Quien te tome fotos o video sin tu consentimiento podrá ir a prisión en la CDMX

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fotos o video sin tu consentimiento
Foto. Nappy

Vas sentada en el vagón del Metro cuando te despierta la sensación de que alguien te observa. En efecto, hay un hombre que, desde la multitud, dirige la cámara de su celular hacia ti y, mientras te descuidabas, tomó fotos o videos sin tu consentimiento. Ante este panorama, si llegas a encarar al sujeto, ¿qué puedes hacer? ¿Pedirle que te dé su celular? ¿Obligarlo a que borre tus fotos?

Antes, lo más común era quedarse con el coraje atravesado y rogar porque no haga mal uso de ellas. Ahora, este tipo de actos sin consentimiento ya podrán tener repercusiones legales en la Ciudad de México.

Resulta que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se aprobó que haya sanciones que van de uno a tres años de prisión para quien tome fotografías o videos con índole sexual sin tú consentimiento. Sí, esto ahora será un delito previsto en las reformas a los artículos 177 Bis y 179 del Código Penal local.

Estos castigos penales pueden aumentar si además existe una relación jerárquica derivada de relaciones laborales, si se trata de un docente a alumnas o en el plano doméstico. También si la agresión se realiza en la vía pública, en instalaciones o vehículos destinados a prestar un servicio público.

Ley necesaria

Hay quien podría pensar que esta ley es una exageración, puesto que tomarle una foto a alguien «no podría hacerle mal a nadie». Sin embargo, este tipo de acoso no siempre se queda en el celular de quien graba o toma imágenes de desconocidos (que tampoco es un panorama deseable), sino que suele subirse a redes sociales (y causar ridiculización o discriminación) o utilizarse hasta para fines que atentan contra la integridad o seguridad de la persona que no lo autorizó.

En el comunicado donde se anuncia de esta nueva ley, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) explica que retratar o grabar a alguien sin que haya consentimiento (ya sea a un desconocido, a una amiga o incluso a una pareja) «se consideran conductas de naturaleza sexual indeseable. Esto por atentar contra su dignidad: solicitar favores sexuales para sí o para una tercera persona; fabricar, imprimir, grabar, transportar, exhibir, vender, reproducir o hacer circular por cualquier medio, imágenes, libros, revistas, escritos, fotografías, carteles, videograbaciones con implicaciones sexuales».

El diputado Iván Texta Solís, quien promovió esta iniciativa de ley, argumentó que en promedio tres mujeres al día acuden a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para denunciar que les tomaron fotos o videos sin su consentimiento. En algunos casos, el proceso de queja puede durar hasta 36 horas en completarse, un tiempo que parecería poco, pero no muchas personas están dispuestas a invertir.

A esto se agrega, dice el comunicado de la ALDF, que las mujeres se han acostumbrado a ser víctimas o testigos de estas situaciones en su vida cotidiana, al trasladarse a sus trabajos, escuelas, o a actividades recreativas. Es decir, a no denunciar.

Esta ley se pensó frente a este tipo de acoso en cualquier situación, pero en específico a quienes viajan en el transporte público.

Males necesarios

El hecho de tener vagones especiales para mujeres, niños y personas de la tercera edad tanto en el Metro como en el Metrobús se ha vuelto un tema polémico. Hay quien argumenta que es una decisión radical porque separar hombres de mujeres no ataca a un problema (de cultura y educación) de raíz, sino que solo lo maquilla. La realidad es que el programa Viajemos Seguras en el Transporte Público lo ha establecido oficialmente para poner un freno a los acosos, abusos y hasta violaciones sexuales ocurridas en estos espacios de la ciudad… Todo mientras, a la par, se intenta crear una cultura del respeto a la mujer y su cuerpo.

El Instituto Nacional de las Mujeres de la CDMX señala que el Metro es el transporte más peligroso para ellas en caso de acoso. Según información de este instituto, más del 65% de las usuarias que lo utilizan cotidianamente han dicho haber sufrido acoso, pero no lo denuncian debido a los malos protocolos. De ahí que de los 5.3 millones de usuarios que viajan al día, solo se reciban 300 denuncias al año por este tipo de delitos (menos de una al día cada año). 

Los delitos que actualmente ya se sancionan son los tocamientos, roces, agresiones sexuales y el acoso. Ahora se podrá sumar la toma de fotos o videos sin consentimiento.

¿Qué hacer?

Si has sido víctima de acoso o abuso sexual en el transporte público de la Ciudad de México, denúncialo aquí. Es verdad que es un trámite que lleva tiempo, pero es la única forma de comenzar a exigir respeto por nuestro cuerpo.

También puedes descargar la app Vive Segura CDMX, donde puedes enviar tu denuncia sin tener que acudir a los módulos del programa. Esta app además evalúa la percepción de seguridad en los trayectos por la ciudad; reporta casos de acoso y riesgo; permite realizar llamadas de emergencia al 911 y recibir atención en caso necesario. La aplicación ofrece datos y teléfonos de servicios para recibir atención en casos de violencia de género.

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