Nota: este texto no busca promover el uso de un anticonceptivo en particular, ni dar consejos generales sobre salud, sino ahondar en la experiencia individual sobre un método específico.
Todo empezó cuando decidí que no quería tener hijos, por lo menos durante los próximos años. Cuando me di cuenta de que había tomado esa decisión me puse a buscar cuál era el método anticonceptivo más adecuado para mí.
Las pastillas no me funcionaron porque mis rutinas son muy variables y en ocasiones me olvidaba de tomarlas, así que pasaba el resto del mes en un mar de angustia y desesperación que me impedía disfrutar de casi todo lo demás. En su momento alguien me habló acerca del implante anticonceptivo (o implante hormonal subdérmico) así que hice la correspondiente labor de investigación y esto es lo que puedo decir después de haberlo usado en dos ocasiones:
¿Qué es?
Se trata de una varita del tamaño de un cerillo que se coloca por debajo de la piel del brazo y libera una hormona llamada progestina durante un periodo de hasta tres años, después de lo cual se retira. Las hormonas del implante anticonceptivo protegen del embarazo de dos maneras: evita la ovulación y hace más espeso el moco del cuello del útero, impidiendo el paso de los espermatozoides al interior del útero.
El implante hormonal es caro, costando entre 3,500 y 4,000 pesos, sin embargo, si cuentas con IMSS esta opción se encuentra dentro del cuadro básico de métodos que tienes a tu alcance como derechohabiente (es lo que yo hice).
Si eres derechohabiente no necesitas cita para planificación familiar sólo debes averiguar cuáles son los horarios en los que esta área está abierta en tu clínica familiar. En la mía, por ejemplo, atienden de lunes a jueves de 2:30pm a 4:30. Deberás asistir, de preferencia, durante los cuatro primeros días de sangrado de tu menstruación.
La aplicación es rápida (10-15 minutos) y poco dolorosa, pues antes de colocarte el implante te pondrán anestesia local. Es como una especie de inyección que dentro de la aguja contiene el pequeño implante. Al terminar, te colocan una gasa y una venda pequeña, pero deberás tomar en cuenta que van a haber moretones que pueden tardar unos días en desaparecer. Saliendo de ahí podrás incorporarte a tus actividades normales únicamente evitando que el área se humedezca dentro de las siguientes 24 horas.
Después de eso el implante es totalmente imperceptible a la vista aunque tocando suavemente tu podrás darte cuenta de que está ahí.
Para retirar el implante será necesario asistir de nuevo a planificación familiar o al consultorio del ginecólogo. El proceso es un poco más complicado porque deberán hacer una pequeña incisión, pero igual es algo que dura unos minutos. Después de esto podrás quedar embarazada casi de inmediato, por lo que si embarazarte no está dentro de tus planes deberás tomarlo en cuenta..
Lo bueno
– No hay olvidos de tomar la pastilla o colocarse el parche, una vez colocado el implante te entregarán una pequeña tarjeta con la fecha en la que pierde la efectividad.
– Es económico si tomamos en cuenta que tiene una duración de tres años. Al mes vendría costando la mitad de lo que cuesta una caja de pastillas anticonceptivas.
– Es discreto. Si por alguna razón quieres evitar un embarazo sin que nadie se entere este puede ser el método para ti.
Lo no tan bueno
Tiene desventajas que pueden ser importantes o no dependiendo de tu situación, por lo que deberás evaluar esto antes de tomar una decisión:
– Hay un periodo de adaptación de aproximadamente seis meses en el que puede haber sangrados irregulares o “manchitas” entre regla y regla.
– Después de los seis meses es posible que no tengas sangrado menstrual en mucho tiempo. En mi caso, de tres a cuatro meses o más. Es decir, este método no es para ti si para sentirte cómoda prefieres ver tu regla cada mes.
– No te protege de infecciones de transmisión sexual: no está de más recordar que lo único que nos protege de esto, además de la abstinencia, son los métodos de barrera como el condón masculino o femenino. Saber que no hay posibilidades de embarazarte podría hacerte sentir más confiada y ocasionar que descuides la protección de tu salud sexual, que es un tema importantísimo.
– En el pasado hubo fallos en la anticoncepción debido a que no todos los profesionales de la salud sabían cómo colocar el implante. Debido a esto la nueva presentación viene con un dispositivo para la correcta aplicación.
Lo político
Una vez más es importante mirar la parte política del asunto. Este método, como la mayoría de los existentes (excepto por el condón y la abstinencia), pone el acento en que la responsabilidad de evitar un embarazo es de la mujer. Lo reconozco y lo acepto. Aun así, después de haberlo usado en dos ocasiones, puedo decir que es con el que me siento más a gusto.
Estamos en pleno 2017 y todavía hay muchísimas ideas negativas alrededor de los métodos anticonceptivos en todas sus variedades. En un rincón, agazapado, parece esconderse el temor de que determinados métodos afecten nuestra fertilidad incluso cuando hemos decidido que no queremos tener hijos. Como si la fertilidad fuera un patrimonio nacional o comunitario que tuviéramos que cuidar casi con independencia de nuestros deseos personales.
Para muestra basta un botón, pues el día de la madre tiene su origen, precisamente, como respuesta a la emisión de un folleto sobre el control de la natalidad llamado La brújula del hogar que se distribuyó en Yucatán en el año 1922 de la autoría de la enfermera Margaret Sanger.
Elegir un método anticonceptivo no es algo que deba tomarse a la ligera, aún así estoy firmemente convencida de que cada una debe tomar las decisiones sobre su reproducción como mejor le parezcan y se adapten a sus circunstancias. Si tienes dudas será muy bueno acercarte a un profesional de la salud y hablar con otras mujeres acerca de los métodos que ellas utilizan, sacar a colación el tema e intercambiar experiencias. Cada cuerpo es distinto, pero conocer lo que han vivido las otras puede ayudarte muchísimo al momento de tomar una decisión.
Que ningún escenario catastrófico de la rumorología impida que vivas tu sexualidad de forma responsable y feliz.