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#TertuliaMalvestida: Xuzzi, el hombre que ve la vida color de rosa

Actualmente en Instagram puedes seguir cualquier tipo de personajes, desde gente con cuentas de fitness que te hacen sentir mal por el brownie que te acabas de comer; celebridades que nada más sigues por el morbo de ver con quién salen, o viajeros que ayer andaban en Tombuctú y ahora están en la Patagonia y no te explicas cómo es que lo hacen. Pero dentro de todas las personas de Instagram que sigues, seguro no hay ninguna como Xuzzi. Al momento en el que entras a su cuenta te invade un sentimiento de ternura e inclusive llega a ponerte de mejor humor, y eso se debe a que en su  feed todo es color rosa.

Nos reunimos con él en Magnolia Bakery, una pastelería y restaurante en Polanco que, al igual que su cuenta, es un lugar hermoso con tonalidades pastel en sus mesas y paredes. Xuzzi, (pronúnciese Chu-si ) obviamente llegó a la cita con un perfecto outfit rosa pálido y un pin en forma de arcoíris de la marca Pom Pom en la solapa de la chamarra.

Pero, ¿siempre existió este Xuzzi tan rosado? “Pues el rosa siempre me gustó. En la secundaria yo lo ocultaba y decía que mi color favorito era el rojo… Hasta que en la universidad salí del closet y dije ¡ya! Lo mío es el rosa, es mi color y siempre lo va a ser”, nos explica mientras platicamos con él en una mesa rodeada de enormes pasteles, flores y galletas en forma de corazón.

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El originario de Tuxtla, Chiapas, está dentro de los Instagrameros más reconocidos en México y ha colaborado con marcas como Pantone, Vans, Liverpool y Veuve Clicquot, entre muchas otras, y ha llegado a conseguir cosas que en un principio nunca hubiera imaginado. “Me acuerdo que mi Instagram lo abrí un 24 de diciembre. Mi prima me estaba enseñando la aplicación y me dio curiosidad bajarla. Mi primera foto fue la del árbol de Navidad con todos los regalos, le había puesto un filtro espantoso y uno de esos marcos negros que parecía un negativo, ¡horrible!”.

Pero para Xuzzi, quien estudió diseño gráfico, la inspiración llegó cuando comenzó a seguir e interactuar con otras cuentas en Instagram. “No siempre fue todo tan lindo en mi cuenta. Fue gracias a los retos fotográficos semanales de los blogs Fat Mom Slim y JJ, que comencé a jugar con la fotografía», nos platica. «Una cuenta que me inspiró mucho fue @Violettetannenbaum. Su vida en París me parecía perfecta, llena de colores pasteles y diseños de moda. Pensé que esas eran mis goals y que yo también quería empezar a tomar fotos así».

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¡Y dio resultado! Pues cuando el fanático del rosa decidió que todas sus fotos llevarían este mismo color se empezó a hacer notar y a ganar seguidores. Sin embargo, hubo un momento clave que ayudó a disparar su popularidad en la red social. «Antes, Instagram tenía una lista de cuentas sugeridas de todo el mundo. Yo tenía como 5 mil seguidores y después de que ellos me mencionaron en esa lista llegué a tener 30 mil nuevos seguidores en dos semanas. Fue algo que me emocionó mucho”.

Actualmente Xuzzi tiene más de 260 mil seguidores, y es tan preciso y perfeccionista con su estética que afirma que no se atrevería a probar otro color que no fuera el rosa o ese tipo de tonalidades claras. “He querido darme más libertad de poder subir fotos de todo, me gustan mucho los colores neón, pero siento que hasta a mí me daría conflicto”.

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Xuzzi admite que más allá de ser una simple red social, Instagram ha cambiado su vida, ya que le ha permitido conocer a los que actualmente son sus amigos más cercanos, asistir a todo tipo de eventos y dedicarse a la fotografía. Pero ¿cómo mantenerse relevante en una red social que crece y se vuelve más competititva día con día? “Es difícil, pero yo creo que a mí me ha ayudado que soy creativo. Para seguir en esto se debe ser genuino y original. A mí me encanta hacer lo que hago, al final eso se ve reflejado”.

Más allá de su cuenta de Instagram, Xuzzi es una persona que realmente cree que la vida puede ser color de rosa si uno así se lo propone. “Tú haces tu vida rosa, tú ves el lado positivo de las cosas y el lado bueno. Eso es ver la vida en rosa”. Y hay que decirlo, a nosotrxs nos encanta mirarla a través de sus ojos.

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¡Al fin podrás tener una obra de arte de Basquiat! (Al menos en tu cosmetiquera)

Justo cuando pensábamos que Urban Decay no podía ser más cool, la marca acaba de anunciar una colección de maquillaje inspirada en Jean Michel Basquiat. Esto NO ES BROMA. Los trazos y colores del fallecido artista originario de Brooklyn, Nueva York (y amiguísimi de Andy Warhol) se han filtrado en todo el ADN de esta colaboración de 12 productos, que incluye paletas de sombras, labiales, rubor, delinadores y cosmetiqueras.

“Hemos sido fans del arte de Basquiat desde antes de los primeros días de UD; Así que cuando los responsables de su patrimonio se acercaron a nosotros para una colaboración basada en su obra, no podíamos esperar para empezar a crearla”, se explica en una declaración de la marca publicada por el sitio Temptalia. “Desde los colores y los nombres de las sombras hasta los empaques, TODO en esta colección evolucionó a partir del arte de Basquiat. Al igual que Urban Decay, Basquiat era un outsider que desafiaba el statu quo y usaba el color de manera no tradicional. Desde su trabajo informal de graffiti y la forma en que mezcló medios y colores, hasta la forma en que habló contra la injusticia social, es difícil imaginar un personaje más idóneo para nuestra marca”.

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La campaña de la colección, que saldrá a la venta en Estados Unidos el 20 de abril y llegará a México en mayo, es protagonizada nada más y nada menos que por Ruby Rose, quien saltó a la fama después de aparecer en Orange is The New Black. La elección de la modelo resulta más que acertada considerando que ella es una gran fan de Basquiat. De hecho, tiene un retrato de él tatuado en el brazo izquierdo y una de sus características coronas tatuada en el pecho.

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Jean Michel Basquiat se introdujo al mundo del arte a través del graffiti junto al artista Al Díaz, con quien firmaba sus obras como SAMO (SAme Old Shit), y más tarde en la pintura con su característico uso del color y elementos lúdicos.

Basquiat falleció en 1988 a los 27 años a causa de una sobredosis, pero dejó un legado que lo convierte, hasta el día de hoy, en uno de los pintores afroamericanos más reconocidos de toda la historia. Además de todo un icono de la cultura urbana de Nueva York.

Cómo salir de tu zona de confort y no morir de angustia en el intento

Alguna vez leí al reverso de un libro de superación personal, mientras esperaba mesa en una librería (porque soy tan hipster que tengo puros Murakami en mi librero), que la mejor manera de mantener el cerebro en forma es enfrentándolo continuamente a nuevos retos. Leer, viajar, aprender un idioma nuevo etc. en resumen, una serie de actividades que te hacen “salir de tu zona de confort”.

No me considero el tipo de persona que se sienta a esperar a que las cosas sucedan. Ya sabes, nacer, crecer, reproducirte y morir en un solo lugar, ahí donde parece “seguro”. Donde siguen pasando cosas estupendas y a veces desafortunadas, pero en donde sin darte cuenta vives en un clásico de los 60’s a la Randle McMurphy en One Flew Over The Cuckoo’s Nest, un filme donde todos –locos o no– están atrapados en sus traumas, miedos e inseguridades. Ahí donde tus equivocaciones pueden ser justificadas por ese diagnóstico que culpa a tu cerebro de tus tonterías.

Según el psicólogo israelí Shlomo Breznitz, a la gente le gusta hacer las cosas como las ha hecho siempre. El ser humano desarrolla rutinas y se encierra en ellas, por lo que ya no es necesario pensar, todo se hace automáticamente y el cerebro se va apagando. Pero hay una solución para los que esperamos llegar lúcidos a nuestra vejez, y es confrontando al cerebro con información nueva, forzarse a estar expuesto a la necesidad de cambiar, para así crear nuevas neuronas y desarrollar conexiones entre ellas.

Hace dos años, por decisión propia salí de mi zona de confort, y aunque trato de identificar el momento preciso que me hizo tomar la decisión, no logro encontrarlo en mi cabeza. Parece como si hubiesen sido un montón de cosas “insignificantes” que me hicieron detenerme un día mientras estaba sola, a observar mi vida y preguntarme si de verdad eso era todo. Apenas tenía 28 años y ya estaba sumergida en una rutina para la que aún no estaba lista, compartía departamento con mi novio en aquel momento y llevaba 6 años en el mismo trabajo.

Por alguna razón me sentía sola y muy confundida, sabía que algo pasaba conmigo y que era yo la que no estaba funcionando. Así que tomé la decisión de arriesgar todo lo aparentemente “estable”.

Rompí compromisos con otra gente y los reconstruí conmigo misma, me mudé a otro depa y descubrí que la vida con roomies puede ser muy divertida. Renuncié a mi trabajo y conseguí otro mejor, empecé a correr y ahora soy vegetariana, he viajado sola y regresado sin un rasguño. Quería hacer algo diferente en mi vida y experimentar cosas nuevas. Tenía que vivir antes de opinar (y eso que me encanta opinar).

Lo más difícil ha sido aceptar que no tengo el control de nada, lidiar conmigo cuando no hay nadie y aceptar que nada es para siempre. Pero puedo decir que ha sido la mejor y más importante decisión que he tomado en mi vida. Al final todo se fue acomodando para demostrarme que ese lugar ya no era para mí. Hoy, dos años más tarde, me siento distinta, más madura y convencida de lo que soy y quiero cerca. Me convertí en una mejor versión de mí, ahora doy pasos más firmes y decisiones más atinadas. Hoy sé que en cualquier momento puedo decidir ser mucho más feliz de lo que ya soy.

Y es que en la vida a veces es necesario tomar algunas medidas drásticas. El universo y las posibilidades son infinitas, tienes que probar y fallar en algunas cosas, permítete cagarla un poco. Detente un segundo y excava a lo más profundo de ti, deja a un lado el orgullo y averigua qué te hace feliz y qué te hace infeliz. Descifra lo que quieres ser y lo que no. Comprométete contigo, sigue tu corazón y confía en tus instintos, nadie sabe mejor que tú cómo hacerlo.

Lo cierto es que el miedo a lo desconocido y la incertidumbre nunca desaparecerán, la clave está en tener el valor suficiente para dejar ir. Suelta lo que tienes en las manos y permite que lleguen cosas, personas y experiencias nuevas que enriquecerán tu vida y te harán crecer.

Recuerda que todo es temporal. Como diría Bill Hicks, It’s just a ride.

Amara Beauty, la tienda de maquillaje que se encarga de tomar decisiones responsables por ti

Es un hecho que todxs queremos un mundo mejor. Eso significa que constantemente estamos en búsqueda de alternativas que nos permitan tomar decisiones más responsables para nuestra salud y el medio ambiente. Quizá procuramos comprar comida orgánica, adoptamos mascotas en vez de comprarlas, separamos la basura o realizamos algún tipo de labor filantrópica, pero un área que muchas veces es nuestro talón de Aquiles es la del maquillaje y los artículos de cuidado personal.

Hay quienes no podemos resistirnos a una buena ganga de esmaltes en el mercado o a la crema corporal de toda la vida, muchas veces ignorando cuáles son los ingredientes que contienen o si han sido probados en animales. Afortunadamente existen proyectos como la tienda en línea Amara Beauty, que se encargan de hacer el trabajo por nosotrxs y seleccionar productos libres de crueldad animal, orgánicos y/o veganos.

La creadora de Amara Beauty, Jimena Nocetti, nos explicó que la idea de la tienda surgió después de descubrir que en la ciudad en la que vive no hay muchas opciones para conseguir productos de belleza eco friendly. “Comencé a investigar sobre el tema y vi que muchas marcas comenzaban a hacer conciencia sobre las pruebas en animales, cosa que me pareció increíble. Después caí en la cuenta de que en Morelia casi no hay lugares donde puedas encontrar estas marcas, así que se me ocurrió ponerlas todas en un mismo lugar”.

Dentro de la variedad de productos de Amara Beauty puedes encontrar shampoos con ingredientes biodegradables libres de sulfatos; cremas con aloe y lípidos arroz; un exfoliante corporal a base de azúcar y vainilla; desmaquillante de algas marinas o desodorante de bicarbonato y aceite esencial de tea tree. Además de maquillaje de marcas como Ere Pérez y Ahal, de las que ya te hablamos en este post.

Los lineamientos para que una marca pueda formar parte del catálogo de la tienda son “ que la empresa –y sus proveedores– sean libres de crueldad animal. Es decir, que no realicen pruebas en animales. Normalmente las marcas que entran deben estar certificadas, ya sea con PETA o con Leaping Bunny«, explica Jimena.

En un futuro, Nocetti planea añadir aún más marcas y productos a la tienda, siempre dándole prioridad a los productos hechos en México. “Me interesa muchísimo apoyar –y que nos apoyemos entre nosotros– para difundir el valor de México. De todas las firmas que manejo sólo una es estadounidense. Además, a partir del lanzamiento de Amara he descubierto más y más marcas mexicanas que me han fascinado y que muero por tener en la tienda”.

Con este tipo de iniciativas es cada vez más sencillo transformarnos en consumidorxs responsables, y para que te animes a intentarlo la tienda ha creado un cupón especial para lxs lectorxs de Malvestida. Simplemente utiliza el código Malvestidamx y recibe un descuento del 15% en tu compra.

5 instrumentos fuera de este mundo con los que sólo Björk pudo haber creado música

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Björk siempre ha estado adelantada a todos los seres humanos, y hay incluso quienes piensan que ella fue la elegida de su planeta extraterrestre para conquistar la Tierra. Que cuando alguien escucha su música está mandando ondas cerebrales de regreso a ella, con toda la información que su comunidad alienígena necesita para conquistar a los humanos.

O, tal vez, su misión en esta vida sólo sea la de hacernos escuchar buena música, música que está fuera de este planeta, y que logra crear con ayuda de algunos terrícolas, quienes han puesto en escena instrumentos únicos y nunca antes vistos.

Aquí te dejamos la lista de los más raros, interesante e increíbles. Esperemos que en sus próximas presentaciones en el Auditorio Nacional y en el festival Ceremonia nos sorprenda con alguno de ellos.

1.- Gameleste

Bjorvin Tomasson, el mejor creador de órganos en Islandia, fabricó especialmente para el proyecto de  “Biophilia” un perfecto híbrido que combina lo digital con lo análogo, mezclando el antiguo órgano (como esos que se escuchan en las iglesias) y las secuencias electrónicas MIDI (abreviatura de Musical Instrument Digital Interface). Resulta que también lo puedes controlar con tu iPad, sin necesidad de cables.

2.- Tesla Coils

Casual, a Björk se le ocurrió hacer música con rayos. El ritmo que usa en “Thunderbolt” se compuso a partir del lapso de tiempo que tarda un rayo en tocar la tierra. Para lograrlo usó las bobinas de Tesla (un tipo de transformador que produce altas radio frecuencias), que producen un sonido eléctrico y bastante excéntrico.

3.-  Reactable

Creado por el Music Technology Group de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, es una mesa redonda en la que se van poniendo diferentes fichas, cada una con una función: generador de sonido, filtro o modulador. Estas se van relacionando entre ellas, con la visión de un proyector situado debajo de la mesa. ¡Que alguien me explique!

4.- Gravity Pendulum Harp

Uno de los instrumentos de Björk que más han impactado. Fue creado por Andy Cavatorta, escultor que trabaja con sonidos y robótica. Consiste en cuatro péndulos de 11 cuerdas cada uno, controlados con un software que hace sonar notas musicales de acuerdo a la posición de cada poste.

5.- Sharpsichord

Es como la caja musical que seguramente tuviste en la infancia, solo que pesa 2.5 toneladas. A Henry Dagg le tomo años construir lo que al principio sería una escultura interactiva para el jardín de Cecil Sharp House. Este instrumento funciona con un cilindro que, por medio de una pequeña percusión, hace sonar las notas que amplifican por un gramófono gigante. ¿Cómo lo llevaron a los conciertos? Seguramente con los poderes sobrenaturales de Björk.

No imaginas qué accesorio característico del Hip Hop ochentero está de vuelta

Apenas va terminando la temporada otoño-invierno 2016/17 y ya sabemos qué es lo que veremos en las tiendas para estas fechas el próximo año. Una influencia que se posicionará con fuerza será la del hip-hop, en particular la esencia de finales de la década de los 70 y los 80.

Si fuiste fan de Salt-N-Pepa o has visto en Netflix series como The Get Down y el documental Hip Hop Evolution, ya sabes de lo que estamos hablando. Abrigos XXL, ropa deportiva, cadenas de oro, y, wait for it, muchos SOMBREROS, en especial el bucket hat.

El regreso del Bucket Hat

Marc Jacobs fue uno de los diseñadores que apostó por esta estética en su colección otoño-invierno 2017/18 presentando a sus modelos con todo tipo de boinas y bucket hats, algunos con lentejuelas y otros tejidos, pero todos bajo la premisa “mientras más grande, mejor”.

«[La colección] es un reconocimiento y un gesto de mi respeto hacia el cuidado y la consideración aplicada a la moda de una generación que será para siempre la base de la cultura juvenil y el estilo de calle», explicó el diseñador sobre la inspiración detrás de su colección llamada Respect.

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Esencia hip hop

El director creativo de Coach 1941, Stuart Vevers, quien dijo haberse inspirado, entre otras cosas, en el libro Back in the Days, también se sumó al estilo hiphopero con accesorios característicos de esa cultura urbana.

La firma Miu Miu no se quedó atrás y presentó sombreros estilo Gatsby forrados en peluche y decorados con hebillas, de esos que bien podría usar Andre 3000 para sacar a pasear a su perro (si es que tiene) cualquier martes por la tarde.

https://www.instagram.com/p/B1JLI_5DBRY/

Ve consiguiendo tu sombrero…

Tan sólo con esas tres marcas (que suelen ser de las más imitadas respecto a lo que llega a las cadenas de fast fashion cada temporada) tenemos suficiente material para aventurarnos a asegurar que los sombreros que adornaron las cabezas de lxs grandes raperxs de los 70 y 80 estarán de vuelta.

Así que es hora de ir rescatando la boina tejida que te regaló tu abuelita o el gorro estilo pescador que heredaste de tu hermana fanática de Run DMC, y dejarte influir por ese espíritu de cambio, reflexión y revolución que se originó en el Harlem y Bronx de Nueva York y que hoy traspasa fronteras en la música, el arte y, próximamente, tu guardarropa.

Miu Miu
Foto. Miu Miu

Las medias de red, ese nuevo viejo objeto del deseo

Las medias de red están por todos lados. Las vemos en las editoriales, los escaparates, las celebridades, las calles, e incluso basta con hacer una búsqueda rápida en Instagram con el hashtag #fishnets para encontrar más de 367 mil resultados. Se llevan con vestidos, shorts o falda y hasta debajo de los jeans. Pueden ser formales o informales. Y entre titulares que señalan que las fishnets hicieron su regreso triunfal, nosotras nos preguntamos, ¿es que alguna vez se fueron?

Aunque es innegable que estas medias viven un momento de nueva popularidad apareciendo hasta en las cadenas de fast fashion, la realidad es que llevan años vendiéndose en los supermercados y tiendas departamentales, con marcas que pueden costarte menos de $100 pesos (Hola, Dorian Grey).

Quizá este nuevo boom se debe a que la capacidad de las medias de red para denotar sensualidad sigue tan vigente como desde hace 90 años, cuando formaban pieza clave de los atuendos de las bailarinas de burlesque. O a su espíritu rebelde, después de que en los años 70 la cultura punk las adoptara para su look. Como sea, ahora vuelven a estar en el centro de atención y más versátiles que nunca, así que decidimos ir a comprar algunas y rendirles homenaje con una pequeña sesión de fotos.

Fotos. Mariana Figueiredo (@marfilu)
Modelo. Luisiana (@luisianaluisiana)

Esta rosa de chocolate es sólo para verdaderxs fans de La Bella y la Bestia

Si eres fan de La Bella y la Bestia y del chocolate, es mejor que estés sentada para lo que te vamos a contar, porque se trata de la combinación de justo esos dos elementos.

El maestro chocolatero José Ramón Castillo, de la marca Que Bo! (sí, la misma de los chocolatitos hermosos de colores que parecen pinturas de labios), ha decidido homenajear la nueva película live action de Disney creando un postre de edición especial que a la vez es una pieza decorativa.

Se trata de la icónica rosa roja de la película “hecha con 85% cacao, pistoleada en rojo con dos pétalos en caída en textura de chocolate estilo piedra”, según se explica en el comunicado de la firma chocolatera, cuyos productos son de origen 100% mexicano. Además, la pieza viene en una caja transparente decorada con motivos de la película ????

Rosa Que Bo!

“Esta rosa se hizo para la premier de la película La Bella y la Bestia y la tendremos a la venta en cualquiera de las tiendas Que Bo! durante el mes de marzo”, comenta el chef. El costo de la rosa es de $300 pesos.

No es la primera vez que José Ramón toma inspiración de las películas de Disney para crear un chocolate de edición especial, ya que en 2016 realizó cinco bombones basados en los personajes de El Libro de la Selva.

No sabemos si es mucho pedir, pero en vista de que en 2018 saldrá la versión live action de Mulan, ¿podríamos esperar una estatuilla de ella con un bō (bastón de bambú) dando una patada ninja en el aire?

Bueno, es sólo una idea.

Cualquier persona puede convertirse en un troll en internet, y este estudio lo comprueba

¿Hater se nace o se hace?

Si alguien sabe sobre trolls del internet y sus mensajes de odio, esa soy yo, porque aunque me dé algo de pena admitirlo, en algún punto de mi vida fui una especie de Vine star (término que odio).

Y no sólo me sorprendió la cantidad de gente que podía verme haciendo tontería y media, sino que me impactó la cantidad de haters que no tenían nada mejor que hacer que comentar que hablaba como zipizapa, que si era una idiota o que si me parecía a Dave Grohl (bueno ese fue un gran comentario, tengo que admitirlo).

Pero entonces me preguntaba: Si un día alguna de esas personas me viera en la fila del super, ¿de verdad se atrevería a decirme un comentario ofensivo?

Una epidemia

El problema de los trolls ha llegado a ser tan grave que varios sitios –como Vice– han decidido remover por completo la sección de comentarios de sus páginas. Otros –como el Norwegian Public Broadcaster– han propuesto hacer una pregunta sobre el artículo antes de que se pueda publicar un comentario, para ver si en realidad los cyber-bullies se han informado antes de comentar.

Inclusive Google está trabajando en la aplicación de una interface que detiene los comentarios abusivos antes de ser publicados.

¿Pero por qué los trolls se desahogan tanto online? ¿Así de bullies son en la vida real?

Un estudio sobre los trolls en internet

El profesor de la universidad de Stanford, Justin Cheng, quiso investigar si este acto era innato del troll o si los factores a su alrededor lo llevaban a explotar en redes sociales.

“Queríamos entender por qué el trolling es tan frecuente hoy en día… Si bien el conocimiento común es que los trolls son individuos particularmente sociópatas que ocasionalmente aparecen en las conversaciones, ¿son realmente sólo estas personas las que están trolleando a otros?», explicó el investigador en informática en un artículo publicad por la universidad de Stanford.

El experimento

El experimento constó en pedirle a 667 personas que hicieran un examen, a algunos les toco uno bastante fácil y a otros uno extremadamente difícil.

Después se le pidió a los participantes que leyeran un artículo y dejarán un comentario. En el resultado era notable que aquellos que habían hecho el examen fácil ponían comentarios neutros o hasta positivos, mientras que los que habían salido del examen difícil tenían el peor humor y se desahogaban en la zona de comentarios, demostrando que el estado de ánimo y contexto de una persona son factor clave sobre la forma en la que ésta se expresa en el mundo virtual.

El estudio realizado en las universidades de Stanford y Cornell, en Estados Unidos, también descubrió que los comentarios negativos aumentan cuando existe un refuerzo colectivo por parte de otros comentarios del mismo tono.

Así que, básicamente, a mayor mala vibra en la zona de comentarios, mayores trolls. «Es una espiral de negatividad», explicó el profesor asociado de ciencias de la computación, Jure Leskovec.

«Una sola persona que se despierta irritada puede crear una chispa… Estas chispas pueden salirse de control hasta convertirse en cascadas de mal comportamiento. Las malas conversaciones conducen a malas conversaciones».

Odio colectivo

Para sustentar los resultados, se analizó la data de más de un millón de usuarios, 200 mil discusiones y 26 millones de posts en la sección de comentarios de CNN.

Los investigadores buscaron a qué hora y qué día de la semana se posteaban los comentarios más ofensivos, y descubrieron que es en la noche (entre las 10:00 pm y 3:00 am) y en los primeros días de la semana (domingo y lunes) cuando más comentarios haters se recibían.

Además, los comentarios se vuelven aún más intensos conforme se sigue una discusión, ya que las respuestas pueden ir aumentado en agresión y ser cada vez peores, sin llegar necesariamente a una resolución.

Así que si te peleas con el novio, reprobaste un examen o el vecino de arriba no te deja dormir, mejor no te desahogues en los comentarios de las publicaciones que sigues. Prepárate un buen tecito de tila, relájate y piensa en que no es necesario unirte al espiral de la negatividad que se genera en las redes sociales.

Estas blusas inspiradas en el arcoíris son el toque de color que tu outfit necesita

Con la primavera a la vuelta de la esquina llegó el momento de planear la transición de nuestro guardarropa de la temporada de frío a la de calor, y parece ser que Alejandra Quesada encontró una solución cómoda, accesible y muy divertida para lograrlo.

Inspirada en la gama de tonalidades del arcoíris, la diseñadora mexicana ha creado Rainbow Slight, una mini colección que retoma la clásica blusa de mesh para teñirla en colores vivos y transformarla en un básico de todos los días.

Con colores como el amarillo, azul, rosa, morado, verde, lila y rojo, esta prenda puede llevarse por sí sola o debajo de blusas y vestidos para añadirle un toque diferente a tu look. “Rainbow Slight es muy útil, ya que la puedes usar para todo tipo de ocasiones, tanto para crear un look formal como algo más casual, dependiendo en cómo lo uses o con qué lo combines”, se explica en el comunicado de la colección. La diseñadora también recomienda usarlos debajo de aquellos suéteres que por la composición de su tela pueden causar algo de comezón.

Rainbow Slight de Ale Quesada
Rainbow Slight de Ale Quesada

Cada Rainbow Slight tiene un costo de $490 pesos y todas son unitalla, por lo que lo único de lo que tienes que preocuparte es elegir tu color favorito. “Su composición es ligera, está fabricada en Mesh y su corte es para todo tipo de cuerpos. La cual hace que su uso sea muy cómodo”.

¡¡Queremos 10 para llevar!!

Explicaciones que nadie pidió sobre mi presunto feminismo

La primera vez que me preguntaron si era feminista dije que no. Estaba estudiando la preparatoria en una escuela particular y católica donde el número de varones rebasaba el de mujeres y me quejaba, muy quedito, de que las dos mujeres del equipo estuviéramos haciendo el trabajo de todos los integrantes.

Dije que no era feminista porque, tal como lo veía en ese entonces, no identificaba ahí una cuestión de género como el elemento que trazaba las directrices de nuestra dinámica. Nada más dije lo que estaba viendo: somos cinco y solo dos trabajamos, estas dos somos mujeres.

Me pareció que la pregunta era una manera de descalificarme, no sólo porque quien me la hizo se estaba riendo, sino porque en aquel entonces yo pensaba que el feminismo era una causa trasnochada que ya no tenía nada que ver con el mundo que a mí me estaba tocando vivir.

«Tú no eres feminista»

Según la Real Academia Española, la primera acepción al significado de presunto es supuesto. Es decir «considerado real o verdadero sin la seguridad de que lo sea».  A mí dos veces en la vida me han dicho: “tú no eres feminista”, fueron dos hombres en circunstancias muy diferentes.

Lo curioso es que en verdad coincidí con ellos porque hasta entonces yo nunca había mencionado el término feminista como algo que me definiera, siempre sentí que me quedaba muy grande. Pensaba que, en caso de querer serlo, debía cumplir con una serie de normas estrictas que al final de cuentas iban a alejarme de todos, porque el mundo es de cierta forma y tratar de cambiarlo todo de una vez es una tarea, no sólo titánica, sino ingenua.

Entonces, ¿por qué estas personas estaban reprobándome como la feminista que yo jamás había asumido ser? Misteriosos son los caminos del señor.

«Exageras»

Exageras. Es la palabra que más he escuchado desde que dejé de avergonzarme de señalar lo que me parecían obvias injusticias, cada que me pregunto cosas como: este pasajero del camión, ¿tiene que abrir sus piernas todo lo posible sin importar que yo esté en el asiento de al lado?

¿En verdad es lo mejor quedarme callada cuando alguien me grita en la calle? ¿La respuesta ante las agresiones debe ser “mejor no les hagas caso”? ¿Es mucho pedir que las mujeres podamos tener espacios no mixtos sin ser agredidas por eso?

¿Es normal que cuando camino por la calle y escucho pasos me sienta temerosa si el otro peatón es un hombre? ¿En verdad importan poco las modificaciones al lenguaje? Y si importan tan poco ¿por qué estas modificaciones causan tanto escozor cuando se hacen en sentido contrario al habitual?

¿Podríamos hacer alguna lectura de que la mayor parte de los asesinatos a mujeres son por parte de sus parejas? ¿Por qué en los festejos familiares ellos se quedan sentados y nosotras nos ponemos de pie como un resorte para servir la comida? ¿Los chistes sexistas, son sólo chistes?

Estas preguntas no son retóricas. La fuerza de la costumbre y el discurso dominante provocan que cuestionarse algunas cosas densifique el ambiente y llene el derredor de hostilidad, por eso muchas veces también me he callado, he creído que lo mejor es hacer como si no viera cosas, como si no sintiera miedo. Me he hecho creer que estoy exagerando.

Encontrarme en otras mujeres

La conversación con otras mujeres es uno de los actos más liberadores que he conocido hasta ahora. Ayuda, entre otras cosas, a nombrar lo que acontece y a saber que lo que me pasa a mí le ocurre (qué casualidad) también a la otra. “Será que somos raras”, decimos.

Pero luego va saliendo “esto le pasó también a mi prima”. Y así jalamos el hilito y nos pasa a todas o casi todas. La consecuencia lógica sería llegar a la conclusión de que se trata entonces de un problema sistémico y no uno particular, pero, unos minutos antes de acercarnos al desenlace de la conversación, puedo ver a mi amiga/prima/socia esbozar una sonrisa nerviosa y deslindarse con una frase del tipo “pero bueno, tampoco es cosa de ponernos como las feministas”.

La presión de llamarte feminista

Cuando uno anuncia que cambió de trabajo la gente siente curiosidad, hace preguntas, lanza felicitaciones, aun cuando se ha cambiado a un trabajo completamente distinto del de su interlocutor. Ahora bien, cuando dejas ver que eres feminista suele hacerse un silencio raro. Los conversadores más pacíficos cambian tema, los otros van desde la broma hasta el cuestionamiento indignado, como si tu posicionamiento estuviera atentando contra su propiedad o su persona ¿Qué miedo subyace bajo esta palabra?

Entiendo el enojo, nadie quiere que se le identifique como la parte agresora de una dinámica, por eso, al escuchar hablar de feminismo muchos hombres reaccionan como si se les atribuyera el peso de toda la maldad del mundo. Esta es la razón por la que aquel amigo con quien te sentías tan identificada te mira con extrañeza, y se pregunta cómo es posible que le “compres” el discurso al feminismo que “es una cosa exagerada”.

Declararse feminista parece ser una invitación para que cualquiera se acerque a inspeccionar tramo por tramo de tu vida, a ponerte el examen. Sin cuidado, tomará una sección de tu historia y con la satisfacción del bacteriólogo dirá “Ajá, ¿no que muy feminista? Ahora explícame esto”.

Si no pagaste la cuenta, si te pusiste tacones, si utilizas sujetador o si no lo haces, si te gustan los niños, si los llevas a la guardería, si todos tus compañeros son hombres, si la mayor parte de tus amigas son mujeres, si siempre andas con el peinado prolijo. Nada de esto importa en sí de forma aislada, pero una vez que te identifiquen como feminista –lo hayas declarado o no– estarás bajo la lupa.

Un problema estructural

Todos somos protagonistas de nuestras vidas, claro, pero cuando hablamos de patriarcado, queridas personas, no nos estamos refiriendo a Juan Cantillo o Ignacia Gómez (nombres ficticios) en particular, sino a toda una estructura que pone las condiciones para que ciertas dinámicas de opresión se perpetúen bajo la apariencia de ser algo natural e inocente.

Ya lo menciona Catalina Ruiz Navarro en su artículo ¿Pueden los hombres ser feministas?. Claro, pueden ser aliados, sólo que eso va a implicar que hagan cosas que normalmente no hacen, como no estar en el centro del movimiento, escuchar más que hablar y estudiar el feminismo por sí mismos en lugar de esperar que su compañera venga a explicárselos.

Dice Rosa Luxemburg que quien se siente muy libre es porque no se ha movido lo suficiente como para escuchar las cadenas que le esclavizan. Suena fuerte y además exagerado. Ahora bien, para saber qué tan exagerado o no es, basta con hacernos una pregunta sencilla: en una familia (con sus múltiples variedades) ¿quién hace cada tarea y cómo se decidió esto? ¿Fue consenso o las cosas “se fueron dando”? ¿Las cosas se fueron dando de tal modo que la mayor parte de las tareas las hacen las mujeres (tías, hijas, abuelas)?

Analizando las dinámicas familiares

La prima de una amiga, de cuyo nombre no logro acordarme, hizo el experimento de analizar la proporción de las tareas de su casa y al notar asimetría informó a su compañero que a partir de entonces él se encargaría de la compra de los víveres.

Su compañero es muy progresista y por eso desde la primera semana se unió sin disgusto al reto. Llegado el día de ir al súper solicitó la lista de los ítems faltantes de la despensa  y las indicaciones acerca de dónde comprar cada cosa. Al llegar, dejó la compra en la cocina para que su compañera la acomodara.

Si puedes ver por qué el compañero de esta chica no ha entendido el mensaje eso significa que tú has comprendido mucho y es posible que se te califique como presunta feminista.

Por si las dudas, después de este recorrido vital sobre el tema, yo me declaro responsable de los cargos que se me imputan: soy feminista.

Chimamanda Ngozi Adichie acaba de lanzar un nuevo libro, justo a tiempo para el Día de la Mujer

Con perfect timing, la escritora Chimamanda Ngozi Adichie, a quien probablemente recuerdas por ser la autora de «Todos deberíamos ser feministas«, acaba de lanzar un nuevo libro llamado «Dear Ijeawele, Or A Feminist Manifesto In Fifteen Suggestions», publicado en español como «Querida Ijeawele: Cómo educar en el feminismo», justo un día antes de que a nivel mundial se celebre el Día Internacional de la Mujer.

Basado en una carta que le escribió a una amiga de la infancia, después de que ésta diera a luz y le pidiera consejos para educar a su hija como una feminista, la escritora nigeriana expone 15 sugerencias puntuales para empoderar a las mujeres desde pequeñas y educar a los hijos en la equidad de género.

“Considero una urgencia moral mantener conversaciones sinceras acerca de educar de otro modo a los hijos, de crear un mundo más justo para hombre y mujeres”, explica Chimamanda en el primer capítulo de su nuevo libro, en el que se pueden leer consejos como “En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad”.

En su libro, Chimamanda también habla sobre dos herramientas básicas para plantear cualquier pensamiento o situación desde el feminismo. «Para mí, el feminismo siempre es contextual. No tengo una norma grabada en piedra; lo más parecido a una fórmula que tengo son mis dos «Herramientas Feministas» y quisiera compartirlas contigo como punto de partida. La primera es tu premisa, la creencia firme e inflexible de la que partes. ¿Cuál es tu  premisa? Tu premisa feminista debería ser: Yo importo. Importo igual. No «en caso de». No «siempre y cuando». Importo equitativamente. Punto. La segunda herramienta es una pregunta: ¿Puedes invertir X y obtener los mismos resultados?”. Así, a través de experiencias y reflexiones personales, la nigeriana propone una educación que se aleja de los estereotipos y roles de género para centrarse en la creación de una sociedad más equitativa.

«Querida Ijeawele: Cómo educar en el feminismo» estará disponible en Amazon en formato de ebook o libro físico a partir del 28 de marzo, y promete ser un material de cajón para toda mamá y papá feminista.

Regalos para hacer muy feliz a una feminista

Todxs tenemos (o deberíamos tener) una feminista de cabecera. Esa amiga que nos explica pacientemente –y a veces al borde del colapso– lo que es el patriarcado. La que nos da clases de historia sobre mujeres maravillosas e incluso nos saca de la cama para marchar y exigir la igualdad de género. La amiga que nos habla sobre la importancia de vivir y explorar nuestra sexualidad, la que lucha, pero también celebra. Y es para ella para quien creamos esta especial lista de regalos con mucho Woman Power, pero también para ti, porque quizá tú eres esa feminista de cabecera de tus amigues.

Aunque sabemos que un objeto no hará que los problemas e injusticias a los que se enfrentan las mujeres todos los días se resuelvan, sí es una buena forma de llevar muy de cerca esos ideales e incluso despertar la curiosidad de las personas a tu alrededor y fomentar una plática al respecto. Además, algunos de estos proyectos donan parte de sus ganancias a organizaciones promujeres, así que la alegría de comprarlos es doble.

Libro para colorear de Gemma Correll

Colorear ya no es cosa sólo de niñas, también puede ser todo un pasatiempo de mujer adulta.

Con actividades como el «Bingo de los medios sexistas» y un «ABC feminista», este libro es ideal para distraerte durante tu síndrome premenstrual.

$234 MXN

Playera de Marfa Studio

Esta playera debería ser un must en el closet de cualquier mujer (y hombre).

Otra de las creaciones de este estudio de diseño de Torreón es una t-shirt con el hermosísimo slogan: «Less machos, more nachos».

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Dije de Tuza Jewelry 

La vagina es un órgano poderosísimo, y merece ser homenajeado como tal con este dije bañado en oro de 14 quilates. Hecho orgullosamente en México.

Además la marca ha donado parte de las ganancias a la organización Planned Parenthood.

 $85 – $115 USD*

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Un tatuaje de Carla Escareño

Para las que son fans de los tatuajes, nada más lindo que un dibujo que hace homenaje a la figura femenina.

Haz tu cita con esta tatuadora/ilustradora para un diseño personalizado.

Parche Hilos Shop

Estos parches hechos con mucha identidad mexicana buscan concientizar sobre el machismo del país a través de sus divertidos y lindos diseños, ideales para darle un toque de estilo a una chamarra de mezclilla.

Playera Mancandy

A pesar de que en varias redes sociales se prohíbe mostrar el pezón femenino, este diseñador mexicano creó la playera con la que ni Instagram podrá censurarte.

$80 USD

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Collar de Amandina Joyería

Estas diseñadoras mexicanas quisieron representar con una palabra lo que toda mujer es ¡y lo materializaron en un collar! Porque no hay manera más bonita de decirle a una mujer “te quiero” que diciéndole que es una chingona.

*El 100% de las ganancias serán donadas a Fondo Semillas.

Lo que no sabías (pero tu cerebro sí) sobre estos personajes de Disney

Bella, Cenicienta, Alicia, Elsa, Wendy. ¿Qué tienen en común todos estos personajes femeninos de Disney? Sí, evidentemente que salen airosas de los enredos en los que se ven envueltas, pero también algo mucho más sutil: todas visten de color azul. Aurora, la princesa Tiana y Ariel también llevan esa tonalidad en algún punto de sus historias.

¿Casualidad? ¿Preferencias del equipo de animación? ¿Mensajes ocultos?

De acuerdo con la revista Allure, “el vestido azul parece ser el favorito de ingenuas a punto de embarcarse en una aventura fuera de su ámbito de experiencia”, y es que si algo ha quedado demostrado, es que los colores impactan la forma en la que percibimos las cosas, muchas veces sin siquiera notarlo. Asociamos el amarillo a la vida y la abundancia, el rojo al peligro, el verde a lo natural y ¿el azul?

“El azul se percibe como fidedigno, confiable y comprometido. El color del océano y el cielo, el azul es percibido como una constante en nuestras vidas”, se explica en el sitio sobre psicología del color Sensational Color.

La directora ejecutiva del Instituto de Color Pantone, Leatrice Eiseman, también está de acuerdo. “Es algo a lo qué aspirar, ver ese cielo azul. Es honrado, es confiable. Puede nublarse, pero sabemos que está ahí”, explicó a Allure sobre el color típicamente asociado a los varones. “Le añades un poco de poder al personaje al darle el color azul. Es una forma muy sutil de decir ¡Sí, las mujeres, las niñas también pueden estar empoderadas”.

Para profundizar aún más en la importancia de este color en los personajes femeninos, la revista habló con la diseñadora de vestuario Jacqueline Durran, responsable de la indumentaria en la adaptación live action de La Bella y la Bestia con Emma Watson. “Aunque no eliminamos por completo el azul en la villa, Bella es distinguible dentro del pueblo por ser la única que viste una columna de azul. Ella destaca como alguien que es diferente en su entorno”, mencionó.

Y es que aunque no podemos asegurar que ésa sea la razón por la cual el azul es uno de los colores predilectos de los creadores de personajes de Disney, al menos ahora sabemos de qué color es buena idea vestir cuando queramos proyectar confianza, constancia y, por qué no, cierto aire de heroína.

Nos fuimos a comprar, beber y tomar fotos a la 2da edición de Colectivo Diseño Mexicano

Con la idea de crear un espacio en el que los diseñadores independientes mexicanos pudieran poner a la venta sus productos y abrirse a nuevos mercados, Daniel Herranz y Paola Palazón crearon Colectivo Diseño Mexicano, una pop up store en donde las marcas ofrecen sus productos con descuentos que van desde el 20% hasta el 60%.

Quien se da una vuelta por el bazar puede encontrar todo tipo de productos de la mejor calidad, joyería, ropa, zapatos, accesorios de piel, proyectos editoriales e incluso artículos de aseo personal, además de aprovechar para beberse una cervecita o carajillo (que te dan de cortesía al registrarte).

Nos fuimos a dar una vuelta a la segunda edición de este proyecto emergente que cada vez toma mayor fuerza. La sede fue el último piso del espacio de coworking We Work (Varsovia 36. Col Juárez), en donde aprovechamos para comprar cosas hermosas y tomar fotos con una cámara instantánea a la gente con mucho estilo Malvestido ????

¿Apareces en nuestra galería?




Si eres mujer, te decimos por qué debes (y puedes) faltar al trabajo el 8 de marzo

Como cada año, el 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha que aunque pueda parecer el pretexto ideal para que te regalen flores y chocolates por tener una vagina, en realidad es un día para reflexionar sobre los problemas que afectan a millones de mujeres alrededor del mundo y que nos impiden lograr la igualdad de género.

Este año, la temática principal es «Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030” y busca arrojar luz sobre la desigualdad que viven las mujeres en el ámbito laboral y la importancia de reconocer y dividir el trabajo no remunerado.

De acuerdo con una publicación de ONU Mujeres, “Apenas el 50% de las mujeres en edad de trabajar están representadas en la población activa mundial, frente a un 76% en el caso de los hombres. Es más, una abrumadora mayoría de las mujeres trabaja en la economía informal, subvencionando el trabajo de cuidados y doméstico, y se concentran en empleos peor remunerados y con menos cualificaciones, con poca o ninguna protección social”.

Bajo esa premisa, la organización que creó la Marcha de las Mujeres en Washington ha hecho un llamado a través de su página web para que el 8 de marzo ninguna mujer trabaje (en la oficina ni en casa), a manera de huelga general en la búsqueda de una sociedad más equitativa.

“Con el mismo espíritu de amor y liberación que inspiró la Marcha de las Mujeres, nos unimos para declarar el 8 de marzo ‘Un Día Sin Mujeres’, reconociendo el enorme valor que las mujeres de todos los orígenes agregan a nuestro sistema socioeconómico –mientras reciben salarios más bajos y experimentan mayores desigualdades, vulnerabilidad a la discriminación, acoso sexual e inseguridad laboral”.

En la página también señalan algunas recomendaciones para las mujeres que quieran unirse a esta iniciativa, tales como:
– No realices ningún tipo de trabajo, remunerado o no remunerado.
– No gastes dinero (con excepción de empresas pequeñas que sean propiedad de mujeres o minorías).
– Viste de rojo como muestra de solidaridad.

Desde Malvestida, en donde dedicamos nuestro esfuerzo a crear un medio de comunicación en el que todas las mujeres –sin importar su talla, raza, religión u orientación sexual– encuentren un lugar, nos unimos a la causa y pondremos en pausa nuestras actividades laborales durante el 8 de marzo.


*Actualización
En México, el Instituto Simone de Beauvoir convoca a una marcha el 8 de marzo a las 16 horas. Si vives en la Ciudad de México el punto de encuentro será en el Ángel de la Independencia. Si no, consulta a través de las organizaciones pro mujer de tu ciudad para saber si llevarán a cabo algún tipo de movilización.

La magia del closet minimalista o cómo ser más feliz con menos cosas

Hace algunos meses, aprovechando que tenía una mudanza en puerta, me entró una locura desmedida por deshacerme del exceso de cosas que tenía. Mi novio me contó sobre un podcast que escucha regularmente llamado The Minimalists (que también tiene un documental del mismo nombre en Netflix), en donde explican «cómo llevar una vida más significativa con menos», y decidí que quería intentarlo. Quería, al menos a mi manera, adoptar el minimalismo.

Y no, esta historia no termina conmigo convirtiéndose en Marie Kondo, pero al menos me sirvió para poner orden en un lugar en el que muchas mujeres a menudo tenemos caos: el closet.

Comencé por separar mi ropa, zapatos y accesorios en tres cajas. En la primera puse todo lo que me gustaba, pero ya no me quedaba, y esas cosas luego las subí a Trendier, una página para vender y comprar prendas y accesorios de segunda mano. En la segunda caja metí aquello que no me gustaba ni me quedaba, y luego la doné a una organización benéfica. Y la tercer caja, la de las cosas que me gustaban, me quedaban y quería conservar, pasó por una segunda revisión despiadada antes de regresar a mi armario con muchas, muchas menos prendas de las que tenía originalmente.

Decir que reduje mi closet a un 20% de lo que era no es una exageración, y esto me ha permitido definir aún más mi estilo personal, porque pude identificar cuáles son las prendas con las que realmente me siento cómoda. Otro factor es que he ahorrado dinero que antes gastaba en ropa (e incluso gané algo extra con las prendas que vendí en Trendier) y ya casi nunca me pasa eso de sentir que no tengo qué ponerme. Y digo «casi» porque hay días de caos emocional que tienen que ver más con lo que está adentro que con lo de afuera.

La realidad es que toda esta odisea minimalista no ha sido tan complicada como imaginé, y para mantener el orden he instaurado tres reglas importantes.

1. Entrada por salida.
Cada vez que algo nuevo entre a mi armario tiene que salir otra cosa, esto a fin de mantener un número reducido de prendas y accesorios y no terminar acumulando nuevamente.

Lo interesante de esta técnica es que cuando la pones en práctica entiendes que muchas veces compramos sólo por impulso o porque algo está barato. Por ejemplo, me ha pasado que quiero comprar un par de zapatos nuevos y cuando me obligo a pensar si estaría dispuesta a sacar algún par de los que ya tengo, me doy cuenta de que los zapatos de la tienda en realidad no me gustan tanto, o al menos no me gustan más que los que ya están en mi closet.

2. Regla de los 6 meses
La idea de tener un closet minimalista es que todas las prendas que tengas sean funcionales, así que cuando me doy cuenta de que algo lleva más de 6 meses arrumbado en mi cajón es momento de cambiarlo. Ojo, no estoy hablando de prendas de temporada, como un abrigo de peluche (que obviamente guardas durante todo el verano) o un vestido de gala que quizá utilizas sólo una vez al año, sino de las prendas del día a día.

3. Calidad sobre cantidad
Ésta es una de las más difíciles, porque no podemos negar lo convenientes que son las tiendas de fast fashion. Sin embargo, si algo he descubierto es que vale la pena invertir en prendas y accesorios de buena calidad, sobre todo en aquellas que son piezas clave de tu estilo. Por ejemplo, para mí son las botas, y lo que me pasaba cada vez que compraba unas en alguna tienda de fast fashion es que terminaba por destrozarlas a los dos meses. DESTROZARLAS. Así que ahora trato de apostar por marcas de manufactura artesanal, hechas en México y que, siendo honestas, tampoco representan una diferencia abismal de precio a unas de Zara, por poner un ejemplo.

Esto no se trata de que jamás compres en H&M, Forever 21 o Zara, pero sí de hacer compras más inteligentes. Lo que me ha ayudado es un consejo que me dio alguna vez una asesora de imagen personal: «Arma tu closet de tal forma que el 70% sean prendas básicas y el 30% prendas de temporada», y es en ese 30% en el que permito jugar con ropa que quizá no tiene la mejor calidad, pero que sé que sólo usaré una temporada.

Si quieres saber más sobre el movimiento minimalista te recomiendo muchísimo ver el documental de The Minimalists o leer alguno de los libros de Marie Kondo, que tienen consejos prácticos sobre cómo desapegarnos de los objetos materiales para lograr ser más felices con menos.

Esta bebida de Starbucks con los colores del arcoíris es de lo que están hechos los sueños

Con la primavera cada vez más cerca, Starbucks se ha puesto las pilas creando una bebida multicolor que forma parte de su menú secreto. Así que no, probablemente jamás la verás anunciada en su tablero de opciones, pero la puedes pedir.

La nueva bebida, que ha comenzado a hacer ruido en las redes sociales, se logra combinando dos o más de los colored drinks (bebidas de colores) que Starbucks lanzó en Estados Unidos el verano de 2016, y que al mezclarse crean un hermoso efecto ombré de arcoíris, que es de lo que están hechos los sueños.

La cuenta @dailyfoodfeed fue la primera en publicar una foto en Instagram con el hashtag #MatchaPinkDrink hace algunos días, y ahora cada vez más personas comparten su propia experiencia con la bebida multicolor, que se logra combinando ¾ de bebida rosa de Starbucks (acai refresher de fresa con leche de coco) y una porción de leche de coco con matcha en las rocas.

No nos hacemos responsables por la cara que vaya a poner tu barista cuando le pidas eso.

Otra versión es el #PinkPurpleDrink, que se logra combinando la bebida rosa de Starbucks (acai refresher de fresa con leche de coco) y la morada (passion ice tea, leche de soya, jarabe de vainilla y moras azules). En teoría pueden combinarse cualquiera de las cinco bebidas de colores de Starbucks.

Ahora la pregunta del millón: ¿Esto existe en México?

De acuerdo con Alejandra, la barista que me atendió en el Starbucks desde el que redacto esta nota, «En México no tenemos todos los jarabes para refreshers que utilizan en Estados Unidos», así que no podrían replicarse estas bebidas tal cual. «Sólo tenemos el Lemon refresher (que realmente no tiene mucho color) y el berry refresher. También se podría intentar con el Passion fruit, que tiene un poco más de tintura, pero sería cosa de experimentar».

Y es que más que ser imposible, la cosa es que no se ha intentado. De hecho le pregunté a 2 baristas y un gerente de Starbucks en la Ciudad de México por estas bebidas de colores y ninguno las conocía, así que quizá habrá que inventar nuestra propia versión con los ingredientes disponibles en México.

Sobre la vida de actriz, conocer a Tim Burton y los sueños que están por cumplirse

Una maleta llena de sueños no pesa nada. La mía estaba a rebosar y aún así se me hacía más ligera que una pluma aquella noche de octubre en la que aterricé en Londres por primera vez.

¿Sabes? A veces los sueños son tan tontos y comunes que una se cree Emma Stone en La La Land en busca del éxito en un escenario del West End o en la pantalla de una sala de cine, aún a sabiendas de que pasa desapercibida entre los londinenses de Victoria Station.

Y ahí me tenías. Con dos maletas, la de las fantasías y la de las cosas mundanas, éstas últimas las que ocupan espacio y no te sacan sonrisas de satisfacción, pero te hacen la vida más sencilla.

Porque la vida de Au Pair no es simple. ¡Ay no! Mientras yo soñaba con mi traje de Dior en la entrega de los Bafta y ensayaba mi discurso de agradecimiento, malvivía en una habitación del sureste de Londres. Y digo habitación por no decir cuartucho de los trastos en el que para abrir el armario tenías que subirte en la cama.

Extremadamente religiosos, un tanto racistas y tacaños a morir. Así era mi familia para la que trabajé durante dos meses. Me despidieron porque, en palabras de ellos, “no sabía barrer” y la madre insinuaba que el niño estaba medio traumatizado…

Y no le quito la razón. Con mi escaso inglés, al pobre crío le hacia pasar vergüenzas inaceptables al salir del colegio al decirle si le gustaba su nueva cerveza en vez de osito de peluche o le reñía porque no me daba la mano al cruzar la calle en un idioma ininteligible.

Aún así, no me rendí.

Yo, en optimista

La maleta más bonita empezaba a pesarme un poquito más cuando cambié de familia y me trasladé a una zona idílica del norte de Londres. Las tres hijas eran adorables, hiper perfectas, con el pelo de ensueño y bailarinas y deportistas de toda la vida. En el fondo me daban envidia. El niño pequeño era un querubín un tanto endemoniado que disfrutaba amenazándome de vez en cuando con un cuchillo jamonero y dejaba caer perlitas del tipo “Tú eres pobre, ¿verdad?”.

Cada noche me metía en la cama exhausta y veía la maleta de los sueños en un rincón llamándome a voces. La ignoré, dejé de pensar en trajes de Dior y comencé a hacer cosas raras en los fines de semana: Pinté cuadros, hice anillos, me puse extensiones y me compré leggins de leopardo.

Y los años pasaron, los niños crecieron y yo con ellos. Decidí que ya era hora de volar por mi cuenta y me alquilé un cuarto con vistas a un jardín un tanto gótico y conseguí trabajo en el ropero de un pub del centro de Londres. Me enamoré de clientes guapísimos que dejaban sus abrigos con olor a perfume caro y me dedicaban miradas de hastío mientras me entregaban el ticket. Entré en un bucle de trabajo-comer-dormir-trabajo que alienaba mi mente y convertía las tardes libres en días de lavar la ropa y cocinar cupcakes.

¡Olvídate de la maleta de los sueños! Se quedó triste, pesimista, afónica de tanto protestar y tan pesada que se me hacía imposible cargarla con las dos manos. Me resultaba hasta fea mirarla directamente, me dolía el corazón el verla tan apagada…

Y entonces lo conocí.

Mi ídolo, una de las grandes razones por las que me convertí en actriz. Una noche de enero me encontré con Tim Burton y su abrigo con olor a alcanfor. (Olor a genio, como a mí me gusta decir). Ese encuentro me inyectó una dosis de optimismo que hizo que mis ganas de ser actriz volviesen con más fuerzas que nunca. Dos años de estudios de teatro hicieron el resto y descubrí, la primera vez que me subí al escenario, una felicidad que en mi vida había experimentado.

Tim Burton
Yo, con Tim Burton

Y es que, nunca antes el olor a humanidad y el calor sofocante de una sala llena de gente me había producido tanto placer. “¿Hueles eso? Es olor a éxito”, me dijo un compañero actor, minutos antes de salir a escena. Yo le miré con asco, no nos vamos a engañar. El sudor ajeno no es que me parezca agradable, menos aún si se acompaña de toses y estornudos….

El debut fue sencillo. Los comienzos no son difíciles si uno tiene esa maleta tan ligera que yo comencé a llevar otra vez a todos lados desde que conocí al señor Burton. Lo que empezaba a ser más complicado era pagar la renta, las facturas de la casa, el ir fresca a trabajar y dormir 4 ó 5 horas al día para llegar a los ensayos o a las clases a tiempo.

Las piernas duelen, la espalda duele, la cabeza duele por el cansancio acumulado y los ojos lloran por la noche sin razón ninguna. (Y luego, ¡ay lo que me cuesta llorar en un escenario!).

Llegué a no tener un día libre para mí y dedicar el tiempo que no estaba detrás de la barra de un bar a ponerme los leggins negros y hacer ejercicios de calentamiento de voz mientras intentaba no bostezar en el intento.

Era, sin embargo, muy feliz.

Entonces los estudios de teatro acabaron, la vida real me hizo otra zancadilla y me vi sin representante, sin proyectos, sin videocurriculum que presentar y más insegura que una niña pequeña perdida en un centro comercial.

Foto. Luigi Cianfarano/Shorts on Tap

Y así sigo…

Haciendo monólogos y vídeos en los que me visten de Mario Bros. Trabajando en doblajes al español de anuncios de tablets para Youtube y cobrando 20 libras por decir una frase “sensual” en videoclips de músicos con sueños tan ambiciosos como los míos…

Y sigo…

Intentando colarme en fiestas de celebrities donde Emma Stone o Eddie Redmayne están super orgullosos de asistir y me quedo a las puertas del hotel muerta de frío convenciendo al de seguridad de que pertenezco a ese mundo….

Y todavía sigo…

Escribiendo mi obra de teatro. Participando en cortos. Hablando de actuación durante horas con gente tan absurdamente ilusa como yo. Riéndonos de nuestra pobreza y de aquellos que no ven lo felices que somos al compartir una pasión tan intensa. Empapándome del olor a teatro, de los ropajes viejos y los atrezzos que se caen a pedazos. Coleccionando detalles de obras. Panfletos, fotografías, retazos de una felicidad tan pura e inocente que da hasta un poco de miedo, y soñando con que nada la aleje de mi lado.

–“No sabes la suerte que tienes Cova.” –Me dijo una amiga.
–“¿Cómo?”
–“Has descubierto lo que realmente te hace feliz, el motor de tu vida… ¿tú sabes cuánta gente se muere sin saberlo? Eres de los pocos afortunados…»

Por eso mismo sigo, porque se lo debo a mi maleta abandonada, que ahora brilla más hermosa que ninguna otra. Ahora baila, canta y me susurra cosas bonitas al oído por la noche. Ha perdonado mi apatía y dejadez y se toma la libertad de darme una bofetada cada vez que pienso en rendirme. ¡Menuda confianza! ¿Verdad?

Pero yo la dejo…

Y aquí sigo.

¿Tienen las lesbianas mejor sexo que las heterosexuales? Ellas mismas nos lo cuentan

Si alguien sabe de orgasmos femeninos, son las lesbianas. Vamos, que en términos de relaciones sexuales, el suyo es un escenario en el que la mujer siempre sale ganando, así que si tenemos que pedir consejos valiosos para sentir más y mejor placer, ellas son las indicadas.

Además, la ciencia lo avala. Según un nuevo estudio sobre el orgasmo elaborado con 52 mil personas de distintos géneros y orientaciones sexuales, por el Instituto Kinsey, la Universidad Chapman y la Universidad de Indiana, las mujeres homosexuales llegan al orgasmo 21% más veces que las mujeres hetero. SAY WHAT?!

De acuerdo con la investigación, las lesbianas dijeron llegar al orgasmo siempre o casi siempre el 86% de las veces que tienen relaciones sexuales, mientras que las mujeres heterosexuales sólo el 65%.

Así que como un servicio a la comunidad, en Malvestida decidimos preguntarle a nuestras amigas lesbianas qué consejos les darían a las mujeres heterosexuales para mejorar su vida sexual y lograr incrementar ese orgásmico porcentaje del que ellas gozan.

En cuestión de sexo, ¿qué hacen diferente las mujeres lesbianas a las hetero?

“Creo que la diferencia está en que normalmente en una relación heterosexual (aunque no para todos) el fin último es que el hombre eyacule. Es como la meta, inconsciente o a veces conscientemente. Y en el sexo entre mujeres claro que hay orgasmos y eyaculaciones de otro tipo, pero creo que no es el fin como tal”, nos cuenta Eva.

Yara también está de acuerdo con lo importante que es explorar más allá de la penetración. «No es por hacer menos a los penes, pero tal vez que una relación sexual deje de tener como protagonista la penetración es una buena forma de llegar al orgasmo, porque hay un montón de mujeres que no pueden llegar nada más por estimulación vaginal», menciona.

«Creo que las lesbianas exploramos más allá, exploramos el cuerpo completo y la estimulación en cualquier parte que se te pueda ocurrir, no nada más el clítoris.  Por ejemplo yo descubrí que me prende muchísimo que me muerdan las muñecas, que es algo que jamás te imaginarías. Y es que el sexo se tiene que sentir en todo el cuerpo, no nada más en el pene y en la vagina».

«Que una relación sexual deje de tener como protagonista la penetración es una buena forma de llegar al orgasmo»

“Creo que como lesbiana tienes menos presión por mantener una buena imagen, y por ‘buena imagen’ me refiero a las expectativas machistas que dictan que debes ser provocadora, pero no tanto porque entonces eres ‘puta’. O experimentada, pero no mucho porque entonces eres libertina. Una mujer lesbiana generalmente no se enfrenta a este tipo de prejuicios y eso te permite sentirte más libre. Relaja mucho el ambiente”, explica Yara.

“En el sexo lésbico vas liberándote de ataduras que ‘genitalizan’ los encuentros. Descubres que toda corporalidad y sus manifestaciones llevan al placer”, nos cuentan Fátima y Alicia, quienes tienen una tienda de dildos online llamada Bonjour señorita.


¿Cuál es la mejor forma de llegar al orgasmo?

«En mi opinión, son dos los factores claves», comenta Eva, «uno, conocer el cuerpo, los gustos y la mente de la otra persona. Y dos, erotizarse mucho y erotizar a la pareja. Acariciar, besar en donde le encanta, pero sin interactuar directamente con las zonas genitales. Ya que la persona está que tira chispas, ahora sí, ¡a lo bueno!», explica.

Yara también opina que el conocimiento es factor clave, empezando por una misma. “Creo que la mejor forma de llegar al orgasmo es conocerse. Encontrarse con una misma y explorarse. Ya que sabes qué es lo que te gusta, es fundamental que se lo comuniques a tu pareja. Si tu pareja te juzga mándala a la fregada, porque para prejuicios están todos los demás. Se supone que tu pareja es alguien con quien deberías sentir confianza y compartir una vida”.

Después de leer esos valiosos consejos, lo que sigue es ponerlos en práctica. Así que ¡felicidades! Ya tienes un nuevo plan para este fin de semana.