Cómo liberarnos del binario de género: una entrevista con Alok Vaid-Menon

Platicamos con ALOK, comediante, poeta y autore de Más allá del binario de género (Beyond the Gender Binary, 2020), acerca de cómo fluir desde el aceptar que todes estamos tratando de saber quiénes somos… y tenemos derecho a serlo.

Compartir

Nota de la editora: Esta entrevista con ALOK se llevó a cabo en inglés, por lo que fragmentos de la misma, así como extractos de publicaciones suyas en redes sociales, fueron traducidas al español.

«Escucharle es tan interesante. Lo que dice es muy inspirador, como si abriera una puerta a otro universo posible”. «¿Como si fuese profeta?”, respondí. “¡Sí!”, agregó Diana —parte del team Malvestida— cuando terminó el encuentro que tuvimos con Alok Vaid-Menon, también conocide como ALOK, poco antes de comenzar sus shows en México.

No sé hace cuánto tiempo me convertí en una de las ahora 1.3 millones de personas que seguimos a ALOK en Instagram. No me extraña que seamos tantas: ALOK, estadounidense con ascendencia india, comparte regularmente a través de su cuenta resúmenes de libros y extractos de entrevistas donde habla sobre dinámicas de género, sexualidad, colonialismo y racismo.

A través de su poesía, comedia, discursos y publicaciones, busca reconocer y dar lugar a la complejidad humana. Su contenido se caracteriza por ofrecer una perspectiva liberadora y orientada por la compasión. Es autore de dos colecciones poéticas, Femme in Public (2017), Your Wound/My Garden (2021), y del libro Beyond the Gender Binary (2020).

ALOK también es fashion icon. Viviéndose en la transfeminidad con unos looks espectaculares, y liderando el movimiento que elle misme creó: #DeGenderFashion (“desgenerizar la moda”). Aunque su apariencia ha sido objeto de reacciones transmisóginas y racistas, algo que no para de sorprender es cómo lidia con ellas, buscando una transformación amorosa de la sociedad.

Fotografía: Diana Caballero/Malvestida

Por eso me emocioné mucho cuando me contactaron de Malvestida para entrevistarle el pasado 20 de julio, aprovechando su gira en América Latina. Tomamos esta oportunidad para conocer su perspectiva sobre algunos temas que nos atraviesan en los movimientos LGBTQI+ en la región.

Nombrar las complejidades

ALOK es una persona que trabaja constantemente con la comunicación en sus diferentes formas. No es de sorprender, entonces, que cuando le preguntamos qué había aprendido de su gira latinoamericana, nos respondiera con una reflexión lingüística a partir de la siguiente observación: las personas que ha conocido en la región han sido activistas y personas trans y disidentes de género extraordinarias que enfrentan condiciones increíblemente difíciles.

Se refirió al asesinato de Franklin Pabón, activiste no binarie de Malambo, Colombia, justo antes del Día Internacional de la Visibilidad de las Personas No Binarias. Franklin había recibido amenazas desde 2022 –presuntamente por el Clan del Golfo– y recibió disparos en la calle por parte de desconocidos. ALOK nos compartió que le gustaría que en los movimientos sociales encontráramos una forma de hablar que pueda sostener simultáneamente la violencia extrema presente en América Latina, y la “profunda resiliencia, brillantez, maravilla, tenacidad, y genial celebración”. Considera que frecuentemente un encuadre cisgénero nos obliga a estar ya sea en tragedia o en triunfo, y que quisiera que desarrollemos un lenguaje que pueda mantener unidas a la gravedad y a la levedad.

De aquí aproveché para hacerle una pregunta a propósito de cómo sostener otras paradojas lingüísticas. En mi caso, como alguien que trabaja principalmente con lenchitudes, uno de los desafíos que encuentro es cómo nombrar las dinámicas de género y su forma de afectarnos, pero sin reforzar miradas cis-sexistas al referirme a personas trans, no binaries y disidentes de género; es decir, cuando quiero nombrar que a veces el trato que recibimos por parte de la sociedad responde más al género al cual creen que pertenecemos, en vez de aquel con el que nos identificamos.

Oportunamente, ALOK recién había publicado su resumen del libro Arresting Dress (2014), de le Dre. Clare Sears, en el cual concluye: “la sociedad ha aceptado a las mujeres vestidas de traje, pero sigue incómoda con personas que cree que son hombres en vestido (…). Para realmente avanzar, debemos desgenerizar la moda (#DeGenderFashion) y crear un mundo donde las personas disidentes de género estén seguras en público”.

Retomando esta observación de que aún dentro de la disidencia de género se hacen visibles este tipo de dinámicas, y que finalmente influyen en nuestra experiencia de vida y en qué tanto podemos o no gozar de nuestros derechos, ¿cómo podemos poner lenguaje en estas realidades?

“Tenemos que partir de la premisa de que el lenguaje siempre nos fallará”, nos respondió. “Es como meter una mano al agua y tratar de sacarla: pierdes más de lo que puedes mantener. Así pasa con el lenguaje, se pierde mucho significado en el proceso. Especialmente cuando se trata de idiomas coloniales, como el inglés y el español, que son idiomas de destrucción; y la categorización puede ser y ha sido una forma de destrucción”.

Priorizar historias por encima de las palabras/categorías

Esto hace eco con su reflexión sobre cómo liberarnos del binario de género –la idea de que sólo podemos ser “hombres” o “mujeres” y comportarnos de maneras específicas dentro de cada una de estas categorías– el cual “nos hace contorsionarnos en posiciones que no son naturales, pero nos acostumbramos tanto a ellas que pensamos que es nuestra forma real”. ALOK considera que las formas de habitar en el mundo son fluidas y por eso prefiere usar historias, más que palabras.

“Entonces en lugar de que haya una definición sobre lo que significa ser no binarie, se trata más bien de preguntar ‘¿qué significa ser no binarie para ti?’, y a partir de esas historias podemos empezar a significar proximidad relativa a la violencia y a la discriminación”, explica ALOK.

entrevista con ALOK
Fotografía: Diana Caballero/Malvestida

Intentar establecer que ciertos grupos están más en riesgo que otros resulta complicado pues hay tantas intersecciones que nos atraviesan que no se puede generalizar: siempre habrá excepciones.

ALOK lamenta, de hecho, que haya una tendencia dentro de los movimientos sociales a crear jerarquías relativas a “quién sufre más”.

“Me pregunto a quién le sirve cuando pasamos la mayoría de nuestro tiempo tratando de definir nuestro valor en proximidad a la violencia que vivimos. Es una estrategia de ‘divide y conquistarás’ que nos mantiene aislades en vez de colaborando para cambiar las condiciones que nos impactan a todo el mundo”, menciona.

Para le autore, nuestras políticas y movimientos deberían estar construidos a partir de nuestras experiencias y nuestras historias, en vez de palabras que pretendan abarcar realidades complejas. Considera que la razón por la cual tendemos a lo contrario es porque las personas cisgénero y heterosexuales exigen que seamos comprensibles para darnos acceso a derechos y a reconocimiento, pero la realidad es que “nadie se entiende a sí misme. Eso es lo que significa ser humane. Por eso tenemos cosas como la filosofía, el arte, la literatura y la fotografía: todas ellas son intentos para comprendernos a nosostres mismes”.

Escapar del binario de género: Las trampas de la legibilidad y del antagonismo

Finalmente, como personas LGBTQ, en un esfuerzo por humanizarnos nos hemos –paradójicamente– deshumanizado al buscar ser legibles, afirma ALOK – sin duda refiriéndose a todos los esfuerzos por definir, delimitar y explicar las identidades y sexualidades de las personas disidentes.

“No creo que la legibilidad nos ayude. Creo que lo que podemos decir es ‘no lo sé, y por ende soy’, como la forma más honesta de existir en el mundo. ‘Estoy convirtiéndome’, ‘no lo sé’, ‘lo estoy descubriendo’: quiero ese tipo de levedad, ese tipo de matices en nosotres”.

ALOK reitera que es importante dejar atrás la ilusión de que si la gente entendiera a las personas de la disidencia sexual y de género, entonces las trataría con dignidad: “creo que un acercamiento más honesto sería poder decir que hay muchísima complejidad y que eso es maravilloso. Le tememos a esa diversidad porque creemos que socava nuestra habilidad de construir unidad, pero quiero ofrecer otra forma de unidad que reconozca que somos personas profundamente distintas y que ésa es nuestra fortaleza”.

Para terminar, le pregunté a ALOK cómo podríamos trascender la mentalidad antagonista que solemos adoptar dentro de los movimientos sociales, pues elle en algunas entrevistas ha compartido que no sólo es no binarie en cuanto a género, sino también porque le interesa superar la mentalidad de “nosotres” contra “elles”.

Su consejo es que comencemos por señalar cómo el binario de género es algo que nos afecta a absolutamente todas las personas, aunque seamos las personas LGBTQ –y especialmente aquellas que son trans y disidentes de género– las primeras en sonar las alertas; partiendo de esto, ALOK sugiere que busquemos interpelar a la gente a partir de “esto te lastima a ti también. No soy sólo yo quien está heride, sino que la herida se ve distinta para cada persona”.

Para quienes piensan que nuestras problemáticas no les afectan, ALOK responde: “quién sabe de quién te vas a enamorar dentro de 10 años, o si tu relación con tu género va a cambiar. Si construyes una sociedad donde no hay forma de vivir visiblemente como persona LGBTQ, estás de hecho socavando tus propios derechos. Las personas LGBTQ queremos una sociedad donde tú también tengas opciones”.

Y de eso se trata finalmente liberarnos del binario de género según ALOK: vivir una vida acorde a quiénes somos –lo que nos encanta, lo que nos magnetiza, lo que nos genera alegría– en lugar de limitada a quiénes “deberíamos ser”. Una vida donde tengamos tantas opciones como sea posible para encarnar nuestra autenticidad.

Compartir

Recomendado

Recomendado