Platicamos con Sarah Andersen acerca de sus cómics favoritos y el mural que creó en CDMX como parte del proyecto Internet Walls.
En un internet en el que nos agobian noticias sobre nuevos virus mortales, pleitos sobre temas políticos y muchos piolines, los webcómics son un oasis.
Nos hacen reír y nos ayudan a conectar con otras personas a través de las cosas básicas que nos unen, como el amor a las mascotas o por los documentales de true crime.
Una de esas personas que crean cómics que hacen el internet un lugar más bonito es Sarah Andersen. Ella estuvo en CDMX para crear un mural, como parte del proyecto Internet Walls de Pictoline y Samsung.
Platicando con Sarah Andersen
¿Cómo desarrollaste tu estilo?
Creo que fue viendo influencias. Me gustaba mucho Calvin & Hobbes y mi personaje tiene un suéter de rayas y es bajita, como Calvin.
Otra referencia fueron las películas de Miyazaki, la manera en la que exagera las facciones de los personajes según sus emociones.
Y también algunas de las primeras creadoras de webcómics, como Allie Brosh. Después, el personaje se fue desarrollando conforme lo dibujaba.
Además, cuando empecé vi muchos cómics de periódicos para entender cómo puedes hacer algo en solo cuatro paneles. El formato va muy bien con mi humor.
Creo que porque crecí con ellos y también con el internet. Los memes son muy cortos pero muy divertidos, así que fue natural trabajar en un formato similar.
¿Y cómo encontraste la voz de tu personaje?, ¿es totalmente como tú eres?, ¿te sientes expuesta cuando publicas cosas personales?
Es totalmente yo, como yo me siento en mi interior. La uso como un medio para hablar de las cosas que pienso.
Sorprendentemente, nunca me asustó hablar de temas personales. Creo que tener a un personaje de caricatura que se expresa por mí lo hizo mucho más fácil. Con ella puedo hablar fácilmente sobre muchas cosas porque hay una separación, es como un escudo.
¿Cómo te sientes cuando ves que muchas otras mujeres sienten lo mismo que tú?
Cuando empecé a hacer cómics sí creía que iba a encontrar un pequeño nicho, pero no esperaba que estos sentimientos fueran tan universales.
Ha sido una experiencia muy positiva para mí, me hace sentir conectada con el mundo el saber que tantas personas comparten lo que yo dibujo.
Tengo una buena relación con las personas que leen Sarah Scribbles porque por lo general son introvertidas como yo. No es una comunidad de fans agresiva.
Y aunque tú eres de Estados Unidos, muchísima gente que te sigue es de otros lugares y se identifica…
Creo que es de lo más increíble del internet. Cuando inicié mi sitio puse un rastreador para ver de qué país venían las personas que lo visitaban. El primer lugar era Estados Unidos pero el segundo era Rusia.
Y yo dije ¿Rusia? Por alguna razón me sentía muy impresionada de tener tanta audiencia de ahí, pero me hizo darme cuenta de que las personas son todas iguales y el internet tiene una manera de conectarnos a través del arte, cómics e ilustraciones.
¿Con qué conectas tú, qué cosas te gusta ver en internet?
Soy muy fan de los podcasts, creo que es algo común entre personas que ilustramos. Hace poco hice un cómic sobre cómo las mujeres amamos las historias de true crime.
También leo muchos cómics del mismo género que yo hago: divertidos, que me pueda identificar. Me gusta mucho el formato corto, así que veo a Alex Norris y a Gemma Correll, quienes ya hicieron sus propios murales.
Cuéntanos cómo fue que decidiste venir a CDMX y en qué te inspiraste para el mural
Me encanta viajar, así que dije que sí cuando me preguntaron. Trabajo de forma digital casi siempre, así que hacer algo tan diferente fue un buen cambio
Lo que quise hacer fue crear algo donde la gente pudiera posar cuando se tomaran las fotos. Así que elegí diferentes poses, cada una tiene diferente color, humor y actitud, para que cada persona pueda elegir con cuál se identifica. (Por cierto, ella nos dijo que con la que más se identifica es con la Sarah con guantes de box.)
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Puedes ver el mural en la esquina de Mérida con Tabasco, en la colonia Roma.