La Navidad está cerca, lo podemos notar por las luces que adornan las casas, los coches que llevan pinos para darle alegría a los niños, el tráfico y EL AGUINALDO. Estamos en la época perfecta para llenar nuestro ser de paz y nuestras bolsas todas esas bellas cosas que durante todo el año no nos compramos… (Ok, te amo fantasía, no me dejes nunca).
El aguinaldo ya llegó y es momento de organizar este incentivo que generalmente utilizamos para comprar regalos y vivir fiestas locas que solo nos van a llevar a donde siempre: a deudas, a tener que vivir la cuesta de comer atún en latita todo enero.
Así que para no dejarnos llevar por nuestro poder adquisitivo y las tentadoras ofertas de las tiendas, la recomendación más grande que podemos hacerte es: agarra 6 sobres y divide tu aguinaldo de la siguiente forma.
¡A dividir!
Destina un 20% para los regalos. No te dejes llevar por el amor que sientes por tu abuelita, es probable que pueda seguir viviendo sin un iPad. La sugerencia es realizar una lista de las personas a las que queremos regalarles, y dividir el porcentaje destinado a los regalos entre estas personas, de tal manera que cuando salgas a comprar no te salgas del presupuesto. Por eso siempre digo que lo mejor es ser el buena onda de la familia todo el año, para que en Navidad no tengas que estar enmendando tus malas rachas con meses sin intereses.
Separa un 20% de inversión en la persona que más amas en este mundo: tú
La idea es invertir en esas cosas que siempre crees que son importantes y que por “x” o “y” no realizas. Por ejemplo, un cambio de look, la visita al Spa, ropa o un encuentro espiritual en el Cofre de Perote para poder sanar tu alma y contactarla con el ser supremo (cada quien sabe lo que necesita).
¿Tu casa se está cayendo a pedazos o tu auto está apunto de desmayarse? Es el momento perfecto para invertir en aquellas cosas que utilizas todos los días y que requieren mantenimiento. Destina otro 20% a este rubro. La mejor estrategia que puedes hacer es separar el porcentaje y guardarlo para realizar las adecuaciones que deseas en enero, que es cuando puedes sacarle provecho a las ofertas que todos los prestadores de servicios realizan. La única regla es: pídele a tu mamá que te guarde el dinero y dile que no te lo dé hasta el próximo año, aunque regreses suplicando misericordia.
Necesitamos saber cómo estamos físicamente para garantizar que seguiremos recorriendo nuestro camino, y una manera de averiguarlo es utilizar el 10% de nuestro aguinaldo en salud. La sugerencia es realizarte un análisis de rutina (biometría hemática-química sanguínea) para saber si todo sigue viento en popa con los Oompa Loompas que viven en tu interior. Trata de convertir esto en una tradición cada año.
Ahora repite conmigo:
«Debo destinar un 10% de mi aguinaldo al ahorro».
Sí, lo sé, lo que queremos es eliminar deudas (espero no sea el caso), pero cuando ahorras existe un cambio en tu sentir sobre las finanzas, porque sabes que estás construyendo algo que te respalda. ¿En dónde puedes ahorrar? La opción insegura es abajo de la almohada o en la cajita de cartón debajo de tu cama. La idea es que mantengas este mismo porcentaje cada mes, y existen instrumentos que protegerán tu dinero y lo harán crecer. Hay personas especializadas que sabrán cómo guiarte en este proceso.
Ahora sí, si las tienes, destina un 20% a tus deudas: Realiza un análisis profundo de ellas (ES MOMENTO DE ENCARARLAS). Escribe en un papel el nombre de la deuda, el monto total, cuál es el monto de pago mensual y el plazo para saldarla. Si son varias deudas haz este ejercicio con todas, para tener un comparativo y que puedas decidir en cuál te conviene más ingresar este 20%. La que nos conviene será la que nos cobra mayor interés, la que con un solo pago se saldaría o también la que ya no soportamos. Por favor no pases a este rubro si aún no empiezas a ahorrar, cambiemos el chip de nuestras finanzas personales.
Si eres una persona que no tiene deudas, ¡FELICIDADES! Ahora tienes la oportunidad de ahorrar un 30% de tu aguinaldo. Porque si no es hoy, ¿cuándo?
Lo único que te deseo en esta Navidad es que recibas mucha fuerza de voluntad para organizar tus finanzas ahora, pues sólo eso te llevará a tus metas financieras del futuro. ¡Feliz aguinaldo y que la fuerza siempre esté de tu lado!