La artista Gemma Correll estuvo en CDMX y platicamos con ella acerca de ser introvertida, los peligros de las redes sociales y si es una persona de gatos o de perros.
Tal vez no conozcas el nombre de Gemma Correll, pero seguro has visto sus cómics, en los que cuenta cómo es la vida de una persona con ansiedad y dos pugs hermosos llamados Mr. Norman Pickles y Bella.
Gemma es de esas personas que al contarnos de su vida logran que sintamos cierto alivio. Alivio por no estar solas, por no ser las únicas que sobreanalizamos todo, que tenemos cambios emocionales cada vez que llega la menstruación y tampoco las únicas que amamos a nuestras mascotas con la fuerza de mil huracanes.
Ella fue la segunda invitada del proyecto Internet Walls, una colaboración de Samsung y Pictoline que trae a las paredes de CDMX el trabajo de artistas súper populares en internet.
Platicamos con Gemma un día después de que terminó su mural, que le llevó 16 horas a lo largo de 4 días y en el que, por supuesto, los perritos son los protagonistas.
Platicando con Gemma Correll
En tu trabajo abordas temas polémicos, como el feminismo y la salud mental. ¿Cómo decidiste trabajar con estos temas?
Fue algo que yo estaba haciendo por mí misma, trabajo personal que al inicio no estaba compartiendo con nadie. Fue una manera casi terapéutica de sacar mis pensamientos.
Compartí algunas cosas, tal vez en Instagram, sin esperar nada ni saber qué iba a pensar la gente. Me tomó por sorpresa la reacción de las personas que me decían que se sentían igual y agregaban su perspectiva.
Así me di cuenta de que había muchas personas que tenían las mismas ideas y sentimientos que yo y empecé a compartir todo. Ahora no tengo filtro, solo comparto todo.
¿Cuál es el papel que juega el humor en tu trabajo?
Creo que es importante encontrar humor en todo, especialmente en temas difíciles. Es fácil encontrar en internet datos sobre feminismo o salud mental.
No quería solo repetir cosas que la gente ya sabe, sino usar la manera en la que yo lidio con esas cosas. El humor es casi una terapia y yo quería compartirla.
Si no te ríes de las cosas a veces solo te queda llorar.
El internet es donde ha crecido tu trabajo, pero también puede ser un espacio súper tóxico, sobre todo para creadoras mujeres. ¿Cómo lidias con eso?
Tengo una relación amor/odio con el internet. Sin él, no creo que hubiera tenido una carrera en la ilustración, porque es una gran herramienta para personas introvertidas que no son buenas haciendo networking.
Pero también puede ser un lugar horrible, hay muchas personas ahí que… no son las más agradables.
Intento no usar mucho el internet porque es una distracción, especialmente las redes sociales, creo que pueden ser un poco malas para la salud mental.
¿Cómo ha sido la diferencia de trabajar en las calles de CDMX, a diferencia de tu rutina normal?
En casa estoy en mi estudio, en el sofá, con mis perros. Es… acogedor. Pero además mis dibujos suelen ser muy pequeños.
Dibujar un mural me intimidaba, pero tuve ayuda para adaptar el dibujo al tamaño de la pared. Es muy cool ver mi trabajo de ese tamaño, no estoy acostumbrada.
En la calle ves las reacciones de la gente. Normalmente no las veo, excepto en redes sociales. Se siente bien que la gente pase caminando y se ría.
Y siguiendo con el internet, ¿cómo se siente que muchas personas que no te conocen amen tu trabajo, a ti y hasta a tus perros?
Creo que hay una desconexión entre mi persona y mi presencia en redes sociales.
Sí, soy yo y todo es completamente honesto, pero cuando las personas le dan like o comentan a algo, no se siente real. Por eso es cool venir a México y escuchar a las personas, ver que son reales y no solo avatars.
Tu mural tiene perros, pero también un gato. ¿Cómo nació tu amor por los pugs?
Tenía un gato de niña y los amo, pero me fui a Estados Unidos como a los 20 años y estaba con mi novio, que ahora es mi esposo, en un parque.
Había unas criaturas corriendo por todas partes, yo nunca las había visto. Pregunté “¿qué son estas criaturas magníficas?”
Resultó que era un meetup de pugs y nos quedamos viéndolos horas. Desde eso nos obsesionamos.
¿Cómo compaginas tu ser introvertida con tener proyectos como este, que requieren contacto con la gente?
Dibujar se siente un poco como un hobbie. Mucho de lo que hago es personal, es algo que haría de cualquier manera, aunque no fuera mi trabajo.
Me siento muy afortunada de que puedo dibujar cualquier cosa tonta y personal y que a la gente le guste. Es un trabajo bastante bueno para una persona introvertida.
Estar aquí ha sido increíble, pero voy a estar cansadísima cuando llegue a mi casa.
¿Cómo te inspiras, sigues a otras personas creadoras de webcómics?
Prefiero leer libros: si ves redes sociales, todos están viendo lo mismo, se crea un mismo estilo y todos tienen las mismas ideas.
Por eso leo libros y el trabajo más antiguo de ilustradores. Mi favorita es Lynda Barry.
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El mural de Gemma está a un costado de la Casa de Cultura Profr. Jesús Romero Flores, en la Condesa. Al lado del metrobús Nuevo León, línea morada.