No es ninguna sorpresa que cada cierto tiempo aparezca un término ingenioso en el mundo de la moda para designar una nueva tendencia. Sucedió con el normcore, el healthgoth, el athleisure… Y ahora ha pasado otra vez con el gorpcore, una palabra acuñada por el periodista de moda Jason Chen en un artículo para el sitio The Cut titulado First Came Normcore. Now Get Ready for Gorpcore (Primero vino el normcore, ahora prepárate para el gorpcore).
El término viene de la unión de las palabras gorp («una combinación de nueces, pasas, frutos secos, semillas o similares ingeridos en forma de botana energética por senderistas y alpinistas») y hardcore (duro, intenso). Y su relación con este nuevo estilo de vestir tiene que ver con la utilización de prendas tradicionalmente ocupadas para acampar o hacer senderismo, combinadas con un look más urbano.
Como explica Chen en su artículo, “El look no es exactamente el ‘camping chic’ que diseñadores como Givenchy, Lanvin, y –sobre todo– Prada mostraron en la pasarela. No se trata de una versión hiper-elevada y de alta moda de la ropa de senderismo. Gran parte de ella es más bien desafiantemente fea».
Piensa en ponchos, rompevientos y esas chamarras que parecen un sleeping bag portable. Ahora combínalas con sandalias Birkenstock o incluso las perturbadoras Tevas de tiras y velcro que utilizabas en la infancia. Pero, ojo, no hay que dejarse seducir sólo por esas prendas aventureras, pues el toque mágico del gorpcore viene de la habilidad de combinarlas con diseños más urbanos. «Vestirse de los pies a la cabeza con ropa para actividades al aire libre sería demasiado literal –se tiene que incorporar para comunicar que quien lo usa forma parte de la broma. El atuendo no es de diseñador, pero es moda, de la misma manera en la que cualquier estética ejecutada con intencionalidad –aunque insistente y disonante– puede convertirse en ‘un look'».
Si piensas que todo esto suena sospechosamente similar al normcore, no estás del todo equivocadx, porque sí puede considerarse su predecesor –en el sentido de que da prioridad a la comodidad sobre el estilo y no se preocupa por las marcas– pero el gorpcore lo lleva a un aún nivel más irónico y aventurero.
«Mientras que el normcore idealizó el centro comercial, incorporando indiscriminadamente tótems estilísticos a través de categorías suburbanas –ropa atlética al igual que grunge, al igual que skate, al igual que prep– esta nueva estética adora los bosques, definiéndose estrictamente por los idiomas de senderismo/camping/vestimenta al aire libre«, explica Chen sobre la particular estética del gorpcore.“[El gorpcore] transmite una iluminación más allá de las preocupaciones urbanas y burguesas: puedo sobrevivir perfectamente bien fuera de la ciudad –y con estilo, gracias. Nike (o Adidas o New Balance para el caso) no es parte de esto. Converse no es parte de esto. Gap no es parte de esto. (Tal vez Uniqlo pero sólo Heattech y sólo los puffers)”.
Algunos de los famosos que ya se han dejado ver «gorpcorizados» son el rapero A$AP Rocky, el fundador de No Vacancy, Tremaine Emory, el cantante Drake y la modelo Solveig Almaas, por nombrar algunos.
Aunque inevitablemente el gorpcore polarizará gustos y opiniones, lo curioso de las tendencias es que, generalmente, tienen una razón de ser mucho más allá de una mera expresión estética. Un origen entramado en la situación económica, social y cultural de un país, y Chen asegura que el gorpcore tiene un trasfondo político. “Es un impulso periodístico excesivo atribuir cada micro-fenómeno al malestar post-electoral, pero el auge del gorpcore –que exalta actividades que, en su conciencia ambiental, siempre se han considerado algo hippies o de abraza árboles– es un acto político… Gorpcore no es moda para uno de cada siete mil millones, ni tampoco es moda para el uno por ciento. Es una moda sobre vivir bien, hacer el bien y sentirse bien para aquellos a quienes quizá les importa demasiado”.