Quien dude que el maquillaje es un arte tiene que ver las creaciones de Mimi Choi, la encargada de rematar el look de Ezra Miller en la Met Gala 2019.
Los pares de ojos que cubrieron la cara del actor son uno de sus sets de maquillaje más conocidos y también de los más impactantes. El diseño le tomó más de cinco horas y surgió después de una larga charla con Ezra sobre lo que querían proyectar con el look.
Mimi asegura que no realiza bocetos ni diseños previos, simplemente comienza en una esquina de la cara y el maquillaje va tomando forma, pero no siempre fue así, esa libertad no siempre le fue dada.
Un cambio de carrera
Aunque no hay muchos detalles de esta artista basada en Vancouver, se sabe que trabajaba como maestra Montessori, lo que, curiosamente, la hacía sentir limitada en su vestuario, su comportamiento y carrera. Para relajarse se pintaba las uñas o dibujaba al final del día.
El apoyo de su madre la hizo cambiar de carrera. Saltó al maquillaje e inició creando looks para novias y posteriormente comenzó a dar clases, lo que nuevamente la dejó insatisfecha, pues su creatividad no cabía en las aulas ni en el maquillaje que prefieren las mujeres para el día de su boda.
El surrealismo de Mimi Choi
Mimi Choi decidió buscar nuevos desafíos y empezó a crear las increíbles piezas que ahora la distinguen.
En su trabajo es común ver rostros poblados hasta con cinco ojos, algunas de sus creaciones remiten al surrealismo, pues su cara termina transformada en una casa, en fragmentos de su mente o del océano.
También se transforma en animales o se divide en tantas piezas que es complicado distinguir que es real y que no, pues todo lo que publica esta libre de retoques o efectos digitales.
Arte liberador
La maquillista ha expresado que sus creaciones son muy liberadoras no solo creativamente, sino también para su salud mental.
Mimi Choi ha luchado contra crisis de ansiedad, ataques de pánico, además de Trastorno Obsesivo Compulsivo, el cual creía que sería un obstáculo, pero que ha terminado beneficiando su arte, pues su obsesión por los detalles le permite alcanzar esos acabados.
Maquillar también le ha ayudado a lidiar mejor con la parálisis del sueño que padece. “En estos episodios tengo visiones escalofriantes. Me he inspirado en ellas para crear rostros distorsionados y looks más terroríficos”, mencionó a The Daily Dot.
Otras de sus fuentes de inspiración son Salvador Dalí y Maurits Cornelis Escher.
Para mucha gente el cuerpo como lienzo es un cliché, pero en ella se cumple: crea ilusiones ópticas en sus manos, brazos, libera sus temores y asegura que su rostro es un lienzo en blanco “para practicar su arte”.