Crecimos bajo un estándar de cómo debemos lucir para ser «atractivas» y para gustar. Muchos de los medios que consumimos distorsionan nuestras perspectivas, y al ver que nuestras chichis lucen diferentes nos preguntamos «¿entonces las mías están mal?, ¿SON RARAS?»
Lo cierto es que los senos vienen de diferentes formas, tonos y tamaños. Dersdepanian nos recuerda que cuidar nuestras chichis es un acto a aceptación y amor propio.
No olvidemos abrazarnos mientras nos pertenecemos.