El dilema entre las revistas de moda y las fashion bloggers no es algo nuevo, la relación que tienen es una de amor/odio y bastante conveniencia. En ciertas ocasiones las editoriales utilizan a las blogueras –y sus apabullantes cifras de seguidores en redes sociales– para llegar a más personas y, por su parte, las bloggers consolidan su prestigio al aparecer en estas publicaciones. Sin embargo no dejan de competir entre sí, porque al final del día el círculo de la moda también es un mundillo de cat fights y sonrisas condescendientes en donde prevalece la supervivencia del más fuerte… ¿o el más popular?
El más reciente fashion drama ocurrió cuando Vogue, al terminar Milan Fashion Week el pasado domingo, publicó una nota en la que varias de sus editoras criticaban abierta y duramente a las reinas del social media. Sally Singer, Directora Creativa Digital de Vogue, les recomendó que «… busquen otra profesión. Están exaltando la muerte del estilo». Por su parte, Alessandra Codinha, Editora de Noticias en Vogue.com, señaló la falta de aportación a la industria. «Las seguimos llamando bloggers, pero solo muy pocas siguen haciendo eso. En lugar de una celebración del estilo, parece ser que todo es presentarse, lucir ridícula, posar, estar inquieta en el asiento del front row mientras checas desesperadamente todas tus redes sociales, huir, cambiar de outfit y repetir la misma rutina… Todo llega a ser muy vergonzoso…».
Otros miembros del equipo de Vogue que comentaron al respecto fueron Sarah Mower, Analista principal de Vogue.com, y Nicole Phelps, Directora de pasarelas, quien mencionó que «No es simplemente triste que las mujeres se acicalen para las cámaras con ropa prestada, sino que es preocupante también ver a tantas marcas participar».
Por supuesto, los bloggers no se quedaron callados y aprovecharon las herramientas que mejor saben usar para dar su respuesta. Susie Lau, quien fue una de las primeras blogueras en ganarse un lugar respetado dentro de la industria, publicó en Twitter que hace 8 años recibió la misma crítica y se refirió al equipo de Vogue como «hipócrita», ya que las editoras también utilizan marcas patrocinadas pero «ellas tienen el sustento de una publicación para esconderse detrás y no representarse a ellas mismas». El filipino BryanBoy también se unió a la defensa del gremio bloguero y aclaró que él prefiere comprar la ropa a pedirla prestada. «Esto es bullying, simple y sencillo», publicó en Twitter.
La bloguera de Los Angeles, Shea Marie, de Peace Love, incluso fue más allá y señaló la ironía de que la foto con supuestamente más likes del Instagram de Vogue es una en la que aparecen ella y su mejor amiga, Caroline Vreeland, luciendo el street style que la revista tanto critica. «Qué lástima que no puedan aceptar que lo que una ‘figura publica’ utiliza en las calles tiene más influencia que la columna editorial que sacan después de Fashion Week. El mundo de la moda ya no es controlado solamente por ustedes», publicó.
Can anyone guess what @voguemagazine most commented Instagram pic is (by a landslide)? A street style photo of me and @carovreeland. Ironic pic.twitter.com/kGhhbgnULz
— Shea Marie (@peaceloveSHEA) September 27, 2016
Realmente es difícil tomar una postura en este tema, porque aunque sí, los comentarios de Vogue fueron críticos y bastante duros, también tienen algo de cierto. No es un secreto que el mundo blogger se ha salido de control convirtiéndose en una especie de boleto dorado que todos quieren alcanzar, para tener acceso a la industria de la moda a cambio de likes efímeros y muchas veces sin profundizar en contenido.
A diario vemos surgir y morir blogs que, lejos de tener propuestas novedosas, se convierten en un copy-paste de una fórmula gastada. Sin embargo, no es el caso de toooodos los bloggers. Muchos han sido y son parte fundamental de la transformación y democratización de la moda dándole una nueva voz a una industria que por años se refugió en su hermetismo elitista. A través de sus redes vivimos una perspectiva distinta de lo que sucede en las pasarelas y podemos hacer nuestro ese universo.
Así que la industria de la moda no tiene por qué ser un ring de boxeo, ya que si algo ha quedado demostrado es que las revistas y bloggers pueden ser excelente mancuerna, una que nos permita disfrutar la moda desde todos sus ángulos.
¿Tú qué piensas?