Te contamos un poco de cómo la CNDH se convirtió en la Casa Refugio Ni Una Menos y por qué es importante difundir y conocer las imágenes que se han generado desde adentro.
Desde el viernes 4 de septiembre, varias víctimas de violencia y sus familias, junto con organizaciones feministas, tomaron las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el centro de Ciudad de México.
En los días que han seguido, las imágenes de estas mujeres y cómo han hecho suyo el espacio han movido a muchas personas.
Más allá de la falsa polémica sobre el respeto que le debemos a los cuadros o a sus autores, el simbolismo de la comisión tomada por mujeres que llevan años pidiendo justicia es muy fuerte: están las figuras de Morelos, Hidalgo y Juárez colgadas al revés, como todo en el país está de cabeza.
Está el cuadro de Francisco I. Madero, con los labios pintados y flores, que fue intervenido por una niña que fue víctima de abuso sexual.
Las paredes de la Casa Refugio Ni Una Menos (como fue rebautizada la CNDH) también hablan, literalmente: “Mujeres contra el patriarcado”, “Justicia” y “No perdonamos ni olvidamos” son algunas de las consignas que escribieron las mujeres con pintura.
Retratar las luchas feministas
Andrea Murcia es una de las fotógrafas que ha acompañado a estas mujeres en su toma y sus imágenes ayudan a generar un mejor entendimiento de cómo se están viviendo estos días.
Platicamos con ella y nos contó que conoce desde hace varios años a la señora Yesenia, quien pide justicia por el feminicidio de su hija Marichuy y encabeza el Frente Ni Un Menos. Así se ha ido ganando poco a poco la confianza de este grupo de mujeres.
“Lo que más me impactó y me dio tristeza es imaginar cómo se deben de sentir para tomar la decisión de tomar las instalaciones. Su organización es muy fuerte, se han logrado articular muy bien entre ellas”, nos cuenta.
Para ella, el fotoperiodismo debe mostrar las cosas como son, no fijarse de si es un tema que “vende” o no. Lo que ella quiere es contar estas realidades que, además, le llegan personalmente. Por eso es importante hacer periodismo con perspectiva de género: “no hacerlo es simplemente mentir”.
Andrea también se alegra de que sus imágenes hayan tocado de otra manera al público en este caso, porque siente que el tema se está tratando con más empatía que anteriormente, cuando le ha tocado cubrir otras manifestaciones.
Cómo ayudar a las mujeres de Casa Refugio Ni Una Menos
Actualmente, en las instalaciones de la CNDH están, además de Ni Una Menos, organizaciones como Crianza Feminista, Movimiento Estudiantil Feminista y Aquelarre Violeta, para un total de unas 50 personas.
El cometido de estas mujeres es convertir el espacio en un refugio para colectivos feministas, víctimas y sus familias, además de un centro de acopio. También piden la renuncia de la Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra de Ibarra y que se otorgue acompañamiento integral a todas las víctimas de violencia en el país.
Si quieres apoyarlas, puedes ir directamente a República de Cuba #60 a dejar despensa, artículos de limpieza o de higiene personal. También puedes donar a una cuenta bancaria:
Además, en la Casa Refugio Ni Una Menos se han organizado ya trueques de mercancía y micrófonos abiertos para poesía feminista.