Firman campañas con marcas exclusivas, aparecen en portadas de revistas y se codean con personajes influyentes… pero no existen en el plano físico. Así son los influencers virtuales, esos avatares creados por computadora que cada vez obtienen mayor popularidad.
Y aunque no es como que los robots vayan a adueñarse del mundo (todavía), al menos sí le van a bajar la chamba a algunas influencers y modelos.
Una tendencia en aumento
Tal y como lo predijo la agencia de tendencias WGSN, los influencers virtuales van en aumento y su industria se profesionaliza cada vez más ofreciendo una mayor diversidad de modelos, así como agencias de talento que se encargan de representarlas.
Suena a ciencia ficción, pero es neta. Un ejemplo es Shudu, representada por la agencia The Digiitals.
La llamada «primera supermodelo digital del mundo» (creada por el fotógrafo Cameron-James Wilson) ha aparecido en revistas como WWD, Cosmopolitan y Vogue Australia. Por si fuera poco, recientemente colaboró con la firma Balmain para una campaña junto a otras dos modelos generadas por computadora: Margot y Zhi.
Otra famosa influencer virtual es Lil Miqela, quien tiene más de 1 millón de seguidores en Instagram y ha colaborado con Prada y Forever 21.
La influencer actualiza sus redes sociales TO-DAS las semanas contándole a sus seguidores sobre sus nuevos proyectos profesionales (es cantante y está a punto de lanzar una línea de moda) y uno que otro drama «robótico» en su vida.
Las ventajas de los influencers virtuales
Aunque los influencers de carne y hueso seguirán existiendo, las marcas han optado por contratar –e incluso crear– este tipo de «celebridades» virtuales no solo porque representan algo novedoso y futurista, sino porque les permite tener mayor control sobre el mensaje que quieren transmitir.
«El marketing de influencers es un mercado muy importante, pero también puede ser arriesgado. Los expertos en marketing se ponen a merced de personas capaces de cambiar la percepción de su marca en cuestión de segundos, para bien o para mal», explica WGSN. «Crear una estrella ficticia en las redes sociales es una forma de conseguir interacciones en el público minimizando los riesgos».
¿Qué es real en las redes sociales?
Hasta ahora, la mayoría de los avatares famosos han replicado estereotipos de belleza bien conocidos: facciones simétricas, labios gruesos, cuerpos esbeltos, etc. Sin embargo, esta industria en crecimiento abre la posibilidad de que la diversidad que vemos en las campañas publicitarias se expanda como nunca antes.
¿Imaginas a una mujer morada con seis brazos promocionando el nuevo perfume de moda? Nosotrxs sí y tenemos que admitir que nos asusta, pero también nos gusta.