Salma Jillian es una voz poderosa y disruptiva que está emergiendo en el estilismo mexicano. Timberland globalmente reconocida por su compromiso con la calidad, durabilidad y diseño innovador, nos puso a modo para conocer su colección Otoño-Invierno y encontrarnos con esta creadora de contenido que con sus outfits ultra sensoriales y súper urbanos, cargados de guiños visuales a la Ciudad de México y hechos por ella misma con todo tipo de elementos como pan o garrafones de agua, está narrando de una manera entrañable y plena de significado la experiencia de crecer en estas coordenadas.
¿Quién es Salma Jillian?
Nos encontramos para conversar y reconocernos como chilangas, nacidas y habitantes de esta ciudad. Ella creció en Gustavo A. Madero, la alcaldía más al norte de la Ciudad de México, un lugar lleno de una diversidad fascinante de cosas que mirar, desde la impresionante Basílica de Guadalupe, con su estructura circular y su techo turquesa, hasta la arquitectura de la colonia Lindavista, que se remonta a los años 30 y evoca el glamour de Beverly Hills.
La zona siempre me ha parecido de una abundancia vibrante en mercados coloridos, tianguis de todo tipo y está rodeada de cerros y barrios originarios, como el pueblo de Santiago Atzacoalco y el de San Juan de Aragón. Así que al escucharla tengo la impresión de que Jillian es una chava que desde chiquita supo que la moda no es solo ropa, es una forma de expresar cosas, gustos, de trazar mapas y de dialogar con el entorno.
¿Cuándo se decide que es lo que nos parece bello?
En el presente, la mirada de Salma y lo que quiere comunicar se orienta con los recuerdos de la ciudad de su infancia. Mientras conversamos, entrecierra los ojos y hace memoria: empezó a mirar con atención el caleidoscopio de objetos, texturas y colores desde la casa familiar, la de Irma, su abuelita, donde la luz filtrada por el encaje de las cortinas, el olor de la madera y las macetas con plantas verdes y aterciopeladas siempre la hicieron soñar.
Además, creció observando a su madre, de quien aprendió a expresar sin temor al “qué dirán”. Con cada pliegue de un vestido y cada destello de un collar, Salma absorbía una lección fundamental: el estilo es una extensión de la personalidad.
“Quería compartir lo que yo viví, sus colores y texturas y empecé haciendo sesiones de foto en mi cuarto, con mi celular. Ya después me quité la pena de salir, pude comprarme una cámara y empecé a buscar locaciones de cosas que también quiero compartir. La comida mexicana, las tradiciones, los sonidos cotidianos de la ciudad y sus personajes como los repartidores de agua, los colores del camión de la basura y los oficios en los que trabajamos, están presentes en mi propuesta”.
Mapas de memoria y aesthetic de la Ciudad
Salma se define como una persona muy visual y explica cómo sus recorridos cotidianos se centran en hallar spots coloridos, rebosantes de texturas y sonidos para suspender momentos de su pasado, el motivo principal de su trabajo. Su proceso es meticuloso y fascinante: me explica que cada shooting es dibujado previamente para aterrizar todos los elementos que necesita para construir sus outfits y componer las fotos:
“Plasmo cómo me lo imagino; voy construyendo lo que veo en mi mente. Con esto en mano voy buscando lugares donde puede suceder.. por ejemplo, cuando trato de compartir una memoria con mi abuelito recuerdo el olor del pan, los colores de la panadería y obvio, que siempre pedía el pan en bolsa. De allí parto para construir el outfit, esos elementos están presentes”.
El centro, con los pregones de los vendedores, la gente, los compradores, los colores de las mercancías y de las lonas, las canciones que suenan y las personas que lo transitan, es un punto de la ciudad que a Salma le inspira muchísimo para crear, pero no el único: “Me interesaba hacer formatos de estilismo, como ‘get ready with me’ en lugares comunes como las estaciones del metro, porque allí también hay magia. Mis principales elementos están a la mano: trabajo muchísimo con materiales reciclados e incluso con cosas que otros desecharon si me sirven para comunicar… la ciudad no es sólo la Condesa y la Roma, la ciudad es hermosa también en las zonas en las que otros crecimos y a mí me gusta mucho hablar de lo que conozco”.
Moda no significa que combinen las cosas
Salma cierra esta conversación compartiendo cómo un proceso tan personal y catártico puede ser fascinante o puede sacar de confort a quienes lo observan: “Me han dicho cosas como que los accesorios no combinan, pero para mí la propuesta no está en cada elemento por separado: cuando lo ves en conjunto entiendes por qué está allí cada cosa”. Y es que para dotar de poder a cualquier proyecto hay que creer en él: “A mí hasta me han preguntado si no me da pena. Pero si tuviera que decirle algo a quien quiere hacer estilismo le diría: “vive tu vida sin pena”. A esas personas quizá se les va a olvidar que te vieron. Aprende a conocerte, qué te gusta, qué no. Que no te importe lo que la gente diga: tú trabaja para estar segura de ti y de que te conoces. La moda es experimentar hasta que seas tú misma“.
Equipo
Foto: @dianacaballero__
Asistente de iluminación: @angie_queupumil
Styling: @lalo_cortez
Maquillaje: @jessicadiazmakeup