Texto: Martín Vázquez
Dentro de toda la oleada de anime que Netflix se ha estado encargando de adquirir y producir, hace pocos días llegó Aggretsuko (de «agresivo» y el nombre del personaje, Retsuko). Esta serie, cuya idea original pertenece a Sanrio (sí, los creadores de Hello Kitty), intentó realizar episodios de un minuto sobre una joven panda roja lidiando con la vida común, pero con el interés e inversión de Netflix, el proyecto se fortaleció, sumando 10 capítulos de 15 minutos.
Pero, ¿qué la hace diferente al resto de sus tiernos amiguitos? Básicamente si Hello Kitty es la imagen de la sumisión y lo correcto, Retsuko es furia contenida, un símbolo del estrés reprimido por culpa de lo erradamente establecido.
Con 25 años, nuestra panda roja favorita es independiente, inteligente, talentosa, soñadora y, aunque en su trabajo encontró su puesto ideal, ser contadora de una oficina, el ambiente no lo es, ya que lidia con un jefe prepotente y misógino, el shade de una de sus compañeras, la superficialidad y los falsos chismes de otros… Y aún con tantos momentos frustrantes, encontró una importante vía de escape: cantar death metal en un karaoke.
El resultado es una parodia de la realidad laboral o, ampliando un poco más el espectro, tenemos un reflejo vívido de la vida de una mujer joven.
Ternura y hate al mismo tiempo
La serie abre con Retsuko recién graduada, brillante, con anhelos e ilusiones. Cinco años después, la vemos bajo sus cobijas en su pequeño departamento. Situaciones que van desde lo más simple como malentendidos con las amigas o decidir entrar a yoga, hasta temas mucho más complejos como la ansiedad social y estabilidad emocional, y una muy buena sátira que hace de las redes sociales.
Todos estos tópicos son los que nos permiten sentirnos totalmente identificados con la caricatura, seamos mujeres u hombres.
Y es que quién no ha soñado con el trabajo perfecto, quién no ha aprendido a lidiar con bajar de peso, preocuparnos cuando necesitamos pagar una renta, fiesteado brutalmente, estresarnos en el transporte público, hartarnos de las personas que se victimizan, aborrecido las fotos de bebés en Facebook, incluso comer rebanadas de pan cuando se acabó el dinero antes de lo previsto, pero sobretodo, ¿quién no ha contenido sus emociones para que que la parte más anticuada y normativa de la sociedad no nos señale?
El squad infalible
Por si eso fuera poco, tenemos también la gama de personalidades de sus amigos: La gata libre que disfruta la vida sin preocupaciones, el zorro tímido pero sarcástico, la gorila exitosa con problemas para entablar nuevas relaciones, etc.
Todos aportan algo a la vida de Retsuko, quien cabe mencionar, no busca transmitir directamente un empoderamiento, no es abiertamente feminista, incluso por momentos se cuestiona buscar a un novio que la pueda mantener para no volver a trabajar. Es seguidora de las reglas, de lo establecido, alguien que no sabe decir “no”.
Pero es eso lo que funciona, tener un personaje que en cualquier momento puede estallar, alguien que se contiene para evitar problemas. Un personaje que nos muestra de forma muy clara los diversos matices por los que pasan las mujeres en el trabajo, y su hartazgo ante el machismo y sexismo laboral.
Esta panda roja nos enseña a no juzgar, a señalar, a no permitir, a dejar de guardar nuestros sentimientos y opiniones debajo de la alfombra. También a encontrar y darle un propósito a nuestra propia voz.
Retsuko es un concentrado millenial que encuentra comprensión en lo emocional, que rompe con el status-quo y que se dio cuenta que llorar, enojarse, no querer algo y cambiar de opinión está bien.
Y con un poco de ella en nuestro interior, definitivamente es una serie que todas y todos deberíamos ver antes de irnos al karaoke.