El mundo virtual puede ser un lugar muy hermoso para el intercambio de ideas y opiniones, pero también es fácil encontrarse con haters publicando comentarios de odio a la menor provocación. Debido a ello, Instagram está probando dos nuevas funcionespara evitar el bullying.
Inteligencia artificial, tu nueva mejor amiga
Una de las nuevas herramientas de Instagram usa la inteligencia artificial para detectar comentarios ofensivos incluso antes de que sean publicados. Su rastreo se basa en el registro de comentarios previamente reportados.
Pero eso no es todo, porque Instagram también le dará una bofetada con guante blanco a los haters.
Supongamos que alguien tiene su comentario despectivo o denigrante y está a punto de publicarlo, ahí es cuando el sistema de Instagram le preguntará si de verdad quiere ser tan imbécil e insensible. Bueno, no así, pero sí cuestionará si de verdad quieres publicarlo.
De acuerdo con Instagram, las primeras pruebas de esta función llevaron a algunas personas a reflexionar y deshacer sus comentarios o al menos cambiarlos por otros un poquito menos agresivos.
Instagram no quiere haters
Si de plano las personas no pueden evitar vomitar sus frustraciones en los comentarios, entonces lo más seguro es que les apliquen el shadow banning, una herramienta que castiga a quienes se divierten haciendo bullying en internet.
Adam Mosseri, director de Instagram, explicó que son los adolescentes quienes sufren con mayor frecuencia el acoso y también son más reacios a reportar, bloquear o dejar de seguir a sus agresores, especialmente si interactúan con ellos en la vida real.
Por ello, la nueva función Restrict, también en modo prueba, permitirá a los usuarios limitar los comentarios de quienes los acosan sin que estos puedan notarlo.
Al aplicar la restricción sobre un usuario sus comentarios dejan de ser visibles en tu cuenta y tampoco tendrán forma de saber si leíste sus mensajes directos o estás en línea.
Estas nuevas funciones pretenden mejorar la experiencia en Instagram y obligarnos a replantear cómo estamos conduciéndonos en las redes sociales, así como el impacto que nuestras palabras pueden tener, incluso detrás de una pantalla.