Como cada año, la Ciudad de México se llenó de vida y color con la 46ª edición de la marcha del Orgullo 2024. La avenida Reforma se transformó en un arcoíris en movimiento, donde miles de personas salieron a celebrar, pero también a protestar y exigir justicia.
Desde muy temprano, las calles comenzaron a llenarse de gente. Amistades y familias enteras se unieron a la marcha, mostrando su apoyo incondicional a la comunidad LGBTIQ+. Ver a madres, padres, hermanos y hermanas marchando fue un recordatorio del poder del amor y la importancia de contar con redes de apoyo.
En medio de la celebración, también hubo espacio para la protesta. Una contramarcha bajo el lema «No hay orgullo con genocidio» avanzó hacia la embajada de Israel.
Este grupo, compuesto por personas LGBTIQ+ y activistas solidarios con la causa palestina, buscaba visibilizar y denunciar la situación en Palestina, exigiendo justicia y el fin de la ocupación.
«Esta marcha no es de fiesta, es de lucha y de protesta».
La marcha del Orgullo de 2024 en la Ciudad de México fue una mezcla de celebración y protesta, de alegría y reivindicación. Fue un poderoso recordatorio de que la lucha por la igualdad continúa, y que cada persona tiene un papel en la construcción de un mundo más justo para todes, sin importar su orientación sexual o identidad de género.
Esta marcha no solo fue un evento festivo, sino un claro recordatorio de la resiliencia y la fuerza de una comunidad que no se detiene. Con cada bandera ondeando al viento y cada paso dado en las calles de Reforma, la marcha del Orgullo de 2024 de la Ciudad de México envió un mensaje claro y contundente: la igualdad y el respeto son derechos innegociables.