Ser adolescente es complicado. Todo en tu cuerpo comienza a cambiar, te salen granos, sientes que nadie te entiende y tus hormonas parecen estar en tachas 24/7. Por si fuera poco comienzas a tener tus primeros contactos con el sexo, ya sea masturbándote, con una pareja o con la imaginación a través de las historias y experiencias que ves en la tele o te cuentan tus amigues.
Viendo hacia atrás, me doy cuenta de que en mi camino hacia el descubrimiento sexual hubo una gran desinformación, no solo en relación a la protección y las cuestiones biológicas, sino a todo lo relacionado con mi placer, el consenso y las dinámicas sexuales. Por eso, si hoy pudiera hablar con mi yo adolescente le daría estos 5 consejos sobre sexualidad…
Mastúrbate
Y sin culpas. Esos impulsos que sientes son naturales y no son «asquerosos» ni tampoco «cosas que solamente hacen los hombres», así que deja de sentirte mal cada vez que lo haces.
Date la oportunidad de conectar con tu cuerpo y tu sexualidad sin sentir vergüenza. Con los años conocerás a mujeres fantásticas a las que no les da pena en hablar al respecto, y entonces te darás cuenta de que nunca fuiste «una degenerada», como tus compañeras de la secundaria solían llamar a cualquier mujer que mencionara la palabra masturbación.
Protégete
La pseudo educación sexual que te dan en la escuela es una basura y está enfocada en la prohibición, en el concepto de la culpa y en infundarte miedo sobre el embarazo.
En vez de asustarte, infórmate sobre cómo puedes tener una relación sexual segura. Existen distintos métodos anticonceptivos a los que puedes tener acceso de forma gratuita en clínicas de salud (y no, tus papás no tienen que enterarse). Siempre lleva contigo un condón (ya sea masculino o femenino) y aprende cuál es su correcto uso.
Lo más importante de todo, nunca dependas de la otra persona para tener sexo protegido ni te dejes manipular por quien piensa que «no pasa nada», «es que con condón no se siente tan rico» o «no exageres, no es para tanto».
La violencia sexual también se da en pareja
Solemos pensar que quien nos ama jamás podría hacernos daño, pero la violencia sexual también se da –y a menudo– en pareja.
Estar en un momento muy apasionado con tu novio –incluso si están sin ropa– no es sinónimo de consentimiento para que exista penetración. No estás obligada a hacerlo solo porque sea tu pareja.
Tristemente, en ocasiones tu novio intentará imponer su placer por encima de tu voluntad, porque piensa que tiene derecho a hacerlo, así es como la sociedad nos ha educado. Pero recuerda nadie debe obligarte a tener relaciones sexuales cuando no lo quieres, mucho menos forzarte.
Deja de pensar que las mujeres que disfrutan su sexualidad son «putas»…
Ni zorras, ni gatas, ni fáciles… Quítate eso de la cabeza y deja de juzgar a otra mujer por el número de novios que ha tenido, por si se agarró a un chico que acababa de conocer o por si le gusta tomarse fotos topless.
Cada quien tiene derecho a experimentar la sexualidad a su manera y es algo muy íntimo que no debería de incumbirle a nadie más que a las personas que lo hacen.
Además vivimos en una sociedad machista en la que se descalifica a una mujer por experimentar su sexualidad, pero se le aplaude al hombre por hacer lo mismo. No formes parte del problema.
Habla sobre tu abuso
La vergüenza que sientes no debe ser tuya, sino de quien te agredió. Así que, por favor, habla sobre tu abuso sexual con tu familia o amigos cercanos.
Si te da mucha pena decírselo a tus seres queridos, entonces busca ayuda psicológica y verás que el proceso de sanación será mucho más fácil. Es importante que sepas que no fue tu culpa, que no estás sola, que todo va a estar mejor.
En algunos años, cuando mires hacia atrás, descubrirás la fuerza inquebrantable que conseguiste de esa experiencia y la usarás para ayudar a otras mujeres que pasaron por una situación similar.
¿Tú qué consejos sobre sexualidad le darías a tu yo adolescente?