Desde que se dio a conocer que Donald Trump sacará a Estados Unidos del Acuerdo de París muchas personas nos enteramos de que, en efecto, existe algo llamado Acuerdo de París que involucra a muchos países y tiene que ver con el cambio climático. Pero ¿realmente de qué se trata y qué significa que el segundo país con más emisiones de gas invernadero en el mundo decida no participar?
Aquí algunas claves para entender el panorama.
1. ¿Cuándo comenzó el Acuerdo de París?
Técnicamente no ha empezado, sino que está pactado para dar inicio en 2020. Sin embargo, fue en diciembre de 2015 cuando los mandatarios de diversos países del mundo se reunieron en París para la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático y lograron un pacto histórico para cuidar el planeta Tierra, cada uno desde su trinchera.
2. ¿Qué países forman parte del Acuerdo de París?
Básicamente todos los países del mundo, desde México hasta Corea del Norte. Las únicas excepciones fueron Siria y Nicaragua… Y bueno, ahora también Estados Unidos.
3. Ok, chido, ¿y de qué se trata el acuerdo?
Pues de salvar al planeta o al menos intentarlo. En el pacto se definieron tres ejes principales de acción a los que todos los países participantes se comprometen a partir de 2020 con el fin de “reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza”, según se informa en el documento oficial.
Dichos puntos son:
a) “Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”.
b) “Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de un modo que no comprometa la producción de alimentos”.
c) “Situar los flujos financieros en un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero”.
4. Se escucha muy bien. ¿Por qué Don Trump no quiere entrarle?
Pues, porque Trump.
Primero que nada él es una persona que piensa que el calentamiento global es una mentira ¡y lo ha tuiteado! Diciendo “El concepto del cambio climático fue creado por y para los chinos a fin de lograr que la manufactura de Estados Unidos no sea competitiva” o “El cambio climático es una farsa muy cara”.
Crestomatía de la respuesta de Trump ante el calentamiento global
Segundo, porque tiene un especial interés en fortalecer las industrias del petróleo y el carbón en Estados Unidos para crear más empleos, ¿y cómo lo va a lograr si la ONU está vigilando sus emisiones de gas? #Posoye, así no se puede.
El tercer punto es que a Trump no le parece justo que Estados Unidos tenga que darle su dinero a países en desarrollo que no cuenten con el presupuesto ni la infraestructura necesaria para implementar medidas más sustentables. «Estados Unidos cesará toda implementación del Acuerdo de París y las pesadas cargas financieras y económicas impuestas a nuestro país», explicó Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca. «El acuerdo es una distribución masiva de la riqueza de Estados Unidos a otros países. Fui electo para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de París».
5. Pues que se largue del Acuerdo, al fin que ni queríamos… ¿O sí?
Pues sí, porque Estados Unidos es el segundo país que más gases de efecto invernadero produce en el mundo (después de China), y según la Organización Meteorológica de las Naciones Unidas (OMM), si Estados Unidos se sale del Acuerdo de París la temperatura del planeta podría aumentar 0,3 grados centígrados para el 2100, en el peor de los escenarios. Y decimos «en el peor» porque aunque E.U.A no participe Acuerdo de París eso no significa que las empresas estadounidense que ya estén trabajando en políticas y procesos más sustentables vayan a dejar de hacerlo. De hecho, compañías como Facebook, Tesla, Salesforce y el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, han reiterado su compromiso por detener el cambio climático independientemente de la decisión de Trump.
Otro factor importante a considerar en la salida de Estados Unidos es la influencia que esa potencia mundial pueda generar en otros países. “Los partidarios del pacto climático están preocupados de que una salida de Estados Unidos podría llevar a otras naciones a debilitar sus compromisos o también a retirarse, suavizando un acuerdo que los científicos han dicho que es crítico para evitar los peores impactos del cambio climático”, explica al respecto el periódico The Independent.
Donald Trump podrá querer que «América sea grandiosa de nuevo», pero olvida que no puede existir América si primero no hay planeta.