Estás lista para salir, te arreglas como más te gusta, llevas tu atuendo favorito, tu cabello parece en su lugar y ese toque de maquillaje te hace sentir extra: hay que documentarlo.
Cuando sacas tu teléfono para tomarte la obligada selfie, en la pantalla no ves lo que esperabas: notas una frente brillante, poros y cabellos volando debido al frizz. Pero no hay problema, en estos días todo se arregla con apps. ¿Sabías que estos filtros están causando problemas como la «dismorfia de Snapchat»?
¿Perfección a tu alcance?
En su versión más inocente, los filtros son divertidos, nos dan la oportunidad de llevar orejas de animales, lentes, coronas de flores, fleco y hasta de lanzar vómito de arcoiris. Por otro lado, también nos ofrecen una piel totalmente lisa, ojos más grandes y hasta un rostro más delgado, poniendo una idea de perfección a solo un botón de distancia.
El problema es que esos rasgos permanecen en la pantalla. Fuera de ella las “imperfecciones” siguen ahí, lo que nos puede causar insatisfacción y distorsión de la autoimagen. El vernos constantemente en fotos y compararnos con personas que además de editarse se han hecho procedimientos quirúrgicos y estéticos ha creado una idea uniforme e inalcanzable de la belleza.
Qué es la dismorfia de Snapchat
El cirujano cosmético y reconstructivo Tijion Esho fue quien acuñó el término dismorfia de Snapchat, debido a que, según declaró a UNILAD , “está inundado de solicitudes de clientes que desean lucir como su versión filtrada, alterada al grado de que es difícil reconocer a la persona”.
También comenta que mucha gente cree que hacer cambios en su cara en la vida real es tan fácil como hacerlo con filtros, lo cual es una expectativa poco realista y peligrosa, porque estos procedimientos son algo muy serio.
En casos más graves, el borrar esta línea entre la realidad y la fantasía podría incluso desencadenar un trastorno dismórfico corporal, una condición en la que las personas tienen una fijación poco saludable con «defectos» reales o percibidos de su físico.
Nada es lo que parece
Puedes pensar que a ti nunca te pasaría algo así. Sin embargo, en mayor o menor medida todas las personas que usamos redes sociales estamos sujetas a olvidarnos de la realidad detrás de las pantallas.
Es verdad que el riesgo más alto es para niñas y adolescentes. En un estudio del Boston Medical Center se descubrió que las que editan sus fotos están también más preocupadas por su imagen corporal y buscan aprobación en redes.
Por eso es importante seguir a personas que nos hagan sentir bien con nosotras mismas y evitar esas cuentas en lo que todo parece tan perfecto que nos cuestionamos nuestra vida. Y siempre recordar que detrás de una foto hay muchísimas cosas que no podemos ver.