, menos culpa sentimos.

Lo contrario a procrastinar es realizar, atender, producir. La productividad es algo que cuesta trabajo desarrollar, pero que también puede convertirse en un hábito si lo trabajamos a conciencia.

Ser productivos significará cosas distintas dependiendo de los objetivos que tenga cada persona. Sin embargo, entender y aplicar estas 4 cosas puede ayudarte a salir de las telarañas de la procrastinación cada día un poquito más.

Consejos para dejar de procrastinar

1. Dividir tus días según tus actividades

El autor Cal Newport en su libro Deep Work argumenta que la atención es un recurso finito que se agota conforme avanza el día, por lo que recomienda, entre otras cosas, crear bloques de actividades.

Por ejemplo, rotular los días de la semana de tal forma que el lunes sea el día de pagos, el martes el día de juntas, miércoles el día de lectura, y así sucesivamente. La idea es no caer en la trampa de querer atacar 5 o 6 cosas el mismo día, o mucho menos al mismo tiempo. “El que mucho abarca poco aprieta” como ley de vida.

 

2. Ser consciente del valor que tiene tu atención

Otro experto en temas de persuasión y la atención, Tristan Harris, plantea que en el mundo hiperconectado en el que vivimos, la atención es la moneda que mueve a la economía de las redes sociales y el internet.

Detrás de cada botón que presionamos, de cada link que compartimos y de cada funcionalidad en nuestros dispositivos hay cientos de ingenieros y diseñadores trabajando por acaparar, no un poco, sino toda nuestra atención.

Por ejemplo, el sistema de notificaciones y las funciones de auto-play en los videos de Facebook, Youtube y Netflix son estrategias, sumamente exitosas por cierto, para mantenernos dentro de las redes sociales durante horas y horas. En otras palabras, están hechas para hacernos procrastinar y lo logran magistralmente. Casi siempre somos nosotros los últimos en darnos cuenta del valor de nuestra propia atención.

3. Crear un ritual matutino

Expertos en productividad argumentan que realizar ciertas cosas con valor productivo al poco tiempo de despertar nos da un sentido de logro que sirve de inspiración para el resto del día.

Para algunos el ritual puede incluir cosas muy sencillas como hacer la cama y preparar la cafetera, por ejemplo, pero para otros puede ser ir al gimnasio o sentarse a escribir, escuchar un podcast, o leer durante una hora, o algo que no incluya entrar a todas tus redes sociales como primer reflejo al despertar.

4. Programar tus actividades… y tus distracciones

Si algo no está escrito en la agenda es muy poco probable que suceda. Sin embargo, una recomendación aún más interesante es la de programar también nuestras distracciones.

Estamos muy acostumbrados a que las cosas que tenemos que hacer son las que van en la agenda y todo lo demás es tiempo libre para entrar a Facebook. Cal Newport, mencionado anteriormente, recomienda agendar el tiempo que le vamos a dedicar a  las redes sociales, con el propósito de erradicar el instinto de voltear a ver nuestras pantallas negras en cada “momento libre”.

Un estudio presentado en Social Media Week reveló que en promedio revisamos nuestros teléfonos 157 veces al día, es decir, 157 oportunidades para distraernos de lo que estábamos haciendo. Agendar el tiempo en redes sociales reducirá esa cifra considerablemente.

Suele ser popular la idea de que ser productivos es cuestión de aplicar algunos «hacks» para hacer varias cosas a la vez, ahorrar un poco de tiempo por aquí, para terminar más rápido algo por allá. Lo cierto es que se trata, más bien, de saber qué está capturando nuestra atención y por qué.

Ser productivos en la actualidad significa crear el espacio suficiente para recuperar la mente y enfocarla en lo que verdaderamente importa, y estos consejos para dejar de procrastinar son un primer paso.

Depilarse las axilas o no depilarse. Esa es la cuestión que –todavía– seguimos discutiendo

Recuerdo que tenía alrededor de 13 años cuando noté por primera vez mis vellos en la axila. Eran de un tono café claro, delgados, casi imperceptibles. Sin embargo, en el momento en el que los descubrí se convirtieron en una angustia para mí. ¿Hace cuánto que estaban ahí? ¡¿Alguien ya los había notado?! ¡¡¡¿Tendría que depilarme con esa dolorosa cera caliente?!!!

Al final –y contra el consejo de mi madre que me dijo “Espérate, no te los quites todavía, ni se te ven”– opté por deshacerme de mis tres inofensivos vellos con un rastrillo y resolver cuanto antes el “problema”. Así fue como inicié, al igual que muchas otras mujeres, un ritual de eliminar aquello que sobraba, que la naturaleza había puesto ahí por error.

Obviamente jamás me cuestioné por qué los hombres no debían hacerlo. Asumía que era un tema de masculinidad y femineidad, dos conceptos que regían la sociedad en la que crecí y que, hasta donde sabía, eran de lo más normal. Las niñas íbamos en falda a la escuela y los chicos en short. Las mujeres jugábamos a brincar la cuerda mientras los niños futbol. LAS NIÑAS NO TENÍAN PELOS EN AXILAS, los hombres sí. Fin de la historia.

El tiempo pasó, crecí y fui conociendo las cremas para depilar, la cera caliente, las tiras de cera fría y hasta la técnica láser. Miles de pesos y tiempo invertidos en adecuarme a un estereotipo de femineidad con el que no necesariamente estaba de acuerdo, porque me daba cuenta de que si no era por la presión social, yo realmente no sentía la urgencia de rasurarme.

En la intimidad de estar conmigo misma podía pasar días y semanas sin tocar el rastrillo y no me molestaban en absoluto mis vellos en la axila. No me parecían feos, ni asquerosos, ni antihigiénicos, ni poco femeninos. De hecho, hasta me gustaban, pero no podía evitar preguntarme «¿qué van a pensar los demás?». Suena tristísimo, pero romper con los prejuicios y estereotipos es jodidamente difícil, no sólo con las personas, sino con nosotras mismas.

No digo que todas las mujeres tengan que dejarse crecer los pelos de la axila, eso es elección de cada quien, pero al menos pienso que sí tenemos la obligación de cuestionarnos el porqué y sentir que existe la opción de tomar una decisión motivada genuinamente por lo que queremos, y no por un estereotipo que surgió alrededor de los años 20 haciéndonos creer que el vello era algo asqueroso de lo qué sentirnos avergonzadas.

Ahora me rasuro cada vez menos… y también me preocupo menos. No tengo problema con que mis papás, novio o amigos cercanos sepan y vean que ando por la vida al natural, pero decir que estoy totalmente liberada y puedo mostrar mis vellos en público sin preocuparme sería una hipocresía.

Próximamente tengo una boda en la que estará presente mucha gente que conozco, amigas y amigos de la infancia, y me pregunto ¿me atreveré a ir sin depilar? ¿Será ése mi debut oficial de pelos ante la sociedad? La realidad es que no lo sé, hasta el momento todo en mí me dice que lo haga, que deje de preocuparme por el qué dirán y que baile «No rompas más mi pobre corazón» levantando el brazo hacia el cielo orgullosa, velluda, empoderada, feliz.

Sanchez-Kane: una nueva propuesta mexicana de moda disruptiva desde una visión feminista

Texto. Fernanda I. Silva

Bárbara Sanchez-Kane, diseñadora mexicana originaria de Mérida, Yucatán, ha encontrado en la moda el medio ideal para protestar en contra de diversas problemáticas sociales.

Comenzó su carrera de moda a los 23 años, estudió Ingeniería Industrial en la Anáhuac y se graduó de Polimoda en Florencia, Italia. Sus diseños han desfilado en VFiles durante NYFW, Pitti Uomo en Milán, Los Ángeles Fashion Week, FASHIONCLASH en Países Bajos, iDKitchen durante #MBFWMx, entre otros grandes escenarios para talento emergente.

Sanchez-Kane se autodefine como una “marca de ropa mexicana curada por caos emocional” y la forma artesanal de su trabajo es el lienzo perfecto para resaltar el trasfondo político de su creatividad. A través de bordados indígenas, imágenes de la Virgen de Guadalupe o frases como “Make American Gay Again” aplicadas a sus diseños, esta diseñadora está dando de qué hablar a nivel internacional. A continuación, nos cuenta cómo inició todo y hacia dónde se dirige.

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¿Cómo surge tu amor por la moda?
Últimamente me he encontrado a muchas compañeras de preparatoria que me hacen la misma pregunta. De hecho, creo que responderían que era la persona menos artística de la generación. Lamentablemente nos enseñaron que la belleza es la perfección y teníamos que pintar dentro de líneas establecidas, es por eso que estudié Ingeniería Industrial. Un semestre antes de terminar la carrera tuve problemas de salud, todo dio un giro y decidí estudiar moda, pues la auto-expresión es una forma vital de supervivencia. Fue cuando entendí que la percepción de belleza penetra de diferentes maneras y medios, aunque contenga brutalidad, miedo, fealdad o nuestro ser más oscuro.

¿Cómo nace la marca?
Después de graduarme jamás pensé en crear mi marca, primero quería trabajar para algún diseñador ya establecido. Me mudé a Los Ángeles para hacer un internship con Bernhard Willhelm. Durante ese tiempo, LAFW (Los Angeles Fashion Week) me invitó a presentar mi colección Courage of the Brave y así nació Sanchez-Kane.

¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración?
La pintura, la poesía, la música, la danza o la vida misma. La diversidad que se puede encontrar en las calles en México, jugando con el kitsch y folclorismo de la escena misma, es mi fuente principal de inspiración, a lo que más apegada me siento a la hora de diseñar.

Mi trabajo es sumamente personal, ya que, me gusta integrar un capítulo de mi vida y narrar la historia con cada prenda. Utilizando la moda como lenguaje y arma de comunicación, creando un debate personal y político representado en una manera poética en mis colecciones.

¿Cómo es el proceso creativo de la concepción de cada colección?
Desde hace dos años empecé un ejercicio de hacer mínimo dos ensayos o experimentos de lo que siento al despertar, no importa el medio o la escala. Toda esta experimentación causa-error es mi parte favorita durante el proceso creativo; las cosas pueden ir completamente en la dirección equivocada creando algo espontáneo y sincero. Todo esto lo reinterpreto creando la silueta que definirá la colección junto con sus colores, cargado de un esteticismo fuertemente subsidiado por un mood nacional.


¿Cómo ves el panorama de la moda mexicana desde fuera y hacia donde crees que va?
Se ve un efecto post-Trump de unión que se ha reflejado intensamente en la moda. Una apertura dentro de México con iniciativas increíbles como #iDKitchen, las cuales se arriesgan y apuestan por nuevos creativos, desafiando los estereotipos de la “moda nacional”. Esto redefinirá  las nuevas generaciones de estudiantes de moda en México.

Find your group of misfits and levitate together, es la frase que define la filosofía de Sanchez-Kane. Puedes encontrar la propuestas de esta talentosa diseñadora mexicana en la boutique H Lorenzo en Los Ángeles y en www.sanchez-kane.com

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No, el amor no tiene por qué doler y este libro quiere recordártelo

«Si se pone celoso es porque en verdad te quiere», «Si te molesta es porque le gustas».

Recuerdo que justo fue en mi adolescencia cuando tuve un novio al que quería mucho, no creo que haya sido mi primer amor, pero digamos que fue mi primera pareja romántica… y caótica. Todo era muy lindo, a excepción de que él se ponía loco si mi ex llegaba a estar en el mismo lugar que nosotros (ese famoso ex era el de cuando tenía 12 años, bitch please!).

Un día tuvimos una pelea bastante tonta sobre como él «no me daba permiso» de ir a la fiesta de graduación de uno me mis mejores amigos porque iba a estar ahí el dichoso ex. Obviamente yo no me iba a privar de divertirme ni dejaría de ir a un evento importante para mí, así que me valió y fui. Ese día, por el bien de la relación, terminamos de manera un poco dramática, pero por fin me había liberado de ese pesar que era totalmente incómodo y que en algún momento me hizo cuestionarme a mí misma ¿realmente me la estoy volando? ¿Soy yo la culpable de todo esto? La respuesta obviamente era NO y tuve la fortuna de poder identificarla de inmediato, pero no todas las mujeres corren con la misma suerte.

«Por fin me había liberado de ese pesar que era totalmente incómodo y que en algún momento me hizo cuestionarme a mí misma»

El otro día me topé con una nota muy interesante sobre la activista española Pamela Palenciano, creadora del monologo “No sólo duelen los golpes”, y su pareja Iván Larreynaga. Juntos escribieron “Si es amor, no duele” (Alfaguara), un libro que es una especie de autobiografía y a la vez manual para identificar signos de violencia y machismo en el noviazgo.

Tristemente, Pamela sabe de lo que escribe, pues de los 12 a los 18 años estuvo en una relación violenta con un novio que intentó asesinarla dos veces y que, además del dolor físico, ejerció sobre ella un enorme daño psicológico.

En una entrevista con El Diario.es, la coautora del libro explicó que es importante cuestionarse de dónde surgen nuestros referentes sobre el amor. “Si el amor duele es violencia. Debemos preguntarnos por qué aprendemos a amar así, si los deseos que tenemos son nuestros o de nuestra pareja, si tenemos espacio para nosotras y nuestra vida».

En “Si es amor, no duele”, el cual  incluye ilustraciones de la artista Sonia Lazo, Pamela e Iván reflexionan acerca de las dinámica entre mujeres y hombres, pero también se apoyan en el análisis de especialistas, como la psicóloga estadounidense Leonor E. Walker, quien en el capítulo titulado “Los círculos de la tela de araña” identifica tres fases en la violencia de pareja: “Tensión, en la que el hombre se muestra enfadado y aumentan los insultos y los gritos; explosión, caracterizada por la violencia física o sexual y la última, luna de miel, en la que pide perdón y se vuelve a empezar”, recoge El Diario.es

Aunque el libro está escrito con un lenguaje casual y entretenido que busca conectar con una audiencia joven, no es exclusivo para adolescentes, pues la violencia en las relaciones no distingue edades.

Con este material, lo que Pamela Palenciano busca es evitar que otras mujeres caigan en una relación abusiva como en la que ella estuvo, pero también que quienes se encuentren actualmente en una puedan identificarlo, reaccionar y salir de ella antes de que sea demasiado tarde, pues la violencia comienza mucho antes de los golpes. «Cuando sientes que estás dejando de hacer cosas que antes hacías o que quieres hacer, cuando sientes ansiedad o miedo por cómo va a reaccionar si le dices algo, cuando las discusiones y los conflictos duelen, cuando notas que te consume, que en vez de sumar, resta. Eso son tintes violentos”.

Así es el gorpcore, la tendencia de moda que probablemente no sabías que existía

No es ninguna sorpresa que cada cierto tiempo aparezca un término ingenioso en el mundo de la moda para designar una nueva tendencia. Sucedió con el normcore, el healthgoth, el athleisure… Y ahora ha pasado otra vez con el gorpcore, una palabra acuñada por el periodista de moda Jason Chen en un artículo para el sitio The Cut titulado First Came Normcore. Now Get Ready for Gorpcore (Primero vino el normcore, ahora prepárate para el gorpcore).

El término viene de la unión de las palabras gorp («una combinación de nueces, pasas, frutos secos, semillas o similares ingeridos en forma de botana energética por senderistas y alpinistas») y hardcore (duro, intenso). Y su relación con este nuevo estilo de vestir tiene que ver con la utilización de prendas tradicionalmente ocupadas para acampar o hacer senderismo, combinadas con un look más urbano.

Como explica Chen en su artículo, “El look no es exactamente el ‘camping chic’ que diseñadores como Givenchy, Lanvin, y –sobre todo– Prada mostraron en la pasarela. No se trata de una versión hiper-elevada y de alta moda de la ropa de senderismo. Gran parte de ella es más bien desafiantemente fea».

Piensa en ponchos, rompevientos y esas chamarras que parecen un sleeping bag portable. Ahora combínalas con sandalias Birkenstock o incluso las perturbadoras Tevas de tiras y velcro que utilizabas en la infancia. Pero, ojo, no hay que dejarse seducir sólo por esas prendas aventureras, pues el toque mágico del gorpcore viene de la habilidad de combinarlas con diseños más urbanos. «Vestirse de los pies a la cabeza con ropa para actividades al aire libre sería demasiado literal –se tiene que incorporar para comunicar que quien lo usa forma parte de la broma. El atuendo no es de diseñador, pero es moda, de la misma manera en la que cualquier estética ejecutada con intencionalidad –aunque insistente y disonante– puede convertirse en ‘un look'».

Si piensas que todo esto suena sospechosamente similar al normcore, no estás del todo equivocadx, porque sí puede considerarse su predecesor –en el sentido de que da prioridad a la comodidad sobre el estilo y no se preocupa por las marcas– pero el gorpcore lo lleva a un aún nivel más irónico y aventurero.

«Mientras que el normcore idealizó el centro comercial, incorporando indiscriminadamente tótems estilísticos a través de categorías suburbanas –ropa atlética al igual que grunge, al igual que skate, al igual que prep– esta nueva estética adora los bosques, definiéndose estrictamente por los idiomas de senderismo/camping/vestimenta al aire libre«, explica Chen sobre la particular estética del gorpcore.“[El gorpcore] transmite una iluminación más allá de las preocupaciones urbanas y burguesas: puedo sobrevivir perfectamente bien fuera de la ciudad –y con estilo, gracias. Nike (o Adidas o New Balance para el caso) no es parte de esto. Converse no es parte de esto. Gap no es parte de esto. (Tal vez Uniqlo pero sólo Heattech y sólo los puffers)”.

Algunos de los famosos que ya se han dejado ver «gorpcorizados» son el rapero A$AP Rocky, el fundador de No Vacancy, Tremaine Emory, el cantante Drake y la modelo Solveig Almaas, por nombrar algunos.

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Aunque inevitablemente el gorpcore polarizará gustos y opiniones, lo curioso de las tendencias es que, generalmente, tienen una razón de ser mucho más allá de una mera expresión estética. Un origen entramado en la situación económica, social y cultural de un país, y Chen asegura que el gorpcore tiene un trasfondo político. “Es un impulso periodístico excesivo atribuir cada micro-fenómeno al malestar post-electoral, pero el auge del gorpcore ­–que exalta actividades que, en su conciencia ambiental, siempre se han considerado algo hippies o de abraza árboles– es un acto político… Gorpcore no es moda para uno de cada siete mil millones, ni tampoco es moda para el uno por ciento. Es una moda sobre vivir bien, hacer el bien y sentirse bien para aquellos a quienes quizá les importa demasiado”.

Por qué deberían importarte las elecciones en el Estado de México… aunque no vivas ahí

A menos de que vivas en una cueva sin internet o no hayas salido de tu casa en los últimos meses, sabrás que el próximo 4 de junio hay elecciones en el Estado de México y se elegirá nuevo Gobernador/a. Lxs candidatxs que van por el título son: Josefina Vázquez Mota (PAN), Alfredo del Mazo (PRI), Juan Zepeda (PRD), Óscar González Yáñez (PT), Delfina Gómez (Morena) y la candidata independiente Teresa Castell de Oro.

“Yo ni vivo en el Estado de México, ¡qué flojera!”, puedes estar pensando, pero la realidad es que al ser el estado más poblado del país (con más de 16 millones de habitantes, según el censo 2015 del INEGI), lo que pasa en el Estado de México puede llegar a ser una maqueta de la situación política actual en nuestro país, e incluso de lo que vendrá en las elecciones presidenciales de 2018. THIS SHIT IS REAL.

Para entender mejor el panorama y por qué estas elecciones son tan determinantes, platicamos con el consultor y estratega político Juan M. Arrigunaga, quien resolvió algunas de nuestras dudas.

¿Por qué hay tanto alboroto con las elecciones en el Estado de México?

El Estado de México es el más poblado del país, el que tiene el mayor presupuesto y el que representa el ‘botín electoral’ más importante, por lo que los cuatro principales partidos políticos han puesto sus miras en él, aunque a estas alturas todo parece indicar que la pelea es de dos: PRI y Morena.

Esto, aunado a que es uno de los pocos estados que no han conocido la alternancia en el poder; es decir, el PRI y los partidos que dieron origen a éste han gobernado durante casi 100 años. Además de ser el estado de donde es el Presidente Peña Nieto y del que fue gobernador hasta 2011. Por si esto fuera poco, el candidato del partido en el poder, Alfredo del Mazo, es su primo.

Por otro lado, es la primera contienda en la que Morena, partido fundado en 2014 por Andrés Manuel López Obrador, parece tener verdaderas posibilidades de obtener la mayoría de los votos, fuera del Distrito Federal, ahora Ciudad de México.

Estos factores, sumados a la enorme cantidad de dinero invertido en ella, hacen de ésta, la elección con más reflectores del ciclo electoral 2017.

En el panorama actual, ¿quién lleva la ventaja en las encuestas?

En lo que todas las encuestas publicadas parecen coincidir es que la contienda ya es de dos: el PRI, partido en el poder, y Morena. Algunas ponen a la cabeza a los oficialistas, mientras que otras, las menos, a la oposición por escaso margen.

En ningún caso deben considerarse las encuestas como predicciones del ganador, sino como indicios de cómo se mueven las preferencias de los electores entre las diferentes opciones.

El PRI ha sido el partido en el poder en el Estado de México desde 1925. ¿Qué posibilidades hay de que esto cambie?

Todo parece indicar que las posibilidades son más altas que nunca. Durante décadas, el Edomex ha sido bastión indisputado del PRI, sin embargo en este proceso su hegemonía peligra más que nunca.

No me atrevería a hacer un pronóstico, el 4 de junio los mexiquenses tomarán la decisión que consideren mejor para ellos y cada voto quedará entre ellos y la mampara electoral.

¿Qué representaría para el PRI una derrota?

Un duro golpe al partido en general y al Presidente en particular, sobre todo sumada a las derrotas en Veracruz, Durango, Quintana Roo, Tamualipas, Chihuahua y Aguascalientes en 2016, de los cuales en los cuatro primeros significó perder la gubernatura por primera vez.

Ante un panorama aciago para el PRI en 2018, el Edomex puede significar una inyección de vitaminas o, incluso, el refugio en el cual agazaparse mientras pasa la tormenta de 2018.

Para Morena, ganar significaría llegar a 2018 con un estado de ánimo e imagen triunfalista, pero también el riesgo de asumir la responsabilidad del poder ejecutivo por primera vez desde su fundación, y nada menos que en la entidad más grande, importante y, acaso, más compleja del país.

¿Qué onda con ese drama PAN-PRD-Morena?

Los principales partidos de oposición se han disputado desde el inicio de la campaña la posición de contendiente del PRI, es decir, pelean por ser la principal opción para la alternancia, el cambio.

En esta lógica, sus miras no están enfocadas sólo en el candidato del PRI sino también entre ellos, para posicionarse como el contendiente que puede ganarle al partido en el poder. A estas alturas todo parece indicar que Morena es el partido que ha logrado colocarse como la opción más fuerte para la alternancia, sin embargo, PAN y PRD seguirán luchando por crecer hasta el último día de la campaña.

Lamentablemente en los últimos años hemos visto la proliferación de la llamada ‘guerra sucia’ a través de las fake news en las redes sociales, lo que muchas veces aleja a los electores, inhibiendo la participación, ya que lejos de darles una razón afirmativa para salir a votar, merman la ya debilitada credibilidad de los partidos y el sistema político en general.

Se ha dicho que el partido que gane las elecciones el próximo 4 de junio podría definir la presidencia en 2018. ¿Qué tan cierto es eso?

Es una afirmación temeraria producto de un análisis apresurado. Independientemente de lo que suceda en la elección del Estado de México y en los otros estados en juego este año (Coahuila, Nayarit y presidentes municipales en Veracruz), en un año pueden pasar muchas cosas y nada estará dicho sino hasta el 3 de junio de 2018.

¡A entrenar se ha dicho! 3 ejercicios para tener una vagina superpoderosa

En un mundo en el que existen tratamientos vaporizadores para nuestra vagina (Gwyneth Paltrow los recomienda) y vagacials (algo así como un «facial» para tus zona íntima) no debería de sorprendernos que también existan ejercicios para tener una vagina fit.

Nuestra vagina tiene músculos y, al igual que con otros músculos del cuerpo, la podemos ejercitar y fortalecer. Inclusive se ha llegado a comprobar que practicando ciertos movimientos puedes mejorar significativamente tu vida sexual, evitar la incontinencia urinaria, facilitar el parto y, en general, llegar a sentirte más empoderada. No te alarmes, no es como que vayan a abrir un Pussy Gym en tu colonia próximamente (¿o sí?), pero puedes comenzar a fortalecer tu suelo pélvico desde la comodidad de tu casa… oficina… el metro o hasta la cena con tus suegros, sin que nadie se de cuenta. Te contamos cómo.

Kegels

Estos son los más conocidos dentro del mundo de los ejercicios vaginales. Fueron inventados por el ginecólogo Arnold Kegel, considerado el pionero de la salud pélvica, quien descubrió este tipo de movimientos y los recomendó principalmente a la mujeres que acaban de tener un parto. Los ejercicios son bastante simples, sólo tienes que contraer los músculos de tus paredes vaginales lo más fuerte que puedas, para después soltar lentamente. El movimiento es muy similar al que haces cuando ya no aguantas las ganas de hacer pipí.

A modo de prueba puedes ir al baño e intentar parar la orina contrayendo tus músculos para identificar cuál es el movimiento que tienes que hacer. Si aún así te cuesta trabajo puedes ver una guía completa aquí. Una vez que lo tengas dominado puedes ir haciendo más repeticiones e ir jugando a contraer por más tiempo, incluso le puedes añadir algunas exhalaciones para relajarte más.

Con estos ejercicios se fortalecen los músculos debajo del útero, la vejiga y el intestino, y lo increíble es que lo puedes hacer dónde sea y a la hora que quieras.

Squats

Ohh sí, las sentadillas no sólo te dejan unas pompas de diosa, sino que también te ayudan a fortalecer y darle un mejor rendimiento a tu vagina. Así que si este ejercicio ya está incluido en tu rutina diaria, tal vez ya llevas un buen rato ejercitando tu suelo pélvico y tú ni en cuenta.

Y a todo esto ¿qué es el suelo pélvico? Según Wikipedia (perdón, pero es que somos millennials) «El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su función es sostener los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto)».

Kung Fu Vaginal

Sí, es neta, no nos lo estamos inventando. También se le conoce como levantamiento de pesas vaginal. Dicen los que saben, que esta técnica se remonta a la antigua China, donde la costumbre de introducir un huevo de jade a la vagina era la sensación entre las damas de la realeza, quienes lo mantuvieron en secreto un buen tiempo, ya que se creía que con esto permanecerían jóvenes y sanas, tanto en el exterior como en el interior.

Actualmente, Kim Anami, quien se define como terapeuta holística de relaciones y sexo, escritora y oradora, ha sido la gran promotora de esta técnica tan poco convencional llamándole «Kung Fu vaginal». Es un poco similar a lo que las reinas chinas hacían, sólo que ahora agregando más peso. Anami dice que puede llegar a cargar hasta 5 kilos con su vagina e inclusive presume su habilidad para lograr 20 orgasmos seguidos, todo gracias a su ejercitadísima vagina.

Para lograrlo existen pesas especiales como las Kegel Trainings Intimins o las Je Joue Balls, pero ¡POR FAVOR! consulta a tu ginecólogx antes de hacerlo, porque este parece el método más radical de todos.

Por qué sí sirve resistir los estereotipos femeninos en publicidad

A estas alturas prácticamente todxs sabemos que las manifestaciones culturales hacen la realidad. Es decir, que lo que vemos en las películas, escuchamos en las canciones o leemos en los tabloides acerca de cómo se representan ciertos tipos de personas, acaba por modificar la manera en la que las percibimos en la vida diaria. Los asiáticos estudian, los colombianos son narcotraficantes, los nerds son vírgenes. Estereotipar requiere de poco esfuerzo mental y por eso todos lo hacemos.

La chica desvalida, la princesa a la que hay que rescatar, la guapa-pero-tonta. Todas esas son maneras de representar a las mujeres que han estado ahí por décadas, y que a lo largo de siglos han ido modificando la manera en que percibimos al género.

(Al respecto, hay un documental muy bueno de Netflix que se llama Miss Representation. Si no lo has visto, ¡corre!)

Pero hoy quiero hablar de uno de los medios que más fuerza tienen sobre nuestra percepción de la realidad: la publicidad. No es que en las juntas de los creativos publicitarios todos rían malévolamente para poner mujeres con poca ropa anunciando electrodomésticos y perpetuar estereotipos… Es más bien que es más fácil vender contenidos menos «controversiales» a los clientes que difícilmente quieren arriesgar el puesto y las prestaciones que tanto esfuerzo cuestan. Y ok, se entiende. Pero esos mismos clientes se están dando cuenta de que la gente pide nuevos modelos, menos estereotipados y más acorde con lo que ocurre en la vida diaria –niños sucios, parejas homosexuales, hombres sensibles, y claro, mujeres multidimensionales.

Varias marcas se han dado cuenta de esto y su estrategia ha sido resistir (o negar) el estereotipo y proponer una nueva mirada. Y eso, justamente, y muy de a poco es el camino para ir modificando cómo las mujeres son representadas.

Una marca pionera en el tema es Dove. Desde hace años ellos decidieron tomar como tema la autoflagelación femenina respecto a su físico. Por ejemplo, en la campaña “You’re more beautiful than you think” un artista forense dibuja dos borradores de distintas mujeres: el primero sólo con base en la descripción verbal que las mujeres hacen de ellas mismas y el segundo con base en la descripción verbal que alguien más hace de ellas. ¿Te imaginas el resultado?

Tomaron un pensamiento poderoso, le dieron la vuelta, y expusieron el rechazo que algunas de nosotras mismas nos tenemos. Y es tan cierto que duele verlo: moviliza. Lo interesante es que se han hecho varios estudios posteriores y a muchas personas a lo largo del mundo les ha hecho ver algo súper obvio pero que vale millones: que todas somos hermosas.

Muchas otras marcas se han subido a la tendencia. Por ejemplo Always, en su campaña #LikeaGirl resiste la manera en que siempre se ha pensado que las mujeres corren, pelean, lanzan. Y lo hace de una manera muy simple. En lugar de decirme cómo “corre una mujer”, dime como corres tú, que eres mujer. Muy diferente, ¿cierto?

En Cannes se agregó una categoría para premiar a las campañas que promueven representaciones positivas de la mujer.

Estas iniciativas han modificado poco a poco las (buenas) prácticas publicitarias en el mundo, hasta el punto en que en 2015, en Cannes Lions –los premios Oscar de la publicidad-, se haya añadido una categoría: el Glass Lion. Esta categoría reconoce el rol de la creatividad para crear un cambio cultural y premia a los comerciales que hacen un trabajo consciente de representación y luchan contra prejuicios de género.

En 2015 la ganadora fue Touch the Pickle, una campaña India que intentó darle la vuelta al tabú de que una mujer no puede entrar a la cocina (y menos tocar los pepinillos) mientras está menstruando (?).

En 2016 ganó también una marca India de té que lanzo el primer grupo pop transgénero. Una campaña con la finalidad de terminar con el estigma de este segmento en el país. Aquí su versión de Happy de Pharrel Williams:

(El ganador de 2017 se anunciará en Junio y prometemos un artículo contándote nuestras impresiones…y otro de la situación en India, que no es un tema menor).

Y bueno… ¿Te acuerdas que dije que esto es poco a poco? Los Cannes Lions existen desde 1954 y esta categoría en particular apenas tiene tres ediciones de existencia. Pero no te desanimes; MTV recién acaba de premiar por primera vez una categoría gender-neutral (y sí, ganó Emma Watson). Ahí la llevamos.

Estos tuits de mujeres apoyándose entre ellas renovarán tu fe en la sororidad

Dentro de los muchos clichés que existen sobre las mujeres, uno que persiste es que no sabemos ser amigas entre nosotras. Están los chismes, las puñaladas por la espalda, las envidias y esa noción de que «todo lo complicamos demasiado». Y aunque, claro, todas podemos tener un roce con otra persona (somos seres humanos), lo realmente importante es tener sentido de sororidad.

Si no estás familiarizado con este término acuñado en la década de los 70 por el movimiento feminista, piensa en una hermandad de mujeres. La sororidad es cuando luchamos y nos ayudamos unas a otras para empoderarnos como género y lograr una sociedad más equitativa. Si quieres una definición más académica, la antropóloga Marcela Lagarde la define en su ensayo Pacto entre mujeres, Sororidad como «Una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión».

Ejemplos de sororidad hay muchos, seguramente los has vivido en tu día a día, y la usuaria de Twitter Alejandra Arévalo ha logrado ponerlos en evidencia con una simple pregunta:

Las respuestas que han comenzado a agruparse en el universo tuitero son de esas cosas que de inmediato te sacan una sonrisa. Momentos y acciones tan sencillas como heróicas en las que mujeres –conocidas y extrañas– han roto con los viejos clichés de la eterna rivalidad femenina para reconocerse en la otra.

En un mundo que a diario nos muestra noticias que parecen salidas de una película de terror, vale la pena tomarse un momento para recordar los buenos momentos en los que las mujeres hemos permanecido unidas, incluso sin conocernos.

Tenemos que hablar sobre ESE beso en el nuevo tráiler de Game of Thrones

**Contiene spoilers sobre las temporadas pasadas de Game of Thrones** 

¡¡Qué emoción, qué emoción, qué emoción!! Ya salió el nuevo tráiler de la séptima temporada de Game of Thrones (Juego de Tronos, si te gusta hablar como película doblada al español) y no sabemos si es el calor o la emoción, pero nos hizo sudarsssss.

Ok, si has seguido todas las temporadas todo es muy lógico: Cersei, tan perra como siempre, hará lo que sea para defender a los Lannister; la Khaleesi ya anda bien empoderada con sus dragones; el papi John Snow ya es amado en el Norte y peleará por su gente y el nombre de los Stark. Pelea, pelea, nieve, guerra, guerra, guerra… WAIT WHAT! ¿Quiénes son lxs que aparecen en el minuto 1:22 dándose un besote?

¡Maldito HBO! Seguro hizo la imagen del trailer tan obscura como el alma de Cersei a propósito, para que no podamos verles la cara, pero aunque no veamos nada ya tenemos nuestras teorías, porque como buenxs fans nos encanta debrayarnos y hacernos auto-spoiler.

¿Son Jon Snow y Sansa Stark?
Esta teoría es la menos probable, pero bueno… ya sabemos que en Game of Thrones NUNCA se sabe. Ya se nos hizo bastante normal ver a hermanitos de sangre hacerse todavía más cercanos haciendo una rama de su propio árbol familiar (coff coff, Cersei). Sin embargo, con la reveladora verdad de que Jon Snow realmente no es Stark, sino Targaryan, ya no habría tanto problema con esto. Ahora sí que a la prima se le arrima.

¿Son Meera Red y Yara Greyjoy?
«¿Y esas quienes son?», te preguntas. Y es que Game of Thrones tiene un elenco tan (demasiado) extenso, que a veces cuando sale alguien en pantalla dices “Híjole, y ese qué vende o qué”, a lo que siempre hay alguien que contesta “Aaay ¿no te acuerdas? Es el que mató a la amante de la abuela del esposo de la esclava que realmente antes era reina y fue quién descubrió el secreto de la no sé qué…” AH, OK. Para los que no se acuerdan quiénes son estas dos, Meera Red es la responsable de andar cargando de aquí para allá a Bran Stark. Sí esa maldita que le dijo a Hodor que se quedara a hacer el paro con la puerta.

Y la del lado izquierdo sería Yara Greyjoy, la mujer que tiene más estamina que cualquier otro de los Greyjoy. De ella sí sabíamos que era lesbiana, lo que nos impacta es que se relacione con Meera, que, no es por darnos golpes de pecho, pero está algo chiquita para ella. Por otras escenas ya hemos visto que a Yara le gustan más maduritas.

Game of Thrones
EL beso

¿Son Sansa Stark y Ellaria Sand?
Esta es la teoría más WTF de todas, pero sí se parecen, sobre todo tomando en cuenta que la imagen dura un microsegundo. Esto no sabemos cómo podría llegar a pasar, pero si sí pasa… ¡Wow Game of Thrones! Esta vez sí nos sacarías realmente de nuestras casillas, aunque la realidad es que nos encantaría ver una alianza entre norte y sur. O, en una de esas, Ellaria sólo le anda dando un beso bien acá a Sansa para envenenarla como lo hizo con la tierna e inocente hija de Cersei.

¿Son Yara Greyjoy y Ellaria Sand?
Esta es la teoría MÁS probable de todas. Ya sabemos que Ellaria es una mujer súper sexy y cachondona (por lo que vimos que hacía con el mi rey Oberyn Martell en otras temporadas), así que no nos sorprendería nada verla experimentando. A parte de que no vendría nada mal una alianza de ejércitos para derrotar al tío mala copa de Yara, Euron Greyjoy. YOU GO GIRLS!!

Sea como sea, lo que es un hecho es que Winter Lesbianism is really coming!

Colectivo Macramé habla sobre detener el tiempo (o intentarlo) en «Nada siempre, todo nunca»

«¿Qué es lo que más te frustra del tiempo? ¿Se puede frenar? ¿A quién le pertenece realmente?» Con esas y otras interrogantes es posible encontrarse al cruzar el umbral del mundo real para adentrarse al espacio suspendido de Nada siempre, todo nunca, una obra de Colectivo Macramé dirigida por Mariana Gándara y creada “a partir del cansancio, el desgaste y la precariedad”.

Quien se atreve a sumarse al juego recibe una advertencia. “Esto es un intento”, un experimento colectivo en el que difícilmente alguien podrá permanecer inerte. Desde que estás en línea para entrar a la obra se te entrega un cuaderno de ejercicios. “¿Me van a poner a hacer tarea mientras veo una obra?”, te preguntas.

Al principio no entiendes nada, pero esto no impide que no quieras participar. De cierta manera te intriga entrarle al juego al que has sido invitadx y que promete ponerse muy emocionante (por no decir emocional).

Tuvimos oportunidad de reunirnos con Mariana Gándara, directora de la puesta en escena, y las actrices Mariana Villegas y Abril Pinedo, quienes conforman junto a Aura Arreola, Ana Valeria Becerril, Regina Flores Ribot, Alma Gutiérrez y Miriam Romero el diverso elenco de mujeres que buscará, a través de medios insospechados, hacerte –cuando menos– reflexionar.

Foto: Antonieta López

¿Cómo comenzó el Colectivo Macramé?

MV: Estaba trabajando en el Museo del Chopo y tenía una carga de trabajo brutal, de entrada eso me impidió tener una expresión creativa. Me sentía cansada y a partir de esa sensación de desgaste continuo, pensé que de igual manera este cansancio sucede en el arte en México.

Convoqué a estas mujeres maravillosas, con las cuales comencé por un laboratorio de investigación escénica en el que trabajamos poco más de un año, y donde tocábamos tres conceptos principales: el desgaste, cansancio y precariedad. Tenía que ver con que de alguna manera, a todas nos resonaban estos conceptos, todas estábamos pasando por algún proceso en nuestras vidas donde estos temas eran relevantes.

Reflexionábamos mucho sobre cómo en esta generación realmente no conocemos a alguien que no esté cansado. Cuando ves tu timeline en Facebook o Twitter brincan varias palabras como “no puedo” dándote una sensación de erosión. Al trabajar en estos temas nos dimos cuenta que había un hilo conductor entre los tres conceptos: el tiempo. A quién le pertenece y cuál es su valor, de qué manera está involucrado con lo que hacemos.

¿Siempre ha estado involucrado el mismo grupo de actrices?

A: Sí, bueno no, hubo algunos desertores, ese es el riego que tienes cuando entras a un proceso tan largo, y más con nuestra profesión, nunca sabes cómo va estar tu calendario. Acabamos siendo puras mujeres, al principio había un hombre, pero se enamoró y se fue, tal cual. Entonces nos quedamos nosotras, siempre fuimos las mismas.

Foto: Antonieta López

¿Qué aporta cada actriz a Nada siempre, todo nunca?

A: Esa es una buena pregunta, yo creo que cada quien aporta su presencia y experiencia, más que otra cosa.

MG: Hay una cosa bien interesante –que creo que como colectivo pusimos esa idea al centro desde el principio– que es trabajar desde la colectividad. El qué significa y qué nos implica, siento que cada una tiene un perfil muy particular, todas poseen personalidades muy fuertes, pero cada una tiene una manera bien propia de ver el mundo con herramientas muy distintas.

Desde la diversidad de edades  –que vamos de los 19 a los 64– hasta la diversidad de cuerpos, de ideologías… eso enriquece mucho el trabajo y hace que lo que estemos proyectando tenga la sensación de colectividad, de crear un convenio entre todas. Llegar a un punto medio de lo que puede ser tan diferente entre todas enriquece mucho la propuesta.

La obra parece ser una especie de catarsis, tanto para las actrices como para la audiencia, ¿qué se llevan ustedes de cada función?

MV: A mí me parece un poco difícil. Esta obra es un dispositivo de convivencia, y en escena siempre tengo miedo de que suceda o no, o de qué manera puede suceder. Cuando veo al espectador involucrado me reafirma muchas cosas sobre el tipo de trabajo que me interesa. Reafirmo lo que puede ser posible en nuestra sociedad. Es una maqueta de nuestro entorno, donde cabemos de 50 a 60 personas que se convierten en colaboradores y creadores de la obra. Cuando veo que algo macro puede funcionar, me da esperanza en el mundo.

Foto: Antonieta López

¿Qué quieren que el espectador se lleve?

MG: En este momento, en este país, me importa mucho producir espacios en donde nos podamos compartir vulnerables y ver qué sucede, qué pasa cuando bajamos las defensas, hablamos de lo privado y nos damos chance de un encuentro real con el otro. Me emociona profundamente y al término de la función llego a casa con una sensación recargada de esperanza. En ese sentido creo que lo que más me gusta es que pasa a través del juego, de cómo nosotras los convencemos de dejarse jugar. En realidad lo que queremos que se lleve el espectador es una prerrogativa personal, cada quien decidirá con qué se va a casa.

MV: Yo creo que las obras en general, o por lo menos las que a mí me interesan, sí tienen que ver con el planteamiento de un tema y cómo podemos abordarlo, pero siento que en las obras de teatro hay mas preguntas que respuestas, las conclusiones las tiene el espectador. Lo que a mí me importa es que el espectador se vuelva pensante a partir de algo que lo ha provocado.

¿Cuáles son los retos de tener una obra interactiva?

MG: Todo lo que pueda ocurrir es bienvenido, ya que el espacio es para conocer y seguir probando. Hemos tenido muy buena respuesta del publico y ha sido raro quien no quiera jugar, pero aun así observar es un gran ejercicio. Al no estar escrito lo que pasa en el público, no sabemos qué pueda pasar. Seguimos descubriendo con ejercicios de prueba y error. Cuando son más personas pasa que sientes que no hay que participar, porque alguien más lo hará por ti, es un reflejo bien interesante de lo que pasa en sociedad.

Foto: Antonieta López

¿Por qué el nombre Nada siempre, todo nunca?

MG: Es chistoso, pero hay proyectos en los que el nombre es lo último en llegar y hay proyectos, como este, en donde el nombre fue lo primero en aparecer. Yo estaba terminando una beca en la Fundación de Letras Mexicanas y tenía un primer esbozo de una escena, pero ya sentía que tenía que ver con esta temática, con esta sensación de desgaste. Y sucedió que en obras anteriores la pregunta era «¿Qué te impide vivir la obra que deseas?»  Nadie pertenece aquí más que uno mismo. De repente pasaron los años y me sentía en un lugar en el que ya no sabía si vivía o sobrevivía. En esta sensación fue cuando dije “igual y nada siempre, todo nunca” y ante esto propuse una reacción.

¿Qué es lo más gratificante de hacer este proyecto?

A: Justo la experiencia de mirarte a los ojos con el otro, escucharlo, saber cuáles son sus deseos y en qué piensa, qué tan cerca estás de ese deseo tú también. Con esto siento que hacemos algo hermoso cada noche.

MG:  Ver a la gente jugar, acercándose a hacer realidad su deseo. Ver a un desconocido interactuar con otro desconocido.

MV: Dos cosas, el darme cuenta de que en el fondo todos deseamos las mismas cosas, y poder espejearme con ellas. A veces no decimos lo que necesitamos, y que este [proyecto] sea un espacio para poder confesarlo me gusta mucho.

Para conocer las fechas de «Nada siempre, todo nunca» sigue la página de Facebook de Colectivo Macramé.

Empieza a salivar en 3, 2, 1… Aquí la guía para comer coreano en la Ciudad de México

Texto. María Álvarez | Fotos. Ana Lorenzana

Ya lo sabemos: la oferta comestible de la Ciudad de Méxido es variadamente cosmopolita. Están restaurantes españoles de años, barras de sushi tropicalizado o no, parrillas argentinas, grandes locales libaneses, el ocasional ruso y tailandés, el gallardo indio, centenas de chinos y también, felizmente, la cocina de barrio coreano.

Como suele suceder en una migración más o menos incipiente, los restaurantes y fondas coreanas están ahí, sobre todo, para alimentar a los coreanos que residen en la ciudad. Empecé a descubrirlos hace siete u ocho años, y a la fecha hay algunos que no tienen menús en español ni meseros mexicanos. Ir a comer ahí resulta ser una verdadera experiencia de inmersión que te hace sentir que estás ante auténtica cocina coreana. (Y tal vez lo estés.) Toma su tiempo llegar a los platillos favoritos, pues es a través de fotos y de explicaciones a veces a medias. Pero es difícil que estas pruebas resulten en errores, ya que en general es cocina fresca y hecha para estándares de los expatriados que los frecuentan.

Nuestro K-Town ocupa, más o menos, el cuadrado –resguardado por Ángel de la Independencia– que va de norte a sur del Paseo de la Reforma a la avenida Chapultepec y de oriente a poniente de Copenhague a Sevilla, colonia Juárez. (Ojalá crezca nuestro barrio coreano. Por ahora, buenas noticias: un Coffee KKot abrió hace poco en Luis Moya, barrio de San Juan, vecino oriente de la Juárez.) Ahí se reúnen un puñado de comercios coreanos como restaurantes, mercados y peluquerías.

La historia nos cuenta que los primeros coreanos que inmigraron a México fueron 1,033 campesinos que llegaron al puerto de Salina Cruz en 1905 para trasladarse inmediatamente a las haciendas henequeneras de Yucatán, en un programa de atracción de mano de obra barata promovido por el gobierno de Porfirio Díaz. Con el tiempo, estas familias se integraron a comunidades mayas, sus compañeros en las arduas labores de la hacienda, con quienes quizá sintieron una mayor identificación que con los mestizos o criollos, patrones de ambos. En las décadas que siguieron a la Revolución, muchas de estas familias partieron hacia la ciudad de México en busca de trabajo. Por 1950 partió otro grupo de ellos hacia la ciudad de Tijuana, donde se les abrieron algunas oportunidades. Una segunda inmigración de surcoreanos vino después de la guerra que los dividió en Corea del Norte y Corea del Sur –y trajo consigo a Daiwon Moon, quien fundó la disciplina del tae kwon do en México–. La tercera oleada llegó varias décadas después, en 1990, en un momento difícil de la economía coreana. La apertura de las economías de ambos países generó, en las últimas dos décadas, la llegada de empresas coreanas a México, principalmente de electrodomésticos, acero, autopartes y minería. Actualmente se calcula que hay alrededor de 12,000 coreanos viviendo en nuestro país, muchos de los cuales están en la Ciudad de México.

comida coreana México
Foto. Ana Lorenzana

SABORES MEXICOREANOS
Para comer comida coreana en esta ciudad hay que lanzarse –en ánimo explorador, con expectativas de sorpresa– a uno de los restaurantes coreanos en la céntrica colonia Juárez, navegar el menú y ordenar según las fotos que más nos tienten. O hacer las compras en uno de los mercaditos coreanos donde encontramos tanto abarrotes como congelados y comida fresca, y de ahí ingeniárselas en la cocina. Además de los factores de novedad y umami, hay varias razones y elementos fundamentales por los cuáles la cocina coreana está destinada a fascinarnos como mexicanos…

Todo se sirve al mismo tiempo; a la mesa llega una surtido de guisos, sopas y parrilladas y no existe la distinción entre entradas y fuertes, ni entre tuyo o mío. Las porciones consideran que son platillos para compartir y generan una dinámica como de comida familiar o de taquiza. Sin importar qué se pida del menú traen al centro de la mesa una serie de platitos pequeños que llaman banchan: una mezcolanza de verduras encurtidas, ensaladas, y diferentes versiones de kimchi. A cada comensal le toca una porción de arroz al vapor. El banchan está compuesto principalmente por preparaciones vegetarianas, verduras ligeramente fritas en aceite de ajonjolí, encurtidas o al vapor: espinacas con ajonjolí, ensalada de fideos traslúcidos de camote con zanahoria, pepinillos encurtidos, frijoles de soya dulces, pickles de algo cercano al nabo o a los rábanos, ensalada de col con mayonesa, coliflor y brócoli en vinagre. También hay jeon, una suerte de omelet o tortilla coreana de vegetales muy delgada y deliciosa. Y, por supuesto, kimchi, “plato nacional de Corea” (perdonen el lugar común). Si no lo conocen: se trata de una preparación hecha con diferentes tipos de col o variantes coreanas del nabo o rábanos o con cebollas de cambray o pepino o…, que se fermentan en una salmuera de jengibre, ajo, negi, camaroncitos salados y pasta de chile rojo. Se consume como guarnición, como botana o como ingrediente para otras preparaciones calientes como arroces, guisos y sopas. O, pues, en tacos, tal vez el primer gran hijo del mestizaje coreano-mexicano. (Que nosotros sepamos no hay tacos de kimchi y maíz en el K-Town chilango, ¿pero quién les impide llevar tortillas a un bbq coreano, aunque sea en secreto, y echarlas a la parrilla que tienen todas las mesas? Háganlo. Nosotros no diremos nada.)

comida coreana
Foto. Ana Lorenzana

ARROCES Y SOPONES
Estas variedades de platos principales no tienen pierde. Como en muchas cocinas asiáticas, y en la mexicana, el arroz es un carbohidrato omnipresente. La comida coreana tiene además fideos de arroz y dumplings de harina de arroz. El bibimbap, cuya traducción literal es arroz mixto, se sirve en un plato de piedra caliente o dolsot; es una porción de arroz al vapor cubierta con juliana de verduras tales como calabaza, pepino, rábano dulce, hongos, brotes de soya, lechuga, que a veces se le agrega tofu o láminas de carne de res y siempre un huevo –crudo o estrellado–, con toques finales de pasta de chile y pasta de soya fermentada. Todo esto se revuelve al momento, para terminar la cocción e integrar los sabores justo antes de comerse.

Entre las sopas –siempre servidas abundantemente– encontramos varios tipos de caldos. Los más elementales son: los de base clara, hechos con banjang, que es salsa de soya fermentada, y los de base más espesa y sápida, saborizados con doenjang, también de frijoles de soya fermentados pero no clarificados, sino en pasta. Estas sopas pueden llevar verduras, mariscos frescos o secos, tofu o rebanadas delgadas de carne, y a veces se complementan con gochujang, feroz y salada y tantito dulce pasta de chiles rojos. Algunas incluso tienen unas lengüitas de pasta de arroz. Hay otras sopas como el gomguk, un caldo de res rico en grasa y con mucho sabor, hecho con todas las partes del animal hervidas por largo tiempo. El yukejang, servido también en dolsot, es un hermano casi gemelo del mole de olla –res, chiles, caldo vacuno– pero su carácter es todavía más lépero, más respondón.

En restaurantes coreanos el ramen (o ramyun o ramyeon, la ortografía varía) siempre está basado en noodles instantáneos, normalmente de la marca Shin, pero mejorados con huevo y vegetales. (#Protip: Pidan un jeyukbokkum, una especie de alambre de tocino marinado en gochujang que en las cartas aparece en la zona de bbq, y úsenlo como topping de su ramyun.) El bibim naengmyeon es un plato de fideos, vegetales encurtidos, huevo y salsa picante que apunta para los cinco colores (rojo, amarillo, negro, blanco y verde) y los cinco sabores (picante, amargo, ácido, dulce, salado) que, dice la leyenda urbana, debe tener todo plato coreano bien balanceado. Pero tal vez el gran plato de fideos de barrio coreano sea el budae jjigae o “cazuela de todo”. Pero todo: trae tofu, hongos, kimchi y cebollas pero también fideos de ramen, pastel de pescado, salchichas, rebanadas de queso amarillo y, genialmente, Spam, ese jamón enlatado mal visto por falsos glotones pero adorado por niños y tragones borrachos por todo el mundo. Viene, grasoso como un bebé recién nacido, en una olla para hervir en la propia mesa. Pica, agota, endulza. Renueva la energía y es el máximo disparador del mal del puerco. Un sudor particular lo precede, lo acompaña y lo sigue. Pídanlo con una o varias botellas de soju –licor de arroz coreano–. Gangnam style.

(Entre sus notas para comer coreano en el DF apunten estas palabras: guk (o tang), jjigae y bokkeum; la primera se refiere a las sopas, la segunda a los estofados, la tercera a salteados picosos, dulces, grasosos, como alambres con desórdenes de la personalidad. Anju son las botanas para comer con los tragos. La terminación -myeon refiere a platos protagonizados por fideos.)

comida coreana
Foto. Ana Lorenzana

PARRILLADA O BBQ COREANO
En los restaurantes coreanos es casi indispensable pedir cortes de carne para asar en la mesa. Así funciona: escoges lo que más se te antoje de una serie de fotos de carne cruda; unos parecen tocino, otros costilla, otros panza de cerdo. Puede ser que la mesa tenga integrada una parrilla, y si no, te traen una portátil al centro junto con los platos de carne delgada –roja fresquísima– o con sus tiras blancas de grasa, pasta de frijol dulce y ajos rebanados. Se ponen a la parrilla y se comen en el término deseado, con todas las verduritas del banchan, el kimchi, etcétera. Merece mención aparte el bulgogi, mi platillo coreano favorito, diseñado para taquear: tiras de delgadísima carnes de res –marinada en soya, azúcar, aceite de ajonjolí y ajo– preparada en la parrilla y puesta en una hoja de lechuga, aderezada con pasta de frijol, un poco de kimchi, y arroz al vapor.

comida coreana México
Foto. Ana Lorenzana

ÁCIDOS Y PICANTES
Como ya se vio, en muchas de las preparaciones, y también como aderezo o complemento, las cocinas de barrio coreano utilizan una pasta picante de chile rojo (gochujang), que se prepara mezclando los chiles con arroz glutinoso y frijoles de soya fermentados. También usan rodajas o tiras de chile fresco. Muchos de ellos son platos con el picante integrado, no opcional, y pica en serio. También utilizan el vinagre y la fermentación como método de conservación, lo que le confiere a la comida un sabor ácido y amargo que, aunque nos sorprende, nos gusta, acostumbrados como estamos a ponerle limón a todo.

En todos los restaurantes coreanos que he visitado, la vajilla y los cubiertos son iguales, y los palillos, los vasos y las cajitas donde traen el arroz al vapor son de metal. Quisiera tener esas cajitas. Siempre ponen una jarra de agua al centro y, una vez que te dejan con tu comida enfrente, los meseros prácticamente desaparecen. Que cada quien vaya a su ritmo. Estos restaurantes son ideales para ir con mucha gente: se prueba más y se disfruta de cocinar las carnes al centro. El ambiente es muy informal, ruidoso, fiestero.

comida coreana
Foto. Ana Lorenzana

Otra forma de probar la comida coreana es ir a los mercaditos. Estos implican un grado más de aventura porque definitivamente no están ahí para satisfacer al cliente mexicano. Sintiéndote extranjero a unas cuadras de tu casa, podrás comprar ingredientes frescos para preparar en tu cocina, ya sea desde cero, como platillos congelados de marcas comerciales, o preparados de forma casera y refrigerados en el changarro. Venden coles, nabos, rábanos y hongos muy específicos, bok choi y otros vegetales más o menos difíciles de encontrar en otros lados. También hay una buena variedad de verduras que nos son más familiares, como cebollines, pimientos, calabazas y champiñones. Una de mis opciones favoritas es comprar bolsas de dumplings de verduras, camarones o carne, a los que no hace falta más que cocinar al vapor o fritos, y acompañarlos de soya y chile coreano o con guarnición de encurtidos caseros que también venden en algunos de estos supercitos coreanos. Hay muchas botanas y golosinas. Todos tienen sopas instantáneas y abarrotes de uso primordial: vinagres, salsas y pastas de soya y de chile, sin los cuales no podríamos ni siquiera intentar acercarnos a la sazón coreana.

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Big Little Lies: más que una serie, lecciones sobre género y amistad

⛔️ Contiene spoilers sobre Big Little Lies ⛔️

Big Little Lies es una miniserie (7 capítulos) producida por HBO y dirigida por el canadiense Jean-Marc Vallée. La historia está basada en el libro de Liane Moriarty y cuenta con un elenco conformado por Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Shailene Woodley, Laura Dern y Zoe Kravitz.

Con estas actrices podríamos decir que Big Little Lies ya poseía todo para ser un éxito, pero estos elementos se convierten sólo en el punto de partida de lo que la serie tiene para ofrecer.

Puede parecer la historia sobre la resolución de un crimen o acerca de las tensiones entre las madres de familia de un preescolar acomodado. Y lo es, pero también es muchísimas otras cosas: un soundtrack maravilloso, una fotografía impecable y un vistazo conmovedor al entramado de las relaciones de tres amigas.

A Big Little Lies se le ha definido en algunas reseñas como feminista, porque hace una cosa simple que, sin embargo, se ve muy poco: hablar de las mujeres desde ellas mismas. Además de esto, la serie genera lo que un buen producto cultural debe provocar, deja al espectador pensando en los tópicos propuestos mucho tiempo después de que se ha terminado de contemplar la obra.

He aquí tres temas/lecciones en los que Big Little Lies te puede dejar pensando:

1. El mito de la rivalidad femenina

La rivalidad tiene la posibilidad de existir y expandirse entre nosotrxs independientemente de si somos mujeres o no, sin embargo, muchos elementos de nuestra cultura como los refranes (mujeres juntas, ni difuntas) o la vieja idea de que es mejor ser amiga de los hombres porque entre ellos no hay intrigas ni malas pasadas, abonan a la noción de que no existe amistad femenina sin una rivalidad subterránea.

Recuerdo un experimento que se hizo viral hace como dos años acerca de una serie de preguntas que inevitablemente hacían que dos personas se enamoraran. Este es el caso de Big little lies, pero en cuanto a la amistad. Las protagonistas muestran lo más vulnerable de sí mismas cuando se encuentran en un entorno que consideran seguro, y prescinden de ello cuando les parece que tienen que mostrarse fuertes.

Pero, a veces, una circunstancia deja al descubierto nuestras similitudes. Y es que basta con conocer lo suficiente acerca de alguien para visualizar la fibra humana, para caer en cuenta de que las personas somos más que lo que hacemos o la forma en la que lucimos.

2. Las amigas no siempre se cuentan todo

Aun cuando vivas con tu amiga (o casi lo hagas) y compartan en emergencias hasta el cepillo de dientes, existen algunos rincones de nuestra vida que, por su alto contenido de vergüenza o culpa, no contamos del todo. Y está bien.

En Big Little Lies, Madeleine (Reese Witherspoon) le cuenta a Celeste (Nicole Kidman) que el director de la obra de teatro comunitario la besó, pero oculta que en el pasado tuvo un affaire con él. Celeste le cuenta a Madeleine que a veces su relación se pone intensa, pero no llega a revelarle que esa dinámica de intensidad incluye golpes y humillaciones.

Un componente importante de la amistad también es el respeto a estas áreas escabrosas y la seguridad de que, a pesar de no tener las señales de lo que te ocurre, tus amigas intentarán comprender tu posición y, desde ahí, apoyarte. A veces lo mejor, o lo único que podemos hacer, es dejar bien claro que estaremos ahí, física o virtualmente, en el momento en que se nos necesite.


3. La violencia doméstica no es como (siempre) la pintan

Celeste, el personaje interpretado por Nicole Kidman, es uno de los más entrañables porque nos permite observar las contradicciones de una mujer con la vida –en apariencia– ideal: tiene una posición económica favorable, un esposo que la adora, unos hijos bellísimos y un estilazo.

Lo que todos dicen acerca de ella y su esposo es que son la pareja perfecta, pero al interior se dejan ver también las sutilezas con las que él controla la relación; porque no hay prohibiciones explícitas, de esas que harían reaccionar «a cualquiera”, sino gestos de desaprobación y una dinámica en la que queda claro que las aspiraciones e intereses de Celeste son accesorios en comparación con el protagonismo de los deseos de su esposo.

Big Little Lies nos presenta la violencia doméstica sin hacer de ella un circo al estilo Mujer casos de la vida real, al punto de que para Celeste es difícil identificar que lo que hay ahí son agresiones y no una más de las manifestaciones de la pasión.

Lo raro de la serie es que como espectadoras estamos tan acostumbradas a la narrativa de las mujeres traicionándose una y otra vez, que durante los primeros capítulos estuve esperándolo. El que no pasara me hizo pensar, no sólo en lo que hasta ahora nos han vendido como trama de la amistad entre mujeres, si no cómo este discurso puede perpetuar en nosotras una posible desconfianza hacia la amistad sin reservas.

Beyoncé oficialmente reinventó el baby shower y estamos eternamente agradecidxs

Beyoncé baby shower
Beyoncé

En la lista de celebraciones tradicionales pocas me dan taaaaanta flojera como los baby showers. No tengo nada en contra de los embarazos o de celebrarlos, pero las fiestas con juegos en los que hay que adivinar cuánto mide la circunferencia de la panza de la futura mamá utilizando rollos de papel de baño producen en mí un aburrimiento que raya en lo hostil. Afortunadamente para todxs lxs asistentes de baby showers del mundo, Beyoncé acaba de reinventar esta festividad y, por lo menos yo, estoy dispuesta a subirme a ese tren.

En días recientes la cantante y su esposo, Jay Z, celebraron la próxima llegada de sus mellizos –los cuales deben nacer muuuuuy pronto. O sea, esa panza de embarazo no puede crecer más– con ‘The Carter Push Party», una fiesta que reunió a sus familiares y amigxs cercanxs en Los Ángeles. Y no, al parecer no hubo pastel en forma de biberón, ni globos rosas y azules, ni concursos sobre quién puede cambiar un pañal más rápido.

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¿Qué hace diferente una push party a un baby shower?
Obviamente no lo sé a detalle porque no estuve ahí (Bey bebé, si estás leyendo esto invítame a la próxima), pero son evidentes algunos detalles…

1. Los hombres también están invitados
El nacimiento de un bebé, por simple cuestión biológica, requiere que un hombre (o al menos su esperma) esté involucrado en la ecuación, así que ¿por qué no hacerlos partícipes de la celebración?  En los baby showers tradicionales los hombres no suelen ser invitados, quizá por aquel rollo sexista de que “los bebés son cosa de mujeres”, pero en una push party son muy bienvenidos.

2. Es temática
Corrígeme si me equivoco, pero los baby showers a los que he asistido no suelen tener mayor temática que el sexo del bebé. O sea, si es niña todo va en rosa, si es niño entonces en azul, pero en una push party al estilo de la familia Carter las temáticas son cosa seria e impregnan, no sólo la decoración y ambiente de la fiesta, también la vestimentas de lxs invitadxs.

En esta ocasión Beyoncé y Jay Z tomaron como inspiración la cultura africana incluyendo hermosos estampados y uno que otro animal print referente a la sabana. Por si fuera poco, Jay Z utilizó un kufi (sombrero tradicional africano) y Beyoncé un colorido turbante.

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3. No hay vestidos holgados de maternidad
¡Todo lo contrario! Si algo ha quedado claro es que Beyoncé no conoce la sección de maternidad de las tiendas de ropa, y no tiene por qué. Para su push party utilizó un atuendo que dejó al descubierto su panza decorada con henna, que es como imagino que se hubiera visto Carmen Miranda embarazada.

4. Nada de estar sentadxs
Una push party no es una reunión para jugar lotería y comer sandwichitos, sino una FIESTA (así, en mayúsculas) para celebrar que en cualquier momento el bebé va a salir de la panza de su mamá, ¡y qué mejor manera de estimularlo que bailando! En ‘The Carter Push Party» hubo música (al parecer una banda africana estuvo tocando en vivo) y Beyoncé y Jay Z no se quedaron sentadxs.

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Famosas fabulosamente rapadas y el importante mensaje detrás de su cambio de look

Me maravilla ver a mujeres con la cabeza rapada, quizá porque siento que exudan una enorme fortaleza por el simple hecho de no depender de un rasgo considerado «estereotípicamente femenino»,  como el cabello largo, para sentirse bien con ellas mismas.

En lo que va del año, famosas como Cara Delevigne, Kristen Stewart y Amandla Stenberg se han deshecho de sus cabelleras, y aunque el motivo principal ha sido cumplir con las exigencias de un rol, las lecciones aprendidas de la experiencia van mucho más allá de lo que puede captar una cámara cinematográfica.

“Mientras más aceptemos quiénes somos como personas y menos dependamos de nuestros atributos físicos, más empoderadas estaremos. La belleza no debería de ser tan fácil de definir. Es ilimitada”, escribió Cara en su cuenta de Instagram poco después de su paso por la alfombra roja de la Gala del Met. “Es desgastante que te digan cómo se supone que debe verse la belleza. Estoy cansada de que la sociedad lo defina por nosotros. Quítate la ropa, límpiate el maquillaje, córtate el cabello. Deshazte de todas tus posesiones materiales. ¿Quiénes somos? ¿Cómo estamos definiendo la belleza? ¿Qué es lo que consideramos hermoso?”, publicó en otra imagen.

Por su parte, Stenberg, quien se rapó para su papel en la película Where Hands Touch, habló con la revista Dazed sobre lo que su cabello representa tanto para ella como para sus fans. “[Raparme] fue algo emotivo porque aprendí que mi cabello se había convertido en un símbolo de amor propio y aceptación personal para ciertas personas, y comprendí que esa representación era importante para algunas mujeres jóvenes”, mencionó. “Ahora siento que la aceptación personal no tiene nada que ver con mi cabello. Siento que el creer en mí misma –mi aceptación, mi etnicidad, mi negrura, mi todo– está allí independientemente de si tengo pelo o no«.

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Otro ejemplo de esta rebelión contra los estereotipos de belleza tradicionales es la cantante estadounidense Halsey, quien recientemente debutó un corte al ras y explicó que la motivación detrás de su nuevo look fue parte de un proceso de crecimiento personal. “El cabello ha sido un gran indicador de los problemas raciales en mi vida. Es una de las últimas luchas simbólicas para las mujeres de color”, explicó en una entrevista con Nylon. “Afeitarme la cabeza era importante para mí porque necesitaba ser capaz de demostrar que aún podía amarme a mí misma si lo hacía».

Aunque es común que un cambio de look conlleve una transformación interna (Coco Chanel decía que una mujer que se corta el pelo está por cambiar su vida) pareciera que quienes se animan a llevar la cabeza rapada descubren una herramienta de empoderamiento que les permite redefinir la belleza en sus propios términos, una especie de desnudez de la femineidad que ayuda encontrarse a una misma sin excusas y… sin tantos enredos.

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Glosario para entender el bizarro universo de Twin Peaks

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Twin Peaks, la serie estrenada en 1990 que ha hecho su regreso triunfal con una secuela 26 años después, es un universo extraño y misterioso en donde nada es lo que parece. Muestra de ello son algunas de sus frases célebres. ¿Qué tienen que ver las lechuzas con espíritus malignos? ¿O un club de libros con un grupo de vigilantes? Tranquilx, estamos aquí para ayudarte y explicarte algunas de las palabras y frases célebres del confuso universo creado por David Lynch y Mark Frost.

Te veré de nuevo en 25 años
Es la frase que le dice Laura Palmer a Dale Cooper en final de la segunda temporada (1991) y que da pie a la secuela actual. No sabemos muy bien cuál sea el significado detrás de ella. ¿Se verán en el mundo real o en el la logia negra? ¿Por qué exactamente 25 años? Esas son algunas de las preguntas que se espera revele la nueva serie.

La logia negra y la logia blanca
Algo así como el ying y el yang, el bien y el mal en un mundo paralelo al real. Las logias, cuyo punto en común es el cuarto rojo (o cuarto de espera), son lugares por los que se pasean personajes como el Hombre de otra parte (el enano); el gigante o el temido Bob, pero también los doppelgängers malvados de habitantes de Twin Peaks como Laura o Leland Palmer.

En la serie, el comisario Tommy «Hawk» define la logia negra como «la sombra misma de la logia blanca. La leyenda dice que todo espíritu debe pasar por ahí en su camino a la perfección. Ahí te encontrarás con tu propia sombra». ¡¡Uhhhhh, Mufasa!!

Fire Walk With Me / Fuego, camina conmigo
Pertenece a un poema que aparentemente abre el portal entre el mundo real y el mundo de la logia negra. La frase la mencionan personajes como El hombre de otra parte y aquellos poseídos por Bob, como Leland Palmer, Laura y Mike.

Through the darkness of future’s past
The magician longs to see
One chants out between two worlds
Fire walk with me

A través de la oscuridad del pasado del futuro
El mago anhela ver
Uno canta entre dos mundos
Fuego camina conmigo

Damn good coffee! / ¡Qué buen café!
El agente Dale Cooper está obsesionado con el café, especialmente cuando se trata de un buen americano “negro como la medianoche en una noche sin luna”. Así que a lo largo de la serie es normal escucharlo decir una y otra vez “This is some damn good coffe!

Las lechuzas no son lo que parecen
En Twin Peaks no se puede confiar en nada ni en nadie, pues algo que podría parecer inofensivo, como las lechuzas, puede terminar por ser un instrumento que los espíritus de la logia negra utilizan para espiar a los habitantes del pueblo o transportarse entre mundos. No por nada la advertencia «las lechuzas no son lo que parecen» se escucha varias veces a lo largo de la serie.

The Bookhouse Boys
Conformado por habitantes de Twin Peaks como el Sheriff Harry S. Truman, el comisario Tommy «Hawk» Hill, «Big» Ed Hurley y James Hurley, los Bookhouse Boys son una especie de club secreto de vigilantes que mantienen la paz y el orden en Twin Peaks (a veces rayando en lo ilegal).

Cuando me veas de nuevo no seré yo
Es la frase que el Hombre de otra parte le dice a Dale Cooper en el último capítulo de la segunda temporada. Se puede tomar como algo literal, pues Michael J. Anderson, quien interpretaba el papel del Hombre de otra parte, no aparece en la nueva serie. Pero conociendo a Lynch y a Frost seguramente existe todo un significado mucho más complejo por interpretar.