Modelo por un día a los 82: porque la belleza y el estilo no tienen edad

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modelo por un día
Foto. Mariana G

¿Cómo es la vida a los 82 años? ¿A esa edad sigue importando la moda? ¿Qué secretos guarda una mujer que ha visto crecer hijos, nietos, bisnietos, vivir amores intensos y la pérdida de otros? ¿Es posible volver el tiempo atrás, aunque sea por un momento?

La señora Lilia ha pasado por cada uno y más de estos momentos. Su experiencia puede verse en esos ojos que admiran la belleza y la cotidianidad de Mérida, donde vive actualmente.

En esta sesión fotográfica con ella, podemos descubrir a una mujer que ha vivido y vivido bien. Tanto que no teme prestarse a un día poco ordinario.

Modelo por un día

La intención original de este shooting, cuenta Majo Escalante (estilista de la sesión), fue presentar una propuesta de revista como trabajo final de la escuela. “No queríamos la típica niña bonita así que buscamos algo alternativo. Una de las chicas del equipo dijo que tenía una abuelita a la que le encantaba posar para las fotos. Le pedimos que fuera nuestra modelo y aceptó, incluso para vestir fuera de lo acostumbrado”.

La juventud que yo tuve era muy diferente a la de ahora. En mi época no se usaban pantalones, solo faldas. Foto. Mariana G

Entre las chicas del equipo llevaron toda la ropa que creyeron iba a funcionar y usaron como locación la casa de la señora Lilia. “Así que todo fue perfecto y muy natural. Los outfits salieron de la nada y a la señora le quedaron perfecto, ¡se quiso poner todo!”.

Como un maniquí, se dejó vestir. Nunca les dijo que no a la ropa que le pusieron, simplemente se reía. “Tenía una actitud muy pícara, tal vez de nervios, pero se sentía demasiado cómoda. Jamás dijo ‘ya estoy cansada’, al contrario, le decíamos ‘¡otra foto!’ y ella se ponía en pose”.

De los mejores recuerdos que tengo… Cuando por comprar un cuarto de kilo de jamón me gané un viaje a Roma con un acompañante. Luego a mi esposo le gustó, y repetimos. Foto. Mariana G

Al sacarla de su rol cotidiano, sucedieron cosas inesperadas, cuenta Majo. “Se nos ocurrió comprar unos cigarros como prop y, lejos de ver que la señora nos dijera algo como que da cáncer, tomó el cigarro, lo prendió y empezó a fumar. Nos dijo que le recordaba a cuando era joven. ‘Nunca fui adicta al cigarro, pero me gustaba’, dijo la señora’”.

Les sucedió lo mismo con la copa de vino, que era solo para modelar y ella comenzó a beberlo por gusto. “Tenía una actitud diferente. Creo que, al verse vestida así, le dio cierta vitalidad o juventud que tal vez ella había olvidado”, explica.

Antes era difícil hasta estudiar, yo la primaria ni la terminé.  Foto. Mariana G.

Al ver el resultado, se rio. Las chicas del equipo imprimieron las fotos para la revista y la familia quedó encantada. Dijeron que las iban a imprimir para ponerlas en su casa. Cuando la señora Lilia vio la revista les dijo, “¿cuándo otra?”.

“Hay abuelitas que no tienen ese feeling, que no se atreven. La señora Lilia lo tiene, jamás se ha pintado el pelo, es muy natural y tiene una actitud que refleja confianza y seguridad”, concluye Majo.

Cuando yo era joven todo era diferente… A mi papá no le gustaba que yo bailara y, por respetar lo que él quería, casi no bailé. Cuando tuve a mi novio, que luego fue mi esposo, entonces sí bailé.  Foto. Mariana G

Fotografía: Mariana G., @anairam_
Modelo: Lilia Rivera
Producción: Claudia Montes de Oca, @clau.montesdeoca
Dirección creativa: Patricia Laviada, @patylaviada y Mariana Cámara, @mariana_camr
Estilismo: Melina Goytortúa, @blasfemoide y Majo Escalante, @majoescalante
Kimono: @criptica
Camisa: @paznovelo

 

 

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