¿Alguna vez has pensado que tus antojos tienen que ver con alguna carencia de tu cuerpo? Es decir, si tienes ganas inmensas de comer un chocolate ¿estás en un mood diferente que si se trata de unos cacahuates? Al parecer hay una relación entre lo que quieres y necesitas comer.
Existen varios estudios que han investigado sobre la relación que hay entre lo que se nos antoja comer con locura —en un momento que no es el de tomar los alimentos— y las necesidades biológicas que siente nuestro cuerpo.
Uno de ellos es el que realizó la clínica de cáncer Nature Works Best, con base en Tempe, Arizona, donde explica que si se te antoja chocolate es porque a tu cuerpo le hace falta magnesio; si quieres comer cosas dulces, necesitas cromo, carbono o azufre; si estás que devoras unas papas fritas, tu cuerpo quiere calcio; ¿ansias de café o té?, requieres fósforo.
Como en el equipo Malvestida somos de esas personas que recurrentemente tienen antojos (chilaquiles, chocolates, café, galletas María, té matcha, cacahuates), decidimos buscar a Elisa Ceñal, experta en Nutrición Clínica y Deportiva para que nos explicara este tema más a profundidad.
¿Por qué nos dan los antojos?
Hay muchas situaciones que lo pueden desencadenar. La primera y más común que la mayoría de la población padece es por causa del estrés de las actividades de la vida diaria y el vivir sin tiempo para realmente procesar o preparar lo que uno necesita comer en un tiempo determinado.
Muchas veces es más fácil conseguir productos como chocolates, papas, pan dulce o galletas (que son alimentos comunes en los antojos) que algo un poco más nutritivo. Y también porque creo que muchas veces no sabemos distinguir el hambre del sentimiento de tristeza, preocupación, ansiedad, etc.
Por otra parte, en las mujeres por lo general estos antojos se presentan en el síndrome premenstrual que son días antes de que llegue su periodo y hablaríamos de una cuestión hormonal.
Hay varios estudios que han establecido que ciertas deficiencias de micronutrientes (vitaminas y minerales) pueden ser los culpables de tener antojos muy específicos.
¿Qué tanto de verdad hay en esos estudios que dicen que los antojos tienen que ver con algo que tu cuerpo necesita?
Actualmente no hay muchos estudios que realmente demuestren que los antojos pueden ser por deficiencia de micronutrientes. En mi propia opinión puede ser una buena forma de abordarlo, sin embargo, creo que muchas veces hay varios aspectos que también pueden afectar que estos aparezcan como lo es la parte hormonal o hasta el estrés.
El manejo debe ser integral, es decir, evaluar la ayuda sicológica, médica y por supuesto la nutricional para llegar a la raíz de por qué una persona los padece, recordando que cada uno es distinto y que muchas veces lo que le sirve a uno al otro no le beneficia.
¿Cuál es la peor parte de los antojos?
Por lo general, y creo que es algo que a muchos nos pasa, es cuando el antojo se confunde con la ansiedad o con el estrés y comemos —por así decirlo— para “tratar de controlar la situación” o porque “nos lo merecemos después de un día largo y difícil”. Aquí es importante tratar esta parte sicológica y saber que son cosas muy distintas y que esos antojos no nos resolverán la situación.
Otro punto importante en cuanto a los antojos es que creo que los comunicadores de este tipo de temas hemos satanizado a muchos alimentos. Desde mi punto de vista, el hacer dieta es saber comer y esto implica incluir la mayoría de los alimentos en la cantidad adecuada. Pero muchas veces cuando nos dicen que algo no se puede comer es lo que más deseamos consumir.
Con mis pacientes he visto que enseñándoles a comer de todo y en las cantidades que cada uno necesita, les ayuda a controlar esta situación.
Por último, también diría que la peor parte es el sentimiento de culpa. Los antojos son algo natural, algunos dicen que es una señal del mismo cuerpo avisando que algo hace falta. Es cuestión de saberlos controlar y vivir con ellos, no es un pecado que nos ocurran.
¿Cómo calmar los antojos de comida?
Lo primero es que si estás en un plan de alimentación, ya sea para bajar de peso, para definir cierta parte del cuerpo, tener un mejor rendimiento deportivo o subir masa muscular, debes de ver a la dieta como tu aliada no como tu enemiga.
Los antojos que se te van a presentar son algo inevitable y habrá que aprender a vivir con ellos. Pero si ves a la dieta como un medio o uno de esos escalones para llegar hacía lo que tú quieres, cambia un poco tu forma de pensar. Siempre se los explico diciéndoles que es como cuando uno tiene una carrera, por más que te cuesta, te levantas y entrenas, un día tienes ganas y otros lo haces porque sabes que es lo que te toca para superarte a ti mismx y cumplir tus metas.
Si eres muy rigurosx con tu alimentación, intenta tener una comida libre a la semana. Y eso sí, cuando llegue ese día, disfruta de la comida, no te traumes con “las calorías que tiene tu hamburguesa favorita” o estés pensando sobre todo el ejercicio que tendrás que hacer para “quemarla”. Las cosas no funcionan así.
Si solo estás en mantenimiento, quiero que conozcas una frase: “el veneno está en la dosis”. Es decir, no pasa nada si de vez en cuando te comes ese chocolate que tantas ganas tienes de probar, el problema sería que fuera un hábito o que te excedieras en su consumo. Hay que aprender a disfrutar la comida, no todo mata, engorda o es malo.
Me gustaría terminar con una frase que considero muy importante: “no sacrifiques una mente sana en la búsqueda de un cuerpo sano”.
Si quieres contactar a Elisa Ceñal Vallines, Nutrición Clínica y Deportiva, llámala al 5585307586.
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