En la lista de celebraciones tradicionales pocas me dan taaaaanta flojera como los baby showers. No tengo nada en contra de los embarazos o de celebrarlos, pero las fiestas con juegos en los que hay que adivinar cuánto mide la circunferencia de la panza de la futura mamá utilizando rollos de papel de baño producen en mí un aburrimiento que raya en lo hostil. Afortunadamente para todxs lxs asistentes de baby showers del mundo, Beyoncé acaba de reinventar esta festividad y, por lo menos yo, estoy dispuesta a subirme a ese tren.
En días recientes la cantante y su esposo, Jay Z, celebraron la próxima llegada de sus mellizos –los cuales deben nacer muuuuuy pronto. O sea, esa panza de embarazo no puede crecer más– con ‘The Carter Push Party», una fiesta que reunió a sus familiares y amigxs cercanxs en Los Ángeles. Y no, al parecer no hubo pastel en forma de biberón, ni globos rosas y azules, ni concursos sobre quién puede cambiar un pañal más rápido.
¿Qué hace diferente una push party a un baby shower?
Obviamente no lo sé a detalle porque no estuve ahí (Bey bebé, si estás leyendo esto invítame a la próxima), pero son evidentes algunos detalles…
1. Los hombres también están invitados
El nacimiento de un bebé, por simple cuestión biológica, requiere que un hombre (o al menos su esperma) esté involucrado en la ecuación, así que ¿por qué no hacerlos partícipes de la celebración? En los baby showers tradicionales los hombres no suelen ser invitados, quizá por aquel rollo sexista de que “los bebés son cosa de mujeres”, pero en una push party son muy bienvenidos.
2. Es temática
Corrígeme si me equivoco, pero los baby showers a los que he asistido no suelen tener mayor temática que el sexo del bebé. O sea, si es niña todo va en rosa, si es niño entonces en azul, pero en una push party al estilo de la familia Carter las temáticas son cosa seria e impregnan, no sólo la decoración y ambiente de la fiesta, también la vestimentas de lxs invitadxs.
En esta ocasión Beyoncé y Jay Z tomaron como inspiración la cultura africana incluyendo hermosos estampados y uno que otro animal print referente a la sabana. Por si fuera poco, Jay Z utilizó un kufi (sombrero tradicional africano) y Beyoncé un colorido turbante.
3. No hay vestidos holgados de maternidad
¡Todo lo contrario! Si algo ha quedado claro es que Beyoncé no conoce la sección de maternidad de las tiendas de ropa, y no tiene por qué. Para su push party utilizó un atuendo que dejó al descubierto su panza decorada con henna, que es como imagino que se hubiera visto Carmen Miranda embarazada.
4. Nada de estar sentadxs
Una push party no es una reunión para jugar lotería y comer sandwichitos, sino una FIESTA (así, en mayúsculas) para celebrar que en cualquier momento el bebé va a salir de la panza de su mamá, ¡y qué mejor manera de estimularlo que bailando! En ‘The Carter Push Party» hubo música (al parecer una banda africana estuvo tocando en vivo) y Beyoncé y Jay Z no se quedaron sentadxs.