Como sabrás, el mes de la masturbación se vino con todo (¿viste lo que hice ahí? 😏).
Mayo pone énfasis en la importancia de meternos mano y disfrutarlo, por ello la directora de cine porno de autor, Erika Lust, decidió hacer un filme documental al respecto y regalárselo al mundo.
«Necesitamos que se nos recuerde que la masturbación es tanto un privilegio como un derecho. A las mujeres se les debe dar el conocimiento y el coraje para priorizar su propio placer y eso comienza con nosotras mismas», explica la directora sobre el proyecto.
Para tener acceso a la película sobre masturbación, llamada Female Pleasure Circle, debes ingresar tu correo en su página y ¡listo! Te llegarán 40 minutos de placer.
Aunque si quieres un adelanto, aquí te contamos de qué va la película…
Recuerdos placenteros
Todo comienza con una sesión de body paint en la que seis actrices eróticas son decoradas con diversos colores y formas. Mientras el pincel se desliza por su cuerpo ellas platican sobre sus experiencias de masturbación: unas evocan la piscina, otras la bicicleta y algunas más la ducha en los primeros recorridos por su cuerpo.
Frotarse con distintos objetos y no saber realmente lo que se estaba haciendo, solo disfrutarlo, lejos de toda la carga de suciedad y vergüenza que una actividad tan saludable y placentera conlleva.
Comienza la acción
Después de las entrevistas llega la acción. La directora se inspiró en una clase de masturbación guiada que tomó y, obviamente, en el trabajo de Betty Dodson, quien imparte talleres de masturbación en donde las participantes se observan y se masturban entre ellas.
Eso es justo lo que sucede desde la mitad de la película: las mujeres pasan a la fricción; se besan; se lamen; se tocan; se penetran con dildos y llevan la sororidad a niveles insospechados.
Es muy agradable y excitante ver a las mujeres gozando entre ellas, compartiendo; gimiendo, teniendo muchísimos orgasmos, algo que no vemos en la pornografía que va dirigida al público masculino.
Porno es porno
Se agradece la diversidad de nacionalidades, pero muy pocos tipos de porno escapan a la composición.
Se nota una detallada selección de cuerpos en donde la estatura y siluetas son prácticamente iguales, no hay realmente ninguna mujer plus size.
Algunas escenas parecen coreografiadas, lo cual es un buen recordatorio de que el porno es eso, una producción de imágenes cuidadosamente confeccionadas para evocar placer.
Otro detalle es que el streaming es algo lento y si quieres regresar a una escena o saltarla tarda muchísimo en cargar y si de verdad la estás viendo para masturbarte, eso es una molestia que mata el mood.
¿Por qué ver una película sobre masturbación?
Lo mejor de esta película sobre masturbación es que nos ayuda a recordar que no necesitamos a nadie para disfrutar, que somos nuestras primeras y mejores amantes, que el placer ya es nuestro y hay que obtenerlo, entre más, mejor.
Una cosa más: la película no tiene subtítulos, pero, como ya sabemos, el placer es un lenguaje universal.