5 cosas que aprendí después de años en una relación a distancia

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Después de 4 años, cientos de camiones, miles de videollamadas y muchísimas despedidas, puedo confirmar que tener una relación a distancia no es para todo el mundo. Si de por sí tener pareja es algo super complejo, tener una que no vive en tu misma ciudad implica muchas cosas más. 

En mi caso, hace poco más de un mes que por fin me mudé a la misma ciudad que mi novio, y además de hacerme muy feliz, este cambio también me trajo muuuchas reflexiones. Desde qué fue lo más difícil de tener una relación a distancia, hasta lo qué aprendí de ella para mi crecimiento personal.

Yo sé que todas las relaciones son muy diferentes. Mi novio y yo estábamos a un camión de distancia, pero hay parejas a las que las separa un océano entero. Por eso, quise platicar con varias personas sobre su experiencia para enriquecer esta reflexión y compartirles lo que hemos aprendido en el camino.

En una relación a distancia la comunicación es clave

Ya sé que esto puede sonar muuuy cliché, pero la comunicación sí es la base de cualquier relación, y esto es especialmente cierto en una relación a distancia.

Vivir en otra ciudad implica platicar y hacer muchos acuerdos. Desde cada cuánto se van a ver, quién va a viajar y a qué hora del día les queda bien platicar. Hasta cuál es el lenguaje de amor de cada quien y cómo pueden hacer que la otra persona los sienta presentes.

Por ejemplo, para mí era más importante que mi pareja y yo habláramos frecuentemente por teléfono a que me mandara flores. Tal vez si no hubiera comunicado esto las cosas no hubieran funcionado tan bien.

Como me platicó Luz Adriana, que lleva 2 años de relación a distancia:

“La clave es plantear todo claramente desde el inicio. Creo que muchas veces asumimos lo que es importante para el otro y puede haber peleas por tonterías que se asumen en vez de hablarse”.

Paola, por otra parte, tuvo una relación a distancia durante 8 meses, él vivía en Estados Unidos y ella en México. Cuando le pregunté por algún consejo para alguien que esté empezando una relación a distancia me dijo: “Que hagan sus acuerdos, pongan situaciones hipotéticas y aprendan a nombrar sus sentimientos”. Esto último me pareció sumamente importante. Y es que es muy diferente cuando te enojas y puedes hablarlo en persona, pudiendo tener contacto físico, que hablar a través de una pantalla. Por eso aprender a nombrar realmente lo que sientes es sumamente importante para poder comunicarlo de una forma asertiva. 

relación a distancia
Foto. The Gender Spectrum Collection

Algo que tanto a Paola como a mí nos pasó fue el confundir los celos con la envidia. Aunque es perfectamente normal sentir celos, lo que a nosotras nos pasaba era que envidiábamos a las personas que podían ver a nuestras parejas a diario y hacer cosas cotidianas con ellas. Identificar que esto era diferente a los celos nos ayudó a lidiar mejor con el sentimiento y comunicarlo más claramente. 

Calidad de tiempo sobre cantidad de tiempo

Cuando tienes una relación a distancia tienes que aprovechar y agradecer cada momento que están juntos, porque no sabes cuándo van a volver a estar así de cerca. Eso no significa que todo va a ser fácil y bello cuando se vean, pero sí que pueden esforzarse por intentar pasar más tiempo de calidad . 

“He aprendido a vivir el presente al máximo cuando estamos juntos y a valorar a las personas que tengo cerca de mí en el momento” me dijo Dani, quien lleva casi 3 años en una relación en donde su novio vive en Holanda y ella en México. Y a esto me refiero cuando digo que podemos aprender mucho de una relación a distancia, porque pasar tiempo de calidad con las personas que queremos es algo que podemos procurar independientemente de qué tan cerca o lejos vivamos de ellas. Y esto aplica también para nuestra familia y amistades.

“Una de las mejores cosas de tener una relación a distancia era que cuando nos veíamos eran planes fuera de lo común y eran muy esperados” me dijo Paola.

relación a distancia
Foto. The Gender Spectrum Collection

Hay que aprender a estar a solas

Antes de tener una relación a distancia solía priorizar el tiempo con mis parejas antes que con cualquier otra persona. Yo sabía que esto no era lo más sano y, sin embargo, de cierta forma no podía evitarlo. Pero al tener una relación a distancia no me quedó de otra más que ser dueña de mi tiempo. Esto es algo que agradezco inmensamente y no cambiaría por nada. 

A Nancy le pasó algo similar. Estuvo 2 años en una relación a distancia y me contó que: “Lo mejor era poder tener tiempo para mí y para hacer mis cosas. Que cada quien hiciera su vida, pero al final supiéramos que nos teníamos”.

Aunque en cualquier relación debería de ser indispensable tener tiempo para ti, creo que vivir en una ciudad distinta a tu pareja te da cierto empujoncito. Además, como me decía Paola, tener una relación a distancia implica ir a muchos lugares sola, y aunque eso a veces no está tan padre, nos ayuda a tener claro que somos personas independientes. Lo que nos lleva al siguiente punto…

Las redes de apoyo son todo

Esta es otra cosa que todas las personas deberíamos de tener presente, más allá de si tenemos una relación a distancia o no. Aunque, claro, cuando estás lejos de tu pareja puede ser más evidente la importancia de no poner todos tus huevos afectivos en la misma canasta. 

Como me dijo Luz Adriana:

“Una persona no tiene la responsabilidad de cumplir todas tus necesidades afectivas ni viceversa, tu sostén emocional también puede estar entre tus amigxs, familia, y lo más importante: en ti mismx.”

Esto es súper importante, porque muchas personas crecimos pensando (gracias al amor romántico) que nuestra pareja tenía que serlo todo: nuestro mayor soporte emocional, la personas que más nos hiciera reír, la que nos acompañara de fiesta pero también a clase de cerámica, nuestro hombro para llorar en todo momento y la persona que nos rescatara de cualquier problema.

Y aunque sí, está padre que tu pareja pueda ser todo esto, también es muy lindo salir a un bar con tus amigues, llorar con tu mamá, ir a clase de cerámica con tu hermano o tener un club de lectura con tus compañeras de trabajo. Cuando no vives en la misma ciudad que tu pareja es mucho más fácil poder ver esto con perspectiva y darte cuenta de lo bonito que es tener una red de apoyo. 

Foto. The Gender Spectrum Collection

Una relación a distancia no es para todxs, y eso está bien

Ok, momento de la verdad. Aunque a lo largo del texto quise resaltar las cosas positivas que aprendí teniendo una relación a distancia durante varios años, esto no quiere decir que todo haya sido miel sobre hojuelas. Tampoco es tan fácil. Como me contó Luz Adriana, “No es para todxs y está bien si te das cuenta de eso. No puedes tener una relación a distancia sana con una persona en la que no confías. La vas a pasar muy mal”. 

Dani, Paola y Nancy me dijeron lo mismo: tener una relación a distancia requiere de mucha confianza y compromiso. “Pregúntate y respóndete de manera muy honesta si estás listx para algo así, ya que implica mucho compromiso”, me dijo Dani. 

Algunas de las situaciones con las que te enfrentas en una relación a distancia son: no poder estar en eventos importantes, no compartir la cotidianidad, no poder abrazarle cuando lo necesitas, tener que idear toda una logística para verse –y el dinero que esto representa–, lidiar con sentimientos como frustración o simplemente no poder ver una peli una noche de miércoles. 

Entonces sí, sí tienes que pensarlo bien. En mi caso, esta decisión fue un poco sobre la marcha, experimentándolo y estando consciente de que quería estar con mi novio aunque a veces fuera complicado. Como me dijo Paola, “Tienes que recordar siempre el porqué estás en esa relación. Tienes que estarte replanteando y escoger todas las semanas estar con esa persona porque puede llegar a ser muy difícil”. 

Relación a distancia… ¿para siempre?

Finalmente, todas coincidimos en que para nosotras fue importante tener claro una fecha límite para la distancia. Esto puede ser en 6 meses o 5 años, también puede ser que en algún punto los dos estén de acuerdo en que este tiempo se extienda, lo importante es que no exista esta incertidumbre sobre cuándo van a vivir en la misma ciudad. 

“Se vale fijar una fecha límite para esta modalidad de relación. Muchas veces por las circunstancias (maestrías en otro país, trabajos, etc) comenzaron una relación así, pero es importante tener claridad sobre si la relación puede o no suceder de manera presencial, y si ambas personas se sienten cómodas con la respuesta”, me comentó Luz Adriana.  

Por ejemplo, yo sabía que eventualmente me iba a mudar a Ciudad de México, donde vive mi pareja, después de terminar la carrera, por lo que sí existía una luz al final del túnel. Aunque no tuviéramos una fecha exacta, ya que esto dependía de qué tan rápido encontrara trabajo, pero es algo con lo que los dos estábamos en paz.

Como dije al principio, las relaciones a distancia no son para todas las personas, pero es lindo poder platicar y aprender de ellas. En mi caso, no cambiaría por nada mi relación y el tiempo que vivimos a distancia. Definitivamente aprendí muchas cosas sobre mí, las relaciones que me rodean y sobre cómo quiero seguir construyendo la relación con mi novio. 

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