La Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció que las personas trans deben poder afirmar su identidad sin necesidad de un juicio. Con sus testimonios, algunas personas nos explican por qué seguir avanzando en este tema, tanto en lo legal como en lo social, es importante.
La identidad de las personas trans y cómo acceden a un reconocimiento legal de ella es un tema del que se ha hablado mucho en los últimos meses, desde diferentes ángulos.
El Congreso de CDMX tenía planeado discutir este mes de noviembre una ley a través de la cual personas menores de edad podían cambiar su identidad de género a través de un trámite, en lugar de necesitar un juicio.
Con esta ley se proponía limitar el tiempo y el dinero que las familias invierten en afirmar el género de sus hijes. Sin embargo, la propuesta fue muy polémica y por el momento la discusión de la ley está detenida.
Aún así, este mes sí trajo una victoria para las personas trans mayores de edad: la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucionales los juicios para el reconocimiento legal de su identidad.
¿Qué significa la resolución de la SCJN?
Esto es lo que explica un comunicado enviado en conjunto por varias organizaciones mexicanas de derechos humanos:
“A partir de esta jurisprudencia, las autoridades de todas las entidades federativas habrán de tomar las medidas necesarias para asegurar que las personas trans que deseen adecuar sus actas de nacimiento puedan hacerlo sin necesidad de ir a juicio, aportar pruebas ni contar con el consentimiento de terceras personas.”
Hasta ahora, solo 9 estados de México permitían hacer este cambio de manera fácil, con un procedimiento administrativo: Ciudad de México, Coahuila, Colima, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, San Luis Potosí y Tlaxcala.
En el resto del país, sí era necesario pasar por un juicio, lo que la Suprema Corte consideró que genera “afectaciones indebidas e innecesarias en la vida privada” de quienes pasan por ello.
Siobhan McManus, filósofa y transfeminista, nos dijo que esta decisión es una victoria incompleta: “es un logro importantísimo por ser de escala nacional, pero en sí mismo es insuficiente para combatir la transfobia, pues ya ha quedado claro en los 9 estados con leyes de identidad de género que estas no eliminan la marginación y el estigma”.
La importancia de afirmar las identidades de personas trans
En su comunicado, las organizaciones también hicieron énfasis en la necesidad de incluir a las infancias y adolescencias trans en estos cambios normativos.
En Malvestida, platicamos con personas trans que nos contaron por qué es importante que no solo en lo legal, sino también en lo social, se respeten sus identidades a la edad que sea:
Morado Cuevas: “Duele la ignorancia”
Ser trans no duele: duele la ignorancia en la que nos crían, el rechazo de la sociedad que no tolera aquello que se salga de su norma, que nos invisibiliza y busca borrarnos de la historia. Los derechos de las personas trans también son derechos humanos.
Mateo V: “Hay que acercarse al tema con amor”
Mi falta de autodefinición en la infancia nacía del miedo. Quizás por esto nunca logré identificarme con mi nombre y mucho menos con el cuerpo que habitaba. Creo que el reconocimiento de las infancias trans puede ahorrarle a lxs niñxs muchísimos años de dolor y confusión.
Reconocerlas, legislarlas y validarlas no es imposición: es optar por acercarse a este tema con amor, comprensión y compasión. ¿Hay acaso algo más vital para el desarrollo de unx niñx que se sienta escuchadx, respetadx y sepa que es amadx?»
Marcos Ibarra: “Lo que soy no cabe dentro de un hombre o una mujer”
La cuestión de mi identidad ha sido para mí como una masa amorfa que nunca ha podido encontrar molde que le provea de una forma definida.
El día de hoy entiendo que nada de lo que soy o puedo llegar a ser cabe dentro de un hombre ni dentro de una mujer.
Soy una persona no binaria que aún tiene miedo de vestir como se lo imagina en su cabeza, que a veces aún detesta su cuerpo y que para preservar un estatus socioeconómico se ve forzade a aparecer con una forma específica.
Pero me encanta saber que todo lo que soy no puede caber en una sola palabra. Me encanta saber que la gente cercana a mi se esfuerza por definirme en mis propios términos y que ello me permite respirar de no tener que fingir por unos instantes.