Instagram Stories: ¿lo amas o lo odias?

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A estas alturas, ya todos conocemos Instagram (a menos de que vivas en una cueva prehistórica). La usamos para compartir nuestro trabajo, vida social, selfies e incluso nuestros sagrados alimentos… o cierta parte de ellos, porque si de algo se trata Instagram es de mostrar el lado más fotogénico de nuestra realidad. O al menos así fue hasta la semana pasada.

La más reciente actualización de la red social, Instagram Stories, nos permite publicar fotos y videos que permanecen durante 24 horas en nuestra «historia». Además puedes dibujar sobre el contenido y compartirlo con todos tus seguidores o enviarlo sólo a algunos pocos a través de Instagram Direct. O sea, literalmente es Snapchat.

¿Pero por qué Instagram quiere ser como alguien más si ya era el niño cool del salón? Pues porque no le basta sólo con conquistar el aula, sino que quiere toda la escuela.

Actualmente, la gran lucha entre las redes sociales es que todas quieren que sus usuarios vivan eternamente en ellas sin necesidad de acudir a otras. Por eso Snapchat añadió hace poco «memories», que te permite compartir cosas desde la galería de tu teléfono (como Instagram), y prácticamente todas (Facebook, Twitter, Snapchat, Instagram) han incluido la opción de chat y video en sus plataformas.

Muchos pensarán que esta nueva función en Instagram es muy interesante e incluso más amigable que Snapchat en términos de experiencia de usuario (aunque ésta última sigue teniendo los filtros de detección facial a su favor). Sin embargo, lo que distinguía a Instagram de las demás redes era que, más que una plataforma social, era una galería virtual en la que no necesariamente seguías a tus amigos, sino también a fotógrafos, ilustradores y artistas por sus propuestas visuales. Una red en la que no tenías que preocuparte por toparte con las interminables selfies de tu prima o los videos de los bebés de tus amigos rompiendo crayones.

Instagram era el museo de las redes sociales, y ahora pareciera que ese museo se ha llenado de turistas que caminan rápido de un lado al otro con cámara en mano disparando fotos de los cuadros sin siquiera detenerse a contemplarlos.

Por ahora, lo mejor que podemos hacer es conocer un poco más sobre esta nueva función y decidir si, después de todo, no está tan mal o si de plano comenzamos una petición de change.org para erradicarla (no que vaya a servir de algo).

¿Tú qué opinas de Instagram Stories?

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