La carga mental se refiere a la cantidad de esfuerzo cognitivo y emocional necesario para gestionar las tareas y responsabilidades diarias. Y las mujeres experimentan estrés y cansancio en mayor medida debido a eso.
Un ejemplo común de carga mental en las mujeres es la planificación y organización de las tareas domésticas. A menudo, se espera seamos nosotras las encargadas de recordar y realizar las tareas del hogar, como la limpieza, la compra de alimentos y la preparación de comidas.
Además de su trabajo remunerado, muchas mujeres tienen la mayor responsabilidad en el cuidado de las infancias o las personas mayores. Incluso también la gestión emocional y la salud mental de la familia.
Y todo eso en gran medida gracias a los roles de género y las expectativas sociales que han asignado a las morras la responsabilidad principal de la gestión del hogar y la crianza.
La toma de decisiones: la carga mental «invisible» de las mujeres
La toma de decisiones diaria pone a prueba la capacidad cognitiva de las mujeres. Desde elegir la ropa que las infancias llevarán a la escuela, organizar la casa, preparar las comidas, hasta planificar las compras del hogar.
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Y a todo eso hay que sumarle su empleo, que muchas veces resulta ser a tiempo completo, y la atención a su propio bienestar físico y mental. Y es que la carga mental no es simplemente hacer varias cosas a la vez, es recordar tener que hacerlas, planificarlas y asegurarse de que se realicen con éxito.
Estudios indican que esta es una cuestión profundamente ligada a la socialización y expectativas de género. Desde pequeñas, las niñas son más fomentadas para el cuidado del prójimo, mientras que los niños se centran más en tareas más individualistas o de grupo. Esta enseñanza temprana condiciona a las mujeres a asumir una responsabilidad mayor en el cuidado de la familia y el hogar, lo que trae consigo una carga mental adicional.
Efectos en la salud mental de ser la morra que resuelve
La carga mental puede llevar al agotamiento emocional y físico, lo que provoca estrés, ansiedad, insomnio, entre otros problemas de salud. No solo eso, sino que al llevar la mayor parte de la carga mental, las mujeres a menudo tienen menos tiempo y energía para concentrarse en su carrera profesional o en su propio desarrollo personal.
Cómo minimizar la carga mental
Hay formas de minimizar los efectos que causa ser la morra que resuelve todo. Una estrategia efectiva es compartir equitativamente las tareas del hogar y las responsabilidades familiares entre todos los miembros de la familia. Además, la planificación y la organización pueden contribuir a una mejor distribución de la carga mental.
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La falta de reconocimiento de la carga mental es un obstáculo importante a superar. Como este peso suele ser invisible, puede ser difícil de comunicar a los demás. Aun así, hacerlo es crucial. Hablar abiertamente y compartir la responsabilidad de las tareas del hogar y de planificación puede reducir la carga mental.
- Organízate eficientemente: Asigna responsabilidades. Para evitar la sobrecarga mental, es esencial que las tareas y responsabilidades se repartan de manera equitativa entre todos los miembros del hogar. Esto no solo alivia la carga mental, sino que también promueve un ambiente de respeto y cooperación.
- Usa herramientas tecnológicas: Existen numerosas apps y herramientas digitales que pueden ayudarte a organizar tu tiempo y tareas de manera efectiva. Estas herramientas te permitirán tener un registro visual de tus tareas pendientes y asignadas, facilitando así la gestión de tu carga mental.
- Realiza actividades que te relajen: Mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal es esencial para reducir la carga mental. Prueba dedicar unos minutos al día para hacer algo que te guste: ya sea leer, hacer ejercicio, practicar mindfulness o simplemente descansar. Esta «terapia de autocuidado» puede hacer maravillas para tu bienestar psicológico y emocional.
- Pide ayuda cuando la necesites: Es normal sentirse abrumado de vez en cuando, y no hay nada de malo en pedir ayuda. Ya sea buscando el apoyo de amigos y familiares, o recurriendo a un profesional de la salud mental, recuerda que no tienes que lidiar con la carga mental por tu cuenta. Hay muchas personas dispuestas a ayudarte.
En resumen, aliviar la carga mental implica un cambio de mentalidad y la adopción de técnicas y herramientas de gestión del tiempo y del estrés. Recuerda, no estás sola en este viaje y siempre es posible buscar ayuda cuando lo necesites.