La nominación al Oscar de Yalitza Aparicio ha traído cosas buenas a México. Es la primera vez que una actriz indígena es nominada a un premio de la Academia. La nominación ha puesto al centro del debate el trabajo doméstico y las relaciones de clasismo y racismo en México. Ella ha logrado mucho reconocimiento por ser una actriz “natural”, es decir, no estudiada. Pero también ha sacado lo peor de algunas personas.
Campaña de boicot contra Yalitza
Circuló este tuit de Rossana Barro, quien es coordinadora de la atención especial a invitados del Festival Internacional de Cine de Morelia:
El Ariel es el equivalente al Oscar mexicano. Hubo varias respuestas condenando que era una tontería y que sin nombres parecía un “linchamiento público”, pero hubo algunas respuestas de otras actrices donde confirmaban la existencia del supuesto grupo. Como esta respuesta de Úrsula Pruneda:
O esta respuesta donde la actriz María José Cuevas confirma que dicho grupo existe:
En menos de seis meses, la actriz oaxaqueña ha logrado portadas en Vanity Fair y en Vogue. Ha sido reconocida internacionalmente y ya ha sido premiada, pero parece ser que en México hay mucho recelo.
La envidia se traduce a racismo y clasismo
La actriz Patricia Reyes Spíndola dijo sobre la actuación de Yali: “No es su vocación, no es lo que quiere. Si Cuarón la sigue jalando para trabajar, pues probablemente. Creo que es un momento, como un flash”.
¿Por qué a algunas personas les molesta tanto que Yalitza no tenga formación como actriz?
En la comunidad de teatro de la Ciudad de México, algunas actrices y actores, también se expresaron de forma despectiva de Yalitza, haciéndola menos por no tener una formación de actriz.
En defensa de las críticas que Yalitza ha recibido en la comunidad teatrera, la actriz Liliana Papalotl dice: «He escuchado y leído a «personas de teatro» encubrir su racismo, su clasismo y su prepotencia disfrazándolo de ética profesional, alegando que la academia hace actrices, eso no sólo es una falacia sino también, una postura de privilegio no reconocido. Es evidente el menosprecio a un trabajo de actuación que me parece no sólo profesional, sino además sutil y muy profundo. Asumir que ella no tuvo que actuar para encarar un personaje tan complejo debería de significar el virtuosismo de la actuación de Yalitza, y no asumir un estereotipo embriagado de ignorancia. Mi pregunta es: ¿Lxs detractorxs de Yalitza han hecho cine alguna vez?».
Elsa Burgos, exconductora y actriz, dijo: “¡Ella no actuó! ¡Ella así es! Así, habla, así se conduce. ¡Como Cleo!”. Una búsqueda rapidita de Twitter puede sacar que muchos usuarios piensan como Elsa.
La realidad es que el éxito de Aparicio ha sacado lo peor del clasismo y racismo mexicano. Usuarios en redes sociales han dicho cosas terribles como “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, comentando los vestidos de gala de diseñadores que Yalitza ha usado. También la han criticado por –según ellos– no usar prendas típicas oaxaqueñas, cuando sí las ha usado.
Yalitza ha respondido de forma admirable
Lo que sí es que ella ha hecho muchísimo por la representación. Miles de mujeres mexicanas se ven identificadas en ella. A las críticas que recibió dijo:
“Me alejé totalmente del cine y de todo lo que tiene que ver con este medio, porque consideraba que no me pertenecía, que era un mundo de sueños al que no podía aspirar, porque ninguna mujer que veía en la pantalla se parecía a mí».
También respondió al meme donde salen algunas actrices que han buscado hacerse carrera en Hollywood contrapuestas con ella:
“La verdad no me agrada, considero que ellas son mujeres admirables, que han llegado ahí, que han estudiado y luchado por representarnos a nosotros y es por algo, se siguen manteniendo y no es nada fácil, como cualquier otra profesión, es muy complicado ir subiendo y ellas siguen ahí con toda la actitud, he recibido sus mensajes y agradezco su apoyo”.
La envidia no es representativa de todos
Yalitza Aparicio se ha conducido con porte, con elegancia y con respeto frente a todo el odio que le ha llovido en su propio país. Con todo y que fue su primer trabajo como actriz, Yalitza aprendió mixteco para su papel, ya que aunque su padre es mixteco, ella no habla su lengua. Su brillante y apasionada actuación en Roma nos dejó a todo mundo impactado y hay quienes buscan aminorarla, pero ella sale a flote siempre, su personalidad brilla.
¿Por qué será que cuando vemos a una mujer triunfar, como sociedad, la queremos aplastar? ¿Por qué medimos a las mujeres que son distintas a nosotros con una vara tan severa? ¿Por qué tenemos esta “envidia” cultural?
Queremos ver a Yali triunfar, y aunque a muchas personas les duela, ya siempre será conocida como la actriz nominada al Oscar, Yalitza Aparicio.