Hay que decirlo, cuando se está en una relación llega un punto en el que el sexo puede tornarse algo monótono y no tan emocionante como solía serlo en un inicio. Está el tema de la rutina, el trabajo, el estrés, el outfit de chones y calcetines, en fin… la cantidad de cosas que pueden matar nuestro apetito sexual es super extensa. Sin embargo, hay algunos trucos facilitos para llevar innovación a la cama ¿o al sofá? ¿o la regadera? y meterle un toque distinto al sexo.
Aquí te proponemos algunas cosas súper sensuales para intentar con tu pareja –o con quien quieras– esta misma noche.
1. Usar un juguete sexual
Mucha gente piensa que los juguetes sexuales son para cuando estás solx y quieres darte amor… y sí… y qué rico… pero también son una herramienta emocionante para aumentar el placer con tu pareja.
Todo el proceso, desde ir a comprarlo, puede ser algo divertido y sumamente íntimo entre ustedes. Aunque también está la opción de que tomes la iniciativa y sorprendas a tu pareja con un nuevo aditamento: anillos vibradores, estimuladores de clítoris, lubricante, strap on, etc… hay mucho de dónde elegir.
2. Ver una película porno
El erotismo se contagia y ver una película pornográfica puede ser un buen punto de partida para esos momentos en los que hace falta inspiración. En Malvestida ya hemos hablado sobre algunos sitios en los que puedes ver porno hecho de forma ética y responsable y donde la mujer no es reducida a un simple objeto. Así que elijan una, sírvanse una copita de vino y sientan cómo el calor de la pantalla comienza a hacer efecto sobre sus propios cuerpos. AHHHHHHH!!!!!
3. Un masaje sensuaaaaal
Del masaje al agasaje hay solo un paso (deberíamos enmarcar esta frase). Así que consigue un aceite con el aroma que más te guste y que comience el spa sexual. Tú y tu pareja pueden tomarse turnos para dar y recibir un masaje que comience en la espalda y termine donde su imaginación les dé a entender. Tomen en cuenta que todo quedará muuuuuuy resbaloso… así que usen algunas sábanas viejas o toallas para proteger la cama.
4. Juegos de rol
Si nunca lo has hecho, «actuar» como otra persona puede sentirse un poco tonto al principio, pero el chiste es que las dos partes involucradas se dejen llevar por el juego. ¿Hay alguna fantasía que todavía no hayas podido cumplir? Este es un buen momento para intentarlo. Y no, no necesitas comprarte todo un uniforme de enfermerx sexy, basta con poner tu mente en el mood adecuado.
5. Dar sin recibir… o recibir sin dar
Porque en el dar está el recibir, tú y tu pareja pueden decidir cuál de lxs dos será quien se deje consentir ese día.
La persona a la que le toque recibir podrá pedir tooooodo lo que quiera (siempre y cuando haya consenso, obvi) y la otra tendrá que enfocarse únicamente en darle el placer. La idea es que el juego termine en un orgasmo feliz… o dos… o más. Eso sí, la idea es que haya reciprocidad, así que a la próxima le tocará recibir a quien en la primera ronda lo dio todo.
6. Hacer todo, menos penetración
Hay que decirlo, el sexo es MUCHO más que penetración y aunque el coitocentrismo trate de hacernos creer lo contrario, la mayoría de las mujeres llegan a sentir más placer mediante la estimulación del clítoris u otras técnicas que no necesariamente incluyen un pene.
Así que toca ponerse creativxs y recurrir a todo lo que el cuerpo tiene para ofrecer. Exploren nuevas posiciones y sensaciones: besen y toquen lugares que quizá no sean los más comunes, pero que pueden esconder deliciosas terminaciones nerviosas, como las muñecas, el cuello o las orejas.