El amor en los tiempos de las Apps: 5 historias que nacieron de un ‘swipe right’

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Badoo

Patrocinado por Badoo

A nuestros abuelos les tocó la época de conocerse en el pueblo, “robarse a la novia” y huir a la ciudad; a nuestros padres la del cortejo mediante citas de noviazgos interminables seguido de un matrimonio con el “hasta que la muerte los separe”, pero a las millennials y generación Z nos tocó la titánica tarea de conocer a nuestras citas amorosas o sexuales en las redes sociales y apps de ligue (sí, nuestros deditos saben lo cansado que es esto).

Y aunque los sitios de dating existen desde los 90, es ahora cuando se ha hecho popular que las parejas se conozcan por la magia y bendición del internet. La forma de conocer a quien eliges para hacer cucharita en la cama está cambiando y abriendo nuestras posibilidades de conexiones más que nunca.

De acuerdo con MIT Technology Review, hoy en día, las citas en línea son la segunda forma más común de conocerse entre las parejas heterosexuales y, para las parejas homosexuales, la más popular.

Para ponerle nombres reales a esas estadísticas, nos unimos a Badoo, la app de social discovery más grande del mundo (actualmente cuentan con más de 360 millones de usuarios) para descubrir esos casos de éxito que comienzan con un simple swipe right y terminan en algo más.

Miguel y Cris

Era como la quinta vez que probaba una app de citas, porque ya me había desesperado que todos los hombres o me dejaban colgada con la conversación o solamente querían sexo. Por recomendación de una amiga usé Badoo y puse una opción para conectar con gente cercana a mi ubicación, porque a estas alturas –viviendo en la Ciudad de México– ya no estoy dispuesta a cruzar la ciudad para ver a alguien.

Para mi sorpresa contacté con un chico con el que empaticé luego luego al reírnos de que el mismo día, a la misma hora, estábamos los dos curándonos la cruda comiendo tacos de barbacoa.

Nos quedamos de ver una semana después. La primera cita fue en un lugar de la colonia Roma que estaba llenísimo. Lo vi a lo lejos y era más alto de lo que me imaginaba, pero tenía esa misma linda sonrisa de las fotos que vi en la app. Me sentí nerviosa, pero el encuentro fue mucho más normal que con otros chicos con los que había salido de esta forma. Terminamos caminando hasta un lugar de té y hablamos hasta que nos corrieron de ahí.

Él es médico y trabaja como loco igual que yo. Jamás me imaginé salir con alguien que no fuera de la publicidad, del arte o de los medios de comunicación. Y ha sido genial. Nos vemos poco, pero el tiempo que pasamos juntos es 100% de calidad. No pleitos, no celos, no reclamos. Llevamos ocho meses juntos y no hay un solo día en que nos aburran nuestras historias, siempre hay algo nuevo de lo que podemos hablar y reír juntos.

Ale y Carlos

Abrí la app sin ninguna intención de conseguir pareja, solo porque mi roomie me estuvo presionando una y otra vez con hacerlo. Por fin cedí un sábado por la noche y para el domingo a medio día ya había hecho match con Carlos. Recuerdo que lo que más me llamó la atención fue que la plática se daba con muchísima naturalidad y nunca se volvía algo aburrido o monótono, como sí sucedía con otros chicos con los que también había hecho match.

Más o menos semana y media después de que comenzamos a platicar en la app, Carlos me invitó a un concierto y ahí nos vimos por primera vez. Cuando lo vi sentí un gran alivio, porque además de que sí se veía como en sus fotos (que siempre se agradece) conectamos de inmediato y la plática fluyó toda la noche como si llevásemos mucho tiempo de conocernos. Después del concierto la seguimos en un bar y terminamos tomando mezcal hasta las 2 de la mañana (era un miércoles).

Al final, me acompañó caminando hasta mi casa y nos despedimos con un abrazo, todo muy propio y controladito, pero días después cuando salimos por segunda vez la historia fue diferente, porque terminé durmiendo en su casa dos noches seguidas, jajaja.

Mi amiga hasta la fecha me hace burla porque de no querer abrir la app terminé de novia con el primer chico con el que tuve una cita. Así es la vida.

carlos badoo

 

Tamara y Arnaud

Llevaba usando la app como un año, primero la bajé por pura curiosidad. Me gustaba pasar el tiempo stalkeando perfiles y coleccionando matchs. Después de un tiempo por fin me animé a salir con alguien, nos caímos bien pero no pasó a más.

Semanas después, justo cuando entré a la app decidida a borrarla, revisé por última vez con quién había hecho match y vi el mensaje que un chico francés me había mandado unos días antes.

Decidí responderle y fue raro, porque tal vez en otro momento no le hubiese contestado, pero platicamos un rato y nos pasamos el número de celular. Me invitó a jugar billar para conocernos, pero después de la experiencia de mi última cita fallida preferí asistir junto con mis amigos, por si las dudas, en una especie de cita grupal.

Lo reconocí de lejos, venía ya con una cerveza en la mano y sonriendo como si no tuviese problemas en la vida. Desde ese momento me cayó bien. Al llegar saludó a todos muy efusivamente y se puso a platicar con nosotros.

Al final se fueron mis amigos, pero yo me la estaba pasando tan bien que decidí irme con mi date a otro bar. Bailamos un rato, salimos a la terraza a platicar y entre risas me besó.

Se fue a vivir conmigo a los 6 meses de habernos conocido y dos meses más tarde decidimos mudarnos juntos a una nueva ciudad. Ahora llevamos año y medio juntos, tenemos un huerto, dos gatos y mucho amor por el mar.

Estefanía y Ro

Abrí Badoo poco antes de irme a un intercambio de verano en Argentina, principalmente con la idea de ir conociendo gente nueva antes de llegar (la app tiene una opción que te permite cambiar de ubicación para hablar con personas de otra ciudad o país). El primer mes tuve un par de citas que no fueron nada memorables, la neta, pero justo cuando me faltaban como tres semanas para regresarme a México fue cuando conocí a Ro.

Desde que vi sus fotos me encantó y quedamos en salir por una cerveza ese fin de semana. Al principio estaba un poco nerviosa de que él no fuera a llegar, que no fuera el de la foto o nos quedáramos en silencio incómodo, pero cuando nos vimos en persona fue pura química y nos pasamos toda la noche platicando. Terminamos en una fiesta en casa de unos amigos suyos besándonos y crasheando el sofá.

De inmediato supimos que teníamos que aprovechar el tiempo que me quedaba en Buenos Aires. Así que durante esos días nos vimos prácticamente diario y de verdad que ha sido el mejor sexo que he tenido en mi vida.

Cuando me regresé a México seguimos en contacto por Whats y redes, pero evidentemente después de unos meses la intensidad bajó y ahora de vez en cuando nos saludamos y nos lanzamos indirectas, muy directas, de lo increíble que estaría volver a vernos.

Aunque no fue una relación “seria” lo considero una de las historias de ligue más padres que he vivido. Se sintió como una película.

Badoo

Male y Xavier

Hablamos dos días mediante una app de citas y después ya nos pasamos a Facebook. Después de chatear dos semanas, me pidió que nos viéramos en persona. Salimos como unas cuatro veces y ya después nos confesamos que nos gustábamos mutuamente.

En realidad, solo pasó mes y medio entre que nos conocimos en la app y que comenzó nuestra relación. A los pocos meses yo cumplí años y él me regaló a mi gatito, que es mi adoración.

Es difícil resumir todo lo que pasó en tres años y medio de relación, pero algo de lo más valioso que me llevo de él es mi independencia laboral. Yo trabajaba de diseñadora en una revista y él estudiaba cine. Como él se la pasaba trabajando y yo era su novia, para pasar más tiempo con él le dije “yo te ayudo”, y así comencé a colaborar con él en sus proyectos  y comencé a conseguirle clientes para productos audiovisuales.

Al mes de haber dejado mi trabajo en la revista, mi novio me invitó a una junta con el gobierno municipal de Aculco y fue ahí que comenzamos juntos la organización del Festival Cultural Tierra Adentro, que llevamos ya dos años haciéndolo a la par de otros proyectos. Estos planes siguen a pesar de que ya hemos terminado nuestra relación de pareja.

Ya sea para un ligue intenso y pasajero o una historia de amor épica, las apps para conocer gente son cada vez más populares y nos permiten expandir nuestras posibilidades de conocer gente fuera de nuestro círculo social e incluso nuestro país.

Así que si ya te entró la curiosidad por probarlo, anímate a bajar Badoo y comenzar a hacer swipe. Dentro de sus herramientas hay unas muy padres como Gente Cerca, que te permite conectar con personas cerca de ti, y Clones, para encontrar a ese doble de Ryan Gosling que tanto has estado esperando.

Quién sabe, igual y la próxima historia de éxito podría ser la tuya.

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