Así es como la moda dejó de tener etiquetas y se sumó al movimiento gender fluid

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¿Has notado que en las redes sociales cada vez aparecen más fotos de hombres usando faldas y mujeres vestidas de forma súper masculina? Sí, esta tendencia existe ya fuera de las pasarelas y es reflejo de todo un contexto cultural de libertad que nos encanta.

Tal vez no lo recuerdas, pero hace como 100 años, las mujeres no solían/podían usar pantalones. Para la época de nuestros abuelas, la moda se dividía en prendas hechas para hombre y para mujer, en donde una se diferenciaba de otra por elementos claves que portaba cada género.

Y aunque desde finales del siglo XIX y durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres comenzaron a usar la ropa de sus esposos para trabajar, no había pantalones exclusivos para las mujeres como ahora. Además que (en nuestro mundo occidental) es aceptado y pocos te criticarían por llevarlos.

Pero como en este mundo siempre existen personas que quieren malmirar todo, ahora, las críticas están hacia los diseños unisex, una evolución que busca reflejar las nociones cambiantes de género y sexo por medio de la moda, los cuáles se están ajustando a una ideología.

Hay que aclarar que este reflejo en las prendas no es sólo una tendencia pasajera, sino una manera en que la moda se ha ido adaptado a una forma de vida que está en expansión dentro de la cultura actual: el llamado gender fluid o género fluido, una condición en la que los que se asienten en ella dicen no sentir que pertenezcan al masculino o al femenino, sino simplemente son personas. Y así la ropa también.

La generación Z en contra de etiquetas

Foto. @eva.al.desnudo

Las nuevas generaciones han estado revolucionando la forma en cómo vemos y aceptamos las cosas, creando rasgos de neutralidad que se han visto plasmados de diferentes formas.

El término gender fluid surge como la forma de definir una identidad sexual, una fluidez de género –que aunque no es nada nuevo– en la actualidad, se le ha propiciado un mayor reconocimiento.

De esta forma, las generaciones Z y parte de la Y (o millennial) se han convertido en un público más receptivo; los jóvenes ahora han demostrado que género y sexualidad ya no son categorías donde encasillarse como productos de supermercado y están siendo más flexibles en comparación con generaciones anteriores.

Por consiguiente, se han abierto nuevas vanguardias, en las que muchos están experimentando y que se han convertido en el terreno de la moda para plantear nuevas formas con más opciones disponibles para que las personas expresen quiénes son.

La moda como expresión de identidad

Una vez reconocido el gender fluid, la moda también se adaptó a esto. Evolucionó con los cambios que históricamente se han dado y ahora es más fácil sumar las prendas a una apariencia que no tiene  por qué ser concepto de femenino a masculino.

Un ejemplo son los looks andróginos de diseñadores reconocidos como Comme des Garçons, Saint Laurent y Céline, que han desfilado en las pasarelas más reconocidas del mundo, o cuando firmas de lujo como Gucci apostaron por incluir modelos de ambos sexos desfilando con las mismas prendas de las colecciones.

Louis Vuitton spring/summer ’16 women’s
Foto. @c.syresmith

Algunos famosos se han vuelto íconos de esta forma de pensar y también del estilo que lo representa, como David Bowie o Prince. Ahora esa bandera la llevan celebridades que han declarado abiertamente su ambigüedad de género como Tilda Swinton, Ruby Rose o Jaden Smith, este último que se ha convertido en un vocero para su generación y que en una entrevista para Nylon Magazine’s habló al respecto:

Sólo tienes que creer en ti mismo… El mundo va a seguir golpeándome por lo que haga, y voy a seguir sin preocuparme. Voy a seguir haciendo lo que hago, voy a hacer más cosas. Y en cinco años, cuando un niño vaya a la escuela vistiendo una falda, no lo golpearán y los niños no se enojarán con él. Simplemente no importa. Estoy tomando el peso ahora para que más tarde, mis hijos y las próximas generaciones de niños piensan que ciertas cosas son normales ahora, no se esperaban antes de mi época.

Sin género

Aunque hablar de la moda unisex no es algo nuevo, ahora es notable que se ha ido adaptando y masificando; se ha visto un avance positivo en cómo una forma de ser, actuar y vivir ha inspirado a crear piezas que vuelvan a la esencia para la que años atrás habían sido inventadas.

Es decir, como sinónimo de comodidad, de utilidad, de expresión y sin restricciones pero que se incorporen a la época haciéndolas parte de un estilo que no delimita sexos.

Ya no es solo la ropa unisex, sino una noción de género en potencial crecimiento y en donde la sociedad está lista para esto. Esta prenda ¿fue hecha para mujer?, ¿para hombre?, realmente no importa ¡es solo ropa! Quizá ahora es irrelevante el hecho de dividir algo que no tiene caso que sea dividido. Es un reflejo de no ser etiquetados en un género o en otro, sino en quién eres.

 

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