A casi 20 años de su fallecimiento, la legendaria activista LGBTQI+ Sylvia Rivera tiene su propio corrido, cortesía de Renee Goust y la Bruja de Texcoco. Entrevistamos a este par de artistas para conocer más sobre su colaboración y el legado de Sylvia.
Los corridos, por tradición, son composiciones que hablan sobre sucesos históricos o hazañas épicas de algún personaje: líderes revolucionarios, bandoleros, migrantes o incluso narcotraficantes. Pero ahora le llegó el turno a una figura emblemática del activismo LGBTQI+, como lo es Sylvia Rivera, de hacerse de su propia canción con guitarra y acordeón. ¡Claaaaaaro que sí!
El corrido de Sylvia Rivera
La mente maestra detrás de El corrido de Sylvia Rivera es la cantante y compositora Renee Goust, quien vio la oportunidad de tomar ese género musical para reivindicar a Sylvia, mujer trans nacida en Nueva York en 1951, y a su mentora y amiga, Marsha P. Johnson. Ambas formaron parte de los disturbios de Stonewall de 1969, los cuales sentaron precedente para la marcha de la comunidad LGBTQI+ que hasta hoy se celebra alrededor del mundo.
«Cuando era chica no me gustaban [los corridos]. Me parecían estridentes y muy violentos. No sentí que tuvieran nada que ver conmigo, a pesar de que mucha gente a mi alrededor los escuchaba», explica Renee Goust, que creció en la frontera entre Sonora y Arizona.
«Un día pensé: ‘Yo no conozco corridos que cuenten las historias de personas abiertamente trans, ni de lesbianas, etc.’ y en un punto me di cuenta que lo que me molestaba de los corridos no era su sonido, sino sus temáticas violentas y los valores patriarcales que suelen promover».
Dos voces potentes y disidentes
«Me vivo como una persona genderqueer y además soy pareja de una mujer trans, entonces me pareció importante cantar sobre disidencias de género. Fue así que decidí escribir sobre el Stonewall Inn y dos de sus figuras más emblemáticas: Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson», explica Renee.
Desde que compuso el corrido, Renee supo que debía cantarlo a dueto «como dicta la tradición norteña», por lo que invitó a la Bruja de Texcoco a hacer la segunda voz.
«Renee y yo tenemos una gran conexión y una afinidad en común que es la música y nuestro proceso de identidad que es super mágico», menciona la Bruja de Texcoco sobre la colaboración.
¿Quién fue Sylvia Rivera?
La infancia de Sylvia Rivera no fue nada fácil. Su padre estuvo ausente y su madre falleció cuando ella tenía 3 años de edad, lo cual la llevó a vivir con su abuela, quien constantemente desaprobaba su expresión de género femenina e interés por el maquillaje.
A los 11 años, Sylvia decidió huir de casa y se vio obligada a a vivir en las calles de Nueva York. «En las calles de Manhattan se la rifaba bien fiera», se escucha en el corrido escrito por Goust.
Sylvia Rivera y el activismo LGBTQIA+
Cuando se detonó la revuelta de Stonewall, Sylvia (en ese entonces con 17 años) estuvo presente en las múltiples protestas que se llevaron a cabo para exigir un alto a las extorsiones y brutalidad policial contra la comunidad LGBTQI+. A Sylvia se le atribuye la frase célebre: «No me voy a perder ni un minuto de esto, ¡es la revolución!».
Y aunque Stonewall sentó el precedente para distintos movimientos de liberación, la activista también tuvo que enfrentarse con el rechazo al interior de la comunidad LGBTQI+.
Como explica el Museo Nacional de la Historia de la Mujer de Estados Unidos, «los primeros desfiles del orgullo gay comenzaron en 1970, pero Rivera y otras personas transgénero fueron discriminadas y desalentadas de participar». Sin embargo, ante la adversidad, Sylvia siempre encontró una oportunidad de seguir alzando la voz.
«Sylvia luchó duramente contra la exclusión de las personas transgénero de la Ley de No Discriminación por Orientación Sexual en Nueva York, y fue una voz fuerte y persistente por los derechos de las personas de color y las personas queers y trans de bajos ingresos», explica la página del Sylvia Rivera Law Project, institución que trabaja para garantizar que todas las personas sean libres de autodeterminar su identidad y expresión de género, independientemente de sus ingresos o raza, y sin sufrir acoso, discriminación o violencia.
El legado de Sylvia Rivera
Para Renee Goust escribir un corrido para una figura tan emblemática como la de Sylvia sienta un precedente para apropiarse de géneros considerados tradicionalmente machistas. «Nos urge crear una alternativa a esas narrativas, seguir irrumpiendo en estos géneros sin pedir permiso, tomar lo que nos corresponde, lo que siempre ha sido nuestro por virtud de nuestra existencia en estos territorios. Sylvia Rivera y su historia son un punto de partida para lo que espero sea un largo camino de traer otras historias (nuestras historias) a géneros musicales y culturas que muchas veces han sido problemáticos y violentos contra nosotres».
Por su lado, la Bruja de Texcoco invita a que todes «se aprendan la letra y la bailen con nosotros. Celebremos que existe la diversidad y que podemos ser libres en estos tiempos».
El corrido de Sylvia Rivera forma parte del disco RESISTER, de Renee Goust, realizado con la ayuda de la beca “NYC Women’s Fund”, y con el cual busca crear música queer dentro de géneros mexicanos.
«Siempre digo que espero llegar a vieja para poder hacer una gran peda con una playlist de puras rancheras y corridos feministas e incluyentes. Amix de Malvestida, están invitades», nos dice Renee Goust. ¡Y le vamos a tomar la palabra!
#OrgulloTodoElAño