Más que propósitos para 2018, compromisos hechos por mujeres diversas

propósitos 2018
Foto. Neil Bates

Se acerca ese momento del año en que comenzamos a contar las horas para recibir un nuevo ciclo. Cuando un año se va, solemos ponernos un poco reflexivxs y mirar qué hicimos estos últimos 12 meses, qué logramos y qué nos falta aún. Por qué lloramos y por qué soltamos la carcajada, qué nos emocionó o indignó.

Si se habla de propósitos, ¿cuántos de esos se cumplieron? Cuando estamos ya a segundos de concluir el año, llegan los 12 deseos al comer las uvas —si es que acostumbras este ritual— y ¿no te ha pasado que no sabes ni qué significado darle a cada una?

Este año, planteamos hacer algo diferente, algo más del corazón, un compromiso con nosotrxs mismxs. En vez de pedir o proponer tener más dinero, más amor (de un tercerx), mejor salud, ir al gimnasio, bajar de peso, ¿por qué no un compromiso que nos haga bien a nosotrxs y a alguien más?

En un experimento por saber opiniones diversas, se lo preguntamos a mujeres de diferentes edades. Las respuestas son tan lindas que podemos retomar más de una para nuestra vida el próximo año.

¿Cuál sería tu compromiso personal para 2018?

  • Amarme a mí y a mi cuerpo. Dejar de juzgarme y disfrutarme más como soy.
  • Dejar de vivir los momentos especiales por medio del celular.
  • Dedicar el tiempo a plenitud en cada actividad del día y con las personas que estoy.
  • Reconciliarme todos los días con el espejo, no permitir que nadie me haga sentir triste, porque yo solita tengo la capacidad de hacerme muy feliz.
  • Afrontar los retos sin llorar y sin miedo. Tomar todo lo nuevo y aprender mucho de todo lo que inicie.

  • Perderle el miedo a mi creatividad para explorarla y explotarla, y entender que yo no soy mi trabajo.
  • Tratar de no tomar de forma personal las cosas que hacen los demás.
  • Verme como realmente soy y lo que valgo. Querer lo que veo en el espejo más que a nadie y probarme a mí misma que puedo y quiero hacer lo mejor para mí y mis hijos.
  • Dejar de quejarme por todo e invertir ese tiempo en hacer cosas que sean más productivas.
  • Estar consciente de que me merezco ser feliz y hacer feliz a mis hijos. Comprobar que soy capaz y puedo hacer todo lo que me proponga.

  • Aprender a escuchar con más atención.
  • Quiero disfrutar a mi nieto y serle útil (sana).
  • Vencer mi ego para lograr el despertar de mi conciencia; para poder vivir sin apegos y encontrar mi libertad emocional.
  • Ser más racional y un bajarle unas rayitas a mi lado emocional.

Propósitos 2018 (los alternativos para un bien común)

  • En vez de hacer dieta tal cual, dejar cosas nocivas (aspartame, refrescos, azúcar refinada), tomar más agua, más verduras, comer lentamente. Y si ya me tragué un pastel, disfrutarlo y ya, no estarme quejando ni contándole a todo el mundo cuánto voy a engordar.
  • En vez de una suscripción al gimnasio, empezar el año con todas las pruebas médicas que unx no se hace con la frecuencia que debería: papanicolau, mastografía, VIH y otras.
  • No stalkear, no pedir comida a domicilio, no comprar ropa ni zapatos (la ropa que tiramos es un gran contaminante).

  • Cambiar mis insultos. Borrar los que ofendan a mujeres que ni al caso (hijx de tu *** madre), naca, puta.
  • Leer más libros escritos por mujeres.
  • No hablar mal de la gente. Si no tengo nada bueno que decir, mejor nada.
  • Despertarme en cuanto suene la alarma. Mis prisas no son benéficas ni para mí ni para el resto de la gente.

  • Impulsar el comercio local (comprar lo hecho en México).
  • Deshacerme de lo que no necesito y puede servir a alguien más (ropa, libros, comida, muebles en buen estado)… Y no comprar más sino vivir con lo necesario.
  • No permitir que las campañas presidenciales afecten mi estado de ánimo o mi salud. Estoy segura que vienen cosas muy feas, pero mis posibilidades reales de actuar al respecto, son muy, muy limitadas.

  • Dedicar tiempo a los adultos mayores.
  • El que tengo (y comencé a raíz de un viaje) es ser más agradecida. Igual y no es nada del otro mundo; pero desafortunadamente he sido parte del club de “lo que me falta”. Junto con esto me he propuesto por fin “agradecer” al apoyar de forma consistente a una buena causa, porque la mejor manera de dar las gracias es regresando/aportando.

 

Recomendado

¿Las fuerzas armadas ya no son machistas si hay una mujer al mando?

Una institución históricamente machista y jerárquica como la militar no solo debe abrir sus puertas a las mujeres, sino también cambiar sus valores.

Los ecos de la Ley Olimpia: la historia de Argentina

Los ecos de la Ley Olimpia mexicana están en Argentina.

TDAH y género: Mi Historia de Diagnóstico Tardío

Me abrumo cuando me dicen muchas cosas al mismo...

Recomendado

¿Las fuerzas armadas ya no son machistas si hay una mujer al mando?

Una institución históricamente machista y jerárquica como la militar no solo debe abrir sus puertas a las mujeres, sino también cambiar sus valores.

Manejar en carretera: una forma inesperada de superar el bloqueo creativo

¿Sientes que tu creatividad está estancada? Descubre cómo manejar en carretera puede ayudarte a encontrar inspiración y calma. Presentado por Hertz México.

Más mujeres, mismo machismo: la trampa de la inclusión militar

¿Tener más mujeres en el ejército mexicano erradica el machismo en esa institución?

Las parteras y el derecho a un parto humanizado

Hace poco hablamos sobre el abuso de las...

Regalos para hacer muy feliz a una feminista

Todxs tenemos (o deberíamos tener) una feminista de cabecera....

Dersdepanian #06: lo que se deja atrás en el 2020

Un año nuevo es una excelente oportunidad para dejar...