Muchos podrán pensar que la culpa de que hoy en día todo venga en colores rosa y azul y chispitas de colores la tiene Starbucks y su Frapuccino Unicornio, pero la realidad es que esta moda de “unicornizar” las cosas lleva ya un buen rato girando por el mundo del internet con tutoriales sobre cómo lograr un cabello, maquillaje, manicure o pasteles inspirados en este ser mitológico.
Al parecer ponerle la etiqueta “unicornio” a un producto es un sello de garantía para las marcas, una estrategia de marketing digna de presumirse entre los consumidores millennials obsesionados con documentarlo todo en sus redes.
En el mundo culinario, la aparición de la moda unicornio es cada vez más vasta y variada. Aquí ocho ejemplos que lo comprueban y que nos hacen preguntarnos: ¿estará esto llegando demasiado lejos?
Fideos
Tus tazones y summer rolls nunca serán los mismos una vez que descubras el secreto para transformar los fideos de su característico color blanco o transparente a tonos rosas, azules y morados.
Aunque uno pensaría que el color viene de algún colorante artificial, el sitio The Indigo Kitchen tiene una receta más orgánica, ya que logra teñirlos utilizando col morada y limón. El secreto está en hervir la col en agua para que suelte su color y luego remojar los fideos. Una vez que agarren color los sacas del agua y exprimes limón sobre algunas áreas para que el color cambie a rosa. ¡Pura magia unicorniana!
Conchas
Los genios detrás de la ya famosa uniconcha son los panaderos de El Bolillo Bakery, una panadería de estilo mexicano en Houston, Texas, que saltó a las noticias tras lanzar una concha en colores rosa, amarillo y azul poco tiempo después del éxito del frapuccino unicornio de Starbucks.
Además del color, lo que hace diferentes a estas conchas de las tradicionales es que la cobertura de la parte de arriba viene en diferentes sabores como fresa, piña colada, mora azul y chicle.
Elotes
No hay límites para el tipo de comida que puede transformarse en unicornio –más aún cuando se le añade a la ecuación el ingenio mexicano– y así fue como un local llamado La Elotería, ubicado en Tijuana, Baja California, lanzó un elote edición especial adaptado a la colorida euforia del momento. Quienes lo probaron dicen que el sabor era muy parecido al de siempre, pero con un toque un tanto dulce.
El elote unicornio estuvo a la venta únicamente el 26 de abril a un precio de $29 pesos.
Churros
Se sabe que el unicornio y los colores del arcoíris son uno mismo, por eso la churrería de California The Loop inventó este modelo con azúcar cristalizada en distintos colores. Los churros (que también pueden ser decorados con cereal, chocolate o galletas ) pueden ir de los $3.50 a los $5.50 dólares, dependiendo si lo quieres con dip, capeados o con helado.
Hotcakes
Una manera súper sencilla de agregarle color a tu desayuno los fines de semana es añadirle algunas gotas de colorante a la masa de tus hotcakes. Luego simplemente acomódalos intercalando las distintas tonalidades y añade chispitas de colores. Si quieres llevar la moda unicornio aún más lejos, entonces puedes hacer un cuerno con fondant.
Sándwiches
Lo único mejor que un grilled cheese sandwich es un grilled cheese sandwich de colores. Esta creación del restaurante Chomp en Santa Mónica, California, se ha convertido en una sensación y no es extraño encontrar muchísimas fotos y videos en Instagram de clientes haciendo todo un espectáculo de color con su comida.
Bagels
Si te das una vuelta por Nueva York tienes que pasar por The Bagel Store y probar uno de los legendarios bagels de colores rellenos de crema pastelera del chef Scot Rossillo. Entre sus creaciones podrás encontrar el bagel arcoíris, el bagel sirena y por supuesto el bagel unicornio, todos en tonalidades tan llamativas que no necesitan filtro de Instagram.
Tamales
Adelantado a esta euforia de la moda unicornio, Alberto Rebolledo –dueño de un negocio llamado María Tamales en Tlaquepaque, Jalisco– creó el tamal arcoíris. Sin embargo, su inspiración no está centrada en el popular animal mitológico, sino como apoyo a la comunidad LGBTQ. “La bandera del arcoíris, el tamal de la diversidad o el Jotitamal, como le dicen algunos amigos, nace con la marcha gay de Guadalajara, para nosotros era elaborar un distintivo gastronómico que pudiera identificarse con un segmento de la población. Lo que quisimos fue hacer eso, sabiendo de antemano que lo iban a comprar”, explicó a W Radio.
¿Cuál te animarías a probar?