Victoria Volkova es la primera mujer trans en la portada de la Playboy México. La entrevistamos para conocer por qué siempre le ha interesado «infiltrarse» en instituciones tradicionales.
Victoria Volkova lleva años en un proceso de cuestionamiento, enfocada en reconstruirse para ser cada vez más fiel a sí misma. Me lo dijo en la entrevista, pero sería imposible no notarlo.
Sus respuestas son claras y no le pide perdón a nadie por la carrera que tiene, pero tampoco piensa que es la única manera de hacer las cosas. Solo es la manera que ella ha encontrado y con la que se siente cómoda.
Este noviembre, Victoria, quien es modelo e influencer de belleza y estilo de vida, se convirtió en la primera mujer trans en aparecer en la portada de la revista Playboy en su edición mexicana.
Platicamos con Vico acerca de lo que significa para ella este hecho histórico y cómo muchas veces su activismo la ha llevado a generar cambios dentro de espacios rígidos y conservadores.
Entrevista con Victoria Volkova
En Instagram comentaste que quisieras que esta portada generara más curiosidad sobre la vida de las personas trans en México, ¿qué es algo que te gustaría que la gente supiera o se preguntara?
Con series como La veneno y Pose, amigos y familiares cercanos me han dicho que se han tenido que replantear muchas cosas que creían saber sobre mí, porque estas series muestran temas que nunca se habían preguntado.
Cuando la gente suele hablar de las personas trans solo piensa en cirugías, hormonas y sexo. Tienen curiosidad por el cuerpo de la persona, no por la persona. La cultura pop ayuda a salir de lo físico.
También es importante saber que muchas personas trans en Latinoamérica no tienen acceso a servicios de salud en general o reconocer que vivimos rechazo constante porque es un tema desconocido…
Todas estas cosas le pasan a las personas trans y pienso que la sociedad debería tener más interés en conocer todo lo que conlleva.
Entrando un poco a lo polémico, precisamente Playboy tiene una relación complicada con el feminismo y grupos progresistas por cómo retrata los cuerpos de las mujeres. ¿Por qué decidiste posar para la revista?
Yo sé que esta revista ha causado polémica, no solo con mi portada, sino a lo largo de su historia. Entiendo las críticas perfectamente, no niego que sean válidas.
Pero si una publicación quiere cambiar, pues tiene que empezar en algún lado. Y en eso entramos nosotras: estamos educando a los medios masivos a enseñarles lo que no está bien. A mí me ha tocado esa tarea desde que comencé mi transición.
He ido a entrevistas en la tele, en la radio, a muchos programas y me toca ser esa persona que les dice “esas preguntas que has hecho y como has estado entrevistando, ha estado mal y a partir de ahora tienes que cambiar y hacerlo mejor”.
Me toca ser esa persona con Playboy México, que les dice “esto que han hecho por tanto tiempo no es correcto, deberían ver el cuerpo de la mujer como algo que no es solo para el placer de los hombres, y que existen distintos tipos de bellezas y de cuerpos y ninguno es mejor que otro”.
El mensaje de mi portada justo es ese. Yo sé que yo me parezco mucho al estereotipo de lo que los hombres y la sociedad consideran bello, pero lo uso para entrar “como una espía infiltrada”.
A mí también me frustra que llevamos años cosificando y decidiendo qué mujeres sí son bellas y quiénes no y qué es lo que tienen que cambiar para ser bellas y ser válidas en esta sociedad machista.
Pero siento que tengo que infiltrarme, porque tengo la oportunidad de poder hacerlo, porque no les asusto tanto.
En el contexto de esta portada también escribiste sobre tu proceso para encontrar el amor propio, ¿nos puedes contar un poco sobre esto?
Creo que todas las personas estamos en un camino de encontrarnos, y a veces nos sentimos súper perdidas y no sabemos a dónde vamos. Para mí, ha sido un viaje constante y de curiosidad por saber quién soy, por qué soy, siento, pienso y actúo como lo hago.
Fue a partir de darme cuenta que quería transicionar que comencé a cuestionarme todo en mi vida: por qué tengo la relación que tengo con mi mamá, por qué espero la validación de otras personas, por qué si no tengo novio siento que estoy sola.
Tomé la decisión de ser mi yo más verdadero y auténtico, sin importar cómo me educaron o lo que mi mamá, la vecina, la sociedad o cualquier otra persona espere de mí. Nadar contracorriente me ha enseñado a cuestionarme el por qué de todo y también a atreverme a hacer lo que yo quiero.
A las mujeres se nos ha impuesto una sensualidad, pero también tenemos el derecho de explorarla y disfrutarla como nosotras queramos. Para ti, ¿qué es la sensualidad?
Mientras más crezco, más me voy quitando estas ideas que aprendí de lo que era sensual. Por ejemplo, cuando tenía 16 o 17 yo era de tacones altísimos, maquillaje hasta para ir a la tiendita y vestidos cortos y como de niña chiquita. Así es como yo había aprendido que era una mujer guapa, sexy, sensual y valiosa.
Conforme fui madurando, empecé a sentirme bonita y sensual en todas las formas: con tenis, descalza, en pants o como sea. Porque ser sensual no tiene nada que ver con medias y tacones y maquillaje. Pero tuve que quitármelo de encima.
Como yo me siento más sensual es ahorita porque puedo estar sin maquillaje, sin peinar, en pijama. Me siento sensual porque por primera vez yo estoy poniendo las reglas de mi vida.
Obviamente hay muchas personas que me dicen “así no te ves bien”, pero no importa porque yo me siento cómoda. Si estoy cómoda, me veo bien y si yo me veo bien, yo me siento guapa. Todo tiene que ver con la seguridad y con el amor propio y sí me gustaría que más personas se sintieran libres.