Hablar sobre el Síndrome de ovario poliquístico (SOP) es hablar de muchas cosas. Al igual que otros procesos que atraviesan la salud sexual, como puede ser la menstruación, es algo que no solo tiene que ver con el cuerpo, sino que también involucra emociones, relaciones, economía y hasta un impacto en la salud mental.
Al buscar en Google “síndrome de ovario poliquístico” es fácil encontrar cuáles son los síntomas más comunes, pero no siempre conocemos los testimonios de quienes lo viven. Para este texto platiqué con Fer, Annie y Majo, que han sido diagnosticadas con SOP, y también con la ginecóloga Ariella Perrotin, a fin de conocer más a fondo cómo ha sido su experiencia con este síndrome alrededor del cual sigue habiendo muchos tabúes.
El diagnóstico
Ariella explica que algo muy importante al abordar el tema del síndrome de ovario poliquístico es dejar muy claro que no significa tener quistes en el ovario.
“Ese diagnóstico se designó cuando el ultrasonido era bastante arcaíco, entonces lo que vieron los médicos fueron bolitas negras y decidieron que se iba a llamar quiste. Y como son muchos, poliquistico. Pero lo que sabemos hoy en día es que son folículos que se quedan pausados en determinado momento del ciclo”, explica Ariella.
Esto sucede porque lo que provoca el SOP es que el metabolismo se altere y todo sea más lento: “Ovulaciones lentas o muy espaciadas; funcionamiento tiroideo con un metabolismo lento, como es el hipotiroidismo, y un mal funcionamiento en el tema de la insulina que puede llevar al aumento de la glucosa. También se ve alterado el funcionamiento del estrógeno, lo que provoca un aumento en su contraparte, los andrógenos”.
El SOP es una condición médica compleja con un conjunto de síntomas que pueden incluir ovarios poliquísticos, junto con irregularidades menstruales, exceso de vello facial o corporal, resistencia a la insulina y problemas de fertilidad.
Muchas personas que han sido diagnosticadas con síndrome de ovario poliquístico, entre ellas Fer, Annie y Majo, concuerdan en que suele ser difícil dar con un diagnóstico acertado y tener acceso a información clara sobre lo que está pasando en sus cuerpos.
La Organización Mundial de la Salud reporta que hasta el 70% de las mujeres afectadas a escala mundial no están diagnosticadas. La Dra. Ariella explica que esta cifra se debe a que muchas veces las mujeres tardan en ir al médico para recibir un diagnóstico. “He escuchado cosas como ‘hasta que no me atreví a platicarlo con mi grupo de amigas, no me di cuenta que no era normal menstruar cada 60 u 80 días'».
Por otra parte, Ariella explica que también se suelen dar malos diagnósticos o tratamientos insuficientes recetando anticonceptivos, pero no se realizan estudios a profundidad.
Esto le pasó a Majo. Tenía 19 años y dejó de menstruar por un año. Todas y todos los especialistas en ginecología y endocrinología que visitó concluyeron que “era normal”, hasta que una reflexóloga le dijo que probablemente tenía síndrome de ovario poliquístico. Hasta ese momento fue que le mandaron a hacer más estudios y la diagnosticaron.
Síntomas físicos del síndrome de ovario poliquístico
Los síntomas físicos del SOP suelen ser lo que más se conoce sobre el tema. Y aunque cada quien los vive diferente, hay algunos que son más comunes. Por ejemplo, Fer y Annie coincidieron en periodos irregulares y aumento de peso.
Annie menciona que tuvo aumento de vello corporal: “Es un tema del que creo que de plano no se habla. Hubo un tiempo que la cara se me empezó a llenar de vellitos y yo decía ¿qué es esto? Obviamente le pregunté a mi ginecólogo y me dijo que es otro síntoma por los cambios hormonales”. Así como sangrar entre períodos. “En abril me salió un quiste casi del tamaño de mi ovario, entonces sangré por un mes y tuve principios de anemia”.
La Dra. Ariella menciona que otros síntomas también pueden ser calvicie o piel seca. Eso sí, todas las cuerpas son diferentes, entonces lo que puede ser un síntoma para una, puede tratarse de algo diferente para otra.
Fer, por ejemplo, tenía un síntoma bastante común que es el acné, pero poco le hablaron de las implicaciones que eso podía tener en su salud mental. “Me acuerdo mucho del acné… Fue de lo que más me afectó emocionalmente”, menciona.
Por eso urge que hablemos de…
El SOP y la salud mental
Además de los impactos físicos, el SOP puede afectar la salud mental de quienes lo viven. Incluso hay estudios que demuestran que las personas con SOP tienen tres veces más posibilidad de experimentar depresión y ansiedad. ¿Por qué esto no es lo abordan lxs ginecólogxs? Para Annie, esto hubiera cambiado su vida.
Ahora, a sus 26 años, Annie se volvió consciente de la relación entre el SOP y la salud mental, lo cual le permite ser mucho más compasiva con ella misma. “Hace unos meses tuve un periodo muy doloroso, estaba súper enojada, súper estresada y mi salud mental se fue para abajo. Una semana antes empecé a tener pensamientos suicidas que nunca había tenido. Pero ya a esta edad sé escucharme más y fue de ‘a ver, ¿qué me está pasando y por qué estoy teniendo estos pensamientos?’ Al mes siguiente fui a hacerme estudios generales y el ginecólogo me dijo que todas mis hormonas estaban movidas. Todo tenía sentido”.
Al respecto, la Dra. Perrotin explica que es importante entender que los ciclos naturales del cuerpo también están relacionados al estado de ánimo. “Cuando empezamos con la pubertad, ciclos hormonales y ciclo menstrual hay que asegurarnos de revisar todo. Puede haber mujeres con síndrome premenstrual que pueden llegar a tener un brote esquizofrénico o una depresión mayor. Todo está relacionado”.
¿Cuál es el tratamiento para el síndrome de ovario poliquístico?
Este tema también es complejo. Hasta el día de hoy no existe una cura como tal. Lo que sí se puede hacer, como explica la Dra. Ariella, es llevar un tratamiento. Eso sí, esto depende mucho de cada persona. “Yo siempre les pregunto, ‘¿cuál es tu objetivo en este momento? ¿Es buscar un embarazo? ¿Volver tu ciclo regular? ¿Tratar los síntomas?’. Es totalmente individual y es temporal. Puede ser que ahorita yo quiera una cosa y en cinco años busque otro objetivo”.
Para Majo, Fer y Annie ha sido todo un proceso encontrar lo que realmente les funciona para disminuir los síntomas.
Tomar pastillas anticonceptivas es uno de los tratamientos más comunes. Sin embargo, a Majo y Annie no les cayeron bien. Además, cada vez se habla más de los efectos secundarios que pueden tener. “Es muy frustrante que me tenga que tomar las pastillas porque es con lo que mejor me siento, pero que a la vez escuche por todos lados lo malas que son”, menciona Fer.
La Dra. Ariella explica que el uso de pastillas puede ayudar a algunas personas a cumplir sus objetivos individuales, pero que definitivamente no debería ser el único tratamiento. “Hay pacientes que tienen 25 años y empezaron a tomar la pastilla a los 14, nadie les dijo que tenían que suspenderla. Son mujeres cuyas hormonas, cuyos ciclos, han estado pausados por 10 años, y que no se conocen al natural. Entonces este tratamiento es solo una de la ramas, pero no lo es todo”.
Lo importante es escuchar a tu cuerpo, informarte, preguntar y descubrir el tratamiento que te haga sentir mejor.
A Annie también le ha funcionado mucho tener una dieta desinflamante una semana antes de su menstruación. Además cuando encontró un ginecólogo mucho más abierto al tema –que le hizo las preguntas correctas– encontró un tratamiento innovador.
“Lo que más me ha funcionado es tomar inositol con ácido fólico. Es una gran combinación de suplementos alimenticios que te ayuda a regular el SOP, la insulina y te ayuda a ser más regular. Yo tomé uno que se llama G balance y otro que se llama Holiherb ”.
La Dra. Ariella explica que esta es una gran opción para pacientes que no quieren, o no pueden, tener un tratamiento hormonal: “La base de esto es el inositol, y lo que hace es apoyar al metabolismo. Se ha usado desde hace relativamente poco, pero estamos viendo grandes resultados”.
Eso sí, la ginecóloga también recalca que es importante consultarlo con tu médicx antes de tomar este suplemento: “No nos vayamos al otro extremo, ya hay algunas plataformas que lo venden sin receta porque es suplemento y se está corriendo la voz. No es un producto mágico y está bien si a algunas no les funciona”.
¿Y si me acaban de diagnosticar con SOP?
Annie, Majo y Fer llevan muchos años lidiando con SOP, así que les pregunté que le dirían a alguien a quien se lo acaban de diagnosticar. Todas coincidieron en que es muy importante informarte, no tomártelo a la ligera y aprender a escuchar tu cuerpo.
“Ten paciencia para encontrar un tratamiento y ve checándote. Tiene solución y es mucho más común de lo que pensamos”, dice Fer.
Annie también es optimista “Es algo muy complejo, porque no existe una pastilla como para la gripa que te lo quite en tres días, pero todo va a estar bien. Cada vez hay más investigaciones e información”.
La Dra. Ariella opina algo similar: “Es una condición genética, del metabolismo. No es algo para lo que hoy en día tengamos una pastilla mágica. No estamos curando ovarios poliquísticos, sino tratándolos. Lo importante es quién eres, cuál es tu etapa y cuál es tu objetivo”.
Personalmente considero que esa es la importancia de este texto. Saber que no estamos solas y aprender del proceso y conocimiento de otras personas que lo viven. En un mundo que ignora nuestros sentires, hay que empezar a contar nuestras historias.