La boina, el característico sombrero sin ala y forma circular, es uno de esos accesorios que parece que nunca pasan de moda. Aunque es verdad que hay etapas en las que resurge con más fuerza (spoiler alert, este otoño-invierno será una de ellas) ha formado parte de la cultura y la vestimenta de distintas naciones y movimientos a lo largo de los años.
Algunos países precursores de la boina son Escocia, que la involucra en su uniforme tradicional, y España, en donde es un símbolo característico del pueblo vasco. Sin embargo, son los franceses los que han convertido dicho accesorio en sello inconfundible de su identidad y cultura, y esto tiene una razón muy lógica de ser.
De Francia para el mundo
Según el sitio oficial de la firma de boinas Laulhère, este sombrero fue creado por pastores franceses, específicamente de la zona de Bearne, que buscaban protegerse de las inclemencias del invierno. Con el tiempo, y rumbo a inicios del siglo XIX, el uso de la boina se extendió a la milicia y las clases obreras, hasta que en 1920 llegó a las masas. ¡Boinas para la banda!
«El uso de la boina se desarrolló y se esparció en diferentes clases sociales, prácticamente sin ninguna barrera entre clase o edad, usada tanto por jóvenes y viejos, ricos y pobres. En París, al igual que en Hollywood, la boina femenina saltó a la fama gracias a estrellas como Greta Garbo», se explica en el sitio de Laulhère.
El resto es historia.
Símbolo de resistencia
Pero no todo es Oh là là y très jolie, pues la boina también ha tomado poderosas connotaciones sociales y políticas como un elemento insignia de movimientos de resistencia. Un clarísimo ejemplo es el Che Guevara, cuya boina con una estrella roja bordada pasó a la historia en el retrato más emblemático del revolucionario argentino-cubano, fotografiado por Alberto Korda.
El sombrero de fieltro o lana también es comúnmente asociado a la cultura beat que se formó en la década de los 50 como un movimiento literario antimaterialista. Si has leído En el camino de Jack Kerouac ya sabes de lo que estamos hablando.
Otro ejemplo es el del Partido Pantera Negra, que de 1966 a 1982 luchó contra el racismo y por los derechos de la comunidad afroamericana en Estados Unidos. y que utilizaba una boina para distinguir a sus miembros.
Objeto del deseo
Recientemente la fashion stylist de Beyoncé, Marni Senofonte, compartió en su cuenta de Instagram una serie de imágenes que ponen en evidencia cómo desde que «Queen Bey» presentó a un séquito de bailarinas con boinas negras durante su espectáculo en el Super Bowl de 2016 –precisamente como un guiño al movimiento de los Black Panthers– otras marcas como Dior y Chanel y revistas como Vogue, Elle y Allure se han sumado a la tendencia, en parte por moda, en parte como homenaje.
¿Coincidencia? ¿Casualidad? ¿Son los extraterrestres? Quizá todas las anteriores.
Lo que es cierto es que esa poderosa pieza tiene tanta historia como estilo y promete volverse aún más visible conforme llegue la temporada otoño-invierno, y las tiendas de fast fashion se sumen a la euforia de ese sombrero que lo mismo adorna la cabeza de poetas, revolucionarios y fashionistas.