¡Llegó la revolución del popote de metal!
No es ninguna sorpresa que el plástico polipropileno o poliestireno de los popotes que usamos para succionar nuestros smoothies y bebidas refescantes es altamente contaminante. Afortunadamente, cada vez se toman mayores acciones a nivel global para frenar su uso.
Si no nos crees, aquí algunos puntos contundentes que indican que ha llegado el momento de comprar un popote de metal
De propuesta a ley
A nivel federal, en abril de 2018 la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General para que los establecimientos de comidas y bebidas «no promuevan el consumo de popotes, salvo que le usuario así lo disponga», ya que estos pueden tardar hasta 200 años en degradarse y lastimar la fauna marina. Sin embargo, en mayo de 2018, Veracruz fue más allá y se convirtió en el primer estado de México en prohibir y sancionar gradualmente el uso de bolsas de plástico y popotes en establecimientos comerciales, lo cual sienta un precedente importante para que otros estados hagan lo mismo.
Las empresas grandes hacen lo suyo
Una de las bebidas de fruta más emblemáticas de México es el Boing, que lo mismo sirve para maridar con unos tacos de barbacoa que para refrescarte en un día de calor. Bueno, pues Pascual, la empresa que produce Boing, dio a conocer que disminuirá significativamente el uso de popotes al rediseñar los paquetes de su producto estrella.
“Ya estamos visualizando que, en el futuro, nuestros envases, sobre todo medianos hacia arriba, todos tengan taparrosca, con la finalidad de que se vaya disminuyendo el consumo del popote y plástico», anunció Salvador Torres Cisneros, director de la Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual.
Otros esfuerzos
Otro ejemplo es el de McDonald’s, que para 2025 se comprometió a sustituir el material plástico de sus popotes, o Starbucks, que planea que para 2020 ninguna de sus más de 28 mil tiendas a nivel mundial ofrezca a popotes de plástico. Para lograrlo, cambiarán las tapas de sus envases y ofrecerán popotes hechos con materiales reciclables, como el papel y los plásticos compostables.
Con esta iniciativa, la cadena de cafeterías podría eliminar el uso de más de mil millones de popotes de plástico por año.
Popotes reutilizables
Una forma de ayudar al medio ambiente, además de ya no pedir popotes en los restaurantes, es comprar uno reutilizable, ya sea de acrílico, vidrio, bambú o, los favoritos del momento: de metal.
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Cada vez más opciones
El popote de metal, también llamado #EcoStraw, está hecho de acero inoxidable y puede venir en diferentes grosores, formas y colores que van de un oro rosa a un cromático multicolor altamente Instagrameable. Además, generalmente incluye un limpiador y un estuche para que puedas llevarlo dentro de tu bolsa o mochila sin mayor problema.
Si hablamos de precios, el popote de metal es cada vez más accesible. Lo puedes encontrar por $50 pesos o en paquetes de 3 o 4 popotes por un precio de entre $100 y $200 pesos. Si quieres un kit con más diseño o algún color peculiar, entonces es posible que el precio se eleve. Hay para todos los gustos.
¿Dónde conseguirlos?
Si quieres conseguir tu popote de metal y salvar tortuguitas bebés, entonces te recomendamos ver quién en tu círculo cercano los vende. Siempre hay una amiga de una amiga que es eco-emprendedora y seguramente lo está moviendo entre sus conocidos (pregunta en Facebook). También puedes darte una vuelta en tu supermercado de confianza o tiendas ecologistas, pues ya es común encontrarlos ahí.
Ahora que si lo tuyo es comprar en línea, entonces más fácil imposible. Una búsqueda sencilla en Google arrojará resultados en páginas como Amazon, Linio, etc. donde puedes pedirlos hasta la puerta de tu casa. Eso sí, no olvides siempre llevarlo en tu bolsa, ya que es cuando estés fuera de casa cuando más uso le darás.