Su cuerpo y otras fiestas: las historias de mujeres siempre dan miedo

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Te contamos del libro Su cuerpo y otras fiestas, de Carmen María Machado, cuentos que resumen cómo ser mujer puede ser una historia de terror.

Por: Sofía Sánchez Morales

Hay un procedimiento médico ampliamente cuestionado que se realiza después del trabajo de parto, sin el consentimiento de las mujeres.

Se le conoce en el mundo anglosajón como ‘el punto para el marido’, y se refiere a la realización de más suturas de las necesarias durante la episiotomía o reparación del perineo. 

¿Para qué? Para que el hombre sienta más placer cuando vuelvan a tener sexo penetrativo, pese al dolor e incomodidad que esto pueda causar a la mujer.

En «El punto de más», una mujer tiene una cinta verde alrededor de su cuello. Vive una vida normal, llena de sexo y pasión hacia un hombre que se convertirá en su marido, al que le enseña todo y le da todo. Se entrega entera a él y la única cosa que le pide es: no toques mi cinta verde.

Por supuesto, lo que él más quiere es tocar la cinta verde, le resulta imposible aceptar que ella le niegue una parte de sí.

Esta es la primera historia de la colección de cuentos Su cuerpo y otras fiestas, de la autora estadounidense Carmen María Machado, quien con 33 años se ha convertido en una de las voces literarias más exitosas de su generación.  

Un libro sin categoría

Como su nombre revela, Machado es latina (al menos su abuelo paterno era cubano), aunque pasa por blanca, por lo que no siempre se siente cómoda tocando el tema de la raza en sus cuentos. 

Con lo que sí se siente cómoda es con hablar de diversidad sexual. Prácticamente todos sus personajes son mujeres bisexuales o lesbianas y sus historias son contadas sin ninguna extrañeza al respecto.

Las historias que Machado cuenta son indefinibles, o quizás sea más exacto decir que son incategorizables. Cuando piensas que es un libro de terror, te suelta una historia de ciencia ficción, le mete fantasía, leyendas urbanas, realismo mágico y un humor tan oscuro que la risa se vuelve dolorosa pero inevitable. 

Dos de las historias ocurren en medio de una pandemia global, lo que las vuelve particularmente poderosas en el contexto actual. La primera, «Inventario», cuenta el fin del mundo a partir de los contactos íntimos y sexuales (que no son lo mismo, menos en el fin del mundo) de la narradora.

Desde la infancia, la primera vez que la besó una niña, hasta las más recientes experiencias sexuales con hombres y mujeres que buscan un contacto humano que, a pesar de ser transmisor del virus, es tan necesario.

En el segundo, «Las mujeres en verdad tienen cuerpo», una extraña condición provoca la desaparición de los cuerpos de algunas mujeres, pero no sus esencias, continúan en las calles como presencias fantasmagóricas. 

Un hombre comenta: “No pueden ser tocadas pero pueden pararse en la tierra, lo que significa que deben estar mintiendo, deben estarnos engañando de alguna manera”.

Erotismo y asco

Es evidente la dolorosa perspectiva femenina que atraviesa los cuentos, una perspectiva que se atreve además a ser grotesca, llena de fluidos, sexo, olores, temblores y orgasmos. El erotismo y el asco se funden en una sola sensación.

Mucho de lo perturbador viene de conocer esas historias. Dan miedo porque son verdad, aunque sean fantásticas en su naturaleza. Conocemos las historias porque nos han pasado a nosotras, o a una amiga, o a una prima, o a la amiga de la amiga de la abuela.

Uno de los cuentos más interesantes y polarizantes es el de «Especialmente perversos», un recuento de 272 sumarios de episodios de la serie La ley y el orden: Unidad de Víctimas Especiales, en el que se cuestiona la fascinación de la sociedad, los medios y la industria del entretenimiento con la violencia que se ejerce contra las mujeres y que tantas veces resulta en sus muertes.

¿Por qué polarizante? Parece haber una percepción radicalmente diferente de la historia entre quienes crecimos viendo esa serie y quienes no. Es también el cuento más largo: con casi 72 páginas es prácticamente una novela pequeña.

Su cuerpo y otras fiestas, desde el título haciendo un guiño a las lectoras, explora el cuerpo femenino desde varias aristas, desde la relación con el propio cuerpo, la visión de la pareja, el actuar de la sociedad, la salud mental, los mecanismos de defensa y por supuesto, mucho sexo.

Y si después de adentrarte en este universo te interesa el tema de las autoras latinas y queer, te recomendamos explorar la obra de la mexicana Rosamaría Roffiel (autora de la que es considerada la primera novela lésbica mexicana Amora), la poeta cubana Odette Alonso, la novelista chicana Alicia Gaspar de Alba y la escritora cubano-colombiana Daisy Hernández.

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