El Libro del Estilo

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Hace un par de semanas tuve oportunidad de entrevistar a Antonio González de Cosío, con motivo del lanzamiento de su nuevo material editorial, «El Libro del Estilo», un libro dirigido a todo aquel interesado en combinar personalidad, creatividad y moda sin lucir como un «fashion victim» en el intento.

Fue una breve charla telefónica que el Director Artístico de México’s Next Top Model me concedió en lo que salía de un edificio, tomaba un taxi y se dirigía a otro de sus múltiples compromisos, porque él es un hombre que no para. Sin embargo, a pesar del ajetreo, tuvimos tiempo suficiente para platicar muy agusto sobre moda, estilo y los desastres por los que uno atraviesa en esa búsqueda de identidad personal.

Malvestida: ¿De dónde nació la idea de crear El Libro del estilo?
Antonio: Este es mi segundo libro, porque el primero (“El Poder de la Ropa”) lo escribí en conjunto con Lucy Lara. «El Libro del Estilo» nació de la necesidad de escribir algo con mi propia voz, un poco más intimo y más mío. Quise hablar de muchas cosas que me hubiese gustado decir en el primer libro. No es una continuación, pero si una consecuencia de “El Poder de la Ropa”.

¿Cuánto te tardaste en armarlo?
El libro nació en nueve meses, desde que empecé a escribirlo hasta que acabé. El previo fue diferente, porque tuve que hacer un poco de planeación, research, proponérselo a mi editorial y una vez que la editorial le dio el “sí” al esqueleto que mandé, me seguí para adelante.

¿Qué tan complicado es hacer un libro de moda en México?
Creo que nuestro país tiene un poco mas de dificultad que otros, porque tenemos poca cultura de lectura y, al mismo tiempo, México es un país en el que la moda no es un elemento de interés con un mercado muy amplio, a diferencia de Estados Unidos o Francia. Por un lado, siempre tienes las ganas de gustar y por el otro tienes que pensar cuánta gente va a leerte. Creo que es algo que pasa con cualquier libro, pero especialmente con los de moda y con un segmento en el que realmente somos bastante jóvenes y nuevos.

¿A quién está dirigido?
Es un libro que puede disfrutar cualquier persona: hombres, mujeres, de cualquier edad, intensión, profesión. Hay capítulos específicos para intereses mucho más puntuales como bodas, viajes, etc. Pero yo hablo más bien del interior, es un libro que invita a cada individuo a conocerse íntimamente y vestir a esa persona que descubra. Siempre he dicho que el estilo no se compra, ni se nace, sino que lo descubres dentro de ti.

Me sorprende conocer gente que no tiene ninguna relación con la moda y aún así se ve increíble, ¿crees que existe un sexto sentido del estilo?
Hay gente que tiene una noción nata para saber qué le queda bien. Hay genios del estilo, ahí estaba Yves Saint Laurent que de niño lloraba cuando veía una mujer mal vestida…

¿Y se puede decir que hay gente sin estilo?
Sí, pero porque no se ha preocupado en descubrirlo. Es gente que está sumida en la masa y no resalta.

¿Qué es lo que más le falla a las mexicanas?
El balance y la mesura. Saber que si llevas un maquillaje cargado no puedes llevar demasiada joyería. Hay que saber que si eres grandilocuente con un gesto de tu atuendo, tienes que balancearlo con prendas un poco más anónimas. Aunque me parece que en México nos estamos depurando, creo que cada vez estamos un poquito mejor en ese terreno.

¿Cuál es el error más frecuente al buscar un estilo propio?
En la búsqueda del estilo creo que la gente imita mucho. La gente tiende a imitar a las celebridades que ve en las revistas, a la gente que se viste bien, pero el estilo no puede ser copiado, porque entonces te ves disfrazado.

¿Recuerdas haber tenido alguna etapa desastrosa de estilo?
No una etapa, pero sí momentos desastrosos. Y claro, eso lo aprendes después cuando ya tienes un poco más de perspectiva. Por ejemplo, darte cuenta de que cuando tienes sobrepeso hay cierto tipo de ropa que no te puedes poner porque lo vas a resaltar. Yo creo que ese tipo de cosas me fallaban. Quería ponerme prendas demasiado holgadas y parecía casa de campaña, o de pronto quería ajustarme y utilizar la ropa como faja. Piensas que por ponerte unos skinny jeans (aunque te saquen la llanta) y luego un blusón encima te vas a ver más delgado… y no.

¿Cómo fuiste perfeccionando tu estilo personal?
Con la práctica, ha sido una maravilla. Diana Vreeland dice que lo que la gente con estilo tiene en común es la originalidad y creo que la creatividad y la imaginación son dos cosas que siempre te van a ayudar mucho. Me gusta investigar, probar y, sí, a veces el experimento te explota en la cara, pero vale la pena haberlo hecho porque igual y descubres una fórmula estupenda.

¿Qué inspira tu estilo?
A estas alturas, puedo decirte que sí me inspira mucha gente, pero más bien me inspiran las tendencias, ver cosas de moda. Sí han habido personajes que han sido muy inspiradores a lo largo de mi vida. Quizás en su momento Boy George, algunos diseñadores, Madonna, por ejemplo, algunos cantantes, pero realmente nunca imité el estilo de nadie.

Me gusta mucho Karl Lagerfeld y de pronto tengo guiños a vestirme como él, me gustan mucho los guantes, los mitones, pero nunca trato de copiar, sino encontrar elementos que me gustan y adaptarlos a mi personalidad y estilo. Y creo que esa es la gran conquista que he logrado a lo largo de mi vida.

En tu libro mencionas que los accesorios son los satélites de la moda, ¿cuáles son tus favoritos?
Lo mío son los broches, es mi porn. Tengo una colección gigantesca y me los pongo todo el tiempo, pero últimamente también los zapatos, creo que hoy por hoy los hombres nos hemos ganados el derecho a usar zapatos creativos y diferentes. A mí me seducen mucho los zapatos de ese estilo.

Has tenido oportunidad de entrevistar a un sin fin de personalidades de la moda, ¿qué frase o momento se te ha quedado grabado?
Hay una frase que recuerdo mucho, cuando le pregunté a Christian Lacroix qué era a lo que le tenia más miedo en la vida y él me contestó “Al desempleo”. Me tocó mucho porque justo fue en un momento en el que él estaba en proceso de cerrar su marca, de dejar de diseñar y me dolió que una persona tan importante en la industria, que no es que no tenga para vivir, porque sigue teniendo su línea, perfumes, etc. Pierda esa cuestión de explotar su parte creativa como lo hacía antes, y eso lo recuerdo mucho.

Por otro lado, creo que las frases mas lapidarias que me han dicho siempre han sido de Karl Lagerfeld. Algún día recuerdo que le pregunté algo y le dije, “pero no me des la respuesta políticamente correcta”, y él me contestó “Yo jamás soy políticamente correcto”. Así es Karl, muy contundente. Es un hombre tan sabio e inteligente que en cada entrevista que he tenido con él siempre me sorprende. Es un hombre que no dice las cosas si no las siente.

Por último, ¿cuales son tus consejos infalibles de estilo?
Para poder descubrir tu estilo necesitas saber quién eres a nivel exterior e interior. Y ya con base en eso desarrollar la vista, el gusto. A veces algo te puede gustar, pero no necesariamente te queda bien.

Otro consejo es tratar de encontrar el balance, porque ahí se encuentra el buen gusto, la clase, la elegancia. Una persona que se viste de manera balanceada siempre se va a ver estupenda. Por ejemplo, yo soy fanático de los estampados, pero siempre los combino con colores neutrales.

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